¿Cómo calificaría usted la situación antes del seísmo que hubo en Haití el 12 de enero de 2010?
La situación era simple, estábamos bajo una ocupación… y ello después de que Jean Bernard Aristide fuera expulsado a Sudáfrica. Se suponía que se había instalado el gobierno de René Préval para hacer una transición democrática después de Aristide. Pero hemos conocido tres imperialismo, lo que algunos llaman el IFAC: Imperialismo Francés Americano Canadiense.
Canadá llegó en la década de 1980 gracias a la francofonía y a la llamada integración horizontal: hacer venir al país en un primer momento a las mujeres a los niños para poder instalarse después en él. Francia, por su parte, está muy presente a través de las ONG. Además, bajo el gobierno del ex-primer ministro Michèle Pierre Louis, ¡Haití estaba gobernada por las ONG! Su mujer colaboraba estrechamente con George Soros, al que ahora conocemos como el gran magnate de las finanzas y de las ONG. Préval quiso controlar el país firmando acuerdos tácitos con las República Dominicana, acuerdos cuyo fondo nadie conoce verdaderamente.
El 22 de febrero de 2006 Gérard Latortue, ex primer ministro de Haití, firmó un acuerdo que enuncia claramente la puesta del país bajo tutela de la ONU. Este acuerdo estipula que cada acuerdo al que se haya llegado anteriormente y que esté en contradicción con el funcionamiento de la MINUSTAH será «corregido» por estar caduco [1].
El 9 de mayo de 2007, tras un encuentro entre George W. Bush y René Préval, se ratificó casi totalmente el deseo subyacente de autonomía. Durante este encuentro Bush dijo que había que abortar los acercamientos entre Haití y el ALBA [2] y que Estados Unidos era «el único amigo de Haití». Como buen criado, Préval prácticamente dejo de aparecer por las reuniones del ALBA. Durante una entrevista con Hugo Chávez, Jose María Aznar incluso confesó que había que «olvidar Haití».
Por lo que se refiere a Brasil, tiene un papel capital, ya trazado por Reagan en 1980 en su Plan. En efecto, él preveía que Alemania se ocuparía de Europa, Japón de Asia, Sudáfrica de África y Brasil de América Latina. Lula es poco progresista así que mantiene buenas relaciones con Estados Unidos. Nunca ha estado ahí para ayudar a Haití, no hace más que preparar el terreno para preparar la ocupación de las tres rocas [3].
Ahora el país está controlado Barack Obama, secundado él mismo por Bill Clinton y George W. Bush…
(Risas) Se creyó, sobre todo entre los «negristas», que como Barack Obama era negro iba a cambiar las cosas. Pero no hay que olvidar que fue Colin Powell, otro negro, quien hizo detener a Aristide. Además, desde hacía años muchas personas se preguntaban si Haití podía convertirse en el Puerto Rico o el Taiwán del Caribe. La pregunta es: ¿en qué sentido? Porque Puerto Rico lucha por su independencia y para retirar su estrella de la bandera estadounidense. François Duvalier siempre dijo que había que luchar como por Martinica y Guadalupe. Además, por lo que se refiere a Guadalupe, los estadounidenses comprendieron que Francia había ganado una pequeña batalla. Por lo tanto, para hacer frente es necesario que manchen un poco la imagen de Haití y desmantelen el deseo de liberación. Obama,por su parte, es un producto del sistema, está formateado, es la continuidad de Kennedy en el sentido de que él también ha enconado una guerra mandando soldados a ella.
