EL CARTEL DE LOS CHIQUILLOS
Sinite parvulos venire ad me
(Matteo cap. XIX v. 14)
(Matteo cap. XIX v. 14)
im walking on sunshine by matthew 19:14 band
La teoría del desarrollo, pilar del librecambio y de la economía planificada, descansó en la explotación sin límites de los recursos del planeta hasta que se descubre, de repente, que esos recursos no son infinitos. Cuando el hombre por medio de la técnica se propone dominar a la naturaleza y se olvida que él mismo es naturaleza gana una victoria pírrica a costa de una autoderrota. Los instrumentos manejados como extensiones de su fuerza física para lograr el pretendido dominio lo precipitan en una trampa, de modo que el más dominado resulta ser el hombre mismo.
...
Estos apuntes se refieren a esos aprendices de brujo que han manejado la idea del Progreso -en Occidente y en el Este- como varita mágica para el desarrollo de la humanidad, adornado todo ello con la pompa y circunstancia de palabras tales como economía, ciencia, técnica y tecnología, dinámica y desarrollo, cambio. Palabras que muchas veces rebotan y suenan hueco por estas latitudes, entre volcanes, desfiladeros y planicies, reverberando con engañosos destellos de bisutería.
...
Lejos de pretender proponer otra solución mágica que acabaría por añadirse a tantas que ya se han mostrado ineficaces, quiere sobre todo mover a la discusión y remover el estanque de lugares comunes en que flotamos. Lugares comunes de la inercia que sólo podrán ser desplazados si nos atrevemos a repensarlo todo y a sustituir con reflexión lúcida a la complacencia cómplice. Lugares comunes de los que sonríen creyendo encontrarse en el apogeo del capitalismo, en la hora del enrichissez vous! y del "después de mí el diluvio"; y lugares comunes de los que sonríen maliciosamente ante esos propósitos creyendo que todo tiene que ser peor para luego transformarse mágicamente: está bien el capitalismo, piensan, porque empujará hacia un socialismo que encarará la solución de todos los enigmas de la historia y de la justicia social, por procedimientos pacíficos o violentos ¿qué más da?
Es la nación la que va mellándose, mientras las aguas estancadas de los lugares comunes empiezan a volverse turbulentas. Mientras los viajeros se divierten, alegres y despreocupados en el baile de gala, el barco navega, en la oscuridad, hacia el iceberg fatal. Ese peligro nos amenaza si no abandonamos definitivamente los esquemas más o menos abstractos, que pretender ser muy realistas, para explorar nuestra realidad concreta y preguntarnos, de acuerdo con lo que ha sido México, qué es lo que puede llegar a ser.
...Octavio Paz se formuló en Posdata dos preguntas decisivas: "¿Seremos al fin capaces de pensar por nuestra cuenta? ¿Podremos concebir un modelo de desarrollo que sea nuestra visión de la modernidad?"
... la idea del Progreso estaba empapada de fe religiosa: no era sino la vieja noción del sacrificio de un Redentor para salvar a la humanidad, sólo que vuelta laica y habiendo perdido, en el largo trayecto histórico, mucho de su fuerza original. La Pasión, la tragedia cristiana del sacrificio que redimiría a todos, se había vuelto antropocentrismo en el Renacimiento para vestirse luego de Gaya ciencia, en el siglo XVIII, a la vera de la Diosa Razón. Las raíces de aquella fe religiosa habían engendrado el árbol del desarrollo industrial con sus múltiples ramas: Adam Smith, Hegel, Marx.
...
El tránsito de la fe religiosa en la Redención a la fe religiosa en el Progreso desplaza una visión trágica del destino por la idea de la felicidad ilimitada del hombre, que habrá que conseguir a cualquier precio, para un futuro nunca preciso, aunque se requiera para ello del sacrificio de una o de muchas generaciones. Todo parte de la impronta judeo-cristiana en el desarrollo histórico de la civilización Occidental: la historia se vuelve "irreversible", sin soluciones de continuidad ni rupturas, ni instantes precisos capaces de señalar los ciclos, la muerte de una época y el principio de otra.
