El debate suscitado en el Congreso sobre el decretazo para suprimir Luz y Fuerza del Centro arroja conclusiones irrefutables. Ha venido desmontando, una a una, las mentiras elementales esgrimidas por Calderón y desnudado una estrategia golpista de alta peligrosidad.
El análisis de las condiciones laborales impuestas al sindicato después de dos décadas de tope obligatorio revela una disminución neta del ingreso promedio de los trabajadores superior a 28%. La mitad de ellos gana menos de 6 mil pesos mensuales —tres veces y media el salario mínimo— que apenas rebasa la canasta alimenticia recomendable definida en el Instituto Nacional de Nutrición. Es, además, la tercera parte del salario mínimo en Estados Unidos.
Los argumentos referidos a la ineficiencia de la empresa son deleznables. Apenas el 10 de junio la Secretaría de la Función Pública valoró los resultados del Comité Mixto de Productividad y otorgó una calificación de 93.8% en el cumplimiento de las metas pactadas entre el sindicato, la empresa y las secretarías de Estado involucradas.
La negociación tripartita es, en tiempos de crisis, el método privilegiado para enfrentar situaciones semejantes en todo el mundo. No hay otro caso de declaración de guerra a las organizaciones gremiales y despido masivo de 60 mil trabajadores en momentos de agudo desempleo. La negativa de toma de nota de la sustitución de líderes sindicales no era sino un tramposo pretexto para proceder a la liquidación ilegal de la empresa.
Son varias las violaciones contra el orden constitucional. La desaparición de un sindicato por decisión administrativa es una afrenta contra el artículo 123 de la Constitución y las convenciones internacionales. La creación y desaparición de empresas paraestatales es facultad del Congreso de la Unión, con mayor razón cuando se trata de actividades estratégicas.
La falacia de que los 42 mil millones de transferencias federales a la empresa se destinan a subsanar la ineficiencia de los trabajadores ha quedado desmentida, ya que se utilizan íntegramente para costear la compra de energía a la Comisión Federal de Electricidad. Se ha evidenciado que, si la compañía cobrara las cuentas especiales, evasiones y concesiones de las grandes empresas, se obtendría una cantidad equivalente de recursos.
La pregunta que apenas empieza a responderse reside en las verdaderas motivaciones del régimen para estallar un conflicto de estas proporciones. Un drástico viraje ideológico y político al que no se habían atrevido anteriores administraciones. El objetivo es polarizar al país y enseñar la mano dura como promesa de futuro a los grupos oligárquicos.
Es también la reedición de la guerra sucia y del “peligro para México” que importaron los publicistas españoles de ascendencia franquista. Descalificar a los “rojos” y lanzar a las clases medias contra los obreros. La operación, dice Mauricio Merino, “habla más de un enfrentamiento abierto contra un grupo criminal que de la negociación y el arbitraje con una organización de trabajadores al servicio del Estado”.
Otros recuerdan que el conflicto de 1968 empezó, también, por un bazucazo, pero que el proyecto político era de gran envergadura e inspiración macartista. El gobierno avanza en el diseño de la militarización del país, la supresión de derechos humanos y la política por decreto. Trata de rebasar por la derecha el avance electoral del PRI y plantea a la izquierda un desafío insolente para orillarla a la confrontación.
El Congreso es hoy la línea institucional de resistencia y no debe ceder en el rechazo al autoritarismo. Las organizaciones de la sociedad han de actuar con la mayor firmeza y talante pacifista ya que se trata de una abierta provocación. Hay que detener el abuso y evitar que tiña de rojo una página más de nuestra historia.
Diputado federal (PT)
La Cámara de Diputados trabajará por el caso de Luz y Fuerza del Centro
Era como si todo el pueblo mexicano marchará contra el fascista Calderón, informa participante de la que se recordará como la “ Megamarcha del 15 de octubre”. Presentes físicamente o no con los trabajadores de México que exigen un alto a la destrucción del país, gente de las más diversas tendencias políticas comprende hoy que la forma en que ha actuado Calderón en sus 3 años de gobierno espurio y como lo está haciendo después de su derrota en la elección de julio 2009 que hizo las veces de referéndum nacional , no puede continuar si los mexicanos queremos conservar un país.
La estratégica malignidad de Calderón contra el pueblo de México se hizo evidente de nuevo. Así como aprovechó la victoria futbolística para la invasión policiaca de las instalaciones de LFC y para expulsar de ellas a los trabajadores ¡sin que se publicara aún el decreto de desaparición de la paraestatal, violando la Constitución una vez más! ahora aprovechó la marcha en el DF para que en la III Reunión Nacional para el mejoramiento, conservación y uso de los maíces criollos , en Celaya, Guanajuato, sus esbirros aprobaron la entrada a México del asesino maíz transgénico de Monsanto que destruirá las ricas variedades de nuestros maíces autóctonos, como denuncian Greenpeace , Guerreros Verdes, entre muchos otros. Asimismo, en el histórico 15 de octubre , el duopolio Televisa y TV Azteca por más que intentó minimizar la marcha no lo logró y sólo demostró que es el pilar del fascismo que está estrangulando a México. En todo el país y en el extranjero trascendió la verdad: La Federación Sindical Mundial hizo circular un importante documento del que entresaco lo siguiente: “Al gobierno neoliberal que sacrifica el futuro del pueblo mexicano le interesa concretar las condiciones para la privatización del patrimonio nacional del que forma parte Luz y Fuerza del Centro y que en enconadas luchas el movimiento sindical mexicano ha defendido desde años inspirado en la convocatoria del Sindicato Mexicano de Electricistas. Tras esta decisión está el interés declarado de empresas trasnacionales como Iberdrola, Mitsubishi, Unión Fenosa y otras, de acceder al control de esta posesión del pueblo mexicano. El gobierno de Calderón no está habilitado legalmente para emitir este decreto de extinción de LyFC, sin consultar al Congreso de la Unión. No tiene tampoco fuerza moral para continuar aplicando medidas propias de un modelo económico que mundialmente ha probado su fracaso y que en particular en México ha evidenciado sus nefastas consecuencias para sus trabajadores y pueblo… El hipócrita argumento, empezando por cuestionar la vida interna del sindicato y terminando por decretar el cierre de la Compañía Luz y Fuerza del Centro, demuestra que sólo fue un burdo pretexto para querer introducir la privatización en este sector. La relación con sindicatos verdaderamente corruptos y antidemocráticos y sus dirigentes, como el SNTE y Elba Esther Gordillo lo pone en una situación sumamente complicada y no dan cabida a sus supuestas preocupaciones morales”.
