LA BATALLA POR EL PETROLEO SIGUE

“Gobierno o individuo que entrega los recursos naturales a empresas extranjeras traiciona a la patria”: Lázaro Cárdenas.

El petróleo y sus derivados –aceites, plásticos, insecticidas, gas, fármacos, fertilizantes etcétera- han adquirido una importancia extraordinaria

Rodolfo Lara Laguna

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Con la invención del motor de combustión interna nació el automóvil. Este invento propició que el petróleo y sus derivados –aceites, plásticos, insecticidas, gas, fármacos, fertilizantes etcétera- adquirieran una importancia extraordinaria. En nuestros días, prácticamente todo el transporte –autobuses, aviones, trenes y barcos –depende del petróleo A través de estos medios se trasladan personas y mercancías en todo el mundo. A ello se debe que el petróleo sea considerado el motor de la economía y el elemento clave del desarrollo industrial.

Lamentablemente no todos los países poseen este recurso en abundancia. El llamado oro negro se concentra en la actualidad en menos de veinte países a nivel mundial. Estos son: Arabia Saudita, Iraq, Emiratos Arabes, Kuwait, Irán, Venezuela, Rusia, Estados Unidos, Libia, Nigeria, China, Noruega, Reino Unido, Dinamarca y México. La escasez y la condición de recurso no renovable hace del petróleo una fuente de constantes conflictos políticos y militares. Rebeliones, golpes de Estado y guerras entre naciones han sido provocadas durante el siglo XX y principios del XXI por la posesión del petróleo.

Como todo mundo sabe, la invasión de los Estados Unidos de América en el 2003 a Iraq se produjo, no porque el régimen de Saddam Hussein estuviera produciendo armas de destrucción masiva- como argumentó el presidente Bush-, sino porque nuestros vecinos ya tienen que comprar casi el 55% del petróleo que consumen, y el país invadido posee las segundas reservas petroleras a nivel mundial.

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A fines de la dictadura porfirista la expansión del capital extranjero procedía de tres países, Estados Unidos, Inglaterra y Francia. “El grupo de las 170 sociedades anónimas más importantes que existían en México en 1910- nos informa José Luis Ceceña en” México en la órbita imperial”- tenían un capital conjunto de 1850 millones de pesos”. Este capital estaba invertido en ferrocarriles, bancos, minería ,industria, electricidad, petróleo , agricultura y comercio. Las inversiones extranjeras representaban el 77.7 por ciento del total de las 170. Esto es, el capital extranjero controlaba la parte más dinámica de la economía nacional. Así , el capital extranjero “ tenía una intervención que iba desde el 53 por ciento en los ferrocarriles hasta el 100 por ciento en petróleo”.

Pese a ciertos temores, el dictador Porfirio Díaz auspició la penetración del capital extranjero otorgando concesiones, exentando de impuestos a los inversionistas y apoyando con toda la fuerza del Estado a los extranjeros cuando entraban en conflictos con los nacionales. Esta complicidad no fue gratuita. Funcionarios del régimen porfirista eran socios menores o fungían como colaboradores de las corporaciones en calidad de consejeros o funcionarios. Así, Enrique C. Creel, ministro de Relaciones Exteriores era consejero del Banco Central Mexicano( de control francés), Consejero de la Compañía Mexicana de Petróleo. “El Aguila”(inglesa) y Consejero del Kansas City Mex. Y Orient Ry (EUA.). El general Manuel González, Ministro de Guerra y Marina era Presidente. del Banco de Londres y México y Consejero de Cia. Manuf. “Buen Tono”(de control francés). El Subsecretario de Relaciones Exteriores, Rosendo Pineda era consejero de Pan American Company. Y de la Pan American Raiway (francesa).El Lic. Pablo Macedo, Presidente del Congreso en 1907 y 1910 era funcionario y consejero en diez empresas de origen francés, norteamericanas e inglesas. Y , para no desentonar, el hijo del dictador, Porfirio Díaz Jr. figuraba en el consejo de administración de la Pan American Railway y de la petrolera inglesa “El Aguila”; así mismo su suegro y esposa- doña Carmelita- eran accionistas de esta compañía. El mismo Pearson- dueño del Aguila- regaló acciones al presidente Díaz, “quién años más tarde las vendería en París durante su destierro.”

Esta asociación, perversa para el país, se multiplicaba en cada una de las entidades federativas. De este modo jueces, magistrados, presidentes municipales, gobernadores, diputados, senadores, miembros del ejército, ministros y presidente de la república se convirtieron en socios y siervos de los intereses extranjeros. A cambio de limosnas los porfiristas entregaron al país a las corporaciones trasnacionales.