... El protestantismo es una versión "modernizada" del cristianismo. Dos siglos después, Razón y Revolución se habrán identificado, con aquel mismo trasfondo religioso subyacente en todo el proceso. Sólo que cada vez se presentaba más revestido de atuendos seglares y se iba haciendo difícil detectarlo.
La clave de la expansión Occidental reside, como advierte Max Weber, en el concepto de racionalidad. Y esa racionalidad está ligada al protestantismo. La teoría del progreso conduce históricamente a la modernidad, que es confianza en la evolución de la especie hacia su perfección culminante. La Razón filosófica tiene su equivalente en la "racionalidad" económica, que se manifiesta en el cálculo de la rentabilidad. La mecánica, las matemáticas y la geometría modernas están ahí detrás, como sustentos de ese cálculo de rentabilidad. Y en esa racionalidad económica determinante se fundan el desarrollo sistemático del Estado, la ciencia jurídica, la administración pública, la ciencia físico-matemática y aun el arte Occidental.
Razón y sustrato religioso aparecen, pues, como determinantes en la génesis del pensamiento económico que produjo cambios sustanciales en Europa: el paso de la estructura agraria a la industrial y la transformación paulatina del Estado y la sociedad, gestados en la segunda mitad del XVIII y la primera del XIX y antecedentes inmediatos de la revolución científica y tecnológica de nuestros días.
Los ingleses sentaron las bases materiales de la modernidad con la práctica del endoso y las operaciones de descuento de documentos. Los movía la libertad religiosa que impulso a los capitalistas puritanos y, además, la confianza creciente en la seguridad del territorio insular: la existencia de ríos navegables que estimulaban las relaciones comerciales domésticas y la escasez relativa de población que indujo al ahorro de fuerza de trabajo se aunaron para ofrecer condiciones propicias cuando la Union Act de 1707 intengró nacionalmente a Inglaterra y sentó las bases de un mercado doméstico. La riqueza del carbón de piedra y mineral de hierro intervino como pieza clave en la construcción del edificio. Y fue así como el capitalismo quedó marcado por la hulla, asociado a las entrañas de la mina, a esos ocultos vericuetos subterráneos donde Freud exploraría más tarde los orígenes libidinales del dinero. Por precio y rendimiento, abarata la producción de mercancías cuando se tendía más a la cantidad que a la calidad. Como dice Mumford: "Los hombres contaron números y, finalmente al extenderse la costumbre, sólo los números contaron." Impregnado de hollín, ancestro venerable del smog, el capitalismo inglés se lavó la cara en las anchas vías oceánicas que empezarían a recorrer su organizada marina, para extender los beneficios del comercio interno a todos los confines de la tierra.
... Vale la pena insistir en el curioso trasiego entre lo religioso y lo político: "funciones sociales maduradas dentro de la Iglesia, y con ella largamente identificadas, son transferidas al Estado al que, a su vez, se idoliza como dispensador de la prosperidad y guardián de la civilización" (La religión en el orto del capitalismo, Tawney, 1936).
Para competir con la habilidad manual de los orientales se inventaron máquinas capaces de producir más y más pronto y a menor costo que las manos. Las inventaron hombres prácticos ligados a su oficio, que querían más para seguir creciendo y crecer más para seguir ganando. El círculo "virtuoso" de la riqueza ha sido establecido.
...
Hay una estrechísima relación entre el progreso, técnica e industria. Progresar se volvió sinónimo de sustituir: maquinaria en vez de artesanía, hulla en lugar de leña, hierro por madera; y lo que se opusiera a la mudanza se volvió "atrasado", "conservador", cuando no "reaccionario".
Spencer traslada el concepto a la sociedad que aparece, entonces, como un camino gradual hacia la perfección. La idea de progreso pasó a la moderna filosofía de la historia y, para algunos, esta atractiva disciplina no fue sino la manifestación del progreso en la esfera de las ciencias de la cultura. Su discutido creador es Voltaire que, a pesar de Candide, la había recibido de su compatriota Bosuet para quien, congruente con su calidad de orador sagrado, era el resultado del sacrificio de Cristo para la salvación de la humanidad. De ahí al concepto de perfeccionamiento gradual del hombre -que nos llevará a su divinización en el XIX- sólo hay un paso que se franquea a través de Montesquieu, Voltaire, Turgot, Diderot, D'Holbach, Helvetius, para encontrar uno más de sus exponentes más acabados, durante la Revolución Francesa, en Condorcet, Kant Proudhon, Comte, J.S. Mill, Hegel y Marx, pueden contarse entre sus sostenedores más importantes.