EL PRIAN CONTRA UN DF DE IZQUIERDA
La desaparición de la Cia de Luz y Fuerza del Centro tiene además otros magnos propósitos además del golpazo fascista al sindicalismo y la eterna acusación a López Obrador. Es uno de los pasos calderonistas ¡y prianistas! para apoderarse de la Capital del país , en manos de la Izquierda desde 1997 . Personalmente no siento por Marcelo Ebrard, Jefe de Gobierno del DF , la misma confianza y simpatía que por El Peje, pero mientras aplique las ideas por las que voto y sea un gobernante para el que son importantes todos sus gobernados no sólo los ricotes y los extranjeros, mientras no sea un entreguista y no olvide demasiado pronto la cruz de su parroquia, no hay bronca. De “regreso al siglo XIX” calificó el cierre de la compañía de luz que sirve precisamente al DF y a estados circunvecinos. Sabe que es otro golpe más contra “el país aparte” que gobierna. Hoy que de un plumazo “el presidente del empleo” desapareció 45 mil empleos. Hoy que Franciso Franco Calderón vuelve a salirse groseramente del huacal legislativo (su secretario de trabajo Lozano se negó a comparecer ante el Congreso) conviene recordar lo denunciado por Paco Rodríguez , el 8 de octubre, en su columna Indice Político respecto a la actitud del espurio contra la Capital:
“Los Pinos acosan al DF”
“ Si se nos tiene animadversión por lo que pensamos y hacemos, lo entiendo; pero lo que no tiene justificación alguna es perjudicar a la ciudad y a sus ciudadanos”. Marcelo Ebrard. “La administración federal no hace, pero bien que deshace. En materia de obra pública, por ejemplo, poco o nada es lo que desde el 2000 –peor aún desde el 2006- puede presumir. De hecho, para promocionar la controvertida entrega de su tercer informe, el señor Felipe Calderón grabó spots transmitidos profusamente en agosto y septiembre en los que usaba el sombrero ajeno de proyectos carreteros que en realidad son acreditables a empresas como IDEAL, de Carlos Slim, o a la española Obrescón Huarte Laína (OHL), lo mismo que a los gobiernos de Enrique Peña Nieto y de Fidel Herrera Beltrán. Otra de las obras que sin ser propia ostentó Calderón cual suya fue la de la construcción de la Línea 12 del Metro de la capital nacional. Como lo hiciera el gobernador veracruzano con el periférico del puerto jarocho y el libramiento de Xalapa, el jefe de gobierno Marcelo Ebrard aclaró paradas: la obra es del gobierno local. Pero aún así, los mentirosos spots se siguieron difundiendo. No hace, pues, pero bien que deshace. Porque ahora en su proyecto de presupuesto de Egresos para el 2010, la administración federal recorta recursos para la conclusión de la mayoría de esas obras. Lo resienten las obras viales veracruzanas. También el Metro del DF.Hay una suerte de acoso a los gobiernos que sí hacen. El del Distrito Federal es todo un caso. Al perredista Marcelo Ebrard prácticamente lo traen a sombrerazos. Estos, sí, nada ajenos. Muy propios de quienes desde Los Pinos lanzan periódicas y constantes campañas de desprestigio en contra de sus opositores. La del agua contaminada en tres delegaciones capitalinas es otra de las embestidas en contra del gobierno capitalino. Tres meses después de su “descubrimiento” una de las agencias de la Secretaría de Salud, dio a conocer que en Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco el líquido estaba contaminado con materias fecales. La Universidad Autónoma Metropolitana recién ha desvirtuado a la dependencia de la administración federal. Falso que haya bacterias de ese tipo en el agua. Ya los diputados locales perredistas han presentado una denuncia penal en contra de la dependencia sanitaria federal. El de la reestructuración de la deuda pública del gobierno de Ebrard fue otro ítem. Llevada a cabo con la asesoría de Pedro Aspe, la SHCP en la que tan a disgusto despacha Agustín Carstens puso toda suerte de trabas, incluso la de no tener espacio en la agenda, para que no se llevara a cabo el refinanciamiento de algo así como 38 mil millones de pesos. En el ámbito legislativo federal, el acoso a Ebrard se ha manifestado primordialmente en la colocación de Gabriela Cuevas al frente de la comisión encargada de observar los asuntos de la capital nacional. Cuevas no sólo es panista –la ciudad es mayoritariamente perredista—, sino lo peor es que toma “a personal” todo aquello que no comulga con su ideología o los intereses de aquellos a quienes, cual el llamado “Jefe” Diego, representa. El acoso al DF es más que obvio. Los perjudicados son los habitantes del DF. Índice Flamígero: ¿Por qué la actitud amenazante de Felipe Calderón en contra de sus opositores o los gobernadores?, se pregunta el columnista asociado José Antonio Lara Peinado, psicoanalista social. Él mismo responde: “Su personalidad atraviesa por un momento muy delicado. Hemos de recordar varias cosas para comprender la crisis en la que se encuentra: 1.- Ante el fantasma del fraude, simbólicamente se disfraza de militar con un traje que le queda grande. 2.- Viste a sus hijos de militares. 3.- Inicia una guerra contra el Narco que ha costado miles de vidas. 4.- Enfrenta una de las peores derrotas del PAN de las cuales se tenga memoria. 5.- Hay una crisis en todos los ámbitos económicos y sociales en el país. Un sujeto que accede al poder y encuentra que mucha gente no le reconoce ese poder, entra en estados alterados de personalidad. La idea simbólica de vestirse de militar y comportarse como lo que no es, solamente habla de lo que carece, pero que en el fondo quisiera. Cuando el disfraz no alcanza, cuando los rituales militares no le bastan a un sujeto para calmar la angustia surgida por una realidad que lo rebasa, comienzan entonces comportamientos de odio, enojo y enfrentamiento directo. Los últimos discursos del señor Calderón lo sitúan en un momento de odio y de revancha contra el pueblo. Sus palabras se convierten no en defensa de un paquete económico, se convierten en una amenaza real para millones de mexicanos. Estamos justo en un momento de quiebre en la personalidad de un sujeto que puede provocar que de la amenaza verbal pase a la agresión física contra quien le muestre su falta. En este particular comentario espero sinceramente estar equivocado. La fuerza del Estado volcada hacia el pueblo, tal cual ha amenazado Calderón, llevaría a ahondar la crisis de gobernabilidad que tiene a este país cayéndose a pedazos” . No hay duda, Calderón está tratando con el PRIAN de arrebatar el D.F. a los capitalinos que en 1997 eligieron a la izquierda para gobernarlos y les ha ido mucho mejor que a otros, en materia de justicia, de legislación, de cultura y de evolución en general con todo y los problemas de la macrourbe. http://satiricosas.es.tl
El robo de niños para darlos en adopción continuó hasta los años 80 en el Estado español. Algo que comenzó con una motivación política se convirtió en un negocio movido por curas, monjas y médicos. Algunos de ellos, aún vivos.
