Monday, August 31, 2009


Siete petroleras entre las 10 primeras empresas globales

Alfredo Jalife-Rahme

La revista Fortune (20/7/09) publica anualmente la lista de las primeras 500 empresas globales según sus ingresos.

Existen otras publicaciones anglosajonas que realizan taxonomías fundadas en otros rubros: ganancias, ventas y capitalización de mercado (el valor total de las acciones que cotizan en bolsa) y donde variarían significativamente los rankings de las empresas estatales que no cotizan en la bolsa neoliberal global como Pemex.

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El poderoso consorcio trasnacional de origen estadunidense Wal-Mart aparece en tercer lugar de la lista de Fortune Foto Ap

Los ingresos de las empresas, clasificados por Fortune, corresponden a 2008 y deslumbra el posicionamiento de siete petroleras que se ubican entre las 10 primeras empresas globales, amén de que entre las cinco principales cuatro sean también petroleras, lo cual denota la relevancia geoestratégica de los hidrocarburos en la coyuntura presente del fin de la unipolaridad anglosajona y del inicio del incipiente nuevo orden mundial multipolar, donde el BRIC (Brasil, Rusia, India y China) está destinado a jugar un papel relevante en la geoeconomía, ya no se diga las potencias petroleras del Golfo Pérsico, en detrimento del G-7.

Las 10 primeras por ingresos (las ganancias se adjuntan entre paréntesis):

1) Royal Dutch Shell (petrolera anglo-holandesa): ingresos 458 mil 361 millones de dólares (ganancias 26 mil 277 mdd);

2) Exxon Mobil (petrolera de Estados Unidos): 442 mil 851 mdd (45 mil 220 mdd);

3) Wal-Mart (Estados Unidos): 405 mil 607 mdd (13 mil 400 mdd);

4) BP (petrolera británica): 367 mil 53 mdd (21 mil 157 mdd);

5) Chevron (petrolera estadunidense): 263 mil 159 mdd (23 mil 931 mdd);

6) Total (petrolera francesa): 234 mil 674 mdd (15 mil 500 mdd)

7) ConocoPhillips (petrolera de Estados Unidos): 230 mil 764 mdd (pérdidas por 16 mil 998 mdd);

8) ING Group (Holanda): 226 mil 577 mdd (pérdidas por mil 67 mdd);

9) Sinopec (petrolera china): 207 mil 814 mdd (mil 961 mdd);

y 10) Toyota Motors (Japón): 204 mil 352 mdd (pérdidas por 4 mil 349 mdd).

Llama la atención el comportamiento de dos trasnacionales petroleras privadas de Estados Unidos, entre las 10 primeras: Exxon Mobil reporta las mayores ganancias de las 500 empresas globales con 45 mil 220 mdd, mientras ConocoPhillips arroja anómalamente pérdidas (como la paraestatal Pemex).

De las siete petroleras, cinco son anglosajonas, una francesa y una china (la cual acaba de irrumpir significativamente en el mundo comercial y bursátil global dominado todavía por Wall Street y la City).

Parodiando a Enrico Mattei, el visionario petrolero italiano presuntamente asesinado por la CIA, quien acuñó el término de las otrora siete hermanas anglosajonas quienes dominaron el mundo del oro negro durante la guerra fría (plasmado por el célebre libro del británico Anthony Sampson) –lo cual expresa una correlación subjetiva entre la anatomía y fisiología de las empresas con el vigente orden geopolítico mundial–, dejaron de ser en su totalidad anglosajonas y hoy entre las siete principales petroleras, en términos de ingresos, se cuenta con la irrupción en el noveno sitial de una petrolera estatal china, Sinopec: la controladora de Petrochina, la mayor empresa del mundo en términos de capitalización de mercado.

Según la taxonomía del Financial Times (30/6/09), en términos de capitalización de mercado (ver Bajo la Lupa, 26/8/09), amén de que entre las 10 primeras, cuatro sean estatales de China, se ubican cuatro petroleras: primer lugar, la estatal petrolera Petrochina, con un valor bursátil de 366 mil 662 mdd; segundo lugar, la petrolera trasnacional de Estados Unidos Exxon Mobil (341 mil 140 mdd); en el sorprendente octavo lugar, la brasileña estatal (más correctamente mixta, con control estatal) Petrobras (165 mil 56 mdd), y en décimo lugar la anglo-holandesa Royal Dutch Shell (156 mil 286 mdd).