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Al caer la dictadura porfirista y al asumir la presidencia de la república Francisco I Madero se impuso el primer impuesto a las compañías petroleras: veinte centavos por tonelada. La respuesta del gobierno norteamericano no se hizo esperar; fue una protesta violenta, lo que demuestra el espíritu y la práctica imperialista de los yanquis: “El gobierno de Estados Unidos, por mi conducto- lo firma el Secretario de Estado-, pide la eliminación inmediata de la actitud hostil de su gobierno hacia las empresas norteamericanas, así como la suspensión del cobro petrolero de diez centavos- el equivalente norteamericano- por tonelada”.

Como el presidente Madero no se alineó con los intereses norteamericanos, el embajador Henry Lane Wilson convirtió la embajada yanqui en el centro de la subversión antimaderista. Aquí se firmó el Pacto de la Embajada en donde se impulsó la alianza de Felix Díaz y el general Victoriano Huerta y, finalmente el golpe de estado huertista que concluyó con la caída de Madero y su asesinato posterior , junto al vicepresidente José Ma. Pino Suárez. La traición de Huerta, la intromisión del embajador norteamericano en la vida política de México y el asesinato del presidente y vicepresidente cimbraron al país. De norte a sur miles de mexicanos se levantaron en armas en contra de Victoriano Huerta. De esta lucha surgieron fuertes liderazgos: Carranza, Obregón, Villa y Zapata. Ante la creciente ola revolucionaria Huerta terminó huyendo del país.

Durante el enfrentamiento contra la dictadura huertista los empresarios petroleros , a fin de que sus pozos no fueran afectados por las acciones bélicas, conformaron prácticamente un ejército a su servicio dirigido por el general Manuel Pelaez. A éste la Huasteca Petroleum le entregaba cada mes entre cincuenta y cien mil pesos oro para el sostenimiento de sus tropas. La compañía de Pearson- El Aguila-le cedió veinte pozos convirtiéndolo en su asociado. Durante seis años ningún grupo armado pudo penetrar el territorio de las trasnacionales petroleras. Mientras tanto la violencia en el territorio nacional se multiplicó al provocarse primero la Intervención Norteamericana en 1914 a través del puerto de Veracruz y después en 1916 mediante la expedición yanqui en el norte del país.

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Al salir Huerta de México estalló la lucha fratricida entre los grupos revolucionarios vencedores. Villa y Zapata se unen para luchar contra Carranza y Obregón. Venustiano Carranza a fin de consolidar su liderazgo convocó a un congreso constituyente, mismo que elaboró una nueva Constitución, la de 1917.

Destaca de manera fundamental el artículo 27 constitucional. Este recoge los anhelos de los mexicanos que, cansados de las humillaciones de las empresas extranjeras, establecieron en este precepto un nuevo orden en el aprovechamiento de los recursos naturales de la nación mexicana. En su parte fundamental el artículo mencionado establece: “La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional, corresponde originariamente a la Nación, la cual ha tenido y tiene el derecho de trasmitir el dominio de ellas a los particulares, constituyendo la propiedad privada. Las expropiaciones sólo podrán hacerse por causa de utilidad pública y mediante indemnización.”

”Corresponde a la nación el dominio directo de todos los recursos naturales de la plataforma continental y los zócalos submarinos de las islas, de todos los minerales o sustancias que en vetas , mantos, masas o yacimientos, constituyan depósitos cuya naturaleza sea distinta de los componentes de los terrenos, tales, como los minerales de los que se extraigan metales y metaloides, utilizados en la industria; los yacimientos de piedras preciosas , de sal de gema y las salinas formadas directamente por las aguas marinas; los productos derivados de la descomposición de las rocas, cuando su explotación necesite trabajos subterráneos; los yacimientos minerales u orgánicos de materias susceptibles de ser utilizadas con fertilizantes; los combustibles minerales sólidos; el petróleo y todos los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos…” “Tratándose del petróleo y de los de hidrógeno sólidos , líquidos o gaseosos o de minerales radiactivos , no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que, en su caso, se haya otorgado y la Nación llevará a cabo la explotación de esos productos, en los términos que señale la ley reglamentaria respectiva.”