"Se ha jugado con el miedo de las personas" Entrevista a Isabel, quien siendo menor fue obligada a ir en 1974 al piso de Mercedes Herrán de Grass (Bilbao) y le retiraron a su hijo. Por H.R.L. (Redacción)
"Es un crimen que no ha prescrito, porque se sigue consumando" Charlamos con Miguel Ángel Rodríguez Arias, del Instituto de Derecho Penal Internacional de la Universidad de Castilla La Mancha (UCLM) y autor del libro El caso de los niños perdidos del Franquismo (2008), donde intentaba abrir una vía legal para la investigación de estos hechos. Por Héctor Rojo Letón (Redacción)
Cómo bautizar un robo, según un capellán Documento mencionado en un auto del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón para argumentar el robo de niños en el Franquismo.
Un niño enterrado... en ningún sitio Flor Díaz Carrasco narra en primera persona cómo su hermano habría sido dado por fallecido nada más nacer y, posteriormente, enterrado en el cementerio de La Línea, años después descubrieron que en esa tumba nunca había habido ningún fallecido.
Tariq Ali (Lahore, 1943), novelista, historiador y analista político pakistaní, suele decir que la política no le deja tiempo para la ficción. En el tercer libro que ha escrito sobre su país, El duelo. Pakistán en el punto de mira de EE.UU., carga contra la política estadounidesen de apoyo a las dictaduras militares y la guerra de Afganistán. Ali hablará hoy sobre El tablero de ajedrez mundial en la Residència d'Investigadors, invitado por Justícia i Pau.
El paquete Kerry-Lugar –promovido por el senador John Ferry- de ayuda estadounidense a Pakistán, supone 7,5 millardos de dólares para los próximos cinco años. Se trata de ayuda civil, pero condicionada a que el Gobierno del presidente Asif Zardai controle a los militares. De hecho, el texto del proyecto de ley no es muy sofisticado…, y los militares pakistaníes han reaccionado molestos. ¿Qué consecuencias puede haber?
Los estadounidenses han sido muy estúpidos. La función de este proyecto es apartar a los militares pakistaníes y decirle al Gobierno: te vamos a dar mucho dinero, debes hacer cosas buenas con él porque te fortalecerá. Es la mayor suma de dinero no con fines militares que Pakistán ha recibido en mucho tiempo. Pero en Pakistán todo el mundo sabe que el grado de corrupción en la élite política es tan alto que muy pocos creen que ese dinero será para hacer escuelas y hospitales o mejorar las condiciones de la gente. El 90% de la gente cree que el dinero servirá para enriquecer todavía más al presidente Zardari y a todos los que trabajan para él, y la gente común verá muy poco de ese dinero. En segundo lugar, pero en combinación con lo anterior, la decisión de EE.UU. de construir más bases en Pakistán con permiso del Gobierno ha irritado al ejército. La cosa es irónica: en el pasado, EE.UU. trataba con Pakistán sólo a través de los militares; hoy intentan cambiar y hacerlo con el Gobierno civil, y es el ejército el que defiende ahora el nacionalismo pakistaní, diciendo que nuestra soberanía está en peligro. En el pasado, los políticos solían decir que nuestra soberanía estaba en peligro porque los militares colaboraban con EE.UU. Esto está relacionado con la guerra afgana. La presión de EE.UU. sobre los militares pakistaníes para que vayan a matar a su propia gente en Pakistán ha creado una tensión muy seria en el ejército. Y ése es el problema.
¿Puede haber una división entre los militares a partir de otra ofensiva sobre las zonas tribales como el sur de Waziristán, una revuelta de oficiales de rango medio, quizás?
Creo que la división ya existe, pero no en términos de guerra civil ni nada de eso. Pero los oficiales jóvenes y muchos soldados que están muy disgustados porque los envían a matar a su propia gente, pashtunes pakistaníes, están desertando. Y esa es una decisión muy seria, porque todo el mundo sabe que seguir en el ejército es una oportunidad de enriquecerse. Muchos se van. Tenemos ejemplo de muchos que se niegan a disparar a otros musulmanes. La ideología del ejército en los años ochenta cambió: de lo apolítico a lo islámico. ¡Con la presión de EE.UU., porque quería combatir a los rusos en aquella época! Enviaban mulás al ejército y los soldados eran educados en el Islam con la India o los comunistas como enemigos. Ahora envían a las tropas, 25 años después, a matar musulmanes. Pero, además, a ningún ejército le gusta matar a su propia gente. Muchos resisten pasivamente: por ejemplo, saben que va a haber un ataque y avisan, y cuando las tropas llegan no hay nadie, o hay una emboscada… Ese es el grado de tensión que existe.
A la vista de los últimos ataques, el de la FIA (que es la versión pakistaní del FBI) en Lahore se produce contra la persona que la dirige y que es la mano derecha de Zardari, el ministro del Interior. Y la FIA se ha usado para espiar a mucha gente, incluido el ejército. ¿Tuvieron ayuda para realizar el ataque? No lo se…
Cuando los extremistas son capaces de atacar el cuartel general del ejército en Rawalpindi… Exacto. Para eso hace falta ayuda desde dentro…
…¿Quiere decir que el ejército está tan infiltrado por la insurgencia?
Cuanto más dure la guerra en Afganistán y se propague en Pakistán, mayor será la amenaza de una división en el ejército pakistaní. El jefe lo sabe, yo lo se… El proyecto de ley Ferry-Lugar ha sido la gota que colma el vaso. Eso es lo que pasa. La embajadora estadounidense ha dicho abiertamente a la inteligencia europea (yo lo he escuchado): cuando el general Pervez Musharraf estaba en el poder teníamos problemas porque prometía una cosa y hacía otra, y ahora con este Gobierno no los tenemos porque hace exactamente lo que le pedimos.
