Saturday, October 11, 2008



Jaime Avilés

■ Pemex: la privatización, lista para la semana próxima
■ Estado de alerta


La semana que entra la Comisión de Energía del Senado presentará a consideración del pleno siete dictámenes sobre Petróleos Mexicanos. Cinco de ellos desecharán por “notoriamente improcedentes”, es decir, por anticonstitucionales, las iniciativas que envió Felipe Calderón para abrir las puertas de Pemex a los inversionistas privados en cinco áreas estratégicas: exploración, explotación, transporte, almacenamiento y transformación de los hidrocarburos del subsuelo de México.

De acuerdo con fuentes de esta columna, ahí no habrá privatización de la industria petrolera nacional. A ello se opusieron las bancadas del Frente Amplio Progresista y del PRI. Esta última, sin embargo, logró un acuerdo mayoritario con la del PAN para aprobar dos cosas: que Pemex se convierta en una entidad autónoma –esto es, que se maneje sola, como el Banco de México, y no esté sometida al control del Congreso, como ocurre en la actualidad–, y cuente con una nueva ley orgánica, gracias a la cual en el consejo de administración de la paraestatal tendrán voz y voto grandes empresarios locales y los dirigentes del sindicato petrolero, uno de los más corruptos del país.

Mediante esta modalidad privatizadora, funcionarios del gobierno espurio, ligados a empresas extranjeras, como Jesús Reyes Heroles, director de la paraestatal; magnates involucrados en el fraude electoral de 2006 y la mafia sindical de Carlos Romero Deschamps podrán hacer realidad uno de los sueños más ambiciosos de la “reforma” calderónica: otorgar a sus amigos y cómplices contratos sin licitación ni apego a ninguna ley, para favorecer a quienes los miembros del consejo de administración deseen.

Siempre según las fuentes de esta columna –que no se equivocaron al revelar por ejemplo que, a fines del verano pasado, Manlio Fabio Beltrones estuvo dos semanas en Europa descansando a bordo de un crucero de lujo, ni al poner de relieve los enjuagues entre el mismo Beltrones y la corriente de Ruth Zavaleta y Acosta Naranjo–, el pastel de la llamada “reforma energética” se va a repartir del siguiente modo: los contratos relativos al gas natural serán monopolizados por los gallegos de Repsol; los que impliquen renta de tecnología de punta para sacar el tesorito de las aguas profundas quedarán en manos de las petroleras estadunidenses, británicas y del norte de Europa. Y los contratos para volver a explotar los “campos marginales” serán otorgados a empresas canadienses.

Hoy por hoy, todos los mexicanos sabemos –ya que estos meses nos han convertido en un pueblo de 100 millones de especialistas del petróleo– que los campos marginales son pozos que ya cumplieron su vida útil y fueron tapados, aunque abajo, en el fondo, contienen todavía residuos de aceite que, en conjunto, podrían formar un volumen nada despreciable. Carlos Morales Gil, director de Pemex Exploración y Producción, y cabecilla de la banda que cometió la megaestafa de El señor de los mares, el buquetanque chatarra adquirido en mil 135 millones de dólares aunque valía mucho menos, estima que “en los campos marginales, ubicados en tierra firme y en aguas someras, hay alrededor de 18 mil millones de barriles”, mientras, según él, porque en realidad nadie tiene certeza de ello, en aguas profundas habría 130 mil millones de barriles más.

En declaraciones concedidas el pasado 7 de abril a un diario oficialista, Morales Gil añadió que, sean nacionales o extranjeras, las empresas que participen en campos marginales o en aguas profundas obtendrán una recompensa de “entre 15 y 20 por ciento” sobre el volumen de lo que extraigan, lo que dependerá, precisó, del grado de dificultad del esfuerzo que realicen.

Estamos, pues, en vísperas de la reforma del sapo y la pedrada: gas para Repsol, crudo de las aguas profundas para Halliburton y British Petroleum y campos marginales para los canadienses, repartido todo mediante contratos que asignarán Reyes Heroles, Morales Gil, Romero Deschamps, Televisa, Jumex, Bimbo y demás empresas vinculadas con el fraude electoral de 2006 que así cobrarán una más de sus múltiples recompensas. Frente al engaño que está a punto de consumarse –los levantacejas se aprestan a subrayar el carácter “nacionalista y patriótico” de la reforma—, la resistencia civil pacífica permanece en estado de alerta en todo el país, esperando instrucciones para volver a las calles.

Su máximo dirigente acaba de obtener la victoria política más importante del breve sexenio. Ante la debacle mundial del capitalismo y la parálisis cerebral del “gobierno”, López Obrador propuso en tres ocasiones un plan anticrisis. La primera, el 15 de septiembre, nadie lo escuchó. La segunda, el 28 de septiembre, cuando además ofreció un acuerdo entre todas las fuerzas políticas para poner las medidas en marcha, Calderón y Carstens respondieron que el plan era innecesario, mientras se descapitalizaban Wall Street y todas las bolsas del mundo.

La tercera y última vez que López Obrador insistió en su plan anticrisis, el pasado miércoles 8 de octubre, el gobierno y los levantacejas guardaron silencio: unos, boquiabiertos al ver que el peso caía a 13 por dólar, mientras Calderón, muy aplicado, redactaba su propio plan, que a la postre, en sus aspectos centrales, resultó ser un vulgar plagio del que había expuesto Andrés Manuel: si éste habló de hacer dos refinerías, Calderón anunció que levantará una y añadió entre exclamaciones, “¡que será la primera en 30 años!” (oh, ¡qué estadista!). Y sin pagarle derechos de autor por la idea a su principal adversario, dijo que “detonaremos el empleo mediante la construcción de infraestructura” (cosa que en la tétrica versión del felipato equivale a “más cárceles y más cuarteles, para que haya más trabajo y al mismo tiempo más seguridad y más prosperidad”).
Sin comprender el enfoque esencial del plan de López Obrador (“destinar 200 mil millones de pesos más los excedentes petroleros para reactivar el mercado interno”), Calderón se dispone a movilizar considerables recursos que, en los hechos, serán despilfarrados por el PRIAN en la compra de votos antes de las elecciones de 2009. Mientras tanto, la recesión en Estados Unidos avanza y proyecta una sombra helada sobre México. En tales circunstancias, ¿alguien con un mínimo de prudencia privatizaría, aunque fuera sólo “un poquito”, la mayor fuente de riqueza del país? Para mayores informes sobre las movilizaciones en defensa del petróleo consulte http://patindeldia.blogspot.com y para comunicarse con esta columna, jamastu@gmail.com.

Marcos Roitman Rosenmann

Vivimos tiempos de incertidumbre. Quienes valoran la extensión de la crisis del capitalismo son los movimientos alternativos, sus gestores y causantes. Los diagnósticos y proyecciones sobre la globalización neoliberal lanzados hace 20 años por los movimientos antiglobalización o antisistémicos han dado en la diana. Las políticas de privatización, apertura comercial, financiera y flexibilidad laboral escondían un enorme grado de explotación y especulación. El resultado sería inevitablemente el colapso general del planeta. Nada hacía presagiar otro sendero. Sin embargo, resulta extraño que los economistas neoliberales se queden perplejos y apunten a pecados bíblicos como la tacañería y la avaricia para explicar la crisis. ¿Acaso piensan en otra racionalidad del capitalismo? Su incultura parece situarse en las mismas cotas que la crisis. Son de hondo calado. De nada les ha servido obtener master o doctorados en Chicago o la fundación Heritage. Lo recomendable hubiese sido darles a leer los cuentos de Charles Dickens y poner sobre su mesa los estudios históricos de Sombart relacionando el burgués con la propensión al lujo y el origen del capitalismo. Pero la mala memoria de los actuales tecnócratas de las finanzas coincide con la derrota de su doctrina del libre mercado. No les gusta reconocer que el derroche es parte de la mentalidad plutocrática de la evolución del capitalismo. No hay banquero que no haga ostentación de su riqueza en forma de yates, coches de lujo, organice viajes de placer, comidas opíparas, orgías, adquiera ropas de marca, participe de prostitución de alto copete, y se vanaglorie de comprar y vender obras de arte. De otra manera no serían capitalistas. El robo y la piratería es consustancial a los orígenes del capitalismo y precede la globalización neoliberal. Baste recorrer las calles de Florencia o de Venecia para saber de qué hablamos. Los Medici y los Sforza. Palacios y riquezas en diferentes arquetipos muestran su poder y el de sus repúblicas. Sorokin lo ejemplarizó con una metáfora. El capitalismo no puede vivir en una sociedad de credo comunista, se debe al lujo. El capitalismo no tiene salida al margen de sus parámetros de consumo y de organización económica. Requiere tragar, engullir, es violento y necesita un mayor grado de fuerza bruta para apuntalarse. Se mantiene gracias a la eficiente acción de las clases dominantes y de las elites económicas, verdaderas controladoras del Estado y de sus aparatos de dominación política. Hipótesis comprobable si vemos el itinerario que se pretende seguir al “donar” millones de dólares o euros a quienes han provocado la mayor crisis social y económica hasta ahora conocida debido a su falta de escrúpulos para obtener un plus y engordar sus cuentas corrientes a costa del contribuyente. No podía ser de otra manera.

