La Iglesia en campaña...
RODRIGO VERA
La Iglesia católica decidió iniciar una campaña mediática nacional para exhortar a los mexicanos a ejercer su derecho al voto en los próximos comicios. Pero, si bien el documento consensuado por todos los obispos dispone la emisión de mensajes sin inclinaciones o alusiones partidistas, el obispo de Cuernavaca, Florencio Olvera Ochoa, ya hizo algunas adecuaciones en su "instructivo" diocesano, donde invita a no votar por propuestas que apoyen el aborto, la manipulación del embrión humano, los ataques a la familia monogámica y la formación de parejas del
mismo sexo...
Con el fin de orientar a los votantes católicos en las próximas elecciones del 5 de julio, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) emprende una gran campaña nacional que consiste en impartir "talleres de concientización" en las miles de parroquias del país y en difundir mensajes en la prensa, así como spots por radio, televisión e internet.
Esta ambiciosa campaña mediática -en la que participan todas las diócesis del país- se sustenta en el documento No hay democracia verdadera y estable sin participación ciudadana y justicia social, que tuvo el consenso de todos los obispos mexicanos y fue elaborado por la Comisión para la Pastoral Social de la CEM.
Monseñor Gustavo Rodríguez, presidente de dicha comisión y cabeza principal de la campaña, dice a Proceso:
"Siempre hay temor cuando la Iglesia interviene en temas electorales, pues se piensa que podría inclinar a la población hacia un determinado partido político. Pero si se analiza a detalle nuestro documento, en él no se encontrará ninguna expresión partidista. No hay nada fuera de la ley."
-¿Cuál es el objetivo de la campaña?
-Concientizar a la gente sobre su participación electoral. Invitarla al cumplimiento de sus deberes cívicos, pero en razón de la fe. Es un deber particular en el que cada quien debe obrar según su conciencia. El cristiano vive en este mundo y tiene que darle al César lo que le corresponde.
-¿El mensaje de ustedes es orientar a la gente sobre cómo conducirse ante el César?
-Sí, exactamente: eligiéndolo, respetándolo, colaborando con él en la construcción del país y de un orden justo. La fe no es un sentimiento para guardarse en el interior de la persona; debe llevarse a la vida política.
"Y mire, ha sido mal interpretada la frase de 'darle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios'. Se interpreta en el sentido de 'no te metas conmigo'. No, no, su sentido original es no caer en la idolatría, porque los emperadores eran idolatrados y vistos como dioses, siendo que la adoración debe ser para Dios."
El también obispo de Nuevo Laredo indica que, en el documento, se evitó hablar sobre el rechazo de la Iglesia al aborto y a las uniones entre personas del mismo sexo, para no caer en conflicto con los candidatos y partidos políticos que están de acuerdo con estas prácticas.
"Pese a que la Iglesia está a favor de la vida en todas sus etapas, consideramos que no era el momento para sacar el tema, porque algunos partidos se hubieran sentido excluidos por nosotros", dice.
-Sin embargo, en cada proceso electoral hay organizaciones de laicos católicos, como el Comité Nacional Pro-Vida, que sacan listas de candidatos que están a favor del aborto, para que los fieles no voten por ellos.
-Aclaro que no son la voz de la Iglesia esas expresiones de grupos de laicos. A nosotros no nos toca ni frenarlas ni animarlas. Sin embargo, esos grupos tienen su derecho a manifestarse. Su conciencia les dicta defender sus principios a favor de la vida.
-¿Puede un católico identificarse con un partido que esté a favor del aborto?
-Bueno, cuando un católico opta por un partido político, no quiere decir que esté al 100% de acuerdo con sus postulados. Nunca habrá un partido que agote las enseñanzas de la Iglesia. Finalmente, un católico puede ser panista, priista o perredista. Su opción política no contradice su fe. Por eso, en nuestro documento jamás decimos: "Este partido es bueno y este es malo". No nos corresponde hacerlo.