El día del ataque al cuartel general de Rawalpindi, Hillary Clinton dijo que confiaba en que los militares sigan controlando el arsenal nuclear pakistaní… Si hay una fractura en el ejército, ¿los radicales islamistas podrían llegar a tener acceso a estas armas? La gran pregunta es: muchos medios occidentales dicen que los radicales son capaces de eso. Tonterías. El ejército pakistaní tiene un millón de soldados y sólo unas seis personas conocen los códigos, y están vigiladas por los estadounidenses. Eso es alarmista. Pero, si los militares se dividen como usted dice, no sabemos qué puede pasar. La situación en la región es más seria de lo que se imaginan, por las repercusiones en el ejército pakistaní. ¿Y qué van a hacer los estadounidenses, ocupar Pakistán? Este es un país de 160 millones de personas. Afganistán tiene 24 millones. Los ataques de los aviones no pilotados están poniendo a prueba a la gente; hay dos millones de refugiados, y habrá más. Los estadounidenses, que han estado controlando esta región, tienen que hacer algo constructivo.
Se dice que los atacantes de Lahore no eran del Waziristán sino del Punjab. ¿Cómo puede el Gobierno afrontar la situación? No puede. Necesita una estrategia. Por un lado, presionar, privadamente por supuesto, a EE.UU., diciendo "por favor" (este es un gobierno muy débil) busquen una estrategia para salir de Afganistán. En tres meses, seis meses… Para el futuro de Pakistán hay algo incluso más importante: es un país donde la malnutrición es muy elevada, donde la estatura media está descendiendo, un país en su mayoría analfabeto; los hijos de los pobres, incluso los de clase media, no reciben educación. La élite es quizá la más venal y corrupta de Asia. Ningún gobierno ha hecho nada para mejorar la vida de la gente. Y lo que me sorprende es que no haya más que se conviertan en religiosos extremistas. ¡De verdad que me sorprende! De hecho, es una pequeña minoría…
¿Qué quieren los extremistas?
Desde luego, que los estadounidenses se vayan de la región. Y si esto sucede, lo más importante es que los gobiernos que entendieron que debían salir de Iraq hagan ahora lo mismo con Afganistán. Cuanto más se queden, peor se pondrán las cosas. Esos militantes extremistas pueden ser controlados, porque no tienen un gran apoyo popular en Pakistán. La guerra de Afganistán es lo que les respalda. Los militares pueden pueden seguir atacando pueblos y ellos seguir ganando adeptos de pashtunes no religiosos.
¿Quiénes son los "neotalibanes"?
Esencialmente son afganos que han incrementado sus miembros desde la ocupación de EE.UU. Llevan trajes modernos, tienen asesores, hablan por televisión, hacen videos… ¡Antes, los talibanes rompían televisores! Manejan mecanismos modernos y te dicen que no quieren cometer los errores del pasado. Entre los talibanes, incluso en el pasado, había dos facciones: la pro saudí, del mulá Omar, que acogió a Osama Bin Laden. Y la otra facción, totalmente creada por el ejército pakistaní y dependiente de él. No se puede entender este fenómeno en Afganistán sin Pakistán. Para los militares pakistaníes, los talibanes supusieron una gran victoria, la única que han tenido como ejército.Tras el 11-S surgen las contradicciones y tienen que decir a sus talibanes que se afeiten las barbas, pasen a Pakistán y se calmen en espera de mejores tiempos. Ahora, con los estadounidenses montando un lío, digan lo que digan los generales, Pakistán es un elemento principal en el conflicto.
Según usted sólo hay una solución para Afganistán: un pacto regional que incluya Pakistán, India, EE.UU., Rusia, China… Pero incluso si Washington cambiara ahora de parecer, ¿cree que los otros actores colaborarían?
Depende. Creo que los chinos son muy importantes, porque la solución es la reconstrucción de Afganistán. Mire, hubo una pequeña oportunidad para Occidente ocho meses después de la ocupación. Si se hubieran concentrado en construir casas, escuelas, en el bienestar de la gente, proveer alimentos…, en vez de facilitar que los corruptos venidos de fuera se enriquecieran como lo hacen… China es la única que tiene dinero para esa reconstrucción y puede crear una base económica para el país. Y a China le interesa, porque puede demostrar a los musulmanes de Xinjiang: mira lo que hacemos por los musulmanes de Afganistán. Pero lo que pase depende de Washington. Los de la OTAN dicen que la razón principal para seguir en Afganistán es que la Alianza tiene que moverse al este porque China será el nuevo enemigo.
Los militares que están en los PRT o "equipos de reconstrucción provincial", como los españoles, creen de verdad que ayudan a la gente… Creo que el Gobierno español sabe que esto es una guerra de escalada, con más y más tropas…
Pero se insiste en que es una misión bajo mandato de la ONU. ¿Por qué habría que salir de Afganistán?
Porque se ha fracasado completamente. La guerra fue declarada por Bush para acabar con Osama Bin Laden, era una guerra de venganza. No había nada humanitario en todo esto. Nueve años después, el mulá Omar sigue vivo y coleando, lo que me deja estupefacto. Y no sabemos dónde está Bin Laden, si vivo o muerto. No ha salido en imágenes de video desde 2004. Y da igual si está vivo o muerto –que es lo que creo-, porque sirve a los militares pakistaníes para seguir recibiendo dinero con esto de la guerra contra el terror, etc. Todas las agencias de inteligencia de EE.UU. y europeas dicen que Al Qaeda ya no supone una gran amenaza. Entonces, ¿qué hacen en Afganistán? Secretamente, han estado negociando con los neotalibanes para convencerles de que se unieran al gobierno de Hamid Karzai. Los neotalibanes dicen que están preparados para eso, pero sólo si las tropas extranjeras se van. ¡Demuestran hacerlo mejor que los chiíes en Iraq! Dicen que no participarán en nada mientras siga la ocupación. Si eso es verdad, sienta las bases para crear un gobierno de coalición. Los rusos e iraníes son importantes para formar esa coalición… La única otra opción es enviar medio millón de soldados y matar un millón de afganos y pakistaníes, y eso no necesariamente funcionaría porque habría una gran fractura en Pakistán.
Se sabía que las elecciones afganas serían un desastre. ¿A qué juega el presidente Karzai?
Las elecciones fueron fraudulentas, del todo. Creo que parte de la élite estadounidense quería poner a Abdullah Abdullah de presidente pero se les asustó con que si la pérdida de poder, etc. Abdullah habría sido lo mismo pero quizás hubiera convenido por razones cosméticas, para decir que Afganistán es una democracia.... Karzai lo que quiere es seguir en el poder y hacer negocios con los grupos religiosos locales más extremistas. Yo diría que si la OTAN se va, se tendrá que llevar a Karzai, porque no resistirá una semana. Algunos de los asesores de Obama me han dicho que están de acuerdo conmigo y que deben salir de Afganistán.
