Revisado para Rebelión por Caty R. |
EL SET
Color: Verde
Eslogan: “¿Dónde está mi voto?”
Actores Principales: Estudiantes y jóvenes de clase media y alta, dirigentes de oposición, medios de comunicación internacionales, nuevas tecnologías (Twitter, Youtube, celulares, mensajes de texto, Internet).
Actores Secundarios: Organizaciones no gubernamentales (ONG) internacionales, Departamento de Estado de Estados Unidos, Freedom House, Centro para la aplicación de la acción no violenta “CANVAS” (antiguo OTPOR), Centro para el Conflicto Internacional No Violento (ICNC), Instituto Albert Einstein, Pentágono, Misión Especial de la Dirección Nacional de Inteligencia de EEUU para Irán.
Escenario: Elecciones presidenciales; el candidato oficialista, Mahmud Ahmadinejad, el actual presidente que mantiene una línea muy dura contra el imperialismo estadounidense y el sionismo israelí y disfruta de un alto grado de popularidad entre las clases populares iraníes por su enfoque e inversión en programas sociales, gana con el 63% del voto; el candidato de la oposición, Mir Hossein Musavi, de clase media-alta, quien prometía (en inglés) durante la campaña que su elección como presidente aseguraría “un nuevo saludo al mundo”, frase que indicaba que cambiará la política exterior con respecto a Washington, perdió por más de 15 puntos; la oposición denuncia fraude electoral y pide el apoyo de la comunidad internacional para intervenir; los estudiantes se manifiestan en las calles, en las zonas de clase media y alta de la capital, Teherán; dicen que son “no violentas”, pero provocan reacciones represivas del Estado con acciones agresivas y luego denuncian presuntas violaciones de sus derechos ante los medios internacionales; dicen que el presidente electo es un “dictador”.
Lugar: Irán, el cuarto productor de petróleo del mundo y el segundo en reservas de gas natural. En plena flagrancia del embargo comercial impuesto por Washington, China firmó un acuerdo con Irán en el año 2004, por un valor de 200.000 millones de dólares, para la compra de gas natural iraní durante los próximos 25 años. En los últimos cuatro años, Irán ha estrechado sus relaciones comerciales con los países de América Latina, a pesar de las amenazas de Washington, y actualmente desarrolla tecnología nuclear con fines pacíficos.
¿Les suena familiar? A los venezolanos y venezolanas que ya llevamos viviendo tres años en este escenario, sin duda ninguna. Las llamadas “revoluciones de colores” o “golpes suaves”, que empezaron en Serbia en el año 2000, con resultado del derrocamiento y satanización de Slobodan Milosevic, y después pasaron por Georgia, Ucrania, Kirgistán, Líbano, Bielorrusia, Indonesia y Venezuela, siempre con la intención de cambiar “regímenes” no favorables a los intereses de Washington por gobiernos “más amistosos”, ahora han llegado a Irán. El guión es idéntico. Un color, un logotipo, un eslogan, un grupo de estudiantes y jóvenes de clase media, un proceso electoral, un candidato pro estadounidense y un país lleno de recursos estratégicos con un gobierno que no se subordina a la agenda imperial. Siempre son las mismas ONG y agencias extranjeras las que apoyan, financian y promueven la estrategia proporcionando aportaciones financieras y formación estratégica a los grupos estudiantiles para que ellos ejecuten el plan. Donde quiera que haya una “revolución de colores” se encuentran también la USAID, el National Endowment for Demcoracy, Freedom House, el Centro Internacional para el Conflicto No Violento, CANVAS (antiguo OTPOR), el Instituto Albert Einstein, el Instituto Republicano Internacional y el Instituto Demócrata Nacional, por nombrar algunos.
Fíjense en este texto, titulado “El guión no violento para Irán”, escrito por el ex director del Instituto Albert Einstein, fundador del Centro Internacional para el Conflicto No Violento (ICNC) y presidente de Freedom House, Peter Ackerman, y su colega, coautor del libro “Una Fuerza Más Poderosa: Un Siglo del Conflicto No Violento” y director del ICNC, Jack DuVall, quien también es un experto en propaganda y cofundador del Instituto Arlington, junto con el ex director de la CIA, James Woolsey:
“…Manifestaciones recientemente renovadas, lideradas por estudiantes en Teherán, deben acelerar en Washington el debate sobre Irán. Están haciendo dos preguntas: ¿Las manifestaciones pueden producir un cambio de régimen?, y ¿qué clase de apoyo externo ayudaría?
