Thursday, December 06, 2012




WELCOME OLD BOY

"De lo único que me arrepiento es... no dejar lo suficiente, y que todavía mis hijos anden batallando por ahí" - me dice un catedrático de la universidad, de los candidatos a "atractiva" jubilación.

Rodando sobre circuito interior, me doy cuenta que mi salida ya está aquí.

"Compa, ¿plis me puede botar en Flores Magón?" -y me bajo en la parada de autobús , meditando en lo que acabo de oír.


Bendito entre las mujeres

Coffee time, compás perfecto para escapar. La semita y yo encontramos uno ad hoc, con todo y mesitas al aire libre, casi sobre Paseo de las Facultades, a un costado de nuestra universidad.

_ Ok, que sean un vienés, y un turco, por favor. Y un par de esos pastelillos que tiene por ahí también -ordeno antes de actualizarnos mutuamente sobre nuestro rumbo actual.

_ Su familia no la ha de querer, señora -el compa a cargo mete en ella una presión adicional.

_ Fue entonces, cuando se me ocurrió negociar, Marco. Suéltenme, por favor. "Soy esto y lo otro, ahí está todo en mis IDs, y les juro que les consigo lo que quieren" -ruega ella a quienes están a cargo de sus cuidados. Me googlearon, comenzó entonces a aparecer en la pantalla todo lo que he hecho y, a lo mejor, parte de eso me salvó.

Maybe she's right, pertenecer a esa privilegiada élite en nuestro país, cuyo porcentaje con respecto a la población, aún no tiene correspondencia con los apoyo$ del PIB, la tiene, gracias a Dios, todavía aquí.


Existe otra franja de camaradas con necesidades igual de apremiantes, pero mucho menor margen de maniobra. A mitad de semana ando medio antoja'o (weno, la excusa es esa, la mera neta es que mi wallet me lo avisó); así que me lanzó por un pollito. Media hora después de estar en la cola, ya me arrepentí, pero ni modos, ya estoy aquí.

Justo antes de que sea mi turno, encuentro un molcajete meco, full of salsa, y una bandeja rebosante de totopos, y ¡pa'pronto! En esas estaba cuando me siento incómodo porque la anciana delante de mi, a discreción se ha "carrancea'o" unas pocas servilletas. Un flashback de mi cuna clasemediera y pequeño burguesa, me hace olvidar que probablemente dependa casi totalmente del monthly payment pa'los de su edad, y preguntarme si no tiene un poquito de dignidad.


De lengua me como un taco. Por andar de hablador el fin de semana se me presentó la ocasión de... dejar mi honra right inside a rubbish bin.

Aislado en el top floor del edificio de posgrado, tengo que pensar en el avituallamiento long beforehand. Así que, cuando mi mujer y yo nos detenemos por un shot pa'  mantenerme activo, le pido a mi chinita que, como no queriendo la cosa, me "facilite" unos cuantos sobrecitos de azúcar morena pa'el stock personal de mi cubil. Y ahí, en unos cuantos días, quedan desgarradas mis lecciones de moral.

Quienes de esto saben, dicen que no hay medias... tintas: se tiene o no, y ya. I don't know about that, at least not entirely, pero sí sé que han vuelto aquellos que creen que "la moral es un árbol que da moras".





Con la posibilidad de un contagio en puerta, los bien nacidos debemos estar en guardia y alerta general.

El fin de semana, como les decía, llegaba mi yosha a nuestra capital. Con las prisas de mantenernos en contacto estábamos texteándonos, and she arrived con el santo de espaldas, ya que en el bus el celular ella perdió. Mi roomie me calmó, rompiendo mi actitud de hielo, y el norte sobre lo conducente a hacer nos dio.Quisimos explorar la posibilidad de que se lo haya encontrado una buena alma, antes de hacer definitiva nuestra resolución; sólo para obtener como respuesta un burlón: "Ja, ja".














Saturday, November 17, 2012






BYE, BYE... BABY




Wuthering heights, en el Distrito de Columbia, antes del alba correspondiente al segundo período presidencial del primer mandatario afroamericano allá. En territorio mexicano, por ser cuna de culturas milenarias, que un ente superior a tiempo entendió y fundió en lo que hoy pretendemos ser y nos resistimos a perecer; you don't need to be a Bishop to understand nuestro viejo adagio que establece que... "jalan más un par de tetas...". Therefore, hope you are not afraid; ciertamente aquí no disfrutamos de las ventajas de cualquier paraíso (¿fiscal?) caribeño, but very likely las condiciones atmosféricas van a empeorar (para aquellos que gustan del bochorno) un poco más, pero hasta ahí. Ocean and timing possess the key, les "aventuro" en la Universidad a mis colegas ayer, justo después de que un accidentado camarada permitiera a uno de su discípulos agarrar... experiencia y confianza frente a un auditorio  exigente y
(supuestamente) preparado.





Nice 4 u all that no matter all the money they spent on the new cineteca, no pude ver el celuloide que quería yo. El horario en el website oficial no corresponde con el que tienen allá, y no se pueden comprar tickets para un día después. ¡Caray! "No hay nivel" -me dice un propio sindicalizado de la ídem-, no que yo sea snob y la compare con el AFI o el BFI junto al Southbank (a la versión coreana ya no pude ir), my baby bottle ain't jumbo size, eso dijo él, no yo. So here I am, listo pa'continuar con la despedida. ¡Va!




Una fundación dentro de un rancho electrónico, con untamed and wireless tongues será el nuevo búnker este moderno traidor, leo por ahí. ¡Ah!, la originalidad es la moneda de cambio de estas pilingas necrofílicas, ¿no? Well, at least, el ente ínfimo no aspiró a ser líder universal.  







Next station, then? A die again transition. An unbearable period trying to deal with his own inner demons and bones that, at the end of the day, will come to be totally useless, coz you all are gonna be witnesses of a lack of change of personality (btw, you have about 5 days to empty the whole cellar or take them all with you, mate; we don't really mind). Inútil también va a ser que mande a construir su propia versión de la colina del perro, ni allí ha de encontrar a su querer (dudo mucho que del 2 de dic. en adelante pueda conservar la fidelidad de los gallegos, incluyendo las mofetas harto pretenciosas), y de ahí pa'l real, como si fuera una broma macabra, ese será su sino eterno: repulsión total de la República Mexicana.









"¿Cómo ves? 'El jelipe' se va pa' los esteis, que le dieron chamba allá" -escuché en metro Insurgentes (yeah, I was around, in case you did not notice it, he he!). Indeed, this is just one of the problems for some of the overrated Ivy League schools. My reliable sources told me that the lecture (not compulsory, they say) and notes are ready: Advanced theories of ungovernability and failed states with applications. Por cierto, a toro pasado, ni se le ocurra recetarnos un mamotreto de sus memorias, plis. Y tan-tán, porque este wey, from now on, no ha de dar para más. Ciao, bambino.