-¿Cómo surgió la idea de elaborar este documento y emprender su campaña?
-Fue una propuesta de nuestra Comisión para la Pastoral Social que hicimos en la asamblea plenaria de obispos, de noviembre pasado. Los obispos aceptaron. Nos pidieron que elaboráramos un documento, y que éste fuera acompañado por una campaña. Hicimos varios borradores. Y finalmente, en la última asamblea plenaria, presentamos el último borrador a los obispos, quienes hicieron sus sugerencias y anotaciones, que incorporamos al texto final. Por unanimidad, el documento se aprobó el pasado 24 de abril.
En No hay democracia verdadera y estable sin participación ciudadana y justicia social, de 24 páginas, los obispos mexicanos advierten que "la Iglesia católica no es un sujeto político, pero sí un sujeto social", por lo que, agregan, "nuestra tarea es formar conciencias, defender la justicia, la verdad, y educar en la dignidad individual y política".
Definen así los objetivos de la campaña:
"Nos proponemos impulsar, como lo hemos hecho en otras ocasiones, el voto responsable. No entendemos por ello ni proselitismo político ni política partidista. No pretendemos utilizar nuestro ministerio para influir en los fieles para que voten por una opción determinada, sino exhortarles para que disciernan críticamente y decidan conforme a su conciencia rectamente formada."
El documento -dividido en 66 apartados- pide a la feligresía que vote por los candidatos que reúnan un "perfil ético" basado en cinco características: "honestidad", "conocimiento de las necesidades de la gente", "compromiso con la reconciliación y la justicia", "capacidad" y "sensibilidad por los pobres".
La honestidad, explica, "es un criterio fundamental para percibir al candidato como confiable, transparente, coherente, persona de valores como la veracidad, la lealtad, la honradez. Es el principal antídoto contra la corrupción".
Respecto al "conocimiento de las necesidades de la gente" que debe tener el candidato, señala que "no basta el conocimiento técnico; es necesario un conocimiento directo que le permita descubrir las exigencias del bien común tanto en el nivel local como nacional".
Sobre "el compromiso con la reconciliación y la justicia", asegura que ésta es una "exigencia ética", ya que "sólo representantes con un profundo sentido de justicia lucharán (...) contra la pobreza y la desigualdad, contra la inseguridad y la violencia, contra la fragmentación social".
Acerca de la "capacidad suficiente", se indica que "no basta la buena voluntad" del candidato, pues hace falta que tenga una "formación y capacidades diversas que no se improvisan. La demagogia siempre es engañosa".
Y en torno a la quinta y última característica, los obispos explican que el candidato debe tener "sensibilidad por los pobres, por los excluidos, por los indefensos, demostrada no sólo en las campañas electorales, sino en su vida diaria".
A los fieles, el episcopado les dice que "no pueden eximirse (...) de participar en las tareas políticas, pues se trata de un derecho y un deber que debe ejercerse en el marco de una sociedad pluralista".
Esta participación del católico "puede tener varios cauces, entre los que destacan los partidos políticos, las organizaciones de la sociedad civil, y cuando se trata de las jornadas electorales, el ejercicio del derecho al voto, la participación como funcionario de casilla o el apoyo de observador electoral".
Política autoritaria e impunidad
El documento asienta igualmente que "un país con índices de pobreza como los que hay en México no puede permitirse el lujo de hacer gastos excesivos en las campañas electorales. Estos recursos podrían destinarse a impulsar el combate contra la pobreza y el desarrollo social".
Para en seguida subrayar: "la actividad democrática se ha reducido a la mera participación en los procesos electorales". Y también: "Aún cargamos lastres de una cultura política autoritaria", en la que impera la "impunidad".
