Bajo la Lupa
¿Es la dupla Netanyahu-Lieberman un lastre para el Pentágono?
La humillación que le propinó la irascible dupla fundamentalista Netanyahu-Lieberman al vicepresidente católico de Estados Unidos Joe Biden durante su reciente visita a Israel no podía quedar sin consecuencias y ha despertado la reacción tanto del gobierno Obama como de los patriotas estadunidenses, quienes ya no toleran la flagrante intromisión del Comité Estadunidense-Israelí de Asuntos Públicos (AIPAC, por sus siglas en inglés), el omnipotente grupo cabildero sionista, cuya lealtad primaria es a Israel, antes que a Estados Unidos.
Los insignes académicos John J. Mearsheimer y Stephen M. Walt ya habían expuesto hace tres años en un célebre libro, El cabildeo israelí y la política exterior de EU, los alcances de la influencia de AIPAC en el Congreso, lo cual ha erosionado la influencia de Estados Unidos en el Medio Oriente.
El libro histórico de Mearsheimer y Walt les valió el ostracismo exterminador de los ubicuos multimedia anglosajones controlados por el sionismo financiero.
Nada menos que el general David H. Petraus, desde ahora candidato presidencial por el Partido Republicano y a cargo del Comando Central (Centcom, por sus siglas en inglés) –que libra dos guerras, en Irak y en Afganistán, además de una notable presencia militar en el Golfo Pérsico–, repitió con otros términos los asertos de Mearsheimer y Walt ante un panel del Senado el pasado 16 de marzo, que comentan el sitio War in Context (16 y 19/3/10) y el portal estratégico europeo De Defensa (19/3/10).
Los titulares de War in Context son cáusticos: “Israel fortalece (sic) a Al Qaeda, advierte el general Petraus” (por Paul Woodward 16/3/10) y “Netanyahu amenaza los intereses de EU” (19/3/10).
Para War in Context la advertencia del general Petraus, “probablemente el más influyente, si no el miembro de mayor rango del ejército de Estados Unidos”, reconoce las dificultades que padece en sus teatros de guerra: “Las durables hostilidades entre Israel y algunos (sic) de sus vecinos presentan desafíos distintos en nuestra habilidad de hacer avanzar nuestros intereses” en la zona de responsabilidad de Centcom.
La frase anterior era más que suficiente para ubicar los cosas, pero las estrellas del Pentágono se rebelan a que la malagradecida cuan egoísta dupla Netanyahu-Lieberman –que probablemente cometió el mayor error en términos geoestratégicos de la historia de Israel al despreciar y humillar tanto a Obama como a Joe Biden, y que ha puesto en riesgo suicida su singular relación con Washington– pretenda dictar su cosmogonía fundamentalista a Estados Unidos al exigir librar unilateralmente una guerra contra Irán sin su permiso, lo cual pondría en riesgo las vidas de los hoy empantanados soldados estadunidenses (entre ellos miles de mexicanos y otros latinoamericanos reclutados).
El general Petraus se quitó los guantes de seda: “Las tensiones israelí-palestinas seguido se inflaman en violencia y en confrontaciones armadas extensas. El conflicto fomenta sentimientos antiestadunidenses, debido a la percepción de un favoritismo (sic) de Estados Unidos por Israel. La rabia árabe sobre la cuestión palestina limita la fuerza y profundidad de las colaboraciones de Estados Unidos con los gobiernos y pueblos” en la zona del Centcom “y debilita la legitimidad de los regímenes moderados en el mundo árabe (…) El conflicto proporciona influencia a Irán en el mundo árabe a través de sus clientes, los libaneses de Hezbolá” y los palestinos de Hamas.
War in Context comenta que “otros que expresaron lo que hoy dice el general Petraus fueron desacreditados como mal informados o, peor, tildados de antisraelíes, o por insinuación, antisemitas”.
En mi caso personal, el “demócrata” Enrique Krauze Kleinbort, sin contar el hilarante boicot de Televisa, de la que pretende controlar sus “contenidos”, se la pasa solicitando enfermizamente mi decapitación de los medios donde colaboro (en algunos lo complacieron, en otros no).
¿Hasta cuándo el sionismo financiero controlará los multimedia en Estados Unidos y Gran Bretaña, al unísono de sus repetidoras tropicales?
En Estados Unidos, país donde pululan insanamente los cabilderos de todo género (AIPAC se jacta de ser el más influyente en el Congreso), con todo nuestro respeto a los otros cabilderos como la Asociación Nacional del Rifle, las trasnacionales petroleras texanas o los contratistas de ventas de armas, todos en su conjunto no alcanzan al supremo cabildero: el ejército.
A juicio de War in Context el cabildeo israelí en Estados Unidos (AIPAC) lo que más teme ahora es correr el riesgo de ser catalogado de “antiestadunidense (¡extra súper sic!)”.
¿Están contados los días de la autista dupla Netanyahu-Lieberman, que se ha vuelto un lastre insufrible para el Pentágono?