... la misma "razón" le sirve al hombre para dilucidar los mecanismos de la naturaleza que para revelarse su propia naturaleza: la naturaleza humana. El hombre, dueño de su destino, deberá al buen uso de la razón el éxito en la busca de su felicidad y perfeccionamiento. Ya no serán los dioses, como en el pasado arcaico, o el Dios de la cristiandad como en el pasado inmediato, sino los hombres haciendo uso de lo que la naturaleza les ha dado, la recta razón, quienes forjarán paso a paso, en este espacio y en este tiempo, su propio destino.
Abro un paréntesis que, sin embargo, viene al caso: después de marcar con claridad la discrepancia entre desarrollo y crecimiento, definiendo el crecimiento como un simple incremento cuantitativo de la riqueza, en tanto que desarrollo tiene una connotación de perfeccionamiento cualitativo de la economía. Helio Jaguaribe distingue entre desarrollo y progreso. Progreso sería -y en esto coincidimos- el concepto secularizado de la divina providencia. Pero mientras el progreso es ilimitado el desarrollo no lo es puesto que se trata de actualizar lo que ya existe (Desarrollo económico y desarrollo político, Jaguaribe, 1964).
Si coincido con Jaguaribe en considerar al desarrollo en términos amplios, como el proceso social global difiero, en cambio, en la apreciación del desarrollo como algo que contrasta con el progreso. Me explico: para mí, el desarrollo es parte del despliegue del progreso, su concreción por así decir, en determinado momento histórico. El progreso cristaliza parcialmente, en el desarrollo. En otras palabras, si el desarrollo cabe en el progreso, el progreso, en cambio, desborda el desarrollo: progreso es desarrollo, pero es algo más que desarrollo. Habría entonces una diferencia de dimensión y, por tanto, de calidad siendo ambos y, es lo esencial, versiones laicas e inmanentes de Dios. En conclusión: progreso, por así decir, es Dios vuelto moral; en tanto que desarrollo es Dios convertido en lapso histórico. A fin de cuentas, en la era del progreso y del
desarrollo, Dios deviene la Moral de la Historia.
...
De la marcha evolutiva, inherente a todo organismo, al conocimiento nítido y preciso sólo hay un paso: la historia deja de ser algo legendario, poco preciso, objeto enigmático propio de mentes sibilinas, para ponerse al alcance de todos como conocimiento y, por ende, como dominio de la naturaleza humana. Basta conocer las leyes de la ciencia, que son semejantes a las leyes históricas, al fin y al cabo confluyen en el hombre. Ambas devienen, evolucionan: van de la particularidad a la totalidad. Se anexa la historia a la ciencia y, a su vez, las ciencias devienen históricas. Para la ciencia de la historia ya no hay secretos: sabiendo lo que fue y lo que es no difícil anticipar lo que será. Huzinga comenta pesimista y escéptico: "El emparejamiento de ambas cosas no sirve más que para producir un todo híbrido en el que el espíritu se pierde desorientado"(El concepto de la historia y otros ensayos, Huizinga, 1946).
Ciertamente no todos los autores que han formulado la teoría del Progreso la conciben de manera semejante, ni todos la suscriben como ley inviolable. Pero hay una constante: es la vía que conduce gradualmente hacia la perfección del hombre, a través de la persecución y realización de determinados ideales. La Teoría del Progreso fue esencialmente, en sus orígenes, patrimonio de la civilización francesa. Con los aportes de la economía inglesa y la filosofía alemana (algo semejante a lo que ocurrió más tarde con el socialismo "científico") será en la primera mitad del siglo XIX un fruto maduro de Europa. En la segunda mitad del siglo se habrá vuelto ya un nudo estratégico de la cultura Occidental. Manejándola como ideología, Europa se servirá de ella para fundar su dominio y expansión material sobre el resto del mundo. Así negará, casi siempre violentamente, otras visiones del mundo fundadas en pautas y valores diferentes. En el siglo XX, la ideología del progreso habrá pasado a los puntos extremos de Occidente: la URSS y los Estados Unidos, y será empleada por la Sociedad Industrial de uno y otro polos, para sus finalidades estratégicas de política y comercio exterior.