Al respecto, observa que "el acceso a la información y la liberalización de los medios de comunicación masiva permiten que la ciudadanía se informe de los errores, excesos, abusos, atropellos, irregularidades y hasta delitos cometidos por sus gobernantes, pero no existe forma de sancionarlos, lo que provoca sentimientos de decepción y frustración. La difusión pública de los escándalos y la ausencia de vías para sancionar a los malos gobernantes acrecientan la percepción de impunidad, una de las grandes debilidades del Estado mexicano".
Las próximas elecciones se darán en un marco de empobrecimiento creciente: "Se hace más difícil superar la pobreza ancestral, surgen nuevos rostros de la pobreza y aumenta el desempleo... Están a la vista los excesos de las políticas neoliberales del sistema financiero, que entrega a los pobres a la voracidad de los dueños del dinero".
Aparte, en medio del "clima de inseguridad" que padece la población, "es evidente el aumento del crimen organizado (narcotráfico, secuestros, trata de personas, etcétera); en torno a estas actividades ilícitas se han construido grupos de poder que desafían al Estado".
Ante este panorama desolador, los obispos consideran que "la Iglesia no puede quedarse al margen de la lucha por la justicia", por lo que llevarán esperanza a los votantes para "superar la tentación del desaliento que justifica la abstención".
El jueves de la semana pasada, en la sede de la CEM, representantes de las 18 provincias eclesiásticas del país sostuvieron una reunión para afinar los últimos detalles de la campaña. Ahí se les entregaron ejemplares del documento, así como carteles y CD que contienen los spots radiofónicos y televisivos que servirán para realizar las campañas en cada diócesis.
Dice monseñor Rodríguez: "Ya depende de cada obispo difundir y multiplicar los materiales que les brindamos. Lo importante es que lleguen a su destino final, que es la parroquia, principal punto de encuentro con nuestra feligresía".
Aclara que -"siempre basados en el documento"- los mensajes y spots se difundirán "en medios de comunicación de la Iglesia. Muchas diócesis tienen sus periódicos y revistas. Existen también programas de televisión y de radio manejados por laicos y sacerdotes. En esos espacios difundiremos nuestros mensajes".
-Pero algunos obispos podrán tener acceso a los medios comerciales...
-Sí, claro, hay que aprovechar todas esas oportunidades para posicionar nuestro mensaje. Y además, ya cada obispo adecuará la campaña a la realidad específica de su diócesis.
Por lo pronto, el obispo de Cuernavaca, Florencio Olvera Ochoa, ya hizo algunas adecuaciones en su "instructivo" diocesano Por un voto responsable, en el que exhorta a los morelenses a no cometer "pecados electorales" como los siguientes:
"Por amor responsable a la patria, no puedes votar a favor de propuestas que apoyen el aborto, la eutanasia... la destrucción y manipulación del embrión humano, ni por cualquier otro ataque a la vida.
"Por amor responsable a la patria, no puedes votar por proyectos contrarios a la familia monogámica e indisoluble; por proyectos que promuevan caricaturas de la familia, integradas por personas del mismo sexo; por proyectos que quitan a los padres el derecho y la obligación de educar a sus hijos."
De acuerdo con un censo del episcopado, ya cuentan con su propio medio de prensa -periódico o semanario- 69 de las 92 circunscripciones eclesiásticas del país. Entre estas publicaciones destacan Desde la Fe, de la Arquidiócesis de México y Semanario arquidiocesano, de la Arquidiócesis de Guadalajara.
Jimena Esquivel, encargada de la Dimensión de Fe y Política, de la Comisión para la Pastoral Social, fue la responsable de elaborar los materiales gráficos y multimedia de la campaña eclesiástica, cuyo logo es la imagen de un rompecabezas armado de la República Mexicana, con un fondo color café.
Comenta Jimena Esquivel: "En la elaboración de los materiales participó, gratuitamente, un equipo externo de comunicólogos y pedagogos que adecuaron a imágenes y mensajes hablados el documento de los obispos. Respecto de los colores de nuestra campaña, procuramos no manejar el azul del PAN, el amarillo del PRD o el tricolor del PRI, para evitar que nos acusaran de proselitismo partidista".