Por lo que se refiere a Clinton y Bush…
Aristide decía de los estadounidenses: «Actúe o no actúe, ellos intervendrán de todos modos». Desde 1993 y la reunión de Governors Island, Aristide había comprendido que debía conformarse a las exigencias de Estados Unidos si quería permanecer a la cabeza del Estado. El ex embajador estadounidense en Haití, Janet Anderson, reveló que poco importaba el gobierno, ya fuera el de Préval o de Aristide, Haití conoció la ocupación del doble, es decir, que a la espalda de cada ministro haitiano había un representante estadounidense y cada partido político era y es financiado por uno de los tres imperialismos a través de diferentes organismos como el IRI (Instituto Republicano Internacional). Durante lo que yo llamo la ocupación de octubre de 1994 Aristide tenía no sólo que mantener excelentes relaciones con los estadounidenses, sino también plegarse a la voluntad del FMI. Para ello Haití tenía que cortar algunas ayudas destinadas a la población y mandar al paro a los haitianos poco rentables y, sobre todo, «modernizar», es decir, privatizar. El hecho de que «desobedeciera» provocará su caída cuando reclamó que se le reembolsara la deuda de la independencia de Francia, es decir, 21.000 millones de dólares, y cuando quiso aumentar los salarios de los haitianos.
En ese caso, ¿por qué Clinton tenía tanto interés en restaurar a Aristide?
Aristide se había vuelto dócil y, sobre todo, el pueblo lo apoyaba. Esto era, precisamente, su baza y su debilidad porque aparte del pueblo no tenía ni partido político ni marco, y la calle no puede ayudar a dirigir un país y a tomar decisiones. También es la primera vez que Estados Unidos devuelve y controla a un presidente elegido democráticamente. Aristide era popular, de hecho una gran mayoría de los haitianos sigue siendo «aristidista», aunque no tuviera una auténtica ideología. Tenía buenas palabras y buenas intenciones, pero no llegaba a llevarlas a la práctica. Sin embargo, tenía fondos por hacerlo. Poco después de su elección creó el grupo VOAM (Vean a Haiti Ascender) que en cuatro días recolectó casi cuatro millones de dólares.
Actualmente Haiti está invadido por los soldados estadounidenses, ¿le parece a usted una invasión?
Es una invasión querida y preparada por los hombres del gobierno haitiano. No se puede decir que haya pillado de sorpresa al presidente. El imperialismo estaba bien instalado y los consejeros de Préval preparaban esta invasión.
¿Qué intereses tiene Estados Unidos?
Son varios los intereses de los estadounidenses para apoderarse de Haití. Por un lado, la mano de obra es muy barata en Haití y la isla sólo está situada a treinta minutos de Floride, sería rápido hacer transitar las cargas desde este nuevo Taiwán.
A continuación, está Cité Soleil: Estados Unidos de acuerdo con la gran burguesía comerciante de Haiti codicia esta zona para convertirla en un gran puerto, un puerto franco y una zona industrial.
Además, es el momento ideal de servirse del territorio como base de retaguardia para controlar y contrarrestar a Cuba puesto que Obama ha prometido liberar Guantánamo. Desde Cité Soleil y sobre Gonave hay una buena vista de Cuba.
Y, por último, el subsuelo haitiano esta repleto de petróleo. Al parecer los yacimientos venezolanos tienen su fuente en la isla. Port-au-Prince está situada sobre un gigantesco pozo de petróleo que hasta entonces no se podía explotar. En efecto, desde la década de 1950 el entonces presidente Jean Dumarsais Estimé había desplazado a la antigua capital situada en Marchand-Dessalines hacía el actual Port-au-Prince. Este traslado no permitiría explotar el petróleo, pero con ayuda de la Madre Naturaleza, hoy todo es posible. Además, el terremoto ha provocado un éxodo voluntario de los habitantes de Port-au-Prince, lo que deja el campo libre para destruir las ruinas de la capital y, por qué no, para perforar el suelo… En otras circunstancias, si hubieran pedido a los habitantes que se fueran al campo se habría considerado un genocidio. La catástrofe aparece como una oportunidad para los imperialistas porque permite desplazar otra vez la capital. No se trata más que de retos geopolíticos y económicos.
En su opinión, ¿por qué llegaron los estadounidenses a Haití con tantas armas y soldados?