GONZALEZ-PEDRERO, E. La Riqueza de la pobreza. Editorial Joaquín Mortiz. Primera Edición en Lecturas Mexicanas.1985.
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Estos apuntes se refieren a esos aprendices de brujo que han manejado la idea del Progreso -en Occidente y en el Este- como varita mágica para el desarrollo de la humanidad, adornado todo ello con la pompa y circunstancia de palabras tales como economía, ciencia, técnica y tecnología, dinámica y desarrollo, cambio. Palabras que muchas veces rebotan y suenan hueco por estas latitudes, entre volcanes, desfiladeros y planicies, reverberando con engañosos destellos de bisutería.
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Lejos de pretender proponer otra solución mágica que acabaría por añadirse a tantas que ya se han mostrado ineficaces, quiere sobre todo mover a la discusión y remover el estanque de lugares comunes en que flotamos. Lugares comunes de la inercia que sólo podrán ser desplazados si nos atrevemos a repensarlo todo y a sustituir con reflexión lúcida a la complacencia cómplice. Lugares comunes de los que sonríen creyendo encontrarse en el apogeo del capitalismo, en la hora del enrichissez vous! y del "después de mí el diluvio"; y lugares comunes de los que sonríen maliciosamente ante esos propósitos creyendo que todo tiene que ser peor para luego transformarse mágicamente: está bien el capitalismo, piensan, porque empujará hacia un socialismo que encarará la solución de todos los enigmas de la historia y de la justicia social, por procedimientos pacíficos o violentos ¿qué más da?
Es la nación la que va mellándose, mientras las aguas estancadas de los lugares comunes empiezan a volverse turbulentas. Mientras los viajeros se divierten, alegres y despreocupados en el baile de gala, el barco navega, en la oscuridad, hacia el iceberg fatal. Ese peligro nos amenaza si no abandonamos definitivamente los esquemas más o menos abstractos, que pretender ser muy realistas, para explorar nuestra realidad concreta y preguntarnos, de acuerdo con lo que ha sido México, qué es lo que puede llegar a ser.
...Octavio Paz se formuló en Posdata dos preguntas decisivas: "¿Seremos al fin capaces de pensar por nuestra cuenta? ¿Podremos concebir un modelo de desarrollo que sea nuestra visión de la modernidad?"
... la idea del Progreso estaba empapada de fe religiosa: no era sino la vieja noción del sacrificio de un Redentor para salvar a la humanidad, sólo que vuelta laica y habiendo perdido, en el largo trayecto histórico, mucho de su fuerza original. La Pasión, la tragedia cristiana del sacrificio que redimiría a todos, se había vuelto antropocentrismo en el Renacimiento para vestirse luego de Gaya ciencia, en el siglo XVIII, a la vera de la Diosa Razón. Las raíces de aquella fe religiosa habían engendrado el árbol del desarrollo industrial con sus múltiples ramas: Adam Smith, Hegel, Marx.
...
El tránsito de la fe religiosa en la Redención a la fe religiosa en el Progreso desplaza una visión trágica del destino por la idea de la felicidad ilimitada del hombre, que habrá que conseguir a cualquier precio, para un futuro nunca preciso, aunque se requiera para ello del sacrificio de una o de muchas generaciones. Todo parte de la impronta judeo-cristiana en el desarrollo histórico de la civilización Occidental: la historia se vuelve "irreversible", sin soluciones de continuidad ni rupturas, ni instantes precisos capaces de señalar los ciclos, la muerte de una época y el principio de otra.
... El protestantismo es una versión "modernizada" del cristianismo. Dos siglos después, Razón y Revolución se habrán identificado, con aquel mismo trasfondo religioso subyacente en todo el proceso. Sólo que cada vez se presentaba más revestido de atuendos seglares y se iba haciendo difícil detectarlo.
