Saturday, February 28, 2009




Posibilidades abiertas por la crisis del foro social mundial



1. En este breve texto solamente vamos a analizar una de las vías de mejora del socialismo y de la praxis revolucionaria abierta en el reciente Foro Social Mundial celebrado en Belém. Nos referimos al conjunto de debates celebrado en el área dedicada a la crisis de la civilización burguesa y a las cuestiones discutidas por las naciones y pueblos oprimidos, entre las que ahora queremos destacar lo relacionado con la actualización de lo que se oculta dentro de ese amplio mundo de lo común, lo comunal, lo colectivo y lo comunista. O sea, lo que fue propiedad colectiva de la comunidad, lo que fue propiedad común y ha terminado siendo propiedad privada de una minoría explotadora. O sea, la esencia del comunismo: el problema de la propiedad privada de las fuerzas productivas.

2. No es casualidad que tal problema volviera a plantearse en un área que, en apariencia, tiene poco o nada que ver con los sesudos debates académicos de la casta intelectual eurocéntrica sobre la “viabilidad del comunismo”. ¿Qué cosas nuevas y mejores podíamos decir los grupos asistentes cuando era sabido que la inmensa mayoría pertenecíamos a naciones oprimidas, sin Estados ni “tradición teórica”, e incluso muchos de ellos pertenecían a pueblos originarios cuyas lenguas y culturas orales apenas han empezado a ser pasadas a la cultura escrita? ¿Qué podíamos añadir ahora cuando en los foros anteriores apenas se había dedicado algún segundo, y con suerte, a oír las opiniones de los pueblos oprimidos? Pero antes de responder a estas y otras preguntas tenemos que explicar un poco la historia del FSM, su trayectoria, sus debilidades internas y, pese a esto, lo que podemos hacer las naciones oprimidas en su interior.

3. Si vamos a la hemeroteca y releemos muchos textos escritos al comienzo no sólo del FSM sino también de lo que palpitaba en los inicios de las diversas reuniones internacionales que empezaron a realizarse entre diversas fuerzas hace una década, vemos que ya desde ese mismo instante surgieron, como mínimo y sin extendernos ahora, dos corrientes diferenciadas que aceptando la importancia de actuar dentro del torbellino de foros y foritos, mantenían posturas totalmente enfrentadas sobre qué se podía hacer, por qué, para qué y cómo hacerlo.

4. Una decía que los foros y en especial el FSM era la nueva y definitiva forma organizativa mundial por fin descubierta que iba a resolver todos los problemas pendientes, sin necesidad de volver a la derrotada y fracasada “teoría leninista de la organización”. Otra decía que si bien los foros y el FSM expresaban una realidad innegable surgida de la incapacidad del capitalismo mundial para resolver las crisis que ya se agudizaban entonces, sin embargo estos foritos y foros corrían el peligro de caer en las manos del reformismo duro, de la tercera vía, de la socialdemocracia interesada por controlar y manipular esta dinámica para sus propios intereses. Por tanto, decía esta segunda visión, había que trabajar en su interior --pero también en su exterior-- para impulsar sus contenidos revolucionarios, ayudar en su organización y en el proceso colectivo de crear alternativas radicales al capitalismo.

5. Desde luego que estamos simplificando al máximo las posturas enfrentadas; que existían muchas otras alternativas intermedias que mezclaban partes de las dos extremas presentadas aquí. También es cierto que, desde un principio, hubo fuerzas revolucionarias que rechazaron toda implicación en los foros y foritos, insistiendo en la necesidad de denunciar sus contenidos reformistas y la imposibilidad de cambiar desde dentro sus tendencias fuertes. Es igualmente cierto que durante bastante tiempo, la postura dominante fue la primera que hemos resumido, y precisamente en su forma menos inquietante para un capitalismo que a comienzos del siglo XXI podía ocultar con suma eficacia sus contradicciones internas en medio de una serie creciente de modas ideológicas conservadoras y reaccionarias.

6. Las grandes manifestaciones de masas contra la inhumana agresión imperialista a Iraq, muchas de ellas, la mayoría, realizadas de alguna forma alrededor del mito inflado de la capacidad de movilización activa del FSM, esta demostración relativa y pasajera de fuerza sirvió en gran medida para reforzar el poder interno de la postura dominante en el Foro Social Mundial. Los enfrentamientos con las fuerzas represivas en Génova y el asesinato del joven Giuliano, así otros enfrentamientos en otros actos de rechazo a las reuniones imperialistas, indicaban la existencia de un malestar social apreciable. Pero como sucede cuando el malestar social carece de vertebración organizativa interna, bien pronto la interacción de cuatro factores acabó por debilitar su potencia. Éstos fueron: una, la criminalización represiva burguesa; otra, la acción interna de la socialdemocracia y del reformismo blando para asegurar su poder en los órganos directores; tres, la deriva hacia posturas de reformismo duro al “realismo político” y al rechazo de toda autodefensa de las manifestaciones, y cuatro, la incapacidad última de las izquierdas revolucionarias para llegar a unos puntos mínimos de unidad dentro de los foros, pese a las reuniones habidas.

7. Aunque la crisis de fondo del capitalismo a comienzos del siglo XXI era una realidad, como hemos dicho, empero el creciente impacto propagandístico del mitos como “la nueva economía”, la “economía intangible y del conocimiento”, etc., así como la muy rápida financiarización del capitalismo mundial abriendo una fase espuria de crecimiento envenenado que llegó al cenit a finales de 2006 para sufrir su primera crisis mundial --había habido otras regionales con anterioridad-- en verano de 2007, este impacto propagandístico facilitó también a las posturas dominantes en el FSM que divagaban sobre una supuesta “sociedad civil mundial” enfrentada por medios pacíficos y parlamentarios a una “globalización” nacida a raíz de un supuesto cambio cualitativo en el capitalismo que había superado su fase histórica de crisis sistémicas y había entrado en una dinámica autorreguladora que iría siendo permeable a las peticiones democráticas de la “ciudadanía mundial”.

8. En estas condiciones, el grueso de las reuniones del FSM se caracterizaron por marginar solapada o abiertamente a cinco grandes bloques sociales que no encontraban apenas o nada, bajo ninguna forma, una representación suficiente en los foros, y menos todavía un medio de coordinación de acciones de resistencia mundial al imperialismo. Y varios de ellos siguen sin encontrarlo. Fueron y son los siguientes: uno, la ausencia casi completa de las organizaciones y representantes de las luchas de África, Asia, Oceanía y de grandes áreas de los EEUU y de Canadá. Es decir, de extensas zonas de planeta en las que se libran soterradas luchas que serán decisivas en las décadas que se avecinan. Un fundamental papel juegan aquí los cientos de millones de campesinas y campesinos, de trabajadores mixtos que simultaneas el campo con el trabajo asalariado, de los cientos de millones de asalariados precarizados y explotados hasta lo inhumano que malviven en las inmensas conurbaciones de estas áreas, etc.

9. Un segundo bloque ausente es el de los movimientos denominados “indigenistas”, de los pueblos y naciones originarias, autóctonas o aborígenes, que han resistido de algún modo las agresiones capitalistas y eurocéntricas desde finales del siglo XV en adelante, especialmente en Amerindia. Inicialmente se volcaron en los foros, pero se decepcionaron pronto debido al paternalismo despectivo inherente al eurocentrismo dominante en el FSM, a su palabrería impotente y a su pasividad ante el incontenible ataque a sus condiciones de vida, a sus reservas naturales y a sus culturas, ataque realizado por transnacionales capitalistas con el consentimiento activo o pasivo de los gobiernos “progresistas” que apoyaban oficialmente al FSM.

10. Un tercero era y es el bloque compuesto por las naciones oprimidas dentro del imperialismo, ya que la posición dominante en el FSM se caracterizaba por un disimulado o público nacionalismo de los grandes Estados imperialistas, llegándose a lo insoportable en el caso de los Estados español y francés. El nacionalismo español ha hecho lo imposible por dinamitar la presencia de las naciones que oprime, por denigrar en el FSM sus reivindicaciones y, a la vez, por ocultar la realidad antidemocrática de la constitución del reino de España. No hace falta decir que el nacionalismo español ha tenido la ayuda del nacionalismo del resto de las fuerzas estatalistas europeas presentes en el FSM.

11. Un cuarto bloque ausente es el de las clases trabajadoras del capitalismo imperialista y sobre todos sus fracciones más explotadas, las formadas por las mujeres, las y los emigrantes, la juventud precarizada, el paro estructural, etc. En los foros era y es muy difícil encontrar a organizaciones asentadas en estas capas del proletariado del capitalismo imperialista, y era aún más difícil, por no decir imposible, elaborar alternativas prácticas de lucha. Mientras que, al contrario, abundan toda serie de grupitos y ONGs que van a los foros en primer lugar para sacar dinero, en segundo lugar para cumplir los proyectos por los que cobran las subvenciones que les mantienen con vida y que vienen del poder político y económico, y en tercer lugar, para conocer países diferentes, es decir, de turismo subvencionado.

12. Un quinto y último bloque ausente es el de las organizaciones que se niegan a caer en la trampa del pacifismo, en el agujero negro del institucionalismo burgués, a renegar de un derecho humano elemental como es el derecho a la autodefensa, y cedérselo en exclusiva a las clases explotadoras para que lo tergiversen y lo apliquen en forma de “monopolio de la violencia” contra la humanidad trabajadora. Sin entrar ahora al debate sobre su el pacifismo confeso de la corriente dominante en el FSM es válido o no en el capitalismo imperialista, sí se puede decir que no es de recibo exigir al resto de movimientos, organizaciones y colectivos que actúan en el planeta entero que admitan como principio apodíctico, incuestionable y excluyente ese dogma pacifista que la corriente dominante en el FSM aplica en la capitalismo imperialista.