Marx tenía razón. Cuando los gobiernos conservadores y neoliberales se prestan a rejuvenecer el sistema financiero por medio de un intervencionismo estatal se refuerza el carácter de clase del Estado. Es el capitalista global el que está representado en su forma equivalente general. En momentos de necesidad emerge su esencia. Inyectar millones y millones de dólares o euros para evitar una catástrofe financiera o una caída espectacular de los valores bursátiles, supone orientar políticamente las decisiones. Pero igualmente, conlleva salvar a los grandes empresarios y las trasnacionales. El horizonte es reflotar el sistema. No se busca una crítica sobre las causas que han motivado llegar hasta aquí. No se preguntan sobre los orígenes de un orden social fundado en la expoliación de los recursos naturales, en la degradación del medio ambiente, y en una continuada y constante pérdida de derechos sociales, políticos y económicos de las grandes mayorías. Es decir, no se trata de dar un giro de 180 grados. La respuesta a la crisis consiste en velar su causa, la irracionalidad de la explotación del hombre por el hombre y del hombre hacia la naturaleza. En ocultar el beneficio de las empresas trasnacionales, dueñas de las tecnologías y las patentes capaces, primero, de crear hambrunas en continentes enteros y, después, de llevar a la muerte a miles de niños obteniendo pingües beneficios para aumentar rendimientos en condiciones de monopolio. Empresas patrocinadoras de guerras espurias, de venta de armas, de trabajo infantil y de inmigración ilegal. Factores que coadyuvan para abaratar costes de producción y aumentar su control sobre gobernantes corruptos y dóciles.

No nos llamemos a engaños. Insuflar dinero a los grandes bancos y salir en defensa de sus consejeros y altos cargos es parte de una estrategia pendular. Cuando no resulta oportuno tejer con Hayek, se teje con Keynes. Unas veces desde la oferta y otras desde la demanda. Tanto monta, monta tanto. En cualquier caso, el resultado es el mismo. La relación capital-trabajo se asienta sobre la expropiación del excedente económico producido por el trabajador en condiciones de apropiación privada. Así, quienes pagan los platos rotos de esta estrategia son los de siempre. Las clases explotadas y oprimidas del campo y la ciudad. Salvar el orden económico, sin modificar su estructura y su organización, conlleva un aumento de la desigualdad social y la explotación. Pero el discurso de la cohesión social recubre esta opción bajo el eufemismo de apoyar una estrategia de aumentar prestaciones a los más débiles. Políticas para los desamparados y los pobres de solemnidad. Así, se soslayan las indemnizaciones millonarias a los ejecutivos de los bancos y las empresas trasnacionales cuyos contratos blindados se gestionaron con anterioridad. Los impuestos de todos irán a los bolsillos de unos pocos y servirán para pagar una buenas vacaciones y aligerar el estrés de su ineficaz gestión. Ninguno pasará por la cárcel, previo juicio. Tampoco se verá sometido al escarnio público ni se avergonzará. Seguirán en sus trece, para ellos, nada ha fallado; esperarán agazapados la siguiente oportunidad. Su relato será simple: han sido unos pocos inescrupulosos los causantes del desastre. Las aguas deben volver a su cauce. El capitalismo retomará su rumbo y otra vez se podrá robar a manos llenas. Por este camino el planeta desaparecerá. Ni Hayek ni Keynes, hoy más que nunca Marx.


Friday, October 10, 2008

EL GALLO COLORADO


¡¡¡Espurio!!! ¡No hay libertad! Tremendo revuelo ha causado un par de interpelaciones juveniles a quien, se afirma, ostenta el poder ejecutivo en México. La mayoría de los análisis que he leído se concentran en el -nada despreciable- coraje de estos muchachitos para afrentar a la autoridad establecida: haiga sido como haiga sido.

Well, mis estimados rojillo y compa filósofo, os quiero felicitar por una razón diferente. Yo celebro que ustedes hayan señalado el meollo de muchos de nuestros problemas nacionales en la actualidad: el carácter ilegítimo de su primer mandatario. Cuando mi superdotado amigo pelos de elote (en buen plan) indica que ha puesto toda su capacidad para averiguar la imposibilidad de un triunfo del candidato azul en la contienda electoral de 2006, implica que las capacidades intelectuales (científicas, en el caso de este chamaco) de los mejores mexicanos también pueden estar al servicio de causas más justas en la Republica Mexicana.

Estoy fuera del país como ya se habrán dado cuenta. A la mujer maravilla todavía no le han podido implantar el chip del individualismo, por lo que fui contratado por ella, con todos los gastos pagados, para ser su sirviente, sorry, traductor por una semana; ya que asiste para recibir entrenamiento sobre el programa que utiliza en sus modelaciones.

No fue tan fácil después de todo. Para viajar por tierra dentro del territorio gringo, uno debe tramitar un permiso de internación. La visa no es suficiente. ¡Utas! "Neta que no pienso quedarme allá. Ya sé que nuestras condiciones socioeconómicas están de la shit, pero aspiro a encontrar una chambita -todo legalito- en mi país. No, la fe de bautismo no se las puedo conseguir."

Después de: disfrutar un par de películas rancheras en el Greyhound (el corrido del hijo desobediente fue una de ellas); platicar con una morenilla nacida de este lado, embarazada y casada con un chiapaneco (la chicanita hace el trayecto de regreso desde el sureste mexicano); cambiar un par de impresiones con una taxista ambientalista en San Antonio; volar en un lapicito y disfrutar de un impresionante paisaje nocturno del desierto; finalmente me encuentro con esta mujer en el aeropuerto de Alburquerque. ¡Vámonos pa´ Santa Fe, pues!

En el pueblo, paisas por aquí paisas por allá. "Oye, los jipiosos abundan en esta área" -me hace notar la mujer maravilla. La compañía en la que va a recibir su entrenamiento tiene ya más de 25 años en el ramo. El curso me hace recordar los proyectos de transferencia de tecnología cuando trabajaba para la CNA, y mis propios cursos en este país. ¿Qué habrá sido del sistema de pronósticos de ríos para el Pánuco? No that much, maybe. ¿Qué habrá pasado con las flamantes estaciones de trabajo? ¿Cuánto tiempo desperdiciado? Por lo que veo otros países no han desperdiciado tanto. Entre los participantes se cuenta un Hindú, brillante el muchacho. La compañía cuenta entre sus empleados con los infaltables chinos, un hindú por su pollo, y hasta un ruso. ¡Alos!

Entre semana, durante la cena, la guerrerense gratuitamente me brinda una actualización completa de lo que me perdí durante mi estancia en el extranjero: que si sus cuates están o no informados, los errores de "los líderes" del movimiento; que si algunos izquierdosos están ya hastiados, etc. Me dice: "mira, yo tengo un cuate que anda bien metido en eso, pero no sabe contestar cuando le preguntamos, ¿qué hacemos, pues?"


Período de soluciones al desastre económico. Not Really, los mismos de siempre permanecen en los edificios gubernamentales, las mismas caras, las mismas desfachateces: Carstens, Ortíz Martínez, Mouriño, Werner, Tellez, etc. El mismo sistema neoliberal edulcorado. But the very bad news es que ustedes van a pagar el pato. ¿Acaso alguno de los fat cats en México se ha solidarizado con la crisis? Situación extraordinaria que, a quienes verdaderamente ha impactado, es a todos los compas de a pie, aquellos que inclusive han emigrado fuera del país, y que no tienen mansiones ni en Miami, ni en San Diego, ni en Nueva York. Una vez más la fuerza de trabajo de todos los nacos, indios, pelados, put the name you like the most, va a liberar la cuenta de gastos de todos los excesos de las clases pudientes (especialmente durante la época del neoliberalismo mexicano); esta inmensa factura cancelará por un largo período de tiempo (again?) sus esperanzas de desarrollo humano (no solo económico).


Fobaproas, rescates carreteros, concesiones radioeléctricas, privatizaciones aeroportuarias, nosotros pagamos todos esos errores. Ahora escuchamos que el pequeño grupito compacto en el poder copia algunas de nuestras recomendaciones para aligerar la crisis financiera global. ¿Y quién va a mitigarla, compas renegados? Well, es por eso que debemos mantenernos organizados e informados, para detener los intentos de que se nos impongan soluciones light, que no cambian realmente nuestras condiciones socioeconómicas. AL TIEMPO.