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Corría el año 1965 y el Presidente Lyndon B. Johnson se enfrentaba a una difícil decisión. ¿Debía intensificar la guerra en Vietnam? ¿Debía decir “sí” a la petición de los comandantes estadounidenses de que enviara más soldados? ¿O debía cambiar de estrategia, reducir el compromiso estadounidense, incluso retirarse del todo, una decisión que le ayudaría a concentrarse en sus principales prioridades internas, “La Gran Sociedad”, que confiaba en poder conformar?
Todos sabemos lo que sucedió. LBJ escuchó a los generales y a los expertos en política exterior e intensificó la guerra, con trágicas consecuencias para Estados Unidos y calamitosos resultados para el pueblo vietnamita como destinatario final del armamento estadounidense. Enfangado cada vez más profundamente en Vietnam, LBJ perdería pronto el norte y finalmente la voluntad, negándose en 1968 a presentarse a la reelección.
El Presidente Obama se encuentra ahora al borde de un precipicio similar. ¿Debería consentir en la petición del General Stanley A. McChrystal de enviar entre 40.000 y 60.000, o más, soldados estadounidenses a Afganistán? ¿O debería alentar una nueva estrategia, reducir nuestro compromiso, o incluso retirarse del todo, una decisión que le ayudaría a centrarse en el sistema sanitario nacional, entre otras importantes prioridades internas?
Me temo que la suerte está echada. Evidentemente, en su “guerra de necesidad”, Obama ha descartado ya siquiera considerar una opción de “reducción”, mucho menos una de retirada y, probablemente, se decidirá por un programa de “escalada ligera” que necesitará más tropas (aunque no tantas como las que McChrystal exige), más instructores estadounidenses para el ejército afgano e incluso un nuevo incremento de la guerra a base de aviones-robot sobre las fronteras pakistaníes, además de nuevas acciones de operaciones especiales.
Al fracasar de tal manera en su primera gran prueba como comandante en jefe, es posible que Obama se asegure una presidencia que le dure un mandato, y algún día se le considerará un hombre como LBJ, cuyos mejores sueños se rompieron contra las olas de una guerra imposible de ganar.
La ortodoxia convencional: Escalada militar
Podríamos preguntarnos a quién está escuchando Obama cuando adopta su decisión sobre la estrategia a seguir en Afganistán y los niveles de tropas. Podría asegurarse que, por supuesto, no está oyendo a los escépticos. Ni a los libres pensadores, ni a los equivalentes de Mary McCarthy o Norman Mailer. No, sin duda está escuchando a los generales y almirantes, o a los ex generales y almirantes que ahora ocupan importantes puestos “civiles” en la Casa Blanca y en Beltway [*].
Al parecer, y considerando sus acciones, Obama ha abrazado la ortodoxia convencional propia de los altos oficiales militares, ya estén en activo o retirados; como dicen por los pasillos del Pentágono, de los “expertos en la materia” en lo que se refiere a estrategia, guerra e incluso política exterior.
¿Acaso no conocemos más detalles? ¿Acaso no sabemos, como Glenn Greenwald nos recordó recientemente, que la revisión de la estrategia del General McChrystal fue escrita por una “comunidad de política exterior amante de la guerra” en la que los habituales de siempre –“los Kagan, un representante del Brookings, Anthony Cordesman, alguien del Rand”- se reunieron para defender la necesidad de enviar más tropas y de extender la guerra?
¿Acaso no sabemos, como Tom Engelhardt nos recordó hace poco, que entre los asesores “civiles” de Obama figuran “Karl W. Eikenberry, un teniente general retirado que es embajador de EEUU ante Afganistán; Douglas Lute, un teniente general que es el asesor especial del presidente sobre Afganistán y Pakistán (apodado el “zar de la guerra” por mantener la misma posición durante la administración Bush), y James Jones, un general retirado de la Marina, que es asesor de seguridad nacional, por no hablar del Secretario de Defensa Robert Gates, ex director de la Agencia Central de Inteligencia”? ¿Nos sorprende, pues, que cuando “hay que adoptar decisiones importantes en relación al ejército, [nosotros] le volquemos funcionalmente a ellos también la política exterior”? ¿Y que ellos, a su vez, opten siempre por más tropas, más dinero y más guerra?
Una persona a la que este estado de cosas no hubiera cogido por sorpresa hubiera sido Norman Mailer, que murió en 2007. Veterano de guerra, afamado autor de la novela bélica “The Naked and the Dead” (1948), así como de un informe sobre las protestas de la era Vietnam que ganó el Premio Pulitzer: “The Armies of the Night” (1968), en el que se autoproclamaba un tipo duro que no bailaba, Mailer presenció (y diseccionó) el equivalente a Vietnam en los sucesos afganos actuales. Volviendo a 1965, Mailer afirmó rotundamente que la mejor opción que EEUU tenía era “salir de Asia”. Y punto.
La ortodoxia no convencional: Sacar al ejército
¿Puede Obama encontrar el coraje y la sabiduría necesarios para sacar a nuestras tropas de Afganistán? Por cortesía de Normal Mailer, aquí van tres pistas no convencionales que estarían apuntando en esa dirección:
No combatas una guerra, y por supuesto no extiendas una guerra, en un lugar que no significa mucho para los estadounidenses. En palabras que podrían aplicarse fácilmente hoy a Afganistán, Mailer escribió en 1965: “Vietnam [para los estadounidenses] es un lugar anónimo. ¿Cuántos estadounidenses han visitado alguna vez ese país? ¿Quién puede decir qué lengua se habla allí, o que industrias pueden existir, o incluso cómo es el país? No nos importa. No estamos interesados en lo vietnamita. Si combatiéramos una guerra con los habitantes del planeta Marte, el pueblo estadounidense se implicaría emocionalmente más.
¡Cuidado con la cascada de dominós y metáforas engañosas, ya sea en el Sudeste Asiático o en cualquier otro lugar! La teoría del dominó mantenía que si Vietnam, entonces dividido en norte y sur, se unía bajo el comunismo, otros países asiáticos, incluidos Tailandia, Filipinas, quizá incluso la India, caerían también inevitablemente en el comunismo, justo como las fichas de un dominó. En vez de ocurrir eso, fue el comunismo el que cayó o, de forma alterna, se transformó en una versión con la que podíamos hacer negocios (por parafrasear a la ex Primera Ministra británica Margaret Thatcher).
