Wednesday, December 30, 2009



La cobardía de El Yunque

Álvaro Delgado


MÉXICO, D.F., 28 de diciembre (apro).- Junto a la capilla del panteón Parque Memorial, en Naucalpan, Estado de México, en el lote 211 de la sección 1.1, se encuentra una tumba cuya austera lápida tiene inscrito un nombre y dos fechas: “Ramón Plata Moreno. 20-X-1935 24-XII-79”.

Se trata del sitio donde yacen los restos del fundador de El Yunque, la organización ultraderechista que, desde hace medio siglo, conspira desde la clandestinidad para imponer en México un proyecto autoritario, a través del Partido Acción Nacional (PAN), uno más de sus diversos instrumentos.

La fecha de su muerte inscrita en la lápida indica que la semana pasada, justamente en la Nochebuena de este 2009, se cumplieron tres décadas de que fue asesinado en la casa de sus suegros, en la calla Cienfuegos número 763, colonia Lindavista del Distrito Federal, después de regresar de un exilio en Estados Unidos, a raíz de un atentado a balazos que sufrió cuatro años antes.

El lugar donde está sepultado Plata Moreno no es casual: Está próximo al santuario de Los Remedios, donde, en 1975, hizo concentrarse ahí a centenares de miembros de El Yunque para lanzar, justamente, el “Pacto de Los Remedios”, una ofensiva contra el gobierno de Luis Echeverría, a quien catalogaba como “comunista” y “anticatólico”.

Igual que otros homicidios de miembros de El Yunque --como los de dos jóvenes en el Cerro del Cubilete, en 1975, y el de Jorge Kalfópoulos, jefe en Jalisco, y su hijo Cristos, de 10 años de edad, en 1981--, el asesinato de Plata Moreno es un crimen impune, pese a que prominentes militantes de esta organización han estado y están en posiciones relevantes en la estructura gubernamental federal para que se sancione a los responsables.

Las razones de tal omisión son diversas, entre ellas que el homicidio cometido hace tres décadas legalmente ya prescribió, pero la fundamental es que los jerarcas de la Organización Nacional de El Yunque han evitado, por todos los medios, que haya la más mínima investigación, porque eso implicaría un mayor escrutinio sobre la estructura y los fines de la misma.

Existe, inclusive, una averiguación previa en la Procuraduría General de la República (PGR) a raíz de una denuncia que formuló Lorenzo Lira García, un mando de los Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) que decidió proporcionar vasta información sobre el homicidio de Plata Moreno y otros crímenes, presuntamente cometidos por esa otra organización ultraderechista, muchos de cuyos miembros pertenecen también al PAN.

Sin embargo, las investigaciones no han avanzado por la reiterada oposición de los jerarcas de la Organización Nacional de El Yunque, particularmente el jefe general, Bernardo Ardavín Migoni; el jefe general emérito, José Antonio Quintana, y el jefe nacional operativo, Guillermo Velasco Arzac, quienes han impuesto a la familia de Plata Moreno la ignominiosa orden de quedarse callados ante el crimen.

El silencio sobre las razones, y los autores intelectuales y materiales del asesinato del fundador de El Yunque se justificaba porque, supuestamente, los gobiernos priistas podrían incurrir en manipulación y encubrir a los responsables, pero después de dos gobiernos federales del PAN, con miembros de El Yunque colocados en posiciones clave para el esclarecimiento cabal, no se entiende por qué la obstinación en oponerse a abrir el caso.

Menos aún se entiende el silencio –o quizá esa es la verdadera razón-- cuando ha habido tres presidentes del PAN con formación en El Yunque --Luis Felipe Bravo Mena, Manuel Espino y César Nava--, y sus cuadros colman el comité nacional y los estatales.

Mandos de El Yunque murmuran, en voz baja, que el esclarecimiento del asesinato podría desencadenar una cruenta guerra con los Tecos, que todavía disponen de grupos paramilitares fuertemente armados, uno de los cuales supuestamente lo ejecutó, o con los sótanos del priismo que siguen siendo fieles a Fernando Gutiérrez Barrios, a quien también se señala como autor intelectual del crimen.

La razón puede ser otra, como lo presume Eduardo García Suárez, uno de los estrategas más allegados a Plata Moreno en Puebla y quien asegura que miembros de El Yunque traicionaron al fundador y lo “pusieron” para que fuera asesinado en la Nochebuena, en la colonia Lindavista, en 1979.

Como quiera que sea, el silencio de los mandos de El Yunque tiene nombre. Se llama cobardía.

Apuntes

Es también cobarde la conducta de Felipe Calderón: Ya no sólo no sabe cumplir su palabra de que no habría aumentos a los combustibles durante 2009, como se acreditó el sábado de la semana pasada cuando decretó un alza a la gasolina y el número 50 al diesel –lo que definí como una vileza--, sino que ahora, un día después de Navidad, ordenó otra alza a la gasolina Magna. ¿Se puede llamar de otra manera que no sea cobardía la decisión de Calderón? Yo sostengo que no, y eso mismo son los periodistas y medios que se quedan callados.

Comentarios: delgado@proceso.com.mx


En México: Peña Nieto, el hijo de Televisa/empresarios contra López Obrador “un peligro” para el sistema

Pedro Echeverría (especial para ARGENPRESS.info)

1. Dos personajes muy adelantados en plena campaña presidencial. Son al parecer radicalmente diferentes. Enrique Peña Nieto es el gobernador del Estado más rico y fuerte de la República, heredero del poderoso grupo económico y político Atlacomu

Pedro Echeverría (especial para ARGENPRESS.info)

1. Dos personajes muy adelantados en plena campaña presidencial. Son al parecer radicalmente diferentes. Enrique Peña Nieto es el gobernador del Estado más rico y fuerte de la República, heredero del poderoso grupo económico y político Atlacomulco, él mismo poseedor de una enorme riqueza y, lo más importante, el candidato de los grandes empresarios y de los medios de información encabezados por Televisa.

Andrés Manuel López Obrador, excandidato presidencial despojado de la Presidencia en 2006, personaje que le ha dado tres vueltas (haciendo mítines) a todos los municipios del país y, lo principal, odiado por los grandes empresarios, por el gobierno ilegítimo de Calderón y por todos los políticos derechistas del PAN, del PRI y otros partidos. EPN será el candidato del PRI y de panistas y AMLO el de los partidos de centroizquierda.

2. Peña Nieto es nombrado en positivo en los medios de información (televisión, radio, revistas, prensa) no menos de 100 veces al día porque, además de destinar enormes cantidades de dinero en publicidad, los empresarios y los medios tienen la convicción de que, con él en la Presidencia, ganarían enormes cantidades de dinero en sus negocios. Por ese motivo Peña Nieto cuenta especialmente con un reportero de cada medio en cada una de las actividades que realiza. López Obrador es absolutamente silenciado y, las veces que se la hablado de él en los medios ha sido para calumniarlo. Así que, si AMLO cifra sus esperanzas en hacer una campaña que no enoje a los medios, a los empresarios y al clero, fracasará mil veces. Ahora sí deberá decidirse a una campaña radical contra el sistema encabezando el descontento de los trabajadores.

3. El gobernador del Estado de México está perfectamente colocado como el candidato de los grandes empresarios. Será el candidato de Salinas, de Zedillo, de Fox y de Calderón frente a un López Obrador dispuesto a hacer una campaña popular que busque cambiar de manera real las terribles condiciones en México. Ahora sí, si no se quiere hacer un simple juego al sistema, la campaña política debería basarse en la lucha de clases que demuestre que este país es extremadamente injusto porque los ricos han impuesto siempre a sus presidentes y los pobres siempre han sido los explotados y oprimidos. AMLO debería comprometerse en convocar a un nuevo constituyente para construir una nueva Constitución que entierre para siempre la sagrada propiedad privada, el derecho de herencia y avale la distribución equitativa de la riqueza.

4. El candidato del PAN, como Fox y Calderón, será un nuevo papanatas; pero esta vez no será para ganar sino que sólo servirá para armonizar la batalla contra las políticas radicalizadas de López Obrador. ¿O nuevamente se podrá pensar tontamente en hacer concesiones al panismo para derrotar a Peña Nieto? López Obrador no será tres veces candidato como lo fue Cárdenas, así que será 2012 o nunca. La realidad es que no veo a nadie frente a esos dos candidatos que ya están muy avanzados: ni Beltrones ni Paredes podrán con el mexiquense ni tampoco Ebrard o los “chuchos” podrán hacer nada para tener mayor presencia que AMLO. Las campañas continúan de manera abierta y ya nadie las podrá frenar. Nieto ha construido cientos de redes entre el empresariado y Obrador ha organizado miles de comités en ciudades y pueblos. Veremos qué funciona.

5. López Obrador mantuvo un buen comportamiento en su lucha contra el desafuero al negarse a las legalidades del amparo y demás intervenciones institucionales; estuvo bien cuando declaró que su campaña sería a “ras de tierra” y que no gastaría dinero en los medios; me encantó que se negara a asistir a la reuniones de las organizaciones empresariales; eso lo convirtió en un candidato distinto. Pero luego se dejó vencer por los chantajes televisivos que lo calificaban (insultándolo) como populista, socialista y lo comparaban con Hugo Chávez; en vez de responder que la lucha socialista busca la igualdad, que Chávez mantiene un gobierno que ha sido ratificado por el pueblo en 10 ocasiones y que sus reformas son odiadas por la burguesía y el imperialismo, López Obrador prefirió callar o negar su parecido con gobiernos antiimperialistas.