El dictador Porfirio Díaz auspició la penetración del capital extranjero otorgando concesiones, exentando de impuestos a los inversionistas y apoyando con toda la fuerza del Estado a los extranjeros cuando entraban en conflictos con los nacionales

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Todos los abusos y toda la soberbia cometidos por las compañías petroleras extranjeras en México se resume en la experiencia tabasqueña. El relato lo escribe Amado Alfonso Caparroso, quien fuera secretario particular del hombre del sureste, Tomás Garrido Canabal. Esto reseña en su libro “Tal cual fue Garrido”:

“En 1921 se presenta en Tabasco el inglés James de Rotschids, representante de las compañías petroleras El Aguila y la Royal Dutch, rubicundo, alto y corpulento, hacía gala de prepotencia; además de ingenieros y geólogos y ayudantes , contaba con todo el respaldo del jefe de la guarnición militar Luis T. Mireles, quien por padecer del vitiligo le apodaban El Pinto. A Rotschids le decían el Duquesito, por sus modales aristocráticos. Mientras realizaban las compañías las excavaciones petroleras en Macuspana y Jalapa, tanto sus guardias blancas como la tropa que a su disposición envió el Pinto Mireles, cometían toda clase de atropellos con los campesinos en cuyas propiedades o ejidos se hacían las exploraciones. El gobernador Tomás Garrido Canabal mandó llamar tres veces al Duquesito y tres veces recibió la misma respuesta: NO TENGO TIEMPO PARA HABLAR CON ESE SEÑOR. Garrido enviaba sus quejas al Pinto Mireles y éste nomás tomaba notas.

Pero a los pocos días, LAS GUARDIAS DE Rotschid MATARON A UN INDIGENA en Tepetitán y la indignación de Garrido fue grande. ¿Cómo iniciar un juicio contra el Duquesito y contra las poderosas compañías petroleras respaldadas por la escuadra inglesa anclada en Honduras Británicas y en la Martinica?. Garrido, hombre de acción, ordena a Francisco Gamas, José Piñera y el mayor Ocampo Ferrer que plagiaran a James de Rotschids . Y una noche, cuando el duquesito se dirigía a su habitación en el hotel Palacio, el comando garridista desarma y ata a su guardaespaldas y de inmediato embarcan a Rotschids en el motor de Santiago Chanti. Lo desembarcan en Acachapan y Colmena y ahí lo esparaban unos monteros y guías con caballos y mulas. Su destino fue Guatemala. En el trayecto, el duquesito trató de escapar y siguiendo previas órdenes de Garrido, le dieron cincuenta azotes, con la advertencia de que en la próxima serían cien. Y Rotchids aceptó con humildad franciscana su condición de reo: harapiento y sin zapatos y con una soga al cuello, durante las caminatas nocturnas. De Rotschids y su arrogancia imperial, no quedaba más que un guiñapo humano.

El escándalo fue mayúsculo allá en México. La prensa atacando a Garrido; la embajada inglesa protestó ante el gobierno de Obregón y aquí en Tabasco El Pinto Mireles busca afanoso e infructuosamente a su protegido y a la vez benefactor. (Este es el problema con los inversionistas extranjeros. Siempre que son afectados sus intereses acuden a sus gobiernos de origen para que los defiendan. De ahí que todo conflicto local se convierte , si se tocan los intereses extranjeros, en un problema internacional). El secretario de Gobernación, Plutarco Elías Calles, envía un telegrama a Garrido y éste se presenta ante Álvaro Obregón. Era la primera entrevista que sostenía el Sagitario Rojo con un presidente. Ante la imponente personalidad del Manco de Celaya, Garrido no perdió ecuanimidad. Obregón le habló de las protestas inglesas, de la belicosidad imperial, de la difícil situación financiera de México y le reclamó su muy personal forma de hacer justicia. Garrido escuchó y luego le explicó detalladamente el proceder del Duquesito, los atropellos de sus guardias y la irreverencia ante el gobierno del Estado. Obregón se indignó, su rostro rubicundo fue más astuto y le dijo a Garrido estas palabras de fuego: “El presidente de México condena su proceder, pero el ciudadano Álvaro Obregón lo felicita y le aconseja : para la próxima , dele más azotes y mándelo a chingar a su madre”.

En este breve relato queda claro: 1)que el duquesito inglés no respetaba ni las leyes ni a las autoridades 2) que el jefe militar del estado obedecía al extranjero, pero no al gobernador 3) que la compañía petrolera tenía guardias blancas a su servicio, esto es, pistoleros a sueldo 4) que los extranjeros hasta mataban mexicanos sin que fueran castigados y 5) que los extranjeros se sentían superiores a cualquier autoridad nacional. ¿Y todavía así quieren algunos mexicanos que se privatice PEMEX? ¿Qué vuelva la soberbia de los extranjeros y el ninguneo de los compatriotas?