La clave de la expansión Occidental reside, como advierte Max Weber, en el concepto de racionalidad. Y esa racionalidad está ligada al protestantismo. La teoría del progreso conduce históricamente a la modernidad, que es confianza en la evolución de la especie hacia su perfección culminante. La Razón filosófica tiene su equivalente en la "racionalidad" económica, que se manifiesta en el cálculo de la rentabilidad. La mecánica, las matemáticas y la geometría modernas están ahí detrás, como sustentos de ese cálculo de rentabilidad. Y en esa racionalidad económica determinante se fundan el desarrollo sistemático del Estado, la ciencia jurídica, la administración pública, la ciencia físico-matemática y aun el arte Occidental.
Razón y sustrato religioso aparecen, pues, como determinantes en la génesis del pensamiento económico que produjo cambios sustanciales en Europa: el paso de la estructura agraria a la industrial y la transformación paulatina del Estado y la sociedad, gestados en la segunda mitad del XVIII y la primera del XIX y antecedentes inmediatos de la revolución científica y tecnológica de nuestros días.
Los ingleses sentaron las bases materiales de la modernidad con la práctica del endoso y las operaciones de descuento de documentos. Los movía la libertad religiosa que impulso a los capitalistas puritanos y, además, la confianza creciente en la seguridad del territorio insular: la existencia de ríos navegables que estimulaban las relaciones comerciales domésticas y la escasez relativa de población que indujo al ahorro de fuerza de trabajo se aunaron para ofrecer condiciones propicias cuando la Union Act de 1707 intengró nacionalmente a Inglaterra y sentó las bases de un mercado doméstico. La riqueza del carbón de piedra y mineral de hierro intervino como pieza clave en la construcción del edificio. Y fue así como el capitalismo quedó marcado por la hulla, asociado a las entrañas de la mina, a esos ocultos vericuetos subterráneos donde Freud exploraría más tarde los orígenes libidinales del dinero. Por precio y rendimiento, abarata la producción de mercancías cuando se tendía más a la cantidad que a la calidad. Como dice Mumford: "Los hombres contaron números y, finalmente al extenderse la costumbre, sólo los números contaron." Impregnado de hollín, ancestro venerable del smog, el capitalismo inglés se lavó la cara en las anchas vías oceánicas que empezarían a recorrer su organizada marina, para extender los beneficios del comercio interno a todos los confines de la tierra.
... Vale la pena insistir en el curioso trasiego entre lo religioso y lo político: "funciones sociales maduradas dentro de la Iglesia, y con ella largamente identificadas, son transferidas al Estado al que, a su vez, se idoliza como dispensador de la prosperidad y guardián de la civilización" (La religión en el orto del capitalismo, Tawney, 1936).
Para competir con la habilidad manual de los orientales se inventaron máquinas capaces de producir más y más pronto y a menor costo que las manos. Las inventaron hombres prácticos ligados a su oficio, que querían más para seguir creciendo y crecer más para seguir ganando. El círculo "virtuoso" de la riqueza ha sido establecido.
...
Hay una estrechísima relación entre el progreso, técnica e industria. Progresar se volvió sinónimo de sustituir: maquinaria en vez de artesanía, hulla en lugar de leña, hierro por madera; y lo que se opusiera a la mudanza se volvió "atrasado", "conservador", cuando no "reaccionario".
Spencer traslada el concepto a la sociedad que aparece, entonces, como un camino gradual hacia la perfección. La idea de progreso pasó a la moderna filosofía de la historia y, para algunos, esta atractiva disciplina no fue sino la manifestación del progreso en la esfera de las ciencias de la cultura. Su discutido creador es Voltaire que, a pesar de Candide, la había recibido de su compatriota Bosuet para quien, congruente con su calidad de orador sagrado, era el resultado del sacrificio de Cristo para la salvación de la humanidad. De ahí al concepto de perfeccionamiento gradual del hombre -que nos llevará a su divinización en el XIX- sólo hay un paso que se franquea a través de Montesquieu, Voltaire, Turgot, Diderot, D'Holbach, Helvetius, para encontrar uno más de sus exponentes más acabados, durante la Revolución Francesa, en Condorcet, Kant Proudhon, Comte, J.S. Mill, Hegel y Marx, pueden contarse entre sus sostenedores más importantes.