13. Los cinco bloques aquí citados, que se han reducido en parte en este último Foro al haberse desarrollado un área de debate en el que han participado muchas naciones oprimidas que antes no podían hacerlo o encontraban muchas dificultades, muestran no sólo las limitaciones geográficas del FSM, sino también sus límites políticos y sociales marcados tanto por su eurocentrismo como por el reformismo de la corriente que domina el su seno. Además de esto, lo grave también es que estas ausencias tan escandalosas debilitan la fuerza de las corrientes revolucionarias en el seno del FSM y refuerzan las tesis de la “ciudadanía global”, de la política entendida como “conjunto de demandas de la sociedad civil”, cuando no como espectáculo parlamentario.

14. Ahora bien, el FSM es sólo una parte de la totalidad de fuerzas políticas que existen en el mundo, y al igual que el resto también está sometido a las fases de auge y retroceso de la lucha de clases mundial, de las crisis económicas parciales que van confluyendo en una crisis sistémica, etc. Tenemos que tener en cuenta el cambio de fase global que se ha acelerado en la última década para comprender por qué se han agudizado las contradicciones dentro del FSM hasta aparecer varias posturas diferentes que muy probablemente se agudicen según aumente la crisis capitalista mundial y con ella aumenten las luchas antiimperialistas de todo tipo, presionando así desde fuera y desde dentro del FSM.

15. Es todavía pronto para hacer una descripción rigurosa de los debates que tenderán a agudizarse dentro del FSM. En la medida en que aumenten las luchas y en que las masas explotadas se autoorganicen y apoyen a las organizaciones revolucionarias, elaborando mutuamente programas concretos, en esta medida los foros y foritos, el FSM, etc., serán presionados desde dentro y desde fuera; pero en la medida en que, como reacción contraria, la corriente reformista ahora dominante multiplique sus malas artes manipuladoras, sus manejos por la espalda y sus poder burocrático, en esta medida opuesta las tensiones pueden agravarse. De cualquier modo, será la interacción entre la lucha exterior y la lucha interior la que nos indique el camino de las peleas en el FSM.

16. De lo que sí podemos hablar ya es de la razón que explica por qué se ha creado por fin un área específica de debate entre las naciones y pueblos oprimidos, por qué es ahora cuando el nacionalismo estatalista eurocéntrico e imperialista ha tenido que plegarse a una exigencia democrática tan incuestionable y obvia como ésta. La fracción dominante en el FSM no ha tenido más remedio que plegarse ante una tendencia en aumento: son los pueblos oprimidos por el imperialismo mundial, con o sin Estado propio, los que llevan sobre sus espaldas el peso mayor de la emancipación de la humanidad trabajadora. Seguir negándolo u ocultándolo carece ya de sentido. Si el FSM quiere hacer honor a su nombre ha de analizar la dinámica mundial de la lucha contra el imperialismo y, al hacerlo, se topa con la dialéctica entre liberación nacional, liberación de clase, antipatriarcal, ecologista y medioambiental. No ha tenido otra alternativa.

17. Los grupos y organizaciones, y hasta personas a título individual, que han asistido y participado en el área de análisis de la crisis de la civilización burguesa, están orgullosos por haber logrado, al fin, esta área o carpa oficial de debate, y poder reflexionar sobre múltiples cuestiones, destacando de entre ellas algunas decisivas para su futuro como veremos. Además, entienden que esta conquista es el producto de los años dedicados dentro del Foro a impedir la invisibilización de su problemática, en primer lugar, y luego y fundamentalmente, a conseguir abrir un debate permanente y oficial en el FSM. Conocen las dificultades que han tenido que ir superando dentro y fuera, y son conscientes de que esta conquista no está asegurada definitivamente porque el nacionalismo estatalista e imperialista eurocéntrico no se resiste a perder su influencia en el FSM.

18. El enmarque conceptual que daba sentido y significado a las áreas fundamentales de debate era el de la denominada “Crisis de Civilización”. Hay tantas definiciones de “civilización” como se desee, aunque aquí utilizaremos aquella que la entiende como la síntesis social de un modo de producción. Quiere esto decir que no existe una “civilización cristiana” en el sentido estricto, por ejemplo, sino que diversas formas sucesivas de cristianismo se van adaptando a las civilizaciones tributarias, esclavistas, feudal y burguesa o capitalista, sin mayores precisiones ahora. Lo decisivo por tanto no es el cristianismo, una mera ideología que las clases dominantes modifican según sus necesidades bajo las presiones objetivas de las transiciones de un modo de producción a otro, sino que lo decisivo a la hora de definir las civilizaciones son las características esenciales de cada modo de producción.

19. Un ejemplo de esto lo tenemos en el debate sobre el boicot al Estado terrorista de Israel que se celebró en esa carpa o área oficial del FSM. Si definimos la civilización según el idealismo y la metafísica creemos que la actual Israel es la continuidad de una “civilización” que giraba alrededor de los “textos sagrados” antiguos y que ha impregnado de manera indeleble a la “civilización occidental” al fusionarse con la “civilización greco-romana” y con un cristianismo abstracto y a-histórico, dando así cuerpo a la “civilización” por excelencia. Pero si aplicamos el criterio materialista vemos que Israel el una potencia terrorista mantenida por el imperialismo norteamericano y europeo para asegurar su control en una zona geoestratégica para el capitalismo.

20. La civilización burguesa ha integrado aquellos componentes reaccionarios de la tradición del pueblo hebreo, de lo que muy tardíamente se definió como “civilización griega” y de las partes conservadoras del cristianismo. Ha integrado, ha subsumido estos componentes dentro de la lógica mercantil y de la acumulación de capital tal cual se generó en la Europa de los siglos XVI-XVII. Luego, en la medida en que la acumulación necesitaba expandirse y reforzarse, integró de diversas formas en su síntesis social a otros componentes ideológicos precapitalistas, como el budismo, el islamismo y, por no extendernos, hasta restos de las ideologías político-religiosas de otras culturas que habían pertenecido en su tiempo a civilizaciones precapitalistas y hasta preclasistas no eurocéntricas, como algunas andinas y mesoamericanas, etc.

21. En la medida en que el capitalismo arrasa al mundo impelido por su ciega necesidad de acumulación ampliada, debe destruir otros modos de producción anteriores y sus civilizaciones respectivas, y debe en algunos casos absorber partes de sus restos para facilitar su propia dinámica expansiva. La civilización del capital, la síntesis social burguesa está por tanto en permanente destrucción y a la vez en permanente absorción. Pero cuando la acumulación entra en crisis sistémica, como ahora, entonces su capacidad destructora y a la vez de autorefuerzo también entra en crisis. Dicho muy brevemente, según sea la gravedad de la crisis de acumulación será la gravedad de la crisis de civilización, aunque ésta segunda tiene una autonomía relativa bastante considerable que le permite resistir mucho más tiempo una vez que ha infectado la subjetividad social.

22. La civilización burguesa es la primera que ha llevado al máximo la destrucción de lo colectivo, de lo comunal, para facilitar así la producción generalizada de mercancías, de valores de cambio. Las civilizaciones anteriores mantenían en diversos niveles más o menos espacios comunales en lo material y en lo simbólico, y es en este sentido crucial que el modo capitalista de producción no ha querido en modo alguno integrar en su síntesis social ningún resto de lo comunal, intentando desesperadamente destruirlos todos hasta la raíz. La obsesión represiva del Vaticano contra la Teología de la Liberación, por ejemplo, nace del hecho de que ésta Teología ha intentado recuperar los muy debilitados restos comunalistas supervivientes a la expurgación represora realizada por el cristianismo paulino, como lo hicieron otros movimientos heréticos, milenaristas y redentoristas anteriores.

23. Bien mirada, la globalización no es otra cosa que la destrucción masiva de los pocos espacios de propiedad comunal y colectiva, estatal en los países que se llamaron “socialistas”, además de otras formas de propiedad privada precapitalista, que resistían mal que bien a la expansión de la propiedad burguesa a escala mundial. Desde esta visión radical porque va a la raíz, el derecho de autodeterminación de los pueblos es su derecho a recuperarse a sí mismos como propietarios-de-sí, a recuperar lo que es suyo, lo que le es común a ellos. El debate sobre globalización y autodeterminación realizado en la carpa dejó claro que, en el fondo, lo que estaba en cuestión era si el imperialismo y el nacionalismo opresor aceptaban que los pueblos deben y pueden ser propietarios de sí mismos, soberanos e independientes, o propiedad de los Estados opresores, imperialistas.

24. No debe resultarnos sorprendente que un debate crítico sobre la globalización y un debate constructivo sobre el derecho de autodeterminación en el capitalismo actual llevara, al poco tiempo, a otro debate sobre qué instituciones internacionales alternativas a las actuales necesitan los pueblos y naciones oprimidas para defenderse del imperialismo. ¿Pueden servir aparatos creados por los EEUU como el FMI y el Banco Mundial, el fenecido GATT reavivado en OMC, u otros muchos no tan conocidos o incluso desconocidos para la inmensa mayoría de la humanidad, pero decisivos para la explotación capitalista? Mientras que el reformismo duro, la tercera vía y otras opciones que buscan desarrollar lo “bueno” del capitalismo superando lo “malo”, sólo plantear cambios de maquillaje de estos aparatos imperialistas, por el contrario, la totalidad de las organizaciones asistentes daban por hecho la urgencia de avanzar hacia otras instituciones internacionales muy diferentes, aunque no se concretó mucho en esta cuestión porque justo se había iniciado el debate al respecto.

