Saturday, June 06, 2009


China orders all-out efforts to save life in fatal landslide

More than 500 rescue workers were shifting landslide rubble Saturday morning in a bid to rescue 79 people buried in the rubble and 27 miners trapped in southwest China's Chongqing.

Helicopters were brought in to find the missing, but heavy machinery is not able to reach the site because of unsafe terrain.

An estimated 79 residents and passers-by as well as 27 miners were buried beneath the landslide, which destroyed 12 houses and buried the mine, Liu Jianchun, a government spokesman with the rescue work said. Full Story>>

China orders all-out efforts to save life in fatal landslide

Chinese President Hu Jintao and Premier Wen Jiabao have ordered the local authorities to spare no efforts to save those people buried in a fatal landslide in the southwest city of Chongqing.

Caution must be taken to avoid life losses during the rescue work, the two leaders said.

Chinese vice-premier Zhang Dejiang arrived at the landslide site in Wulong county at 5 a.m. Saturday to oversee the rescue efforts.


Chinese Vice Premier Zhang Dejiang shakes hands with rescue workers at the site where a landslide occurred in Wulong County, southwest China's Chongqing Municipality, June 6, 2009. Zhang Dejiang arrived at the landslide site on Saturday to oversee the rescue efforts.(Xinhua/Liu Chan)

At least 80 people are feared buried in the landslide at an iron ore mining area.

Rescuers had pulled out seven injured people, including four seriously hurt, from the debris as of 8:30 p.m. Friday, according to the publicity department of Wulong County.

The injured were taken to hospital. Full Story>>

80 confirmed missing, 8 injured in SW China landslide

Authorities confirmed Saturday afternoon 80 people were missing and eight others were injured in the landslide in southwest China's Chongqing.

Among the missing were 21 local residents, 47 workers of the iron ore mine where the landslide occurred, two telecom company workers and four passers-by, said Ai Yang, a government spokesman, at a press conference.Full Story>>

Rescuers going all out to search for life in landslide



Firemen search for survivors at the site where a landslide occured earlier in the Jiwei Mountain area, in Tiekuang Township, southwest China's Chongqing Municipality, June 6, 2009. Rescuers said the 79 residents and passers-by buried in debris almost have no chance to survive, but they hope to rescue the 27 miners trapped under the mine.The accident happened at about 3 p.m. Friday at an iron ore mining area of Jiwei Mountain in Tiekuang Township.




Copyright by People's Daily Online, All Rights Reserved

Guerra sucia contra la Juventud Comunista desde la revista "Cambio"


Juan Cendales
Rebelión




Nuevamente un “informe de inteligencia” es publicado en un medio de comunicación colombiano como si fuera una supuesta nota periodística. En la edición de la Revista Cambio hay una nota bastante amplia y promocionada desde la portada titulada "La diplomacia de las Farc". La nota no tiene firma por lo que es de responsabilidad total del Consejo de Redacción y del Director de la revista. Y mucho más si es el artículo de portada, es decir la nota central y más importante de la revista en esta edición. Lo que supone una amplia discusión y revisión por el Consejo de Redacción y el Director. En este caso el Doctor Rodrigo Pardo.


Dentro del largo y supuestamente bien sustentado “informe periodístico” hay una pequeña nota, muy pequeña en su extensión pero inmensamente peligrosa. Hace la Revista un cuadro de la presencia de las FARC en diversos países y continentes. En la parte correspondiente a Europa señala a Noruega y allí textualmente dice:


“Noruega: Las juventudes comunistas noruegas ayudan a miembros de la Juventud Comunista, Juco, de Colombia que son enviados allí para ser adoctrinados”


De acuerdo a esta nota periodística de la Revista Cambio tanto las Juventudes Comunistas de Noruega como los dirigentes de la Juventud Comunista que van a Noruega lo hacen como parte de la estructura y el trabajo internacional de las Farc.


No sabemos si en Noruega existe o no una organización llamada juventudes comunistas. Lo que sí sabemos es que la Juventud Comunista Colombiana sostiene desde hace diez años un Programa de Intercambio con la Juventud Socialista de Noruega (SU), que se hace por medio del Consejo Nacional de la Juventud Noruega. Tambien es de público conocimiento que organizaciones estudiantiles noruegas cooperan con organizaciones estudiantiles colombianas.


El informe de la Revista Cambio tiene todos los componentes de ser un vulgar informe de algún organismo de inteligencia colombiano, ligeramente retocado para darle fachada periodística. Y es evidente que busca varios objetivos. El primero de ellos seguir con la campaña desplegada por la inteligencia militar y el gobierno de Uribe para criminalizar a la Juventud Comunista Colombiana, en el marco de la criminalización de toda la oposición. En segundo lugar se criminaliza la solidaridad y la cooperación internacional y en tercer lugar es un vulgar mecanismo de presión para buscar la aprobación del Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Noruega.

El pasado mes de marzo el gobierno noruego aplazó la toma de decisión sobre el acuerdo para tener más información sobre la situación de los derechos humanos en Colombia. Esta decisión fue anunciada el 20 de marzo por la ministra de finanzas Kristin Halvorsen, quien pertenece al Partido Socialista de Noruega, del cual hace parte la Juventud Socialista con quien la JUCO tiene relaciones de cooperación. Esto nos lleva a pensar que la presentación de las actividades legales de la JUCO en Noruega como parte del trabajo internacional de las Farc no solo es obra de la mal llamada “inteligencia militar”. Ahí se nota la mano de la cancillería colombiana.


Es una lástima que una persona como Rodrigo Pardo un periodista y político con una gran tradición e imagen de seriedad y profesionalismo avale este tipo de señalamientos contra la Juco y contra el gobierno Noruego. O por lo menos no se tome la molestia de preguntar y olfatear la realidad de las cosas. Esperamos que esos valores que le reconocemos le permitan una rectificación tal como se lo está reclamando la Juventud Comunista Colombiana.

