■ Acusa a la PGJE de no actuar contra cura
Andrés T. Morales (Corresponsal)
Boca del Río, Ver., 11 de enero. El ayuntamiento de Boca del Río denunció un presunto caso de pederastia y abuso de menores que involucra al sacerdote católico Jesús Sandoval González, conocido como El Padre Chucho.
De acuerdo con la acusación, las vejaciones fueron perpetradas con la complicidad de una monja en la casa hogar Manuel Pío López, en este municipio.
Al menos seis niños, agregó, fueron “rescatados” de la casa hogar y trasladados al albergue Santa Ana, a cargo del sistema municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), aunque se presume que más de 20 menores fueron víctimas de abusos sexuales.
El vocero de la diócesis de Veracruz, Víctor Manuel Díaz, deslindó a la Iglesia católica de esta acusación y aseguró que Jesús Sandoval, de 73 años de edad, está retirado del ministerio, pero de comprobarse el delito debe “aplicarse la ley”.
El presidente municipal, Miguel Ángel Yunes Márquez, informó en conferencia de prensa que en diciembre pasado se supo de este hecho y se presentó una denuncia penal ante la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJE), la cual se ha negado a actuar en contra de los dos religiosos señalados por niños y algunos de sus padres.
Los abusos presuntamente ocurridos en la casa hogar Manuel Pío López, ubicada en la colonia Playa Linda, se dieron a conocer por una queja presentada el 9 de diciembre por una persona identificada como María Concepción (quien pidió omitir sus apellidos) ante el departamento jurídico del DIF municipal.
“En la denuncia señala que sus hijas fueron maltratadas en la casa hogar por María Guadalupe Zaragoza Barajas, quien se hace llamar Madre Martha, y con frecuencia eran enviadas a un domicilio en la colonia Primero de Mayo a confesarse con José Jesús Sandoval González, quien se hace llamar Padre Chucho, quien las hacía víctimas de abusos sexuales”, dijo el edil.
Según el testimonio de las niñas, presentado ante voluntarias del DIF, el Padre Chucho aceptó “haber recibido visitas de niñas y niños en su domicilio, y mencionó que la Madre Martha se los enviaba a cambio de un pago de 500 pesos”, añadió Yunes Márquez.
El presidente municipal comentó que las niñas dijeron que en las visitas al domicilio del religioso eran sometidas a diversos castigos, como “ingerir chile o comida descompuesta, permanecer de rodillas en el patio durante más de cuatro horas en el sol o encima de corcholatas, dormir amarrados con los perros toda la noche a la intemperie, o recibir golpes con un chilillo (fusta)”.
Acotó que se sabe de otros dos niños, hermanos, que sufrieron abusos sexuales y maltratos, y relataron que eran “tocados” por el sacerdote en sus “partes íntimas”.
El edil y su esposa, Patricia Lobeira, que preside al DIF local, indicaron que al menos seis niños fueron sacados de la casa hogar y llevados al albergue municipal Santa Ana, donde reciben atención médica y sicológica.
El 15 de diciembre se presentó una denuncia ante la primera agencia del Ministerio Público Especializada en Delitos contra la Familia, la Libertad y la Seguridad Sexual, y se integró el expediente 1068/2008.
Sin embargo, agregó Yunes Márquez, más de 27 días después, la PGJE se niega a ejercer acción penal contra los dos religiosos, con el argumento de que su personal regresará de vacaciones el 29 de enero. Por ello, pidió al gobernador Fidel Herrera Beltrán que ordene a la PGJE destrabar las pesquisas.
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