No podemos hablar metafóricamente de dominós desplomándose en el actual escenario de operaciones de Af-Pak. Sin embargo, nuestros temores vienen provocados por una imagen igualmente engañosa: Si Afganistán cae ante los talibanes, seguramente le seguirá Pakistán, abriendo una Caja de Pandora nuclear a los terroristas anti-estadounidenses en la cual, en nuestra febril imaginación, las pistolas humeantes se convertirán de nuevo en hongos atómicos.
A pesar de las febriles charlas sobre dominós cayendo de su época, Mailer siguió inconmovible. Tal retórica sugiere, escribió en 1965: “Que no estamos protegiendo una postura de baluartes relacionados sino que estamos intentando ocultar el hecho de que tales baluartes están a punto de desaparecer, que no son dominós sino castillos de arena, y que está en marcha una oleada nacionalista. Es curioso que la política exterior utilice metáforas en defensa de una guerra; cuando las metáforas son imprecisas, no son más que un timo”.
A esto yo añadiría que, al considerar siempre a los países y a los pueblos como dominós que por las acciones –o la inacción- de EEUU se levantan o se derriban, exageramos inmensamente nuestra intervención y ponemos de relieve nuestro engreimiento. Y antes de meternos en la inevitable discusión de “¿Quién perdió Afganistán?” o “¿Quién perdió Pakistán?”, resulta demasiado obvio decir que nunca, ni por un momento, fuimos dueños de esos países ni de esos pueblos.
Los palos y las zanahorias pueden funcionar juntos para mover a un caballo testarudo, pero no a un pueblo orgulloso determinado a encontrar su propio camino. Como Mailer señaló, con un giro diferente: “Bombardear un país al mismo tiempo que le estás ofreciendo ayuda es tan repulsivo moralmente como golpear a un niño en una avenida y parar de hacerlo para pedirle un beso”.
Como nuestros aviones teledirigidos Predator y Reaper escudriñan el terreno afgano allá abajo y lanzan misiles para decapitar terroristas mientras nos llevamos, involuntariamente, a un montón de inocentes con ellos, nos consolamos a nosotros mismos ofreciendo ayuda a los afganos para colaborar en la mejora y reconstrucción de su país. Da la casualidad de que cuando la hidra enemiga pierde una cabeza, le crece sencillamente otra en su lugar y los daños colaterales sólo provocan una nueva generación de buscadores de venganza. Mientras tanto, la ayuda prometida va a parar a manos de las corporaciones multinacionales o es desviada por corruptos funcionarios gubernamentales, dejando bien poco a los campesinos afganos, desde luego no lo suficiente como para poder ganar su lealtad y menos aún sus “corazones y mentes”.
Si continuamos hablando con bombas mientras engrasamos las palmas de las manos con dólares, no conseguiremos más que unas cuantas explosiones a cambio de nuestros 228.000 millones de dólares (y seguimos contando).
¿Qué hubiera pasado si LBJ hubiera escuchado a Mailer en el 65?
No mucho antes de que LBJ cruzara su Rubicón y apoyara la escalada en Vietnam, podría haber decidido la retirada. Mailer escribió:
“Se había preparado el camino para marcharnos: no oíamos hablar más que de la corrupción del gobierno de Vietnam del Sur y de la cobardía profesional de los generales survietnamitas. Leíamos como un ejército Vietcong de 40.000 hombres estaba fustigando a un ejército gubernamental de 400.000 hombres. En nuestros propios periódicos se nos decía cómo el Vietcong se armaba con armas estadounidenses que les llevaban desertores o capturados en batalla con las tropas gubernamentales; sabíamos que era una guerra sin sentido para nosotros”.
Sustituyan “el gobierno de Hamid Karzai” por “el gobierno survietnamita” y “talibanes” por “Viet Cong” y ayer podría haberse escrito el mismo pasaje sobre Afganistán. Sabemos que el gobierno de Karzai es corrupto, que robó el voto en la última elección, que el ejército afgano no es más que un producto de la imaginación de Washington, que sus tropas venden sus armas hechas en EEUU al enemigo. Entonces, ¿por qué nuestros dirigentes fracasan de nuevo a la hora de ver, como Mailer vio con el caso de Vietnam, que esto, es también, claramente, una “guerra sin sentido para nosotros?”
Mailer experimentó como un misterio el implacable egoísmo y la estupidez estratégica de Washington, pero eso no le impidió condenar la decisión del Presidente Johnson de intensificar la guerra en Vietnam. Para Mailer, JBL se le reveló como “un hombre dirigido por la necesidad, un jugador que teme que si se detiene, alguien le va a sacar del juego y su corazón se va a romper con la tensión”. Johnson, como casi todos los estadounidenses, concluía Mailer, era miembro de un grupo minoritario, definido no en términos raciales o étnicos sino en términos de “alienación del yo por un doble sentido de identidad y por tanto a merced de un yo que exige acción y más acción para poder definir los límites más rudimentarios de su identidad”.
Esta deriva estadounidense hacia la autodefinición a través de la acción constante, a través de la aceleración precipitada, incluso a través de la escalada militar, la describía el novelista mediante una especie de metáfora mixta: como “las ciénagas de una plaga” en la que los estadounidenses se han quedado atrapados y continúan hundiéndose. Veía que sólo buscaban aliviar esa condición desesperada a través de una única vía: “masacrar a los pueblos extraños”.
Siendo honesto, no estoy muy seguro de qué hacer aquí con el análisis de Mailer, más emocionalmente “Corazón de la Tinieblas” que fríamente racional. Pero eso es precisamente por lo que quiero que alguien del estilo de Mailer –beligerante, capaz de desbordarse de forma libre, profético, provocativo y profano- aconseje a nuestro presidente. Justo ahora.
Como los expertos militares de Obama blanden su métrica del campo de batalla y piden más fuerza (para usarla, por supuesto, con mayor precisión y habilidad incluso), creo que Mailer podía haberles contestado: “Nosotros pensamos que lo único que ellos entienden es la fuerza. ¿Y si resulta que eso es lo único que nosotros comprendemos?”.
Mailer, no tengo duda, habría tenido el valor de que no le importara nada que le consideran como un ser “débil” para la defensa, porque hubiera sabido que a los estadounidenses no se les había perdido nada en concreto en este combate. Creo que intuitivamente habría reconocido la sabiduría del gran estratega chino Sun Tzu, que escribió hace más de dos mil años en El arte de la guerra que “Conseguir cien victorias en cien batallas no es el colmo de la habilidad”. En cambio, nuestros generales, parecen querer combatir esas cien batallas con muy pocas esperanzas de conseguir someter al enemigo.