... la misma "razón" le sirve al hombre para dilucidar los mecanismos de la naturaleza que para revelarse su propia naturaleza: la naturaleza humana. El hombre, dueño de su destino, deberá al buen uso de la razón el éxito en la busca de su felicidad y perfeccionamiento. Ya no serán los dioses, como en el pasado arcaico, o el Dios de la cristiandad como en el pasado inmediato, sino los hombres haciendo uso de lo que la naturaleza les ha dado, la recta razón, quienes forjarán paso a paso, en este espacio y en este tiempo, su propio destino.
Abro un paréntesis que, sin embargo, viene al caso: después de marcar con claridad la discrepancia entre desarrollo y crecimiento, definiendo el crecimiento como un simple incremento cuantitativo de la riqueza, en tanto que desarrollo tiene una connotación de perfeccionamiento cualitativo de la economía. Helio Jaguaribe distingue entre desarrollo y progreso. Progreso sería -y en esto coincidimos- el concepto secularizado de la divina providencia. Pero mientras el progreso es ilimitado el desarrollo no lo es puesto que se trata de actualizar lo que ya existe (Desarrollo económico y desarrollo político, Jaguaribe, 1964).
Si coincido con Jaguaribe en considerar al desarrollo en términos amplios, como el proceso social global difiero, en cambio, en la apreciación del desarrollo como algo que contrasta con el progreso. Me explico: para mí, el desarrollo es parte del despliegue del progreso, su concreción por así decir, en determinado momento histórico. El progreso cristaliza parcialmente, en el desarrollo. En otras palabras, si el desarrollo cabe en el progreso, el progreso, en cambio, desborda el desarrollo: progreso es desarrollo, pero es algo más que desarrollo. Habría entonces una diferencia de dimensión y, por tanto, de calidad siendo ambos y, es lo esencial, versiones laicas e inmanentes de Dios. En conclusión: progreso, por así decir, es Dios vuelto moral; en tanto que desarrollo es Dios convertido en lapso histórico. A fin de cuentas, en la era del progreso y del
desarrollo, Dios deviene la Moral de la Historia.
...
De la marcha evolutiva, inherente a todo organismo, al conocimiento nítido y preciso sólo hay un paso: la historia deja de ser algo legendario, poco preciso, objeto enigmático propio de mentes sibilinas, para ponerse al alcance de todos como conocimiento y, por ende, como dominio de la naturaleza humana. Basta conocer las leyes de la ciencia, que son semejantes a las leyes históricas, al fin y al cabo confluyen en el hombre. Ambas devienen, evolucionan: van de la particularidad a la totalidad. Se anexa la historia a la ciencia y, a su vez, las ciencias devienen históricas. Para la ciencia de la historia ya no hay secretos: sabiendo lo que fue y lo que es no difícil anticipar lo que será. Huzinga comenta pesimista y escéptico: "El emparejamiento de ambas cosas no sirve más que para producir un todo híbrido en el que el espíritu se pierde desorientado"(El concepto de la historia y otros ensayos, Huizinga, 1946).
Ciertamente no todos los autores que han formulado la teoría del Progreso la conciben de manera semejante, ni todos la suscriben como ley inviolable. Pero hay una constante: es la vía que conduce gradualmente hacia la perfección del hombre, a través de la persecución y realización de determinados ideales. La Teoría del Progreso fue esencialmente, en sus orígenes, patrimonio de la civilización francesa. Con los aportes de la economía inglesa y la filosofía alemana (algo semejante a lo que ocurrió más tarde con el socialismo "científico") será en la primera mitad del siglo XIX un fruto maduro de Europa. En la segunda mitad del siglo se habrá vuelto ya un nudo estratégico de la cultura Occidental. Manejándola como ideología, Europa se servirá de ella para fundar su dominio y expansión material sobre el resto del mundo. Así negará, casi siempre violentamente, otras visiones del mundo fundadas en pautas y valores diferentes. En el siglo XX, la ideología del progreso habrá pasado a los puntos extremos de Occidente: la URSS y los Estados Unidos, y será empleada por la Sociedad Industrial de uno y otro polos, para sus finalidades estratégicas de política y comercio exterior.