Tuesday, November 13, 2012

The New Dust Bowl
Texans have endured dry days before. They’ve seen lakes vanish and rangeland wither. But the drought of 2011 was gut-kicking even by Texas standards.
By Peter Miller

He’s seen it all before. Back in the Dust Bowl days he watched in awe as dark clouds of topsoil swallowed up the family ranch. That was in the mid-1930s, when Bill Tullos was just a boy. He still lives on the ranch outside San Angelo, Texas, and that memory is still vivid. “Day turned to night,” he recalls.
It was even worse in the 1950s. The rains didn’t come. Grazing lands withered. Water holes dried up. “We said, Well, it will rain tomorrow,” Tullos says. “We waited seven years before it finally broke.”
Last year he saw the signs once more. “Normally May and June are our rainy months, and we just weren’t getting any rain,” he says. So he started selling his animals at the local auction house. First the cattle, then the sheep and goats. “The 1950s nearly broke me. This time I was determined it wasn’t going to happen to me.”
By the end of 2011 Tullos was down to 300 goats on his 8,000-acre spread. The man who had seen it all—taking over the family business at 16 after his father died—was calling it quits. “It was nearly heartbreaking, it sure was,” he says.
All across West Texas, men and women accustomed to toughing it out were nearing their breaking point. Those who managed to hang on were spending a fortune on feed and hay for livestock or on water to irrigate dusty fields. The air was so hot and dry, much of the water sprayed on the soil evaporated before it could soak in. “They just couldn’t keep up,” Buzz Cooper says of the cotton farmers near Lubbock who normally bring their crops to his gin. In May two-thirds of the nearby fields were bare ground.
By September Texas had suffered the driest 12 months in its history. Farmers across the state lost more than eight billion dollars. In West Texas, where people are used to hardship, the drought caused some to question whether their way of life was even possible anymore. Although the winter at last brought some nourishing rain, they still faced a long road back to good times.



http://ngm.nationalgeographic.com/2012/09/extreme-weather/sidebar-text

Monday, November 12, 2012



Weather Gone Wild





Rains that are almost biblical, heat waves that don’t end, tornadoes that strike in savage swarms—there’s been a change in the weather lately. What’s going on?








By Peter Miller




The weekend forecast for Nashville, Tennessee, called for two to four inches of rain. But by the afternoon of Saturday, May 1, 2010, parts of the city had seen more than six inches, and the rain was still coming down in sheets.

Mayor Karl Dean was in the city’s Emergency Communications Center monitoring the first reports of flash flooding when something on a TV screen caught his eye. It was a live shot of cars and trucks on Interstate 24 being swamped by a tributary of the Cumberland River southeast of the city. Floating past them in the slow lane was a 40-foot-long portable building from the Lighthouse Christian School.

“We’ve got a building running into cars,” the TV anchorman was saying.

Dean had been in the “war room” for hours. But when he saw the building floating down the highway, he says, “it became very clear to me what an extreme situation we had on our hands.” Soon 911 calls were coming in from every part of the city. Police, fire, and rescue teams were dispatched in boats. One crew in a skiff headed out to I-24 to pluck the driver of an 18-wheeler from the chest-high water. Other teams pulled families off rooftops and workers from flooded warehouses. Still, 11 people died in the city that weekend.

This was a new kind of storm for Nashville. “It came down harder than I’ve ever seen it rain here,” says Brad Paisley, the country singer, who owns a farm outside town. “You know how when you’re in a mall and it’s coming down in sheets, and you think, I’ll give it five minutes, and when it lets up I’ll run to my car? Well, imagine that it didn’t let up until the next day.”

Over at NewsChannel 5, the local CBS station, meteorologist Charlie Neese could see where the weather was coming from. The jet stream had gotten stuck over the city, and one thunderstorm after another was sucking up warm, humid air from the Gulf of Mexico, rumbling hundreds of miles northeast, and dumping the water on Nashville. While Neese and his colleagues were broadcasting from a second-floor studio, the first-floor newsroom was being swamped by backed-up sewers. “Water was shooting up through the toilets,” Neese says.

The Cumberland River, which winds through the heart of Nashville, started rising Saturday morning. At Ingram Barge Company, David Edgin, a former towboat captain, had more than seven boats and 70 barges out on the waterway. As the rain continued to pound down, he called the U.S. Army Corps of Engineers to get its forecast of how high the river would rise. “It’s blowing up our models,” the duty officer said. “We’ve never seen anything like this.” Edgin ordered all of Ingram’s boats to tie up at safe locations along the riverbank. It turned out to be a smart move.

By Saturday night the Cumberland had risen at least 15 feet, to 35 feet, and the corps was predicting it would crest at 42. But the rain didn’t stop Sunday, and the river didn’t crest until Monday—at 52 feet, 12 feet above flood stage. Spilling into downtown streets, the flood caused some two billion dollars in damage.

When the sun came out on Monday morning, parts of Nashville had seen more than 13 inches of rain—about twice the previous record of 6.6 inches set during Hurricane Frederic in 1979. Pete Fisher, manager of the Grand Ole Opry, needed a canoe to get into the famous theater, which is on the riverfront northeast of the city. He and audio engineer Tommy Hensley paddled across a parking lot and through a side door. “We basically just floated into the theater,” Fisher says. “It was pitch black, and we shined a light on the stage. If you’d been sitting in the front row, you’d have had seven feet of water over your head.”

In warehouses along the river, the flood had submerged millions of dollars’ worth of equipment, including components for a 36-by-60-foot video screen that had been assembled for Brad Paisley’s upcoming concert tour, which was set to begin in less than three weeks. “Every amp, every guitar I’m used to, was destroyed,” Paisley says. “I felt powerless in a way I’ve never felt before with weather.”

The experience changed him. “Here in Nashville our weather is manageable, normally,” he says. “But since that flood, I’ve never once taken normalcy for granted.”

There’s been a change in the weather. Extreme events like the Nashville flood—described by officials as a once-in-a-millennium occurrence—are happening more frequently than they used to. A month before Nashville, torrential downpours dumped 11 inches of rain on Rio de Janeiro in 24 hours, triggering mud slides that buried hundreds. About three months after Nashville, record rains in Pakistan caused flooding that affected more than 20 million people. In late 2011 floods in Thailand submerged hundreds of factories near Bangkok, creating a worldwide shortage of computer hard drives.

And it’s not just heavy rains that are making headlines. During the past decade we’ve also seen severe droughts in places like Texas, Australia, and Russia, as well as in East Africa, where tens of thousands have taken refuge in camps. Deadly heat waves have hit Europe, and record numbers of tornadoes have ripped across the United States. Losses from such events helped push the cost of weather disasters in 2011 to an estimated $150 billion worldwide, a roughly 25 percent jump from the previous year. In the U.S. last year a record 14 events caused a billion dollars or more of damage each, far exceeding the previous record of nine such disasters in 2008.

What’s going on? Are these extreme events signals of a dangerous, human-made shift in Earth’s climate? Or are we just going through a natural stretch of bad luck?

The short answer is: probably both. The primary forces driving recent disasters have been natural climate cycles, especially El Niño and La Niña. Scientists have learned a lot during the past few decades about how that strange seesaw in the equatorial Pacific affects weather worldwide. During an El Niño a giant pool of warm water that normally sits in the central Pacific surges east all the way to South America; during a La Niña it shrinks and retreats into the western Pacific. Heat and water vapor coming off the warm pool generate thunderstorms so powerful and towering that their influence extends out of the tropics to the jet streams that blow across the middle latitudes. As the warm pool shifts back and forth along the Equator, the wavy paths of the jet streams shift north and south—which changes the tracks that storms follow across the continents. An El Niño tends to push drenching storms over the southern U.S. and Peru while visiting drought and fire on Australia. In a La Niña the rains flood Australia and fail in the American Southwest and Texas—and in even more distant places like East Africa.

Those outcomes aren’t mechanical and invariable; the atmosphere and ocean are chaotic fluids, and other oscillations influence the weather at a given time and place. The tropical Pacific is especially influential, though, because it pumps so much heat and water vapor into the atmosphere. Extreme El Niños or La Niñas thus set the stage for extreme events elsewhere.