Menciona que, además de carteles, elaboraron tres spots radiofónicos y uno televisivo, que ya se transmiten por internet (en la página www.ceps-caritasmexico.org), aunque cada obispo, dice, tiene libertad para confeccionar materiales adicionales y transmitirlos por radiodifusoras y televisoras comerciales.
Musicalizado con acordes de mariachi, el audiovisual televisivo muestra imágenes de una misa en la Basílica de Guadalupe, del Ángel de la Independencia y del Zócalo capitalino, de la ondeante Bandera Nacional y del Papa Benedicto XVI, así como de paupérrimos campesinos de huarache, cinturones de miseria, represiones policiacas y limosneros sin techo durmiendo en el quicio de un portón.
Una voz en off insta a los católicos:
¿Qué ha pasado con nuestro testimonio? Parece que hubiéramos perdido la fe; nos hemos dejado llevar por la corriente; no hemos hecho por nuestro país lo que como cristianos nos corresponde... Participemos activamente en todos los ámbitos sociales, concretamente en nuestras próximas elecciones intermedias, que resultan trascendentes para el rumbo de nuestro país...
Ante los grandes desafíos que vive nuestro país, los cristianos no podemos escudarnos en la apatía o hundirnos en la desesperación... Vivamos alegres nuestro compromiso cristiano, seamos portadores de vida, comuniquemos la mejor noticia que cualquiera puede tomar: la noticia de la salvación para todos.
Otra parte medular de la campaña es la impartición de talleres de participación ciudadana donde se abordarán cinco temas básicos: "Estado y soberanía", "Participación ciudadana", "Poder Legislativo y representatividad", "Democracia" y, por último, "Proceso electoral".
Explica Esquivel: "Cada diócesis designará a los talleristas que conduzcan estos cursos, diseñados bajo el método de ver, juzgar y actuar".
-¿Estos talleres se impartirán en las parroquias?
-Sí, muchas parroquias tienen salones en los que se puede congregar a la gente; incluso podrán impartirse en los atrios. También los seminarios y las universidades católicas podrán prestar sus auditorios. Las elecciones están próximas y el tiempo apremia. Todas las diócesis tienen sus materiales. ¡La campaña arranca ya!
mismo sexo...
Con el fin de orientar a los votantes católicos en las próximas elecciones del 5 de julio, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) emprende una gran campaña nacional que consiste en impartir "talleres de concientización" en las miles de parroquias del país y en difundir mensajes en la prensa, así como spots por radio, televisión e internet.
Esta ambiciosa campaña mediática -en la que participan todas las diócesis del país- se sustenta en el documento No hay democracia verdadera y estable sin participación ciudadana y justicia social, que tuvo el consenso de todos los obispos mexicanos y fue elaborado por la Comisión para la Pastoral Social de la CEM.
Monseñor Gustavo Rodríguez, presidente de dicha comisión y cabeza principal de la campaña, dice a Proceso:
"Siempre hay temor cuando la Iglesia interviene en temas electorales, pues se piensa que podría inclinar a la población hacia un determinado partido político. Pero si se analiza a detalle nuestro documento, en él no se encontrará ninguna expresión partidista. No hay nada fuera de la ley."
-¿Cuál es el objetivo de la campaña?
-Concientizar a la gente sobre su participación electoral. Invitarla al cumplimiento de sus deberes cívicos, pero en razón de la fe. Es un deber particular en el que cada quien debe obrar según su conciencia. El cristiano vive en este mundo y tiene que darle al César lo que le corresponde.
-¿El mensaje de ustedes es orientar a la gente sobre cómo conducirse ante el César?
-Sí, exactamente: eligiéndolo, respetándolo, colaborando con él en la construcción del país y de un orden justo. La fe no es un sentimiento para guardarse en el interior de la persona; debe llevarse a la vida política.