6. Aunque luego me río, me burlo y combato los procesos electorales -porque desde hace 50 años he tenido la convicción de que sólo el movimiento de masas en las calles, en las fábricas y los campos podrá cambiar radicalmente este país- no dejo de observar y reflexionar acerca de estas formas de lucha porque algunas veces se presentan interesantes como ahora. Ahora sí me encantaría ver a la derecha radical y a la centro izquierda e izquierda en una campaña de real confrontación. A un tipo como Nieto apareciendo todos los días en la televisión en reuniones empresariales y a otro personaje como Obrador con miles de grupos encabezando gigantescas marchas de campesinos, obreros, colonos y ciudadanos exigiéndole al gobierno justicia e igualdad. Que no se pueda decir que los candidatos son iguales porque uno será de los ricos y otro de los pobres.

7. Ya sabemos que son elecciones burguesas con reglas burguesas con el compromiso de mantener en este país la explotación, la opresión, la acumulación de riquezas en una cuantas familias y la miseria entre el 80 por ciento de la población. Ya sabemos que los candidatos juran ser parte del juego capitalista, que muchos tienen que visitar al presidente yanqui para que le de el visto bueno y al clero para la bendición. Pero parece que López Obrador ya no tiene otra salida: O es candidato de los trabajadores o simplemente quiere ser derrotado por el candidato de los ricos. Ya no tiene márgenes de coquetear con el clero, con los empresarios y con los medios. Ahora tendrá que ser un candidato de izquierda que esté junto al pueblo, tal como lo ha dicho una cantidad de veces. Peña Nieto también será un candidato definido indiscutiblemente por el capital y el gobierno de los EEUU.

Billions more for bailout of US mortgage giants

By Andre Damon
30 December 2009

The US Treasury announced Thursday that it will remove a cap on federal support to mortgage giants Fannie Mae and Freddie Mac, extending to the largely government-owned firms an unlimited amount of funds for three years. The news came only a few hours after the two companies announced that they would hand out $6 million pay packages to each of their chief executives.

Fannie and Freddie have been taking losses as foreclosures have reached record levels. The percentage of prime-rate mortgages in foreclosure has doubled over the past year, according to a study released earlier this month by federal regulators. Fannie and Freddie own or guarantee the majority of home mortgages made in the US.

Prior to Thursday’s announcement, the companies each had a limit of $200 billion on federal financial aid, of which Fannie had used $60 billion and Freddie $51 billion. The two firms are chartered by the government but held by private shareholders. Last year’s intervention by the government, however, left it as the largest shareholder in both companies.

Investors responded to the decision by buying up shares of both companies on Monday, the first day of trading following the new policy announcement. They fell on Tuesday, however, in part due to fears that any government aid would come at the expense of existing shareholders.

Fannie and Freddie were created by the government in 1938 (Fannie) and 1970 (Freddie) in order to provide credit to mortgage originators and take mortgages off the books of local lenders. The companies repackaged and resold a large share of these mortgage obligations.

In recent months, the Federal Reserve has become the largest buyer of these securities, of which it now holds over $1 trillion worth, in order to steady the price of mortgage-backed securities.

But the Fed is preparing to wind down this program within months and the elimination of the cap on federal aid to Fannie and Freddie is being made to cover expected losses. The rationale is that, given an unlimited guarantee of funding for Fannie and Freddie, investors will continue to finance them even as foreclosures soar.

Reuters pointed out that the rationale for the unlimited guarantee of funds to Fannie and Freddie was similar to a point made by former Treasury Secretary Henry Paulson in July 2008, when he said, “If you have a bazooka in your pocket and people know it, you probably won’t have to use it.” Less than two months later, the government took over the companies.

Under the terms of the 2008 takeover by the US government, the Treasury had until the start of 2010 to increase the firms’ funding limits without congressional approval.

Had the White House waited to make the announcement after the new year, it would likely have faced opposition on the part of Republicans.

Only hours before the Treasury announced the new policy, Fannie and Freddie reported that the Treasury and Federal Housing Finance Agency had approved $6 million pay packages for each of the companies’ chief executives. Michael Williams and Charles Haldeman Jr. will take their compensation entirely in cash and deferred salary, since the two companies’ stock is likely to fall further in the future.

Other executives will also make off handsomely. David M. Johnson, Fannie Mae’s chief financial officer stands to earn $3.6 million, and a number of other executives will make over $2 million. Bruce Witherell, Freddie Mac’s chief operating officer, will receive $4.5 million, and its chief operating officer will receive $3.5 million.

Thirty years since the Soviet invasion of Afghanistan

30 December 2009

In the press coverage of President Barack Obama’s recent decision to deploy more US troops to Afghanistan, a historical milestone has gone curiously unmentioned—the 30th anniversary of the USSR’s invasion of Afghanistan, which began on December 27, 1979.

An examination of the circumstances of this event undermines Obama’s claims that American policy in Afghanistan is motivated by a “war on terror,” revealing instead the imperialist aims behind US policy.

At the time, President Jimmy Carter seized on the Soviet intervention—which aimed to suppress mujahadeen rebels fighting the Soviet-backed regime of the People’s Democratic Party of Afghanistan (PDPA)—to undo a decade of détente and escalate tensions with the USSR. This critical decision unleashed a conflict that would ultimately devastate Afghan society.

It emerged only years later that the Soviet invasion was itself a response to a deliberate US attempt to set up a new military front against the USSR in Afghanistan. Even before the Soviet invasion, Washington was secretly assisting the mujahadeen, with the aim of provoking a Soviet intervention and trapping the USSR in a bloody quagmire. The US foreign policy establishment’s ultimate goal in pursuing this policy was to destroy the USSR and promote an expansion of US power in strategically located, oil-rich Central Asia.

In his 1996 memoir From the Shadows, Robert Gates, the current US secretary of defense, recalls US deliberations in the winter and spring of 1979. He describes a March 30, 1979 meeting: “Under Secretary of State for Political Affairs David Newsom stated that it was US policy to [demonstrate] to the Pakistanis, Saudis and others our resolve to stop the extension of Soviet influence in the Third World… Walt Slocombe, representing Defense, asked if there was value in keeping the Afghan insurgency going, ‘sucking the Soviets into a Vietnamese quagmire?’”

On July 3, 1979, President Carter authorized the CIA to fund and carry out propaganda for the Afghan rebels. The CIA reportedly sent its first shipments to the mujahadeen that summer.

The Kremlin Stalinists, guided by purely military and nationalist calculations, fell squarely into the trap set by Washington. The Soviet leadership thought that Afghan President Hafizullah Amin, from the PDPA’s Khalq faction, was negotiating a separate deal with Washington to halt US aid to the mujahadeen. Moscow feared that a pro-US regime in Kabul might let the US deploy Pershing missiles to Afghanistan, where they would be aimed at the USSR.

It also feared that the US would use Afghan Uzbeks and Tajiks for national-separatist propaganda aimed at Soviet Central Asia. Carter administration National Security Advisor Zbigniew Brzezinski (now one of the main mentors of Barack Obama) publicly advocated an ethnic carve-up of the USSR.

As Soviet forces invaded, KGB commandos assassinated Amin. In his place, Moscow installed Babrak Karmal, leader of the conservative Parcham wing of the PDPA, as president. This was a signal to the ruling classes that the PDPA would abandon its partial land redistribution and other reform measures. The Kremlin’s strategy was to arrange a deal with Afghanistan’s tribal elites, while crushing resistance to the PDPA regime with mass bombing raids.

Washington’s policy towards the Soviet-Afghan war was marked by unsurpassed cynicism. It unleashed a barrage of sanctimonious protests against an invasion it had helped promote, including organizing a boycott of the 1980 Moscow Olympics. As it sent billions of dollars in weaponry to the mujahadeen, it publicly denied that it was giving the rebels any assistance.

Though Washington proclaimed that its Afghan proxies were “freedom fighters,” the mujahadeen and their international backers were social reactionaries. With the assistance of right-wing Muslim regimes such as Saudi Arabia and Pakistan, the US promoted Islamic fundamentalist warlords within the resistance. Washington turned a blind eye as they exterminated competing mujahadeen factions and funded themselves through large-scale opium sales.

When the mujahadeen proved incapable of organizing attacks on Kabul and strategic roadways, the CIA armed and trained international Muslim recruits to launch terrorist attacks and suicide bombings. The young Saudi billionaire Osama bin Laden oversaw these global recruitment networks, which later formed the core of Al Qaeda.

These networks gathered together recruits from the Muslim Brotherhood, those influenced by extremist Saudi Islam, and all the forces in the Muslim world that had historically been mobilized against the powerful socialist traditions of the Middle Eastern workers and intellectuals, including in Afghanistan.

Rising losses and popular discontent in the USSR prompted Moscow to withdraw its forces in 1989. This was followed by the Soviet collapse in 1991 and the 1992 collapse of the PDPA regime, as leading PDPA officials passed into the service of competing mujahadeen warlords. Afghanistan descended into civil war.

The architects of US policy in Afghanistan have recorded their callous indifference to the consequences of their policies. Asked in 1998 if he felt remorse about the Afghan tragedy, Brzezinski replied bluntly: “What’s more important to the history of the world? The Taliban or the collapse of the Soviet empire? Some stirred-up Moslems or the liberation of Central Europe and the end of the cold war?”

The world still faces the consequences of this eruption of US imperialist influence into Central Asia. Great power competition—unleashed by the Afghan civil war—for dominant influence over Afghanistan, strategically located at the center of the Eurasian land mass, initially saw an attempt by the US, Pakistan and Saudi Arabia to unify Afghanistan under the fundamentalist Taliban militia in the mid-1990s. It culminated in 2001 in the US invasion and occupation of Afghanistan—carried out under the fraudulent banner of a “war on terror”—against the same forces Washington had supported in the 1980s and 1990s.

As it seeks to use its position in Afghanistan to enforce its hegemony over an unstable Asian continent, Washington faces the toxic political results of its policy in 1979: Afghan narco-warlords, international terrorist networks, ex-Soviet republics socially devastated by the collapse of the USSR, and the general poverty of the region.