But natural cycles can’t by themselves explain the recent streak of record-breaking disasters. Something else is happening too: The Earth is steadily getting warmer, with significantly more moisture in the atmosphere. Decades of observations from the summit of Mauna Loa in Hawaii, as well as from thousands of other weather stations, satellites, ships, buoys, deep-ocean probes, and balloons, show that a long-term buildup of greenhouse gases in the atmosphere is trapping heat and warming up the land, oceans, and atmosphere. Although some places, notably the Arctic, are warming faster than others, the average surface temperature worldwide has risen nearly one degree Fahrenheit in the past four decades. In 2010 it reached 58.12°F, tying the record set in 2005.

As the oceans warm, they’re giving off more water vapor. “Everybody knows that if you turn up the fire on your stove, you evaporate the water in a pot more rapidly,” says Jay Gulledge, senior scientist at the Center for Climate and Energy Solutions (C2ES), a think tank in Arlington, Virginia. During the past 25 years satellites have measured a 4 percent average rise in water vapor in the air column. The more water vapor, the greater the potential for intense rainfalls.

By the end of the century the average world temperature could rise anywhere from three to eight degrees Fahrenheit—depending in part on how much carbon we emit between now and then. Scientists expect the weather to change substantially. Basic circulation patterns will move toward the Poles, just as some plants and animals are doing as they flee (or take advantage of) the expanding heat. The tropical rain belt is already widening, climatologists report. The subtropical dry zones are being pushed poleward, into regions such as the American Southwest, southern Australia, and southern Europe, making these regions increasingly susceptible to prolonged and intense droughts. Beyond the subtropics, in the midlatitudes, including the lower 48 of the United States, storm tracks are moving poleward too—a long-term trend superimposed on the year-to-year fluctuations triggered by La Niña or El Niño.

One of the biggest wild cards in our weather future is the Arctic Ocean, which has lost 40 percent of its summer sea ice since the 1980s. Autumn temperatures over what is now open ocean have risen 3.6 to 9°F, as the dark water absorbs sunlight that the ice once bounced back into space. New evidence suggests that warming is altering the polar jet stream, adding lazy north-south meanders to its path around the planet—which might help to explain why North America was so warm last winter and Europe so cold. Meandering farther north than normal into Canada, the jet stream brought warm air with it; dipping far south over Europe, it delivered frigid winds and snow to that region. In the winter of 2010-11 it was eastern North America that got heavy snow. Because the meanders move around every year, the extreme weather may too.

When it comes to individual storms, scientists are even less certain what effect global warming might have. In theory extra water vapor in the atmosphere should pump heat into big storms such as hurricanes and typhoons, adding buoyancy that causes them to grow in size and power. Some models have predicted that global warming could increase the average strength of hurricanes and typhoons by 2 to 11 percent by 2100. But the jury’s still out on whether any increase has occurred yet. And the same models that predict bigger hurricanes also say we could get fewer of them in the future.

The picture is murkiest with tornadoes. A hotter, wetter atmosphere should promote more severe thunderstorms, but it might also reduce the wind shear needed for those storms to spawn twisters. More tornadoes are being reported in the U.S., but there are more people looking for them with better instruments—and there’s been no documented increase in the past half century in the number of severe tornadoes. The spring of 2011 was one of the worst tornado seasons in U.S. history, with monster twisters roaring through Tuscaloosa, Alabama, and Joplin, Missouri. But scientists don’t yet have the data or the theoretical understanding to say whether global warming was to blame.

In the case of some weather extremes, though, the connection is pretty clear. The warmer the atmosphere, the more potential for record-breaking heat waves. In the U.S. high-temperature records are being set these days twice as often as low-temperature ones; around the world 19 countries set national records in 2010.

As moisture in the atmosphere has increased, rainfall has intensified. The amount of rain falling in intense downpours—the heaviest one percent of rain events—has increased by nearly 20 percent during the past century in the U.S. “You’re getting more rain from a given storm now than you would have 30 or 40 years ago,” says Gerald Meehl, a senior scientist at the National Center for Atmospheric Research in Boulder, Colorado. Global warming, he says, has changed the odds for extreme weather.

“Picture a baseball player on steroids,” Meehl goes on. “This baseball player steps up to the plate and hits a home run. It’s impossible to say if he hit that home run because of the steroids, or whether he would have hit it anyway. The drugs just made it more likely.”

It’s the same with the weather, Meehl says. Greenhouse gases are the steroids of the climate system. “By adding just a little bit more carbon dioxide to the climate, it makes things a little bit warmer and shifts the odds toward these more extreme events,” he says. “What was once a rare event will become less rare.”

Nobody has lived through more weather on steroids lately than Texans. The 1,049 residents of Robert Lee, a West Texas town of ranchers, oil workers, retirees, and small business owners, spent much of 2011 watching their water supply dry up. The E. V. Spence Reservoir, like many lakes in the region, lost more than 99 percent of its water.

“If we don’t get some additional runoff soon, there will be no more water coming out of the faucets,” Mayor John Jacobs said last winter. “As in nothing. It’s getting serious.” In January the town began construction of a 12-mile pipeline to Bronte, a community that has wells in addition to a reservoir. Completed in March, the pipeline was still being tested in early May. “We feel like we’re going to get it done in time,” Jacobs said. “But it’s going to be just under the wire. Living in West Texas is not for the weak at heart.”

Less rain fell on Texas from October 2010 to September 2011 than in any other 12-month period since record keeping began in 1895. The whole state suffered, but West Texas was already close to the edge. All across the region farmers, ranchers, and municipalities were feeling the damage. (See “The New Dust Bowl,” page 56.) In many places water levels dropped below well pumps, causing the motors to burn out. “A lot of wells are going dry,” said Clark Abel, a well driller in San Angelo. “Our phone’s been ringing off the hook. It’s overwhelming.”

The drought withered grazing lands too, forcing some ranches to ship their livestock to greener pastures up north. In a kind of modern cattle drive, ranch hands from the Four Sixes Ranch near Guthrie and from its Dixon Creek operation in the Texas Panhandle drove more than 4,000 head of Angus crossbreeds onto double-decker trucks to transport them to leased lands from Nebraska to northern Montana.

The last time the Four Sixes attempted such a thing, said general manager Joe Leathers, was more than a century ago, when the ranch moved herds to what was then the Indian Territory of Oklahoma. This drought was worse. By last July the ranch had run out of tank water—drinking water in dirt ponds for cattle. “The long and the short of it is that nobody has ever faced anything like this before,” Leathers said.

“This has been the most severe one-year drought we’ve ever had,” said state climatologist John Nielsen-Gammon. (A drought in the 1950s took six years to get as bad.) On top of that, Texans sweated last year through the hottest summer in memory. Dallas residents saw the mercury climb to 100°F or higher on 71 days.

There’s no mystery about the main cause, Nielsen-Gammon said: It was La Niña, which pushed storm tracks farther north over the U.S., reducing rainfall throughout the South, from Arizona to the Carolinas. “We just happened to be right in the center of it,” he said.

But global warming aggravated the situation, making an already bad heat wave even worse. “Under normal conditions a lot of the sun’s energy gets used to evaporate water from the soil or from plants,” Nielsen-Gammon explained. “But when there’s no water to evaporate, all that energy goes into heating the ground and consequently heating the air. Given how little rain we had, we probably would have had record warmth in Texas in 2011 even without climate change. But climate change added an additional degree or so of heat to it.”