...a robar pocos, a pagar TODOS.




MARCOquena;

SANTA FE, NUEVO MEXICO;

10/10/08.






SPECIAL REQUESTS



Se busca para el exitoso programa de televisión LATIN AMERICAN NARCO. Características imprescindibles:


  • Facilidad de palabra (Lengua Larga)
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  • Entrenamiento militar
  • Ginofílico




ENCORE ENERGÉTICO







Howard Zinn*

Es triste ver a ambos partidos apresurarse a lograr un acuerdo para gastar 700 mil millones de dólares del dinero de los contribuyentes para echarlos por el caño de las enormes instituciones financieras, que son notables por dos características: su incompetencia y su ambición.

Hay una solución mucho mejor para la actual crisis financiera. Pero requiere descartar lo que ha sido la “sabiduría” convencional durante demasiado tiempo: que la intervención del gobierno en la economía (“mucho gobierno”) debe ser evitada como la peste, porque el “libre mercado” es de toda la confianza como guía hacia el crecimiento y la justicia mediante la economía. Por cierto, es bastante cómica la visión de un Wall Street que ruega al gobierno que lo ayude, sobre todo a la luz de su prolongada devoción por un “libre mercado” que no regule el gobierno.

Pero encaremos una verdad histórica: nunca hemos tenido un “libre mercado”; siempre hemos tenido que el gobierno interviene en la economía y, de hecho, tal intervención ha sido bien recibida por los capitanes de la industria y las finanzas. Estos titanes de la riqueza hipócritamente se quejan de “mucho gobierno” sólo cuando el gobierno amenaza con regular sus actividades, o cuando se dan cuenta de que algo de la riqueza de la nación es destinado a la gente más necesitada.

Nunca se han quejado de “mucho gobierno” cuando les sirve a sus intereses.

Comenzó siglos atrás, cuando los llamados Padres Fundadores se reunieron en Filadelfia, en 1787, a redactar la Constitución. Un año antes habían ocurrido rebeliones de agricultores en el oeste de Massachussets y otros estados (la Rebelión de Shays), cuyas fincas eran expropiadas por no pagar impuestos. Miles de agricultores rodearon los juzgados e impidieron que sus hogares fueran subastados.

Las cartas que se enviaban esos primeros padres en aquel entonces nos dejan ver con claridad que se preocupaban de que tales levantamientos se salieran de las manos. El general Henry Knox escribió a su hermano de armas, George Washington, quejándose de que el soldado ordinario que luchó en la revolución pensara que por haber contribuido a la derrota de Inglaterra merecía una tajada igual de la riqueza del país, o que “la propiedad de Estados Unidos debería ser la propiedad común de todos”.

Al cuadrar la Constitución, los Padres Fundadores crearon “mucho gobierno”, uno lo suficientemente poderoso como para derrotar la rebelión de los granjeros, recuperarle a sus dueños los esclavos evadidos y apagar la resistencia india conforme los colonos se movieron al oeste.

El primer gran rescate financiero fue la decisión de aquel nuevo gobierno de reintegrar el pleno valor de bonos casi nulos que tenían los especuladores. Éstos fueron pagados imponiendo contribuciones a los granjeros ordinarios, y si eso topaba con una resistencia, había un ejército nacional para apagarla –y eso fue lo que se hizo cuando los granjeros de Pennsylvania se levantaron contra las leyes fiscales.

Desde el mero comienzo, en las primeras sesiones del primer Congreso, el gobierno interfirió con el “libre mercado” estableciendo aranceles para subsidiar a los manufactureros y se hizo socio de los bancos privados con el fin de establecer un banco nacional.

Este papel de mucho gobierno, de respaldo a los intereses de la clase empresarial, continuó a todo lo largo de la historia nacional. Así, en el siglo XIX, el gobierno nacional subsidió canales de agua y la marina mercante. En la década anterior a la Guerra Civil y durante ésta, el gobierno nacional dio aproximadamente 40 millones 500 mil hectáreas de tierra gratis a los ferrocarriles, junto con préstamos considerables para mantener en el negocio a los interesados. Los 10 mil chinos y los 3 mil irlandeses que trabajaron en el ferrocarril transcontinental no obtuvieron tierras gratis, únicamente horas largas con poca paga, accidentes y enfermedades.

El principio de que el gobierno ayuda a los grandes negocios y rehúsa poner la misma generosidad a disposición de los pobres es algo que comparten ambos partidos: los republicanos y los demócratas. El presidente Grover Cleveland, un demócrata, vetó un decreto que le daría 100 mil dólares a los agricultores texanos para ayudarlos a comprar semillas durante una sequía, diciendo: “la ayuda federal en tales casos (…) alienta la expectativa de un cuidado paternalista por parte del gobierno y debilita la entereza de nuestro carácter nacional”. Pero ese mismo año utilizó sus excedentes de oro para pagarle a los ricos poseedores de bonos 28 dólares por encima del valor de cada uno –un regalo de 5 millones de dólares.

Cleveland enunciaba el principio del “individualismo rudo” –aquel que reza que debemos hacer nuestras fortunas por nosotros mismos, sin ayuda del gobierno. En un artículo de 1931, aparecido en Harper’s Magazine, el historiador Charles Beard catalogó con sumo cuidado 15 instancias en que el gobierno nacional había intervenido en la economía en beneficio de los grandes negocios. Beard escribió: “Por 40 años o más no ha habido un presidente, sea republicano o demócrata, que no haya hablado contra la interferencia del gobierno para luego respaldar medidas que añaden más interferencia a la enorme colección de las ya acumuladas”.

Después de la Segunda Guerra Mundial la industria de la aviación tuvo que ser salvada mediante infusiones de dinero gubernamental. Después vinieron las asignaciones por escasez de crudo para las compañías petroleras y el enorme rescate financiero de la corporación Chrysler.

El razonamiento tras la toma de 700 mil millones de dólares de los contribuyentes para subsidiar a las enormes instituciones financieras es que, de algún modo, nos dicen, esa riqueza va a ser derramada en la gente que la necesita. Pero nunca ha funcionado.

La alternativa es simple y poderosa: tomar esa enorme suma de dinero y darla directamente a la gente que la necesita. Que el gobierno declare una moratoria a los embargos y le conceda ayuda a los dueños de casas para ayudarlos a pagar las hipotecas. Que se cree un programa federal de empleos para garantizarle trabajo a la gente que lo quiere y lo necesita, y para los cuales el “libre mercado” no ha llegado aún.

Tenemos un precedente histórico y que tuvo éxito. El gobierno, en los primeros días del Nuevo Trato, puso a millones de personas a trabajar y reconstruyó la infraestructura de la nación. Cientos de miles de jóvenes, en vez de irse al ejército para escapar de la pobreza, se unieron al cuerpo civil de conservación, que construía puentes y carreteras, limpiaba bahías y ríos. Miles de artistas, músicos y escritores fueron empleados por el programa federal de las artes para pintar murales, producir obras de teatro y escribir sinfonías.

El Nuevo Trato (desafiando los gritos de “socialismo”) estableció la seguridad social, que junto con el decreto de derechos de los soldados, se convirtió en un modelo de lo que el gobierno puede hacer por su pueblo.

Eso podemos llevarlo más allá, con la “seguridad en salud” –atención a la salud gratis, para todos, administrada por el gobierno federal, pagada del tesoro nacional, dándole la vuelta a las compañías de seguros y a otros privatizadores de la industria de la salud. Esto funciona en otros países.

Todo eso es más de 700 mil millones. Pero el dinero está ahí. En los 600 mil millones del presupuesto militar, una vez que decidamos que ya no seremos una nación que emprende guerras. Y en las abultadas cuentas de banco de los súper ricos, una vez que los convirtamos en ricos ordinarios mediante impuestos vigorosos a sus ingresos y su riqueza.

Cuando suba el grito, sea de los republicanos o los demócratas de que esto no debe hacerse porque implica “mucho gobierno” (fue Bill Clinton quien prometió una era “donde ya no hubiera más ese mucho gobierno”), la ciudadanía debería soltar la carcajada. Y luego agitar y organizarse, según los principios de lo que la Declaración de Independencia prometía: que es la responsabilidad del gobierno garantizar derechos iguales para todos: “vida, libertad y la búsqueda de la felicidad”.

Es ésta una oportunidad de oro para Obama para distanciarse de McCain y de los fosilizados líderes del Partido Demócrata, dándole vida a su lema de “cambio” y entonces barrer en su camino al cargo presidencial. Y si no actúa, será responsabilidad de la gente, como siempre ha sido, elevar un grito que se escuche por el mundo entero para forzar a los políticos a actuar.