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Pese a que el general Obregón conocía a fondo la actitud soberbia de las empresas petroleras y sus ambiciones desmedidas no pudo someterlas al orden nacional. Fracasó , así mismo , su intento de elaborar la ley reglamentaria del artículo 27 constitucional, que de aprobarse hubiese obligado a las trasnacionales a dejar parte de sus cuantiosas ganancias en nuestro país; además de acatar las leyes nacionales. En suma; la Constitución de 1917 en el gobierno de Obregón siguió sin aplicarse totalmente ante la desobediencia constante del capital petrolero extranjero.

Corresponde al General Plutarco Elías Calles tan difícil tarea. En 1925 promulgó la Ley Petrolera que reglamenta el artículo 27 Constitucional. La respuesta norteamericana no se hizo esperar. Otra vez la embajada norteamericana- como en los tiempos de Madero-fue la madriguera de la subversión. Las compañías petroleras bajaron la producción a fin de dar menos ingresos al gobierno por concepto de impuestos; el desacato a la ley se generalizó entre las corporaciones; finalmente el presidente Calles envió al ejército a la zona petrolera para hacer cumplir la ley. La intervención militar yanqui flotaba en el ambiente político de México. Esta ya se había preparado con la intervención del Presidente norteamericano Calvin Coolidge. Una copia del plan de invasión- y cuyo objetivo final era la conformación de un estado petrolero independiente de México-fue sustraída de la embajada gringa. Con el documento en las manos , Calles envió copias a las embajadas de México en Europa y una a Argentina. “Cuando se tuvo noticias de que la invasión sería cuestión de horas…Calles se dirigió telegráficamente al presidente Coolidge , informándole de que con una persona de absoluta confianza le enviaba documentos que deseaba conociera antes de que se cometiera el crimen planeado contra México”. (Mario Gil, “Nuestros buenos vecinos, p.210). A éste le informó que tan pronto se iniciara la invasión militar la prensa a nivel mundial publicaría el plan de invasión para que de este modo la opinión pública tomara nota de la mala fe norteamericana. Al general Lázaro Cárdenas, jefe de operaciones de la zona petrolera, le ordenó incendiar los pozos petroleros si la invasión se consumaba. “Vamos a iluminar a Nueva Orleáns-afirmó Calles-desde México”.

Ante el descubrimiento del plan de invasión el presidente Coolidge dio marcha atrás y prefirió negociar. Para ello cambió de embajador. En octubre de 1927 fue nombrado como nuevo diplomático Dwight Morrow. No obstante , los petroleros actuando por su cuenta financiaron- afirma Martín Moreno en su obra “México Negro”- una rebelión más , la que encabezaron los generales Francisco Serrano y Arnulfo Gómez. Descubierto el complot ambos fueron aprehendidos y pasados por las armas. La llegada de Morrow a México cambió al presidente Calles y consecuentemente la política revolucionaria de su gobierno. Para empezar modificó la Ley petrolera.

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¿Por qué algunos militares –y todo tipo de autoridades mexicanas-se ponían al servicio de los extranjeros? Por la corrupción, porque vendían su alma y su conciencia a las corporaciones trasnacionales. Por su alta traición a la patria recibían dólares o libras esterlinas. Cuenta el general Lázaro Cárdenas cómo trataron de comprarlo cuando estuvo como jefe de operaciones -1925- en la Huasteca, en Cuauhtémoc , cerca de Tampico, Tamaulipas. Esta es su historia:

“Apenas llegado, un reportero invitado a su mesa le preguntó:

__¿Qué tal, le agrada a usted su nuevo puesto?

__Bien __contestó Cárdenas__. A ningún oficial del ejército le importa el lugar adonde se le envía.

__¡Ah, pero yo me refiero a la cuestión económica!

__¿Qué intenta usted decir?

__Lo que es público y notorio: que en esta región las compañías petroleras se preocupan mucho por la situación económica de los jefes militares.

Cárdenas dio un puñetazo sobre la mesa y salió del comedor diciendo:

___¡Es usted un perfecto animal!

Y después de todo, el reportero tenía razón. A los pocos días, como el General sólo disponía de un viejo Hudson, a punto de exhalar el último suspiro- si así puede decirse hablando de automóviles_, se presentó un empleado de cierta empresa con un Packard nuevo que estacionó frente a su casa.

__Señor General, mi compañía, en prueba de su estimación y respeto, considera un honor ofrecerle el auto que está a la puerta. Desde este momento es suyo sin ninguna condición.