Se desprende que en términos de capitalización de mercado, que anticipa dinámicamente mejor las tendencias del futuro de las empresas que el corte de caja estático de los ingresos presentes, entre las cuatro principales petroleras mundiales dos pertenecen al BRIC (las estatales Petrochina y Petrobras, primero y octavo lugares, respectivamente) y dos son todavía anglosajonas (Exxon Mobil y Royal Dutch Shell, respectivamente segundo y décimo lugares), lo cual delata la genuina hibridación del sector entre las estatales poderosas que emergen (provenientes del BRIC y de los países petroleros del Golfo Pérsico) y las trasnacionales privadas anglosajonas, que se desvanecen en el horizonte geopolítico multipolar.

Más allá de los impactantes primeros 10 lugares globales, donde los ingresos de siete petroleras reinan majestuosamente, resulta didáctico explorar los restantes 100 primeros lugares y el ranking que ocupan otras petroleras (como la venezolana PVDSA, Pemex y la brasileña Petrobras):

Ranking 13, China National Petroleum: ingresos 181 mil 122 mdd (ganancias 10 mil 271 mdd);

17) ENI (Italia): 159 mil 348 mdd (12 mil 917 mdd);

22) Gazprom (Rusia): 141 mil 455 mdd (29 mil 864 mdd);

27) PVDSA (Venezuela): 126 mil 364 mdd (7 mil 451 mdd);

31) Pemex: 119 mil 235 mdd (pérdidas 10 mil 56 mdd);

33) Valero Energy (Estados Unidos): 118 mil 298 mdd (pérdidas mil 131 mdd);

34) Petrobras (Brasil): 118 mil 257 mdd (18 mil 879 mdd);

36) StatoilHydro (Noruega): 116 mil 211 mdd (7 mil 664 mdd);

65) Lukoil (Rusia): 86 mil 340 mdd (9 mil 144 mdd);

72 SK Holdings (Corea del Sur): 80 mil 810 mdd (259 mdd);

76) Repsol YPF: 79 mil 176 mdd (3 mil 968 mdd);

80) Petronas (Malasia): 76 mil 965 mdd (15 mil 309 mdd);

y 86) Marathon Oil (Estados Unidos): 73 mil 504 mdd (3 mil 528 mdd);

Si entre las 10 primeras aparecen fulgurantemente siete empresas petroleras, luego, a partir del undécimo lugar hasta el 80 se diluyen notablemente con únicamente 13 empresas dignas de ser mencionadas y entre quienes descuellan en los primeros 36 lugares una china, una italiana, una rusa, una italiana, una noruega, una estadunidense y tres latinoamericanas (la venezolana PVDSA, Pemex y la brasileña Petrobras).

Impresiona la mediocridad de la española Repsol YPF (a punto de vender su filial argentina a China), en el lugar 76, pese a todas las gratificaciones que recibió de la dupla panista de Fox y Calderón.

Lo más interesante radica en que Pemex, pese a su pésimo manejo en la cataclísmica etapa neoliberal, se conserve entre PVDSA y Petrobras prácticamente en empate técnico, aunque pierda aberrantemente dinero y se encuentre entre las tres únicas petroleras de los 100 primeros lugares (junto a ConocoPhillips y Valero Energy) en ostentar pérdidas, por diferentes motivos: las dos de Estados Unidos por el declive privatizador frente al ascenso de las empresas estatales, mientras que Pemex sufre la parasitaria hipoteca de la Secretaría de Hacienda, según los cánones y cañones de la depredadora teología neoliberal.

Más allá de la taxonomía interesada de Fortune que coloca a siete petroleras entre las 10 primeras empresas globales, hagan las piruetas estadísticas que fueren, las verdaderas nuevas (sic) siete hermanas del oro negro (¡todas estatales!), según Carola Hoyos (The Financial Times, 11/3/07), pertenecen hoy, ya no se diga en el futuro, a Aramco (Arabia Saudita), Gazprom (Rusia), CNPC (China), NIOC (Irán), PVDSA (Venezuela), Petrobras (Brasil) y Petronas (Malasia). Y aquí sí duele que no aparezca Pemex.




José Antonio Rojas Nieto

Este viernes nuestra debilitada mezcla mexicana de exportación se cotizó en 68.58 dólares por barril. A finales del año pasado se cotizó en 26 dólares por barril. Seis meses antes en 132.71. Hoy estamos a poco más del doble de la cotización del invierno pasado. Y a poco más de la mitad de la del verano de 2008. De 2007 a 2009, hemos vivido la mayor volatilidad de precios del crudo de nuestra historia reciente.