25. Otro ejemplo lo tenemos en los debates sobre la muy compleja relación entre tierra, territorio e identidad, en la que intervinieron colectivos de diversos continentes. Se trata, obviamente, de una cuestión básica para toda nación, pueblo, etnia, tribu, comunidad o grupo oprimido, carente de Estado propio y sujeto a los mandatos exteriores, ocupantes. Abrir un debate internacional sobre estas cuestiones ha sido y es un éxito crucial porque la perdedora fue la concepción estatalista inherente al capitalismo y su ideología eurocéntrica. Al margen de las diferencias inevitables entre las tesis expuestas, lo que les unía e identificaba era el rechazo radical del capitalismo y la defensa radical de los pueblos y naciones, de otro concepto de tierra y de territorio incompatible con la mercanlización, y una defensa de las identidades colectivas como exigencia democrática indubitable.

26. Muy en resumen, cada modo de producción define de una manera adecuada a sus formas de reproducción qué es el territorio, qué es la tierra, qué es la identidad y qué relaciones se establecen entre estos tres componentes, y entre otros más. Para las tribus nómadas, para las denominadas “naciones móviles”, el territorio y la tierra tiene un sentido diferente que para las sociedades sedentarias, agrícolas y de ganadería estabulada; y otro tanto sucede con el criterio de identidad común del grupo. Para la sociedad tributaria y su variante incaica, el territorio, la tierra y la identidad giran alrededor de la propiedad real y de los restos de la común, todo ello simbolizado materialmente en el templo, en el palacio. En el modo germánico la tierra común también compite con los repartos de su uso privado. Incluso en las sociedades esclavistas y feudales europeas subsisten restos más o menos amplios de tierra y territorio común, y las identidades reflejan las contradicciones entre lo común y la creciente propiedad privada.

27. Lo que caracteriza a estos modos de producción es que mantienen zonas comunales, propiedades colectivas de usos y repartos muy diversos, o mixtas entre la propiedad común y la propiedad sacerdotal o real, o incluso, más tarde, de propiedad privada de las castas comerciales y militares que empiezan a crecer en estrecha unión con las familias reales. Se trata de un largo proceso histórico que no se desarrolló de forma pacífica, lineal y mecánica, sino cargado de tensiones y conflictos que han dejado su huella en la historia cultural humana, y que tuvo altibajos y hasta recuperaciones de lo comunal por el pueblo. Sin embargo, el capitalismo, como hemos dicho, arrasa con todo ello. El capitalismo necesita reducir a las clases trabajadoras y a los pueblos a simple fuerza de trabajo expropiada de cualquier recurso económico que les permita poder vivir sin venderse por un salario.

28. Los problemas del territorio, de la tierra y de la defensa de las identidades estuvieron siempre presentes por lo bajo, y a viva voz con mucha frecuencia, cuando el día siguiente se avanzó por pura lógica al debate sobre el Estado. De entre los colectivos asistentes, solo una muy reducida minoría rechazó explícitamente la necesidad de que las naciones oprimidas creasen su propio Estado, aduciendo razones más mitológicas y románticas que históricas, político-económicas y culturales. También hubo una postura desde el público que si bien no rechazaba la necesidad del Estado sí insistía en que éste ha de ser un simple instrumento táctico y temporal, porque lo definitivo es superar históricamente este instrumento de dominación. En cuanto al bloque masivamente mayoritario, una postura defendía la creación de Estados plurinacionales en las Américas, y otra la necesidad de Estados nacionales unitarios; pero las diferencias, al menos en el debate, fueron secundarias ya que lo que les unía, la necesidad del Estado, no era cuestionado.

29. Especial mención hay que hacer de un momento de la discusión colectiva en el que tanto desde asistentes en el panel como desde el público se respondió casi de forma unánime a una intervención desde el panel en la que se defendía de manera algo imprecisa y confusa la necesidad de lo que en Europa se define como “interculturalidad”, como “mestizaje cultural e identitario”. La tesis del “mestizaje cultural”, expuesta desde los criterios de la progresía eurocéntrica, fue criticada sin compasión por la mayoría de las respuestas, excepto por una sola. Para la mayoría de las respuestas, lo decisivo y urgente es no sólo defender las identidades de los pueblos amenazados de extinción sino, precisamente por ello, recuperarlas y adecuarlas a las nuevas situaciones para combatir más eficazmente el uniformismo capitalista.

30. Intervenciones posteriores sentaron las bases para consensuar las diferencias. Sostenían que el Foro Social es Mundial, y que por tanto debe desarrollar una visión mundial en la que lo común a los pueblos oprimidos integre y supere a lo específico a cada uno de ellos, sin anularlo, y que por tanto debe respetarse el derecho de cada pueblo a decidir si quiere un Estado único o uno plurinacional, según las circunstancias concretas. También se llegó a una especie de síntesis sobre lo que une e identifica en lo básico a las reivindicaciones del los pueblos y naciones sin Estado, oprimidas por otras potencias: 1) La defensa de la propiedad comunal, de lo colectivo sea material o simbólico, como exigencia y necesidad del los pueblos; 2) La defensa de sus complejos lingüístico-culturales, de sus referentes identitarios y de sus memorias comunes, impidiendo su destrucción, su mercantilización capitalista y su desnaturalización por la dictadura lingüístico-cultural y tecnocientífica imperialista; y 3) El derecho a la autodefensa de los pueblos, a las formas de resistencia que cada uno de ellos decida practicar ante las agresiones invasoras.

31. Dentro de este panorama general de debate abierto y constructivo, se profundizó en la unidad entre la lucha de clases y la lucha por la independencia de las naciones a las que se les niega el derecho a disponer de su Estado propio, al margen de la forma que quieran darle, de sus relaciones con otros Estados, sean plurinacionales para integrar culturas, etnias y pueblos diferentes pero unidos en el mismo proyecto histórico, o sean uninacionales. La unidad dialéctica entre lucha de clases y lucha nacional se constató en la certidumbre teórica de que el capitalismo es el enemigo mortal de los pueblos y naciones, de etnias y culturas aborígenes que ven cómo el “progreso” destroza sus tierras, sus territorios y sus identidades.

32. Por falta de tiempo, no pudieron concluirse los debates muy interesantes sobre la valía para la lucha socialista del concepto de “Buen Vivir” que tienen naciones y pueblos andinos, y que consiste en una serie de normas de comportamiento interno al colectivo, externo hacia la naturaleza, y externo respecto a otros colectivos. En realidad, las distintas exposiciones trataron sobre problemas candentes que superan al concepto de “Buen Vivir” expuesto por dos colectivos originarios, aunque por lo allí oído no tenían por qué cuestionar sus bases de fondo: respeto a la propiedad colectiva, respeto a la naturaleza como totalidad y respeto a los pueblos. Fue una pena que no se pudiera acabar este debate porque el tema del “Buen Vivir” se inscribe de lleno en las formas sociales de lo que podemos definir como “modo de producción asiático”, o “incaico” o, sin precisiones ahora, “tributario”.

33. El debate que no pudo realizarse, aunque se rozó una y otra vez, trata sobre cómo utilizar lo bueno que conserva el “Buen Vivir” dentro de la construcción de una sociedad socialista en la que la propiedad colectiva sea la base sobre la que se yergue o el centro alrededor del cual gira la sociedad en su conjunto. Sin embargo, surgieron en las pocas intervenciones que pudieron hacerse advertencias muy claras sobre las precauciones que se deben tomar en el momento de intentar aplicar el “Buen Vivir”, tal como lo definieron los dos colectivos allí presentes, con sus diferencias de matiz entre ellos, a las condiciones capitalistas. Por ejemplo, a las barriadas, fabelas y bidonvilles que crecen en las conurbaciones de muchos países empobrecidos y explotados por el imperialismo. Por ejemplo, cómo relacionar las formas comunitarias de relaciones sociales andinas a las formas comunitarias en las luchas obreras y vecinales, en las “ollas colectivas”, en los movimientos populares y sociales, en cualquier lucha autoorganizada, etc.

34. Muy interesante por lo que sacó a la luz, fue también el breve encontronazo sobre la nueva ideología reformista del decrecimiento como alternativa a la crisis ecológica, medioambiental y alimentaria, y las tesis críticas de la respuesta a esta intervención, según la cual el decrecimiento no toca los problemas decisivos y estructurales, los que se refieren a la propiedad de las fuerzas productivas. No dio tiempo a profundizar en esta cuestión que va a ir en aumento porque la ideología del decrecimiento es muy útil en estos momentos a determinados reformismos interesados en desviar el debate y la acción sobre la propiedad pública o privada de las fuerzas productivas, de las fábricas, de las tierras, bosques y desiertos, de los océanos y de los vientos, para reducirlo a mera palabrería sustentada en datos ciertos pero desconectados y separados de toda contextualización social e histórica.

