EU: El desempleo, cada vez peor
ALEJANDRO MACIEL
SAN DIEGO, 29 de mayo (apro).- A Manuel González, un residente de Whittier, California, la crisis de los grandes fabricantes de automóviles de Estados Unidos le llegó antes de que se declarara oficialmente.
Después de trabajar 19 años en una fábrica de partes para autos, en el área de Los Angeles, el gerente les informó, en octubre del año pasado, que las principales armadoras de autos habían disminuido drásticamente su producción, por lo que 30% del personal sería despedido.
"Y aquí no te dan una liquidación ni nada; si bien te va, te dan las gracias y es todo", cuenta a APRO el hombre de 51 años.
El nivel de vida de González, como el de millones de trabajadores en todo el país, está en caída libre. Después de ganar en promedio 4 mil dólares al mes, ahora él y su familia sobreviven con los mil 800 dólares mensuales que recibe del seguro de desempleo de California.
"En los últimos cinco meses he mandado 250 solicitudes de empleo y la respuesta ha sido la misma: por el momento no estamos contratando personal", afirma González.
En toda la Unión Americana el fenómeno del desempleo se ha ido extendiendo. Con excepción de seis entidades, 44 estados sufrieron, en abril pasado, un incremento en los índices de desocupación, en muchos casos por encima de los dos dígitos.
Michigan, entidad ubicada en el corazón de la industria automovilística, tuvo el mayor índice de desempleo del país, con 12.9%, según informó el Departamento del Trabajo, el pasado viernes 22. En tanto, Oregon, en el extremo noroeste, registró 12% de desempleo, mientras que Carolina del Sur y Rhode Island tuvieron 11.5 y un 11.1%, respectivamente.
California, el gigante económico de la Unión Americana, se encuentra entre los más golpeados. En abril, por quinto mes consecutivo, encabezó al país en la pérdida neta de empleos, con la desaparición de 63 mil puestos de trabajo, llevando el índice de desempleo a 11%.
Desde que inició la recesión, en diciembre de 2007, un total de 5.7 millones de personas han perdido sus trabajos a nivel nacional, la mayor caída desde la Segunda Guerra Mundial, de manera que en todo el país el índice de desempleo llega ya a 8.9%, el más alto en 25 años.
Y, según los pronósticos, las cosas seguirán así.
El pasado 5 de mayo, frente al Comité Económico del Congreso, Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, dijo que el desempleo se mantendrá "en niveles muy elevados" por lo menos hasta mediados del 2011.
La ciudad perdida
En California, las imágenes de la recesión son ya muy parecidas a las de 1929. En Sacramento, la capital del estado, alrededor de 50 personas, víctimas de la crisis de desempleo y de vivienda, llegan cada semana hasta la orilla del Río Americano para instalar sus tiendas de campaña.
El alcalde de la entidad, Kevin Jonson, calcula que en esta ciudad-campamento viven ya unas mil 500 personas. Sin abasto de agua potable o instalaciones sanitarias, los habitantes en este sitio tienen que caminar tres millas, hasta una estación de gasolina, para comprar agua embotellada.
A pesar de que los medios de comunicación de todo el país han exhibido este lugar como la "vergüenza de California", con un déficit presupuestal que sobrepasa los 21 mil 300 millones de dólares, las autoridades aseguran que no tienen una solución al problema.
En California, la pérdida de empleos y el cierre de miles de empresas se ha traducido en una drástica reducción de ingresos para el gobierno del estado vía impuestos al trabajo, a la propiedad y a las ventas.
La respuesta del gobernador Arnold Schwarzenegger no se hizo esperar y el mes anterior anunció drásticos recortes a la educación, servicios médicos y programas sociales, que afectan prácticamente a todos los habitantes del estado.
Aprovechando la oportunidad
Patricia Ramírez tiene una oficina contable (Ramírez y Asociados) en San Ysidro, California. Durante todo el año, ella se ha dedica a llenar formas de declaración de impuestos, pero en las últimas semanas ha encontrado un nuevo negocio: llenar formas de desempleo a quienes no saben cómo hacerlo. Y, como está la situación, su negocio va viento en popa.
En todo el país, el número de trabajadores que reciben un seguro de desempleo aumentó durante abril de 6.36 millones a 6.56 millones de personas, un número mucho mas elevado de lo que esperaban los economistas.
La mayoría de las nuevas peticiones de seguro de desempleo están relacionadas con los despidos en el sector automovilístico.
Se calcula que Chrysler ha despedido a 27 mil trabajadores a partir de su declaración de bancarrota, el pasado 30 de abril; además, como parte de su reestructuración, cerrará más de 789 distribuidoras a nivel nacional, cada una con 80 empleados en promedio.