El puño visible del mercado


John Saxe-Fernández
La Jornada

Cuando un ejecutivo de Exxon-Mobil ingresa a una junta en cualquier lugar del mundo, dice un conocido economista de Estados Unidos, no está solo: detrás de él está la Sexta Flota y la CIA. Más que ironía, el aserto indica algo profundo en la evolución del capitalismo en general y en las relaciones entre la superpotencia en crisis y la población de los Estados del tercer mundo en general, y de América Latina en particular, con jurisdicción sobre vastos territorios y recursos naturales. Me refiero a la simbiosis Estado-empresa y su relación con la creciente militarización, para-militarización e intervencionismo –abierto y clandestino– de la política exterior de Estados Unidos del Bravo a la Pagatonia, después de la Segunda Guerra Mundial.
Encubrir el imperialismo de operaciones realizadas desde las instituciones de Bretton Woods (FMI-Banco Mundial, etc.) se tornó más difícil porque conllevan la acción conjunta del aparato de seguridad (Pentágono, CIA, etc.) primero al amparo del anticomunismo de la doctrina de seguridad nacional y su enemigo interno. Luego del colapso de la URSS el disfraz mudó a campaña contra narcotráfico, crimen organizado y a cruzada antiterrorista –por el 11-09– con la guerra preventiva y la doctrina de las fronteras flexibles, que ya se expresó el primero de marzo de 2008 en el atropello de la soberanía ecuatoriana en Sucumbíos, perpetrado bajo el Plan Colombia por el Comando Sur (CS). En la Estrategia para 2016 del CS se alientan esfuerzos conjuntos entre actores estatales y privados, designación que incluye a empresas y ONG favorables a los intereses de Estados Unidos en un teatro de operaciones en el que destaca la participación de fuerzas especiales, es decir, instrumentos de Estado de corte paramilitar que realizan atroces operativos de terror que hacen trizas el derecho penal internacional.

La experiencia colombiana en torno a la simbiosis Estado-empresa adquiere relevancia ante la negativa de Ecuador de renovar la autorización para la base de Manta, por lo que se consideran contratos para una nueva en Colombia con más capacidad para intervenir a lo largo de casi toda América Latina. Además, con la Iniciativa Mérida, Estados Unidos financia e incita la extensión del brutal modus operandi del Plan Colombia hacia México y Centroamérica. Aunque la criminalidad de Estado y sus vínculos con el mercado (empresas) no es algo nuevo en la región, destacan sus expresiones recientes como la consignada en un juicio en Alabama del bufete Conrad & Scherer, en el que acusa a Drummond Company Inc –carbonífera que explota yacimientos en el norte de Colombia– de transferir millones de dólares a un grupo paramilitar definido como terrorista por Estados Unidos. Según Nadja Drost, de Global Post, se trata del Bloque Norte de las derechistas Fuerzas Colombianas de Autodefensa (FCA) contratadas para ofrecer servicios de seguridad de su línea férrea, por ataques de guerrillas izquierdistas. Según Conrad & Scherer, las FCA aterrorizaron a las comunidades a lo largo de esa vía, usada en el transporte de carbón hacia un puerto de exportación y realizaron múltiples atrocidades, incluidas masacres y ejecuciones sumarias cuyas víctimas han sido arrojadas a fosas comunes, provocando el éxodo de miles de familias de territorios de colosal valor y riqueza.

Los abogados de Conrad & Scherer dicen que este financiamiento le permitió a estos grupos paramilitares crecer exponencialmente y ejercer poder sobre las poblaciones cercanas al ferrocarril; documentan que entre 1999 y 2006 los paramilitares asesinaron a cientos de civiles para proveer de seguridad a Drummond y ofrecen testimonios de participantes directos en las reuniones entre el alto mando paramilitar y ejecutivos de alto nivel de esa empresa, para la ejecución de las matanzas y el asesinato de tres líderes sindicales ordenado por la cúpula de Drummond. Se han realizado juicios similares contra los monopolios Dole Food Company de California y la bananera Chiquita.

Frenan policías de Oaxaca marcha chiapaneca; hay tres heridos


ISAíN MANDUJANO


TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis., 5 de junio (apro).- Policías municipales de Tuxtepec, apoyados por civiles, impidieron que una de marcha de campesinos chiapanecos pasara por Oaxaca.


En la acción, tres campesinos resultaron lesionados. Los marchistas pretendían pasar por suelo oaxaqueño con destino a la ciudad de México, para denunciar la represión que viven en su lugar de origen.


Pavel Vázquez Cruz, miembro del Movimiento Obrero Campesino Regional Independiente (MOCRI), afirmó, vía telefónica, que cuando pretendían llegar a Tuxtepec, una hora después de haber ingresado al estado de Oaxaca vía Cosamaloapan, Veracruz, policías estatales y municipales empezaron a provocarlos y a tratar de impedir el paso de la caravana.


Antes de la agresión, a los cerca de 300 campesinos chiapanecos se había sumado un número similar de miembros de la Organización Campesina Independiente de Oaxaca, así como del MOCRI, filial a la Coordinadora Nacional Plan de Ayala-Movimiento Nacional (CNPA-MN).


Vázquez Cruz dijo que los policías municipales y hombres vestidos de civil a bordo de camionetas sin placas, empezaron a provocarlos para que respondieran "a las mentadas de madre", pero guardaron calma y siguieron su camino.


"Más adelante nos topamos con un muro de policías dispuestos a no dejarnos pasar. Sin embargo, al querer negociar, se armó un zafarrancho y nos empezaron a disparar", dijo el vocero del MOCRI.


Añadió que tres campesinos chiapanecos resultaron con heridas de bala. Son: Enrique López Hernández, Cristóbal López Méndez y Remigio Jiménez Morales, de los municipios de Amatán, Marqués de Comila y Chilón, respectivamente.


"Tras la agresión, nos replegamos y regresamos a Cosamaloapan, donde internamos a los heridos en un hospital de esa localidad", dijo Pavel Vázquez.


Indicó que ahora replantearán la ruta a seguir rumbo a la Ciudad de México, debido a que no desean caer en otra provocación, y señaló que esta noche pernoctarán en Cosamaloapan y será hasta mañana cuando prosigan su marcha.


El lunes pasado, los campesinos salieron de Chiapas. Tienen previsto llegar al zócalo de la Ciudad de México, donde denunciarán los actos de represión y persecución por parte del gobierno de Juan Sabines Guerrero.


Pavel Vázquez dijo que, desde que salieron de Tuxtla Gutiérrez, policías de esta entidad los han seguido en forma discreta.


Hace dos días, el excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador intercedió públicamente por los campesinos chiapanecos ante el gobernador Juan Sabines, al que demandó la liberación de 33 labriegos recluidos en cárceles de Chiapas.

El narcotráfico como coartada


JORGE CARRASCO ARAIZAGA


MÉXICO, D.F., 5 de junio (apro).- Legitimado con el tema del narcotráfico, Felipe Calderón decidió hacer de los operativos policíaco-militares su gran apuesta política para la segunda mitad de su gobierno.


Ante la perspectiva de un nuevo Congreso adverso, el Elliot Ness de Los Pinos –como lo caracterizó Obama– quiere evitar a toda costa lo que le ocurrió a quien lo dejó en la Presidencia de la República.


Cuando Vicente Fox perdió las elecciones del 2003 y el PAN no pudo tener la mayoría en la LIX Legislatura, su gobierno quedó prácticamente estancado, profundizando su incapacidad para gobernar en un sistema de fuerte competencia política.


