México: telecomunicaciones
Periódico La Jornada
Martes 2 de febrero de 2010, p. 23
¿Podrá la venta del nuevo espectro inalámbrico hacer más competitivo el mercado mexicano de telefonía móvil? El órgano regulador del país así lo cree. La Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) planea llevar a cabo dos licitaciones del espectro hacia fines de junio, y cree que no faltarán postores. A principios de este mes se informó que unas 44 compañías habían adquirido las bases para la licitación del espectro de 1850-1990MHz, en tanto 49 compraron las referentes a la banda 1710-2170MHz. Con 16 bloques de espectro disponibles, México podría tener pronto una selección de empresas de telefonía móvil mayor que casi todos los demás países latinoamericanos.
Esa posibilidad agradará a quienes creen que el poder del mercado se concentra actualmente en manos de Telcel. Propiedad de Carlos Slim, cuya firma América Móvil es fuerza dominante en las telecomunicaciones latinoamericanas, Telcel atiende a 72% de los clientes de telefonía móvil en México, en tanto Telefónica, su rival más cercana, sólo da servicio a 20%.
Foto Marco Peláez, Yazmin Ortega Cortés y Cristina Rodríguez
La Comisión Federal de Competencia (CFC) ya ha intentado antes contener a Slim, al declarar entidad dominante al negocio de línea fija de Telmex. Sin embargo, la comisión no logró convencer con sus argumentos a los legisladores mexicanos, luego de una larga batalla en tribunales que concluyó en 2007. Aunque posteriormente entabló otra demanda contra Slim, la Cofetel recurre ahora a los mecanismos tradicionales del mercado en un intento por restablecer cierto equilibrio.
Hasta ahora, algunas de sus políticas han tenido el efecto opuesto. La Cofetel ha fijado históricamente las tasas para interconectar las llamadas de telefonía móvil y fija, que por lo regular han castigado menos a Slim que a sus competidores. No se ha permitido a firmas extranjeras ser propietarias de activos de línea fija, lo cual impide a Telefónica competir contra Slim en el mercado de servicios convergentes. Tampoco Telmex, que controla más de 90% del mercado mexicano de línea fija, ha estado sometido a mucha presión regulatoria para desmadejar
sus líneas y permitir así a sus rivales un mejor acceso a su red.
Sin embargo, en fechas recientes ha habido algunos avances. La introducción de la portabilidad de números, en 2008, que permite a los clientes de telefonía móvil cambiar de proveedor con el mismo número, debe ayudar a los rivales de Telcel a construir una participación de mercado (la medida ha tenido ese resultado en otras partes). De hecho, si bien la participación de 20% de Telefónica no parece impresionante, en 2006 era de sólo 14%. También hay esperanza de que en los próximos meses cambien las reglas sobre propiedad extranjera en el sector de línea fija, lo cual permitirá crecer a Telefónica. Más aún, el gobierno mexicano anunció el año pasado planes para vender cables de fibra óptica instalados originalmente para vigilar el desempeño de la red eléctrica, lo cual debe contribuir a mejorar el acceso a Internet y reducir el costo de la conectividad.
Signos alentadores
La licitación del nuevo espectro inalámbrico forma parte de esta nueva andanada regulatoria. Hay partes de México donde Telcel sigue siendo un monopolio absoluto. Con una parte apropiada del espectro, podría surgir un rival que lleve las comunicaciones de voz inalámbricas a nuevos clientes. El espectro de 1710-2170MHz que Cofetel planea conceder es apropiado también para servicios más avanzados de tercera generación (3G). Sin un negocio de línea fija, Telefónica y otras firmas podrían verlo como un medio de desafiar a Telmex en el mercado de banda ancha en México.
La pregunta es si un número suficiente de inversionistas solventes verán en esto una oportunidad lo bastante grande. El hecho de que casi 100 compañías hayan pagado 20 mil pesos cada una por las bases no significa que todas tengan intenciones serias o que alguna vaya a postularse.
Sin embargo, lo que animará a inversionistas potenciales es el estatus de desarrollo relativamente incipiente que tiene México. Según Economist Intelligence Unit, el año pasado hubo menos de 75 suscripciones de telefonía móvil por cada 100 personas en el país. Si bien es más que en algunas partes de África y Asia, representa el menor nivel de penetración en el conjunto de los principales países latinoamericanos.
Los inversionistas también concebirán esperanzas al examinar los precios. En tanto los cargos de telefonía móvil en México parecen accesibles en comparación con algunos vecinos regionales, están entre los más altos de la OCDE para clientes de bajo, mediano y alto uso (EU, República Checa y Eslovaquia son por lo regular los únicos países donde los cargos totales son mayores), según un reporte de la organización publicado en agosto pasado.
Además, según se desprende del informe de ganancias de Telcel para el tercer trimestre de 2009, el detalle de ingresos por usuario no tenido una variación significativa en 12 meses, lo cual sugiere que los competidores existentes no han ejercido presión sobre la firma. A ello se agrega el detalle de que el margen de utilidades de Telcel antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización fue nada menos que de 55.4% en sus resultados de ese trimestre. Los operadores de India, de los que comúnmente se dice que tienen el margen de utilidad más alto del mundo, rara vez han notificado cifras superiores a 50 por ciento.
Si la subasta de Cofetel se lleva a cabo conforme a lo planeado, los postores tendrán que ganar aprobación de la CFC y presentar sus solicitudes antes del 25 de mayo. Un mes después, tal vez México reciba la inyección de competencia que le hace falta.
Fuente: EIU
Traducción de textos: Jorge Anaya
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