35. En definitiva, lo que ocurrió en estos y otros debates derivados fue que, tal vez sin quererlo por la mayoría de los asistentes, reapareció en viejo choque entre, por un lado, la visión marxista de la historia abierta, dialéctica y concreta, que depende de los resultados de las luchas, y por el lado opuesto, la historia mecánica, cerrada y abstracta, eurocéntrica --y “rusocéntrica” en su tiempo-- que quiso imponer un solo modelo de acción a todos los pueblos del mundo. O en otras palabras, un fantasma llamado Mariategi estaba más vivo que nunca recorriendo la carpa de debates sobre la crisis de la civilización burguesa, aunque la mayoría de las personas asistentes no lo supieran. Parafraseando al Marx del primer volumen de El Capital: “No lo saben, pero recuperan a Mariategi”.

36. Como se aprecia, dentro del FSM se ha producido una especie de “anomalía” que ha abierto la posibilidad de vías de avance revolucionario no deseadas por el grupo dominante. Es cierto que se trata del primer paso, que éste puede quedarse reducido a un peligroso síntoma controlado por la efectividad burocrática interna, que incluso aunque supere estos y otros obstáculos este paso inicial tampoco tiene asegurado su futuro porque todavía carece de suficiente experiencia y solidez interna, corriendo el riesgo de la disgregación. Todo esto es cierto. Pero el que se haya debatido de una forma tan directa sobre el proceso histórico que va desde lo comunal en las sociedades preclasistas y precapitalistas hasta el comunismo postcapitalista, desde una visión radicalmente enfrentada al imperialismo y recuperando reflexiones clásicas de lo que podríamos definir como el marxismo dialéctico, esta experiencia es ya en sí misma un avance enorme.

37. Correspondería luego a cada clase explotada, a cada nación oprimida, a cada lucha de las mujeres, etc., debatir y aclarar qué pueden extraer de positivo para sus propias acciones de toda esta riqueza teórica que puede empezar a surgir si se estabiliza y se concreta este avance. La trasplantación mecánica de un debate tan general y básico como el realizado a las complejas diferencias que existen en la realidad mundial, este error, cometido frecuentemente en el pasado y en el presente, acarreará funestas consecuencias si vuelve a repetirse. Pero existe un error más dañino: el de despreciar las lecciones de la historia y seguir creyendo que el capitalismo imperialista ha dejado de ser la fiera irracional y asesina que siempre ha sido.

38. Aun así, queda mucho por hacer. Entre otras cosas lograr que el FSM se articule como un Foro de debates que culminen en una propuesta práctica de objetivos materiales que se presente a la humanidad trabajadora, con plazos y con sistema de valoración crítica y autocrítica. Son muchos los intereses políticos que se niegan a pasar de la interpretación a la transformación, pero todo indica que existen cada vez más condiciones para lograr que la transformación de la realidad pase a ser una urgencia asumida por cada vez más sectores críticos dentro del FSM y fuera de él. Pero el resultado de este conflicto no se decidirá en el interior de la cocina burocrática del FSM sino a partir de la marcha de las luchas revolucionarias, en primer lugar; de los efectos de éstas dentro del Foro en segundo lugar y, por último, gracias a los acuerdos entre fuerzas políticas de izquierda dentro y fuera del FSM para acelerar su transformación.


Entrevista con el poeta y sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal

El Mundo

Fue el rostro del sandinismo de Nicaragua. Un jesuita 'tachado' por el Vaticano. A los 84 años cree en la poesía y en la revolución, claro.


El pelo largo y blanco le alcanza el hombro al gran poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, al religioso, al revolucionario, a aquel que Juan Pablo II amonestó a pie de escalerilla al bajar del avión en su primer viaje a Managua: «Tiene que regularizar su situación», le aseveró el Papa. Cardenal era entonces ministro de Cultura del gobierno sandinista.

De aquéllo, de todo aquéllo han pasado muchos años. El líder del sandinismo, Daniel Ortega, traicionó la vieja causa en la que Cardenal empeñó su entusiasmo y su fe. Hoy por dentro le corre un daño, el de la traición: «Me tienen congelada la cuenta bancaria, intervenido el correo electrónico. Me sustrajeron el ordenador... Cada día se me hace la vida más difícil. El miedo me acompaña, pero ya dijo Montesquieu que se necesita valor para tener miedo», afirma. Hoy leerá sus poemas en Casa de América, su anfitriona en este viaje. Anoche lo hizo en el Colegio Mayor Chaminade y el próximo lunes en la librería Rafael Alberti de Madrid. La suya es una palabra sabia, extraña, con rumor de utopías.

Pregunta.- Su vida ha sido una sucesión de compromisos... ¿Y de decepciones?

Respuesta.- La única decepción que reconozco fue la pérdida de la revolución de Nicaragua. No he tenido otra igual.

P.- ¿Se arrepiente de haber apoyado el sandinismo viendo en qué ha terminado?

R.- De ninguna manera, para mí fue una aventura muy bella. Pero renuncié al partido sandinista cuando éste traicionó nuestra revolución...

P.- ¿Pertenece a una generación derrotada?

R.- Le contesto con una frase de un obispo español en Brasil, Pedro Casáldiga, que dice: «Somos soldados derrotados de una causa invencible». Nuestra causa es también la de Cristo y la de los profetas. Por eso, en el fracaso de la revolución está la mayor frustración de mi vida. La única.

P.- El tiempo demuestra que las rebeliones sociales terminan traicionadas por una revolución.

R.- La de Nicaragua lo fue, pero no así la de Cuba. Y Ahora que hablamos de esto, recuerdo que una de mis visitas a España coincidía con otra de Fidel Castro aquí. Entonces, un periodista me preguntó sobre él y le dije que Fidel no estaba realizando el reino de Dios en la Tierra, pero que podía estar acercándolo. El muchacho alteró aquella idea, pero creo que a Fidel no le disgustó (risas).

P.- Pero usted sí que ha dicho que las revoluciones acercan al reino de Dios, ¿no?

R.- Cómo no. Hay teólogos actuales que dicen que cuando Jesús utilizó la expresión de «reino de Dios», aquello significaba lo mismo que para nosotros quiere decir hoy la palabra revolución. Era algo igualmente subversivo que lo llevó a la muerte.

P.- ¿Sigue profesando amor eterno a Dios y a Marx?

R.- Bueno, son cosas distintas. Mi fe es en Dios y Marx es el vehículo de ese método científico y sociológico para cambiar el mundo, pero con Dios como meta. A través de los dos entiendo que es posible alcanzar un mundo de justicia, fraternidad y amor. Marx nos presenta una herramienta ideológica para lograr la sociedad comunista perfecta, sin clases. En ese sentido, ambos están muy cerca. Marx está en la misma línea de los grandes profetas bíblicos.

P.- ¿En qué momento descubre su vocación revolucionaria?

R.- Fue tras mi primer viaje a Cuba, en 1970. Fui invitado a formar parte del jurado del Premio Casa de las Américas. Y reconozco que llegué con el cerebro envenenado por influencia de lo que leía en la revista Time y otras publicaciones del capitalismo.Allí encontré una sociedad evangélica, como la que pretende realizar Cristo en los Evangelios. No había clases sociales. La igualdad era posible. No había prostitución. Ni droga. Nadie dormía bajo un árbol... No había abundancia, pero sobre todo no había miseria.Para mí era una sociedad tan perfecta como la monástica, que era de donde yo había salido por problemas de salud. Después de mi conversión religiosa, ésta fue la otra gran conversión de mi vida: a la revolución.

P.- ¿Entiende la poesía como instrumento revolucionario?

R.- Claro. Todo arte es revolucionario aun cuando no trate de asuntos sociales. Como la poesía de los grandes profetas de la Biblia: Isaías, Jeremías, etcétera. Todos ellos denunciaban la injusticia y anunciaban un sistema nuevo. La poesía es un mensaje de denuncia y de amor. Esta fue mi vocación natural. La primera, porque la religiosa fue tardía. Vino después de los 30 años.Y a la revolución llegué aún más tarde.

P.- ¿Se arrepiente de algo?

R.- De no haber tenido estas conversiones antes. Como San Agustín cuando le dijo a Dios: «Belleza antigua y siempre nueva, tarde reconocida».

P.- ¿Ni siquiera de su paso por la política como ministro de Cultura de Nicaragua?

R.- Es que yo nunca fui político. Yo sólo soy contemplativo, poeta y revolucionario.

P.- ¿Así le gustaría ser recordado?

R.- Preferiría no serlo. Se me podría recordar mal. Y si lo hacen bien, también sería falsamente por las cosas que no hice pero creí que hice.

P.- ¿De qué le salvó la poesía?

R.- De la desesperanza. Es, al mismo tiempo, el lugar de mi protesta y de mi celebración.


Adelanto del libro del escritor John Berguer



Siguiendo una tradición antigua de los narradores populares, John Berger se quita del papel central de quien relata para hacernos sentir que son los protagonistas quienes cuentan su propia historia. Entonces en De A para X, nos propone una historia narrada en cartas, cartas que dirige A’ida, encargada de una farmacia en un barrio desconocido de una ciudad desconocida de un país desconocido, a su hombre Xavier, quien padece encarcelamiento acusado de terrorismo en una prisión como cualquiera del planeta. Berger nos dice entonces:

“Cuando se inauguró el año pasado la nueva prisión de alta seguridad construida en las colinas al norte de la ciudad de Suse, la vieja prisión en el centro del poblado se cerró y fue abandonada.

“El último ocupante de la celda número 73 en la vieja cárcel había armado un estante con separaciones, en la pared donde se recargaba el camastro reglamentario. Lo construyó con cartones vacíos de cajetillas de Marlboro y lo fijó a la pared con cinta adhesiva. Cada separación era lo suficientemente amplia como para alojar varios mazos de naipes. En tres de ellas se hallaron algunas cartas.

