Friday, July 11, 2008

La Crisis de los Cohetones



La mujer entonces dijo: ¿A quién te haré venir?

Y él respondió: Hazme venir a Samuel.


1 Samuel 28:11 (Casiodoro de Reina, 1569).



San Luis Potosi: Burning Judas / Quema Judas



Boyd Tonkin: Memories of the pain in Spain

Friday, 4 July 2008

Seventy summers ago, Spain versus Germany meant more than the final of a football tournament. The outcome differed, too. When the forces of the Spanish government made their last-ditch push on the Ebro against Franco's rebels in July 1938, ferocious bombing by the Nazi planes of the Condor Legion helped to halt the advance. Within months, Madrid fell and a 40-year ice age began.

Already, by 1938, Orwell had published Homage to Catalonia, and the tide of English-language writing inspired by the Spanish Civil War was in full spate. It never really ebbed. More recently, Anglophone biographers and historians – such as Paul Preston, Ian Gibson and Antony Beevor – filled the vacuum left by the post-Franco pact of silence in Spain. That period has now ended, with Spanish history and fiction (such as Javier Cercas's superb Soldiers of Salamis) revisiting the war and its aftermath.

...




A la memoria de Sergio Mendez Arceo.



No os precipitéis, comp@s. Al sur del Trópico de Cáncer, las lluvias han respondido fielmente a las condiciones que La Niña impone (contrario a las variables económicas) todavía desconocemos si ella entra en territorio de franca recesión. Me aviso mi carnal que vamos a tener que importar una que otra chalupa para trasladarnos de una COLONIA a otra en el primer puerto de México; le voy a recomendar mejor que les pida prestada una Hummer a los de verde olivo, ahora que tienen en virtual estado de sitio a mi ciudad natal. Aguas, paisas; todavía falta uno que otro chubasco por allá.


Un poco frío pa’ un mexica por acá, pero en Norwich yo me encuentro en el relax total. Para todos ustedes que pensaban que me faltaba un grado, quiero avisarles que lo he logrado ya. It’s medication time, sorry, celebration time! A lo mejor y hasta me toca una con premio. Muchísimo más tensos andan algunos de mis comp@s, sobre todo aquellos que pronto terminan sus estudios. El sábado próximo pasado me invitaron a seguir la final femenil del Torneo de Wimbledon; duelo entre hermanas, en el que triunfó no la más apta físicamente –de acuerdo a los últimos resultados, según me enteré- sino la de mejor control mental. Como en todo momento de esparcimiento, uno pretende mayormente relajarse, pero es inevitable hablar de las actividades de la semana. Noté que una Vietnamita se mostraba particularmente interesada en el tema de investigación de la rojilla.


_ ¿Qué tanto te preguntaba, tú?

_ Ya sabes, de la investigación, pero hay algo que me dejó pensando. Me dijo que si ya había meditado quién iba a ser el principal lector de mi tesis.

_ ¿Quién fue el tuyo?

_ Pues básicamente mis asesores, un amiga se ofreció, pero con lo dejado que soy, solo un capítulo le envié para revisión.

_ No, tú no entiendes.

_ ¿’Tonz?

_ Sí, hacia quienes está dirigida tu tesis, a quienes va a impactar.

_ Mmm. Pues mira, aún cuando los que estudiamos ciencia tenemos una idea aproximada del alcance de nuestros estudios, no necesariamente comenzamos la investigación desde ese enfoque.


Recordé entonces que la nativa de Vietnam tiene su formación previa en el mundo de los negocios.


Con esa idea en mente, leo entre semana que el G8 saca al mercado su colección veraniega de buenos deseos. A’nque las economías exitosas se estén moviendo ligeramente en otra dirección, con este producto y su estrategia mercadotécnica hasta morir, güeno, es un decir, hasta que los de abajo entiendan o… eso, ¿no? Hay que acordar algo pa’ the press conference, right? ¡Vaaa! Reducir las emisiones de gases que causan el efecto invernadero a la mitak.