"Y mire, ha sido mal interpretada la frase de 'darle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios'. Se interpreta en el sentido de 'no te metas conmigo'. No, no, su sentido original es no caer en la idolatría, porque los emperadores eran idolatrados y vistos como dioses, siendo que la adoración debe ser para Dios."
El también obispo de Nuevo Laredo indica que, en el documento, se evitó hablar sobre el rechazo de la Iglesia al aborto y a las uniones entre personas del mismo sexo, para no caer en conflicto con los candidatos y partidos políticos que están de acuerdo con estas prácticas.
"Pese a que la Iglesia está a favor de la vida en todas sus etapas, consideramos que no era el momento para sacar el tema, porque algunos partidos se hubieran sentido excluidos por nosotros", dice.
-Sin embargo, en cada proceso electoral hay organizaciones de laicos católicos, como el Comité Nacional Pro-Vida, que sacan listas de candidatos que están a favor del aborto, para que los fieles no voten por ellos.
-Aclaro que no son la voz de la Iglesia esas expresiones de grupos de laicos. A nosotros no nos toca ni frenarlas ni animarlas. Sin embargo, esos grupos tienen su derecho a manifestarse. Su conciencia les dicta defender sus principios a favor de la vida.
-¿Puede un católico identificarse con un partido que esté a favor del aborto?
-Bueno, cuando un católico opta por un partido político, no quiere decir que esté al 100% de acuerdo con sus postulados. Nunca habrá un partido que agote las enseñanzas de la Iglesia. Finalmente, un católico puede ser panista, priista o perredista. Su opción política no contradice su fe. Por eso, en nuestro documento jamás decimos: "Este partido es bueno y este es malo". No nos corresponde hacerlo.
-¿Cómo surgió la idea de elaborar este documento y emprender su campaña?
-Fue una propuesta de nuestra Comisión para la Pastoral Social que hicimos en la asamblea plenaria de obispos, de noviembre pasado. Los obispos aceptaron. Nos pidieron que elaboráramos un documento, y que éste fuera acompañado por una campaña. Hicimos varios borradores. Y finalmente, en la última asamblea plenaria, presentamos el último borrador a los obispos, quienes hicieron sus sugerencias y anotaciones, que incorporamos al texto final. Por unanimidad, el documento se aprobó el pasado 24 de abril.
En No hay democracia verdadera y estable sin participación ciudadana y justicia social, de 24 páginas, los obispos mexicanos advierten que "la Iglesia católica no es un sujeto político, pero sí un sujeto social", por lo que, agregan, "nuestra tarea es formar conciencias, defender la justicia, la verdad, y educar en la dignidad individual y política".
Definen así los objetivos de la campaña:
"Nos proponemos impulsar, como lo hemos hecho en otras ocasiones, el voto responsable. No entendemos por ello ni proselitismo político ni política partidista. No pretendemos utilizar nuestro ministerio para influir en los fieles para que voten por una opción determinada, sino exhortarles para que disciernan críticamente y decidan conforme a su conciencia rectamente formada."
El documento -dividido en 66 apartados- pide a la feligresía que vote por los candidatos que reúnan un "perfil ético" basado en cinco características: "honestidad", "conocimiento de las necesidades de la gente", "compromiso con la reconciliación y la justicia", "capacidad" y "sensibilidad por los pobres".
La honestidad, explica, "es un criterio fundamental para percibir al candidato como confiable, transparente, coherente, persona de valores como la veracidad, la lealtad, la honradez. Es el principal antídoto contra la corrupción".
Respecto al "conocimiento de las necesidades de la gente" que debe tener el candidato, señala que "no basta el conocimiento técnico; es necesario un conocimiento directo que le permita descubrir las exigencias del bien común tanto en el nivel local como nacional".
Sobre "el compromiso con la reconciliación y la justicia", asegura que ésta es una "exigencia ética", ya que "sólo representantes con un profundo sentido de justicia lucharán (...) contra la pobreza y la desigualdad, contra la inseguridad y la violencia, contra la fragmentación social".