Los estadounidenses llegaron a Haití como vencedores. Querían demostrar su fuerza y su supremacía para impresionar a la vez a la comunidad internacional pero también, y quizá sobre todo, a los propios haitianos. Se dieron cuenta de que en Haití había un sentimiento de hartura respecto a la ocupación, ayudado por los acontecimientos en Guadalupe contra el gobierno francés. Hace algunos años los franceses habían confesado a los estadounidenses que podían hacer lo que quisieran de Haiti en su patio trasero pero que no debían tocar la lengua francesa; los franceses querían conservar intacta la francofonía (aunque hoy tres cuartas partes de los haitianos hable inglés). Hoy los estadounidenses invierten en su patio trasero y programan dividirlo en zonas, y para eso se necesitan soldados y armas.
En un artículo redactado expresamente para Newsweek, B. Obama anunció que pensaba hacer un trabajo de reconstrucción a largo plazo para sacar a flote al país, como hizo Estados Unidos en Europa tras la Segunda Guerra Mundial y en los Balcanes tras la guerra en Kosovo, ¿se lo agradecen ustedes?
(Risas) Sea lo que sea lo que piensa hacer Estados Unidos, Cuba, Venezuela y el ALBA (Alianza Bolivariana) siempre estarán a nuestro lado. Por el momento es a los haitianos a quienes corresponde tomar sus propias disposiciones y luchar contra las injerencias. Por supuesto, los estadounidenses se van a aprovechar del caos que reina, pero este caos no quiere decir obligatoriamente que no haya organización. A nosotros es a quien nos corresponde encontrar un terreno de acuerdo, un fondo común para retomar las cosas. Habrá dificultades pero hay que hacer el trabajo sobre el terreno. Es a nosotros a quien nos corresponde luchar contra el imperialismo. Tenemos que hacer este trabajo ideológico sacando a los invasores fuera de nuestras fronteras. Desde 1994 hasta hoy Cuba ha aportado más ayuda a Haití que cualquier país que se dice «amigo» y el pueblo haitiano es consciente de ello.
La Conferencia de Montreal del 25 de enero reagrupó a los «amigos» de Haití para pensar cómo organizar la ayuda… Los amigos de Haití no pertenecen a este grupo de tres rocas, los IFAC. Canadá tiene un papel fundamental en esta trilogía en medio de la cual está Haití. En efecto, mantienen relaciones a la vez con Haití y con Francia por la francofonía, pero también con Estados Unidos a través del ALENA [4].
Canadá es un gran manipulador porque juega a dos bandas y hace el trabajo del imperialismo. Si el propio Estados Unidos no hubiera acudido para controlar el terremoto habría mandado a Canadá. Por lo que se refiere a Brasil, Lula todavía no ha logrado toda la confianza de los estadounidenses, que no le habría dejado la oportunidad de hacer negocios en Haití. Además, nuestro «amigo» canadiense está en plena apropiación de la intelligentsia haitiana puesto que ésta le abre las puertas de par en par. Por ejemplo, hace cinco años una sola de las tres chicas que fueron a estudiar a Bélgica (pagadas por el gobierno haitiano) volvió a Haití. Así pues, no nos dejamos engañar, ¡los países presentes en esa conferencia no son nuestro amigos!
Y ¿cuáles con la relaciones con Cuba?
Después de la caída de François Duvalier eran muy esperadas. En 1994 se establecen por fin relaciones diplomáticas con Aristide. Cuba desplegó desde el principio la Ayuda Sur-Sur enviando médicos, agrónomos, etc, a la isla para ayudar y para formar a los haitianos. Un día me dijo un campesino: «las ONG nos dan de comer y los cubanos nos enseñan a pescar… ». Al contrario de los demás países y ONG presentes en Haití, los cubanos y venezolanos nos hablan de igual a igual, nunca se mezclan con los asuntos internos del país. Nunca hay injerencias por su parte.
Ahora que Estados Unidos se ha apoderado del país, ¿cómo cree usted que van a evolucionar las relaciones con Cuba?