“Cool, oil huggers, the biggest polluter of the planet os saluda”, se despide el Texano. “Well, falta mi mejor divisa, camarada; todavía le cuelga pa’ terminar esta partida en el tablero energético”, se escucha la protesta de un chapito al fondo del salón.





“¡Guerras Proxy a la vista, mi capitán!”, avisa el de los catalejos. Como en los tiempos de the Cold War, las guerras se libran en forma indirecta en nuestra época de Cold Peace, son los medianones o de plano los expendables los que libran las batallas. ¿Escudo misilístico en la República Checa?. ¿Lituania ingresa a la OTAN? En el contexto histórico de la crisis de los mísiles, las guerras expandían o protegían el poderío económico. ¿Qué tiene que proteger ahora el imperio? ¿A quién se dirigen los esfuerzos del embajador estadounidense en Colombia?





No fue necesario otro ataque en territorio gringo después de todo, ¿’edá? Una historieta de liberación a la miss England es suficiente por ahora, mate. ¿Cuántos puntos nos acercamos al Osama, sorry, Obama? Mucho más complicado es el battleground en medio Oriente; ya vimos que las recomendaciones (amenazas les llamamos en mi terruño) del Barrack van tomando colorcito serio. Es demasiado pronto para saber a cual candidato (a diferentes niveles ambos comienzan a mostrar esa innata tendencia bélica) beneficiarán estos escarceos al final de esa carrera de locos llamada presidencial.


Difícil imaginar que una boda atizara el avispero político. ¿Cómo se me va a comparar con 007 si yo sólo soy un humilde encuestador? A ver, ¿cuántos mexicanos están de acuerdo con la privatiza…, sorry, la reforma energética? ¡Ah, no! Mejor dame esa que hicimos en la recepción de la hija del sonorense, esa sí que refleja el mero sentir del pueblo. Chécate, ¡hasta el cuero se me puso chinito de la emoción! Chanclas, por lo menos antes uno sabía por quién hablaba el de la silla. En periodo neocolonial, perdón, neoliberal mexicano, si uno confía en las declaraciones de nuestros políticos, corre el riesgo quedar más extraviado que si fuera provinciano manejando por las calles de la capirucha.





Un buscapié más para los ingenuos. Cual si fuera mísil intercontinental, se acerca una de las batallas definitivas de la historia mexicana contemporánea. Dos años de Resistencia Civil Pacífica. ¿Quién se ha transformado? ¿Quién ha permanecido? ¿Quién, de plano, nos ha dejado? Be careful, mates! En tales coyunturas se conocen a los compañeros de verdad. ¿Cuánto aprendimos de la derrota y cuáles son esas lecciones? ¿Qué errores no estamos dispuestos a repetir? Lo siguiente probablemente sea perfecta excusa para otro post, pero como soy tan desprendido les voy a ayudar a quienes se empeñan a impactar a nuestra base social.





No sólo se equivocan aquellos que todavía pretenden utilizar a sus gerentes para convencer (el más ricachón del mundo acaba de invertir en dow chemical una lanita) al pueblo mexicano. Se equivocan de contexto histórico, no permanecimos suspendidos en el siglo pasado, en el que se podía imponer y deponer dictadores a su antojo. ¡Ah! By the way, les quiero decir que su estrategia de contrainsurgencia (sic) va a fallar en el México de hoy, avisados. Segundo, con el debido respeto que me merecen, la mexicana no es una república bananera, buddies; aunque nos restan muchos obstáculos por librar, contamos con los mejores elementos (tanto de las ciencias duras como de las ciencias sociales) en nuestro movimiento, y su temor más grande es que, fuera del condicionamiento histórico de desconfianza, el mexicano de a pie pueda ahora ser informado y organizado para la defensa de nuestra patria. Comp@s, de este lado no es necesario triangular ni la información ni la acción. Los une la complicidad, entre ellos no hay tal división. Para nosotros lo más conveniente sería la multiplicación, por el momento es vital conservar nuestro apoyo, que nos ha costado enormidades construir desde aquel 3 de Julio de 2006. El pueblo no es tonto, si continuamos hablándole en palabras llanas sin proyectar o transferir, a nuestros rivales ideológicos les será imposible aislar a nuestra base social. AL TIEMPO.


