NACIONES UNIDAS, 22 de octubre (PL).— El incremento de las agresiones y nuevos métodos utilizados por Estados Unidos contra Cuba mediante emisoras radiales y televisivas fueron denunciadas hoy aquí como evidencia del total desprecio de Washington por las normas que rigen las relaciones internacionales.
Al intervenir en el debate de la IV Comisión de la Asamblea General sobre Cuestiones Relativas a la Información, el embajador cubano Rodrigo Malmierca reiteró los mantenidas ataques radioeléctricos del gobierno norteamericano contra su país.
Esas agresiones infringen abiertamente los principios del Derecho Internacional que rigen las relaciones entre los Estados y las normas y reglamentos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, puntualizó.
Malmierca dijo que cada semana emisoras radicadas en el territorio norteamericano transmiten hacia Cuba más de mil 920 horas de radio y televisión por 32 diferentes frecuencias de onda media, corta, FM y TV.
Añadió que como muestra de la nueva escalada de agresión contra Cuba, desde el año 2003 el gobierno estadounidense utiliza un avión militar C-130 del Pentágono, con alcance de 200 kilómetros, para enviar esa señal televisiva, a un costo de 150 mil dólares por cada emisión.
Añadió que tres de las 27 emisoras que transmiten programaciones subversivas contra Cuba son propiedades del gobierno de Washington; la Voz de las Américas y las mal llamadas Radio y TV Martí.
La decisión del tipo de información que desea recibir el pueblo de Cuba, le corresponde de manera soberana a nuestro país y no a los que desde la administración gubernamental de los Estados Unidos malgastan los aportes de los contribuyentes, subrayó el embajador Malmierca.
El diplomático llamó por la necesaria creación de un Nuevo Orden Mundial de la Información y las Comunicaciones, luego de advertir que el flujo informativo se produce de manera muy peculiar.
Las noticias que se divulgan o se silencian son las que convienen a los poderosos, se impone la mentira, se manipula la historia, se legitima la discriminación y se ultraja la libertad de expresión y de información, opinó.
El Embajador pidió que el mundo subdesarrollado sea tratado de manera especial en el Sistema de Información de la ONU y precisó que sus Centros de Información diseminados por el mundo deben desempeñar un papel más activo en la difusión de información equilibrada.
El uso de mecanismos de difusión, como por ejemplo la radio, debe continuar potenciándose como medio para contribuir a la información de las amplias poblaciones analfabetas que existen en los países del sur, subrayó.
Señaló que pese a sus limitados recursos, Cuba aplica con éxito en 15 países el Programa de Alfabetización Yo sí Puedo, premiado y reconocido por la Organización de las Naciones para la Educación, la Ciencia y la Cultura debido a su eficacia.
Por su parte, la funcionaria Rebeca Hernández dijo al replicar una intervención de la delegación de Estados Unidos, que los cubanos no pedimos sus trasmisiones y no las necesitamos.
No le corresponde al gobierno de Estados Unidos decidir qué tipo de información requiere Cuba. Sólo el pueblo cubano tiene derecho a determinar cómo y sobre qué se informa, afirmó la diplomática.
Lamentó que millones de dólares de los contribuyentes norteamericanos se desperdicien en transmisiones agresivas que en Cuba nadie ve ni oye.
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