That extra degree of heat was like an extra shot of gasoline on the state’s forests: By increasing evaporation, it made them even drier. In a drought, said Nielsen-Gammon, “every little increase in severity makes a big difference.” Texas in 2011 experienced the worst wildfire season on record. Taken together, the fires blackened an area larger than Connecticut—nearly twice as much acreage as in the previous worst year.

One of the costliest fires started last September just outside Bastrop State Park, southeast of Austin, where the loblolly pines were as dry and brittle as kindling. Fanned by strong winds, the blaze raced south through suburban neighborhoods in what firefighters call long “streets” of fire. It consumed 1,685 houses but occasionally spared others nearby, leaving residents shaking their heads.

When Paige and Ray Shelton returned to inspect their property adjacent to the state forest, they found their bungalow still standing, but the sawmill that Ray operated with his brother, Bo, was reduced to ashes and Paige’s pottery studio was burned to the ground. As Paige picked through the wreckage, Ray made a beeline for the chicken coop, hoping to spare his wife the sorrow of cleaning up all the burned carcasses. Trees all around the coop were charred black.

“Well, guess what?” Ray said later. “As I came around the corner, the rooster stuck his head out and crowed. I couldn’t believe it. I almost fell over backwards.”

The fire had come within an inch of the coop, but for some reason the red cedar walls hadn’t ignited, and somehow the birds had avoided the intense heat and smoke—a small miracle in the midst of great loss. All five hens had survived too, along with 18 doves Paige was raising. “They were singing up a storm,” Ray said.

The rising cost and frequency of natural disasters can be blamed only partly on the weather. Disasters are also on the rise because more people are located in harm’s way. In states like Texas, Arizona, and California the buildup of neighborhoods in former woodlands has exposed more properties to wildfires, just as coastal development in states like Florida, North Carolina, and Maryland has exposed expensive beach houses and hotels to hurricanes and other storms. At the same time, the rapid growth of megacities in developing countries in Asia and Africa has made millions more vulnerable to heat waves and floods. Instead of defending themselves against climate change, many communities appear to be leading with their chin.

“Something has gone wrong,” says climatologist Michael Oppenheimer of Princeton University, who helped write a recent report on extreme weather for the Intergovernmental Panel on Climate Change. “To put it bluntly, we’re doing a lousy job keeping up with disasters.”

The economic significance of this hasn’t been lost on the insurance industry. Insured losses from natural disasters in the U.S. last year totaled nearly $36 billion, 50 percent higher than the average during the previous decade. “Whether it’s the ‘new normal’ or not, the industry sees a pattern of losses that’s extraordinary,” says Frank Nutter of the Reinsurance Association of America. “The past is not prologue to the type of weather we’re about to see.”

In Florida, where hurricanes, wildfires, and drought pose enormous risks to insurers, several national firms have stopped writing new policies altogether or pulled back in other ways. They’re afraid of another disaster like Hurricane Andrew in 1992, which cost the industry an estimated $25 billion. To fill the gap, small companies have sprung up across the state, and in 2002 the state government created the Citizens Property Insurance Corporation, which has become Florida’s largest provider of homeowner’s insurance. Whether this new system has the resources to survive a big storm isn’t clear yet, Nutter says. “It’s an untested experiment. They haven’t had a major hurricane there since 2005.”

Meanwhile some governments have taken small but important steps to better prepare for extreme weather. An exceptional heat wave in Europe in 2003 took at least 35,000 lives; a later analysis found that climate change had doubled the odds of such a disaster. Afterward French cities set up air-conditioned shelters and identified older people who would need transportation to the shelters. When another heat wave hit France in 2006, the death rate was two-thirds lower.

Similarly, after a tropical storm killed as many as 500,000 people in Bangladesh in 1970, the government there developed an early warning system and built basic concrete shelters for evacuated families. When cyclones hit today, the death count stays in the thousands.

Weather disasters are like heart attacks, says Jay Gulledge. “When your doctor advises you about how to avoid a heart attack, he doesn’t say, Well, you need to exercise, but it’s OK to keep smoking,” he says. The smart approach to extreme weather is to attack all the risk factors, by designing crops that can survive drought, buildings that can resist floods and high winds, policies that discourage people from building in dangerous places—and of course, by cutting greenhouse gas emissions.

“We know that warming of the Earth’s surface is putting more moisture in the atmosphere. We’ve measured it. The satellites see it,” Gulledge says. So the chances for extreme weather are going nowhere but up.

We need to face that reality, Oppenheimer says, and do the things we know can save lives and money. “We don’t have to just stand there and take it.”



Senior Editor Peter Miller wrote the January cover story on the scientific study of twins.







http://ngm.nationalgeographic.com/2012/09/extreme-weather/miller-text

Monday, October 22, 2012

This week I was entirely focused on my wife's birthday, so I'm gentle as a puppy dog. Así que les concedo una tregua a mis fans (btw, ¿ya mero me regresan mi supuestamente más robusto Emilio?, ya tenía mínimo una década y media con él, no sean). Then, instead of mocking of our world-renowned politicians, let's make a short story to celebrate her. Yes, there's gonna be english version too, but only for my woman personal consumption, sorry. Ok, take your pill... and here we go!




LA TERAPIA PERFECTA






No seas demasiado justo,
ni seas sabio con exceso;
¿por qué habrás de destruirte?


Eclesiastés 7:16 (Casiodoro de Reina, 1569)






La rabia, la frustración, la impotencia, y un coraje incontenible se apoderó de él otra vez. Volvía a despertar sin poder,de sus sueños, el último recordar. Another episode of a miserable dog's life, pensó, y entonces lo primero que alcanzó al levantarse de la cama fue su laptop. En el acto comenzó a checar las actualizadas cotizaciones de las principales acciones de la Bolsa de Nueva York. Light yogur, raspberries y café americano fue todo lo que, antes de salir al gimnasio, desayunó.



Al mismo tiempo, un  par de jóvenes universitarios charlan relajadamente, mientras deciden si han de asistir a su siguiente clase o no.

_ No manches, ¿le diste gas, güey? -inquiere el flaco, sin dar crédito a lo que escuchó.

_ También, güey -fantochea un regordete clasemediero aspirante a ingeniero.

_ No, pendejo; que si la cortaste, cabroncito -insiste el todavía incrédulo compañero.

_ Sí, compadre. La neta es que esta chava, no sé si ya estaba copeteando mucho la dosis o qué, pero ya andaba muy obsesionada con esa madre, güey -contesta visiblemente resignado el moreno panzón. Y pa'acabarla, no sé como le hacía, pero desde que la conocí, me empecé a acordar de todo lo que soñaba, cabrón; y ahí sí ya no me gustó. Es más, con decirte que, yo que juraba que mis sueños sólo podían ser en blanco y negro, comencé a hacerlo a colores, y con pelos y señales, también. ¿Cómo ves?

_ Yo no sé, compañero; pero por un bizcochito como ése, yo sí me dejo querer, me cai que sí. A ver cuando te cae otro forro como áquel, mi buen.

_ Eso sí, pa'que te voy a decir que no, si sí. Pero aquí me tienes vivito y coleando, cabrón. Si seguía con ella, chance y al rato iba a andar arrastrando 'tilichis'con todo y cobija por el camellón, ¿qué, no? -termina convencido 'el gordo' la plática, mientras ambos entran a una de las aulas de la facultad.