The catastrophes of the present emerge from crimes committed in the past. The history of US imperialism’s first major push into Central Asia must be understood in order to assess the consequences the current US escalation will have for the region and the world.

Alex Lantier




Colombia, la vena más abierta de América Latina



Hace mucho que la realidad colombiana viene excediendo con creces el mundo onírico y el realismo mágico de la obra garcíamarquiana. Hoy quiere parecerse a una pesadilla del más crudo hiperrealismo. Anticipando todos los escenarios catastróficos, pareciera que la debacle final de la oligarquía colombiana, arrastrara al abismo a todos los sectores de la sociedad. La última operación política para salvar las grandes fortunas y el poder atesorado por los grupos dominantes a través de décadas, consiste en facilitar las bases militares al ejército norteamericano como último recurso para cautelar su espacio de dominación en el área y como plataforma “preventiva” contra procesos políticos y gobiernos insumisos de las ordenanzas del imperio.

Ricardo Ferrer fue periodista de la Red Colprensa, de diarios como El Colombiano, comunicador social de varias radioemisoras, testigo y sobreviviente de la masacre de Atrato y actualmente refugiado en España. En enero del próximo año publicará su testimonio: Nos matan y no es noticia. Negocios y Masacres en el Río Atrato. Profundo conocedor de la realidad de su país, nos describe un detallado análisis de la convulsa situación colombiana y expone con claridad lo que muchas veces es distorsionado tanto en Europa como en el resto de América Latina.

1.- Ricardo, ¿que sucedió exactamente en Atrato?

En la mañana del viernes 30 de mayo de 1997 entró un mensajero de las FARC en mi oficina para solicitarme que actuara como mediador entre la Guerrilla y el Comité Internacional de la Cruz Roja. Como Jefe de prensa de METROSALUD, la red de salud de Medellín, creí mi deber intervenir en esta acción de carácter netamente humanitario. La mediación serviría para verificar el estado, entregar muestras de supervivencia de diez prisioneros, infantes de marina, en poder del Frente Nº 57 de las FARC en la zona de Murindó y sobre todo negociar su inmediata liberación.

Dado que en el Derecho Internacional los actores en conflicto interno o externo reconocen a los servicios de salud como entes neutrales, la guerrilla solicitó la mediación o buenos oficios, conscientes de que el enfrentamiento con el ejército y los paramilitares era inminente y podría ocurrir en una masacre de los prisioneros que se encontraban “Fuera de combate por detención”; definición que permite la plena aplicación del Artículo Tercero, común a los cuatro acuerdos de Ginebra. Recordé una frase del Deuteronomio que le escuché a mi padre cuando niño: “Elegirás la vida”, y me dispuse a dar lo mejor de mí para que esta operación no costara vidas humanas. Además de eso la Constitución colombiana expresamente señala en un artículo la obligación de los ciudadanos de contribuir a la paz.

Sin embargo, desde un primer momento me fui dando cuenta que el ejército no tenía ninguna intención de favorecer la mediación, ni siquiera que esta se realizara. Ya en el hangar para vuelos arrendados (Charters), fui interceptado por un individuo de raza negra que me dio su nombre y me señaló que si yo hacía el viaje a Vigía del Fuerte sería muy peligroso para mí y debía ver bien cómo iba a regresar.

Yo pensé que sería sometido a ese tipo de control a mi llegada a Murindó por parte de los mandos de los paramilitares, pero mi sorpresa fue mayúscula al comprobar que ya desde Medellín agentes de no sé que servicio exactamente, conocían todos mis movimientos. Te reitero que mi función consistía exclusivamente en recoger las pruebas documentales de supervivencia de los prisioneros (cartas, fotos, identidades, etc), para entregarlas al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Se crearía una zona de despeje militar en la zona del Caguán donde la guerrilla pretendía entregar además a otros setenta militares prisioneros de guerra, provenientes de diversas regiones del país, todo ello antes del 15 de junio de 1997.

2.- ¿Que pudiste comprobar a tu llegada?

Desde que la avioneta aterrizó en Vigía del Fuerte comenzaron a suceder cosas muy extrañas que me hicieron pensar que algo anormal estaba sucediendo en la zona. Debo decirte que esa es una región selvática y montañosa, de población principalmente negra e indígena y en la cual yo llamaba inmediatamente la atención por mi tipo físico. Como conocía el lugar, esperaba a mi llegada encontrarme con gente en la pista de aterrizaje, en las calles del pueblo, ventas de fritangas en las veredas, música en el ambiente, como es en las regiones calientes, pero todo estaba desierto.

Me dirigí al embarcadero para continuar viaje en panga (lancha) hacia Murindó, pero ninguno de los lancheros quiso llevarme, aduciendo que ese día no estaban haciendo viajes a Murindó. Tampoco había niños bañándose en la ribera del río como había visto en otras oportunidades. Como pensé que los lancheros no querían llevarme por una cuestión de dinero comencé a regatear con ellos, pero me dijeron en grupo: "Entiéndanos doctor. Es que no están bajando lanchas hacia Murindó".

Fui a la alcaldía, me presenté con el alcalde Wilson Chaberra en su oficina. Había cuatro hombres a su alrededor y un ambiente tenso. Le informé que en Medellín estábamos preparando un Seminario Nacional de Empresas Sociales del Estado, el cuál incidiría en la calidad presupuestaria en los Hospitales y Centros de Salud en todo el país, todo lo cual era cierto. Le entregué unos textos educativos de promoción de la salud y prevención de la enfermedad, confeccionados por Metrosalud, además de trípticos y plegables. Me recibieron los documentos y procedieron a mecanografiar una nota oficial de recibo, además de una constancia de mi visita. Mientras cumplían ese trámite, me dirigí al baño y una persona a la que no puedo nombrar, ni entregar su cargo, me siguió y mientras yo estaba orinando me dijo en voz baja y sin mirarme: "Usted está en serio peligro de muerte. Aquí están pasando cosas terribles. Tiene que buscar el modo de irse lo más pronto posible. No vaya a Murindó porque toda la gente está huyendo de allá".

Salí conmovido de la alcaldía y me dirigí al hospital de Vigía del Fuerte para entrevistarme con el Médico Jefe o el director. Ninguno estaba. Sólo encontré a unas muchachas adolescentes en la oficina del segundo. Me dijeron que ellas eran Voluntarias de Salud y venían desde Murindó con los funcionarios . Les pregunté si podía hacer el viaje de regreso con ellas. Una de las chicas me dijo que tenía que presentarme con el comandante de las autodefensas, que sólo él podía autorizar el viaje. Entonces les propuse pagar yo el combustible. Una chica negra se asustó mucho y me dijo que si iba alguien no autorizado en el viaje, los podían matar a todos y echarlos en el río. Que ya lo habían hecho antes. Además, los paramilitares controlaban absolutamente todo lo que se cargaba en las lanchas, especialmente la comida, la sal y la gasolina. Controlaban hasta la última gota de gasolina que entraba o salía de Murindó. Se registraba a todos los pasajeros que salían, y debían volver los mismos en cada lancha. Salí del hospital ya con miedo, se me acercó otra muchacha que sin más me dijo que debería hablar con el comandante de las autodefensas, que era “un amor” y que ayudaba mucho a la gente. No quería ver al sicario aquel, que llamaban “El Ovejo”.

No quise comprometerme y le pedí la referencia de un hotel donde alojarme. Me recomendó uno que estaba cerca del embarcadero; durante la comida continué escuchando historias de masacres, una anciana que valientemente se sentó a mi lado me contó que le habían muerto un familiar que era su único apoyo para su sustento, otra chica completamente enrabiada me contó que le habían asesinado un amigo de la infancia, y me dijo “¿por qué no se meten con la guerrilla esos hijueputas?”

La anciana que al principio comenzó hablando muy bajito, luego me dijo desesperada: "¡Señor, usted tiene que contar lo que está pasando aquí!".

Todas la versiones coincidían en una versión central. El día 22 de mayo llegaron los paramilitares en pangas (lanchas rápidas), y comenzaron a asesinar personas de los poblados acusándolas de colaborar con la guerrilla. Los vecinos mencionaban muchos nombres sueltos, pero lógicamente no tenían una lista oficial. Luego entró el ejército y no le pusieron problemas a “los paracos”, me decían. Nadie se metió, ni la alcaldía, ni la policía, ni el juez. ¡Ninguna autoridad intervino para proteger a la población civil! Veían cadáveres flotando en el río, piernas, brazos y miembros descuartizados y miraban para otro lado.

“Nos están matando y por la radio no sale ni una sola noticia”, me decían consternados. Estamos en poder de los mochacabezas. Pero lo peor para mí estaba por venir. Regresé a la residencial y recuerdo haber estado leyendo una novela de Guy de Maupassant Bel ami. De pronto la puerta se abrió de golpe y veo a un hombre de raza negra, joven y atlético encañonándome con una pistola. El hombre estaba acompañado de una mujer. Ambos estaban muy alterados, yo retrocedí mostrándoles que no llevaba nada en las manos. Comenzaron a registrarlo todo, mis ropas, mi bolsa de viaje.