“Una luz solar como la que penetraba en la celda, provenía de una pequeña abertura circular, fuera del alcance, en la parte alta de uno de los muros. La celda medía 2.5 x 3 metros y tenía 4 metros de alto. Un largo corredor con ventanas con barrotes y vidrio opaco conectaba las celdas de esta ala de la vieja prisión con un recinto de usos comunes que era una especie de barracón con precarias instalaciones para cocinar, un fregadero, una televisión, bancas, mesas y una plataforma elevada para situar a los guardias permanentemente armados.

El último prisionero de la celda número 73, acusado de ser miembro fundador de una red de terroristas y condenado a dos cadenas perpetuas, era conocido como Xavier. Las cartas que se hallaron en el estante estaban dirigidas a él.

Como adelanto del libro de Berger, publicado por Editorial Ítaca, que mañana se presenta en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, ofrecemos a los lectores de La Jornada dos de las cartas de A’ida para Xavier.

Ramón Vera Herrera

Mi guapo,

Me ocurre, cuando no te retengo entre mis piernas, que pienso en ti como si fueras el héroe de una historia que oí alguna vez. No es una historia que esté inventando, es una historia que escuché en un autobús antes de que nos ordenaran bajar. No podría inventarte, aunque viviera cien vidas.

En la historia miras unos graffiti que pintaste alto en una barda cerca del aeropuerto, y te sonríes, estás orgulloso de ti –como si las palabras fueran una cometa que acabas de subir. Y como eres un muchachito, eres descuidado y no los ves venir. Así que sigues sonriendo, orgulloso de ti, cuando a empellones te hacen caminar al carro blindado doblándote la espalda para que agaches la cabeza.

Luego tapan con pintura las consignas, y una anciana dice: ¡ya pintaron todo de blanco como si nada hubiera pasado, pero esas paredes siguen gritando por debajo de la capa de pintura!

Esa primera vez de cárcel conociste a Alexis. Lo vi la semana pasada porque jugamos juntos una mano o dos. Aún tiene esa verruga junto a su fosa nasal izquierda. (El ácido salicílico [C 7H6O3] se la quitaría, si la aplica diario, pero nunca en la piel circundante.) Todavía tartamudea cuando se agita.

Los amigos que haces en la prisión son diferentes de otros, ¿no crees? Bromean más. Se sacan de la manga un chiste viejo, le dan la mordida y lo circulan entre los presentes. Y son personas que llegan de modo diferente. Aunque hayan viajado cientos de kilómetros, se aparecen sin aviso y sin explicación. Y saben, con toda certeza, que serán bien recibidos.

Tienen también su propio modo de decidir cuándo referirse a algún asunto serio. Siempre en un momento inesperado –al subir a un auto, mientras el asiento delantero está inclinado hacia delante, o mientras levantas los platos al final de una comida. Y son muy escrupulosos en cuanto a las señales. Con los ojos garabatean un recibo por el más mínimo mensaje que captan. Nunca parecen estar en blanco.

Te estoy mirando a los ojos, y no soy tu amigo, soy tu mujer. Y quiero decirte algo.

Foto John Berger, en imagen de 2007, durante una visita del escritor a las instalaciones de La Jornada Foto Carlos Ramos Mamahua

Lo efímero no es lo contrario de lo eterno. Lo opuesto de lo eterno es el olvido. Hay quienes pretenden que el olvido y lo eterno son, a fin de cuentas, la misma cosa. Y están equivocados.

Otros dicen que lo eterno nos necesita, y están en lo cierto. Lo eterno te necesita a ti en tu celda y a mí aquí, escribiéndote y enviándote pistaches y chocolate.

Cuéntame de tu pie. Necesito saber.

Tu A’ida

Ya nour,

Alguna vez fue peluquero, un buen escucha. Gassan vive en el barrio que llamamos Culo del Viento. Tiene una casita que se construyó él mismo cuando era joven, hace unos treinta años. Como trabajaba en ella sólo los fines de semana y las tardes largas del verano, tardó en levantarla unos cinco años. A su alrededor hay otras muchas casas que hoy están en ruinas. Allá en invierno hace un frío que muerde, pero eso no ha cambiado por siglos. El año pasado Gassan perdió a su esposa. Ahora todo lo que le queda es su pasión por cultivar flores.

Vino la semana pasada a la farmacia. Tiene esa manera cautelosa de caminar que desarrollan algunos hombres viejos –muy rara vez las mujeres. Como si cargaran una vasija repleta de agua que no quieren derramar. Si lo pienso, puede estar conectado con problemas de próstata. Llegó con una receta de hytrin, una terazosina. Tras explicarle la dosis, me invitó a que fuera a ver sus flores algún día. Y hoy en la mañana pasaba cerca y me encaminé a verlo. Me mostró sus iris. De color cobre, con escritura en negro en el interior de los pétalos. Siempre la misma frase. Bajé los ojos admirada y me ofreció uno. Luego me recitó algo como esto: mi esposa, que está por partir, está adentro con los dioses, y ya Separación, como un chango malo, se columpia por la ventana...

No respondí, porque él mismo ya le replicaba a algo que únicamente él veía, comparando su sentido de pérdida con la mía. Y yo, comparaba su casa habitada con las casas en ruinas que la rodeaban. Todas tenían más o menos el mismo tamaño, dos cuartos, un solo piso, trece rincones, mil y un secretos. Hoy las ruinas parecen más chicas. En su casa la radio estaba encendida –una cantante, Cesaria Evora. Las casas en ruinas, por el contrario, estaban en silencio. Era como si el sonido de la voz de Evora les marcara una orilla precisa.

Me invitó un café, apagó la radio. Hay momentos, dijo mientras sorbía su café, en que no está muerta. Y se multiplican conforme avanza el día. Pero cada uno de los días comienza con su ausencia. Para mí eso no es cierto; el día no comienza con tu ausencia. Comienza con la decisión que tomamos juntos de hacer lo que estamos haciendo.

Me acuerdo de la primera vez que te vi examinar una máquina que no funcionaba y buscar el modo de repararla. Era una impresora conectada a una computadora. ¿Te acuerdas de lo que necesitábamos imprimir? Eso fue hace mucho tiempo. Llevabas puesta una camisa blanca con mangas anchas que te habías enrollado hasta los sobacos. Estábamos en un sótano atrás del mercado en Abades. El pelo de tus brazos era rizado, cada uno hacía figuras de ocho. Le habías quitado la cubierta a la impresora y estudiabas su cableado.

En la calle principal de Abades estaban haciendo una redada montados en dos vehículos humvees. Metódicamente, centímetro a centímetro, procediste punto por punto a seguir el cableado. En tu mano izquierda tenías un desarmador eléctrico, tan pequeño como ese pajarito al que le llaman saltaparedes, el abadejo, pero con muchos picos. Ocasionalmente seguías un cable con el desarmador. Podía ver –era visible por tus hombros– que no sólo seguías las derivaciones, sino que rastreabas el proceso de pensamiento mediante el cual los hombres habían concebido y luego construido esa máquina.

En la calle principal sonaron tres disparos.

Intentemos éste, murmuraste. Y de golpe entendí que con las máquinas hechas por el hombre hay circuitos de ingenio que pueden compartir las mentes. Igual que se comparte la poesía. Eso lo vi en el dorso de tus manos.

Para mí no ha habido palabras más tranquilizantes que tus manos en ese momento. Podíamos oír cómo gritaban órdenes por un altavoz. Levantaste la vista, directamente sobre mí, y asentiste. Y luego me guiñaste uno de tus irritados ojos.

A’ida

http://www.jornada.unam.mx/2009/02/27/index.php?section=opinion&article=a04a1cul

Autoridades protegen a la secta Los Perfectos, acusan defensores de víctimas de Casitas del Sur

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Consuelo Morales, directora de CadhacFoto Sanjuana Martínez
Sanjuana Martínez /I

Los casos de niños desaparecidos en CAIFAC Monterrey, Nuevo León; Casitas del Sur, en el Distrito Federal, y La Casita en Cancún, Quintana Roo, muestran la existencia de una red nacional de trata de menores con fines de explotación sexual o tráfico de órganos, afirmó en entrevista Alicia Leal, presidenta fundadora de la organización no gubernamental Alternativas Pacíficas, quien asumió la defensa de las víctimas en la capital nuevoleonesa e investigó la desaparición de menores en las otras dos casas hogar.

Estamos ante una organización de trata de menores compuesta por complicidades de las autoridades en cada uno de los estados y personas responsables de estos organismos civiles, aseveró.

Los tres casos tienen como nexo la implicación de los dirigentes de la secta Los Perfectos, de la Iglesia de la restauración, Jorge Erdely, Sergio Humberto Canavati Ayub y Antonio Domingo Paniagua, según consta en los expedientes judiciales a los que ha tenido acceso La Jornada.

En los tres albergues han desaparecido menores en los últimos años, sin que las autoridades correspondientes hayan tomado la iniciativa de clausurarlos, por lo que distintos gobiernos continuaron subsidiándolos económicamente y canalizando a ellos a pequeños con problemas familiares, mientras las denuncias sobre la retención ilegal de niños eran ignoradas.

Según el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, unos 20 mil niños son víctimas de explotación sexual comercial en México, y desde hace años existe una iniciativa para reformar dos leyes relacionadas con la trata de personas y derechos de los menores que pretenden introducir cambios en el Código Penal Federal.