Por su lado, General Motors anunció que cerrará temporalmente 13 fábricas a partir de fines de mayo y hasta julio próximo, con lo que afectará a unos 25 mil trabajadores.
Entre los clientes de Patricia Ramírez hay un número elevado de trabajadores latinos, quienes han sido afectados de manera desigual por la recesión.
"El problema afecta a todos los sectores demográficos y económicos, pero sus efectos se concentran desproporcionadamente en minorías como los latinos y afroamericanos", afirma a esta agencia Rubén Olguín, consejero de finanzas familiares con sede en Houston, Texas.
Añade: "De los trabajadores desempleados que había en el país en marzo, 7.9% eran blancos, contra 13.3% de afroamericanos y 11.4% de hispanos".
La buena noticia para el negocio de Ramírez y Asociados es que el Departamento de Empleo del estado de California anunció, a principios de mayo, la aprobación de fondos para extender por 20 semanas adicionales el pago de desempleo, medida que beneficiará a 76 mil desocupados, cuya cobertura ya había expirado.
Generalmente un desempleado en California tiene derecho a un máximo de 26 semanas de pagos de desempleo, pero debido a lo prolongado de la recesión, ese período se ha extendido a 59 semanas.
Y las malas noticias son que el incremento en el número de peticiones de seguro de desempleo implica que el fenómeno no se ha detenido, señala Abiel Reinhart, economista de JPMorgan Chase & Co., quien asegura que ese indicador podría alcanzar el 10% a fines de este año.
Todavía falta
Algunos analistas afirman que la luz se ve al final del túnel, pero de lo que no están seguros es si esa luz se debe a que ya está cerca el final de la recesión o porque viene de una locomotora que avanza en sentido contrario, a toda velocidad...
"No creo que el empleo se normalice hasta dentro de por lo menos dos años", dijo a La Opinión, de Los Angeles, Olivier Garret, analista de Casey Research.
Típicamente, dijo, el desempleo alcanza su punto máximo cuatro años después de que la economía inicia su tendencia a la baja.
"Todavía estamos en un período de 'luna de miel' con la administración de Barack Obama, pero yo creo que habrá otro bajón hacia el verano de este año. Es decir, para tocar fondo en cuanto a desempleo, tendremos que pasar primero por una situación muchísimo peor que la actual", concluyó Garret.
Después de trabajar 19 años en una fábrica de partes para autos, en el área de Los Angeles, el gerente les informó, en octubre del año pasado, que las principales armadoras de autos habían disminuido drásticamente su producción, por lo que 30% del personal sería despedido.
"Y aquí no te dan una liquidación ni nada; si bien te va, te dan las gracias y es todo", cuenta a APRO el hombre de 51 años.
El nivel de vida de González, como el de millones de trabajadores en todo el país, está en caída libre. Después de ganar en promedio 4 mil dólares al mes, ahora él y su familia sobreviven con los mil 800 dólares mensuales que recibe del seguro de desempleo de California.
"En los últimos cinco meses he mandado 250 solicitudes de empleo y la respuesta ha sido la misma: por el momento no estamos contratando personal", afirma González.
En toda la Unión Americana el fenómeno del desempleo se ha ido extendiendo. Con excepción de seis entidades, 44 estados sufrieron, en abril pasado, un incremento en los índices de desocupación, en muchos casos por encima de los dos dígitos.
Michigan, entidad ubicada en el corazón de la industria automovilística, tuvo el mayor índice de desempleo del país, con 12.9%, según informó el Departamento del Trabajo, el pasado viernes 22. En tanto, Oregon, en el extremo noroeste, registró 12% de desempleo, mientras que Carolina del Sur y Rhode Island tuvieron 11.5 y un 11.1%, respectivamente.
California, el gigante económico de la Unión Americana, se encuentra entre los más golpeados. En abril, por quinto mes consecutivo, encabezó al país en la pérdida neta de empleos, con la desaparición de 63 mil puestos de trabajo, llevando el índice de desempleo a 11%.
Desde que inició la recesión, en diciembre de 2007, un total de 5.7 millones de personas han perdido sus trabajos a nivel nacional, la mayor caída desde la Segunda Guerra Mundial, de manera que en todo el país el índice de desempleo llega ya a 8.9%, el más alto en 25 años.
Y, según los pronósticos, las cosas seguirán así.
El pasado 5 de mayo, frente al Comité Económico del Congreso, Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, dijo que el desempleo se mantendrá "en niveles muy elevados" por lo menos hasta mediados del 2011.