Traducción: Ramón Vera Herrera

*Este texto apareció originalmente en The Nation el 9 de octubre. Se publica en La Jornada en su versión castellana con permiso expreso del autor.






Spend the Bailout Money on the Middle Class


By Howard Zinn
This article appeared in the October 27, 2008 edition of The Nation.

October 8, 2008

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It is sad to see both major parties agree to spend $700 billion of taxpayer money to bail out huge financial institutions that are notable for two characteristics: incompetence and greed. There is a much better solution to the financial crisis. But it would require discarding what has been conventional wisdom for too long: that government intervention in the economy ("big government") must be avoided like the plague, because the "free market" can be depended on to guide the economy toward growth and justice. Surely the sight of Wall Street begging for government aid is almost comic in light of its long devotion to a "free market" unregulated by government.


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Let's face a historical truth: we have never had a free market. We have always had government intervention in the economy, and indeed that intervention has been welcomed by the captains of finance and industry. These titans of wealth hypocritically warned against "big government" but only when government threatened to regulate their activities or when it contemplated passing some of the nation's wealth on to the neediest people. They had no quarrel with big government when it served their needs.

It started way back when the founding fathers met in Philadelphia in 1787 to draft the Constitution. The year before, they had seen armed rebellions of farmers in western Massachusetts (Shays's Rebellion), where farms were being seized for nonpayment of taxes. Thousands of farmers surrounded the courthouses and refused to allow their farms to be auctioned off. The founders' correspondence at this time makes clear their worries about such uprisings getting out of hand. Gen. Henry Knox wrote to George Washington, warning that the ordinary soldier who fought in the Revolution thought that by contributing to the defeat of England he deserved an equal share of the wealth of the country, that "the property of the United States...ought to be the common property of all."

In framing the Constitution, the founders created "big government" powerful enough to put down the rebellions of farmers, to return escaped slaves to their masters and to put down Indian resistance when settlers moved westward. The first big bailout was the decision of the new government to redeem for full value the almost worthless bonds held by speculators.

From the start, in the first sessions of the first Congress, the government interfered with the free market by establishing tariffs to subsidize manufacturers and by becoming a partner with private banks in establishing a national bank. This role of big government supporting the interests of the business classes has continued all through the nation's history. Thus, in the nineteenth century the government subsidized canals and the merchant marine. In the decades before and during the Civil War, the government gave away some 100 million acres of land to the railroads, along with considerable loans to keep the railroad interests in business. The 10,000 Chinese and 3,000 Irish who worked on the transcontinental railroad got no free land and no loans, only long hours, little pay, accidents and sickness.

The principle of government helping big business and refusing government largesse to the poor was bipartisan, upheld by Republicans and Democrats. President Grover Cleveland, a Democrat, vetoed a bill to give $10,000 to Texas farmers to help them buy seed grain during a drought, saying, "Federal aid in such cases encourages the expectation of paternal care on the part of the government and weakens the sturdiness of our national character." But that same year, he used the gold surplus to pay wealthy bondholders $28 above the value of each bond--a gift of $5 million.

Cleveland was enunciating the principle of rugged individualism--that we must make our fortunes on our own, without help from the government. In his 1931 Harper's essay "The Myth of Rugged American Individualism," historian Charles Beard carefully cataloged fifteen instances of the government intervening in the economy for the benefit of big business. Beard wrote, "For forty years or more there has not been a President, Republican or Democrat, who has not talked against government interference and then supported measures adding more interference to the huge collection already accumulated."

After World War II the aircraft industry had to be saved by infusions of government money. Then came the oil depletion allowances for the oil companies and the huge bailout for the Chrysler Corporation. In the 1980s the government bailed out the savings and loan industry with hundreds of billions of dollars, and the Cato Institute reports that in 2006 needy corporations like Boeing, Xerox, Motorola, Dow Chemical and General Electric received $92 billion in corporate welfare.

A simple and powerful alternative would be to take that huge sum of money, $700 billion, and give it directly to the people who need it. Let the government declare a moratorium on foreclosures and help homeowners pay off their mortgages. Create a federal jobs program to guarantee work to people who want and need jobs.

We have a historic and successful precedent. The government in the early days of the New Deal put millions of people to work rebuilding the nation's infrastructure. Hundreds of thousands of young people, instead of joining the army to escape poverty, joined the Civil Conservation Corps, which built bridges and highways, cleaned up harbors and rivers. Thousands of artists, musicians and writers were employed by the WPA's arts programs to paint murals, produce plays, write symphonies. The New Deal (defying the cries of "socialism") established Social Security, which, along with the GI Bill, became a model for what government could do to help its people.

That can be carried further, with "health security"--free healthcare for all, administered by the government, paid for from our Treasury, bypassing the insurance companies and the other privateers of the health industry. All that will take more than $700 billion. But the money is there: in the $600 billion for the military budget, once we decide we will not be a warmaking nation anymore, and in the bloated bank accounts of the superrich, once we bring them down to ordinary-rich size by taxing vigorously their income and their wealth.

When the cry goes up, whether from Republicans or Democrats, that this must not be done because it is "big government," the citizens should just laugh. And then agitate and organize on behalf of what the Declaration of Independence promised: that it is the responsibility of government to ensure the equal right of all to "Life, Liberty, and the pursuit of Happiness."

This is a golden opportunity for Obama to distance himself cleanly from McCain as well as the fossilized Democratic Party leaders, giving life to his slogan of change and thereby sweeping into office. And if he doesn't act, it will be up to the people, as it always has been, to raise a shout that will be heard around the world--and compel the politicians to listen.

Howard Zinn is the author of A People’s History of the United States and, most recently, A Power Governments Cannot Suppress. more...

Thursday, October 09, 2008




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En medio del pánico mundial desatado por la crisis financiera, China vive una calma imperial y asegura que es capaz de hacer frente al huracán al tiempo que ofrece ayuda, informó un cable de la Agence France Presse (AFP). Los dirigentes chinos pronunciaron palabras tranquilizadoras en los últimos días, mientras el gigante asiático se dispone a celebrar el 30 aniversario de las reformas económicas que le permitieron alcanzar un crecimiento anual de más del 9%.

“Cuando un gran país con una población de 1.300 millones de personas es capaz de garantizar de forma sostenible un desarrollo económico estable y rápido, ésta es su mayor contribución al mundo”, afirmó el domingo el primer ministro Wen Jiabao, afirmando tener “plena confianza en el desarrollo económico y la estabilidad financiera de China”.

El sábado, al tiempo que saludaba la aprobación del plan Paulson la víspera en los Estados Unidos de América, el Banco Central subrayó la voluntad de China, uno de los mayores poseedores de bonos del Tesoro estadounidense en el mundo, de cooperar con los otros países.

Unos mercados financieros todavía poco abiertos han permitido a la cuarta economía mundial escapar al huracán financiero, como ya ocurrió en 1997 en el momento de la crisis asiática, subrayan los analistas.

“En 1997, fue porque su moneda no era convertible, ahora se van a quedar fuera de esta crisis porque tienen un sistema financiero aún en desarrollo”, subraya Jean-François Huchet, director del Centro de Estudios Francés sobre la China Contemporánea.

“El sistema chino tiene la suerte, a su pesar, de haber operado en muy gran medida en un sistema cerrado y como consecuencia las autoridades conservan un control muy importante tanto por la regulación como porque los bancos chinos están menos expuestos a nivel internacional”, agrega.

Para Wang Tao, economista de UBS Securities en Beijing, China, el gigante asiático, cuyas exportaciones alimentan su fuerte crecimiento, tiene los medios de compensar una reducción de la demanda en Estados Unidos y en Europa.

“China está muy bien situada para estimular la demanda interior para compensar parcialmente el impacto negativo de la recesión mundial”, considera.

Además, señala Huchet, el país ha amasado “reservas fiscales muy importantes en los últimos dos o tres años”. “Más que en 1997 y 1998, puede utilizar esas reservas para pasar un ejercicio presupuestario, e incluso dos, gastando dinero para reactivar los programas de infraestructuras”, afirmó.

Pero pese a que algunos analistas ven en el gigante asiático una de las posible soluciones a la crisis, debido en particular a su liquidez, otros consideran que el mundo no debe esperar demasiado de Pekín. “Los que piensan que China y los otros países asiáticos jugarán el papel del próximo Wall Street no son realistas”, afirma He Jun, economista de Anbound Group, informó AFP
Miguel A Infante Villegas

En la colonia Mojoneras, una zona marginada de Puerto Vallarta, un pastor del Ejército de Salvación está acusado de violar a una niña de cuatro años, aprovechando que la madre trabaja y que muchas familias de ahí necesitan la ayuda que la organización estadunidense les brinda en forma de alimentos.