Tzipi Livni ex canciller y líder del partido Kadima de oposición –pese a cargar el estigma del infanticidio palestino en Gaza–arremetió correctamente en el Congreso (Knesset) contra el premier Bibi Netanyahu por haber convertido a Israel en “un Estado paria (¡extra súper sic!) en el mundo” (Haaretz, 3/3/10).
Cabe recordar que el poco diplomático canciller Avigdor Lieberman sugirió concluir la guerra en Gaza mediante una masiva “solución final” exterminadora: lanzar bombas nucleares contra los palestinos, al estilo de Hiroshima (mondoweiss.net, 13/1/09)
¿Deseará la dupla Netanyahu-Lieberman arrojar sus bombas nucleares contra Irán y empujar innecesariamente a Estados Unidos a una tercera guerra mundial?
¿Por qué tiene que cargar Estados Unidos con el descrédito de Israel en el mundo? ¿No le conviene más a Estados Unidos hacer las paces con Irán?
A propósito, Hagi Ben-Artzi, fanático cuñado de Netanyahu, injurió a Obama como “antisemita” que fue “educado por el pastor Jeremiah Wright”, a quien denostó de “antisraelí, antijudío y antisemita”. ¡Uf!
Hagi Ben-Artzi insultó personalmente a Obama: “los judíos somos un pueblo de casi 4 mil años. En otro año (sic) tú (sic) Obama desaparecerás (súper sic). ¿Quién se acordará de ti? (Arutz Sheva, 17/3/10)”. ¡Uf, uf!
¿Mandó Netanyahu a su muy primitivo cuñado a despotricar contra Obama?
A juicio de De Defensa, el general Petraus “rompió el tabú” de fustigar la política de la dupla Netanyahu-Lieberman, a todas luces perjudicial a los intereses regionales y globales de EU. Aduce que los “intereses estratégicos de Estados Unidos e Israel no solamente divergen sino que se oponen” cuando Washington no dispone de la capacidad para sostener su consustancial política expansionista y bélica.
Más allá de las censurables humillaciones al vicepresidente Joe Biden, a nuestro humilde entender algo muy serio debió haber ocurrido entre la dupla Netanyahu-Lieberman y el Pentágono (v.gr. el almirante Michael Mullen, jefe de las fuerzas armadas conjuntas de Estados Unidos, quien paró en seco los delirios bélicos de Israel).
No es nada improbable que el abrupto distanciamiento público se deba al hipotético ataque unilateral nuclear de Israel a Irán pese a las sabias reticencias de los militares de Estados Unidos, cuyo ejército se encuentra sobrextendido y empantanado en la contigüidad de la antigua Persia, lo cual pondría en riesgo la vida de los soldados estadunidenses sin importarle un comino a la autista dupla Netanyahu-Lieberman con tal de salirse con la suya.
Los insignes académicos John J. Mearsheimer y Stephen M. Walt ya habían expuesto hace tres años en un célebre libro, El cabildeo israelí y la política exterior de EU, los alcances de la influencia de AIPAC en el Congreso, lo cual ha erosionado la influencia de Estados Unidos en el Medio Oriente.
El libro histórico de Mearsheimer y Walt les valió el ostracismo exterminador de los ubicuos multimedia anglosajones controlados por el sionismo financiero.
Nada menos que el general David H. Petraus, desde ahora candidato presidencial por el Partido Republicano y a cargo del Comando Central (Centcom, por sus siglas en inglés) –que libra dos guerras, en Irak y en Afganistán, además de una notable presencia militar en el Golfo Pérsico–, repitió con otros términos los asertos de Mearsheimer y Walt ante un panel del Senado el pasado 16 de marzo, que comentan el sitio War in Context (16 y 19/3/10) y el portal estratégico europeo De Defensa (19/3/10).
Los titulares de War in Context son cáusticos: “Israel fortalece (sic) a Al Qaeda, advierte el general Petraus” (por Paul Woodward 16/3/10) y “Netanyahu amenaza los intereses de EU” (19/3/10).
Para War in Context la advertencia del general Petraus, “probablemente el más influyente, si no el miembro de mayor rango del ejército de Estados Unidos”, reconoce las dificultades que padece en sus teatros de guerra: “Las durables hostilidades entre Israel y algunos (sic) de sus vecinos presentan desafíos distintos en nuestra habilidad de hacer avanzar nuestros intereses” en la zona de responsabilidad de Centcom.
La frase anterior era más que suficiente para ubicar los cosas, pero las estrellas del Pentágono se rebelan a que la malagradecida cuan egoísta dupla Netanyahu-Lieberman –que probablemente cometió el mayor error en términos geoestratégicos de la historia de Israel al despreciar y humillar tanto a Obama como a Joe Biden, y que ha puesto en riesgo suicida su singular relación con Washington– pretenda dictar su cosmogonía fundamentalista a Estados Unidos al exigir librar unilateralmente una guerra contra Irán sin su permiso, lo cual pondría en riesgo las vidas de los hoy empantanados soldados estadunidenses (entre ellos miles de mexicanos y otros latinoamericanos reclutados).