GONZALEZ-PEDRERO, E. La Riqueza de la pobreza. Editorial Joaquín Mortiz. Primera Edición en Lecturas Mexicanas.1985.
Dr. Enrique González Pedrero opina sobre PEMEX
Marzo se ha retirado sin causar los típicos sobresaltos de este belicoso mes, que sigue a un trastornado febrero. Ventisca en plena semana santa al filo de la frontera noreste, condiciones atmosféricas relativamente normales cuando al fin de la cuaresma le da por caer a principios de marzo, pero muy probablemente no en abril (got to check it, if granted by the meteorological data Cerberus, anyway). Now, abróchense... los cinturones porque, bajo condiciones Niño, comienzan las temporadas cálidas* en el hemisferio boreal ,... aguas.
Justo cuando podría jurar que comenzaba una temporada de bonanza (well, at least mi biblioteca personal se incrementó con los nuevas adquisiciones en Donceles (eternal thankfulness to Dad for this priceless tip); gracias a Dios que existen las de viejo pa' indigentes adictos como su toalla, mi-an-hae, servilleta), due to what it seems my father's last minute inheritance (teniendo que aguantar vara el macabro -y siempre oportuno- sentido del humor yunqueto, and a dog's coach trip- incluyendo los balidos de despedida de los chicos de García Luna-), mi carnal todavía perturbado por la indeseada reclusión a piedra y lodo en el cuarto de los tiliches (o los triques como le llamaría la mujer maravilla), nos avisa que extrememos precauciones para el viaje de la jefa desde la frontera al puerto; an insignificant gang of dealers ha puesto en jaque a todo el barrio esa madrugada. "Bueno,ahorita las mandamos (nuestra anciana matriarca también estará en la lista de pasajeros) en el plus de las 2, si no encontramos asientos en el de las 4 a lo más, ¿va?".
... to be finished, ...hopefully.
Regardless if it was really planned or not... al país lo han tomado un grupo de grupo de inexpertos chiquillos que, cual si fuera su muy particular patio de recreo, han hecho de México un desastre nacional. A esta banda de sectarios y muy eficientes traficantes de influencias (¿no les bastó con el debate sobre la reforma energética, y la consulta popular?, ¡chales!), no sólo se les escapa la actual delicada condición del vecino del norte, sino que, tal como la inmensa soberbia (por sus acciones supongo que todavía algunos consideran que serán el único imperio ad aeternum) de los gobernantes de la única potencia planetaria, desean avanzar el mito de que nuestra nación carece de patriotas (cierto que no faltan apátridas que son capaces de darlas, perdón, venderse por 30 monedas de plata) y, por lo tanto, fácilmente subyugable. Si es cierto que Afganistán ha sido la tumba de muchos otros, ojalá que the timeless México de la resistencia pacífica, organizada y nacionalista sea el epitafio del último imperio. AL TIEMPO.
The Last Emperor 1987 Trailer
M@RCocaine;
MATAmoros, TAMedio mula la cosa;
02/04/10.
..."come out to play".
SPECIAL REQUESTS:
No pretendo convertirme en su marketing manager, pero ...pus ahora que sabemos que... detrás de todo gran mediocre hay una pop star, le recomiendo al candidato jarocho que piense en su anulación y se "enganche" con la chupitos, ¿no?
* Una pa' mis cuadernos del Instituto de Geofísica de la UNAM (¡Cómo no te voy a querer, chingao!). Seguramente es insignificante, pero es útil pa' nuestras masturbaciones mentales, creo yo. Pues nada, según esto la intensidad del terremoto que afectó la costa chilena principalmente, fue de tal intensidad que modificó la inclinación del eje terrestre; pues bien, ¿cuánto influiría cuantitativamente en la teoría de las glaciaciones de Milankovic? ...güeno, si quieren ponerse de... papistas, la teoría de Croll, batos). Cheers!
ENCORE NETO:
Abraham Lincoln's New World Order prophecy
Matthew 19: 14
http://marcosalas.blogspot.com/2010/04/el-cartel-de-los-chiquillos-sinite.html
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