__Sírvase usted –le respondió Cárdenas- expresar a su compañía que estoy sumamente agradecido por el regalo que me hace, pero que irrevocablemente lo rehuso. He traído un automóvil conmigo, que para mis necesidades es suficiente. Muchas gracias.” (Fernando Benitez)

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En 1934 asume la presidencia de la república el general michoacano Lázaro Cárdenas del Río. A Cárdenas- y al pueblo que le apoyó- le corresponde la gloria de haber destruido el poder funesto de las empresas petroleras inglesas y norteamericanas. Como el mismo presidente expresó en el manifiesto dirigido a la nación: “Las compañías petroleras han alentado casi sin disimulo, ambiciones de descontento contra el régimen del país cada vez que ven afectados sus negocios…Han tenido dinero, armas y municiones para la rebelión. Dinero para la prensa antipatriótica que las defiende. Dinero para enriquecer a sus incondicionales defensores. Pero para el progreso del país… no hay dinero.” Esta situación de vasallaje hacia el extranjero había que terminarla. México no podía ser libre ni independiente mientras unos miserables millonarios extranjeros no respetaran las leyes y autoridades mexicanas. Cárdenas con valentía y enorme capacidad política, al expropiar a las empresas petroleras el 18 de marzo de 1938, mandó al basurero de la historia el dominio extranjero.

¿Cómo se inició este proceso? El conflicto nació a través de las luchas sindicales. Meses antes de iniciar su gobierno estallaron dos huelgas ; una en la Compañía Petrolera El Aguila y otra en la Huasteca Petroleum Company. Ambas fueron ganadas por los trabajadores. Cárdenas inició su mandato el 1º. de diciembre de 1934. Al iniciar el nuevo año estalló de nuevo la huelga en El Aguila. Se pedían las horas extras que no se habían pagado durante años. Enseguida otra huelga tocó las puertas de La Huasteca y la Pierce Oil Co. Ambas paralizaron la producción de gasolina, lo que a su vez desató una ola huelguística en el sector de los transportes. Los electricistas proclamaron una huelga de solidaridad con los petroleros lo que paralizó las actividades en ciudades del centro, norte y sur del país. A la ola se sumaron también los telefonistas. Todo esto dentro de los primeros tres meses del gobierno del general Cárdenas.

Al asumir la presidencia de la república Francisco I Madero se impuso el primer impuesto a las compañías petroleras: veinte centavos por tonelada

La cadena huelguística enfrentó al presidente Cárdenas con el llamado Jefe Máximo de la Revolución, Plutarco Elías Calles. Mientras el Caudillo sonorense , apoyado por los intereses imperialistas y oligárquicos , hacía declaraciones en la prensa condenando la ola huelguística , el presidente michoacano se solidarizaba con los trabajadores mexicanos. Para enfrentar al llamado Jefe Máximo de la Revolución, Cárdenas pidió la renuncia a todo el gabinete-la mayoría callista, incluyendo al propio hijo de Calles-, cambió la dirigencia del Partido Revolucionario Nacional y promovió la caída de la mayoría de los gobernadores que daban obediencia a Calles a través de la desaparición de poderes en los estados. Al mismo tiempo destituyó de las comandancias militares en los estados a los generales adeptos al callismo sustituyéndolos por militares leales al nuevo régimen. Antes había sustituido también a todos los miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que , como es obvio suponer, actuaban acordes al maximato. Finalmente, el propio Calles se autoexilió el 19 de junio de 1934.Posteriormente regresó a México con el pretexto de defender al callismo y acusar al presidente Cárdenas de comunista. La respuesta fue contundente: los trabajadores organizaron manifestaciones contra Calles hasta que al calor de estos enfrentamiento es expulsado del país el 10 de abril de 1936 hacia los Estados Unidos.

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Además del debilitamiento del callismo y del fortalecimiento de las estructuras del poder presidencial cardenista, hay dos pasos fundamentales que permitieron la expropiación petrolera: 1) el decreto de la Ley de expropiaciones, que reglamentó, ¡por fin! el artículo 27 constitucional y 2)la fusión de todos los sindicatos petroleros-había 15 organizaciones de trabajadores-en uno solo: el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana. Este se afilió de inmediato a la nueva central obrera que se acababa de crear : la Confederación de Trabajadores de México (CTM), dirigida entonces por el maestro y filósofo Vicente Lombardo Toledano.

