JORGE CARRASCO ARAIZAGA
El miércoles 7 la Suprema Corte de Justicia de la Nación frenó la venganza de Marta Sahagún contra este semanario y Olga Wornat por dar a conocer pormenores de la anulación de su primer matrimonio religioso. Los ministros determinaron que ella se expuso voluntariamente al escrutinio de la sociedad, a la que durante años quiso seducir con incesantes campañas mediáticas de claro trasfondo político. Lejos de ser una víctima de la prensa, la esposa del expresidente Fox se sirvió del poder para tratar de silenciar las críticas derivadas de sus excesos.
El pasado miércoles 7, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dio por terminado, a favor de Proceso, el juicio por daño moral que Marta Sahagún promovió desde la Presidencia de la República, en abril de 2005, contra Proceso y la periodista Olga Wornat.
La Primera Sala de la Corte contuvo a Sahagún porque su acción judicial atentaba directamente contra la democracia: pretendía anteponer la reserva de vida privada de las personas que viven de recursos públicos, en la medida que esto les conviniera, por encima del derecho a la información y a la libertad de expresión.
Los cinco ministros integrantes de dicha sala negaron de manera unánime el amparo solicitado por Sahagún en contra del fallo de la Primera Sala del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), que absolvió a la revista en enero de 2007.
Con su resolución, la SCJN fijó criterios para el ejercicio del periodismo en México, en cuanto se relaciona con la censura y la vida privada de las personas que tienen una imagen pública o desempeñan puestos públicos. Sin embargo, por razones de técnica judicial la Corte evitó ir más allá; no definió los alcances del derecho a la información, el derecho al honor, el derecho a la intimidad y la responsabilidad civil por daño moral.
La SCJN resolvió en definitiva el juicio a partir de la resolución de dos amparos: el interpuesto por Sahagún con el propósito de que la revista fuera castigada, y el promovido por Wornat en contra del fallo del TSJDF, que la encontró responsable de dañar el honor de quien entonces era "primera dama".
Los ministros ni siquiera discutieron sobre el amparo de la esposa de Fox en la sesión del miércoles, pues el acuerdo fue unánime: Marta Sahagún es un personaje que gozó de los beneficios del poder, ventiló voluntariamente su vida privada y no podía, mediante la censura a Proceso, limitar la libertad de expresión y el derecho de la sociedad a conocer la actuación de personas públicas como ella.
En el caso de Wornat, los ministros se dividieron, imponiéndose al final la mayoría integrada por los ministros Sergio Valls Hernández, José de Jesús Gudiño Pelayo y Juan Silva Meza, quienes aplicaron el criterio de la inactividad procesal para sobreseer su amparo.
En la práctica, los ministros confirmaron la exoneración de la revista y ratificaron la sanción impuesta a Wornat por el TSJDF para indemnizar a Sahagún con 500 mil pesos por hacerle imputaciones, al margen de que el reportaje se apoyara en un documento elaborado por la propia quejosa.
Esa sanción fue propuesta por el entonces magistrado de la Primera Sala Civil del TSJDF, y actual presidente del tribunal, Edgar Elías Azar. Con el sobreseimiento, los ministros no sólo dejaron de revisar ese fallo, sino que evitaron fijar criterios sobre la responsabilidad civil de las empresas editoras y de los periodistas.
La Corte acabó de esa manera con la demanda emprendida por "la pareja presidencial" desde Los Pinos en represalia porque Proceso, en su edición 1478, publicó el reportaje "Historia de una anulación sospechosa", firmado por Wornat.
El pasado miércoles 7, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dio por terminado, a favor de Proceso, el juicio por daño moral que Marta Sahagún promovió desde la Presidencia de la República, en abril de 2005, contra Proceso y la periodista Olga Wornat.
La Primera Sala de la Corte contuvo a Sahagún porque su acción judicial atentaba directamente contra la democracia: pretendía anteponer la reserva de vida privada de las personas que viven de recursos públicos, en la medida que esto les conviniera, por encima del derecho a la información y a la libertad de expresión.
Los cinco ministros integrantes de dicha sala negaron de manera unánime el amparo solicitado por Sahagún en contra del fallo de la Primera Sala del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), que absolvió a la revista en enero de 2007.
Con su resolución, la SCJN fijó criterios para el ejercicio del periodismo en México, en cuanto se relaciona con la censura y la vida privada de las personas que tienen una imagen pública o desempeñan puestos públicos. Sin embargo, por razones de técnica judicial la Corte evitó ir más allá; no definió los alcances del derecho a la información, el derecho al honor, el derecho a la intimidad y la responsabilidad civil por daño moral.
La SCJN resolvió en definitiva el juicio a partir de la resolución de dos amparos: el interpuesto por Sahagún con el propósito de que la revista fuera castigada, y el promovido por Wornat en contra del fallo del TSJDF, que la encontró responsable de dañar el honor de quien entonces era "primera dama".
Los ministros ni siquiera discutieron sobre el amparo de la esposa de Fox en la sesión del miércoles, pues el acuerdo fue unánime: Marta Sahagún es un personaje que gozó de los beneficios del poder, ventiló voluntariamente su vida privada y no podía, mediante la censura a Proceso, limitar la libertad de expresión y el derecho de la sociedad a conocer la actuación de personas públicas como ella.
En el caso de Wornat, los ministros se dividieron, imponiéndose al final la mayoría integrada por los ministros Sergio Valls Hernández, José de Jesús Gudiño Pelayo y Juan Silva Meza, quienes aplicaron el criterio de la inactividad procesal para sobreseer su amparo.
En la práctica, los ministros confirmaron la exoneración de la revista y ratificaron la sanción impuesta a Wornat por el TSJDF para indemnizar a Sahagún con 500 mil pesos por hacerle imputaciones, al margen de que el reportaje se apoyara en un documento elaborado por la propia quejosa.
Esa sanción fue propuesta por el entonces magistrado de la Primera Sala Civil del TSJDF, y actual presidente del tribunal, Edgar Elías Azar. Con el sobreseimiento, los ministros no sólo dejaron de revisar ese fallo, sino que evitaron fijar criterios sobre la responsabilidad civil de las empresas editoras y de los periodistas.
La Corte acabó de esa manera con la demanda emprendida por "la pareja presidencial" desde Los Pinos en represalia porque Proceso, en su edición 1478, publicó el reportaje "Historia de una anulación sospechosa", firmado por Wornat.
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