En 2004, cuando se expulsó a Aristide, los franceses trataron de desalojar a los cubanos pero el embajador de Cuba se puso fuera de sí y los franceses prefirieron retirarse por temor al caos. Con toda seguridad Obama va a hacer todo lo posible para minimizar la ayuda cubana y para empujar a los cooperantes cubanos fuera del país. Esto será imposible porque los cubanos y los venezolanos no son nuestros amigos, son como hermanos. Cuba sigue siendo un elemento fundamental, es nuestro ejemplo. Si es necesario habrá otra lucha dentro de la isla para denunciar seriamente la injerencia de los estadounidenses.
Últimamente esta injerencia de Estados Unidos ha costado que aviones de Médicos sin Fronteras sean desviados a la República Dominicana…
El desvío de los aviones de MSF sólo es un falso problema. Los estadounidenses contaban con MSF para actuar y hacer el trabajo en Cité Soleil… Las ONG extranjeras gozan de una buena situación mientras los estadounidenses controlan el aeropuerto internacional. MSF reacciona simplemente para simular una buena apariencia pero ambos imperialismos están aliados.
Sin embargo, hemos podido ver las imágenes en la televisión que mostraban a la población haitiana dando las gracias a los estadounidenses por su ayuda y agitando la bandera estadounidense …
En Cité Soleil hay muchos obreros y muchos jornaleros; los estadounidenses los pagan para que los elogien y para que se pavoneen con la bandera.
Antes del terremoto ya había en el lugar muchas ONG, lo que permitió ofrecer los primeros cuidados a las víctimas, ¿deben estar agradecidos ante tales muestras de solidaridad?
Con frecuencia las ONG hacen un buen trabajo sobre el terreno, pero generalmente se aprovechan de la situación. En Haiti hay casi tantas como en India, sabiendo que Haití es un territorio de unos 27.750 km2 ¡y que India tiene 3.290.000 km2! Haiti es una plataforma de las ONG.
Las primeras ONG en aportar ayuda fueron las cubanas y venezolanas, las demás simplemente pidieron socorro para que llegara la ayuda. A continuación las primeras en llegar del exterior fueron las ayudas china. Además, las ONG han elegido sus objetivos. Cuando una ONG llega a Haití, se instala en lugares estratégicos … y calientes; así pues, las ONG no están presentes en todo el territorio, al contrario que los cubanos. Además, esta omnipresencia implica rivalidades entre las ONG.
Parece muy crítico con las ONG…
Las ONG siempre han estado presentes en Haití hasta el punto de que han impedido la lucha, el propio impulso de la transformación mental del pueblo haitiano. Por ejemplo, el padre Lannoo explicó en una entrevista para la televisión suiza en 1986 que había que calmar a la población haitiana y volverla a central para evitar todo deseo de cambio y toda tendencia revolucionaria. Las ONG tienen un papel político, incluso de la tampón. Kissinger, el gran estratega de la guerra de Vietnam afirma que «si las ONG hubieran existido en la década de 1960 no habría habido guerra de Vietnam».
Al principio, en el seno de las ONG había movimientos de lucha de liberación, como en Nicaragua. En Europa, en la década de 1970, los progresistas luchaban contra el poder, pero cuando François Mitterrand llega al poder cambian las tornas. Antes una parte del dinero dado a las ONG servía para financiar los movimientos de liberación. Hoy, con los socialistas en el gobierno, estos movimientos ya no son tan viables, sobre todo porque este sistema de reparto de bienes es bien conocido. Ahora hay redes para controlar a las ONG. Son organizaciones creadas por los progresistas, pero el sistema capitalista ha conseguido desviar el problema. De hecho las ONG se han convertido en una plataforma giratoria de las informaciones; además, dieron muchas informaciones sobre las instalaciones en Iraq.
El propio presidente René Préval también ha criticado a las ONG subrayando que había una verdadera falta de organización de la ayuda internacional.