Es media hora después del lunch time en la capital mexicana, dentro de una de las librerías sobre Miguel Ángel de Quevedo nuestro matutino amigo del cuerpo tonificado, hurga entre un estante de libros especializados.

_ No es ese mamotreto el que te ayudará -le suelta una curvilínea rubia, mientras él checa la contraportada de uno de los textos mundialmente más famosos del siglo XX.

_ ¿Deveras? ¿Y eso cómo lo puedes saber tú? -revira molesto el potencial lector.

_ Se te nota a leguas, camarada -le dice asertiva la chica que viste un par de estrechos, acampanados y fuera de moda vaqueros más una blusa sin mangas, que deja muy poco a la imaginación.

_ ¿Ah, sí? ¿No crees que exageras, chiquilla? -le contesta condescendiente el del traje tipo business man (cuyos unmatching shoes, sin embargo delatan), y de máximo en la vida... simplemente escalar más y más.

_ ¿Estudias o trabajas? -pregunta ella desviando la conversación.

_ Las dos cosas -contesta él de mala gana, y evidentemente apresurado.

_ ¿Por qué te pagan, pues? -inquiere ella de nuevo sin perder la tranquilidad.

_ Soy broker junior -afirma de manera arrogante el trajeado.

_ ¿Tienes tiempo? -pregunta ella.

_ No, aunque está cerca, tengo clases en la Universidad -le dice a la güera, mientras observa su dorado reloj de pulsera.

_ Yo también estuve ahí, y te aseguró que más de una vez me las brinqué -le devuelve la jovencita con el mayor desparpajo del mundo.

_ Hum, Ok -le contesta él, al meditarlo por segunda vez, mientras barre de pies a cabeza la torneada silueta de la mujer.







Ella entonces lo arrastra hacia la avenida, mientras él trata de desactivar la alarma de su deportivo de segunda mano, que aún hoy continúa pagando a plazos

_Déjalo ahí, es mejor no meterlo al lugar adonde vamos a ir -le sugiere ella en forma maternal. ¡Ah!, y te quitas ese reloj, tu saco y camisa, por favor. Con la interior basta y sobra.

El taxi se enfila a uno de los muchos barrios que se pueden encontrar justo en los límites de otra acaudalada vecindad.

_ ¡Qué ondas, tía! -saluda de manera franca un chamaquillo que, sobre un transitado crucero, vendiendo chicles sobrevive.

_ ¿Te conoce? -le lanza él asombrado abriendo los ojos completamente.

_ Agüelita de Batman - le contesta mientras palmea la diminuta espalda del infante. ¿Fuiste a la escuela hoy, pelón?

_ Agüiüi, de esa ya no me salvo, desde que le echas la mano a mi 'amá, tú.

_ Chidos, me saludas a tu jefa, pues. Dile que paso este jueves, ¿va? -y se despiden mutuamente, sellando la despedida con un fuerte abrazo del niño 'vende-chicles'.

_ ¿Lo ves? Pa'esto te quiero yo -ha llegado el momento justo de soltárselo, piensa ella así.

_ Si estás pensando obtener dinero chantajeándome con esos escuincles, lamento avisarte que te falló el plan, nena -y su cara de molestia vuelve a aparecer.

No es tu dinero lo que necesito yo. Afortunadamente cuento con suficientes donadores, lo que me evita la molestia de rogar.

Pocos minutos después, nuestro broker se ve a sí mismo, contra su costumbre, desperdiciando el tiempo bebiendo café con una desconocida, cerca del establecimiento donde su coche se estacionó.

_ ¿Nomás así? -le pregunta admirado él.

_ Nomás así -contesta la mujer.

_: ¿Y apoco ya saliste de allí?

_ Sí, ya salí. Como te decía, me ví como te veo ahora a ti. Fueron muchos los que me dijeron que era muy inteligente, y podía tener el futuro que quisiera a mis pies, y así nomás también me lo creí. Es fácil, ¿no crees? Mira, no milito en ningún partido político ni profeso alguna religión, pero sí busqué por aquí y por allá; y como le agarré amor a los números, me afané por ese lado, pero eso sólo me deshumanizó. Tanto me clavé que, varios medicos me dijeron que ya presentaba varios síntomas, porque además le puse excesiva atención (así dijeron ellos) a mis sueños, y quería sacar lana de ahí. Irónicamente, cuando en verdad me alivié, fue cuando me dí cuenta de que sí podía usarlos pero, no nada más pa' "sobre los otros no pasar jamás", la cual era una idea incompleta, sino que tenía que sacarles provecho para hacer el bien, ¿capizcas? Lo malo es que un día cuando llegué a sentirme feliz (o contenta, como quieras llamarle tú), de pronto dejé de soñar. Eso no fue novedad para mí, ya lo había vivido en la secu, etapa en que todo va al día, en automático, y es felicidad. Lo cual no está mal, pero pienso que hay que vivir bien el hoy tratando de construir un mañana mejor, ¿no? Bueno, parece que me metí en muchas honduras pero, ahora ya lo sabes, esa soy yo. Y como no dudo que aún andan por las calles espíritus atormentados como tú; if one day, you can get enough guts to have a break from the complexities of your universe, and like to take a risk and also in the mood -yes, she can speak it fluently too- aquí tienes mi mail y mi face, believe me I never gonna let you down, ¿va?

_ Fcuking hell! No puede ser, comienzo a recordarlo todo -dice nuestro broker entre vigilia y sueño in the middle of the night.

Volviendo a conciliar el sueño, despierta varias horas después, recordando la segunda (¿o tercera?) onírica sesión. Abre primero, como siempre, su laptop, pero esta vez "googlea" a esa atípica mujer, dudando si ha de enviar el friend request o no.


Wednesday, September 19, 2012


ON COMMON GROUND





Y soñó José un sueño, y lo contó a sus hermanos;
y ellos llegaron a aborrecerle más todavía.
Y él les dijo:
Oíd ahora este sueño que he soñado:
He aquí que atábamos manojos en medio del campo,
y he aquí que mi manojo se levantaba
y estaba derecho,
y que vuestros manojos estaban alrededor
y se inclinaban al mío.

Génesis 37:6-7 (Casiodoro de Reina, 1569)







_ A todas les has hecho la vida imposible -dice por ejemplo Marcos-. Uno les pide demasiado, probablemente o no tiene suerte, elige mal. Y sin embargo no es un problema de elección porque en los demás terrenos no me puedo quejar, al contrario. Pero el entusiasmo, hermano, eso no, eso nunca.



_ Tu idea del entusiasmo se parece demasiado al de una tarántula -le digo-. Ver cualquier cosa que te llama la atención y empezar a dar saltos y manotones es todo uno. La famosa macroagitación la inagurás en tu casa, che, pero yo por ejemplo no pretendo que una mujer se despeine tan fácilmente por una pintura de Max Ernst o por una música de Xenakis, ellas tienen su metabolismo, hermano, y además vaya a saber si en el fondo son más entusiastas que nosotros, solamente que no se debe confundir la gimnasia con sus emociones.




_ Me parece estar escuchando propiamente a Sonia, a Magdalena, a Lucía -dice Marcos-, y no te sigo dando nombres, porque vas a creer que me hago el Frank Harris o algo así. Mirá, el entusiasmo es una manía, una crisis, un estar fuera de sí para recibir mejor lo que te ha sacado de quicio, y los entusiasmos ataráxicos no los entiendo, son en todo caso otra cosa, concentración o enriquecimiento espiritual, lo que quieras, pero no entusiasmo; y yo no puedo querer de veras a nadie que en algún momento del día o de la noche no se enloquezca de alegría porque en el cine de la esquina dan una de Buster Keaton, algo así.