M@rCrucero


Norwich, G(ran) B(alística);


11/07/08.



... te lo digo a ti, Juan; pa’ que lo entiendas tú, Andrés.


SPECIAL REQUESTS:


Este es una petición especial de mi progenitora y la suya propia, que aunque me hayan disfrazado de Juan Diego de morrillo, y haya el ofrecimiento de 100 millones de dólares, no se me olvide, antes de brincar el charco, darme una güelta pa’ rogarle al Santo Niño de Atocha (al que me tienen amparado).




PREGUNTAS SIN RESPUESTA:


Another one pays The Goat?




AQUI ME TOCó JALAR.



_ Mom, where is my grandpa going? I like a milkshake with ice cream. Yeah?


_ ¿Ves, lo que te digo? Ya me lo imaginaba, fuiste tú quien le causó el catarro que me tuvo a la niña en cama la semana pasada.


_ Mooom, mooom,… please, please.


_ Ok, ok, stop it!



Aleja a la pequeña con su brazo izquierdo que, por su minúsculo tamaño, apenas alcanza a jalar el extremo inferior de la minifalda.



_ ¿Qué voy a hacer contigo papá? Mira, te la llevas pero nada de golosinas, y mucho menos frío. ¿Estamos?


_ Get a raincoat, honey.


El tono imperativo de Ayleen no logra hurtarle a la niña la alegría de salir a pasear con su abuelo. Con él se siente feliz y… libre.


Acostumbrado a las largas esperas, el Sansón ha permanecido inmóvil tendido sobre el asiento trasero de la doble cabina.


_ Yo me voy atrás, Víctor. Aviénteme el llavero. Aunque el Sansón es tranquilo, prefiero no arriesgar con la nenita.


_ What a big dog, grandpa!


_ No, la cabeza, no.


_ Why not?


_ He doesn’t like his head to be touched. But he likes it in the chest, under the neck, alright?


_ ¿Para dónde le damos, Don Abel?


_ Al Mall de Westshore, por favor. En ese tiene una tienda pequeña mi amigo Armando.


_ No está tan lejos, en unos 10 min. estamos ahí.



Por sobre todas las cosas, una descomunal fotografía autografiada del Pelusa colgada en la pared principal, llama la atención de aquellos que por vez primera visitan el “Boca Juniors Sports Center”.



_ Empezamos con el pie derecho, chaval. Nuestro amigo sabe dos que tres cosas de fut.


_ Así es, viejito. Esto pinta bien.


_ ¡Mi estimado, Abel! ¿Qué os trae por acá? Sorry, todavía no te he podido conseguir los videos que me pediste del Teófilo Stevenson.


_ No hay problema, chico. Esta vez es otra la razón que me trae por acá. Mira ellos son Emiliano y… Víctor, traen un problemita menor en el que a lo mejor usted nos puedes ayudar.


_ Tú dirás, ¿en qué puedo servirles?


_ Pues, aquí mis amigos tienen un equipo de fútbol infantil y al dueño del balón y las camisetas se le ocurrió dejarlos colgados con el paquete ahora que más lo necesitan, era el patrocinador del equipo.


_ Mmm, ya veo. Así que ustedes necesitan uniformes y balones para su equipo de fut.



_ Hey, over here! Bend it like Beckham.


_ Huh? Who’s Beckham? Contesta extrañada Carelys.


_ Leo, stop kickin’ it, here. If you like to kick, go upstairs to the second floor where we have the goals, ok?


_ Ok, daddy; I got it. Come on, let’s go upstairs.


_ Can I gradpa?


_ Ok, honey; but you take care, will you?


_ Yes, I will, thanks.



_ Bueno, regresando a lo que estábamos creo que están de suerte, y sí los puedo ayudar. ¿De que edad son los pibes?


_ Estamos en la categoría entre 10 y 12 años, responde Víctor.


_ Más que suerte, creo que se acaban se sacar la lotería. Miren, tengo estos kits completos Le Coq Sportif, son igualitos a los que usó argentina en el ’86 en México. ¡Están preciosos! No entiendo porqué no se me han vendido; creo que la gente se va ahora más por lo que ven en la tele. En fin, son todos suyos.