La historia de los movimientos civiles, como el que actualmente se está fomentando en Irán, evidencia que el calentamiento de la calle no es suficiente para derrocar un gobierno. Si la asistencia de Estados Unidos meramente aporta más leña al fuego y la oposición interna no trabaja para debilitar las fuentes reales del poder del régimen, no funcionará.
La lucha exitosa del movimiento civil tiene el objetivo de promover la ingobernabilidad por medio de las huelgas, el boicot, la desobediencia civil y otras tácticas no violentas –además de las protestas masivas– debilitando y destruyendo los pilares que apoyan al gobierno. Esto es posible en Irán…
Los acontecimientos en Irán se parecen a los de Serbia justo antes de que un movimiento dirigido por estudiantes derrotase a Slobodan Milosevic. Su régimen había alienado no solamente a los estudiantes, sino también a la mayoría de la clase media… La clase política también estaba dividida y muchos estaban cansados del dictador. Viendo su oportunidad, la oposición se movilizó para separar al régimen de sus fuentes de poder…”
Lo más revelador de ese artículo no es sólo su obvia visión intervencionista que busca promover un golpe de estado en Irán, sino que se escribió el 22 de Julio de 2003, hace casi seis años (ver original: http://www.nonviolent-
Este libro es una versión moderna, con un diseño más atractivo para la juventud, del libro original escrito por el gurú de la lucha “civil” para cambiar regímenes no favorables a Washington: Gene Sharp. Su libro, “Derrocando a un dictador”, que también se convirtió en una película producida por Ackerman y DuVall, se ha utilizado en todas las revoluciones de colores en Europa Oriental, y hasta en Venezuela, y está considerado por los movimientos estudiantiles como su “biblia”. La introducción del libro de CANVAS explica: “Este libro es el primero que aplica la acción estratégica no violenta a campañas reales. Las técnicas presentadas a lo largo de los próximos 15 capítulos han tenido éxito en muchos lugares del mundo… Este libro contiene lecciones aprendidas a través de varias largas y difíciles luchas no violentas contra regímenes no democráticos y opositores a las libertades humanas básicas… Los autores esperan y creen que comunicarle estos puntos cruciales siguiendo este formato, le ayudará a hacer más operativa la acción estratégica no violenta, con el fin de que recupere sus derechos, supere la represión, resista la ocupación y alcance la democracia o establezca justicia en su tierra; previniendo que este siglo sea otra ‘Era de los extremos’”.
Obviamente, no es una coincidencia que el libro salga en farsi y árabe justo meses antes de las elecciones presidenciales de Irán, considerando que estas organizaciones ya han venido trabajando con la oposición iraní para preparar el escenario del conflicto. Y ahora, vemos el contenido y los objetivos de este libro en pleno desarrollo dentro del territorio iraní. (También es interesante señalar que la edición española salió justo antes de referéndum constitucional en Venezuela, en febrero de 2009, y la traducción fue realizada por una organización mexicana desconocida: “No violencia en Acción” (NOVA), país en el que últimamente ha llevado una larga estadía el ex dirigente estudiantil venezolano Yon Goicochea, quien ha recibido entrenamiento y financiamiento de los grupos extranjeros anteriormente mencionados).
Adicionalmente, la gran agencia de desestabilización, el National Endowment for Democracy (NED) también ha trabajado activamente para desestabilizar la revolución iraní e imponer un régimen favorable a los intereses de Washington. Después de las elecciones presidenciales en Irán en el año 2005, la entonces secretaria de Estado Condoleezza Rice anunció la creación de una nueva Oficina para Asuntos Iraníes, con un presupuesto inicial de 85 millones de dólares aprobado por el Congreso estadounidense. Gran parte de ese dinero se orientó hacia el trabajo de la NED y Freedom House, que ya estaban financiando algunos grupos dentro y fuera de Irán que trabajaban diseminando información sobre los abusos de derechos humanos en Irán y la formación de periodistas “independientes”, entre otros asuntos. Organizaciones como la Asociación de Maestros de Irán (ITA) han recibido financiamiento de la NED desde el año 1991 para promover la publicación de una revista política que aportaba ideas para la construcción de un Irán “democrático”. También la Fundación para un Irán Democrático (FDI), basada en Estados Unidos, ha sido uno de los principales receptores de los fondos de la NED. Su trabajo se ha orientado hacia el campo de los derechos humanos, principalmente para proyectar al gobierno iraní como violador de los derechos de sus ciudadanos. Esta organización está estrechamente vinculada con los institutos de la ultraderecha en Estados Unidos, como el American Enterprise Institute y el Proyecto para un Nuevo Siglo Americano, que han sido los impulsores de las guerras en Oriente Medio*
