Comienza el proceso de separar las instituciones más fuertes de las débiles
Estos pagos son un signo alentador de reparación financiera, destaca el secretario del Tesoro
Washington, 9 de junio. El gobierno estadunidense autorizó a diez de los mayores bancos del país a devolver un total de 68 mil millones de dólares en fondos estatales de emergencia, que les inyectó para combatir la crisis crediticia.
El Departamento del Tesoro no nombró a los bancos, pero muchos de ellos, como Morgan Stanley, JPMorgan Chase, American Express, Bank of New York Mellon, U.S. Bancorp, BB&T y Capital One, lo anunciaron por su cuenta. Una fuente agregó que entre las entidades autorizadas también se encuentran Goldman Sachs, Northern Trust y State Street Corp.
Muchos bancos se indignaron con las restricciones a los pagos de ejecutivos que acompañaron las inyecciones de capital. Ocho de ellos fueron presionados por el Tesoro a tomar fondos estatales a fines de octubre, en el peor momento de la crisis.
Permitir que algunos bancos devuelvan el dinero al Programa de Alivio de Activos en Problemas (TARP, por sus siglas en inglés), inicia efectivamente un proceso para separar a los bancos más fuertes de los más débiles en momentos en que el sector financiero comienza a recuperar su equilibrio.
Algunos bancos siguen sobreviviendo gracias a la ayuda gubernamental, lo que los somete a las restricciones en los pagos a ejecutivos. Otros afirmaron que no necesitaban la ayuda, por lo que quedaron en desventaja frente a la competencia al no poder fijar sus propios niveles de salarios.
Recompra de papeles
A cambio de invertir los fondos de rescate en los bancos, el gobierno recibió títulos preferentes que pagan dividendos, por lo que las devoluciones a las que los bancos ahora están autorizados serán destinadas a la recompra de esos papeles.
Los bancos que paguen sus títulos preferenciales tienen el derecho a recomprar títulos de garantías (warrants) que posee el Tesoro en sus firmas a un valor justo de mercado.
Los warrants dan al gobierno el derecho de comprar acciones comunes a un precio predeterminado hasta por 10 años, y están pensados para darle a los contribuyentes una oportunidad de compartir las ganancias de los bancos saludables.
Estos pagos son un signo alentador de reparación financiera, pero aún tenemos trabajo por hacer
, indicó el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, en un comunicado.
Geithner ha dicho que el dinero devuelto al fondo estatal de rescate de 700 mil millones de dólares de los bancos saludables puede ser reutilizado para ayudar a entidades más pequeñas, incluso las que ya han recibido ayuda.
El Tesoro apuntó que ese dinero combinado con las devoluciones recibidas hasta ahora de otras entidades financieras totalizará 70 mil millones de dólares de las compañías que fueron parte del programa. Más de 600 bancos en todo el país han tomado fondos del plan original de 700 mil millones de dólares.
Luego de extender 30 mil millones de dólares para la automotriz General Motors Corp, los fondos de rescate del Tesoro no colocados se han reducido a 54 mil millones de dólares, asumiendo que otros programas anunciados serán financiados completamente.
Como condición para ser autorizados a pagar los fondos del TARP, los bancos tuvieron que demostrar que podían recaudar dinero por sí mismos en el sector privado mediante la venta de acciones o de emisiones de deuda sin garantías de la Corporación Federal de Seguros de Depósito. Además, la Reserva Federal tenía que acordar que sus niveles de capital fueran adecuados para soportar préstamos continuos.
El gobierno sometió a 19 grandes bancos a pruebas de tensión
para medir su capacidad de lidiar con un deterioro aún mayor de la economía. Nueve de ellos fueron considerados saludables y al resto se les ordenó engrosar sus colchones de capital por un total combinado de 74 mil 600 millones de dólares. El lunes, la Fed informó que los 10 bancos que recibieron esa instrucción habían presentado planes para conseguir los fondos necesarios.
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