El 3 de noviembre de 1936 el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), a través de un contrato colectivo, demandó una serie de prestaciones económicas y administrativas que pretendía igualar las condiciones laborales de los trabajadores petroleros ya que éstos se movían en diferentes empresas y habían pertenecido a diferentes sindicatos. Las peticiones obreras se resolvían con 26 millones de pesos, mismos que se negaron a pagar las compañías extranjeras argumentando la carencia de recursos para tal fin. La huelga estalló en toda la zona petrolera del país provocando caos y desorden económico. Como esto afectaba a la nación, más que a los extranjeros, la CTM pidió a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje que el litigio fuera declarado un Conflicto Económico a fin de provocar la suspensión de la huelga, mientras una comisión de peritos estudiaría la situación económica de las empresas para así dictaminar si éstas estaban en condiciones de pagar los 26 millones de pesos que demandaba el sindicato petrolero.

Durante un mes trabajó la comisión. Y pese a que las empresas extranjeras trataron de comprar a algunos de sus integrantes, estos respondieron con dignidad a las propuestas corruptas. El dictamen emitido informó lo que los mexicanos ya intuían: los petroleros extranjeros vendían a México más caros los productos petroleros que a los países extranjeros; los salarios de los trabajadores petroleros eran inferiores al de los electricistas y mineros; no contaban , además , con servicios médicos dignos. Sus utilidades siempre habían sido extraordinarias, dado que prácticamente no pagaban elevados impuestos , como sí lo hacían en sus respectivos paises. Podían , por lo tanto, pagar más de los 26 millones que había demando el sindicato petrolero.

En diciembre de 1937 la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje emite un dictamen a favor de los trabajadores y en contra de las compañías extranjeras. Estas se niegan a acatar el laudo y recurren al amparo ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación. El 1º. De marzo de 1938 la Corte negó el amparo a las corporaciones trasnacionales. Las compañías, aún así, se negaron a respetar el fallo del tribunal supremo. Ante esta negativa el conflicto sindical se había convertido en un problema político nacional. En efecto, si las compañías extranjeras no acataban las decisiones de las autoridades nacionales , entonces ¿quién mandaba en el país? ¿Había o no presidente de la república? ¿Tenían mayor autoridad 17 compañías que el Jefe del Estado Mexicano? En esos términos estaba planteado el conflicto. O México era un país libre e independiente , o era una simple Colonia al servicio de una pequeñísima minoría de extranjeros? Afortunadamente Cárdenas respondió al reto con patriotismo y valentía. Sin embargo, todavía el 7 de marzo el General tuvo una reunión con los representantes de las compañías para ver si había condiciones para un arreglo. Estos de manera soberbia trataron al presidente:

___¿Y quién nos garantiza que el aumento será solamente de 26 millones?

____ Yo lo garantizo.

____¿ Usted?

_____Si, lo garantiza el Presidente de la República.

El que preguntó no pudo contener una leve sonrisa. El Presidente Cárdenas se puso de pie y les dijo : “señores , hemos terminado”. (Fernando Benitez,”Lázaro Cárdenas y la Revolución Mexicana”) Y, efectivamente, en marzo se terminó para siempre , en cuestiones petroleras , con las relaciones de servidumbre hacia el extranjero.

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El 12 de marzo del mismo año Hitler invadía con sus tropas Austria. La Segunda Guerra Mundial había estallado. El momento de la expropiación había llegado. A Estados Unidos no le convenía invadir a México ya que tarde o temprano tendría que entrar a la guerra en contra de los países fascistas. Esta coyuntura política-militar evitó que el presidente de los Estados Unidos se aliara con los dueños de las compañías petroleras. Cuando éstos fueron por la mañana del 18 de marzo al Palacio Nacional para aceptar pagar los 26 millones de pesos, era demasiado tarde. Por la noche , a través de la radio, el presidente Lázaro Cárdenas se dirigió al país para declarar que con base a la Ley Expropiatoria y al artículo 27 constitucional se decretaba la expropiación por causa de utilidad pública y a favor de la nación todos los bienes de las compañías petroleras inglesas y norteamericanas, comprometiéndose el gobierno a pagar la indemnización respectiva en un plazo que no excedería de diez años.

De norte a sur miles de mexicanos se levantaron en armas en contra de Victoriano Huerta. De esta lucha surgieron fuertes liderazgos: Carranza, Obregón, Villa y Zapata. Ante la creciente ola revolucionaria Huerta terminó huyendo del país.

