La narcopolítica y sus pactos
En el libro de José Reveles, ganador del Premio Nacional de Periodismo en 2001 en la categoría de Reportaje, titulado “El Cártel Incómodo / El Fin de los Beltrán Leyva y la Hegemonía del Chapo Guzmán”, se brinda amplia información y se analiza el favoritismo del gobierno federal hacia el Cartel de Sinaloa / La fuga pactada del “Chapo” Guzmán con un enviado del entonces presidente Vicente Fox costó la cantidad de 40 millones de dólares/ Se da a conocer un acuerdo entre el extinto Juan Camilo Mouriño y el “Chapo” / Se detallan información de encuentros de Genaro García Luna con el multicitado capo
MEXICO, D.F., 21 de mayo (Félix Arredondo/Reporte Indigo).- La aparición de su texto no pudo haber sido más oportuna. Sobre todo cuando esta misma semana diversos medios internacionales se refirieron a un supuesto favoritismo del gobierno federal hacia el Cártel de Sinaloa.
El contenido de este libro es, por decir lo menos, sorprendente, pues denuncia la existencia de acuerdos y pactos entre el famoso narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera y los más altos niveles del poder en México.
Pactos y acuerdos que no nacen en la administración de Felipe Calderón, según afirma el periodista, sino que se remontan a los sexenios de Ernesto Zedillo y Vicente Fox.
Según el laureado y experimentado periodista, Guzmán Loera habría pactado su fuga del penal de Puente Grande mediante un acuerdo con enviados del presidente electo Vicente Fox. A cambio, pagaría 40 millones de dólares.
Su huida se concretó el 19 de enero del año 2001, cuando Vicente Fox no tenía ni siquiera dos meses como presidente de México.
José Reveles también da a conocer un acuerdo entre el extinto secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño y “El Chapo”. Supuestamente, dicho convenio se llevó a cabo a mediados de 2008.
Asimismo, el periodista revela un encuentro entre el secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna y Arturo Beltrán Leyva. Presuntamente tuvo lugar en 2008, según una denuncia presentada en la Cámara de Diputados por elementos de la ya desaparecida Agencia Federal de Investigación (AFI).
“EL PACTO DE MOURIÑO”
El periodista José Reveles relata en su libro cómo Juan Camilio Mouriño, secretario de Gobernación, se reunió con Joaquín Guzmán Loera a mediados de 2008 para llegar al acuerdo que “hoy rige entre traficantes y gobierno”.
Reveles lo consigna así:
“Para encontrarse, el capo nacido en La Tuna hubo de traspasar varios retenes y círculos de seguridad castrense, lo que hizo, previo acuerdo con las autoridades, disfrazado de militar.
GARCIA LUNA Y LOS
BELTRÁN LEYVA
El periodista José Reveles también consigna en su libro que: “El secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna también participó en encuentros con connotados narcotraficantes como Arturo Beltrán Leyva”.
El escritor alude a un documento que fue presentado en el año 2008 a diversos legisladores por agentes de la Agencia Federal de Investigaciones.
Señala que “aunque en el documento no lo mencionan por su nombre, el narcotraficante del que habla el documento es Arturo Beltrán Leyva, quien apoyado por decenas de sicarios de las llamadas Fuerzas Federales de Arturo (FFA), a bordo de una docena de vehículos, habría sometido a la numerosa escolta del secretario de Seguridad Pública”.
“Después de las 12 horas del día en mención, en la carretera Cuernavaca a Tepoztlán fue interceptado o citado por un alto capo de las drogas, que se acompañaba por un indeterminado número de pistoleros o sicarios, en aproximadamente 10 vehículos Suburban blindados, sin que la escolta del funcionario hiciera nada para protegerlo —al parecer por una orden verbal de éste— […] teniendo como efectos que la escolta de dicho funcionario fuera sometida, vendada de los ojos durante aproximadamente cuatro horas […] así como que dicha escolta fue desposeída de sus armas largas y cortas a su cargo, escuchando de una voz desconocida, al parecer del alto capo de las drogas, textualmente:
“Éste es el primer y último aviso para que sepas que sí podemos llegar a ti si no cumples con lo pactado.
“Sin haber oído dicha escolta más al respecto […] el funcionario se retiró al parecer solo, abandonando a sus escoltas a su suerte, sin saber [los guardaespaldas] la dirección que tomó y lo que hizo durante esas cuatro largas horas.
“Los denunciantes sospechan que Genaro García Luna pudo haberse ido a un lugar más cómodo y distinto de donde sucedieron los supuestos hechos recién narrados, en aras de deshacerse de escuchas incómodos. Es decir, los agentes sospechan que todo fue una estratagema espectacular del propio secretario García Luna para poder conversar a sus anchas con el capo”.
http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=15&idTitulo=21074
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