_ ¡Perfecto!


_ Así es, viejito. ¿Qué más podemos pedir?


_ Espérense, hay más. Estos balones son hechos a mano en su país, Don Emiliano. Me los acaba de traer una muchachita que vestía medio raro, y que tiene una tienda Fair Trade no muy lejos de aquí. ¿Cómo ven?


_ Oye, Armando; ¿por qué no te llevas al pibe a jugar, fut? Me va a volver loca de tanto patear contra las paredes de la casa.


_ ¡Ay, mujer! ¿Cómo crees?


_ ¿Cuántos años tiene el niño?


_ Tiene apenas ocho, pero come como si fuera rinoceronte, ya lo vieron ustedes; no le costaría trabajo jugar con los más grandes de su edad.


_ ¿Tiene usted dos fotos de su niño a la mano, señora?


_ Sí, apenas le acabó de sacar unas porque me las pidieron de su escuela.


_ Ok, yo voy a tratar de registrarlo con estas. Vamos a ver eso, porque ya entramos a las finales y a lo mejor es difícil, pero me llevo una de sus business cards para avísarles, ¿le parece? ¿A qué hora jugamos mañana, Víctor?


_ Mañana nos toca hasta mediodía, viejito.


_ Si lo logro registrar, ¿podría jugar mañana?


_ Yo creo que sí, yo me quedo sola en la tienda si tú lo llevas Armando, estaría bien que se distrayera un poco, además ya se está poniendo tan gordo como los de por aquí y eso no me gusta para nada.


_ Ok, mujer; si ellos pueden registrarlo, lo llevo yo.


_ No se imagina lo agradecidos que estamos con usted, Don Armando, y con Don Abel, por supuesto. Nos acaba de salvar el equipo.


_ Pues si mi hijo logra jugar en el equipo de ustedes, el que acaba de salvar el pellejo soy yo.

_ No nos despedimos, pues. Muchas gracias de nuevo.


_ Don Armando, no se le olviden mis videos del Stevenson. A lo mejor nos vemos mañana.


_ Ya vienen en camino, Don Abel. Que descansen, y buena suerte con el equipo, si ustedes me avisan, por ahí nos vemos.



… to be continued.







After rejecting global climate-change targets, George Bush's parting shot to the G8 summit

By Andrew Grice, Political Editor in Hokkaido
Thursday, 10 July 2008


President George Bush signed off with a defiant farewell over his refusal to accept global climate change targets at his last G8 summit.


As he prepared to fly out from Japan, he told his fellow leaders: "Goodbye from the world's biggest polluter."

President Bush made the private joke in the summit's closing session, senior sources said yesterday. His remarks were taken as a two-fingered salute from the President from Texas who is wedded to the oil industry. He had given some ground at the summit by saying he would "seriously consider" a 50 per cent cut in carbon emissions by 2050.

But green groups had protested that the meeting was a missed opportunity to secure the radical reductions in carbon emissions that were needed to reduce global warming. China and India, who were among the emerging economies invited to the summit, refused to sign up to binding agreements without firmer commitments from the US and the other industrialised nations to cut their CO2 emissions.

However, there was progress towards a deal on the world trade talks in Geneva. On the final day of their three-day summit, the G8 countries agreed to instruct their negotiators to make every effort to secure a deal when talks resume on 21 July.

Although a similar call by the G8 summit two years ago failed to break the deadlock in the seven-year trade talks, officials are more confident that this month's negotiations will be successful. They say there is a growing recognition that it will be much harder to secure a deal after a new US President takes office next January because of pressures to protect American farmers during this year's election campaign – and that a new global trade framework may never be struck.

Mr Bush gave his strongest support for an immediate agreement to his fellow G8 leaders. "We were looking for a signal from Bush and we got one," one British source said. "It's not in the bag but there is now a real push for a deal."

The talks will involve a complicated set of trade-offs between Europe, America, Latin America and India over farming and industrial subsidies and tariffs.