El decreto en su parte fundamental afirmaba:

“Artículo 1º. Se declaran expropiados por causa de utilidad pública y a favor de la Nación, la maquinaria, instalaciones, edificios, oleoductos, refinarías, tanques de alamacenamiento, vías de comunicación, carros tanques , estaciones de distribución, embarcaciones y todos los demás bienes muebles e inmuebles de propiedad de la Compañía Mexicana de Petróleo “El Aguila”, S.A., Compañía Naviera San Cristóbal, S.A.,Compañía Naviera San Ricardo,S.A., Huasteca Petroleum Company, Sinclair Pierce Oil Company,; Mexican Sinclair Petroleum Corporation, Stafford y Compañía, S.en C., Pen Mex Fuel Company, Richmond Petroleum Company de México, California Standard Oil Company of México, Compañía Petrolera el AGCI, S.A., Compañía de Gas y Combustible Imperio, Consolidated Oil Company of México, Compañía Mexicana de Vapores San Antonio., S.A., Sabalo Transportation Compan y, Charita, S.A., y Cacalilao, S.A.” ¡Por fin después de veinte años la Constitución, producto de una sangrienta lucha en donde murieron alrededor de un millón de mexicanos, se hacía realidad! La dignidad había triunfado sobre el dinero. México, al fin , era soberano.

Pero la resistencia imperialista y oligárquica todavía dio sus patadas de ahogado al financiar el último levantamiento militar en contra del presidente Cárdenas por haber expropiado las empresas petroleras extranjeras. Lo hicieron a través del general Saturnino Cedillo, quien se rebeló en San Luis Potosí y que al no contar con el apoyo popular respectivo fue aprehendido y pasado por las armas. Una muerte más a cuenta de las ambiciones imperialistas. A este levantamiento hay que agregar un conjunto de acciones que entorpecían la marcha de la nación en la economía como en la vida política del país, tales como el rompimiento relaciones diplomáticas de Inglaterra con México. Estados Unidos declaró un boicot a los productos mexicanos. Las empresas expropiadas sacaron sus dólares del país, retiraron a sus técnicos, sus barcos y los carros tanques, amén de haber destruido parte de los equipos. La CONCAMIN y la CONCANACO llamaron bandoleros a los trabajadores. Hubo fuga de capitales y ,finalmente, se produjo la devaluación del peso mexicano.

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Con la expropiación nació Petróleos Mexicanos (PEMEX) como empresa estatal. Las condiciones de su nacimiento no permitían crear expectativas exitosas. “Sin dinero , sin técnicos, sin transportes, sin refacciones, sin ventas exteriores, México,- afirma Fernando Benitez- en el mejor de los casos , estaba condenado a perecer ahogado en su propio petróleo.” Esto presagiaron los propios extranjeros: “Ustedes- arguyó O, Malley, embajador inglés, dirigiéndose al Secretario de Hacienda de México-han cometido un grave error al expropiar a las empresas y van a sufrir las consecuencias. Más tarde nos rogarán que volvamos y volveremos en mejores condiciones”. Afortunadamente la creatividad de los mexicanos, expresada a través de la industria del remiendo, sacó a flote a PEMEX.

PEMEX, pese a la corrupción de muchos de sus funcionarios y de muchos líderes sindicales, es hoy por hoy la primera empresa del país y una de las mejores del mundo. Es una empresa de clase mundial que aporta excelentes ingresos al gobierno federal. En 1970 –nos informa la economista Ifigenia Martínez- los ingresos fiscales del petróleo representaban el 5% con una producción de alrededor de un millón de barriles diarios; en la actualidad con una producción de 3 millones de barriles diarios la aportación ascendió al ¡ 39 %!, esto es, casi la mitad de los ingresos del gobierno federal. Si esto es así , entonces ¿por qué pretender privatizar una empresa- la segunda en su ramo a nivel internacional – de clase mundial? Otra pregunta que nos hacemos los mexicanos es, si el petróleo es escaso en el orbe y quien lo posee no lo tiene para la eternidad, puesto que es un recurso no renovable y, si se afirma que México tiene petróleo para diez años ¿por qué continuar con una explotación intensiva, como la actual? ¿Por qué no se racionaliza la producción ?

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Desde fines del siglo XX los Estados Unidos ya no son autosuficientes en petróleo. Siendo el país productor número uno en las primeras cuatro décadas del siglo pasado terminó, al inicio del presente siglo, dependiendo del mercado externo. Esta situación de dependencia ha provocado una política imperialista que en suma pretende controlar por la fuerza las zonas petroleras del mundo. La doctrina Carter formulada en enero de 1980 así lo contempla al expresar que “dondequiera que el flujo petrolero extranjero sea definido por los Estados Unidos como asunto de seguridad nacional será merecedor de la protección militar estadounidense.”(Michael T. Klare, “Sangre y Petróleo”, p.201). Por eso mismo, nuestros vecinos controlan en la actualidad política y militarmente a cuatro de los cinco países- todos se encuentran en la zona del Golfo Pérsico- que poseen la mayoría de las reservas verificadas del mundo. Sólo les falta Irán .Esta experiencia actual nos muestra que “a diferencia de otras guerras anteriores , en las que una vez terminadas las hostilidades era posible retirar las fuerzas, …ahora estos conflictos “ van a demandar la presencia PERMANENTE de soldados estadounidenses. Por lo menos , mientras sigamos necesitando de esas fuentes para una proporción significativa de la energía que consumimos”.(Michael T. Klare, op.cit.)