La ciudad perdida
En California, las imágenes de la recesión son ya muy parecidas a las de 1929. En Sacramento, la capital del estado, alrededor de 50 personas, víctimas de la crisis de desempleo y de vivienda, llegan cada semana hasta la orilla del Río Americano para instalar sus tiendas de campaña.
El alcalde de la entidad, Kevin Jonson, calcula que en esta ciudad-campamento viven ya unas mil 500 personas. Sin abasto de agua potable o instalaciones sanitarias, los habitantes en este sitio tienen que caminar tres millas, hasta una estación de gasolina, para comprar agua embotellada.
A pesar de que los medios de comunicación de todo el país han exhibido este lugar como la "vergüenza de California", con un déficit presupuestal que sobrepasa los 21 mil 300 millones de dólares, las autoridades aseguran que no tienen una solución al problema.
En California, la pérdida de empleos y el cierre de miles de empresas se ha traducido en una drástica reducción de ingresos para el gobierno del estado vía impuestos al trabajo, a la propiedad y a las ventas.
La respuesta del gobernador Arnold Schwarzenegger no se hizo esperar y el mes anterior anunció drásticos recortes a la educación, servicios médicos y programas sociales, que afectan prácticamente a todos los habitantes del estado.
Aprovechando la oportunidad
Patricia Ramírez tiene una oficina contable (Ramírez y Asociados) en San Ysidro, California. Durante todo el año, ella se ha dedica a llenar formas de declaración de impuestos, pero en las últimas semanas ha encontrado un nuevo negocio: llenar formas de desempleo a quienes no saben cómo hacerlo. Y, como está la situación, su negocio va viento en popa.
En todo el país, el número de trabajadores que reciben un seguro de desempleo aumentó durante abril de 6.36 millones a 6.56 millones de personas, un número mucho mas elevado de lo que esperaban los economistas.
La mayoría de las nuevas peticiones de seguro de desempleo están relacionadas con los despidos en el sector automovilístico.
Se calcula que Chrysler ha despedido a 27 mil trabajadores a partir de su declaración de bancarrota, el pasado 30 de abril; además, como parte de su reestructuración, cerrará más de 789 distribuidoras a nivel nacional, cada una con 80 empleados en promedio.
Por su lado, General Motors anunció que cerrará temporalmente 13 fábricas a partir de fines de mayo y hasta julio próximo, con lo que afectará a unos 25 mil trabajadores.
Entre los clientes de Patricia Ramírez hay un número elevado de trabajadores latinos, quienes han sido afectados de manera desigual por la recesión.
"El problema afecta a todos los sectores demográficos y económicos, pero sus efectos se concentran desproporcionadamente en minorías como los latinos y afroamericanos", afirma a esta agencia Rubén Olguín, consejero de finanzas familiares con sede en Houston, Texas.
Añade: "De los trabajadores desempleados que había en el país en marzo, 7.9% eran blancos, contra 13.3% de afroamericanos y 11.4% de hispanos".
La buena noticia para el negocio de Ramírez y Asociados es que el Departamento de Empleo del estado de California anunció, a principios de mayo, la aprobación de fondos para extender por 20 semanas adicionales el pago de desempleo, medida que beneficiará a 76 mil desocupados, cuya cobertura ya había expirado.
Generalmente un desempleado en California tiene derecho a un máximo de 26 semanas de pagos de desempleo, pero debido a lo prolongado de la recesión, ese período se ha extendido a 59 semanas.
Y las malas noticias son que el incremento en el número de peticiones de seguro de desempleo implica que el fenómeno no se ha detenido, señala Abiel Reinhart, economista de JPMorgan Chase & Co., quien asegura que ese indicador podría alcanzar el 10% a fines de este año.
Todavía falta
Algunos analistas afirman que la luz se ve al final del túnel, pero de lo que no están seguros es si esa luz se debe a que ya está cerca el final de la recesión o porque viene de una locomotora que avanza en sentido contrario, a toda velocidad...
"No creo que el empleo se normalice hasta dentro de por lo menos dos años", dijo a La Opinión, de Los Angeles, Olivier Garret, analista de Casey Research.
Típicamente, dijo, el desempleo alcanza su punto máximo cuatro años después de que la economía inicia su tendencia a la baja.
"Todavía estamos en un período de 'luna de miel' con la administración de Barack Obama, pero yo creo que habrá otro bajón hacia el verano de este año. Es decir, para tocar fondo en cuanto a desempleo, tendremos que pasar primero por una situación muchísimo peor que la actual", concluyó Garret.
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