La NED también ha financiado grupos como la Fundación Abdorrahman Boroumand (ABF), una ONG que supuestamente promueve derechos humanos y democracia en Irán. Esta organización se ha encargado de crear páginas web y bibliotecas electrónicas sobre derechos humanos y democracia. En 2003, ABF recibió un fondo de 150.000 dólares para un proyecto titulado “La transición a la democracia en Irán”. Durante el año 2007, ABF recibió 140.000 dólares para “crear conciencia sobre las ejecuciones políticas desde el comienzo de la revolución iraní en 1979, promover la democracia y los derechos humanos entre ciudadanos y fortalecer la capacidad organizativa de la sociedad civil.” También se encargaron de “contratar un asesor de comunicaciones y conducir campañas mediáticas”. Cantidades de dinero no reveladas públicamente por la NED se han entregado a diferentes ONG durante los años 2007-2009, para “construir un apoyo internacional para las ONG y los activistas de derechos humanos nacionales… facilitar la capacidad de la sociedad civil iraní y los representantes de los medios de comunicación para relacionarse y comunicar con la comunidad internacional…”
Adicionalmente, los grupos claves de la NED, como el Centro de Solidaridad Laboral Americano (ACILS), que en Venezuela ha financiado el sindicato golpista de la oposición, la Confederación de Trabajadores Venezolanos (CTV), han financiado y asesorado al “movimiento obrero independiente” en Irán desde 2005. También el Instituto Republicano Internacional (IRI) ha recibido fondos de la NED para “vincular activistas políticos en Irán con reformistas en otros países” y “fortalecer su capacidad de comunicación y organización”. Son las mismas actividades y las mismas agencias de Washington que conducen estas acciones intervencionistas en Venezuela, Bolivia, Nicaragua y otros países donde en la actualidad Estados Unidos busca promover un cambio de gobierno por otro más favorable a sus intereses.
La manipulación mediática sobre lo que ocurre actualmente en Irán también sigue un guión. En Venezuela, cuando el presidente Chávez ganó las elecciones presidenciales en 2006 con el 64% del voto y más del 75% de participación popular, la oposición gritó fraude (como hacen en todos los procesos electorales que pierden) y recibieron cobertura mediática para formular y promover sus denuncias, pese a que no presentaban ninguna prueba para fundamentar sus acusaciones. Esa presencia mediática simplemente funciona para seguir promoviendo matrices de opinión que pretenden satanizar al presidente Chávez, clasificándolo como un dictador, y desacreditar al gobierno venezolano, para luego justificar cualquier intervención extranjera.
En el caso de Irán, en la actualidad vemos titulares como, “Protestas en Europa contra el voto en Irán” (AP), “Gran manifestación de luto en Teherán” (Reuters), “Khamenei v. Mousavi” (Atlantic Online), “La prensa ve una ‘prueba verdadera’ para Irán” (BBC), “Nuevo análisis indica fraude” (Washington Post), “Biden expresa ‘dudas’ sobre las elecciones en Irán” (CNN 14/06/2009), y “Analistas revisan resultados ‘ambiguos’ en Irán” (CNN 16/06/2009). Los titulares dan la impresión de un posible fraude electoral en Irán, justificando entonces las protestas violentas de la oposición, pese a que Ahmadinejad ganó con una victoria contundente, el 63% del voto, diez puntos más de lo que consiguió Obama en Estados Unidos el pasado mes de noviembre. Para explicar la reacción mediática, según el ex oficial de la CIA encargado de la región de Oriente Medio Robert Baer, “la mayoría de las manifestaciones y protestas que se ven en las noticias están ubicadas en la zona norte de Teherán y cerca de la Universidad de Teherán… Éstos son, principalmente, sectores donde vive la clase media liberal iraní. También son sectores que sin duda votaron por Mir Hossein Mousavi, el rival del presidente Mahmud Ahmadinejad, quien ahora denuncia que la elección fue robada. Pero aún no hemos visto imágenes del sur de Teherán, donde viven los pobres… Durante demasiados años, los medios occidentales han visto a Irán a través del espejo de la clase media liberal iraní –una comunidad adicta a Internet y a la música estadounidense, que tiene más posibilidades de hablar con la prensa occidental y que dispone de dinero para comprar pasajes a París o Los Ángeles… pero, ¿representa al auténtico Irán?”.
Baer, en un artículo publicado en la Revista Time**, afirma que “una de las pocas encuestas fiables, elaborada por encuestadores occidentales durante los últimos días de la campaña, daba la victoria a Ahmadinejad –con porcentajes aún más altos del 63% que consiguió-… La encuesta se realizó por todo Irán y no sólo en las zonas de la clase media”.
* http://www.zmag.org/znet/
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