PUERTO VALLARTA.- Una niña de cuatro años fue violada por un pastor y representante del Ejército de Salvación, organización de origen estadunidense que se dedica a impartir instrucción religiosa y dar alimento a los pobres.

En esta ciudad, sus actividades se concentran principalmente en la colonia Mojoneras y otras zonas marginadas, donde radican muchas personas dedicadas a la fabricación de ladrillo o a la albañilería. La mayoría de las calles son de tierra y en esta época de lluvias están encharcadas y expiden olores nauseabundos.

Para tratar de contrarrestar la desintegración familiar y las adicciones, aquí funciona un Centro de Integración Juvenil.

Una de las habitantes de Mojoneras, la señora Irma Andraca Rodríguez, cuenta que al igual que otras madres de familia que trabajan, decidió llevar a su hija de cuatro años a la sede del Ejército de Salvación, donde le dijeron que podían cuidarla, darle comida y llevarla a la guardería cercana. Cuando ella tomó esa decisión asistían ahí entre 10 y 15 niños.

Sin embargo, al paso de los días notó cambios de comportamiento en su hija: le preguntaba con frecuencia si ya no la quería y si la iba a dejar de besar. Mucho más se alarmó al encontrar vellos púbicos en la ropa interior de la niña, así que en una conversación con ella logró que le contara los abusos de que era objeto.

La menor señaló sin dudas al pastor Mario Latabán Ramírez, alias El Capi, como autor de los ataques sexuales.

El sujeto aterrorizaba a la menor diciéndole que si le platicaba de los ataques a su mamá, ésta ya no la iba a querer ni le iba a dar afecto. Además, amenazaba con matarla.

Incluso, la niña le dijo a su mamá que el pastor le puso ropa blanca, una corona y un velo como si fuera novia, antes de abusar de ella.

El pasado 13 de agosto la señora Andraca Rodríguez presentó la denuncia de hechos en la delegación de la Procuraduría General de Justicia del estado y logró que la averiguación previa se integrara con rapidez.

Sin embargo, a la medianoche del 14 de agosto se realizó un careo y la menor se intimidó frente al agresor: guardó silencio y se retrajo en una esquina, presa de temor y nerviosismo.

Con los escasos datos obtenidos, la agente del Ministerio Público para Delitos Sexuales, Blanca Jacqueline Trujillo Cueva, logró integrar la averiguación y la consignó al Juzgado Segundo Penal. Pero ahí la juez Laila Adriana Cholula Villa negó inexplicablemente la orden de aprehensión contra Latabán Ramírez con el argumento de que no se había acreditado su personalidad.

Irma Andraca se pregunta cómo se pretendía en el juzgado que una niña de cuatro años proporcionara en un interrogatorio las fechas en que había sido violada.

Por eso, a pesar del primer descalabro jurídico, la señora consiguió más testimonios, con los que se pudo establecer que la niña únicamente estuvo sola con El Capi en la casona ubicada en la calle Sonora 232 o 332 (la señora Andraca no recuerda exactamente la dirección en el momento de la entrevista).

En ese edificio, que se utilizaba como guardería, el pastor del Ejército de Salvación primero le dio instrucción religiosa a la niña y después la llevó a la parte alta, que normalmente se utilizaba como dormitorio.

Luego de conocerse este caso, otros niños que asistían a clases de religión a cambio de que les entregaran bolsas de frijol y azúcar señalaron que también con ellos ha incurrido en tocamientos Latabán Ramírez.

El expediente del caso, al que tuvo acceso este reportero, indica que se está integrando nuevamente la averiguación para solicitar la orden de aprehensión contra Mario Latabán.

Peligro de impunidad

Fuentes consultadas en el Ministerio Público negaron que haya presiones o influencia externa para favorecer al acusado, pero reconocieron que la noche del careo entre 10 y 20 personas de su congregación se presentaron para apoyar a su pastor. "Es un santo", decían de él, según ellos porque les da alimentos a muchas personas.

"Es un santo del diablo", dice la señora Andraca de Mario Latabán, y afirma que sin importar que tenga apoyo y mucho dinero "de los gringos", ella tiene los principios y sobre todo la valentía para enfrentarlo y continuar con el juicio hasta el final.

Además, los testimonios de unas gemelas que asistían a las clases de religión, aunados al de otras personas, sirvieron para robustecer la denuncia por violación.

De todas formas, la madre de la niña agredida dice que no va a dejar de pugnar por que se haga justicia y Labatán Ramírez pague con cárcel su delito. Y señala que hay otras víctimas, pero que no han interpuesto denuncias.

La entrevistada está consciente de que ahora sólo cuenta con el apoyo total de otra vecina cuya hija también fue víctima de El Capi, quien "la manoseó y le agarró las nalgas" cuando estaba comiendo.

De hecho, dice que algunos colonos las miran con recelo por denunciar al pastor, ya que temen que nadie les dé alimentos si El Capi va a la cárcel. "Eso es puro interés", señala, aunque en seguida admite que al principio ella creyó en Latabán y se acercó para pedirle consejos y ayuda espiritual.

Ahora está preocupada porque, si bien reconoce que las instancias oficiales están atendiendo el caso, dice que El Capi es de Guerrero y quizá pueda evadir la justicia refugiándose en su estado. Por eso presentó una queja en la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco y desde que hizo la denuncia también lleva a su hija al DIF municipal para que le brinden terapia, ya que manifiesta una conducta inusual.

Desde que se conocieron estos hechos, el Ejército de Salvación desocupó la casona donde presuntamente se cometió el delito y sólo atiende en su sede. l



Carlos Fernández-Vega cfvmx@yahoo.com.mxcfv@prodigy.net.mx
■ Gobierno de lenta reacción
■ Camino hacia otro sexenio perdido



Antes que ofrecer una versión medianamente creíble sobre el por qué de su exasperante lentitud ante el azote económico-financiero que zarandea al país, el inquilino de Los Pinos y su eficiente equipo prefieren justificar: la crisis viene de afuera, la importamos, no somos los causantes, no nos echen la culpa, no fuimos nosotros, aquí no pasa nada.

Y tan nada pasa, que ayer a media jornada el tipo de cambio del peso frente al dólar rebasó las 14 unidades por billete verde –ese sí un hecho histórico– que obligó al Banco de México a meter la mano en el mercado cambiario: 2 mil 500 millones de dólares de las incólumes reservas para paliar el deterioro, acción que si bien hizo recular la cotización no logró que ésta fuera menor a la de la víspera. Con todo, la devaluación acumulada en los últimos dos meses sobrepasa 24 por ciento.

Nada pasa, dicen, pero en el mejor de los casos y si las cosas no empeoran –lo cual es dudosos sostener– la economía mexicana “crecería” 2.1 por ciento en 2008, 43 por ciento menos que la estimación original del gobierno calderonista y 56 por ciento por abajo con respecto al resultado de 2006, de acuerdo con la más reciente proyección del Fondo Monetario Internacional, quien no se quedó allí: para 2009 prevé que el “incremento” en el PIB mexicano no pase de 1.8 por ciento. De concretarse las predicciones del FMI, uno de los costos más drásticos en el bienio sería en generación de empleos: alrededor de 700 mil de ellos dejarían de crearse, independientemente de los existentes que lleguen a cancelarse por el efecto de la crisis.

Con esas nuevas previsiones, que no son las decisivas porque esto apenas comienza, de nueva cuenta surge victorioso y fortalecido el síndrome del 2 por ciento: en el primer trienio de la “continuidad”, la tasa anual promedio de “crecimiento” económico no pasaría de 2.3 por ciento en el mejor de los casos, o lo que es lo mismo, la media anual del último cuarto de siglo, la “coyuntura” permanente. Todo apunta, pues, para otro sexenio perdido.

La crisis es a Felipe Calderón lo que el terremoto de 1985 a Miguel de la Madrid. Entonces, como ahora, el gobierno, de por sí inmóvil, se petrificó, inundado de pánico, y sólo atinó a justificar: no fui yo, me cae; la culpa es de la madre naturaleza, a ella reclámenle, lo que de cualquier suerte no resolvió nada.

De entrada, pues, el aquí no pasa nada costó 2 mil 500 millones de dólares (recursos públicos, desde luego) y 400 millones diarios adicionales hasta que las aguas “tomen su curso”. Si se echan cuentas, es muchísimo dinero para antigripales, independientemente de si son dineros de las preciadas cuan –hasta ayer– intocadas reservas internacionales, que ni siquiera osaron rozar para utilizarlas en el salvamento de los damnificados por el devastador huracán Wilma en 2005, para las inundaciones tabasqueñas de 2007, o para tantas otras urgencias sociales. Una vez más, dinero de la nación para alimentar a los buitres especuladores.