Si hace seis años el PAN fracasó en convencer a la población para que le diera la mayoría, con su lema "quítale el freno al cambio", ahora Felipe Calderón optó por repetir la estrategia del miedo y odio que explotó en el 2006 y dejó profundamente divididos a los mexicanos.


De nueva cuenta, plantea un supuesto dilema: votar por "el pasado que dejó crecer el narcotráfico" o por el presente en que "se está actuando para que la droga no llegue a tus hijos".


Para reforzar su propaganda, ha echado mano del aparato policíaco y militar, utilizando a las Fuerzas Armadas, en especial al Ejército, y a la PGR con propósitos políticos.


El uso y abuso de la fuerza del Estado para objetivos políticos es propio de los regímenes autoritarios, de izquierda o de derecha.


En España, el recurso del miedo lo intentó José María Aznar cuando ocurrieron los atentados del 11 de marzo de 2004 y pretendió capitalizar la aprensión ciudadana al responsabilizar a la terrorista organización separatista vasca ETA.


Al Qaeda pronto lo desmintió al reivindicar el ataque como una represalia por el apoyo que la España de Aznar le dio a Bush para invadir Irak.


Aznar intentó lucrar con un tema que los españoles, desde el inicio de su transición democrática –a la muerte del dictador Francisco Franco, en 1975– acordaron sacarlo de la competencia política.


Para los españoles, el problema del terrorismo es un asunto de seguridad nacional y como tal no debe ser explotado políticamente, si bien forma parte de la agenda y el debate político.


En México, el tema del narcotráfico también es un problema de seguridad nacional, pero Calderón se lo apropió para lucrar políticamente. Dentro y fuera de México existe la convicción de que ante la falta de legitimidad, recurrió a ese problema para ganarse el reconocimiento que no obtuvo en las urnas.


Lo hizo sin tener un verdadero plan. Y es hora que sigue sin tenerlo. El propuesto embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, lo dejó claro apenas en marzo pasado en un documento –supervisado por él­ desde el Brookings Institution– en el que señala que las acciones de Calderón no van a ningún lado, excepto a presionar todavía más las cárceles mexicanas (Proceso 1693, del 12 de marzo de 2009).


Nadie dice que no se deba enfrentar al narcotráfico. Como un problema que erosiona la seguridad de la nación, requiere de una visión de Estado, compartida por toda la clase política y los tres Poderes. Pero desde la Presidencia, por ya casi 15 años, ni el PRI ni el PAN han propiciado un acuerdo sobre el tema.


Cada uno dice tener la solución; crean sus propias instituciones y modifican la ley a su acomodo: Lo hizo Ernesto Zedillo con la Policía Federal Preventiva; Fox, con la Agencia Federal de Investigaciones, y ahora Calderón desaparece a las dos y crea la Policía Ministerial de Investigación y la Policía Federal. El que venga y el que le siga crearán sus propias instancias. Y el problema crece sin parar.


En el tema, Calderón actúa más por necesidad política. Puso el ejemplo con Michoacán para que los panistas hagan de la narcopolítica el tema electoral. Así se explican las acusaciones de la senadora panista Teresa Ortuño contra el gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza.


Los panistas intentan explotar una realidad incuestionable: la protección al narcotráfico desde diferentes niveles de la política. Pero en esa realidad también está el PAN.


Más perverso todavía es que Calderón y el PAN usen los expedientes como chantaje y los cambien por distritos electorales.


Si es cierto lo que dice, que está dispuesto a dar su vida, Calderón podría empezar por el pasado inmediato y revisar el crecimiento desbordado del narcotráfico durante el gobierno de Fox.


Es algo que tiene a la mano, pues su secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y su procurador general de la República, Eduardo Medina Mora, ocuparon puestos clave con Vicente Fox. El primero en la AFI –creada por él mismo– y el segundo, en el Cisen y en la Secretaría de Seguridad Pública.


Que expliquen, por ejemplo, a quiénes les pagó Joaquín El Chapo Guzmán por toda la cobertura política, policial o militar que ha tenido desde que lo dejaron escapar del penal de Puente Grande, a sólo tres semanas de la llegada de Fox.


Por cierto, Medina Mora tiene un especial interés en dejar en paz a El Chapo, pues ha insistido en que "dejó de ser importante" en el cártel del Pacífico.


Si de ese nivel es el interés de Calderón por enfrentar al narco, su alegada valentía no pasará de una irresponsable y nociva bravuconada.


jcarrasco@proceso.com.mx

Thursday, June 04, 2009

PACIFICAMENTE LATENTE


El comienzo de la temporada de lluvias por fin ha llegado a la frontera noreste de la República Mexicana. Una tormenta eléctrica invade la atmósfera citadina el domingo pasado, aunque creo que uno de los rayos ha alcanzado la troca, doy gracias que no sea Jumbo, y la camioneta esté diseñada para sobrevivir tal clase de golpes.


Un verdadero ataque a la democracia (mexican style) se está gestando desde los genuinos -y bien intencionados- y pérfidos círculos intelectuales. Del primer grupo no he de ocuparme pues su posición es respetable aunque me arrepienta de no compartirla; el abyecto segundo conjunto me parece más bien la punta de lanza de una estrategia orientada a desestimar la vía electoral como táctica de lucha, una nada más, no la única y probablemente (en las condiciones actuales) ni la mejor.


El peor error que podemos cometer es morder el... anzuelo, para ello han soltado a sus perros de presa mediáticos. ¿El truco? Utilizar a los news anchors, aquellos que han conquistado the top of the raitings a base noticias o investigaciones bomba. Una vez alcanzado ese status que brinda la pantalla (el microfono o el papel) la infalibilidad temática está asegurada. Si usted por error o tal vez porque usted realmente envidia el sádico rol de su “adversario político”, se ha extraviado en algunos de los noticiarios, estará seguramente de acuerdo conmigo cuan difícil es convencer racionalmente a uno de estos líderes de opinión. He ahí el meollo, la sobreexposición visual o auditiva les ha mágicamente brindado la omnipotencia para juzgar todo acto o iniciativa social. Por igual pueden desollar a los de áspera o fina piel.


¿Cómo podemos evitar penetrar en la emboscada?


Well, easy. Esta mañana mientras planchaba, mi mamá veía el noticiero. En el matutino, “los expertos comunicadores” opinaban sobre la conveniencia de anular el voto.


_ A ti que no te vayan a convencer con eso, por favor. Tenemos que votar, mamá. Hay gente que lo hace con buena intención, pero hay otra que no. Ya ves lo que al final resultó con todo eso de la influenza, ¿no?