En Monterrey, la desaparición de niños empezó a denunciarse en los juzgados cuando Brenda Carolina Bernal Hernández, de 12 años, escapó de la casa hogar del Centro de Adaptación e Integración Familiar AC (CAIFAC) debido a los maltratos que le infligían ahí: “me tiraron al piso, y cuando estaba boca abajo, entre las dos me estiraban los dos brazos cruzados hacia atrás, y yo lloraba, pero despacito, porque me decían que me callara; ellas me hacían eso porque primero me ponían a limpiar las paredes de la casa con unos cepillos para quitarle la mugre, pero yo me cansaba y ya no podía más y me dolían las manos…”, dijo la pequeña en su denuncia interpuesta el 2 de diciembre del año pasado.

La niña describió los castigos que eran aplicados bajo una estricta disciplina religiosa: “a Chuy también le pegaban con una vara de madera que decía: ‘Corrige a tus hijos y te darán descanso’. Me dijo que le pegaban en las pompis…”

Brenda padeció maltrato físico y sicológico durante meses, hasta que un día sus cuidadoras decidieron encerrarla en un armario como castigo por no comer champiñones crudos con cebolla y brócoli: “me metieron al cuarto donde guardan la ropa, y entre las dos me metieron a un clóset que es café claro y que tiene cuadros y que tiene una puerta que cerraron, y estaba oscuro, y me pusieron en el suelo boca abajo, y Bety (Celia Beatriz Reyna Torres, cuidadora del albergue) estaba parada arriba de mis pies; yo estaba descalza y Nancy (Nelly Ávila Almaguer, también cuidadora) estaba arriba de mi espalda sentada, y pusieron ropa abajo…”

Cansada del lugar, Brenda tomó la determinación de escaparse luego de ser castigada nuevamente y lavar las calcetas de todas las internas: “Fue cuando me salté la barda, que son como tres pisos, y está alta, y salté y fue como me pude salir; eran como las cuatro de la tarde y me fui corriendo hasta llegar a una parada que está por una tienda Soriana; yo iba descalza y paré un camión 202 y le dije que si me podía dar raid, y el señor me dijo que sí, y luego me bajé enfrente de una Cruz Roja, que era cerca de la casa de mi abuela, y luego me fui caminando hasta la casa de mi abuela…”

A consecuencia de la huida de Brenda, según le dijeron, el albergue mantiene hoy en día en retención ilegal a su hermana Diana Lizeth y a sus primos Julio César y Adriana Guadalupe Castañeda Bernal. Los tres siguen desaparecidos oficialmente, mientras todos los empleados y directivos del albergue se han amparado para no ser detenidos.

Cómo fue el contacto inicial

María Inés, madre de los hermanos Castañeda Bernal, recordó en su denuncia cómo fue contactada por los empleados de CAIFAC, pertenecientes a la secta de Los Perfectos: “Yo tenía mi pareja, Rosalío Castañeda González, que es el papá de los niños, pero él nunca nos dio la mano; él me mandaba a mí a pedir dinero, yo me llevaba a los niños porque mi mama tenía antes una cantina ahí en la calle Dos de Abril, en la colonia Independencia, y yo ahí no podía dejar a los niños; nadie más me los podía cuidar. Entonces un día estaba con Adriana y Julio en el crucero de Zaragoza en el centro de Monterrey y en eso llegó Patricia y otras tres personas y empezaron a hablar conmigo; me dijeron que ellos me podían ayudar y me dijeron que me podían cuidar los niños y que cuando yo quisiera los podía recoger, y me hicieron firmar ahí mismo un papel; no sé qué decía el papel porque yo no sé leer, pero Patricia me dijo que decía que ‘cuando yo quisiera a los niños me los iban a entregar’, pero no me dio ninguna copia de ese papel, sólo me dio un papel donde me apuntó la dirección donde iban a estar los niños”.

La directora de CAIFAC es la guatemalteca Patricia Murguía Ibarra, y la denuncia en su contra está consignada en la averiguación previa 2554/2008, pero se encuentra amparada y huida. La autoridad tampoco ha llamado a declarar ni consignado a los socios fundadores de CAIFAC –que cuenta con nueve casas hogar infantiles en Monterrey–: María de Lourdes Murguía Ibarra, Francisco Javier Murguía Ibarra, Carlos Ríos Leal, Roberto Cantú Leal y el dentista especialista en maxilofacial Sergio Humberto Canavati Ayub.

La madre de los pequeños fue a visitarlos en varias ocasiones, que eran aprovechadas por los niños para contarle los maltratos físicos que recibían en el albergue. En una ocasión, Adriana, de tan sólo dos años, explicó detalladamente los castigos que le imponían: “Yo les dije ‘me los quiero llevar’ y Patricia me dijo: ‘No te los puedes llevar, después los vas a traer como antes los traías en la calle’, y no me dejó que me los llevara…”

Posteriormente el albergue permitió que María Inés se llevara a sus hijos los sábados y los regresara los domingos: “Así estuve un años, pero un día ya no los quise regresar y ya tenían una semana conmigo los niños y no sé como dieron con mi dirección, porque a mi casa llegó Patricia con otro señor Pancho y se llevaron a Adriana y Julio y me dijeron que ya no me los iban a prestar y el papá de los niños, Rosalío, estaba de acuerdo.”

Pasó el tiempo y cuando la niña tenía cinco años y Julio tres, se enteró que Adriana se había quemado un brazo, una pierna y una nalga con agua hirviendo y que fue ingresada al Hospital Civil sin que nadie del albergue le informara nada al respecto, hasta que un día vio las cicatrices en la niña.

Durante los siguientes años, ambos fueron cambiados de casas; Adriana tiene actualmente 13 años y Julio 10 y han vivido prácticamente toda su infancia en distintos albergues manejados por la secta de Los Perfectos. En agosto pasado fue el cumpleaños de la niña, pero su madre no la pudo ver ese día tan señalado: “Fui a llevarle su pastel y de allí me empezaron a decir que no podía verla… la última vez que vi a Adriana y Julio me dijeron que Patricia les había dicho que iban a estar castigados en el cuarto y que ya no podían decir nada de cómo los trataban ahí porque les iba a ir peor”.

Pasaron cuatro meses y en diciembre, después de la huida de Brenda, María Inés intentó saber el paradero de sus hijos, sin éxito: No me dejan verlos, Patricia me dice que están castigados y que no reciben visita.

Omisión de las autoridades

El caso de CAIFAC no ha merecido la atención del gobierno de Natividad González Paras ni de las autoridades judiciales del estado, algo que según Consuelo Morales, directora de Ciudadanos en Defensa de los Derechos Humanos (Cadhac), quien apoya a las hermanas María Inés y Mónica Bernal Hernández en la búsqueda de sus hijos desaparecidos, es un mal síntoma, porque junto a otros elementos, confirma que está conectado con Casitas del Sur y La Casita de Cancún: Vemos una omisión terrible de las autoridades de protección al menor, concretamente del DIF, en los tres casos, y no podemos saber cuántos niños están desaparecidos realmente y sujetos a trata de menores o tráfico de órganos. No hay quién estatalmente responda por ellos. Hay complicidad y corrupción en la parte judicial, y si como sociedad civil no nos ponemos a buscar a estos menores, ¿qué futuro tenemos?









Existe nexo común en los casos CAIFAC, Cancún y DF: pesquisas

Cuando los padres querían recuperar a sus hijos, éstos eran enviados de vacaciones

Las niñas retornaban con huellas de abuso sexual

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Diana Lizeth Bernal Hernández, de 11 años, desaparecida en el CAIFAC. En la imagen derecha, Julio César Castañeda Bernal, de 10 años, desaparecido en el mismo sitioFoto La Jornada
Sanjuana Martínez /II

La estructura nacional de los albergues dirigidos por la secta de Los Perfectos de la Iglesia cristiana restaurada ha funcionado estupendamente, coordinada con base en fanatismo religioso y decenas de niños vulnerables secuestrados literalmente de familias pobres y desestructuradas.

Sin determinar el número exacto de estas casas-hogar infantiles distribuidas por la República, las investigaciones judiciales a las que ha tenido acceso La Jornada indican que entre los casos de CAIFAC Monterrey, Casitas del Sur, en el Distrito Federal, y La Casita en Cancún, Quintana Roo, existe la conexión de sus dirigentes y la implicación de personas que antes y ahora han sido denunciadas por privación ilegal de la libertad de los menores.

La creación de los albergues contiene una estructura jurídica debidamente planificada dentro del rango de asociaciones civiles, que les ha permitido ir creando, con distintos nombres en cada caso, decenas de refugios infantiles: Alas, Reintegración Social AC, Amor para compartir, Desarrollo Integral del Individuo, Esperanza para la familia, Refugio de Amor, Casitas, Centro de Adaptación e Integración Infantil AC.

Gobernación, sin un censo

La Secretaría de Gobernación carece de información sobre la ubicación de estos albergues infantiles, pero las pesquisas de organizaciones no gubernamentales de atención al menor ubican centros de Los Perfectos en ciudades como Cancún y Playa del Carmen, Quintana Roo; Coatzacoalcos y Jalapa, Veracruz; Ciudad Valles, San Luis Potosí; Guadalajara, Jalisco, y Monterrey, Nuevo León, así como en los estados de México y Morelos.

Los niños internos en los albergues eran trasladados por temporadas, sin aparente motivo, a centros en otras ciudades con pretexto de tomar vacaciones o bien, eran removidos en la misma ciudad o en otros estados cuando sus padres decidían recuperar a sus pequeños.