El hombre que luego se presentó como el comandante de Vigía del Fuerte de las Autodefensas de Córdoba y Urabá, me dijo que estaban en guerra a muerte con la guerrilla, sus colaboradores y “toda la basura” y que los matarían a todos. Al ver el libro que estaba leyendo me hizo relatarle de qué se trataba. Me quedo claro que no sabía nada de literatura y menos de los novelistas franceses del S. XIX. La mujer estaba fuera de sí y me miraba agresivamente con los ojos desorbitados registrándolo todo, afortunadamente no encontró el carné de periodista que estaba en un bolsillo lateral de la maleta. El hombre me preguntó que quién era yo, y qué hacía en Vigía del Fuerte. Luego me dijo que no correspondía con la descripción que le habían dado de mí. Le mostré las cartillas y los trípticos de salud y le dije lo importante que era preparar el II Seminario de Empresas Sociales del Estado. Que incidiría directamente en la atención de los habitantes de la región. Luego me dijo que nadie le había avisado de la Dirección Seccional de Salud de Antioquia, ni tampoco de la Gobernación de Antioquia sobre la visita de un funcionario de Salud. Que a él le avisaban por teléfono las visitas. Ahora deduzco la estrecha relación entre los altos funcionarios de la gobernación de Antioquia y los escuadrones de la muerte. Adivina quién era el gobernador de Antioquia de la época: Álvaro Uribe Vélez, principal promotor de las cooperativas de seguridad privada “Convivir”. El paramilitar tampoco me pareció “el amor” que me había descrito la muchacha.

3.- ¿Que relación real existe entre el paramilitarismo y el Estado colombiano en el área?

Uribe y la élite colombiana han convencido a los Estados Unidos de que son la fuerza necesaria para impedir el avance de los movimientos sociales. Entre 1994 y 1998 la oligarquía colombiana pensó que podía perder el poder. Esa afirmación está recogida en diferentes documentos divulgados por analistas sociales de la derecha (por ejemplo, el Instituto Rangel). Los gobernantes optaron por la guerra sucia a mayor escala desde 1996. En ese marco se diseña el Plan Colombia. Para ese objetivo debían necesariamente producir una reingienería en las Fuerzas Armadas y subordinarlas directamente al Comando Sur del ejército de los Estados Unidos con base en Panamá, específicamente al 7º Grupo de Operaciones Especiales (los Boinas Verdes), quienes son los que han asesorado todo este proceso.

Para mí, las matanzas de Mapiripán y las mismas del Río Atrato marcan el inicio de un nuevo modelo de guerra sucia; la llevan a su máxima expresión, es decir, matanzas indiscriminadas de campesinos para lograr su desplazamiento mediante el terror, esto es en la Costa Caribe, Costa Pacífica, Pie de Monte Llanero, y las inmediaciones de las principales ciudades de la Costa.

Así se establece esta alianza de la muerte entre estado-gobierno-ejército y paramilitares. Los paramilitares no son ni más ni menos que subcontratistas que hacen el trabajo sucio y liberan al ejército de la represión atroz y descarada, preservando su imagen de institucionalidad. Luego el ejército consolida los territorios y se lleva los créditos como “garante” de la seguridad ciudadana.

Pero cuando los paramilitares se convierten en una amistad incómoda, en un incordio porque tienen memoria y conocen todo el rodaje, también pueden ser objetos de la represión. Se calcula que el gobierno ha tenido que matar a más de dos mil mandos del sicariato, capaces de demostrar sus vínculos con ellos y el narcotráfico.

Luego de doce años de guerra sucia, se ha hablado una y otra vez de desmovilización de los paramilitares. Siempre ha sido una farsa. Han cambiado de nombre, han muerto sus mandos, pero la guerra sigue igual. Continúa el expolio, las tierras jamás han sido devueltas, ¿por qué? Porque se trata de territorios con enormes riquezas para megaproyectos que no incluyen a los habitantes del entorno a la hora de intervenir con obras ingenieras. Se proyectan grandes centrales hidroeléctricas, oleoductos, carreteras, minas a cielo abierto, cultivos industriales con resultados catastróficos para la gente. No es mera coincidencia que ocurran las masacres en zonas cercanas a los megaproyectos no sólo en Colombia sino en México y Perú.

En el caso nuestro, una investigación adelantada por un grupo canadiense concluye que Colombia es uno de los 10 países más ricos en recursos del mundo, con yacimientos minerales de oro, cobre, manganeso, petróleo, además de recursos hídricos notables, e incluso plantas y animales sin clasificar. Por eso es que una premisa de los paramilitares cuando llegan a los campos y preguntan al propietario: "¡Me vende su tierra o le compro la vida!". Muchas veces lo que quieren es plantar palma africana para producir biodiesel. Así se han producido desplazamientos masivos a Turbo, Apartadó, Chigorodó, Medellín y Quibdó. Luego de matanzas de familias enteras.

En el caso del Río Atrato soy un convencido de que lo que está atrás de la matanza es la construcción de un canal interoceánico (Atrato-Tuandó) de las mismas características que el Canal de Panamá. La marcha triste de los desplazados se inicia en los despachos del BID y del Banco Mundial. Hay dos siglas tenebrosas a tener en cuenta, IIRSA y PPP. Iniciativa de Integración de Infraestructuras para Sudamérica y Plan Puebla Panamá. Ganancias para las multinacionales, violencia para los naturales. En nombre del progreso , campesinos inocentes y sus familias han muerto o han sido desplazados para codicia de las empresas y sus megaproyectos. ¡Exijo que se les haga justicia!

4.- ¿Cómo se explica entonces las reelecciones sucesivas de Uribe en el gobierno colombiano?

Para comprender la realidad específica de Colombia hay que remontarse a la historia del siglo XIX. Luego de la independencia de España, el poder se atomizó, nunca se consolidó un verdadero estado nacional. La burguesía de Colombia siempre fue vendida, sumisa, dependiente de otros poderes externos al país. La oligarquía gobernante se vendió primero a los ingleses desembozadamente, y luego a los Estados Unidos cuando cambió el imperio. Siempre fueron otros los que devoraron nuestras materias primas y jamás hubo políticas de desarrollo nacional ni una reforma agraria. Se trata de familias voraces que no han vacilado en vender los intereses nacionales a potencias extranjeras.

La violencia entonces se puede resumir en pocas líneas. Intolerancia política, alergia a las reformas sociales y asesinato sistemático de la oposición que se atreva a plantear los cambios en el sistema social de Colombia. Como resultado tenemos una democracia genocida, como bien la ha descrito el sacerdote Javier Giraldo. Los colombianos nunca hemos tenido paz, hemos sobrevivido en guerras interminables donde los que cargan el fusil son siempre los pobres, en uno y otro bando. Los guerrilleros, los militares y sus sicarios paramilitares son todos de origen humilde; la burguesía colombiana no sufre de manera directa la guerra; por eso siempre afirman que en Colombia no pasa nada.

A Colombia siempre la ha gobernado una élite sanguinaria que nunca ha admitido reformas sociales. Cada propuesta política diferente ha sido recibida a tiros. Los asesinatos de Jorge Eliécer Gaitán, José Antequera, Bernardo Jaramillo Ossa, Carlos Pizarro León-Gómez, por nombrar a los principales dirigentes que se atrevieron a esbozar un camino alternativo son la muestra más patente. Querían ser presidentes de otra Colombia. Todos proponían una manera nueva de gobernar, y todos pagaron con sus vidas el haber planteado reformas sociales.

Gaitán, que había estudiado a fondo el modelo de seguridad social aplicado en Italia luego de la segunda guerra y podía entenderse como cercano a las ideas socialdemócratas, fue calificado de comunista y asesinado. Una y otra vez los lideres y políticos del cambio son asesinados.

En este escenario, el conflicto colombiano tiene actualmente un ingrediente muy activo: una prensa vendida al proceso paramilitar, que maquilla los muertos, que alaba a los victimarios, que justifica la guerra sucia. Es de esa manera que es elegido Alvaro Uribe, con una promesa populista de acabar con la guerra, terminar con la guerrilla y modernizar el país. ¿Cómo lo hizo? Comprando conciencias, eliminando opositores, gobernadores, alcaldes, senadores…Ahí está el famoso pacto de Realito que se constituyó para refundar Colombia bajo un acuerdo de gobierno, militares, narcotráfico y paramilitares, y donde habían varios uribistas. En Colombia se habla ya de la política y la parapolítica.

5.- Una pregunta difícil: ¿Cuál es la relación entre el narcotráfico, la economía y la política en Colombia?

El tema es demasiado extenso, pero podría decirte que desde 1974 a Colombia la han gobernado presidentes muy amigos del narcotráfico. Esto tiene sus antecedentes luego de la guerra de Vietnam, cuando en Estados Unidos existía una masa de excombatientes y drogadictos que necesitaban urgentemente suministros de droga desde el exterior del país. ¿Quién podría suministrársela? Colombia. Si alguien se tomara el trabajo de revisar las “amnistías tributarias” en Colombia, el rastro del dinero delataría una huella muy marcada que va desde los grandes capos de la mafia hasta el congreso de la república. Periódicamente los gobiernos han facilitado que los dólares de la mafia ingresen a la economía formal.

Desde 1974, el presidente Alfonso López Michelsen coqueteaba con la mafia de la marimba (marihuana). Los siguientes quisieron seguir el ejemplo. En agosto de 1986, César Gaviria Trujillo era el ministro de Hacienda del nuevo presidente Virgilio Barco. Gaviria Trujillo diseñó diferentes amnistías tributarias que permitieron sanear (lavar) millones de dólares al narcotráfico. Posteriormente, en 1990, el viejo ministro de Hacienda recibió todo el apoyo del mundo mafioso para ser presidente de la república. Y Gaviria logró la presidencia. Es apenas lógico. Y así ha venido ocurriendo desde 1974, que cada presidente de Colombia se ha acercado un poco más al narcotráfico.