_ A mi ni me va ni me viene –me dice. Todavía me acuerdo como andaban alocados con el zapatudo (supongo que se refiere al de botas de charol) ese, y ya ves como nos fue, especialmente a tu papá. ¡Vaya que sí lo sé yo! Nunca nos había ido tan mal, hasta que llegó ese a la presidencia.


_ Y los que les falta todavía, má. Anoche precisamente estaba leyendo como se robaron “los dineros” de los derechos para trámite aduanero; así que vete olvidando de lo que le deben a mi papá y no le han pagado.


_ Como quiera yo nunca he votado, y esta no va a ser la primera vez.


So, here we go again.


El individualismo nos ha vencido una y otra vez. Aunque el acto de presentarse en la urna electoral es personal, hemos hecho un pacto colectivo que se expresa en forma imperfecta en nuestra Resistencia Civil Pacífica.


He visto por ejemplo que en la lista de candidatos de los partidos hay varios parientes de “los altos miembros” del Frente Amplio Progresista (una herramienta gratuita de análisis pa´ “los comentaristas”), no es lo deseable como ustedes se imaginaran. Sin embargo, como parte de nuestra estrategia electoral, hemos acordado apoyar a “ciertos candidatos” del movimiento pa´mantenerlo vivito y coleando; y eso solo lo podemos hacer juntos, atomizados nos llevaría fácilmente la calaca. How many times they have destroyed our resistence? E pur si muove.


Chequen una de sus desgastadas tácticas: desacreditar al líder de la resistencia; porque siguen intentando de ese modo darle el acta de defunción al movimiento. Now, desmenucemos el garlito de los mañosos intelectuales (me desnarco, perdón, desmarco de censurar a quienes genuinamente renuncian a su derecho a votar): el voto nulo es una expresión individual de rebeldía, una forma de expresar que todos los políticos son una mierda, diría uno de mis paisanos. Para la RCP al final tal estrategia tendría un importante impacto en su conjunto, si un porcentaje considerable de comp@s son mediáticamente convencidos. Right?


So, there is no confusion among US. Para “los socialistas” el desarrollo comunitario es tan importante como el desarrollo individual. Sin estar plenamente convencido de todas las acciones hasta hoy “ejecutadas”, aceptamos el acuerdo de la mayoría porque la correlación de fuerzas y las condiciones socioeconómicas actuales no son las idóneas (de hecho, si estuviéramos realmente organizados, hubiéramos ya sacado ventaja de ello, porque son mucho menos favorables para nuestros adversarios políticos). El voto nulo no es una forma de mantener latente nuestra revolución desarmada, en contraparte la masiva participación política activa sí puede ser capaz de inducir el cambio social. AL TIEMPO.



M@RCOlectivo;


MATAmoros, TAM(ediatizando);


04/06/09.



... just UNPLUG it.



PREGUNTAS SIN RESPUESTA:


¿Qué empresa estará a cargo del cómputo electrónico de los votos durante la jornada electoral del 5 de Julio?


Ahora que las undercover operations son "legales", mis fuentes confidenciales me avisan que los cybercops están seriamente pensando contratar al Ye-Gon to crush the resistance in the City of Hope.





SPECIAL REQUESTS:


Oigan, ahora que me han solicitado acuertelarme en la capirucha pa´darle los toques finales a nuestra estrategia del 5 de Julio, ¿me podrían avisar qué platicas chidas tienen preparadas pa´l fin? Cheers!




GALERIA DEL CONTRINCANTE CIBERNETICO LEAL:


From: Anonymous

To: marcosalas@aol.com

Cc:

Bcc:

Date: Wed, 3 Jun 2009 12:07 pm


Save images to my AOL Pictures Saving images to my AOL Pictures... View images on AOL Pictures


Anonymous has left a new comment on your post " CISEN y PGR, cloacas ...":


No mames, que en tu casa te lo crean, ese mendigo asesino-narco-mafioso de Villanueva, basta verles la cara para saber lo que son y le toco a el como pudo haber sido al de jalisco, michoacan, sonora o a todos por donde pasa droga. Yo me acuerdo de Oscar Benjamin en la prepa, tenpia 16 años y ya era super mafioso...a otro perro con esa torta, encubridor....


Posted by Anonymous to M@RCONECTADO at 10:07 AM


¡Ah, tan certeros mis compadres!



ENCORE NAUTICO:




¡Cómo no te voy a querer!





A mi corazón Chiva lo alimenta la aorta izquierda puma, aunque me acusen de villamelón.

Wednesday, June 03, 2009


New documents reveal:

1967 police murder of West German student was committed by a Stasi agent

By Justus Leicht
3 June 2009

Forty-two years ago, on June 2, 1967, the student Benno Ohnesorg was shot dead by a West Berlin policeman, Karl-Heinz Kurras, at a demonstration against the visiting Shah of Iran.

The murder of Ohnesorg was a crucial experience for the student movement, which became increasingly radicalised in the face of the unyielding attitude of the state. The killer was immediately taken under the wing of the police, judiciary and right-wing press, led by the media magnate Axel Springer. Two notorious trials were held, and Kurras was acquitted both times.

Now, fresh documents released by an institution charged with exploring the activities of the East German Stalinist security forces—the notorious Stasi—have revealed that at the time of the Ohnesorg murder, Kurras was a secret informant of the Stasi and a member of the ruling East German SED (Socialist Unity Party).

Right-wing forces in Germany are now attempting to use this revelation to revive an old lie—i.e., that the 1968 student movement was entirely a product of the machinations of East European Stalinist secret services. The Bild-Zeitung commented on the Kurras revelation as follows: “Mass demos, riots and burning barricades, even the death of Rudi Dutschke, have their origin directly in the sphere of influence and under the remit of Erich Mielke, the Stasi minister of the SED (today the Left Party).”

Such a claim is absurd. First, the death of Ohnesorg was a contributing factor, but not the cause, of the ‘68 movement, which was not restricted to Germany but was an international phenomenon. The more profound causes of the radicalisation of students were bound up with Germany’s unresolved Nazi past, which had left numerous dignitaries of the Third Reich in high social, political and business positions; the Vietnam War; the first deep economic crisis of the post-war period; and the brutality of the German state, which viciously intervened against protesting students on June 2. Even without Ohnesorg’s death, a radicalisation of students was inevitable.

Second, there is no evidence that Kurras acted on June 2 on behalf of the Stasi. The Stasi documents examined so far conclude that that the shooting of Ohnesorg was “a very unfortunate accident,” and indicate that the agency’s collaboration with Kurras was wound down after the killing.

Kurras was known to be a law-and-order fanatic and a weapons collector, who made no secret of his convictions. He hated the students and defends his deed up to the present day.

