Sunday, December 20, 2009


Los gobernadores panistas de Jalisco y Guanajuato, entre quienes patrocinan a la Iglesia

Surge frente para contener las embestidas contra el Estado laico

Atrás de la penalización del aborto en 18 entidades está el clero: María de los Ángeles Moreno

La senadora priísta criticó recientemente a Peña Nieto por anunciar ante el Papa su próxima boda

Andrea Becerril

Periódico La Jornada
Domingo 20 de diciembre de 2009, p. 3

Para hacer frente a los intentos cada vez más frecuentes de los gobiernos panistas de pasar por encima de la Constitución y avanzar hacia un régimen confesional, un grupo de legisladores, políticos, académicos e intelectulales –entre ellos el ex candidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas y el ex rector de la UNAM Juan Ramón de la Fuente– constituyó Ciudadanos en Defensa del Estado Laico.

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El grupo Ciudadanos en Defensa del Estado Laico se opone a las acciones que buscan instaurar un régimen confesional. En imagen de archivo, manifestación en Querétaro contra la criminalización del aborto
Foto Demián Chávez

Es un grupo que va creciendo todos los días; hoy tenemos alrededor de 400 afiliados, comentó la senadora priísta María de los Ángeles Moreno. La intención, agregó, es preservar la separación entre el Estado y la Iglesia, que se logró luego de luchas sangrientas.

Preocupa al grupo la preservación del Estado laico ante las muchas violaciones a ese principio, que se han dado desde 2000, detalló. Entre esas transgresiones están la decisión del gobernador panista de Jalisco, Emilio González Márquez, de otorgar 90 millones de pesos del erario a la construcción de un nuevo santuario cristero y las marchas al cerro del Cubilete que encabeza el mandatario de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, añadió.

Criticó la penalización del aborto y la persecución contra quienes se oponen a su criminalización. Aseveró que no se trata de la libre decisión de los diputados o los gobernadores, porque sabemos que en realidad detrás está actuando, con la fuerza que tiene, el clero católico.

Corremos riesgo

Defensora férrea del Estado laico –lo define como su monotema–, Moreno cuestionó al próximo gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, durante su comparecencia el lunes pasado en el Senado, por la decisión oficial de incluir en el nuevo billete de 200 pesos un estandarte de la Virgen de Guadalupe.

Criticó también el jueves pasado al gobernador priísta del estado de México, Enrique Peña Nieto, por haber anunciado ante el Papa que pronto contraerá matrimonio con la actriz Angélica Rivera. No tendría por qué mezclarse la vida privada con la oportunidad de ser candidato, y mucho menos involucrar creencias personales con políticas públicas, expresó.

Ciudadanos en Defensa del Estado Laico, en el que participan también los senadores Rosario Green y Pedro Joaquín Coldwell, llevará a cabo foros, encuentros y otras actividades para reivindicar la importancia de preservar ese régimen constitucional.

Vamos a denunciar las violaciones y a alertar a la ciudadanía, ya que en el momento en que un gobierno que debe gobernar para todos, respetando la diversidad, adopta una línea de conducta porque su propia fe, o sus compromisos, implican favorecer a determinada corriente, ahí empezamos a correr riesgo todos los que no pensemos igual.

Explicó que un Estado laico, justamente por no adoptar una consigna, un credo, puede proteger los derechos de todos a creer, a no creer y a practicar lo que mejor les convenga dentro de la ley.

Las guerras en el siglo XIX, “tan sangrientas, se dieron en gran medida porque había un clero católico que intervenía en prácticamente todos los asuntos civiles (...) y con ello ejercía un poder enorme en el conjunto social.

Benito Juárez, que era un católico creyente, firme, y los demás liberales, los héroes de la Reforma, entendieron que había que hacer una separación entre el Estado y las iglesias y dejar asentado muy claramente qué le corresponde al Estado y qué, en todo caso, hoy que están reconocidas legalmente, a las organizaciones religiosas.

El laicismo es un principio que ha salvaguardado la vida política, la paz entre los mexicanos y el crecimiento de diferentes formas de pensar y de expresarse, abundó.

Respecto al cambio en 18 constituciones locales, en las que el PAN y el PRI aprobaron penalizar el aborto, la senadora priísta dijo que ese debate no era de su partido, ya que éste lo tuvo siempre resuelto a partir de dejar esos temas en la libertad de conciencia.