Brazil, a possible stumbling block to a deal, raised the prospects of a breakthrough after its President, Luiz Inacio Lula da Silva, met Gordon Brown yesterday on the margins of the summit. They issued a joint statement saying that the "window of opportunity" for an agreement is closing. They added: "The time for technical negotiations is drawing to an end. The key decisions now are political ones. We must act decisively now. If we don't, we will be failing the world's poor and destroying the best basis for continued economic growth in the future. The cost of failure is simply too great."

Brazil's willingness to ease restrictions on imports of goods such as cars and chemicals from richer nations could hold the key to a successful deal if European nations accept cuts in support for their farmers in return. Mr Brown told a press conference that a trade agreement could save the average British household £200 a year by bringing down food prices and would also bring greater benefits to the world's poorest countries, notably in Africa.

He suggested that another potential obstacle to a deal – Nicolas Sarkozy – appeared to have been removed during the G8 meeting, when the French President rejected protectionist moves despite his criticism of Peter Mandelson, the EU's trade commissioner and negotiator in the talks.

The Prime Minister described the Geneva talks as "make or break", adding: "If we fail this month to secure a trade agreement, it will not be easy to resume negotiations... We are at one minute to midnight."

The final day of the summit saw tensions over climate change between the G8 and eight other major economies invited to Japan to discuss a new global agreement. The other eight nations, including China and India, failed to sign up to the G8's pledge to cut its carbon emissions by at least 50 per cent by 2050.



Stephen King: It's time for the central banks to take a lesson in emerging market economics


Monday, 7 July 2008


Despite all the talk of globalisation, mutual economic dependency and trade linkages, policymakers spend too much time focusing on the domestic minutiae and not enough on the really big international stories which determine our economic destinies. I know this because, like anyone else, I can log on to central bank websites and get a flavour of policymakers' concerns. The Federal Reserve and the Bank of England publish minutes of their regular policy pow-wows. Their discussions too often suggest the non-G7 world simply doesn't exist.


The latest published minutes available on the Federal Reserve's website refer to the meeting held in April. Of the 6,400 words that sum up the Fed's discussions, only 90 deal with the emerging world. Of the many lines included within the latest published minutes from the Monetary Policy Committee of the Bank of England, only a desultory two or three refer to the influence of countries like China. This, I think, is remarkable. The emerging economies, after all, are exerting an ever-larger gravitational pull on the rest of us.

The biggest single economic problem facing the developed world is the deteriorating trade-off between growth and inflation. This is happening primarily because of the impact of strong emerging economic expansion on global commodity prices. Only a few months ago, it seemed likely that central banks would have to cut interest rates again and again, egged on by falling house prices, banking paralysis and soggy labour markets. Yet, last week, the European Central Bank raised interest rates. Meanwhile, the appetite for cutting interest rates elsewhere has disappeared. Nothing has changed as far as the growth outlook is concerned. It still looks rotten. Inflation, though, has made an unwelcome return. Unlike the 1970s, though, higher inflation has nothing to do with wage pressures (at least, not yet). Instead, it's the result of higher oil, food and other commodity prices. The influence of these price increases is huge. It now looks as though inflation in the US, the UK and the eurozone will easily be above 4 per cent through the remainder of the year. There's even an unpleasant possibility, in the US and the UK, that the 5 per cent threshold might be breached. These numbers are remarkably high relative to the inflation objectives central banks are supposed to achieve.

Any yet many policymakers seem almost blasé in the light of these overshoots. The Fed minutes, for example, say: "In view of the projected slack in resource utilization in 2009 and flattening out of oil and other commodity prices, both core and headline PCE price inflation were projected to drop back from their 2008 levels, in line with the staff's previous forecasts." Why, though, should oil and other commodity prices necessarily flatten out? After all, they haven't done so up until now: in virtually every year during this decade, commodity prices have ended up higher than either central bankers or traders expected.

These errors are worrying. They reveal a huge lack of knowledge at the heart of the monetary and economic system. Put simply, if central banks can't accurately forecast the future level of commodity prices, they cannot accurately forecast the future rate of inflation. If they can't do that, they cannot easily judge where interest rates should be today.