Es decir, que lo que Obama necesita, son menos generales y ex generales y más Norman Mailers: más librepensadores sinceros y honestos que no tengan interés alguno en permanecer en la caja pentagonal que hace que el pensamiento de Washington sea tan rígido. Lo que Obama necesita es silenciar los inacabables gritos pidiendo más tropas y más guerra que salen del ejército y de los “expertos” en política exterior que le rodean, para que podamos escuchar las voces de los Mailer de hoy, de los sólidos disidentes actuales. Si así lo hiciera, podría evitar repetir el mayor error de LBJ y podría librarse de tener que sufrir su mismo destino político.
[Nota sobre las fuentes: La mayor parte de las citas de Mailer que aparecen en este artículo se han sacado del discurso que escribió el 25 de mayo de 1965 para el “Día de Vietnam” en Berkeley, California.]
[*] En el caso que nos ocupa, Beltway, se refiere a la autopista que circunda Washington DC en alusión a todo lo relativo al gobierno y políticas estadounidenses.
William J. Astore es un teniente coronel retirado (Fuerzas Armadas de EE.UU.), que colabora habitualmente con Tom.Dispatch. Ha dado clase en la Academia de la Fuerza Aérea y en la Escuela de Postgraduados Navales, y en la actualidad enseña Historia en la Facultad de Tecnología de Pensilvania. Puede contactarse con él en: wastore@pct.edu
4˚ Toda publicación o manifestación de ideas o hechos deberá estar garantizada por el Estado. En el acto de aprobación de esta Constitución la censura se deberá abrogar inmediatamente de las leyes penales. También deben desaparecer los delitos de difamación calumnia o daño, ya que son formas simuladas con las que los tiranos, monaguillos, señores feudales, o ensayos de dictador cuentan para censurar o apresar a los trabajadores de la información; es la forma sutil de eliminar cualquier oposición o diversidad de opiniones.
Todo periodista contará con una inmunidad y protección absoluta, similar a la de un funcionario público, para poder desarrollar sus labores, otorgadas por el colegio o institución de periodistas. La autoridad competente expedirá y supervisará el documento oficial respectivo.
…
El pueblo de México es proclive a la benevolencia y a cometer de forma reiterada los mismos errores. Para evitar la aparición de otro Iturbide, Antonio López de Santa Anna u otro personaje similar, el Congreso podrá cesarlo si constata que es traidor a la patria, mentalmente incapaz o incompetente para resolver los problemas nacionales. Por lo mismo, someto a consideración del Congreso que este precepto sea incluido en la Carta Magna con los siguientes incisos aplicables:
I.El Presidente de la República deberá ser mexicano de nacimiento, con pleno uso de sus facultades o capacidades mentales y profesionales, a satisfacción del Congreso.
Deberá residir en el país permanentemente, sin pertenecer directa o indirectamente, por cuestiones personales, a congregación o círculo religioso, ni ser miembro de ningún culto, como sacerdote.
Lo anterior con el objeto de evitar ministros religiosos presidentes o presidentes ministros religiosos. La influencia de la religión, de todo credo, en los actos y órdenes de gobierno, termina siempre mal ya que sirve para perpetuar los fueros y privilegios eclesiásticos.
Al asistir al Congreso, el Presidente de la República no va en calidad de invitado celestial sino a rendir una protesta y a confirmar, frente a los representantes del pueblo de México, que cumplió a cabalidad los compromisos y promesas que hizo al pueblo de México. El Congreso, poder supremo de la Unión, debe contar con elementos y procedimientos para echar de la presidencia a impostores, embaucadores o aventureros soñadores que hacen perder el tiempo a la nación y cuestan grandes cantidades de dinero al erario público, tan precario en estos tiempos.
Por lo antes referido, el presidente podrá ser destituido, por el Congreso, sin más declaratoria que la votación por mayoría simple, y en los siguientes casos:
a)Por traición a la patria, comprometer el patrimonio y los recursos nacionales a favor de los Estados o empresas extranjeras o nacionales, en detrimento del pueblo de México, o por asociarse en forma reiterada con minorías o congregaciones religiosas que promueven fueros, privilegios o exenciones legales, violando con ello las leyes de equidad vigentes en México.
b)Incapacidad mental o administrativa, basada en el comportamiento personal del mismo presidente y con base en los resultados de la cuenta pública anual presentada a los legisladores.
c)Mentir al pueblo de México en asuntos de interés general, así como comprometer la soberanía política o económica de la nación; falsear documentos e informes de la administración pública y desviar recursos presupuestales serán delitos graves pues influyen en el desarrollo nacional y en la cuenta pública.
d)Permitir que se viole la filosofía pacifista del gobierno mexicano frente a todas las naciones o el ingreso de tropas extranjeras o policías foráneos a territorio nacional que pongan en riesgo la integridad del país o de su gente. (Juárez autorizó lo referido en los tratados McLane-Ocampo, el Congreso, por fortuna, los desaprobó.)
e)Disponer del ejército o de las fuerzas del orden público en contra del pueblo de México, sus bienes o instituciones con lo cual pretenda sofocar justas revueltas populares. El Congreso debe calificar este hecho como traición a la patria.
f)No acatar las resoluciones y leyes emanadas del Congreso, después de que éste emita una advertencia protocolaria al ejecutivo, o utilizar bienes o recursos públicos de forma personal o con el carácter de partidas secretas.
ARELLANO, E. Ignacio Rámirez: “El Nigromante”. Memorias Prohibidas. Editorial Planeta. México, D.F. Primera Edición. 2009. Págs. 80-83.
El pasado fin de semana mientras algunos de nosotros seguíamos atizando el fuego del “calentamiento global”, yo mismo he recibido una lección práctica de previsión ecológico-económica. La compañera de uno de los sobrinos de la mujer maravilla decidió darse una vuelta a la ciudad de la eterna primavera, con el fin de mercar varios árboles frutales en los viveros locales, para formar una pequeña huerta en su terreno familiar de la zona centro de Guerrero.
