De la prensa extranjera

El odio contra Obama

Pilar Marrero

"Una campaña de odio amenaza a Obama", titulaba el diario El País, de España. En la nota acompañante se explicaba el surgimiento de grupos o voces en los medios que lideran una campaña, cada vez más ruidosa y absurda, contra el Presidente de Estados Unidos.

La situación está llegando a niveles realmente extremos y peligrosos. Parece que mientras el objetivo del odio sea Obama, todo se puede impulsar, hasta una acusación sin base de que el mandatario tiene objetivos antidemocráticos y "socialistas", que se va a dedicar a matar abuelitas o que no puede descartarse un golpe militar.

Esto último lo escribió un bloguero de un sitio de internet conocido por su fuerte tendencia conservadora (NEWSMAX), cuyo artículo indicaba que existía una remota posibilidad, que está creciendo, de que las fuerzas armadas intervengan para resolver el "problema Obama". Newsmax recibió numerosas quejas y terminó por quitar la columna de su página, aunque justificándose al decir que el escritor, un "bloguero no pagado", nunca promovió el golpe: simplemente lo estaba "describiendo".

Pero aquello ya había salido y había dado la correspondiente publicidad a Newsmax y al bloguero, que debe ser uno de estos aspirantes a tener un libro horroroso en la lista de bestsellers, cosa que parece no ser muy dificil en este país.

Imagínense que en momentos de crisis nacional como la que vivimos, y como la que se vivió de otra manera, tras el ataque terrorista del 11 de septiembre, un comentarista liberal hubiese escrito lo mismo respecto a George W. Bush. Que hubiese anunciado la posibilidad de un golpe de estado para resolver "el problema Bush".

O que un congresista demócrata hubiera gritado "mentiroso" al presidente Bush cuando este se dirigía a la nación al plantear cualquiera de las propuestas que luego resultaron, en efecto, no ser ciertas, saltándose todo el protocolo y el esencial comportamiento civilizado en una sesión plenaria del Congreso de Estados Unidos.

O que un activista se hubiera presentado a un foro público en el que iba a estar el presidente, con armas de fuego en el cinto, como se presentaron varios a uno de los foros de salud en los que estuvo.

O que comentaristas de radio y televisión hubieran expresado su alegría y gozo infinito ante la descalificación de Estados Unidos como sede de las Olimpíadas, tal y como sucedió la semana pasada.

Oposición tienen todos los mandatarios. Pero hay cierto tipo de oposición que viene destacando en este país por su mala saña y su abierto desprecio por las reglas más esenciales del discurso democrático.

Se trata, en muchos casos, de oportunistas cuyo objetivo final es hacerse querer por cierto grupo de televidentes, o radio escuchas, o compradores de libros. Es como si todos estos personajes pensaran que somos ciegos y estúpidos y que ya nos olvidamos de los ocho años anteriores, y de sus desastrosas consecuencias.

Lo que se hubiese perpetrado contra el presidente Bush, y se hubiese denominado antipatriótico, ahora lo vemos, escuchamos y leemos todos los días contra el presidente Barack Obama.

Tenemos que llamarlos por su nombre, decir que son profetas del desastre sería demasiado generoso. Yo diría que más bien hay un germen de traición a su patria, de irresponsabilidad maliciosa y de mucho, muchísimo cinismo.

(Diario La Opinión, de Los Angeles)