Las niñas que volvían de sus vacaciones de Veracruz y Cancún llegaban muy raras, recuerda Brenda, una de las víctimas que logró escapar en diciembre pasado de CAIFAC Monterrey. Se quedaban viendo a todos los niños de la casa hogar y ellas se tapaban la cara y se escondían y cuando alguno de los niños de la casa hogar se les quería acercar, Nancy les decía que no se acercaran a ellas, pues no estaban en condiciones de hablar.

Las autoridades de Nuevo León rescataron a 42 menores de seis albergues que CAIFAC tiene en Monterrey con distinta denominación social y en municipios vecinos. Algunas de esas internas han señalado en sus declaraciones ministeriales que cuando volvían de vacaciones les daban pastillas para tranquilizarlas y se quedaban sentadas durante horas sin moverse ni hablar.

Este comportamiento frente a las ONG que ahora atienden a los niños rescatados, mantiene una clara relación con la desaparición de los internos por motivos de trata de menores con fines de explotación sexual: son síntomas que ubicamos como niñas que fueron abusadas sexualmente. Las niñas permanecían en Veracruz y Cancún durante varios meses y al volver se les prohibía relacionarse con los demás internos, comenta Consuelo Morales, directora de Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos AC, que atiende a las víctimas y sus familias.

Más aún: en La Casita de Cancún el escándalo surgió en 2005, cuando desaparecieron 11 menores y los internos denunciaron abuso físico y sexual. La directora del centro, Patricia Seoane de Bretón, y Leydi Yolanda Campos Vera, representante legal, fueron acusadas de privación ilegal de la libertad por negarse a entregar niños que posteriormente se descubrió estaban desaparecidos o integrados a supuesta red nacional de tráfico de menores con carácter sexual.

La historia de La Casita de Cancún sobre la trata de menores con fines de explotación sexual hace pensar a Alicia Leal, presidenta de Alternativas Pacíficas, que el nexo entre CAIFAC, La Casita y Casitas del Sur radica en Leydi Yolanda Campos, quien mantiene una estrecha relación con Los Perfectos:

“Casualmente, en Cancún el Ministerio Público sólo integró la averiguación previa de un niño, mientras el resto quedó en el olvido y la procuraduría de Quintana Roo exoneró a Leydi Yolanda Campos Vera, quien trabajó en la subprocuraduría de Quintana Roo y fue señalada como la persona que ayudó a Jean Succar Kuri a escapar de México tras ser denunciado por pederastia. Y ahora Leydi reaparece en Casitas del Sur, relacionada con Los Perfectos y sus dirigentes, Jorge Erdely y Sergio Humberto Canavati Ayub, quienes aparecen en los tres albergues de Monterrey, DF y Cancún”.

La primera vez que Leydi Yolanda Campos Vera apareció relacionada con la red nacional Los Perfectos fue en 2003 en un centro ubicado en Ciudad Valles, donde se denunció el secuestro y desaparición de menores.

A pesar de las denuncias y las evidencias de trata de menores, La Casita de Cancún siguió operando e incluso con la misma directora indiciada por privación ilegal de la libertad de menores, Patricia Seoane de Bretón. Hace tres meses un menor de 14 años huyó y sus padres interpusieron una denuncia donde narró torturas, violaciones, prostitución obligada de internos, desaparición de niños y tráfico de órganos. El hermano pequeño del menor siguió en La Casita ante la negativa de Seoane a entregarlo y se añade a la lista de niños desaparecidos en Cancún.

Los defensores de derechos humanos incluyen la posibilidad de la desaparición de menores con fines de tráfico de órganos, porque Brenda, la niña que huyó de CAIFAC Monterrey, narró en su declaración ministerial cómo las internas eran llevadas al hospital y volvían con cicatrices en el estómago: se llevaron a Nancy y Chuy a un hospital y cuando regresó, después de cuatro meses, traía dos cosidas en el estómago con cicatriz; una vertical en el centro y la otra horizontal del lado derecho.

Las averiguaciones en Cancún y Monterrey no han progresado, mientras que la del Distrito Federal es lenta. La denuncia contra CAIFAC se encuentra en el Ministerio Público número siete de Justicia Familiar, que ni siquiera ha girado órdenes de detención, pese a estar plenamente identificados los implicados que ahora han promovido amparos.

Alicia Leal argumenta que esta sospechosa lentitud habla de complicidad o negligencia: ¿Qué pasaría si estos niños secuestrados fueran hijos de un empresario o de una familia adinerada? Seguramente en menos de un mes la situación estaría resuelta. Estos casos llevan meses, años, como en Cancún; sencillamente, porque se trata de menores que viven en situación de pobreza.



Pese a denuncias, el DIF nacional envió niños a los albergues de Los Perfectos

Los entregó durante años y Gobernación no dio seguimiento a esas cesiones


Sanjuana Martínez /y III

El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) canalizó durante años a menores de edad a los albergues dirigidos por la secta de Los Perfectos que ahora mantienen secuestrados o desaparecidos a niños de Monterrey, Distrito Federal y Cancún.

Pese a las denuncias de privación ilegal de la libertad de los menores en los casos de CAIFAC en Monterrey, Casitas del Sur en el Distrito Federal y La Casita en Cancún, los DIF de Nuevo León, DF y Quintana Roo continuaron entregándoles a los niños en custodia, sin el obligado seguimiento ni la vigilancia sobre estas asociaciones civiles de carácter religioso, según consta en los expedientes judiciales a los que ha accedido La Jornada.

Los niños internos en los tres albergues, donde han desaparecido menores y se ha denunciado trata de menores con fines de explotación sexual o tráfico de órganos, vivían en cautiverio sometidos a un estricto modelo de enseñanza bíblica y al adoctrinamiento evangélico de la secta de Los Perfectos, bajo la autorización de la Secretaría de Gobernación.

La dependencia federal tampoco dio seguimiento a la Iglesia restaurada cristiana, que obtuvo su registro oficial el 16 de mayo de 2000, con el número 2434-2000 y domicilio en el Eje 3 número 93, colonia San Pedro de las Salinas, en Tultitlán, estado de México.

¿Complicidad o negligencia? Para la abogada Raquel Pastor, quien atiende a los familiares de los niños desaparecidos en CAIFAC Monterrey, existe clara negligencia y, por tanto, una sospecha de complicidad: El interés de los DIF es proteger a los niños y los ha canalizado a estos albergues sin hacer el seguimiento obligado. Su responsabilidad es cerciorarse antes de entregarlos de las condiciones de vida y trato para los niños.

La Universidad Autónoma de Nuevo León elaboró hace más de un año un estudio de las casas hogar ubicadas en el estado, y en sus resultados destacó que ninguno de los albergues de CAIFAC cubría los mínimos requisitos para acoger a los niños, ya que los tenía en casas muy pequeñas, donde sufrían hacinamiento, carecían de programas educativos y de atención, y mezclaban en los recintos a niños de dos a 17 años.

¿Cuántos albergues tienen Los Perfectos en la República mexicana? ¿Dónde están los registros de los internos para determinar cuántos han pasado a formar parte de la trata de menores? ¿Quienes subsidian la existencia de estas casas hogar distribuidas por el país?

Preguntas sin respuesta, con las que, según la letrada, el gobierno federal mexicano viola la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), que en su artículo 35 señala: Los estados partes tomarán las medidas de carácter nacional, bilateral y multilateral que sean necesarias para impedir el secuestro, la venta o la trata de niños para cualquier fin o cualquier forma.

Doble vida

La escritura 2065, con fecha de julio de 1993, con la que Los Perfectos constituyeron el Centro de Adaptación e Integración Familiar AC (CAIFAC) en Monterrey, incluye el nombre del doctor Sergio Humberto Canavati Ayub, dirigente, junto a Jorge Erdely, de la secta y los albergues infantiles.

Canavati Ayub tiene una doble actividad: es dentista especialista en maxilofacial del Hospital Christus Muguerza, ubicado en Hidalgo 2525, colonia Obispado de Monterrey. En su consultorio su secretaria asegura que el doctor no atiende citas porque anda de viaje en Tailandia, sin determinar cuándo volverá. Está casado con Sara Elena de la Torre Saide y en 2004 promovió un exhorto de cambio de régimen matrimonial con número 0068.

Pese a las evidencias, el doctor Canavati Ayub no ha sido citado por las autoridades judiciales: porque el Ministerio Público número siete de justicia familiar no ha terminado la averiguación y mientras no consigne a un juez, nadie va a dictar una orden de aprehensión ni cualquier otra medida de protección para los niños. Es una negligencia ante la evidencia clara de que los niños están desaparecidos hace tres meses y de que hubo maltrato a los menores. Allí están los dictámenes médicos y sicológicos en los que se demuestra el maltrato. ¿Qué más elementos quiere el Ministerio Público para concluir la investigación y consignarla?, dice la abogada Raquel Pastor.

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Con base en una orden de cateo, agentes de la procuraduría capitalina aseguraron a 116 menores que se encontraban en dos casas hogar, con la denominación Casitas del Sur, a finales de enero pasadoFoto Notimex

Canavati Ayub también aparece en la fundación de La Casita en Cancún relacionado con Leydi Yolanda Campos Vera, representante legal de la misma, acusada de proteger al pederasta Jean Succar Kuri y de secuestrar a niños internos de ese albergue con fines de trata de menores. Asimismo, aparece mencionado en las investigaciones de Casitas del Sur, donde una de las indiciadas lo menciona como dirigente de la secta.