Con Uribe, en el 2002, llega el asalto final. ¿Para qué contentarse con las migajas del poder cuando lo podían tener todo? Eso han hecho descaradamente los empresarios llevando a un narcotraficante a la presidencia de la república. Estados Unidos conoce de sobra los orígenes del narcotraficante número 82 en las listas de la DEA. No es la primera vez que Estados Unidos se alía con narcotraficantes, ¿No fue así en el escándalo Irán-Contras?, ¿Con quien estaban aliados? Y cuando ayudaban a los Talibán en la guerra ruso-afgana, no financiaban las operaciones con el tráfico del opio? ¿Alguién ha olvidado a Noriega, el presidente narcotraficante que trabajaba para la CIA?

Un ejemplo de la influencia del narcotráfico en la economía colombiana se refleja en un informe de la CEPAL sobre la economía de Latinoamérica en la década de los ochenta. Todos coincidían en una sola frase. Los 80 fue una década perdida. Pero en Colombia no. La economía no sufrió estancamiento. Las empresas e industrias estaban plenamente financiadas. Y vuelvo a citar la razón: los narcotraficantes, con el dinero a manos llenas, aprovechaban las frecuentes amnistías tributarias para legalizar los capitales y crear empresas que realmente activaron la economía, pero sobre una base económica y política que maneja la delincuencia. ¿ Será que las agencias de inteligencia de los Estados Unidos y Europa no vieron esa polvareda de coca? ,¿Y los organismos económicos mundiales tampoco? Esa delincuencia se legitimó y terminó por gobernar Colombia. Se creó primero una base social de narcos vestidos de traje y corbata que al principio eran mirados con reticencia pero luego terminaron abrazándose con la élite tradicional en los grandes clubes sociales de Bogotá y Medellín.

6.- ¿Cuál es el poder y la influencia de la oposición, incluidas las organizaciones armadas?

Todas las costas (Pacífico, Atlántico y Caribe) están dominadas por los narcotraficantes, el ejército y sus escuadrones de la muerte. En el resto del territorio el conflicto sigue igual que hace cuarenta o cincuenta años. Sigue la confrontación entre la oposición armada y las fuerzas del estado y en medio, una población que merece ser escuchada. En Colombia, las más moderadas corrientes de disidencia política son acalladas y son muy exiguas sus posibilidades de expresión. Salvatore Mancuso, que fue uno de los jefes paramilitares, llegó a decir: “El 35% del Congreso es nuestro”.

7.- ¿Cuál es el balance de la Memoria Histórica en cuanto a las violaciones de los Derechos Humanos?

No existe una estadística precisa del número de organizaciones, personas y colectividades que han sido exterminadas o gravemente destruidas por los diferentes gobiernos del estado colombiano, pongo el caso de la Unión Patriótica, el Partido Comunista Colombiano, centenares de organizaciones sindicales, estudiantiles etc. La violencia institucional estimulada contra Gaitán en la década de 1940 dejó más de trescientos mil muertos sin investigar, y decenas de miles de campesinos desarraigados. A eso hay que agregar que en los últimos veinticinco años algunos estudios del banco de datos de la Comisión Intercongregacional Justicia y Paz, o la Comisión Colombiana de Juristas, hablan de 350.000 muertos; cuatro millones de desplazados o refugiados políticos; 10.000 detenidos desaparecidos y personas sepultadas en fosas comunes o clandestinas; 6.000.000 de hectáreas robadas a las víctimas.

Sólo durante el año 2009 tuvimos 37 dirigentes sindicales asesinados, y los casos de los “falsos positivos”, o sea decenas de civiles muertos, especialmente jóvenes, asesinados para presentarlos como guerrilleros muertos en combate, con el fin de mostrar éxitos militares y cobrar los beneficios del estado. Hay militares procesados pertenecientes a varias unidades del ejército como el Batallón Calibío, que se ha distinguido por asesinar a inocentes. Hoy en Colombia, se puede hablar con bastante prudencia de 7 a 12 desapariciones diarias de personas y esto es algo que viene sucediendo desde hace más de una década. En los últimos diez años ha habido más víctimas que en las dictaduras de Argentina y Chile juntas.

8.- ¿ Qué puede esperar el resto del mundo de la situación en Colombia, y cuál crees que será la evolución política en tu país, teniendo como base todos estos antecedentes?

Durante los últimos diez años todos los indicadores demuestran un gran deterioro de la población vulnerable: infancia, mujer, población indígena, afrodescendientes. El último informe de la FAO demuestra un incremento brutal del hambre en Colombia. Por contraste, el hambre en Venezuela se reduce a mínimos históricos.

Si el gobierno y sus sicarios asesinan a miles de campesinos, usurpa tierras y las entrega a las multinacionales productoras de agrocombustibles, el resultado es más muerte y precariedad para la población. No hay brazos, no hay cultivos diversos como los que ofrece el campesino, los agrocombustibles desplazan a los cultivos tradicionales, se produce una gran carestía de alimentos y productos básicos. La pobreza y el abandono son el fermento para todas las guerras.

El conflicto colombiano, lejos de solucionarse, pareciera que se agudiza cada año, como lo demuestra el acuerdo para la instalación de cinco bases norteamericanas en territorio nacional. Los colombianos seguiremos resistiendo la injusticia extrema. Seguiremos buscando la salida política al conflicto. Si no se puede, seguiremos buscando la salida…


Entrevista realizada en Madrid en diciembre de 2009.

Nota: Ricardo Ferrer logró salir de Vigía del Fuerte y luego de Medellín gracias a la valiente ayuda de anónimos pobladores y ciudadanos que arriesgaron sus vidas para que pudiera salvar la suya, luego de numerosas amenazas y atentados en su contra.


El caso Elena Varela desnuda la democracia chilena



El próximo 8 de enero –sólo nueve días antes de que los chilenos elijan Presidente a Eduardo Frei o a Sebastián Piñera- se iniciará en la sureña ciudad de Villarrica, a una hora de Temuco, el juicio oral a la cineasta Elena Varela. Se trata de una causa emblemática para la libertad de expresión y los derechos humanos, iniciada en mayo de 2008 por el ministerio público, bajo el gobierno de Michelle Bachelet. La documentalista que aboga por los derechos del pueblo mapuche sufrió tortura, fue sentenciada por los medios como terrorista y enviada a prisión en una cárcel de alta seguridad, seguida por reclusión nocturna. Su material fílmico fue secuestrado junto a su libertad de desplazamiento, por ya casi tres años. En plena zona del conflicto mapuche/Estado chileno/forestales, la elección de los jueces – en este caso, elección de sentencia- tendrá como resultado la defensa irrestricta de la libertad de expresión con la libertad de la imputada, o su condena, mediada por la variante que adopte el tribunal considerando los 15 años de prisión solicitados por el ministerio público y sellando un proceso similar a los realizados en dictadura.

El juicio en Villarrica (a unos 780 km al sur de Santiago y distante alrededor de una hora de Temuco, capital de la Región de la Araucanía) se convertirá así en un espejo de las carencias de la antidemocracia en Chile, donde los luchadores sociales y defensores de los derechos de los pueblos indígenas a menudo son detenidos sin respetarse las normas del debido proceso, utilizándose la prisión preventiva y/o la tortura como un mecanismo de control del avance de la movilización social y leyes heredadas de la dictadura. El caso de Elena Varela ejemplifica asimismo las dos caras del gobierno de la Presidenta Bachelet, que por una parte premia a la artista con el FONDART 2007, el más importante concurso de fondos públicos para el cine, para el documental “Newen Mapu, mapuche, la Fuerza de la Tierra”, y por otra, la encarcela y requisa sus entrevistas a líderes de las luchas recientes por recuperación de la tierra ancestral.

En Villarrica, defendida por un reputado equipo jurídico que encabeza el ex juez Juan Guzmán, flanqueada por observadores internacionales y una red de comunicadores, organizaciones feministas, indígenas, artistas y luchadores por los derechos humanos, Varela enfrentará cargos de asociación ilícita, robo con homicidio (2005) y robo con violencia (2004). La fiscalía pide quince años de prisión para la detenida por “planear estos delitos, reclutar gente y refugiar a los delincuentes después de acaecidos los hechos”. La acusación se basa en la breve vinculación sentimental que la realizadora tuvo en 2004 con “Leonardo Civitarese” a quien el fiscal Servando Pérez Jordán identifica como Juan Moreno Venegas, jefe del autodenominado MIR/Ejército Guerrillero del Pueblo, una división del MIR formada en los 90. Moreno no ha sido hallado y tampoco el único detenido por los hechos, Cristián San Martín, que se fugó de la cárcel de Temuco en 2006. Para otros dos chilenos imputados, detenidos en la misma fecha que la documentalista, el fiscal Servando Jordán pide veinte años de prisión.

Elena ¿cómo se siente al acercarse finalmente el juicio oral?

“Tengo toda la fuerza y la convicción de que finalmente toda la verdad saldrá a la luz pública nacional e internacional, y se verá que nada tengo que ver con los asaltos. Éste es un juicio político en el que a través de una investigación muy burda se me quiere inculpar. Hay una paranoia del Estado que busca aplacar con montajes los movimientos sociales. Estoy recogiendo lo que sembró la dictadura. Esto es un escarmiento, una manera de matar el monstruo de la guerrilla, del mirismo, de la lucha. Buscan neutralizar a gente de izquierda que está vinculada al movimiento mapuche y lucha contra el sistema, como yo. Pero mi lucha es principalmente artística y cultural. Ser documentalista significa contarle al mundo las injusticias que se cometen contra el pueblo mapuche con el apoyo silencioso de un Estado supuestamente democrático, eso es lo que yo hago. Pero el fiscal y la policía dirán que nos hacíamos pasar por cineastas y éramos una célula guerrillera. Ellos insisten en construir y levantar de mí esa imagen sabiendo que mi quehacer profesional para ellos ya es peligroso. Pero me siento fortalecida por la solidaridad recibida y confío en el equipo jurídico con que cuento, que es de gran nivel. Siento que lo que estoy viviendo es como poner la cara por todos, es un acto de resistencia muy grande.”