The revelations concerning Kurras provide no basis for rewriting the history of the ‘68 movement, as some right-wing commentators have demanded, but they do raise another interesting question: What was the real relationship between the Stasi and the West Berlin police? How was it possible for a right-wing, trigger-happy West Berlin policeman to be at the same time a Stasi informant and SED member? Is it just a bizarre, individual case, or are there more profound political issues at stake?

Before dealing with this question, it is necessary to review the events of June 2, 1967.

The West German Federal Republic, which had been founded less than 20 years previously, maintained friendly relations with the Shah of Iran, Mohammad Reza Pahlavi, who came to power in 1953 in a putsch organised by the CIA and the Iranian military. Since then, Pahlavi had maintained a dictatorship notorious for its cruelty. State torture and the murder of oppositionists were its trademarks.

When Pahlavi visited West Berlin on June 2, 1967, exiled Iranians and the German Federation of Socialist Students (SDS) organised a protest demonstration. Prior to the demonstration, the Interior Ministry organised massive security. Indicative of the draconian state response to the protest was the description of police tactics given by police chief Erich Duensing, who declared that it was necessary to squeeze the demonstration “like a sausage” and then “prick it in the middle until it burst apart at the ends.”

These tactics were implemented on the day of the protest by plainclothes agents of the Iranian secret service SAVAK, who, under the protection of the German police, commenced beating protesters with wooden staves. As the Shah was amusing himself with his hosts at the opera, the police attacked the mainly peaceful demonstrators without warning. The police response was later described by the well-known journalist Sebastian Haffner as a “cold-bloodedly planned pogrom of a type which remained an exception even in the concentration camps of the Third Reich.”

Even the conservative FAZ newspaper concluded at the time that the police had “without any serious necessity responded with the planned brutality one associates with newspaper reports from fascist or semi-fascist countries.”

It was no coincidence that police chief Duensing had been an Army staff officer in Nazi Germany. The leader of the security police responsible for planning the police deployment, Hans Werner Ulrich, was also a former Army officer with special responsibility during the Second World War for fighting partisans in the Soviet Union, and later in Italy.

A component of the police operation on June 2 was so-called “fox hunts,” in which plainclothes police sought out and hunted down alleged “ringleaders.” Kurras was attached to one of these snatch squads, and on the day in question encountered the 26-year-old student Benno Ohnesorg in a parking lot.

Ohnesorg was unarmed and had attacked nobody. Three policemen held him while Kurras shot him in the back of the head.

At the court hearing, the judge referred to the “the suspicion that Benno Ohnesorg was still being struck as he lay dead on the ground.” The body of the young man, who is said to have called out “Please don’t shoot” before he died, was covered in bloody wounds.

For his part, Kurras pleaded self-defence. At a hearing of the Berlin regional court in November 1967, Kurras claimed that he had been brutally attacked “by ten or eleven persons” and threatened by “two young men with knives.” In response, he maintained, he drew his pistol and “let off one warning shot with his left hand” as he lay on his back. Then, according to Kurras, a struggle broke out with assailants attempting to grab his pistol. He wanted to fire a second warning shot, but in the course of the struggle, “let off the fateful second shot by mistake.”

None of the dozens of witnesses present, including a number of policemen, confirmed his story. Nobody heard the warning shot.

Police prevented a doctor from attending to the injured Ohnesorg. The ambulance with his body drove for three quarters of an hour through the city before delivering him—already probably dead—to hospital.

In hospital, the piece of bone with the bullet hole was drilled out of his skull and thrown away. In the meantime, Kurras was able to deliver his police uniform to a cleaning agency and throw away the magazine of his gun. He did not spend a day in custody, was merely suspended from his job for the duration of the trial, and after his acquittals was transferred to internal duties. Kurras suffered no other penalties.

The police trade union lined up behind Kurras and collected 60,000 marks for his defence. None of the policemen involved in the deployment testified against him.

Kurras was never charged with homicide or murder and was acquitted of negligent homicide on two separate occasions because of “lack of evidence.”

One day after the shooting, the Bild newspaper cynically described Ohnesorg as the “victim of riots organised by political thugs.” The BZ, which also belonged to the same conservative Springer group, commented: “Whoever is responsible for terror must expect harsh punishment.” The Berliner Morgenpost wrote that the police had only carried out their “heavy obligation.” The entire Springer press supported Kurras and his statement that he acted in “self-defence,” while carrying out a hysterical smear campaign against the leftist student movement.

Born in 1927 in East Prussia, the son of a policeman, Karl-Heinz Kurras signed up for military service in 1944. From 1946 onwards, he was imprisoned by Soviet forces in the former Sachsenhausen concentration camp—for allegedly distributing “anti-Soviet propaganda.” According to other reports, Kurras had refused to surrender his weapons at the end of the war. Following his release, he joined the West Berlin police in 1950, at the high point of the Cold War.

According to the recently found Stasi documents, he established contact with the central committee of the SED in 1955, declaring he would prefer to work for the police in the German Democratic Republic (East Germany). He was then recruited by the Stasi to spy on the West Berlin police. In that function, he quickly became a leading Stasi agent.

He rose inside the West Berlin police apparatus to become part of a team whose job was to “seek out traitors within in our ranks”—i.e., to identify Stasi infiltrators—and even took part in interrogations. He was allowed to take police documents home. In 1962, he submitted a request for membership in the SED, which was accepted in 1964.

Little is known about Kurras’s motivation to work for the Stasi and the SED. In both the East and the West, he was considered to be a “gun nut” and an outstanding shot. He won the appreciation of both the Stasi and the West Berlin police for his diligence and punctuality, and was rewarded with money and weapons.

In the Süddeutsche Zeitung, Hans Leyendecker writes: “This man, who drank heavily already at an early age and seems to have had a very distorted personality, was, according to acquaintances, a very authoritarian character.”

Gerd Koenen describes Kurras in the same newspaper as one of “Mielke’s hard men, who spent his entire spare time on the shooting range, where he blew away all the money he had earned in East Berlin in the form of ammunition.” Koenen then puts his finger on a crucial point: “In his hatred of the long-haired students and ‘trouble makers,’ the SED man Kurras would have thought along exactly the same lines as his West Berlin colleagues.”

There was little difference between the attitude of the SED and the West German authorities towards the protesting students. The SED was quite prepared to exploit the brutality of the West Berlin police—including Ohnesorg’s death—for its own propaganda, but at the same time carefully insulated the East German population from the protests in the West.

Student leader Rudi Dutschke, who originated from East Germany, was under the continual surveillance of the Stasi when he occasionally visited his relatives in the East. Dutschke’s own son Marek conjectures today that the Stasi had a role in the assassination attempt made on Dutschke in 1968 by the laborer Josef Bachmann.