México, Venezuela y Colombia- los productores de petróleo en América Latina-, como se ve están en peligro. Ya en Venezuela intentaron los norteamericanos, en alianza con la oligarquía nativa, dar un golpe de estado en contra del gobierno de Hugo Chavez, precisamente porque este gobernante no se ha puesto al servicio del imperio; ya en Colombia hay asesores militares para “proteger oleoductos” y; finalmente , presionan a México para privatizar el petróleo.

Es pues a los gringos a quienes les interesa el control del petróleo mexicano. Pero también a los neoliberales les urge la privatización de Petróleos Mexicanos.; ya se sueñan ocupando cargos menores – como los que tuvieron los científicos y porfiristas- en los consejos de administración de las trasnacionales y recibiendo las migajas en dólares. En esta nefasta tarea están metidos un sector del Partido Revolucionario Institucional y el Partido- que nació en 1939 en contra del cardenismo-Acción Nacional.

Afortunadamente la conciencia popular está en contra de la privatización, de la venta de PEMEX. Así se demostró durante las movilizaciones que se dieron en todo el país durante el 2008 bajo el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador. Gracias a esta batalla, que comprendió la lucha en las calles y en las cámaras de diputados y senadores, al tomarse las respectivas tribunas, se derrotaron los proyectos privatizadores de Felipe Calderón y el diputado priista Beltrones. Pero la batalla continúa. Afortunadamente el modelo neoliberal y rapaz ha fracasado. La crisis que estalló a fines del año pasado en la madriguera del capitalismo, los Estados Unidos, la ha dado la razón a quienes han criticado y luchado en contra de este sistema político y económico. Cada día será más difícil para la oligarquía nacional y extranjera privatizar el petróleo nacional. Pero no hay que bajar la guardia.

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El proyecto para vender a PEMEX es parte fundamental de la línea estratégica del capital internacional. La privatización es el arma de las trasnacionales; por eso es la recomendación reiterada del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional; es el caballo de Troya del imperialismo para apoderarse de los recursos de los países subdesarrollados; es, finalmente, toda una filosofía de vida que ve en el poder del dinero- por encima de la dignidad del hombre- la salvación nacional y personal. El premio nobel de literatura 1998, José Saramago, lo expresa de mejor manera:

“De regreso de un viaje de Bolivia y Argentina mis cuñados María y Javier traen el periódico Clarín del 30 de agosto. En él , viene la noticia de que va a ser presentada al parlamento peruano una nueva Ley de Turismo que contempla la posibilidad de entregar la explotación de zonas arqueológicas importantes como Machu Picchu y la ciudadela preincaica de Chan Chan a empresas privadas mediante concurso internacional. Clarín llama a esto “la loca carrera privatista de Fujimori – actualmente preso por la corrupción de su gobierno-“. El autor de la propuesta de ley es un tal Ricardo Marcenado, presidente de la Comisión de Turismo, Telecomunicaciones e infraestructura del Congreso peruano, que alega lo siguiente: En vista de que el Estado no ha administrado bien nuestras zonas arqueológicas ¿qué pasaría si las otorgáramos a empresas especializadas en esta materia que vienen operando en otros países con gran efectividad? A mí me parece bien-continúa Saramago-. Que se privatice Machu Picchu, que se privatice Chan Chan, que se privatice la Capilla Sixtina, que se privatice el Partenón, que se privatice Nuno Goncalves, que se privatice el Descendimiento de la cruz de Antonio Crestalcore, que se privatice el Pórtico de la Gloria de Santiago Compostela, que se privatice la cordillera de los Andes, que se privatice todo, que se privatice el mar y el cielo , que se privatice el agua y el aire, que se privatice la justicia y la ley, que se privatice la nube que pasa, que se privatice el sueño sobre todo si es diurno y con los ojos abiertos. Y finalmente, para florón y remate de tanto privatizar, privatícese los Estados, entréguese de una vez por todas la explotación a empresas privadas mediante concurso internacional. Ahí se encuentra la salvación del mundo…Y, metidos en esto, que se privatice también la puta que los parió a todos “.