En medio del aquí no pasa nada, a la “prudencia” y el llamado al “ahorro” de las autoridades hacendarias, ahora se suma el llamado a la “paciencia”, la “calma” y la “confianza” que ayer lazaron tres de los petrificados del calderonismo: el doctor catarrito Agustín Carstens, el experto en crisis de “coyuntura” Guillermo Ortiz y el señor de los contratos Juan Camilo Mouriño, no hace mucho acérrimos defensores de que las sacudidas en el norte les hacían los mandados.

Como siempre, la drástica realidad impone su paso: el aquí no pasa nada devino en programa de emergencia, divulgado ayer en cadena nacional por el inquilino de Los Pinos, quien para variar inició su perorata con una serie de frases huecas que se repiten desde hace 26 años y se limpió las manos, porque la crisis es de importación.

Sin embargo, lo único rescatable del mensaje en cadena nacional es que el michoacano, quiéralo o no, se vio en la penosa necesidad de reconocer que la única forma de salir del hoyo, de crecer y generar empleo es por medio del gasto público, amén de anunciar el sepelio de los voluminosos cuan costosísimos Pidiregas y liberar recursos de la nación celosamente guardados bajo mil llaves, que bien a bien nadie sabe a cuánto ascienden, perdidos en la maraña de fondos, fideicomisos, y demás subterfugios que en nada han beneficiado a los mexicanos.

¡Sorpresa!: tantos años desperdiciados para llegar a la conclusión que para rescatar el maltrecho cuan inoperante esquema neoliberal y su oprobiosa política económica, de que la única forma para crecer, generar empleo y distribuir de mejor forma la riqueza es el gasto público.

El inquilino de Los Pinos se refirió al ostentoso deterioro que sufre la tercia de patas que sostiene a la economía nacional, es decir, petróleo, turismo y remesas (más la invisible de los narcodólares): la primera se tambalea, la segunda se rompió y la tercera está por hacerlo. Y para aderezar la “gripa” por él originalmente definida, reconoció la caída en exportaciones, inversión, empleo, crecimiento económico, impuestos y demás. Demasiado para una simple “gripa”.

La parte interesante de la cadena nacional fue la relativa al uso de recursos públicos atesorados y celosamente guardados para fomentar el crecimiento económico y la generación de empleo. La obra pública con el gasto ídem como única palanca para el desarrollo. Lo negaron todos estos años, hasta que la realidad les estalló en la cara, que sería lo de menos de no estar de por medio cinco lustros perdidos para los mexicanos.

Habrá que ver si con esta, por fin, aprenden. Ya son muchos desperdicios. En vía de mientras, se incrementará el gasto público en infraestructura energética, carretera, ferroviaria, educativa, de salud, seguridad, agropecuaria, hidroagrícola, vivienda popular, deportiva, urbana y turística, amén de procurar fondos para las pequeñas y medianas empresas del país, las grandes generadoras de empelo. Y de pilón una refinería, es decir, lo que desde muchos años atrás se ha propuesto para sacar al país del hoyo.

Las rebanadas del pastel

En medio del ajetreo, otros aprovechan para ampliar sus tentáculos en un sector que no sólo dejó de ser de los mexicanos, sino que ahora se negocia entre las propias trasnacionales. Resulta que la Comisión Federal de Competencia autorizó a la española Gas Natural la compra de las centrales eléctricas que en México posee la también española Unión Fenosa, por medio de la cual la gasera se queda con casi mil 500 megavatios, para sumarlos a su capacidad instalada que ya asciende a más de 3 mil 700 MW, producto de otra adquisición, el año pasado, a Electricity de France y a la propia Unión Fenosa, con lo que 33 por ciento de la “producción independiente” de energía eléctrica se queda en manos de este consorcio oficialmente dedicado a la comercialización de gas natural en México, en el que también es amo y señor.





Miriam Posada

■ Con la operación, la española será el segundo operador privado en generación de energía


La Comisión Federal de Competencia (CFC) autorizó a la empresa española Gas Natural la compra de las centrales eléctricas de ciclo combinado que Unión Fenosa opera en México, con lo que el grupo se mantendrá como el segundo operador privado de generación de electricidad en el país con 3 mil 724 megavatios.

El organismo antimonopolios mexicano autorizó la operación como parte del proceso de compra del 100 por ciento de Unión Fenosa por parte de Gas Natural y su estrategia de expansión, que mediante un movimiento previo se hizo de cinco plantas de Electricite de France (EDF)

La autorización de la CFC era necesaria por tratarse de empresas que operan en México y que están integrando un nuevo grupo dentro del sector energético, delicado dadas las leyes mexicanas, pero además uno de los mercados más atractivos para los agentes económicos.

Gas Natural puntualizó que “la autorización otorgada por la CFC se enmarca en el proceso de obtención de permisos de organismos regulatorios y autoridades de competencia, necesarios para la compra de Unión Fenosa, que Gas Natural está solicitando en España y en otros países donde ambas compañías tienen actividad”.

Con esta operación el nuevo grupo energético se mantendrá como el segundo operador privado de generación eléctrica en México, con un capital de 3 mil 724 megavatios (MW) de potencia aislada, resultado de la adquisición de las centrales de ciclo combinado (CCC) de Unión Fenosa y las de EDF.

Al momento, Gas Natural tiene 2 mil 233 MW en ciclos combinados que obtuvo al comprar en 2007 cinco centrales eléctricas de EDF, a los que se sumarán los mil 491 MW de Unión Fenosa, cantidad con la que se colocarán atrás de Iberdrola, que es el primer operador privado de generación eléctrica en el país.

“El nuevo grupo dispondrá de 33 por ciento de la potencia instalada por productores independientes, tras Iberdrola que cueJustify Fullnta con 37 por ciento. La potencia instalada por productores independientes en México asciende a 22.9 por ciento del total”.

Gas Natural señaló que la compra de Unión Fenosa “supondría un avance significativo en la estrategia de la empresa, y permitirá crear un grupo empresarial español con capacidad para competir de forma eficiente en unos mercados energéticos sometidos a un proceso creciente de integración, globalización y aumento de la competencia”.

A su vez, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) dio a conocer que a 10 meses de que iniciara la operación de su red de fibra óptica, ha firmado 12 contratos de servicio de capacidad de transporte, que representan 300 enlaces de telecomunicaciones en 31 estados de la República.

Como carrier de carriers la CFE suscribió contratos de enlaces de alta capacidad que van desde E-1 hasta STM16, con una disponibilidad del 99.99 por ciento. La paraestatal detalló que dichos compromisos no son sólo con el sector público, sino también con empresas de telefonía y de televisión por cable.
Ira en EU contra los políticos y los ejecutivos de Wall Street


■ Altos jefes de Lehman Brothers mantienen remuneraciones por 480 mdd tras el rescate
■ “En momentos de crisis el liderazgo del país es una vergüenza”; ya nadie les cree: analista
■ Los mandos del sector financiero, ex “maestros del universo”, hoy son los villanos de la historia
David Brooks (Corresponsal)

Nueva York, 8 de octubre. “¿Ya están brincando los ejecutivos desde los edificios de Wall Street? Ojalá vayan y los arresten antes de que lo hagan, hijos de la chingada”, dice un neoyorquino leyendo los titulares de los periódicos hoy.

Algunos de esos ejecutivos hicieron poco para cambiar la ira popular cuando se presentaron en audiencias ante el Congreso esta semana, donde intentaron justificar sus decisiones que resultaron en la crisis financiera más grande desde la Gran Depresión.

Richard Fuld, ejecutivo en jefe de Lehman Brothers, uno de los cinco bancos de inversiones más grandes que entró en quiebra en 15 de septiembre, no tenía respuesta cuando el representante Henry Waxman lo interrogó así: “Su empresa ahora está en bancarrota y su país en un estado de crisis, pero usted se queda con sus 480 millones (la remuneración que ha ganado en sus años como jefe de la empresa). ¿Usted cree que eso es justo?.. Es casi inimaginable para tanta gente”.

Ahí se reveló que cuando un ejecutivo de bajo rango sugirió que los ejecutivos de Lehman deberían considerar anular su ingreso adicional, el jefe de inversiones globales de la empresa, George Walker, quien resulta ser primo del presidente George W. Bush, envió una disculpa por permitir que haya circulado tal sugerencia. Cuatro días antes de declararse en bancarrota, el comité ejecutivo de compensaciones de la empresa recomendó que tres ejecutivos que se retiraban deberían ser premiados con 20 millones de dólares.