Ahora comprendo que te duren tan poco, viejo.




_ Anoche, por ejemplo, cuando vos hablaste de ir a comper papas fritas al Bulevar Sébastopol y dar una vuelta por el barrio de la Bolsa. Ludmilla empezó a los saltos, te acordarás, los ojos se le agrandaron hasta las orejas y era como una guitarra, no sé algo que temblaba y vibraba, y no por tu Max Ernst o tu Xenakis sino solamente por unas papas fritas y vagar hasta el amanecer, cosas sin importancia.



Lo miro sin apuro, dejándolo hablar hasta el final, pero Marcos agacha la cabeza y bebe su grapa con todo el pelo, que es mucho, entre él y yo.



_ Sí, Ludmilla reacciona casi siempre así -admito-. No es precisamente por eso que la quiero, pero también cuenta, vaya si cuenta. Ahora que es tan capaz de caerse al pozo como cualquiera. La he visto salir mojada como un gatito, acurrucarse en un rincón de las cosas, y lamerse el pelo dás y días, hasta descubrir de nuevo que el sol sale a eso de las seis y media.




_ Nadie pretende que una mujer tenga que estar en un paroxismo permanente; y si vos te pensás que yo me caigo en los pozos... No es eso, pero hay constantes, latencias, llamales como quieras. Para mí el entusiasmo tiene que ser una constante y nunca una excepción o una especie de día feriado de los sentimientos. A lucía y a Magdalena les pasaba eso y no era culpa de ellas, pobrecitas simplemente estaban atadas a una especie de indiferencia, pero lo peor no es eso, viejo -dice Marcos alcanzándome el vaso vacío-, lo peor es que no les falta capacidad de extremarse, qué les va a faltar, pero tienden a aplicarla a lo negativo, es decir que cuando algo no les gusta o todo va mal en la política o en la cocina, entonces son capaces de unas broncas, unas indignaciones, una elocuencia que reíte de Stokely Carmichael. Tienen el motor acelerado al revés, quiero decir que para frenar son unas campeonas, no sé si me seguís. Vos te das cuenta de que si mañana o pasado estoy aquí y la oigo broncar a Ludmilla, porque se le rompió el cierre relámpago, me parecerá perfectamente bien porque me acordaré de las papas fritas, ella tiene todo el derecho de cabrearse a fondo puesto que antes subió por las paredes y fue feliz porque vos la llevabas a comer papas fritas y a vagar por las calles.





_ Con todo eso probablemente te vas a enamorar de Ludmilla -le dije más bien a quemarropa y porque Marcos tenía toda la razón del mundo, cosa que a nadie le gusta.




_ Con todo eso probablemente te vas a enamorar de Ludmilla -le dije más bien a quemarropa y porque Marcos tenía toda la razón del mundo, cosa que a nadie le gusta.




_ Ponele -dijo Marcos-. Y no solamente por el entusiasmo, como vos has de saber muy bien.




_ En el fondo lo que bos buscás es que una mujer se parezca a un hombre en su conducta sentimental, que reaccione como vos frente a las mismas cosas. Aboche estabas tan entusiasmado como Ludmilla por lo de las papas fritas, y naturalmente te colmó de emoción que ella hiciera o dijera lo mismo que vos.




_ No tanto -dijo Marcos-. No se trata de que yo busque las mismas reacciones porque sería aburrido; creo que yo hablé de disponibilidad, de latencia, eso tiene que saltar en su momento y las razones no tienen por qué ser las mismas, a las mujeres les gustan otras cosas, etcétera, como comprenderás no me voy a poner a revolotear en una vidriera llena de modelitos de verano.




_ Hum -dije yo.




_ Hum qué -dijo Marcos.




_ Te acepto que una plastra es una plastra, aunque sea una maravilla en cualquier otro terreno.




_ Ya no lo es si es una plastra.




_ Déjame seguir, che. Yo te diría que eso que vos definís como manía o entusiasmo es algo particularmente masculino, sobre todo a partir de la edad adulta, porque es archisabido que en los hombres el niño se considera mejor que en las mujeres.




_ Como quieras, en todo caso yo buscaré siempre esas mujeres que inventan cada cinco minutos el aeroplano o el submarino, figurativamente hablando, que no pueden ver un par de tijeras y una hojqa de papel sin recortar un conejito, que cocinan echando miel en vez de aceite en el sartén para ver qué pasa con las costillas de cerdo, y que en cualquier momento se ponen el rimmel en la boca y el rouge en las cejas.




_ Mutatis mutandis, vos querés que sean como vos, rimmel aparte.




_ No que sean como yo, pero que me hagan sentirme yo mismo a cada minuto.




_ Las musas, en una palabra.




_ No es por egoísmo ni porque ande necesitando palancas para mover el mundo. Solamente que vivir con una mujer pasiva me aplasta poco a poco, me quita las ganas de cambiarle la yerba al mate, de cantar a gritos mientras me baño; hay como una especie de sorda llamada al orden, de cada cosa en su lugar, el canario está triste, la leche no se va al fuego, es siniestro.



CORTÁZAR, J. Libro de Manuel. Santillana Editores. Primera Edición. España. 1995.










Al Padre Solalinde.



It's not only to be blessed with the art of predicting but, above all, the immense pleasure of being useful for the most needy ones.









El Oriente, en efecto espejo, refleja el patrón de calentamiento de la Cuenca Este del Pacífico Ecuatorial. Sin embargo, aunque aparentemente similares, sus orígenes son distintos: de carácter antropogénico el primero; mientras que el segundo, fenómeno de escala planetaria en etapa de transición, es hasta hoy, catalogado como enteramente natural. La mexican Wet Season is about to finish now and, no matter the last out of phase, but very balsamic, rainfalls, seems that the annual depth is hardly reaching the long-term mean, as we timely outlined in our seasonal and regional climatic scenario a few months ago. Con una visión hiperboreal, algunos competidores, menos cosmopolitas que uno, lanzan el arriesgado "pronóstico" que prevé un invierno de temperaturas extraordinariamente bajas sobre Norteamérica. Yo, el caporal, perdón, il capo de los escenarios climáticos, sin el apoyo de tantas bases de datos ni equipos tan sofisticados, go and make your bets!, estimo que no están dadas las condiciones termodinámicas que will set rain to the fire, this dry season, y den lugar a tan dramático gradiente de las temperaturas subcontinentales.











"How come is like that?" -dice mi mujer, cuando apenas se percata que el nuestro, un país de parcelas, es. Difícil imaginarlo, pero hay tipos que piensan que su feudo alcanza los dos millones de kilómetros cuadrados, de ese tamaño es su ansia por ser reconocidos o aceptados, no matter the big fake smile (it's the only way of communication he can understand) on the face. The one who started his period looking at the backdoor will finish it just like that, and it seems they are planning to repeat that scene over and over and over, again. If we let them to.









Dada mi compacta carrocería, 'onde quiera que me paro (me muevo, pues), es poco el espacio que requiero para mi humanidad acomodar. By the way, sorry por mi intempestiva llegada a nuestra capital, I know, I know, it wasn't planned like that; pero es que mi mujer no me ha podido domesticar, and every now and then I must go back to my very bad old habits. ¡Ah!, eso sí, nadie ose culparme de las últimas sacudidas aquí, eh.