Recientemente, un investigador iraní (Ahmad R. Jalali-Naini), consultor de la Organización de Países Exportadores de Petróleo –la famosa OPEP–, realizó una investigación sobre el impacto de los mercados financieros en el precio del petróleo y sobre su volatilidad (OPEC Bulletin, junio de 2009). Lo primero a notar es que hoy en día es insuficiente aludir a los llamados fundamentales para explicar el comportamiento de los precios del petróleo. ¿Cuáles? Los de la demanda (consumo estructural y consumo estacional). Y los de la oferta (costos, disponibilidad, calidades y ubicación).

Pero, a decir de Jalali-Naini, los últimos ocho años, la impresionante expansión del mercado de derivados (futuros, opciones, swaps…) y su penetración en la esfera petrolera, ha tenido un importante impacto en los precios. El mundo se acostumbró no sólo a comercializar la entrega física del petróleo, sino las circunstancias y riesgos de esa entrega en el futuro. Así, los papeles que especificaban esa entrega, llegaron a constituir una nueva y altamente deseada reserva de valor. Prácticamente todos los fondos de inversión y de pensiones del mundo, adquirieron este papel de petróleo. Pero Jalali-Naini nos hace notar que esta novedad del manejo del petróleo como activo financiero (asset class commodity, dicen en inglés), fue precedida y, de alguna manera, alentado por el largo periodo de estancamiento de las inversiones en desarrollo de capacidades petroleras, consecuencia, entre otras razones, de un muy largo periodo de precios bajos de petróleo (enero de 1986 a enero de 1999), con un precio de 30 dólares en 2008 para el caso del crudo marcador West Texas Intermediate (WTI) (hoy superior a 70 y de casi 140 en julio del 2008).

Pero el importante incremento de la demanda mundial de crudo, encabezado por los notables incrementos de China e India, alentó la elevación de precios y, consecuentemente, de los rendimientos a las inversiones en desarrollo de la producción. Un mecanismo fundamental para la concentración y centralización de dinero para financiar las inversiones en la esfera petrolera, fue ya no sólo la emisión de acciones de las empresas –desarrolladoras y estrictamente petroleras– sino también la emisión de papel en esta esfera y su comercialización a nivel mundial.

Primordialmente, a través de la participación del crudo (también del gas natural) en los fondos de commodities, promovidos y administrados por bancos, operadoras y demás consorcios financieros. Así, de 2000 a 2008 vivimos una expansión sin precedentes en el volumen de dinero invertido en petróleo, no sólo de fondos de inversión provenientes de todo el mundo, sino de fondos de pensiones y otros fondos. Todos intentaban obtener, simultáneamente, rendimientos máximos y minimización de riesgos. Una de las principales conclusiones de Jalali-Naini es que el arribo de todos estos fondos –incluidos los meramente especulativos– al mercado petrolero, empezó a influir de manera creciente en el nivel de precios. Más aún, sugiere que la espiral ascendente del invierno de 2007-08 al verano de 2008, así como el tremendo derrumbe que le siguió hasta el invierno de 2008, fueron notablemente influidos por la dinámica financiera del papel de petróleo, fuertemente cargada de especulación.

No había razones en los fundamentales –parece sugerir Jalali-Naini– para que el precio se acercara a los 150 dólares en julio de 2008, o a superar los 100 dólares –me permito añadir–. Pero aun en niveles inferiores, esta espiral –nuevamente añado– obligó a enormes transferencias extraordinarias de recursos de los consumidores de petróleo hacia una esfera integrada ya no sólo por productores sino por inversionistas y especuladores, en detrimento de otras esferas fundamentales de la economía, como la de alimentos. Por ejemplo, en el caso del trigo y del maíz, el nivel medio del periodo del periodo enero 1986 a enero 1984, se triplicó en el periodo enero de 1999 a julio 2008. En algunos meses se quintuplicó.

Otra conclusión similarmente importante y de carácter más general: el petróleo ya quedó integrado en el espacio financiero mundial –ya no sólo en el productivo o industrial– y se ha consolidado como un activo financiero más, junto con las acciones, los bonos y los swaps tradicionales. Junto con los elementos tradicionales (los fundamentales) esta nueva realidad deberá ser considerada por los analistas petroleros cuando se intente, como de ordinario, describir el futuro próximo de los precios del petróleo. Pese a nuestro debilitamiento productivo crónico en el terreno petrolero (casi un millón menos de producción de crudo en 2009 respecto de 2004) este asunto de los precios del petróleo sigue siendo fundamental para nuestra cotidianidad. No sólo económica y fiscal, sino social y política. Sólo recordemos que sin petróleo somos una de las tasas fiscales más bajas del mundo. Sí, del mundo. Nunca más de 11 por ciento del PIB. Nunca.