Quiso, debido a el anterior mini-proyecto, mi traviesa imaginación jugar with the idea of a socio-ecological Ponzi scheme. Soñemos por un momento que los renegados seamos capaces de fundar pequeñas empresas agroecológicas, y que el éxito de ellas sea capaz de financiar (a baja escala) a otros compas menos afortunados, sin la pesada carga de los leoninos intereses exigidos por algunos prestamistas, o los conflictos existenciales que podrían causarle to the big eco-friendly corporations. I don´t know, maybe I´m wrong, and Maseca will be happy financing small-scale projects on corn,Monsanto doing it with several of the varieties of our tomatoes, or Nestlé supporting tasty Mexican organic coffee. Ojalá esta mujer imaginará que su pequeña área verde pudiera (potencialmente) desencadenar muchas otras, y consecuentemente tener un impacto real (a largo plazo) en el secuestro del (peligrosamente creciente) dióxido de carbono planetario.
El proceso inverso se aplicó esta semana, los medios de comunicación afines al poder descontextualizaron la presente lucha sindical en nuestro país, y algunos de nosotros hemos caído en la trampa analítica de los intelectuales orgánicos. En primer lugar, supongo que cualquier neófito en derecho laboral nos mostraría que los sindicatos surgieron, después de arduas luchas, para frenar las condiciones de explotación impuestas (en las antiguas insalubres fabricas) por los patrones. Muy pocos, por otra lado, abordaron el sindicalismo mexicano en su contexto histórico; sobre todo los que no hace mucho se conocían popularmente como líderes charros (supongo que el mote no ha desaparecido totalmente, ¿verdad, mayestra?), un engranaje vital de la aceitada maquinaria de la dictadura perfecta. Sin embargo, como bien lo han demostrado algunos estudiosos, es verdaderamente perverso igualar a los trabajadores de base con sus dirigentes, y esa fue una entre las muchas sucias tácticas que se utilizaron para descalificar la presente lucha sindical.
Las insustentables descalificaciones no solo fueron vistas y escuchadas en las pantallas y micrófonos de los medios, también se han replicado en las oficinas gubernamentales, y los recintos legislativos (con una pobrísima elocuencia, a juzgar por las comparecencia del director de PEMEX y del secretario de Salud, por poner dos ejemplos) por igual. Si no conociera, en base a información del conocimiento público que cualquiera puede fácilmente consultar, que muchos de estos llamados representantes popularesmedran con los bienes nacionales, llegaría a pensar que en verdad están todavía convencidos de algunos de los mantras que en otros países han pasado a mera reliquia histórica de una teoría económica destrozada. Muy probablemente el clasemediero promedio (pequeño burgués wannabe) ignora que esta es una retórica convenientemente utilizada, pero muy inteligentemente evitada (y poco aplicada) en los países con los mejores desempeños socioeconómicos del mundo.
The Myth of Free Trade-1/2
Con uno o dos secretarios técnicos en el tema, el actual gobierno federal (incluyo a la mayoría de los servidores en los poderes ejecutivo, legislativo y judicial) ya se hubiera enterado que los generadores de vapor (llamadas coloquialmente calderas) cuentan con una válvula centinela que impide que la presión aumente peligrosamente, hasta llegar a un punto tal alto que ponga (integralmente) en peligro el equipo mecánico. Un operador irresponsable que omitiera actuar al ser activado este dispositivo de seguridad, sería despedido en forma fulminante en cualquiera de nuestras plantas nacionales de generación eléctrica.
Sólo caben dos hipótesis (desde mi humilde entender) que pueden explicar cabalmente este inescrupuloso comportamiento: la deliberada voluntad de permitir que la caldera explote o un inepto manejo del arte de la política (pa´enriquecerse ilícitamente, son pero sí bien truchas). Me inclino a votar por el segundo caso, y me explico. Desde su aplicación en México, hubo condiciones de crecimiento, magro es verdad, pero aumento al fin, que permitieron vender con una muy efectiva estrategia mercadotécnica (eso sí) al neoliberalismo, no sólo como la mejor sino la única opción de desarrollo socioeconómico.
Desgraciadamente para nuestro país, el titular espurio del ejecutivo, por alguna poderosa y misteriosa razón que desconocemos, insiste en aplicar las mismas recetas, ignorando (o haciéndonos creer que no lo sabe) que el modelito se agotó; lo cual es sería fácilmente verificable (en forma científica) al observar que muy pocos países aplican fielmente sus reglas ya. Quien usurpo el poder mexicano en 2006, se ha mostrado “mentalmente incapaz o incompetente” no sólo “para resolver los problemas nacionales”, sino más gravemente aún, copado en todos los frentes por los poderes fácticos, y de un temperamento francamente iracundo (que me supera infinitamente), (que) hacen a este ilegítimo presidente, proclive a crear artificialmente graves conflictos que (por esta atrofiada capacidad para consensuar) llevan al límite de gobernabilidad (y por ende la seguridad nacional, mucho más serio que sólo observar en las calles a nuestros autóctonos rambos) a nuestro presionado país.
Los políticamente mejor dotados han regresado en aquellos estados-nación que han logrado exitosamente sortear la actual recesión global.
Infestado el gobierno mexicano de chiquillos inexpertos, escasos son los que poseen suficientes habilidades políticas para lograr acuerdos nacionales, y ellos coquetean con la resistencia pacífica en general. Más, de acuerdo con la –muy delicada- presente situación nacional, el pueblo organizado es el único operador político (no muy experimentado, cierto) que puede activar la válvula de seguridad que impida a nuestra caldera nacional explotar. AL TIEMPO.
M@RCOmbustóleo;
Plaza de la Constitución, en el corazón político de México;
¿Cómo se controló la corrupción durante la época del desarrollo estabilizador mexicano?
How would we react in the remote case of a coup in the USA?
Gore Vidal: On TheREALnews Pt. 1
SPECIAL REQUESTS:
Las Cifras…
Cuantificar las pérdidas económicas (para “erario público”) debidas a los contratos inconstitucionales (y los nombres de los funcionarios actuales o antiguos coyotes, tipo la familia Mouriño en la CFE, bueno esos todavía siguen en el Business, ¿no?) en las principales empresas paraestatales (las que queden). Por ejemplo, chéquense los nuevos contratos de servicios después de la reforma energética de 2008.
De acuerdo con las tendencias actuales, el gobierno de Felipe Calderón se perfila para superar con mucho a sus antecesores priistas y al panista Vicente Fox en los registros de atentados contra la libertad de expresión.
Esta opinión es sostenida por Perla Gómez Gallardo, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana-Cuajimalpa, autora de Libertad de expresión. Revisión metodológica de las agresiones a periodistas en México, su libro más reciente, publicado por la Fundación para la Libertad de Expresión.