El general Petraus se quitó los guantes de seda: “Las tensiones israelí-palestinas seguido se inflaman en violencia y en confrontaciones armadas extensas. El conflicto fomenta sentimientos antiestadunidenses, debido a la percepción de un favoritismo (sic) de Estados Unidos por Israel. La rabia árabe sobre la cuestión palestina limita la fuerza y profundidad de las colaboraciones de Estados Unidos con los gobiernos y pueblos” en la zona del Centcom “y debilita la legitimidad de los regímenes moderados en el mundo árabe (…) El conflicto proporciona influencia a Irán en el mundo árabe a través de sus clientes, los libaneses de Hezbolá” y los palestinos de Hamas.
War in Context comenta que “otros que expresaron lo que hoy dice el general Petraus fueron desacreditados como mal informados o, peor, tildados de antisraelíes, o por insinuación, antisemitas”.
En mi caso personal, el “demócrata” Enrique Krauze Kleinbort, sin contar el hilarante boicot de Televisa, de la que pretende controlar sus “contenidos”, se la pasa solicitando enfermizamente mi decapitación de los medios donde colaboro (en algunos lo complacieron, en otros no).
¿Hasta cuándo el sionismo financiero controlará los multimedia en Estados Unidos y Gran Bretaña, al unísono de sus repetidoras tropicales?
En Estados Unidos, país donde pululan insanamente los cabilderos de todo género (AIPAC se jacta de ser el más influyente en el Congreso), con todo nuestro respeto a los otros cabilderos como la Asociación Nacional del Rifle, las trasnacionales petroleras texanas o los contratistas de ventas de armas, todos en su conjunto no alcanzan al supremo cabildero: el ejército.
A juicio de War in Context el cabildeo israelí en Estados Unidos (AIPAC) lo que más teme ahora es correr el riesgo de ser catalogado de “antiestadunidense (¡extra súper sic!)”.
¿Están contados los días de la autista dupla Netanyahu-Lieberman, que se ha vuelto un lastre insufrible para el Pentágono?
Tzipi Livni ex canciller y líder del partido Kadima de oposición –pese a cargar el estigma del infanticidio palestino en Gaza–arremetió correctamente en el Congreso (Knesset) contra el premier Bibi Netanyahu por haber convertido a Israel en “un Estado paria (¡extra súper sic!) en el mundo” (Haaretz, 3/3/10).
Cabe recordar que el poco diplomático canciller Avigdor Lieberman sugirió concluir la guerra en Gaza mediante una masiva “solución final” exterminadora: lanzar bombas nucleares contra los palestinos, al estilo de Hiroshima (mondoweiss.net, 13/1/09)
¿Deseará la dupla Netanyahu-Lieberman arrojar sus bombas nucleares contra Irán y empujar innecesariamente a Estados Unidos a una tercera guerra mundial?
¿Por qué tiene que cargar Estados Unidos con el descrédito de Israel en el mundo? ¿No le conviene más a Estados Unidos hacer las paces con Irán?
A propósito, Hagi Ben-Artzi, fanático cuñado de Netanyahu, injurió a Obama como “antisemita” que fue “educado por el pastor Jeremiah Wright”, a quien denostó de “antisraelí, antijudío y antisemita”. ¡Uf!
Hagi Ben-Artzi insultó personalmente a Obama: “los judíos somos un pueblo de casi 4 mil años. En otro año (sic) tú (sic) Obama desaparecerás (súper sic). ¿Quién se acordará de ti? (Arutz Sheva, 17/3/10)”. ¡Uf, uf!
¿Mandó Netanyahu a su muy primitivo cuñado a despotricar contra Obama?
A juicio de De Defensa, el general Petraus “rompió el tabú” de fustigar la política de la dupla Netanyahu-Lieberman, a todas luces perjudicial a los intereses regionales y globales de EU. Aduce que los “intereses estratégicos de Estados Unidos e Israel no solamente divergen sino que se oponen” cuando Washington no dispone de la capacidad para sostener su consustancial política expansionista y bélica.
Más allá de las censurables humillaciones al vicepresidente Joe Biden, a nuestro humilde entender algo muy serio debió haber ocurrido entre la dupla Netanyahu-Lieberman y el Pentágono (v.gr. el almirante Michael Mullen, jefe de las fuerzas armadas conjuntas de Estados Unidos, quien paró en seco los delirios bélicos de Israel).
No es nada improbable que el abrupto distanciamiento público se deba al hipotético ataque unilateral nuclear de Israel a Irán pese a las sabias reticencias de los militares de Estados Unidos, cuyo ejército se encuentra sobrextendido y empantanado en la contigüidad de la antigua Persia, lo cual pondría en riesgo la vida de los soldados estadunidenses sin importarle un comino a la autista dupla Netanyahu-Lieberman con tal de salirse con la suya.
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