Contrary to all anti-communist propaganda, the SED never sought to encourage a communist uprising in the West. The Stalinist rulers in Moscow and East Berlin were much too fearful that a rebellion in the West could spread to their own countries and endanger their dictatorships.

The “Prague Spring” of 1968 confirmed such fears, and the Moscow bureaucracy moved quickly to crush the popular movement with Soviet tanks. The establishment of the German Democratic Republic had been accompanied by repressive measures against the working class, which culminated in the bloody subjugation of the workers’ uprising of June 17, 1953.

The SED had absolutely no interest in inciting the student protests in 1968. On the contrary, in an arrangement with the West German Interior Ministry, the SED set up the German Communist Party (DKP) in 1968 to replace the banned KPD. In the years that followed, the DKP regularly defended the Social Democratic government of Willy Brandt and the trade union bureaucracy against any criticism from the left—in particular, from Trotskyists.

In West Berlin, Kurras, who had executed a student being held by three colleagues, was defended and supported by the authorities for 40 years. When he repeated the justification for his actions two years ago to the author Uwe Soukoup, there was no response from the Springer press, the police trade union or the police shooting club of which Kurras is a member. Only after the details of his links to the Stasi leaked out did the police union and shooting association seek to annul his membership. The Berlin Senate is currently reviewing his pension rights, while anti-communist organisations are seeking to indict him on charges of espionage and murder.

Kurras’s position between the two fronts of the Cold War is not so bizarre as it seems at first sight. From his point of view, the defence of the capitalist “free world” was entirely compatible with his services for Stalinism. He had no problem reconciling West German anti-communism with Stalinist hostility to any sort of popular oppositional movement.

British newspapers expose cold-blooded killing of LTTE leaders in Sri Lanka

By Robert Stevens
3 June 2009

The British press last week revealed that senior leaders of the Liberation Tigers of Tamil Eelam (LTTE) were in negotiations with British and American diplomats to surrender, immediately prior to their killing by the Sri Lankan army on May 18. Also involved in the talks was the United Nations secretary general’s chief of staff, Vijay Nambiar.

The Guardian and the Sunday Times both published reports stating that Balasingham Nadesan, the leader of the LTTE’s political wing, and Seevaratnam Puleedevan, the head of its peace secretariat, held talks with Nambiar through a series of intermediaries, including a journalist and a delegation of British diplomats.

The Guardian states that the LTTE leaders also made further contact with Norwegian Environment and Development Cooperation Minister Erik Solheim prior to their deaths. Solheim had been involved as a special envoy in attempts to broker a peace agreement following the 2002 ceasefire in Sri Lanka’s protracted civil war.

The Sunday Times article by journalist Marie Colvin was headlined, “Tigers begged me to broker surrender.” She explained how the initial contact between the LTTE, British and United States officials, and the United Nations had been facilitated through her.

Colvin has covered the civil war in Sri Lanka since being “smuggled into territory eight years ago” in order “to investigate reports that the government was blocking food and medical supplies to half a million Tamils.” She had met and came to know Nadesan and Puleedevan since that time.

The Guardian details how the two leaders of the LTTE attempted to agree to a last minute deal with the Sri Lankan government just hours before they were killed by the army in the early hours of May 18—while in the process of surrendering.

A British official states that UK involvement was “at most indirect”, but the article includes a quote from Nambiar saying that he had had “direct contact” with British diplomats in New York and also with an unnamed British minister. Nambiar added, “There was a ministerial demarche [a formal diplomatic representation] to the secretary general from the UK office in New York.”

Nambiar passed on the information obtained by the Times journalist regarding the proposal of Nadesan and Puleedevan to surrender to the Sri Lankan government. He says that he also spoke to Sri Lankan Foreign Secretary Palitha Kohona about the proposal.

The government had no intention of brokering a ceasefire or allowing any surrender by the LTTE leadership. Nambiar told the Guardian, “The Sri Lankan government did not say that they would accept the surrender. They said it may be too late.”

After being contacted by the LTTE regarding the surrender, Solheim “then contacted the International Committee of the Red Cross and the Sri Lankan government”.

A text message was then sent from Kohona to the Red Cross, which read, “Just walk across to the troops, slowly! With a white flag and comply with instructions carefully. The soldiers are nervous about suicide bombers.”

In Colvin’s Times article she described the harrowing conditions facing the LTTE fighters as they were cornered into a tiny strip of jungle and a beach area during the final army offensive: “Tens of thousands of Tamil civilians were trapped with them, hiding in hand-dug trenches, enduring near constant bombardment.”

“For several days I had been the intermediary between the Tiger leadership and the United Nations as the army pressed in on the last enclave at the end of a successful military campaign to defeat the rebellion,” she writes. “Nadesan had asked me to relay three points to the UN: they would lay down their arms, they wanted a guarantee of safety from the Americans or British, and they wanted an assurance that the Sri Lankan government would agree to a political process that would guarantee the rights of the Tamil minority.

“Through highly placed British and American officials I had established contact with the UN special envoy in Colombo, Vijay Nambiar, chief of staff to Ban Ki-Moon, the secretary-general. I had passed on the Tigers’ conditions for surrender, which he had said he would relay to the Sri Lankan government.”

Colvin corroborates the Guardian’s report. She states that in conversation with Nambiar during the morning of May 18, he told her that he had been told by Sri Lankan President Mahinda Rajapakse that the two leaders would be able to surrender by hoisting “a white flag high”.

Colvin stated, “Once more, the UN 24-hour control centre in New York patched me through to Nambiar in Colombo, where it was 5.30 a.m. on Monday. I woke him up.

“I told him the Tigers had laid down their arms. He said he had been assured by Mahinda Rajapakse, the Sri Lankan president, that Nadesan and Puleedevan would be safe in surrendering. All they had to do was ‘hoist a white flag high,’ he said.”

Shortly after this Colvin lost contact with Nadesan’s satellite phone and spoke to an LTTE contact in South Africa, to whom she relayed the instructions to hoist the white flag.

Colvin reports, “A Tamil who was in a group that managed to escape the killing zone described what happened. This source, who later spoke to an aid worker, said Nadesan and Puleedevan walked towards Sri Lankan army lines with a white flag in a group of about a dozen men and women. He said the army started firing machineguns at them. Nadesan’s wife, a Sinhalese, yelled in Sinhala at the soldiers, ‘He is trying to surrender and you are shooting him.’ She was also shot down.”

The incident underscores the ruthlessness with which the Sri Lankan government and army slaughtered the LTTE leadership on the morning of May 18. Virtually all of the top LTTE leaders, including LTTE chief V. Prabhakaran, died in circumstances that have not been adequately explained. The Sri Lankan government claimed that Prabhakaran was killed in a gun battle trying to flee, but he may well have met the same fate as Nadesan and Puleedevan.