NB. Un abrazo a los Benítez Muro. Las muertes coincidentes de la prestigiosa chef Ana y de José su hermano han sido muy dolorosas. Ana nos dispensó a muchos –muchísimos– una ternura sin igual, en todos sus proyectos. La recuerdo en su Discreto Encanto de Comer, de la calle de Orizaba en la Colonia Roma. No se van ni su ternura ni –mucho menos– su jiricaya. Dijo alguien: Ana siempre estará al pie del fogón. Sin duda.



Antonio Gershenson

La secretaria de Energía y el director general de Pemex hicieron declaraciones. Dijeron que se debían hacer nuevas modificaciones legales para permitir la inversión privada en la industria petrolera. En vez de hacer su trabajo (en el cual han mostrado, por lo menos, tortuguismo; a ver cuántas veces más retrasan la nueva refinería) se dedican a añorar un pasado que definitivamente ya pasó.

El año pasado quisieron, como parte de las reformas legales a Pemex, privatizar las nuevas refinerías y otras áreas. No pudieron. Siguen haciendo la lucha por privatizar lo que puedan, aun al margen de la ley. Y ahora, después de perder las elecciones intermedias, el PAN tiene menos diputados de lo que ya el año pasado era una minoría.

Pero sí hay una realidad. Parte de ella es el presupuesto para 2010. En la primera mitad de septiembre próximo el gobierno federal deberá enviar a la nueva Cámara de Diputados el Presupuesto de Egresos de la Federación. Parte del mismo, obviamente, será el de Pemex y el de las empresas estatales eléctricas. Y eso sí tendrá que resolverse, aproximadamente, en dos meses.

Lo primero que debería discutirse y resolverse es qué tan obligatorio es el presupuesto. ¿De qué sirve un presupuesto muy bien hechecito si no se va a cumplir? ¿Y si Hacienda va a retener el presupuesto con uno u otro pretextos?

Ahora Hacienda tiene menos poderes sobre Pemex, pero los funcionarios de esta entidad tampoco deben tener el poder de usar o retener arbitrariamente el presupuesto. Y esos niveles de obligatoriedad deben estar también en la nueva legislación.

Un elemento que ya tiene antecedentes es la definición de proyectos estratégicos. Éstos serían intocables por la burocracia. Y no sólo lo deben ser en la cantidad, sino en la oportunidad; o sea, en el calendario de las inversiones y otros gastos.

Ya en el contenido del presupuesto, en el caso de Pemex uno de los elementos importantes es la distribución geográfica del gasto. Hemos visto el derroche, no sólo en el ejercicio del gasto sino en la planeación de las inversiones futuras, con las aguas profundas y con Chicontepec. En el primer caso, no hay ni habrá, por lo menos de aquí a 2015, ninguna producción. En Chicontepec la producción es el uno por ciento de la nacional, pero su presupuesto es 20 por ciento del total, e incluso más. Puro contratismo, puro negocio.

Hay indicios de posibles cambios parciales, los cuales deben ser tomados como punto de apoyo para modificaciones más profundas. Información de la dirección corporativa de finanzas de Pemex enviada a la Bolsa Mexicana de Valores indica más presupuesto a cuencas petroleras ya conocidas.

El nuevo coordinador de la diputación del PRI y presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara, el 6 de marzo de 2008 se opuso a la tesis oficial de que la salvación está en las aguas profundas y en las alianzas estratégicas; mostró con cifras que los costos en esas zonas son varias veces superiores a los de aguas de poca profundidad, y sostuvo que la estrategia en la exploración y producción debe ser integral, pero con prioridad a lo ya conocido y menos riesgoso.

Ya hemos mencionado casos recientes, en tierras de Tabasco y en aguas poco profundas frente a este estado y su vecindad, de perforaciones con mucho éxito –a pesar de ser muy pocas en comparación– al grado de que el mejor de esos pozos del sureste produjo inicialmente, hace unos meses, lo mismo que el promedio de 222 pozos de Chicontepec en 2008. Y cuando decimos muy pocas perforaciones es que en la región marina suroeste hubo, entre 2001 y 2008 inclusive, 70 pozos de desarrollo terminados. En la región norte, en la que los pozos son principalmente de Burgos y Chicontepec, estas perforaciones, en esos mismos años, fueron 3 mil 712. Y en el presupuesto del año en curso se proyectan, para 2009–2023, 17 mil 356 pozos de desarrollo en esta última zona… aunque su producción actual, real, sea despreciable.

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