LA ULTRADERECHA EN QUERÉTARO
No era una tarea sencilla la de establecer las pautas históricas e ideológicas de la ultraderecha en Querétaro. Lauro Jiménez, ejemplar periodista y riguroso historiador ha logrado, con creces, cumplir esa tarea, llenar las lagunas informativas y descubrir los secretos de los que, al terminar la guerra cristera, se encapucharon y crearon organizaciones misteriosas y grupos de choque que pusieron al servicio de la iglesia oficial, de los empresarios, los medios de la derecha y las dos organizaciones políticas fundamentales de esa corriente ideológica: La Unión Nacional Sinarquista (ubicada en la ultraderecha) y el Partido Acción Nacional (colocado en una posición centrista en sus inicios y que, poco a poco, se fue inclinando hacia la derecha debido, en buena medida, a la colonización del Yunque y de otros grupos y grupúsculos del delirio ultraderechista).
En la primera parte de su excelente investigación, Lauro Jiménez se ocupa de los antecedentes de la ultraderecha queretana y estudia la vida y la obra de personajes como José Antonio Urquiza (versión criolla de José Antonio Primo de Rivera, fundador de la siniestra falange española, utilizada y, más tarde, relegada por el espadón Franco), Gonzalo Campos y las familias Urquiza Septién y Campos Loyola. Nos habla, además, de las primeras organización secretas que eran remanentes del movimiento cristero y, especialmente, de los que no aceptaron los tratados firmados por el Episcopado y el Gobierno federal para poner fin a una larga y cruel contienda militar. Entre otros grupos, Lauro analiza a la Legión o Base, a la conejos de la capital, a los Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara y al sinarquismo en sus etapas iniciales cuando enviaba a sus cuadros más brillantes a estudiar a la Academia de Mandos de la Falange española (hay fotos de estos militantes vestidos con la camisa azul y portando la bandera con las flechas de las J.O.N.S. -Juventudes de Ofensiva Nacional Sindicalista- de Onésimo Redondo). De acuerdo, Lauro, la U.N .S. y el PAN son hijos de la misma madre, pero siempre mantuvieron las distancias y mostraron marcadas diferencias: el Sinaquismo fue un movimiento fundamentalmente campesino, mientras que el PAN reclutó a sus miembros entre los sectores medios de la población. En fin... el sinarquismo fue (y es) una derecha cerril a la española y el PAN estuvo más cerca de la derecha francesa que tuvo en Maritain y en Mounnier a sus pensadores más notables. Gómez Morín y González Luna fueron hombres de gran cultura y sus planteamientos siempre fueron sensatos y democráticos. Más tarde, el PAN caería en la avalancha ultraderechista y, ya en el gobierno, daría (y da) muestras de ineptitud y de corrupción.
De especial interés en su análisis de la escuela queretana de periodismo y de su insidencia en las organizaciones de la derecha. Tal vez el maestro por excelencia de esta escuela sea Carlos Septién García, director de la revista “La Nación”, órgano oficial del PAN, mientras que el más típico de los periodistas “ultras” fue Jesús de la Isla , director de un pasquín titulado “Tribuna”.
El estudio más riguroso y bien documentado es el que dedica al Muro y al Yunque. Sus investigaciones nos entregan verdaderos descubrimientos salidos de las cloacas fundamentalistas. Por supuesto, que, en el aquelarre, participan los señores del episcopado. En cambio, hubo también teólogos de la liberación como Mariano Amaya y Luis Ugalde.
Agradezco a Lauro la forma objetiva e inteligente con la que trato mi accidentado paso por la rectoría de la U.A .Q. Le aseguro que esos momentos ocupan un lugar importante en mi repertorio de pesadillas.
He aquí un libro de gran utilidad para entender todos los desarrollos de la derecha queretara. El lector podrá sacar buenas lecciones y, sobre todo, buscará la forma de huir de los fundamentalismos que son enemigos de lo humano.
No comments:
Post a Comment