¿Cómo se plantea frente a las elecciones presidenciales?

Lamentablemente casi no he podido pensar en las elecciones. Para mí esta lucha electoral no es una lucha de un pueblo consciente. Es una puesta en escena del abanico político beneficiado después de la dictadura. Creo que las elecciones cobran sentido cuando nosotros podemos valorar la historia y desde allí proyectar nuestro camino. Allende murió luchando por esto y así también muchas personas, en busca de algo digno para sus vidas. Por eso que creo que cada día que pasa Pinochet resucita en manos del poder. Y la memoria pasa al olvido e incluso parece un pecado capitalista pensar en soñar, pensar otro mundo o siquiera recordar.

Luego tengo fe que en este juicio llegue a desenmascararse una vez más el fascismo, aunque sea a costa de nuestras vidas. Creo que es necesario que mueran los fantasmas del pasado, aquéllos que fueron capaces no sólo de desfigurar nuestro rostro sino también de succionar nuestro espíritu.”

Su historia

Elena es chilena y tiene una hija de 17 años. En los años 80 en el Pedagógico, conoció la represión junto a los que cayeron combatiendo a la dictadura, como Jecar Neghme y los hermanos Vergara. Es licenciada en música por la Universidad de Chile, intérprete de clarinete y saxofón, compositora y directora de orquesta, y Magíster en Artes mención Musicología. Formada inicialmente en los seminarios que daba ARCIS, en 2005 ya había ganado el fondo audiovisual de CORFO (2005) con “Tres Mujeres” (mapuche), juzgadas por la ley antiterrorista. En 2004 trabajó en “Miradas del Sur”, su primera experiencia con FONDART, formando jóvenes documentalistas. Como directora de Cultura en Pucón, creó la Casa de la Cultura de esa comuna promoviendo intercambios con directores de cultura de todo Chile. Siguió un pos título en Gestión Cultural (U de Chile/U Iberoamericana de España) generando un diagnóstico cultural local. Su guión para el largometraje “Pueblo de los Niños” fue premiado en el Festival de La Habana. En 2006 creó la Orquesta Infantil Intercultural (con niños mapuche) de Panguipulli, que dirigió durante tres años.

Ahora habla desde el sur, pero ha pasado la Navidad con su familia en Santiago, y dejó a su hija América con los abuelos, preservándola de la ansiedad de los días previos al juicio.

¿Qué han significado estos dos años y ocho meses de represión?

“Ha sido difícil, mi sentimiento es de una opresión grande… Han sido capaces de mantenerme en una situación de destrucción total de mi vida, mi hija, mi familia. Quisieron cortarme las alas y reducirme por mi condición de mujer. Consideran mis acusadores que como mujer no fui independiente para pensar y si estaba con un hombre tenía que pensar exactamente igual que él. Eso es algo muy tortuoso y denigrante, así lo han interpretado organizaciones feministas que me acompañarán también en el juicio. En esta experiencia dura, lo positivo es que prevalece el amor, la solidaridad, y toda la gente que me apoya. Hace unos días tuve una reunión con diplomáticos de diversas naciones europeas que recorrieron la región para internarse en terreno de lo que sucede en territorio mapuche. Este encuentro lo organizó Fernando Lira, presidente de la organización Liberar y fue excelente que ellos pudieran conocer los detalles del montaje judicial que se ha organizado en mi contra. Me dieron todo su apoyo.”

¿Qué pasó con “Newen Mapuche”?

“Hemos logrado concretar la producción. Pudimos reconstruir la historia y sus relatos e incluso rodearlos de mi historia como documentalista. Ahora comenzamos el montaje, pero antes, esperamos el juicio; quiero tener justicia, dignidad y libertad para seguir adelante por el derecho a crear y pensar distinto. Por la libertad de expresión y de tener la esperanza de una humanidad más justa. Luego podremos terminar esta película.”

Los jueces

El tribunal oral será presidido por el juez Jorge González Salazar, e integrado por los magistrados Oscar Viñuela Aller y Alejandra Rosas. Sólo la jueza es de Villarrica; los dos magistrados vendrán desde Temuco, la capital regional. Las dos juezas de Villarrica se inhabilitaron por haber juzgado ya el robo a la sucursal del Banco de Estado (2004) ocurrido en la vecina localidad de Loncoche. El juez González se ha ganado una reputación antimapuche por su desempeño en juicios cuestionados por organismos de derechos humanos e indígenas. El presidió el tribunal que en 2003 juzgó por segunda vez –a pedido de la Corte Suprema– a los lonkos Aniceto Norín y Pascual Pichún, absueltos en un primer juicio, y los condenó a cinco años por “amenazas terroristas” al latifundista y político Juan Agustín Figueroa. Redactó asimismo en 2007 una de las sentencias condenatorias a la lonko Juana Calfunao, pero la absolvió de algunas de las acusaciones.

Además de Elena Varela, serán juzgados por este tribunal el artesano Kenny Sánchez –comerciante, ex preso político mirista en dictadura, retornado desde Suecia en 1988, padre de cinco hijos y hoy militante socialista- y el ex supervisor forestal Sergio Reyes. Ellos llevan más de dos años en prisión efectiva y enfrentan posibles condenas a veinte años de cárcel. Kenny Sánchez pertenece a una familia histórica de la combativa población La Victoria de Santiago, en la comuna de Pedro Aguirre Cerda una de las áreas que contribuyó para que el Partido Comunista lograra por primera vez en democracia contar con representación parlamentaria.

Los testigos

Con más de 150 testigos, el juicio podría extenderse por casi una semana en el caldeado ambiente preelectoral de un país visitado por decenas de corresponsales extranjeros. Villarrica es una ciudad cuyo entorno privilegiado, unido a la feria artesanal mapuche, atrae a miles de visitantes cada verano.

El renombrado documentalista argentino Fernando Birri asistirá al juicio junto a dirigentes de la DOCA y la ADOC, entidades que agrupan a los documentalistas argentinos y chilenos, respectivamente.

Entre los 30 testigos a favor de la documentalista están los directores Ignacio Agüero (“El Diario de Agustin”), Dauno Tótoro (“El Despojo”), Francisco Gedda (“Sur del Mundo”, “Frutos del País”), e integrantes de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos.

El fiscal perseguidor tendrá entre sus testigos principales a los detectives de la Policía de Investigaciones PDI Carlos Sanhueza, Sergio Solar y Joaquín Solar que trabajaron con asesoría de la Agencia Nacional de Inteligencia ANI. Pieza clave es doña Andrea Muñoz Gaete (39 años) testigo protegida del Ministerio Público desde 2005 y viuda de Alfredo Hermosilla, un miembro de ese grupo muerto en el asalto en que participaba en Machalí. Ella nunca fue formalizada. La mujer posibilitó el operativo de seguimiento, control y detención de los acusados. La policía obtuvo su colaboración después de la muerte de su marido que era auxiliar en el Hospital de Temuco. El jefe del grupo, Moreno Venegas (“Leonardo Civitarese” para Elena) solía alojar en casa de los Hermosilla-Muñoz. Andrea Muñoz -también de oficio paramédica- proveía de medicamentos a Moreno.

Ella declarará que su marido le dio a conocer los otros integrantes. Su confesión sobre el nacimiento, accionar y objetivos del MIR/EGP y su relación con la policía, permiten encuadrarla como colaboradora eficaz y/o infiltrada de la ANI en el citado grupo, entre 2005 y 2008. Según la mujer, Cristián San Martín Morales, quien se fugó el 2006 de la Cárcel de Temuco, después de dos años de detención por el robo con violencia en Loncoche, había participado en 2002 en Sao Paulo en el secuestro del publicista brasileño Olivetto, junto al ex miembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez Mauricio Hernández Norambuena y otros chilenos todavía presos en Brasil. La fiscalía deduce mágicamente sólo de esa declaración, que el grupo era una alianza Frente Patriótico Manuel Rodríguez/MIR, organizada para financiar la defensa jurídica del ex frentista Hernández Norambuena,

Elena no sabía inicialmente quién la estaba inculpando. “El fiscal me habló en mayo de un testigo, pero yo sólo accedí a su nombre y su foto de carnet meses después.” La viuda de Hermosilla y la realizadora se conocieron en 2004, cuando “Leonardo” (Juan Moreno) llevó a Elena a casa de ésta para un examen médico.

Dinero y la ANI

Cuantiosos recursos fiscales invirtió la PDI en los 4 años de investigación, para convencer a los jueces que en 2004-2008, Elena Varela integró junto a su pareja y otros, la organización Ejército Guerrillero del Pueblo Patria Libre planificando el robo a la Sucursal del Banco de Estado en Loncoche (20 de diciembre de 2004) y un robo con homicidio en las oficinas del INP de Machalí (10 de junio de 2005).

Elena se convirtió de cineasta en protagonista de este montaje por obra y gracia de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), que preside el abogado socialista Gustavo Villalobos. La ANI es sucesora de la Dirección de Seguridad Pública y de la “Oficina” (1991), que dirigía entonces el hoy parlamentario Marcelo Schilling. Al inicio de la transición democrática chilena, la Oficina reclutó como colaboradores a algunos prisioneros políticos y ex militantes de grupos de la izquierda revolucionaria, para desmantelar e infiltrar a esas organizaciones. En esa época se creó la primera Cárcel de Alta Seguridad y se aprobó la Ley de Delación Compensada. El uso de la tortura y de la presión a familiares de perseguidos – métodos heredados de la CNI- fueron parte del accionar de la Oficina y la defensa de los imputados sostendrá que eso continúa hoy.