Detrás de Fuld en el público de la audiencia, había pancartas en las que se leía “Vergüenza” y “Limiten la avaricia”.




Ayer, frente al mismo comité del Congreso, le tocó el turno a los ejecutivos de la gigantesca aseguradora AIG. Fueron interrogados sobre cómo era posible que seis días después de que los contribuyentes del país habían rescatado la empresa con 85 mil millones de dólares, los ejecutivos gastaron 500 mil dólares de la empresa para relajarse en un hotel de lujo en las playas de California, donde ocuparon 60 habitaciones.

Ahí gastaron 200 mil para los cuartos, 150 mil para comidas, 10 mil en el bar, y 23 mil en el spa. “Estaban consiguiendo sus manicures, sus faciales, sus pedicures y sus masajes mientras que el pueblo estadunidense estaba pagando la cuenta”, declaró el representante Elijah Cummings al interrogarlos.

Sin embargo, hoy se anunció que la Reserva Federal estaba otorgando otro préstamo de 38.7 mil millones a AIG.

De pronto, parece, los que antes eran admirados como los “maestros del universo” ahora son los villanos de esta historia junto con varios de sus cuates en la cúpula política.

Nadie sabe si el rescate financiero funcionará, pero la ira y desconfianza popular contra la cúpula política y económica del país es palpable en las calles (no es por nada que la Casa Blanca republicana y el Congreso demócrata registran sus niveles más altos de desaprobación en la historia en las encuestas).

Que ambos candidatos presidenciales, que el liderazgo demócrata y la Casa Blanca republicana y una mayoría de ambos partidos afirmen, al unísono, que entregar miles de millones al sector más rico del país para beneficio de todos los demás, con esa consigna de que “no es para Wall Street, sino para Main Street”, sigue sonando hueco y algo sospechoso.

Mike Lupica, columnista del New York Daily News, lo expresa cuando escribe: “en momentos de crisis el liderazgo del país es una vergüenza... Hablan de miles de millones y billones a gente que se está ahogando en deudas de tarjetas de crédito, que no logra conseguir préstamos para ir a la universidad, y menos pueden pagarlas, que ya no tienen con qué pagar la gasolina para sus coches... Ya nadie les cree más”.

O Michael Moore, el cineasta, quien escribe que “los 400 estadunidenses más ricos... tienen más que los 150 millones de estadunidenses de abajo. Cuatrocientos estadunidenses ricos tienen más guardado que la mitad de todo el país. Su valor neto combinado es 1.6 billones. Durante los ocho años del gobierno de Bush, su riqueza se ha incrementado por casi 700 mil millones, el mismo monto que ahora están demandando que les demos para su ‘rescate’. ¿Por qué no mejor gastan la lana que ganaron con Bush para rescatarse a sí mismos? Aún contarían con casi un billón de dólares para compartir entre ellos. ¿Por qué razón se nos ocurre dar a estos barones rateros más de nuestro dinero?”

Es el fin de una segunda edad “dorada”, dicen unos (la primera acabó con la Gran Depresión); otros que es el fin de una economía encabezada por los autoproclamados “maestros del universo”, los ejecutivos del sector financiero que se presentaban casi como dioses, encargados de lo que ahora muchos dicen que fue más bien un casino.

El momento recuerda una conversación ficticia sobre la economía ficción del mundo financiero especulativo. Gordon Gekko, el multimillonario inversionista en sus oficinas de lujo en Nueva York le dice a su aprendiz Bud Fox que Wall Street es “una ilusión que se ha vuelto real”. El aprendiz le pregunta acerca de los límites de la avaricia, “¿Pero cuánto es suficiente?”, furioso porque Gekko está por comprar una aerolínea sólo para destruir la empresa como negocio; empresa donde trabajan el padre de Fox y otros sindicalizados que perderán sus empleos. Gekko le responde que si no sabía que “el 1 por ciento del país es dueño de 50 pro ciento de la riqueza”, y que ese más de 90 por ciento del país ha sido convencido que así es el mundo. “Yo produzco nada”, dice, sino que sólo juega con lo que ha sido creado por otros. Y acaba: “A poco eres tan ingenuo que crees que vivimos en una democracia. Esto es el libre mercado”. Gekko, personaje actuado por Michael Douglas por lo cual ganó el Oscar, y Fox, actuado por Charlie Sheen (su padre en la vida real, Martin Sheen, tiene el papel de su padre aquí también) fueron parte de la película Wall Street dirigida por Oliver Stone hace 20 años.
http://www.jornada.unam.mx/2008/10/09/index.php?section=mundo&article=034n1mun

■ Altos jefes de Lehman Brothers mantienen remuneraciones por 480 mdd tras el rescate
Ira en EU contra los políticos y los ejecutivos de Wall Street
■ “En momentos de crisis el liderazgo del país es una vergüenza”; ya nadie les cree: analista
■ Los mandos del sector financiero, ex “maestros del universo”, hoy son los villanos de la historia
David Brooks (Corresponsal)

Sunday, October 05, 2008

Bajo la Lupa




Alfredo Jalife-Rahme

■ Medvedev y Putin ofician las exequias del poder financiero de EU


La defunción financiera de EU requiere los funerales litúrgicos oficiados por una superpotencia nuclear del tamaño de Rusia.

Los triunfadores de la Segunda Guerra Mundial auspiciaron la exitosa reunión de Bretton Woods, que funcionó notablemente hasta que el presidente de EU Richard Nixon desacopló unilateralmente al dólar del patrón-oro, lo que dio comienzo a la flotación de las divisas que posteriormente desembocó en el artificial diluvio crediticio de la aciaga etapa greenspaniana, la matriz operativa del tsunami financiero global en curso.

El grave problema radica en la ausencia de un sucedáneo sistema financiero alterno, lo cual ha sido obscenamente explotado por EU, quien practica así el “síndrome Sansón” al pretender arrastrar en su desgracia al resto del planeta (ver Bajo la Lupa 01/10/08).

Las oraciones fúnebres del sistema financiero anglosajón han sido oficiadas destacadamente por Francia, Alemania, Rusia y Brasil.








Durante el 8° Foro Anual de Desarrollo ruso-alemán en San Petersburgo, el presidente Dimitri Medvedev(DM), ante la presencia de la canciller Angela Merkel (AM), sentenció que el “dominio económico de EU había terminado” (The Australian; 02/10/08). DM reclamó la “construcción de un nuevo y más justo sistema financiero-económico, basado en la multipolaridad, la supremacía de la ley y el respeto a los intereses mutuos”. Propuso que el nuevo sistema debe basarse en una “gestión colectiva” que comporte “nuevos mecanismos de toma de decisiones y responsabilidad colectiva”.

En ningún momento DM citó al Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial o a la Organización Mundial de Comercio (donde Rusia ha sido vetada por Georgia a instigación de EU), totalmente ausentes durante el tsunami financiero global. Llamó poderosamente la atención la presencia de la canciller alemana AM durante la oración fúnebre del presidente DM en San Petersburgo, la ciudad más “occidental” rusa.

Por su parte, la canciller AM se pronunció sucintamente por la “regulación del mercado con abordaje multilateral”(NYT; 03/10/08).

Un día antes, el poderoso primer ministro Vlady Putin había fustigado la “irresponsabilidad económica de EU” y su culpabilidad en haber creado la crisis financiera global.

De Defensa (29/09/08), centro de pensamiento militar europeo, vaticina en forma audaz la inexorabilidad de un eje ruso-franco-alemán como consecuencia del tsunami financiero. La crítica a EU por su conducta desregulada de parte de Francia y Alemania ha sido muy severa y tiende a “forzar el destino” que coloca en entredicho el “fundamento de la alianza trasatlántica”. Pone en relieve la triste constatación del viejo atlantista, hoy de 80 años de edad, Herbert Kremp (HK), veterano de la guerra fría, cuyos agudos comentarios definen el zeitgeist (el “espíritu de los tiempos”) que ronda en Alemania, según reporta el rotativo Die Welt sobre las consecuencias de la crisis: “Europa abandona su viejo modelo, a EU”, como tendencia inevitable, mientras la “tentación será mayor para seguir en su lugar a los flujos del gas y del petróleo (¡súper sic!), en lugar de proseguir una estrategia geopolítica de largo plazo que une la libertad y la prosperidad”. Por “libertad y prosperidad”, HK se refiere a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Cabe destacar que los “flujos del gas y el petróleo” constituyen la “vía rusa”.

Mata de risa el uso laxamente indiscriminado por el régimen torturador bushiano y su fauna neoliberal de términos como “libertad”, “seguridad”, y “prosperidad”, que deben ser leídos al revés, como es el caso nefario del ASPAN tripartita: Alianza para la “Seguridad” (sic) y “Prosperidad” (sic) de América del Norte, que desembocó en la mayor inseguridad y en el abatimiento de la prosperidad en México.

