Colombia y México, fieles
a EU, dice el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos
El Kremlin ha firmado contratos con Caracas, Lima, Brasilia y Bogotá; La Paz y Quito, en la mira
Valora positivamente la creación del Consejo de Defensa de la Unión de Naciones Sudamericanas
Londres, 3 de febrero. América Latina se ha convertido en el principal nuevo mercado para las exportaciones de armas de Rusia, que en el último año aumentó sus ventas a la región gracias sobre todo a Venezuela, señaló este miércoles el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS).
El nuevo mercado más significativo para las exportaciones rusas es América Latina
, y la tendencia de crecimiento de las ventas parece encaminada a continuar
, dijo el IISS en su Balance Militar 2010, un informe anual sobre la capacidad militar y los gastos de defensa de 170 países del mundo.
El auge se debe en parte a las limitaciones a la ventas de armas impuestas por Estados Unidos –el primer proveedor de la región– a varios países, como Venezuela, por considerar que no cooperaban en la lucha contra el terrorismo.
Aunque dos de las naciones con mayores presupuestos para defensa, Colombia y México, siguen siendo fieles
al material de Estados Unidos, que les entrega equipos militares por el Plan Colombia y la Iniciativa Mérida para combatir el narcotráfico, otros diversificaron sus proveedores
.
El informe señala que Rusia –segundo mayor proveedor mundial de armas en 2008, con entregas totales estimadas en 5 mil 400 millones de dólares– ha firmado contratos con Venezuela, Perú, Brasil, México y Colombia, y negocia actualmente otros acuerdos con Bolivia, Uruguay y Ecuador.
Venezuela, que emergió en 2007 como el segundo mayor comprador de material de defensa a Rusia, adquirió en los últimos años equipos militares a ese país por 4 mil millones de dólares, señala el libro de casi 500 páginas.
Además, Moscú le brindó en 2009 un aumento de las facilidades de crédito hasta los 2 mil 200 millones de dólares –a cambio también de que las compañías rusas puedan acceder a los campos petroleros venezolanos–, que a corto plazo debería resultar en entrega de unos 100 tanques T-72 y lanzamisiles Smerch.
A largo plazo se cree que el acuerdo implica la posible adquisición por Venezuela de un sistema de defensa antiaérea de múltiples niveles
(con armas tipo Tor M-1, S300, Buk-M2 y Pechora), precisa, que destaca la falta de transparencia de esta cooperación.
En la estela de los esfuerzos venezolanos, Brasil también lanzó un ambicioso programa de modernización militar
para el cual aumentó su presupuesto militar hasta 29 mil 700 millones de dólares en 2009, o 1.7 por ciento de su producto interno bruto (PIB).
En total, los gastos de defensa en Latinoamérica y el Caribe aumentaron hasta 58 mil 48 millones de dólares en 2008 (1.35 por ciento del PIB), ante 39 mil 73 millones de dólares dos años antes.
Por otra parte, el IISS urge a los países latinoamericanos a trabajar de manera más eficaz por la seguridad regional
a fin de hacer frente a amenazas cada vez más numerosas y complejas para su estabilidad
, como la degradación de la democracia, el crimen organizado trasnacional, el terrorismo y la insurgencia o el tráfico ilegal de armas y de drogas.
El informe destaca los progresos que supone en este sentido la reciente puesta en marcha del Consejo de Defensa de la Unión de Naciones Sudamericanas, pero sostiene que aún existen carencias debido al peso excesivo de las preocupaciones subregionales.
El consejo sudamericano debe crear un proyecto a largo plazo centrado en "mejorar la transparencia en materia de defensa, normas legales de cooperación transnacional, compartir información sobre actores no estatales y armonizar la participación en acuerdos de seguridad extraregionales".
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