Certainly the army pursued the destruction of the last pocket of LTTE resistance with criminal indifference to the consequences of nearly a quarter of a million Tamil civilians trapped in the war zone. While Rajapakse’s government denies responsibility for any civilian deaths, the latest reports based on leaked UN estimates put the death toll at more than 20,000 since January.


Lunes 01 de junio de 2009

  • Presionan gobernadores por recursos federales
  • Se alistan para tomar los fondos de pensiones
  • Preparan el Fonadin como la nueva caja negra

Como sucede siempre en tiempos electorales, el pleito por el dinero está en marcha. La Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) mantiene frente al gobierno federal –léase Secretaría de Hacienda y Crédito Público- un discurso políticamente correcto y el reconocimiento de que la crisis económica que vive el país es inédita y profunda. Sin embargo, tras bambalinas libran una profunda guerra por los recursos que ya rindió frutos.


En abril pasado, los poderosos gobernadores del país lograron que la Secretaría de Hacienda les adelantara poco más de 11 mil millones de pesos para hacer frente a la caída en las recaudaciones participlables de al menos 25 por ciento. Esos recursos provinieron de los fondos especiales constituidos con los excedentes petroleros, mismos que se manejan al antojo del Ejecutivo y muchos de los cuales nadie sabe a dónde van a parar. Pero no sólo eso, en febrero pasado la administración de Felipe Calderón anunció que entregaría 19 mil millones de pesos para obras de infraestructura. Los gobiernos de los estados aseguran, sin embargo, que no hay dinero y que enfrentan una crisis de liquidez.


Si bien se esperaba un ajuste ante la crisis, los gobernadores se declararon sorprendidos de la pronunciada caída en las transferencias de la Federación, sobre todo luego de que el gobierno federal había anunciado que la contratación de una cobertura, conocida popularmente como seguro petrolero, había protegido los ingresos del gobierno federal por concepto de exportaciones petroleras. Esa fue la buena noticia. La mala es que la Secretaría de Hacienda no protegió las partidas que envía a las entidades federativas, para quienes sí se presentó una aguda crisis.


En otras palabras, la administración de Calderón sostiene que no tiene obligación de reportar a los gobernadores los beneficios de esa cobertura que reportó al menos una protección en sus ingresos de 10 mil millones de dólares. Lo más grave de esta historia es que los gobiernos de los estados presupuestaron para 2009 gastos muy altos, tomando en cuenta en que se protegerían los ingresos de la renta petrolera. Pero el caso es que en año de elecciones, con altos compromisos para su gasto corriente, los gobiernos de los estados enfrentan una verdadera crisis.


Casualidad o no, las próximas reniones de la Conago serán claves para lograr que la Secretaría de Hacienda autorice una liberalización más acelerada de recursos. El otro problema es que, en realidad, los recursos disponibles en los diferentes fondos creados al amparo de la política federalista, simplemente no sean suficientes.


Para empezar hay temor de que se terminen los recursos de instrumentos como el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF). La situación se agravaría si al mismo tiempo se mantiene la caída en la recaudación del gobierno federal y los ingresos por concepto de exportaciones petroleras siguen a la baja. Esto sería un terrible panorama para la economía del país.


Por ello, los gobernadores ya preparan un plan b: que la Secretaría de Hacienda autorice la disposición de los recursos por más de 64 mil millones de pesos que se encuentran depositados en el Fondo de Apoyo para la Reestructura de las Pensiones (FARP). Este fondo se creó hace poco más de tres años con el propósito de hacer frente a la bomba de tiempo que representan los pasivos por concepto de pensiones en universidades públicas, tanto en los estados como en los propios gobiernos locales. Se trata de un pasivo creciente e impostergable. Pero ahora, dicen los gobernadores, será necesario utilizarlos para pagar las obras de pavimentación de las calles, drenaje, plantas de agua, carreteras y toda aquella obra comprometida con los electores.


En medio de ese panorama de aguda crisis, hasta los optimistas observan sin dudas que el 2010 será un año más complicado que el actual y con menos recursos que 2009.



De entrada, la Secretaría de Hacienda se niega a autorizar tal disposición porque, simplemente, considera que en el futuro esos recursos harán falta y será, otra vez, el Presupuesto de Egresos de la Federación el que tenga que responder por los déficits que se presenten. Después, esa dependencia no reconoce que el total de los recursos pertenezcan a las entidades federativas y allí está parte del pleito. Sería entonces el Poder Legislativo el que deba asumir la responsabilidad, rumbo a las negociaciones del presupuesto, de autorizar la disposición de ese monto.


Pero los pleitos en torno al FARP no son nuevos. Aunque se asegura que se aprobó una reglamentación clara para administrarlo, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) ha hecho observaciones de presuntas irregularidades sobre su gestión.


El máximo órgano de fiscalización del Congreso descubrió, por ejemplo, un impacto negativo en el patrimonio del FARP por al menos 13.1 millones de pesos. La Auditoría solicitó una explicación a la Secretaría de Hacienda, dependencia responsable de la administración de dicho fondo, y al desglosar las causas del quebranto, los motivos políticos comienzan a tomar sentido.


En el análisis de la Cuenta Pública de 2007 se destaca que Hacienda tomó al menos 8 mil 300 millones de pesos para transferirlos al ISSSTE, con la finalidad de cubrir faltantes en el pago de pensiones y jubilaciones. Entonces la metodología para tomar recursos del FARP no es muy clara, a juicio de la Auditoría Superior de la Federación. El problema es que los fondos se están utilizando para cubrir faltantes presupuestales, en años que curiosamente se generaron excedentes petroleros, cuando en teoría deberían aplicarse a la reestructuración de las pensiones, lo que hace por lo menos dudar de cómo se están manejando los recursos públicos y si consideramos que la experiencia nos ha demostrado que el desvío de fondos gubernamentales se ha convertido en un deporte de gobiernos priistas y panistas, pues la ciudadanía hace bien en por lo menos dar el beneficio de la duda.


¿Cuáles serán los argumentos de Hacienda para impedir que los gobernadores quieran proceder de la misma forma?


Razón de más para la Auditoría exija explicaciones sobre la razón por la cual en 2007 se dejaron de generar intereses por 13.1 millones de pesos. Una explicación pudo haber sido que al gastarse parte del capital del FARP simplemente se dejaron de tener rendimientos. Así de simple. Pero fue la Secretaría de Hacienda la que ofreció una respuesta oficial que, sin embargo, parece un poco extraña: “Se creó un depósito a tasa cero”. ¿Con qué objetivo? No se precisa.