Igual situación se presenta en el caso de Jorge Erdely Graham, quien se presenta como académico director del Instituto Cristiano Mexicano, especializado en programas educativos y de análisis sobre las sectas. Paradójicamente, Erdely se ha convertido en líder de una secta que pretende el posicionamiento de una creencia no católica a través de la Iglesia restaurada cristiana. Durante la década reciente se ha dedicado a denunciar los abusos y fundamentalismos religiosos, pero de otras corrientes como testigos de Jehová, la Luz del Mundo o los Legionarios de Cristo.

Autor del libro Sectas destructivas, Erdely ha llegado a crear un imperio a través de decenas de albergues e iglesias en el país manejados desde Canadá, donde pasa largas temporadas. Originario de la ciudad de México, estudió ciencias biológicas y destacó en el fisicoculturismo como míster México amateur. En su otra faceta además de dirigir a Los Perfectos encabeza una escisión de la misma denominada Las Mujeres de Jorge.

Texto sagrado

Accionista principal de la empresa Kola Loka, Erdely pretende con sus sectas la restauración del cristianismo y para ello cuenta con seguidores fieles como el doctor César Octavio Mascareñas de los Santos, vinculado a Casitas del Sur en el Distrito Federal. Su método de evangelización se basa en el texto sagradoCuando el sistema no funciona, cuyo autor es el propio Erdely, escrito, según afirma él mismo, con un testigo: Llamo a Dios, que está en los cielos, como mi testigo de que todo lo dicho en este libro es cierto... titulado

Cuando saltó a la opinión pública el escándalo de trata de menores en La Casita de Cancún, en 2005, la diputada perredista Angélica de la Peña solicitó una investigación parlamentaria sobre una supuesta red de pedofilia, a través de Los Perfectos y su principal líder, pero Erdely siguió sin ser molestado, a pesar de que en la denuncia la diputada señaló la existencia de supuestas orgías pedófilas, organizadas con los niños de los albergues, con políticos mexicanos.

En entrevista Mónica Hernández, madre de Brenda, la niña que logró escapar de un albergue de CAIFAC, y de Diana Lizeth, que permanece desaparecida, afirma que el adoctrinamiento evangelista en las casas hogar era continuo: Yo estoy desesperada. No duermo, no vivo, pero voy a seguir peleando por mis hijas y por mis sobrinos desaparecidos porque son mi sangre. Tienen 11 albergues en Monterrey y muchos más en el país, pero aquí no nos hacen caso, por eso pido justicia. ¡Que alguien nos ayude para que investigue a estos señores robaniños!



Estado fallido: ¿en México hay un monopolio o un duopolio de la violencia?

Jaime Avilés
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Patrullaje del Ejército en Ciudad Juárez, luego del asesinato de tres policías, incluido el director de operaciones de Seguridad Pública local, el pasado día 17Foto Ap

Salgamos de una vez por todas de la duda. ¿Vivimos en un Estado fallido –como aseguran los expertos del Pentágono– y estamos en peligro de que nuestro sistema político se colapse de repente? A discutir la primera parte de esta pregunta invité la otra noche a un joven artista plástico y a dos intelectualas que lo acompañaban. Una de ellas dijo: el concepto de Estado fallido se deriva de la conocida afirmación de Max Weber en cuanto a que el Estado posee el monopolio de la violencia.

No hace mucho, anotó el artista plástico, Felipe Calderón dijo que él tenía el monopolio de la violencia. Pobre, ni siquiera distingue entre gobierno y Estado, se condolió la otra intelectuala. En la Libre de Derecho nadie le enseñó que el Estado posee tres componentes: territorio, población y gobierno. Sí, pero el Estado, insistió la intelectuala que llevaba la voz cantante, tiene el monopolio de la violencia y, en el caso de México, ese monopolio se convirtió en duopolio.

Permíteme, discrepó su colega, pero Weber habló del monopolio legítimo de la violencia. Le-gí-ti-mo. ¿Y cuál es ese monopolio legítimo?, abundó. Pues el que permite al Estado disponer de las fuerzas armadas. ¡Ahí está el detalle!, salté, evocando a Cantinflas. El Estado tiene el monopolio legítimo de la violencia, pero Calderón no es legítimo, medio México lo considera espurio. Y dos, el monopolio legítimo de la violencia, o sea, las fuerzas armadas, cívicas y militares, han perdido el control de franjas territoriales en la frontera norte y en otros estados donde el narcotráfico es el que manda. Por eso en Texas ya están las tropas del Tío Sam

Parodiando a Weber, el Estado mexicano ha perdido asimismo el monopolio legítimo de la justicia, pues ahora el narco juzga a criminales, sospechosos e inocentes con el mismo rasero, y los castiga mediante la aplicación mecánica de la pena de muerte. Y por si lo anterior fuera poco, el Estado mexicano también ha perdido el monopolio legítimo de la recaudación fiscal, porque de manera creciente el narco está cobrando impuestos en casi todo el país, tanto a los hombres de negocios como a los pequeños vendedores de productos piratas.

De acuerdo con lo anterior, ¿vivimos en un Estado fallido o no? Manden sus puntos de vista al buzón de esta columna y el próximo sábado véanlos publicados en el blog de El Patín del Diablo. Ahora bien, ¿estamos en riesgo de que el sistema político se colapse en forma repentina?

Castidad de lujo

Nos quedan 80 mil millones de dólares en las reservas internacionales, casi mil millones menos que la semana pasada y, no obstante, el peso continúa hundiéndose. A este ritmo, dentro de 80 semanas, o menos, las arcas del Estado podrían estar vacías y el país en riesgo de quedarse, como la Argentina de Fernando de la Rúa (diciembre de 2001), sin circulante, es decir, en el corralito.

Cada 24 horas pierden su empleo 890 personas (según el Inegi, por tanto, la cifra debe ser mucho mayor). En lo que va del año, las exportaciones se redujeron en más de 30 por ciento, cayendo a su nivel histórico más bajo. Y la inflación sigue creciendo porque el diesel se mantiene a la alza, mientras las gasolinas, la luz y el gas conservan precios de escándalo. Pero el descontento popular no traza siquiera una arruga en la frente de Carstens.

Pese a la urgencia de cambiar inmediatamente de política económica, el presupuesto de egresos de 2009 contempla que más de la mitad del dinero que será ejercido servirá para pagar los sueldos de la burocracia, entre ellos las insultantes percepciones de los magistrados de la Tremenda Corte, sus bonos extras, sus vales de comida y combustible, sus viáticos en otras ciudades y países, sus gastos médicos, sus vacaciones y aguinaldos, que en suma les reditúan cerca de 10 millones de pesos por toga al año, o, en grupo, 110 millones, o 660 millones al sexenio (sin contar los salarios de magistrados y jueces de menor rango, secretarios, tinterillos y demás) que el pueblo dilapida, mediante sus impuestos o de la renta de Pemex, con la ilusa pretensión de garantizar que sus máximos jueces no se corrompan. ¿No sería más barato asignarles 11 cinturones de castidad de oro, con incrustaciones de diamantes y esmeraldas? O quizá, simplemente, dejar que se corrompan. Total, para las sentencias que dictan, en beneficio invariable de los ricos…

Carecemos de un Poder Judicial que actúe como factor de equilibrio, en un país marcado por la desigualdad extrema; el gobierno federal parece una fiesta infantil en la que todos los niños andan con los ojos vendados dándose palos unos a otros. Y el Poder Legislativo, que por su pluralidad podría abrir una salida de emergencia con el consenso de todos los partidos, está a punto de ser despojado de cualquier legitimidad por el IFE, cuyos consejeros, encabezados por Vazurita, ya echaron a perder cuatro veces la elección de julio (y eso que la gente todavía no vota): una, al castigar enérgicamente al PRD por su campaña contra el PAN, y sólo amonestar al PAN por su campaña contra el PRD; dos, al arrodillarse ante las televisoras y perdonarles las multas; tres, al arrodillarse de nuevo ante ellas, y ahora sí multarlas, debido a las burlas que provocaron con su actitud inicial y, cuatro, al subirse y de inmediato bajarse los sueldos, con una celeridad que anticipa lo que seguirán haciendo, tantas veces como sea necesario, con sus propios calzones.

Estado fallido, pérdida de control territorial, duopolio de la violencia, tropas estadunidenses en la frontera de Texas, evaporación paulatina de las reservas federales, desempleo galopante, inflación a tope, desplome histórico de exportaciones, parálisis mental en el gabinete económico, y pronto, muy pronto, crisis política después de las elecciones que se combinará, según todos los pronósticos, con una espectacular reducción del dinero circulante debido a la desaceleración prevista para el segundo semestre de 2009.

¿Colapso repentino del sistema político cualquier día de estos? Lorenzo Meyer lo dijo la otra noche en la televisión cultural con palabras más claras: no estamos en proceso de transición hacia una forma de gobierno más democrática, ni retrocediendo hacia los antiguos métodos de control priísta; no vamos a ninguna parte, nos estamos hundiendo.

El brasier de Emma

Por fortuna, por segunda semana consecutiva sigue en cartelera la nueva creación de Maryse Sistach y José Buil, El brasier de Emma, una comedia de alta calidad, ubicada en el México de 1962, cuando vino a visitarnos Marilyn Monroe con sus legendarios pechos desnudos bajo la ropa, lo que en esta cinta da pie a una reflexión feminista, sumamente humorística, sobre las glándulas mamarias, en torno de una niña (Sofía Espinosa) y su madre (Arcelia Ramírez), que sufren problemas pectorales de distinta índole, en un DF en que por las calles, con bandera de taxi, circulaban enormes cocodrilos.