We still keep that unthinkable balance, disregarding he just put very clear and undisputable ideological limits in his space. Es entonces él uno de los pocos a quien puedo contar parte de mis peripecias abroad. "Yo estuve así de caer en ese cerrado círculo, Marco" -me dice refiriéndose al selecto grupo de escogidos del santón del Bajío. "No entiendo bien a bien porque me salvé, será porque en lo primero que pensé es cuidar a mis 'grandes' y no más" - adereza tratando de atar unos cabos que muy probablemente el tiempo ha degradado demasiado ya. "Algunos años después me encontré y le pregunté a uno de los sobrevivientes que sí se sacaron el premio gordo, y más que una respuesta directa, me dí cuenta que en verdad algo pasó por lo perdido de su mirada, que nunca antes en él conocí".











El mundo es mucho más que blanco y negro, en eso estamos de acuerdo los dos. Por eso, además de pitorrearnos de que, el día que nos falte el supuesto (recuerden que su sombra tras de la silla del águila, tenía infinitamente más poder) arquitecto de nuestras desgracias socioeconómicas, más que state funeral gozaremos de fiesta nacional, coincidimos también en lo esencial.  









_ ¿Tonz pa qué carajos se hicieron las reglas, pues? -recordándome el patético episodio del cachorro de una leyenda del pugilismo. Así cualquiera gana, ¿no?


La metáfora es en verdad brillante, al momento en que hemos llegado a un más que concreto common ground called desaseado proceso electoral en este país.






"Yo como dizque soy utópico, no sufro. Lo verdaderamente dificultoso es convencer en lugar de imponer" -le digo a my national heartbeat city roomie not so long ago. Quién fuera encantador pa'un buen hato de compas movilizar, pero aún no he llegado a ese nivel, por lo que tristemente he de conformarme con mis useless mythical premonitions, some might say, aunque sean varios quienes hayan sacado una buena tajada de ahí (yo sigo igual -you don't, a más de uno todavía se le pasma el procesador al no entender esa inverosímil posición- a como empecé hace más de una docena de años y, aunque un día proteste y otro también, ni casa tiene mi mujer). Every now and then, sin embargo, he de peregrinar a uno que otro pueblo donde se gestó, de nuestro país, lo mejor; con tal de estúpidamente imaginar que, de entre las adversidades más canijas, es siempre posible renacer. More often, the brain command me to stop it all, but my foolish heart undoubtely answers: momento, que aquí el control lo tengo yo, and you must keep walking on the bright side of the road. Así que, it doesnt matter que un día parezca que la mamá de chucky es la wena, y otro que no, el mero, mero petatero es el pelón, nones, dice otro, because here the only one that really rules is the tiger cub. Algún día, cuando ya no era tan párvulo, más sí muy crédulo, me creí esa de que vivíamos en tiempos irreconciliables, más hoy no lo creo así, we are fighting a timeless pacifist war over a common ground: to simply try to change a bit this world.








... "governments should be afraid of their PEOPLE."





Saturday, August 11, 2012


PORQUE SE PUEDE




Por cuanto no se ejecuta luego sentencia
sobre la mala obra,
el corazón de los hijos de los hombres
está en ellos dispuesto a hacer
el mal.


Eclesiastés 8:11 (Casiodoro de Reina, 1569)








CASI COMO ÁNGELES

En un candente paisaje africano como el del Omo, el hombre puso por primera vez su planta sobre el suelo. Esto parece una manera pedestre de iniciar el ascenso del hombre; sin embargo, es crucial. Hace dos millones de años, el primer ancestro comprobado caminaba con un pie prácticamente igual al del hombre moderno. El hecho es que, cuando puso su planta en el suelo y caminó erguido, el hombre se comprometió a una nueva integración vital y, por ende, de sus miembros...


¿En qué momento podríamos decir que los precursores del hombre se convierten en el hombre mismo? Es esta una cuestión delicada, a causa de que tales cambios no suceden de un día para otro. Sería torpe intentar hacerlos aparecer como más repentinos de lo que en realidad fueron, fijar la transición con demasiada precisión o bien polemizar acerca de los nombres. Hace dos millones de años no éramos hombres todavía. Hace un millón años ya lo éramos, pues a la sazón aparece una criatura que puede llamarse Homo, el Homo Erectus ocurrió de hecho en China. Es el hombre de Pekín, que se remonta a cuatrocientos mil años, y que es la primera criatura que con certeza usaba el fuego...

... A diferencia de las criaturas (algunos insectos, por ejemplo) que han permanecido inalterados durante cinco, diez, incluso cincuenta millones de años, el hombre ha cambiado durante este tiempo a escala más allá de todo posible reconocimiento. El hombre no es la más majestuosa de las criaturas. Antes incluso que los mamíferos, los dinosaurios eran decididamente más espléndidos. Pero él posee algo que por sí solo, en más de tres millones de vida, le hizo creativo. Cada animal deja vestigios de lo que fue; sólo el hombre deja vestigios de lo que ha creado...

... el efecto más marcado de una estrategia indirecta encauzada a la adquisición de alimentos es, evidentemente, el fomento de la actividad social y de la comunicación... La caza en un solo lugar no puede sostener a una población en crecimiento; el límite de la sabana no era superior a dos personas por milla cuadrada. Con esa densidad, la superficie terrestre total del planeta podría mantener únicamente a la población actual de California, cerca de veinte millones y no podría mantener a la población de la Gran Bretaña. La disyuntiva para los cazadores era brutal: moverse o morir de inanición... Y se movilizaron distancias prodigiosas... el hombre se trasladó hacia el norte precisamente después de que la temperatura descendía a punto de congelación. En esa gran era glacial, el hielo brotaba de la tierra. Desde tiempo inmemorial, el clima septentrional se había mantenido templado, virtualmente durante varios centenares de millones de años. No obstante, antes de que el Homo Erectus se estableciera en China y en el norte de Europa, se iniciaba la secuencia de las tres Glaciaciones autónomas... Cuando la primera de las Glaciaciones pasaba por su clímax, el hombre de Pekín vivía en cuevas, hace cuatrocientos mil años. No es sorprendente encontrar restos de las fogatas encendidas en esas cuevas por primera vez. El hielo se desplazó hacia el sur y se retrajo tres veces, y la tierra cambió en cada ocasión. Las capas de hielo llegaron a contener tal cantidad de agua que el nivel de los mares descendió ciento veinte metros. Después de la segunda Glaciación, hace doscientos mil años, apareció el hombre de Neanderthal con su cerebro grande y se destacaría durante la última Glaciación... Las culturas del hombre que mejor reconocemos se iniciaron en la Glaciación más reciente, en los últimos cien o incluso cincuenta mil años. Es entonces cuando encontramos las herramientas más elaboradas que revelan métodos de cacería perfeccionados: el lanzador de venablos, por ejemplo; y el bastón que hacía las veces de martillo; el arpón de múltiples púas; y, por supuesto, los instrumentos de pedernal necesarios para fabricar estas armas.
 

... El Hombre sobrevivió a la terrible prueba de las Glaciaciones gracias a que contaba con la flexibilidad mental de reconocer los inventos y convertirlos en propiedad de la comunidad. Obviamente, las Glaciaciones originaron un cambio profundo en el estilo de vida del hombre. Lo forzaron a depender menos de las plantas y más de los animales. Los rigores de la cacería al borde del hielo también cambiaron su estrategia. Se hizo menos atrayente la caza de animales solos, aunque fuesen grandes. La mejor alternativa ara la de seguir los rebaños y no perderlos de vista; aprender a anticipárseles y, en fin, adoptar sus hábitos, incluyendo sus frecuentes migraciones.