Son los gobernadores entonces los que quieren mandar sobre estos fondos. Pero no será una tarea sencilla. Hacienda argumentará que si bien existe un subejercicio en la ejecución de obras de infraestructura, no sólo es culpa del gobierno federal y de la caída en los ingresos, sino de la decisión de las entidades federativas de no presentar los trámites, transparencia y documentación necesaria para tener acceso a otro fondo: el Nacional de Infraestructura (Fonadin) que gestiona Banobras.



El conflicto con este fondo que serviría como instrumento maestro para poner en marcha el Plan Nacional de Infraestructura con recursos por más de 2 billones de pesos, es que las condiciones para otorgar créditos y garantías son extremadamente complejas. En pocas palabras se exige un intenso control sobre los estados. Bajo esta premisa son pocos los gobernadores quienes están dispuesos a rendir cuentas, mientras que el Fonadin prácticamente no se ejerce. Este fondo se creó con 400 mil millones de pesos y la intención era generar 700 mil empleos y que contribuyera con el 0.6 por ciento del crecimiento económico. Nada de eso ha pasado porque los gobiernos estatales no pueden o no quieren tener recursos del Fonadin. Para muchas entidades ha sido más fácil recurrir al endeudamiento con la banca comercial. Todo antes que rendir cuentas del manejo irregular de recursos públicos.

Quienes conocen el funcionamiento del Fonadin aseguran que falta capacitación, pero también voluntad para cumplir con los requisitos que solicita este fondo. De otra forma, continuará el subejercicio y los empleos seguirán a la baja. Por ello, al primer trimestre, el gobierno federal ha incurrido en un subejercicio de 7 mil 543 millones de pesos, justo cuando la economía necesita urgentemente dichos recursos. Aún más, sobre el Fonadin los expertos advierten que nadie sabe a ciencia cierta cuál es el monto exacto de recursos que se han ejercido, porque ni Banobras ni Hacienda han informado sobre su evolución. Es, de esta forma, que durante los próximos meses se librará una gran batalla.

oficiodepapel@contralinea.com.mx
oficiodepapel@yahoo.com.mx


Jeremy Warner: Merkel slams Bank's loose money stance

Wednesday, 3 June 2009


Outlook By demanding that the US Federal Reserve and the Bank of England cease their programmes of "quantitative easing" forthwith, and that the European Central Bank avoids the temptation of adopting the same approach, Angela Merkel, the German Chancellor, has broken one of the abiding principles of German politics: that out of respect for central bank independence, all commentary on their monetary actions is strictly off limits.

But she also raises an important talking point, which is being swept under the carpet in policymakers' desperation to find a workable path back to growth. Are not the hyper-loose monetary conditions being unleashed on the world going to end up recreating the very same conditions that led to the credit crunch in the first place?

Germany's experience of the hyper-inflation of the Weimar Republic makes it highly suspicious of anything that smacks of printing money. Rigid adherence to the principles of sound money have served Germany well in the post-war period, with low inflation and a stable economy. Yet not all countries have followed them, and now there is a global economic crisis which is affecting everyone.

The last economic downturn was countered by the Fed, and to a lesser extent other central bankers too, with massive increases in liquidity. This created the backdrop to the credit boom and subsequent banking crisis. Ms Merkel reasonably asks whether we are not making the same mistakes all over again. "We must return to independent and sensible monetary policies", she insists, "otherwise we will be back to where we are now in 10 years' time."

She seems to have a point. Central bankers and governments are seeking to correct the economic implosion with a set of actions which are dramatically the opposite of what needs to be done in the long term. Shrinking private credit is being countered with a ruinous increase in public debt, including the potentially toxic creation of new money.

Governments and central bankers that pursue this course are following the Augustinian principle of Lord make me pure, but not yet. Ms Merkel demands immediate chastity. We've tried these apparently painless approaches before, she reasonably points out, and we know it only stokes even worse problems for the future.

Even the European Central Bank, which thus far has held back from the more gung-ho approach of its Anglo-Saxon counterparts, now threatens to apply the same hooch, with confirmation expected tomorrow that it is going ahead with a €60bn programme of purchases of covered bonds. Ms Merkel does not approve.

Yet though we all have a sneaking regard for her point of view, the general consensus in Britain and America is rightly that she is talking sauerkraut. How else does she propose to respond to the worst economic crisis since the Great Depression? Just to sit there chanting the principles of sound money while the economic tsunami engulfs us may be saintly, but Augustine was a saint too, and personally I'm with him.

On this side of the Channel, the debate centres not so much on whether quantitative easing (QE) is dangerously inflationary, but whether it is having any effect at all. Ever since the first cries of green shoots went up, I've counted myself firmly in the optimists' camp, yet it has to be said that there is not a great deal of evidence of recovery in the latest money supply numbers from the Bank of England.

Up until about a year ago, money supply was expanding like topsy, reflecting the growth in credit and nominal spending. Then came the full impact of the credit crunch. Growth in money supply plummeted and then began to shrink. To prevent this developing into a classic deflationary spiral, the Bank of England earlier this year embarked on its now famous programme of "quantitative easing".

Is it working? It is perhaps still too early to tell. The Bank of England always said that it would take time to know. All the same, the latest set of UK money supply numbers don't make encouraging reading. What they show is continued weakness in money supply, with the closely watched measure of M4 excluding other financial corporations (OFCs) registering a month-on-month rise of just 0.1 per cent in April. This is the measure of money supply that the Bank of England intended to inflate so as to get the economy going again. Despite the application of some £45bn of QE so far, money supply has barely grown at all, let alone returned to levels consistent with decent levels of nominal spending.

There are a number of possible explanations. One is that there is simply a lag effect and that eventually it will work. A second is that the situation might have been even worse without the QE, with money supply showing a marked decline. Another, which is disputed by the Bank of England, is that because the bulk of the sellers are for the moment foreigners – rather than the intended target group of non-bank, UK investors – it's all effectively wasted money. Rather than boosting UK money supply, the cash instead merely ends up in overseas pockets.

Whatever the answer, the Monetary Policy Committee, which meets this week to decide on what to do next, will be tempted to keep applying the medicine until there are signs of life. Once the Bank has burnt through the first £150bn sanctioned by the Treasury – equal to 10 per cent of total money supply – it will surely be asking for more.

And therein lies the policy trap. With oil and other commodities prices again rising strongly, there are already signs of renewed inflationary pressures. If QE does indeed turn out to have a pronounced lag effect, it might suddenly all come surging through in a year's time, when we could find ourselves in the midst of an inflationary mini-boom, but with cripplingly high unemployment to boot. Ms Merkel's analysis may turn out to be correct. Rarely has the policy dilemma looked more daunting.