It is for this reason that I find the absence of any serious discussion of emerging market economic developments so odd. We know that the emerging economies are playing a decisive role in driving commodity prices to ever higher levels. China has become the world's most important marginal consumer of energy in recent years. It now consumes more energy than the whole of the European Union and isn't too far behind the US. If China's economy overheats, it's no longer an internal Chinese prob-lem: through global commodity markets, China's overheating becomes a problem for the rest of us as well.

With the honourable exception of the European Central Bank (and, for that matter, the Swedish and Norwegian central banks), the threat posed from ever-higher commodity prices seems to be treated in a rather casual fashion. The Bank of England's Monetary Policy Committee has this to say on the subject: "Whatever the cause, it was not clear that the prevailing high price of oil could be sustained: there should be some reduction in demand, and possibly some increase in supply, if prices remained elevated. But the timing of any fall back was also uncertain and further price rises could not be ruled out in the coming months."

There are some obvious problems with this statement. If, for example, persistent increases in emerging market demand for oil lead to an ever-higher price, there is absolutely no reason why any reduction in demand coming from the UK, the US or elsewhere will lead to lower prices: our reduction in demand is a consequence of higher oil prices, not a cause of lower oil prices. And while a supply response might eventually be forthcoming, don't hold your breath.

The big question, then, is whether we are seeing a shift in the relative economic importance of different parts of the world big enough to overturn the assumptions policymakers have happily made about how the rest of the world affects their own economies. I think we are. This, in turn, makes life a lot less comfortable for policymakers. Earlier this year, Mervyn King, the Governor of the Bank of England, gave a speech in which he argued that the UK economy could do with a dose of rebalancing in order to wean ourselves off an ever-mounting debt dependency. What we needed, he suggested, was stronger exports and weaker imports. A fall in the exchange rate would "help to protect us from the worst effects blowing across the Atlantic". Admittedly, he warned of higher inflation as a consequence, but added that "inflation could start to fall back towards the end of the year".

He might still be right but inflation is now a lot higher than the Bank ever imagined. Arguably, then, the right prescription earlier this year would have been a higher, not a lower, exchange rate to protect the UK from the inflationary effects stemming from the emerging world. Then again, if your policy meetings include hardly any discussion of the emerging markets' gravitational pull, it's not surprising that this sort of prescription wasn't forthcoming.

The Bank of England has really struggled to get the balance right between domestic (and G7) economic weakness and emerging market economic strength. The struggle stems from an emotional attachment to a G7 economic world which can, to all intents and purposes, be confined to the annals of history. Our central banks would be better served if they focused on today's economic reality rather the nostalgia of all our yesterdays.

Stephen King is managing director of economics at HSBC

stephen.king@hsbcib.com

Thursday, July 10, 2008



Tomado de Cubadebate

Reflexiones del compañero Fidel


Ayer martes tenía un cúmulo de cables con noticias sobre la reunión en Japón de las potencias más industrializadas. Dejaré el material para otro día, si no se vuelve fiambre. Decidí descansar. Preferí reunirme con Gabo y su esposa, Mercedes Barcha, que están de visita en Cuba hasta el día 11. ¡Qué deseos tenía de intercambiar con ellos para rememorar casi 50 años de sincera amistad!








Nuestra agencia de noticias, sugerida por el Che, acababa de nacer, y ésta contrató, entre otros, los servicios de un modesto periodista de origen colombiano, llamado Gabriel García Márquez. Ni Prensa Latina ni Gabo podían suponer que había un Nobel por el medio; o tal vez él sí, con la "descomunal" imaginación del hijo del telegrafista en el correo de un pueblito de Colombia, perdido entre los latifundios plataneros de una empresa yanqui. Compartía su suerte con un montón de hermanos, como era costumbre, y a pesar de eso su padre, un colombiano que disfrutaba el privilegio de estar empleado gracias al teclado telegráfico, pudo enviarlo a estudiar.

Yo viví una experiencia a la inversa. El correo con su teclado telegráfico y la escuelita pública de Birán eran las únicas instalaciones en aquel caserío que no constituían una propiedad de mi padre; todos los demás bienes y servicios de valor económico eran de don Ángel, y por eso pude estudiar. Nunca tuve el privilegio de conocer Aracataca, el pueblito donde nació Gabo, aunque sí el de celebrar con él mi 70 cumpleaños en Birán, adonde lo invité.