El fuego es el símbolo del hogar, y desde que el Homo Sapiens empezó a imprimir la huella de las manos, hjace treinta mil años, su hogar fue la cueva. Durante al menos un millón de años, el hombre ha vivido en determinada medida reconocible como forrajeador y cazador. Casi no contamos con monumentos de ese inmenso período de la prehistoria, mucho más prolongado que cualquier otro que hayamos registrado. Sólo hacia el final de esa era, y al inicio de la era glacial europea, encontramos en cuevas como la de Altamira (y en muchos otros sitios de España y el sur de Francia) el registro de lo que dominaba la mente del cazador. Allí apreciamos lo que constituía su mundo y lo que le preocupaba. Las pinturas rupestres, que datan de hace veinte mil años aproximadamente, establecen para siempre la base universal de su cultura entonces, el conocimiento que el cazador tenía del animal del cual dependía.


Es obvio decir que en esos lugares el animal era mágico. Sin duda eso es cierto; pero magia es sólo una palabra, no una respuesta. En sí, magia es una palabra que no explica nada. Indica que el hombre creía tener poder, pero, ¿qué poder? Todavía queremos saber qué tipo de poder creían los cazadores haber obtenido de las pinturas... Los hombres que elaboraron las armas y los que realizaron las pinturas estaban haciendo la misma cosa: anticipar el futuro como únicamente el hombre puede hacerlo, deduciendo el porvenir por el presente. El hombre posee múltiples dones que le son privativos; pero ocupando un lugar primordial, pues es en la raíz de la que crecen todos los conocimientos, se encuentra en la habilidad de esbozar conclusiones a partir de lo que vemos para lo que no vemos, el transportar nuestras mentes a través del tiempo y del espacio y el reconocernos en el pasado en los pasos hacia el presente. En todas estas cuevas, la huella de la mano dice: "Esta es mi marca. Este es el hombre".


BRONOWSKI, J. El Ascenso del Hombre. Fondo educativo interamericano. Primera Edición. México, D.F. 1979.







Dedicado al ex ministro Castro y Castro.



The almost total absence of a globally-appreciated morning dew has reminded me that I am not sleeping over south of our capital city, anymore. Well, at least I cannot complain of experiencing drought conditions, here; north of the Tropic of Cancer, as you know, is still another totally different story. Aún no se han afinado lo suficiente nuestras habilidades, pero ya habíamos "deducido el futuro a partir del presente", y concluido, tomando en cuenta nuestra hipótesis de que el comportamiento climático es cuasicíclico, que un escenario de factores concomitantes podría poner de rodillas al imperio (y vaya que sólo un puñado de iniciados ha sido capaz de prefigurar la caída of "the first truly global empire", as is happening today just in front of your face$), sólo los mediocres easy to be blackmailed (simples gatos de angora, cuya media neurona les impide concebir que hay más cadáveres en el clóset de las barras y las estrellas que aquí) could have overlooked that very likely unrepeatable opportunity to break free. Lamentablemente debo aplicarme en el timing un poco más; ¿no es cierto?






_ Yo creo que te desataste a destiempo, compañero -me dice con cierto aire condescendiente nuestra extranjera amiga. You see, they have an estimation of a ten-year period before getting a junior post in the academia, buddy. A friend of mine is being dragged across the states to follow her senior -maybe, but nothing lasts forever, mates; though we tried to accelerate the process a bit, now its certainly gonna be delayed by the worst ones, here and again.





_ Is it that different out there, then? -le pregunto tratando de autojustificarme.


_ Not really, they are not interested in basic science research, anymore. For instance, they are not focus in finding the cure for a disease, but rather on how to control it, got it? -me dice alguien cuyos resultados de investigación doctorales seguramente redituaron, bajita la mano, varios miles de dólares.


_ That's interesting. Well, at least I thought, they were going to use your language skills in both english and mandarin -le afirma uno que fue socarronamente etiquetado como el secretario bilingüe mejor pagado en los pasillos de una oficina gubernamental.

_ I guess you are outdated, as usual, Marco. "Everything is about money". The best salaries go for those mastering both tongues but also having studied something related with money-making, like marketing, see? - and a few days after that conversation, I came to understand that she was absolutely right.


The internet was also right, este es el micro que me lleva to that posh neighbourhood solo vencido por San Pedro Garza García a las faldas del Chipinque, según las muy "confiables" estadísticas del INEGI. This is the very second time (la primera fue en Canary Wharf, cuando poseía un exitoso negocito, que una legión de ocultos, pero muy identificables, envidiosos reventaron) that I've asked myself: what the hell am I doing in this place? I certainly do not belong, here. Well, seguramente es una retribución por lograr la oportunidad de la revancha de mi ex mentor, esta vez deep into Mayan Land, fuera del radar de las vedettes universitarias que ya no tienen nada más que aprender. What a couple of weeks! From no hope at all to half a dozen of proposals, if only a pair of them could come true, cerraría el año con todo, listo pa'festejar junto a la desembocadura del Pánuco, no doubt about it. 






Ya pues, paisa (el apellido común con un ex góber local, enciende mis primeras luces ámbar); es más largo tu... historial académico que el mío -era solo presentar mis cartas credenciales, camarada, pienso para mí. Mientras mi coterráneo, carga una serie de imágenes en su ordenador, doy la clásica "chequeada" a su territorio (la siguiente válvula centinela se enciende al notar un diploma de grado otorgado por una universidad confesional), y si en algún momento evalué amararme, he cambiado de opinión y prefiero mudarme a un status de freelance, y trabajar por objetivos. "Alright, myth. Se puede, pero a mi me gusta manejar datos duros, más que sólo usar modelos y simulaciones", y en un tris encuentro que en lugar de hacerme el superman en el tema de estudio, ya hay compas que recorrieron un buen tramo, y me evitan el infierno de comenzar de cero.


Las omnipresentes guajolotas, y los elotes asados a las 10 am sin estar en Tres Marías, me avisan que estoy en el meritito centro del país de la contradicción. Mi mujer todavía no es capaz de percibir las sutilezas de este pulso milenario. El día en que el equipo tricolor se colgó la medalla dorada, recordó que uno de los más populares restaurantes de comida rápida ofrecía un deal olímpico al comprar los paquetes de french fries, y me encaminó del mercado local más impoluto que he visto en nuestra nación, a una de las sucursales de esta junkie food. Su decepción es mayúscula: this is the worst meal I have ever had, indeed. It's worse than plain cardboard, darling". She surely has forgotten that for them there is one golden rule: whenever you have the opportunity to make a quick buck with the unusual naïve visitors, don't waste it; and she felt cheated, while I've just filled my tank, con algo menos sabroso y más caro que un par de productos de las de piquito de oro al albañil.








Moving in and out the fringes of law (totally different is to talk about justice, in fact there should be schools of justice entirely separated from the law ones given the current state of the globe; I propose), our myth from the land down under is absolutely caged; hope the have a proper shower inside, manito.  







Es más fácil aquí, caray. Ahora resulta que tenemos que pedir perdón, porque lo poco que hicieron (Pancho Villa proponía pena de muerte a quien cometiera fraude electoral, pero si mi memoria no me traiciona, tal como detrás del "Tierra y Libertad" estaba Flores Magón, el verdadero autor intelectual de esta propuesta radical fue registrado como Juan Ignacio Paulino Ramírez Calzada) fue "Kashi shin kerer", si hemos de atenernos al inapelable veredicto del Tribunal electoral.