En 2004 y 2008, la realizadora puede demostrar que trabajó sin parar con su productora Ojo Films, en documentales financiados con fondos públicos concursables. El proyecto con el que ganó el 2006 el Fondo Audiovisual CORFO desentierra la historia de la localidad de Neltume (comuna de Panguipulli) antes y después del golpe militar. Todas las pruebas que presentará el fiscal han sido desbaratadas por la defensa, que desmiente el carácter atribuido a las llamadas telefónicas y contactos de la documentalista. Todos los materiales requisados en el allanamiento tenían relación con la producción de los documentales citados. La fiscalía no logró un nuevo aplazamiento del juicio y el equipo jurídico de defensa se encuentra debidamente preparado. Han confirmado asistencia al juicio observadores del parlamento europeo y de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas donde compareció Elena en septiembre de 2009 para denunciar su caso.

La elección que hagan los jueces antes del 17 de enero no será sólo un tema nacional.


Corte de caja en el banco central

En la historia de los bancos centrales, la crisis actual es un parteaguas. Por eso el proceso de confirmación senatorial de Ben Bernanke como titular de la Reserva federal está siendo tan doloroso. Para finales de enero, el senado deberá confirmar su nombramiento o regresarlo a su casa. El comité de bancos del senado ya aprobó enviar su confirmación al pleno, pero hubo 30 por ciento de votos en contra. Lo más probable es que el designado de Obama sea reconfirmado, pero el debate promete ser muy intenso y no se descartan sorpresas. Bernanke podría acumular el mayor número de senadores en su contra en la historia de los presidentes de la Fed.

Sus amigos sostienen que su política monetaria salvó a Estados Unidos de la debacle. También se argumenta que este profesor de Princeton es un especialista en la Gran Depresión y conoce todos los errores que se cometieron en los años 30. Se concluye que es la persona idónea para ocupar el puesto al frente de la Reserva federal.

Pero sus opositores piensan distinto. Bernanke estaba dormido en el volante cuando la economía estadunidense derrapó y se fue al barranco. Bajo su mando, la Fed falló en sus funciones básicas de supervisión y regulación, permitiendo continuar con una orgía de especulación, apalancamiento irresponsable y riesgo sin control. Además, en medio de sus aleluyas y alabanzas a los mercados desregulados y bien portados, Bernanke subestimó la gravedad de la crisis.

Las acusaciones contra Bernanke son graves. Bajo su mando, la Fed mantuvo la misma política de Greenspan, con tasas de interés muy bajas para salir de la recesión que había sido provocada por la burbuja del Nasdaq (1998-2000). Esa política monetaria relajada no se acompañó de inflación porque las importaciones provenían de países con un tipo de cambio subvaluado (en especial China) y eso mantuvo estable el índice de precios. Pero esa postura de la Fed bajo Bernanke sí provocó una fuerte inflación en el precio de muchos activos, en especial en el sector de bienes raíces. Además, como el sistema regulatorio de los bancos y del sector financiero ya se había erosionado, ya estaban dadas todas las condiciones para que el sistema crediticio sufriera el colapso que conocemos.

Así que la responsabilidad de Bernanke está fuertemente comprometida en la crisis. El enojo de muchos es justificado: la debacle trajo consigo la desaparición de más de siete millones de empleos, la pérdida de casas en juicios hipotecarios y la evaporación de fondos de retiro de millones de personas.

Aunque la reacción de Bernanke frente a la crisis es mencionada como uno de sus aciertos, aquí también hay dudas. El ex profesor de Princeton ha sido responsable de aplicar un rescate financiero de tres billones de dólares, prácticamente sin supervisión o vigilancia del congreso. Los funcionarios de la Fed se han negado a divulgar nombres de instituciones que recibieron dos billones de dólares de préstamos de emergencia. Los críticos de Bernanke consideran que la presente administración de la Reserva federal se ha extralimitado en sus atribuciones, lo que es un reproche sin precedentes históricos en Estados Unidos.

Cualquiera que sea el veredicto final sobre la confirmación de Bernanke, lo cierto es que la crisis ha aclarado varias cosas. Para estas alturas, la idea de que la política monetaria sólo debe ocuparse de la lucha contra la inflación debería ser relegada al museo de ideas inútiles. Las burbujas, los ciclos económicos, el empleo y el funcionamiento del sistema financiero deben ser parte de una visión más amplia de lo que puede y debe llevar a cabo el banco central.

Un corolario de lo anterior es que la autonomía del banco central debe ser revisada urgentemente. Esa noción sólo se justificaba en el universo mítico de los mercados bien portados en el que las decisiones del banco central eran ciento por ciento técnicas. En el mundo real de la crisis, de la lucha contra los efectos más negativos del ciclo económico, en el contexto de los rescates bancarios y de la flexibilidad cuantitativa de la política monetaria, las decisiones del banco central son eminentemente políticas y no pueden dejarse en manos de un comité de expertos con conexiones más o menos fuertes (y opacas) con el mundo financiero.

En México el señor Carstens fue nombrado gobernador del Banco de México a pesar de haber aplicado desde la Secretaría de Hacienda la peor respuesta posible en una recesión. Sus aumentos de impuestos y el recorte del gasto público profundizaron la crisis y van a extender sus efectos en el tiempo. Claro, el congreso federal aprobó el paquete fiscal y eso lo convierte en corresponsable del desastre por el que atraviesa la economía mexicana. La confirmación Carstens demoró cuatro días y el debate fue reemplazado por una vulgar ceremonia de intronización. Es uno de los mejores testimonios de la desintegración del estado mexicano. Con estos enemigos del pueblo, el corte de caja en el banco central es un mal presagio para 2010.

México SA

Arranca escalada de precios

Cuesta de enero en vertical

Dinero plástico: más intereses


Antes de arrancar formalmente la masacre fiscal y de precios 2010 que para los mexicanos dispusieron Felipe Calderón y legisladores que lo acompañan, sobresalen algunos adelantados que desde ya cobran a los indefensos consumidores cualquier merma que, según sus estimaciones, pudieran llegar a reportar en el año por inaugurar como resultado de lo que algunos llaman política económica. La Secretaría de Hacienda ha puesto el ejemplo con el indecoroso incremento a la gasolina Magna y el diesel; de inmediato actuaron supermercados y tiendas departamentales; igual los cableros, quienes descaradamente notificaron a su clientela que le trasladarán el nuevo impuesto a las telecomunicaciones que, se supone, a las empresas del ramo corresponde pagar; sigilosos, continuaron tortilleros, panaderos, carniceros y, en fin, todos los demás, que transitan por la misma ruta, pues su tesis es que ninguno de ellos (con el gobierno a la cabeza) tiene por qué pagar su parte, y que al final de cuentas los únicos responsables de la crisis, del hundimiento de la economía, y de todas las barbaridades cometidas y por cometer, son los mexicanos de a pie, que nada tienen que ver con la toma de decisiones.

Y en esta masacre en contra de los consumidores no podía quedar fuera el sistema bancario que opera en México, el cual (en línea con Los Pinos, San Lázaro, Marcelo y sus asambleístas del Distrito Federal, los gobernadores, los legisladores estatales y demás fauna que sólo ve por el bien del pueblo) utilizó la cuchara más grande para servirse: de un mes para otro (noviembre a diciembre) aumentó más de 30 puntos porcentuales (180 por ciento) a las tasas de interés que cobran a los usuarios de las tarjetas de crédito y prácticamente triplicó el castigo monetario para clientes morosos.

Tal es el caso de la trasnacional financiera HSBC, que al cierre de noviembre pasado aplicaba una tasa de interés de 18 por ciento (anualizada) a sus tarjetahabientes cumplidos. Para diciembre de 2009 incrementó dicho indicador a 50.6 por ciento (anualizada); es decir, un aumento de 32.6 puntos porcentuales de un plumazo, sin considerar comisiones e impuesto al valor agregado. Todo ello sin mover un milímetro el pago mínimo mensual, con lo que cerca de 95 por ciento de dicho pago se destina a cubrir los intereses y tan sólo 5 por ciento a la amortización de capital, de tal forma que la deuda se convierte en un excelente cuan perverso negocio para las hacendadas instituciones financieras y en una tienda de raya para el usuario del dinero plástico, el moderno peón del siglo XXI.

Lo anterior, en medio de la aseveración del Banco de México de que el crecimiento del índice nacional de precios al consumidor a lo largo de 2009 sería de 3.6 por ciento, aproximadamente, lo que de ser correcto implicaría que la banca que opera en el país –HSBC, por ejemplo– cargaría a sus tarjetahabientes tasas de interés 14 veces mayores a la inflación oficial, la misma que se utiliza para actualizar salarios y –como dice la patronal– para cobrar multas. Por el lado del castigo monetario para la clientela morosa, en el periodo referido la tasa anualizada pasó de 36 a 98 por ciento, un enloquecido incremento de 62 puntos porcentuales, que provoca el avance exponencial del adeudo y, en automático, hace irrecuperable el débito de tal clientela. Por si fuera poco, a partir del primer día de 2010 el IVA que se carga a intereses y comisiones se incrementa un punto porcentual (de 15 a 16 por ciento).

Para el caso bancario, las cifras citadas son las más recientes, las más frescas, las que a las de ya deberán pagar los tarjetahabientes, pero los organismos públicos oficialmente encargados de vigilar y meter en orden a las instituciones financieras apenas divulgan los números correspondientes a septiembre (Comisión Nacional Bancaria y de Valores) y octubre (Banco de México), con lo que aparentemente la situación no es tan mala como la descrita (no se cita a la Condusef, porque ya ni siquiera funciona su página web calculadora de tarjetas de crédito, pues está en construcción).