Acerca de la "capacidad suficiente", se indica que "no basta la buena voluntad" del candidato, pues hace falta que tenga una "formación y capacidades diversas que no se improvisan. La demagogia siempre es engañosa".
Y en torno a la quinta y última característica, los obispos explican que el candidato debe tener "sensibilidad por los pobres, por los excluidos, por los indefensos, demostrada no sólo en las campañas electorales, sino en su vida diaria".
A los fieles, el episcopado les dice que "no pueden eximirse (...) de participar en las tareas políticas, pues se trata de un derecho y un deber que debe ejercerse en el marco de una sociedad pluralista".
Esta participación del católico "puede tener varios cauces, entre los que destacan los partidos políticos, las organizaciones de la sociedad civil, y cuando se trata de las jornadas electorales, el ejercicio del derecho al voto, la participación como funcionario de casilla o el apoyo de observador electoral".
Política autoritaria e impunidad
El documento asienta igualmente que "un país con índices de pobreza como los que hay en México no puede permitirse el lujo de hacer gastos excesivos en las campañas electorales. Estos recursos podrían destinarse a impulsar el combate contra la pobreza y el desarrollo social".
Para en seguida subrayar: "la actividad democrática se ha reducido a la mera participación en los procesos electorales". Y también: "Aún cargamos lastres de una cultura política autoritaria", en la que impera la "impunidad".
Al respecto, observa que "el acceso a la información y la liberalización de los medios de comunicación masiva permiten que la ciudadanía se informe de los errores, excesos, abusos, atropellos, irregularidades y hasta delitos cometidos por sus gobernantes, pero no existe forma de sancionarlos, lo que provoca sentimientos de decepción y frustración. La difusión pública de los escándalos y la ausencia de vías para sancionar a los malos gobernantes acrecientan la percepción de impunidad, una de las grandes debilidades del Estado mexicano".
Las próximas elecciones se darán en un marco de empobrecimiento creciente: "Se hace más difícil superar la pobreza ancestral, surgen nuevos rostros de la pobreza y aumenta el desempleo... Están a la vista los excesos de las políticas neoliberales del sistema financiero, que entrega a los pobres a la voracidad de los dueños del dinero".
Aparte, en medio del "clima de inseguridad" que padece la población, "es evidente el aumento del crimen organizado (narcotráfico, secuestros, trata de personas, etcétera); en torno a estas actividades ilícitas se han construido grupos de poder que desafían al Estado".
Ante este panorama desolador, los obispos consideran que "la Iglesia no puede quedarse al margen de la lucha por la justicia", por lo que llevarán esperanza a los votantes para "superar la tentación del desaliento que justifica la abstención".
El jueves de la semana pasada, en la sede de la CEM, representantes de las 18 provincias eclesiásticas del país sostuvieron una reunión para afinar los últimos detalles de la campaña. Ahí se les entregaron ejemplares del documento, así como carteles y CD que contienen los spots radiofónicos y televisivos que servirán para realizar las campañas en cada diócesis.
Dice monseñor Rodríguez: "Ya depende de cada obispo difundir y multiplicar los materiales que les brindamos. Lo importante es que lleguen a su destino final, que es la parroquia, principal punto de encuentro con nuestra feligresía".
Aclara que -"siempre basados en el documento"- los mensajes y spots se difundirán "en medios de comunicación de la Iglesia. Muchas diócesis tienen sus periódicos y revistas. Existen también programas de televisión y de radio manejados por laicos y sacerdotes. En esos espacios difundiremos nuestros mensajes".
-Pero algunos obispos podrán tener acceso a los medios comerciales...
-Sí, claro, hay que aprovechar todas esas oportunidades para posicionar nuestro mensaje. Y además, ya cada obispo adecuará la campaña a la realidad específica de su diócesis.