Se puede considerar que el presidente está atrapado entre dos fuegos, pero, seamos honestos, se asienta sobre ONG bien estructuradas. En Haití nunca ha habido canalización de las ONG, con el terremoto y el caos reinante esto se hace más visible mientras que Préval hace frases bonitas. Pero en nuestro país, las que eligen son las ONG, por lo tanto son problemas falsos, las ONG están muy bien organizadas, están estructuradas en redes, son «balas recubiertas de azúcar»[5]. Se pelean entre sí, no a cuchilladas sino a golpe de artículos. La gente se dará cuenta poco a poco de lo que ocultan las ONG. Cuando ellas gobernaban el país gracias a Pierre Louis y a Soros, Préval estaba satisfecho porque entraba dinero en las arcas del Estado. Por lo tanto, este tipo de discurso no tiene valor alguno cuando se conoce la situación real de Haiti. Préval no puede hacer otra cosa.
¿Quiere dar usted a entender que está sobrepasado?
Él sabía perfectamente a dónde iba, pero no a esta velocidad, no tan rápido... Por el momento está al descubierto. Entregar las llaves del aeropuerto internacional equivale a entregar las llaves del país.
¿Cómo puede Haití retomar el control de su vida?
Los imperialistas pueden permanecer mucho tiempo, pero nunca definitivamente. Pueden causar destrozos como hicieron en 1915 y en 1934 cuando nos dejaron al ejército de Haití hasta que Aristide lo echó. Si el palacio presidencia se ha derrumbado como un castillo de naipes es porque hay subterráneos que van desde la policía al palacio. Muchos hombres murieron torturados en esos subterráneos por las milicias de Duvalier.
¿Por qué no vuelve Aristide?
Aristide no puede volver ahora, hay demasiados retos y ya no tiene hombres de confianza ni cuadros y los imperialistas ya no lo apoyan. Existen grupos, clandestinos o no, que tienen dinero, que reúnen a mucha gente y que avanzan lentamente. Se trata de distinguir quiénes son nuestros verdaderos amigos y nuestros verdaderos enemigos. En Haití también hay una lucha de clases y una diferencia de percepción entre hombre blanco y hombre negro. Por lo tanto, en Haití hay que establecer todo un trabajo de reconstrucción, tanto física como ideológica. Sea como fuere, Canadá, Francia y Estados Unidos no son nuestros amigos y lo han demostrado.
¿Se convertirá Haití en la estrella número 51 de la bandera estadounidense?
¡Haití nunca sera un Estado estadounidense!
¿Cómo ve usted el futuro?
El futuro será duro, incluso muy duro. Estados Unidos ha tratado de izar su bandera en el aeropuerto de Port-au-Prince, pero Préval acabó con ello. La estrella estadounidense no será para Haití. Si un día Haití tiene una estrella, será roja como la de Cuba. Haiti luchará para recuperar su soberanía, el país es independiente desde el 1 de enero de 1804 y seguirá siéndolo. Como decía Henri Christophe, podemos prender fuego a todo Haití, el imperialismo estadounidense podrá reconstruir, pero esto podrá ser destruido. Volveremos a levantar nuestro Haití sobre sus cenizas…
Notas:
[1] Acuerdo del 22 de febrero de 2006, artículo 2.3: «el gobierno transmitirá a la MINUSTAH una copia de todos los acuerdos que haya podido suscribir antes de la entrada en vigor del acuerdo del 22 de febrero de 2006 y que sean todavía válidos. Si la MINUSTAH considera que uno de estos acuerdos podría ser incompatible con su mandato o con la buena ejecución del plan de reforma de la Policía Nacional de Haití, el gobierno aportará a este acuerdo las adaptaciones que le pida la MINUSTAH para evitar esta incompatibilidad» y añade que el documento concede «a la MINUSTAH la extensión de toda su potencia más allá del actual gobierno de transición».
[2] Alianza Bolivariana para Américas.
[3] Metáfora haitiana para caracterizar los tres países imperialistas: unas rocas sobre las que se cocina la comida.
[4] Acuerdo de Libre Intercambio Norteamericano cerrado entre México, Estados Unidos y Canadá.
[5] Imagen empleada por Mao.
* Jean Lavalasse* es un fotógrafo y documentalista haitiano residente en Bruselas desde la década de 1970.
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