En este sentido, el Banco de México (que en unas horas más quedará en manos del doctor catarrito, el resultón soldado del inquilino de Los Pinos) asegura estar comprometido con mejorar la transparencia en el sistema financiero, a fin de alcanzar niveles de competencia más intensa y mayores beneficios para los usuarios finales, para lo cual publica información detallada sobre las tasas de interés efectivas que dichos intermediarios cobran a sus clientes de tarjeta de crédito. Qué bueno, pero la publica con dos meses de retraso, cuando menos.

Así es. En su más reciente reporte, correspondiente a octubre de 2009, el Banco de México asegura que en ese mes HSBC, por ejemplo, registró una tasa efectiva promedio ponderada de 33.5 por ciento y una tasa efectiva mediana de 35.8 por ciento (aplicables sólo a clientes que se encuentran al corriente en sus pagos, es decir, se excluye la cartera de los atrasados o morosos, según explica el propio banco central), aunque la propia institución bancaria documenta que tal rédito no pasó de 18 por ciento. ¿Qué sucedió en noviembre y diciembre con los salvajes intereses que cobran a los usuarios de dinero plástico? Calma, pues quien desee saberlo de manera oficial deberá esperar el respectivo informe de la institución –por esos meses ya gobernada por Agustín Carstens– correspondiente a febrero o marzo de 2010, según sea el caso, es decir, después de practicado el embargo al tarjetahabiente deudor.

En vía de mientras, el reporte del Banco de México correspondiente a octubre pasado ubica a Banco Coppel (cuyo dueño, Enrique Coppel Luken, promovió a Felipe Calderón en tiempos electorales con aquella famosa carta personal que dirigió a sus trabajadores y se publicó por doquier, y a cambio obtuvo rápida autorización de Hacienda para operar la citada institución bancaria, de las llamadas chatarra) como el emisor de tarjetas de crédito con intereses (sólo intereses) más elevados en el mercado mexicano: 67 por ciento (falta noviembre y diciembre). Le sigue banco Invex, con Juan Bautista Guichard Michel, con 65.8 por ciento (ídem).

Las rebanadas del pastel

Lo descrito no significa que hasta allí llegó el saqueo, porque es previsible que a lo largo de 2010 la citada práctica bancaria en contra de los usuarios de dinero plástico se refuerce lo mismo con los bienes y servicios, en medio de un océano de impuestos. Entonces, ¿alguien mínimamente cuerdo en el gobierno y/o en la iniciativa privada supone que con la masacre fiscal, de precios públicos y privados y de tasas de interés a la que someten a los mexicanos se logrará reactivar la economía, el país saldrá del hoyo y todos vivirán mejor?


Bajo la Lupa

Concluyó el siglo estadunidense, según The Washington Times

Alfredo Jalife-Rahme

Los dilectos lectores de Bajo la Lupa no se perturbarán del asombroso aserto sobre la conclusión del siglo estadunidense que vertió en su provocativo editorial The Washington Times (23/12/09), el periódico ultra-conservador y archibélico vinculado al nepotismo dinástico de los Bush, en referencia al mal trato que recibió Obama en la fallida cumbre de Copenhague durante la reunión a puerta cerrada del grupo Basic (Brasil, África del Sur, India y China) –a no confundir con el tricontinental Foro de Diálogo IBSA (India, Brasil y África del Sur) ni mucho menos con el BRIC (Brasil, Rusia, India y China).

The Washington Times, fundado por la Iglesia de la Unificación del sudcoreano Sun Myung Moon en pleno despliegue de la guerra de las galaxias de Ronald Reagan, padece severos problemas financieros y está por cerrar su edición impresa para consagrarse a su página electrónica en colaboración con Heritage Foundation (The New York Times, 30/11/09): una mezcla muy explosiva de racismo bélico. Antes de despedirse de las imprentas, The Washington Times aceleró su legendaria belicosidad, que ha enfocado en Obama, a quien acusa insanamente de todas las plagas que azotan a Estados Unidos.


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Hou Xiaochuan, gobernador del Banco de China, en el Foro de Finanzas, realizado el 22 de diciembre, donde dijo que la economía china no puede restringirse a controlar la inflación
Foto Reuters

Para sentenciar la conclusión del siglo estadunidense, el rotativo anti Obama no realiza ningún análisis de corte geoestratégico, al que solía recurrir sesgadamente en su furibundo anticomunismo de la guerra fría, sino que lo funda en la develación de pasmosos detalles sobre la forma en que los mandatarios del grupo Basic evitaron codearse con Barack Obama, quien parecía un apestado posmoderno.

Algo fuerte sucedió durante el encuentro bilateral del presidente estadunidense con el premier chino Wen Jiabao en Copenhague –hoy se sabe que China no adoptó el gobierno mundial del cambio climático bajo la férula del G-2 entre EU y China, por el que suspiraba la prensa británica–, a partir de cuando los chinos empezaron a enviar funcionarios de bajo nivel a las reuniones multilaterales. Un frustrado Obama presionó por otra reunión bilateral (con Wen) programada para el viernes a las 18:15 horas. Otros líderes del grupo Basic estaban ilocalizables. Los chinos se dieron el lujo de retrasar la reunión bilateral hasta las 19 horas. Como decimos coloquialmente: todo el mundo del grupo Basic se le esfumó a Obama.

Cuál no habrá sido la sorpresa de Obama al llegar a su reunión bilateral con los chinos y encontrarse a los cuatro líderes del grupo Basic en pleno intercambio de ideas. The Washington Times asevera que el presidente estadunidense pidió ser invitado por los cuatro mandatarios, quienes lo habían evitado: no había un asiento en la mesa para Obama, por lo que éste expresó que se sentaría junto a su amigo (sic) Lula. Los ayudantes brasileños de éste se las ingeniaron para dar asientos a Obama y a la secretaria de Estado, Hillary Clinton. Por lo visto, chinos, indios y sudafricanos no se inmutaron para nada. En forma cruel, The Washington Times comenta que tres días después, Lula usó su programa semanal de radio para amonestar (sic) la postura de Estados Unidos en Copenhague.

Nada detiene la humillante develación de The Washington Times: después de que Obama arribó a su cita retardada, el grupo Basic estaba secuestrado básicamente (sic) y el decoro obligaba a buscar una salida airosa para todos.

El epílogo narrativo del rotativo anti-Obama es brutal: “la conferencia de Copenhague fue una lección de poder y humildad (…) Obama hizo historia, pero no en la forma en que esperaba. Lo sucedido dice mucho sobre el poder de Estados Unidos y su prestigio (sic) cuando los líderes mundiales tuvieron problemas para evitar reunirse con Barack Obama. Concluyó el siglo estadunidense”.

El error de The Washington Times, el cual personaliza acremente su querella racista con Obama, es creer que fue en Copenhague donde ocurrió el fin del siglo estadunidense, que ya habíamos analizado hace tres años, durante la fase crepuscular bushiana, en nuestro agotado libro premonitorio Fin de una era (Libros del Zorzal, Buenos Aires, 2007).

El portal estratégico europeo De Defensa (¿No hay una silla para Obama?, 28/12/09) le da vuelo al editorial descortés a la imagen presidencial del The Washington Times, que absurdamente subsume la autodestrucción y la decadencia de Estados Unidos a la sola efigie de Obama, como si una sola persona, por más poderosa y/o pusilánime que fuere, sea el único responsable del deterioro generalizado de la otrora superpotencia unipolar en los planos doméstico y foráneo.

De Defensa desecha correctamente la teoría de la conspiración de los chinos que evoca Mark Lynas (The Guardian; 22/12/09) –una interpretación unilateral anglosajona– y analiza el entorno desfavorable de Obama a quien no solamente le ha tocado lidiar con el caos global sino, peor aún, profundizarlo en varias de sus vertientes (Afganistán, Medio Oriente, el rescate bancario, etcétera). Aporta un dato favorable, que no es menor y no tuvo nada que ver con el tema nodal del cambio climático: el avance sustancial tras bambalinas de la cumbre de Copenhague para el recorte de armas estratégicas (START II) entre Obama y el presidente ruso Medvedev.

A juicio de De Defensa, el aislamiento del presidente Obama forma parte del desorden global que se epitomizó con el fracaso de Copenhague. El portal estratégico europeo es muy severo e inquiere, nada descabelladamente, si el aislamiento de Estados Unidos y el desorden mundial son dos expresiones para designar una misma situación, lo cual quizá confirme (sic) que el desorden sería menos grande si Estados Unidos no pretendiese desear continuar a jugar un papel dirigente o preponderante. Después de haberse calificado de país indispensable, ¿Estados Unidos pasó a ser una nación estorbosa para la armonía global?

Mucho más feroz que The Washngton Times en cuanto a los alcances y las consecuencias malignas de la decadencia de EU, De Defensa asiente sin tapujos sobre el fin del siglo estadunidense, especialmente respecto de la instalación del desorden como su legado. Lo peor de la herencia es la consecuencia de la pretensión de Estados Unidos de proseguir episódicamente (sic) su papel hegemónico cuando los instrumentos de esta hegemonía, sin justificación internacional, se encuentran en plena decadencia.

¿Qué hará el mundo con un Estados Unidos estorbosamente decadente? Los países lúcidos y visionaros empiezan a ajustarse a las exequias no solamente de Estados Unidos, sino hasta del mundo occidental, como acaba de proferir nada menos que el magnate ruso del aluminio Oleg Deripaska, muy cercano al premier Putin (Novosti, 20/12/09): “la crisis modificó todo (sic), en primer lugar el modelo anglosajón de consumo (…) El mundo occidental (sic) será diferente de aquí a siete (sic) años”.

¿Cuál será su definición de Occidente que excluye a Rusia a quien vaticina un futuro optimista? ¿Incluirá en su Occidente a Japón, Francia y Alemania cuando el derrumbe de Gran Bretaña está casi garantizado? ¿Por que en siete años,y no antes o después? ¿Qué sabe Deripaska que ignoremos los demás?