Sobre el aborto la gente en México opina de una manera o de otra y, si no la fuerzan, como está ocurriendo ahora, a tomar decisiones que afectan a los demás, pues lo expresa en privado y no pasa nada. El problema es que se está trasladando a leyes y ahí ya nos afecta a todos.

Advirtió que tampoco está de acuerdo con lo que pasa ahora en las entidades donde se persigue a los que se oponen a la penalización del aborto. He estado siempre en favor de los derechos de avanzada de las mujeres y no puedo aceptar que se les carguen un estigma y las metan a la cárcel por una decisión personal.




Defender el Estado laico

La creación del grupo Ciudadanos por la Defensa del Estado Laico, en el que participan legisladores, políticos e intelectuales, tiene como telón de fondo las crecientes contravenciones al principio de separación entre Iglesia y Estado en nuestro país, y refleja el nivel de alarma que existe en los entornos políticos, académicos y de la sociedad organizada sobre la amenaza de implantación de un régimen confesional.

Parecería que la gota que derramó el vaso fue la visita que recientemente realizó el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, al Vaticano para anunciar su boda con una actriz, y que fue duramente criticada por la senadora priísta María de los Ángeles Moreno.

Una de las muestras más recientes y visibles de las agresiones a la laicidad del Estado es la intromisión de la jerarquía católica, mediante presión y cabildeo con legisladores, en los procesos que han derivado en la aprobación de reformas antiaborto en 18 congresos estatales, que obligan a proteger la vida humana desde la concepción y penalizan la interrupción del embarazo. Al respecto, son significativas las declaraciones realizadas el pasado jueves por el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Juan Ramón de la Fuente, quien consideró que las recientes iniciativas que, desde diversas entidades federativas, han dado forma de ley a dogmas religiosos constituyen un serio embate al Estado laico.

Por otra parte, en la discusión que se sigue en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal sobre la legalización de matrimonios entre personas del mismo sexo, la jerarquía eclesiástica ha reaccionado con particular virulencia, adoptando incluso una posición de desprecio hacia los ordenamientos legales: no otra cosa es la aseveración, formulada por la Arquidiócesis de México en un editorial de su semanario Desde la Fe, de que una ley injusta no debe ser aplicada y mucho menos obedecida, juicio que vulnera lo estipulado en el artículo 130 de la Constitución: los ministros no podrán (...), en reunión pública, en actos de culto o propaganda religiosa, ni en publicaciones de carácter religioso, oponerse a las leyes del país o a sus instituciones.

Pero la responsabilidad por el creciente protagonismo político del clero no se puede atribuir únicamente a los ministros de culto, cuando los propios integrantes de los gobiernos panistas han manifestado, de manera cada vez más desembozada, una fe católica que tienen todo el derecho de profesar, pero que no debería obstaculizar su desempeño como autoridades. Baste señalar, como botones de muestra, el donativo efectuado por el gobernador panista de Jalisco, Emilio González Márquez, para la construcción de un santuario dedicado a la memoria de los cristeros, y la participación del titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa, en el Encuentro Mundial de las Familias celebrado en esta capital a principios de año, en el que el gobernante se ostentó como feligrés y claudicó así de algunas de sus responsabilidades fundamentales: desempeñarse como jefe de un Estado laico, como gobernante de una nación plural y diversa, y como titular de un cargo que demanda imparcialidad hacia las distintas religiones en el país.

Una actitud muy similar quedó demostrada, como ya se dijo, con la visita de Peña Nieto al Vaticano. Es inevitable suponer la exposición del sesgo confesional del mandatario mexiquense como parte de un cálculo electoral y de una campaña de posicionamiento mediático con miras a las elecciones presidenciales de 2012.

Ante las reiteradas agresiones en contra del carácter laico del Estado, cobra especial importancia la creación de entornos políticos y sociales de defensa de dicho principio. La sociedad mexicana contemporánea no requiere de guías morales, sino de eficacia en el ejercicio gubernamental y en la aplicación de las leyes, y de esfuerzos efectivos para combatir la pobreza, la marginación, el desempleo, la desigualdad, y la falta de educación y de salud de la población.

http://www.jornada.unam.mx/2009/12/20/index.php?section=edito

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