Por lo pronto, el obispo de Cuernavaca, Florencio Olvera Ochoa, ya hizo algunas adecuaciones en su "instructivo" diocesano Por un voto responsable, en el que exhorta a los morelenses a no cometer "pecados electorales" como los siguientes:
"Por amor responsable a la patria, no puedes votar a favor de propuestas que apoyen el aborto, la eutanasia... la destrucción y manipulación del embrión humano, ni por cualquier otro ataque a la vida.
"Por amor responsable a la patria, no puedes votar por proyectos contrarios a la familia monogámica e indisoluble; por proyectos que promuevan caricaturas de la familia, integradas por personas del mismo sexo; por proyectos que quitan a los padres el derecho y la obligación de educar a sus hijos."
De acuerdo con un censo del episcopado, ya cuentan con su propio medio de prensa -periódico o semanario- 69 de las 92 circunscripciones eclesiásticas del país. Entre estas publicaciones destacan Desde la Fe, de la Arquidiócesis de México y Semanario arquidiocesano, de la Arquidiócesis de Guadalajara.
Jimena Esquivel, encargada de la Dimensión de Fe y Política, de la Comisión para la Pastoral Social, fue la responsable de elaborar los materiales gráficos y multimedia de la campaña eclesiástica, cuyo logo es la imagen de un rompecabezas armado de la República Mexicana, con un fondo color café.
Comenta Jimena Esquivel: "En la elaboración de los materiales participó, gratuitamente, un equipo externo de comunicólogos y pedagogos que adecuaron a imágenes y mensajes hablados el documento de los obispos. Respecto de los colores de nuestra campaña, procuramos no manejar el azul del PAN, el amarillo del PRD o el tricolor del PRI, para evitar que nos acusaran de proselitismo partidista".
Menciona que, además de carteles, elaboraron tres spots radiofónicos y uno televisivo, que ya se transmiten por internet (en la página www.ceps-caritasmexico.org), aunque cada obispo, dice, tiene libertad para confeccionar materiales adicionales y transmitirlos por radiodifusoras y televisoras comerciales.
Musicalizado con acordes de mariachi, el audiovisual televisivo muestra imágenes de una misa en la Basílica de Guadalupe, del Ángel de la Independencia y del Zócalo capitalino, de la ondeante Bandera Nacional y del Papa Benedicto XVI, así como de paupérrimos campesinos de huarache, cinturones de miseria, represiones policiacas y limosneros sin techo durmiendo en el quicio de un portón.
Una voz en off insta a los católicos:
¿Qué ha pasado con nuestro testimonio? Parece que hubiéramos perdido la fe; nos hemos dejado llevar por la corriente; no hemos hecho por nuestro país lo que como cristianos nos corresponde... Participemos activamente en todos los ámbitos sociales, concretamente en nuestras próximas elecciones intermedias, que resultan trascendentes para el rumbo de nuestro país...
Ante los grandes desafíos que vive nuestro país, los cristianos no podemos escudarnos en la apatía o hundirnos en la desesperación... Vivamos alegres nuestro compromiso cristiano, seamos portadores de vida, comuniquemos la mejor noticia que cualquiera puede tomar: la noticia de la salvación para todos.
Otra parte medular de la campaña es la impartición de talleres de participación ciudadana donde se abordarán cinco temas básicos: "Estado y soberanía", "Participación ciudadana", "Poder Legislativo y representatividad", "Democracia" y, por último, "Proceso electoral".
Explica Esquivel: "Cada diócesis designará a los talleristas que conduzcan estos cursos, diseñados bajo el método de ver, juzgar y actuar".
-¿Estos talleres se impartirán en las parroquias?
-Sí, muchas parroquias tienen salones en los que se puede congregar a la gente; incluso podrán impartirse en los atrios. También los seminarios y las universidades católicas podrán prestar sus auditorios. Las elecciones están próximas y el tiempo apremia. Todas las diócesis tienen sus materiales. ¡La campaña arranca ya!
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