DANIEL LIZÁRRAGA
A contrapelo de los discursos oficiales, la periodista Carmen Aristegui afirmó que el Estado mexicano ha sido incapaz de garantizar la seguridad y la vida de sus ciudadanos, así como de combatir la criminalidad, que llegó ya a niveles oprobiosos.
Así lo dijo el jueves 16 en su discurso al recibir el Premio Maria Moors Cabot 2008 por parte de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia a los comunicadores de excelencia que contribuyen al entendimiento de temas de interés para el hemisferio.
"Los poderes fácticos dominan por entero al país. El periodismo libre vive enormes acechanzas. Periodistas muertos o desaparecidos, en crímenes sin esclarecer, hacen de México un país de riesgo para nuestra profesión", advirtió la conductora del programa Aristegui de la cadena CNN en español.
El portal de la Universidad de Columbia presenta a Aristegui como la periodista que da voz a aquellos mexicanos que, de otro modo, no serían vistos ni oídos por sus posturas críticas. Los golpes periodísticos que dio en su anterior espacio, el programa Hoy por Hoy de W Radio, provocaron su salida forzada de esta cadena, perteneciente a Televisa y el grupo español Prisa.
"Aristegui explica y expone lo que hay de bueno y malo en México -y en el hemisferio- en su programa CNN en Español y en su columna en el periódico Reforma. Su valor sirve como un ejemplo para los periodistas, especialmente para las mujeres que luchan para hacer oír su voz", añade el centro de estudios.
En su discurso, Aristegui expuso que en un país como México no se puede hablar de una verdadera democracia cuando sólo dos empresas acaparan el 94% de la televisión nacional y actúan, en los hechos, como un poder capaz de someter al presidente de la República y al Congreso de la Unión.
Respecto a su salida de W Radio, comentó que en enero pasado la empresa Promotora de Informaciones, S.A. (Prisa) de España y Televisa de México maquinaron su salida del programa Hoy por Hoy, en el cual la periodista abordaba temas críticos y cuestionaba la realidad nacional, lo que a la postre resultó incómodo para quienes tomaron esa decisión.
"El caso de W Radio mostró cuán endeble puede ser un periodista y cuán vulnerable el derecho de los ciudadanos, cuándo en un país no se cuenta con una legislación moderna en materia de radiodifusión y telecomunicaciones", señaló.
Además de Aristegui fueron premiados Gustavo Sierra, editor de política internacional del diario bonaerense Clarín, Michel Smith, corresponsal del la revista económica Bloomberg Markets, y Sam Quiñones, periodista del Los Ángeles Times.
Para la actual conductora de CNN en Español, las condiciones por las que pasa el país ha generado un amplio fenómeno de autocensura, por demás entendible cuando va de por medio la vida del comunicador, pero el cual resulta intolerable cuando aquel que la practica lo hace por comodidad o para no ofender a los poderes establecidos.
"Son estos tiempos de involución política y de tentaciones autoritarias", sentenció Aristegui, quien es la tercera periodista mexicana en recibir el Premio Maria Moors Cabot; antes lo obtuvieron Alma Guillermoprieto (1999) y Elena Poniatowska (2004).
Otros ganadores mexicanos de este premio, considerado el más antiguo para los periodistas de América Latina y el segundo en importancia después del Pulitzer, son el fundador de Proceso y presidente del Consejo de Administración de CISA, Julio Scherer García (1971), Jesús Blancornelas (1998), Jorge Zepeda Patterson (1999), Alfredo Corchado (2007), Eloy O. Aguilar (2000), Rómulo O'Farril (1961) y Emilio Azcárraga (1958).
Tras dedicar el premio a su hijo Emilio, así como al columnista Miguel Ángel Granados Chapa, Aristegui dijo que la debacle financiera pone a prueba el conjunto de nuestros equilibrios y amenaza con agravar la ya de por sí insostenible desigualdad social. La crisis originada desde la soberbia y la irresponsabilidad de Wall Street, apuntó, provocará daños sociales de proporciones insospechadas.
"En este mundo nos tocó vivir. Un mundo lleno de interrogantes en un panorama que debe ser abordado, cubierto, investigado, desmenuzado y criticado por una prensa libre en beneficio de la sociedad", agregó.
Y remató así su intervención: "Las historias por contar son terribles. Sin embargo, nuestro trabajo es fascinante. No hay tiempo al tedio y somos, en el fondo, privilegiados. Ejercemos este que es, en palabras de García Márquez, el mejor oficio del mundo."
Periodistas amordazados
En forma paralela a la premiación, la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia organizó un foro enfocado al peligro que enfrentan los periodistas mexicanos frente al narcotráfico.
Al participar en este foro, la galardonada advirtió que los riesgos en la actividad periodística pueden involucrar desde el más poderoso de los medios de comunicación hasta al último de los trabajadores de la prensa.
"Es notable que la Universidad de Columbia haya decidido precisamente organizar este foro que, junto con las comisiones internacionales que han acudido a México, nos habla de la preocupación en algún ámbito del espacio internacional sobre lo que ocurre en México", puntualizó.
Denise Dresser, también analista de Proceso, habló en torno al tema general de la jornada: amordazados por el miedo.
Dijo que los periodistas encargados de cubrir narcotráfico se encuentran, precisamente, amordazados por el miedo; sin embargo, hay otros casos de personajes que han sido amordazados por la fuerza, y el más claro ejemplo -indicó- está sentado hoy aquí.
"Aristegui está marginalizada por un conflicto de intereses entre el gobierno y el miedo a la comunicación que ella sacó a la luz pública y que la obligó a salir del aire hace 10 meses. En una democracia funcional donde opere la competencia, Carmen irá a otra estación de radio, pero en México la concentración es tal que pequeños concesionarios temen a los más grandes", sentenció Dresser.
Por separado, el director general y presidente del Grupo Reforma, Alejandro Junco de la Vega, hizo una comparación entre lo que en este momento significa ser empresario y vivir copado por la inseguridad:
"En mi país se puede fracasar más rápidamente cuando se emprende un negocio que en el crimen organizado. El 75% de los negocios que se abren mueren dentro de los dos primeros años; el 80% se van dentro de los primeros tres años; el 90% para el final de la primera década.
"En contraste, el riesgo de fracasar como criminal, más allá de la muerte, es bastante bajo. Sólo 5% de los crímenes se reportan; de esos, sólo 15% de las víctimas presentan cargos y sólo un muy desafortunado criminal de cada 100 va a prisión."
Los premiados recibieron una medalla, 5 mil dólares y una placa de bronce. Se trata del galardón internacional de periodismo más antiguo del mundo que es otorgado por los fideicomisarios de la Universidad de Columbia por recomendación del decano de la Escuela de Periodismo de esa institución.
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