Fue igualmente obra de la casualidad que cuando por iniciativa nuestra se organizaba en Colombia un Congreso Latinoamericano de Estudiantes, la capital de ese país fuera sede de la reunión de Estados latinoamericanos para crear la OEA, siguiendo pautas de Estados Unidos, en el año 1948.

Recibí el honor de ser presentado a Gaitán por los estudiantes universitarios colombianos. Este nos apoyó y nos entregó folletos de lo que se conoció como la Oración de la Paz, discurso pronunciado en ocasión de la Marcha del Silencio, la multitudinaria e impresionante manifestación que desfiló por Bogotá, en protesta contra las masacres campesinas realizadas por la oligarquía colombiana. Gabo estaba en aquella marcha.

Germán Sánchez, el actual embajador cubano en Venezuela, transcribe en su libro Transparencia de Emmanuel, párrafos textuales de lo que narró Gabo de aquel episodio.

Hasta aquí el azar.

Nuestra amistad fue fruto de una relación cultivada durante muchos años en que el número de conversaciones, siempre para mí amenas, sumaron centenares. Hablar con García Márquez y Mercedes siempre que venían a Cuba —y era más de una vez al año— se convertía en una receta contra las fuertes tensiones en que de forma inconsciente, pero constante, vivía un dirigente revolucionario cubano.

En la propia Colombia, con motivo de la IV Cumbre Iberoamericana, los anfitriones organizaron un paseo en coche por el recinto amurallado de Cartagena, una especie de Habana Vieja, reliquia histórica protegida. Los compañeros de la Seguridad cubana me habían dicho que no era conveniente participar en el paseo programado. Pensé que se trataba de una preocupación excesiva, ya que por demasiada compartimentación los que me informaron desconocían datos concretos. Yo siempre respeté su profesionalidad y cooperé con ellos.

Llamé al Gabo, que estaba cerca, y le dije bromeando: "¡Monta con nosotros en este coche para que no nos disparen!" Así lo hizo. A Mercedes, que quedó en el punto de partida, le añadí en el mismo tono: "Vas a ser la viuda más joven." ¡No lo olvida! El caballo partió renqueando con su pesada carga. Los cascos resbalaban en el pavimento.

Después supe que ocurrió allí lo mismo que cuando en Santiago de Chile una cámara de televisión que contenía un arma automática apuntó hacia mí en una entrevista de prensa, y el mercenario que la operaba no se atrevió a disparar. En Cartagena estaban con fusiles telescópicos y armas automáticas emboscados en un punto del recinto amurallado, y otra vez temblaron los que debían apretar el gatillo. El pretexto fue que la cabeza del Gabo se interponía obstruyendo la visión.

Ayer, durante nuestra conversación, rememoré y les pregunté a él y a Mercedes —campeona olímpica de los datos— sobre multitud de temas vividos dentro y fuera de Cuba en que estuvimos presentes. La Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, creada por Cuba y presidida por García Márquez, ubicada en la antigua quinta Santa Bárbara —histórica por lo positivo y negativo de sus antecedentes en el primer tercio del pasado siglo—, y la Escuela del Nuevo Cine Latinoamericano que dirige esa Fundación, y está ubicada en las proximidades de San Antonio de los Baños, ocuparon un espacio de nuestro encuentro.

Birri, con su larga barba negra, hoy tan blanca como la nieve, y otros muchos personajes cubanos y extranjeros, pasaron por nuestro recuento.

Gabo a mis ojos ganó respeto y admiración por su capacidad para organizar la escuela de forma meticulosa y sin olvidar un solo detalle. Yo lo había supuesto, por prejuicio, un intelectual lleno de maravillosa fantasía; ignoraba cuánto realismo había en su mente.

Decenas de acontecimientos dentro y fuera de Cuba, en que ambos estuvimos presentes, fueron mencionados. ¡Cómo pasan cosas en decenas de años!

Dos horas para conversar, como es de suponer, no alcanzaron. La reunión había comenzado a las 11:35 a.m. Los invité a almorzar, algo que nunca hice con visitante alguno durante estos casi dos años, pues no lo había pensado nunca. Comprendí que yo estaba realmente de vacaciones y se lo dije. Improvisé. Pude resolver. Ellos almorzaron lo suyo, y por mi parte cumplí la dieta disciplinadamente, sin salirme un ápice, no para añadir años a la vida, sino productividad a las horas.

Apenas llegaron, me habían entregado un pequeño y agradable obsequio envuelto en papel de atractivos y vivos colores. Contenía pequeños volúmenes un poco mayores pero menos alargados que una tarjeta postal. Cada uno tenía entre 40 y 60 páginas, en letra pequeñita pero legible. Son los discursos pronunciados en Estocolmo, capital de Suecia, por cinco Premios Nobel de Literatura de los otorgados en los últimos 60 años. "Para que tengas material de lectura" —me dijo Mercedes al entregármelo.

Les pedí más datos sobre el regalo antes de que ambos se marcharan a las cinco de la tarde. "He pasado las horas más agradables desde que enfermé hace casi dos años" —les dije sin vacilar. Es lo que sentí.

"Habrá otras", —respondió el Gabo.

Pero no cesaba mi curiosidad. Mientras caminaba, un rato después, le pedí a un compañero traer el obsequio. Consciente del ritmo con que ha cambiado el mundo en las últimas décadas, me preguntaba: ¿qué pensaron algunos de aquellos brillantes escritores que vivieron antes de esta época turbulenta e incierta de la humanidad?

Los cinco Premios Nobel seleccionados en la pequeña colección de discursos que ojalá puedan leer un día nuestros compatriotas, por orden cronológico, fueron:

William Faulkner (1949)


Pablo Neruda (1971)


Gabriel García Márquez (1982)


John Maxwell Coetzee (2003)


Doris Lessing (2007)

A Gabo no le gustaba pronunciar discursos. Se pasó meses buscando datos —recuerdo—, angustiado por las palabras que debía pronunciar para recibir el Premio. Lo mismo le ocurrió con el breve discurso que debía dirigir en la cena que le ofrecieron después del Premio. Si ese hubiera sido su oficio, es seguro que Gabo habría muerto de infarto.

No debe olvidarse que el Nobel se otorga en la capital de un país que no ha sufrido los estragos de una guerra en más de 150 años, regido por una monarquía constitucional y gobernado por un partido socialdemócrata donde un hombre tan noble como Olof Palme fue asesinado por su espíritu solidario con los países pobres del mundo. No era fácil la misión a cumplir por Gabo.

Nada sospechosa de procomunista, la institución sueca asignó el Premio Nobel a William Faulkner, un inspirado y rebelde escritor norteamericano; a Pablo Neruda, militante del Partido Comunista, quien lo recibe en días gloriosos de Salvador Allende, cuando el fascismo intentaba apoderarse de Chile, y a Gabriel García Márquez, genial y prestigiosa pluma de nuestra época.

No es necesario decir cómo pensaba el Gabo. Basta transcribir simplemente los párrafos finales de su discurso, una joya de la prosa, al recibir el Premio Nobel el 10 de diciembre de 1982, mientras Cuba, digna y heroica, resistía el bloqueo yanqui.

"Un día como el de hoy, mi maestro William Faulkner dijo en este lugar: ‘Me niego a admitir el fin del hombre’" —afirmó.

"No me sentiría digno de ocupar este sitio que fue suyo si no tuviera la conciencia plena de que por primera vez desde los orígenes de la humanidad, el desastre colosal que él se negaba a admitir hace 32 años es ahora nada más que una simple posibilidad científica. Ante esta realidad sobrecogedora que a través de todo el tiempo humano debió de parecer una utopía, los inventores de fábulas que todo lo creemos nos sentimos con el derecho de creer que todavía no es demasiado tarde para emprender la creación de la utopía contraria.

"Una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra."

Fidel Castro Ruz
Julio 9 de 2008
7:26 p.m.