Stratfor, (03.10.08), centro de pensamiento texano-israelí vinculado al Pentágono, da por hecho la “nueva alianza” entre Rusia y Alemania, como consecuencia de la decadencia anglosajona.

Stratfor afirma que entre los tópicos abordados por DM y AM “se encuentra la posibilidad de un nuevo acuerdo colectivo de seguridad entre Europa (sic) y Rusia, apodado “Helsinki 2”, con el fin de “socavar la alianza de la OTAN”, cuya “efectividad ha sido puesta en entredicho por una constelación (sic) de países”, cuando se encuentra también en tela de juicio la “efectividad de la ONU”, vilipendiada por el panameño John MacCain, super-bélico candidato presidencial del Partido Republicano.

Quizá Stratfor se adelanta a la política del próximo presidente de EU, que tenderá a un mayor aislacionismo en los asuntos mundiales, por lo que pone en relieve la existencia de “varios sectores en el seno de EU que sopesan la valía de sus alianzas”.

Según Stratfor, DM y AM discutieron una “multitud (sic) de temas, desde las reverberaciones de la guerra de Rusia y Georgia hasta el abastecimiento energético y la situación financiera global”.

Stratfor asevera que la iniciativa del presidente Medvedev sobre un “Helsinki 2” había sido esbozada el pasado junio en Berlín, cuando indicó su deseo de “equilibrar sus preocupaciones de seguridad en Europa con las de EU” (el despliegue balístico misilístico bushiano) y que pareció haber caído en oídos sordos hasta que llegó la sacudida de la respuesta militar exitosa cuan expedita de Rusia en Georgia.

El centro de pensamiento texano-israelí recuerda los fracasos previos de Rusia para integrar organizaciones basadas en “sistemas de armas o comunicaciones”, aunque se ha integrado a otros agrupamientos (v. gr. el Grupo de Shangai), “estas no rivalizan con la OTAN”. A su juicio, un “nuevo pacto Helsinki 2” desembocaría en “relaciones más estrechas entre Europa y Rusia”, como sucedió en 1975 con “Helsinki 1” (en ese entonces con la URSS).

“Helsinki 1” reflejó la debilidad de EU cuando se encontraba empantanada en Vietnam, mientras “Helsinki 2” representaría su imagen en espejo, cuando EU padece severas crisis multidimensionales. Cabe señalar que “Helsinki 1” constituyó una iniciativa alemana en la década de los 70, mientras que “Helsinki 2” nace de la ventana de oportunidad abierta y donde se nota mayormente el vigoroso impulso ruso.

Stratfor parece conceder que a la OTAN le ganó el tiempo para realizar las reformas susceptibles con el fin de detener el resurgimiento irresistible de Rusia.

La probable alianza entre Rusia y Alemania, a la que nada remotamente se pudiera adherir Francia, es el resultado tanto del nuevo exquisito posicionamiento ruso en el Cáucaso (ver “El mundo cambió en el Cáucaso”; Bajo la Lupa 20/08/08) como del despliegue de la triple crisis multidimensional (financiera, energética y alimenticia) en medio del cambio climático y la pulverización del sistema financiera anglosajón. ¿Como jugará China?

Astillero




Julio Hernández López
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

■ Felipe ante su fantasma

■ Impericia grave

■ Pasmo de “civiles”

■ Control militar


Felipe Calderón mostró una peligrosa impericia el viernes pasado a la hora de enfrentar las manejables protestas de dos jóvenes en Palacio Nacional. Tomado absolutamente sin sorpresa, pues Andrés Gómez le hizo saber con toda anticipación su claramente impugnadora negativa a saludarlo, el ocupante de la Presidencia de la República perdió el control político del incidente, al tratar de hilar improvisaciones discursivas sobre la libertad y la tolerancia mientras a sus ojos Mario Virgilio Jiménez era sacado del lugar por miembros del Estado Mayor Presidencial y otros de ellos “controlaban” mediante amenazantes órdenes y acoso físico a quien había gritado “espurio” al funcionario michoacano que permitió el actuar represivo de sus cuidadores militares sin atreverse a dar el golpe básico de inteligencia política que hubiera significado el ordenar en público e instantáneamente a su cuerpo castrense de elite que dejara en paz a los jóvenes y respetara su libre expresión.





Lo más grave no fue, sin embargo, la comprobación pública de la reducida estatura política de quien está encaramado en la cúspide de la pirámide de la administración federal, ni su comportamiento lleno de trastiendas donde se almacenan resentimientos e inseguridad, sino el hecho palmario de que durante dos horas y media quien ejerció el poder fue el Estado Mayor Presidencial, con ausencia operativa absoluta de los funcionarios civiles integrantes del aparato presidencial cuando menos hasta la torpe y deshilachada emisión, presuntamente el finiquito del asunto, de un comunicado de prensa en el que el ocupante de Los Pinos justifica y se hace corresponsable de la acción de sus custodios, quienes habrían cumplido con sus obligaciones reglamentarias y legales al detener a los dos jóvenes, encerrarlos durante una hora y media en oficinas de Palacio Nacional convertidas en cárceles preventivas, someterlos a interrogatorios y tratamientos amenazantes, entregarlos sin razón jurídicamente fundada ni formalizada a policías del Distrito Federal y, dejando asomar el rostro oscuro de la posibilidad de enjuiciarlos por delitos de corte político, beneficiarlos con un gesto de presunta generosidad al “anticipar” que no se formularían “cargos contra estos jóvenes”, lo cual constituyó la primera amnistía del régimen calderónico a presos políticos que a pesar de la brevedad de su detención y el desistimiento de su parte acusadora podrían ahora entablar demandas contra quienes los sometieron a todas las arbitrariedades citadas e incluso contra el licenciado Calderón, que se la pasa solicitando a los desprotegidos ciudadanos que denuncien los presuntos delitos que cometan peligrosos y vengativos criminales pero que él mismo, en medio de sus fortalezas blindadas, fue incapaz de sostener acusaciones contra quienes sí consideró probables responsables “de conductas que son sancionadas penal o administrativamente por la legislación vigente”.

El episodio del viernes deja lamentables saldos. Calderón careció de la grandeza política para enfrentar una protesta juvenil previsible y acotada y, a pesar de las palabras que dijo, permitió que el par de jóvenes fuese arrestado, en clara convalidación práctica del intento en curso de criminalizar toda protesta política y social. Calderón no puede aducir que ignoraba el actuar represivo de sus escoltas, pues a Mario Virgilio Jiménez lo “retiraron” del público invitado mientras él, Felipe, cambiaba el giro de su discurso, tocaba el tema del 68 y hablaba de que ahora sí se podía dar el “espectáculo” de impugnar al poderoso sin que –cajum, cajum– le sucediera nada a los disidentes, y la ausencia de Andrés Gómez era evidente a la hora en que, al final del acto, los jóvenes premiados se tomaron una fotografía oficial con el michoacano que no pudo sustraerse a la tentación menor de contaminar su discurso con las referencias a quienes ahora le niegan reconocimiento como presidente pero 40 años atrás formaban parte de aquel “régimen autoritario”.

Otro detalle grotesco fue la virtual huida de personajes del gobierno federal a la hora de atender el caso de los jóvenes desaparecidos durante más de 90 minutos. Ningún funcionario hizo nada que no fuera abandonar con rapidez el escenario candente. La máxima burócrata del instituto juvenil federal, convocante del acto, se quedó pasmada, muda, incapaz de algo más que pedir en estado zombi a los reporteros que la dejaran pasar. Por cierto, esta presidenta del Instituto Mexicano de la Juventud, Priscila Vera, fue impuesta por Mariana Gómez del Campo, familiar de la señora Margarita, para que ese instituto sea fuente de recursos para actividades panistas en la capital y de negocios para beneficio de esa camarilla blanquiazul. En realidad, el acto juvenil fue pensado originalmente para centrar el discurso felipense en el encomio de la lucha política de la oaxaqueña Eufrosina Cruz, a quien arrebataron un triunfo electoral a cuenta de usos y costumbres indígenas contrarios a la participación de las mujeres. Calderón no había hablado del 68 ni lo haría en este acto sino de manera sesgada, reconociendo el valor de los jóvenes mexicanos estudiosos y dedicados y estableciendo referentes cómodos para él, como el caso de Eufrosina. Las circunstancias le obligaron a atender improvisadamente el tema indeseado, con tan poca habilidad que acabó confirmando, involuntariamente y entre tropiezos, un día después del Dos de Octubre, los peligros de las instituciones civiles rebasadas y del poder militar sustituto.

Y, mientras los narcos van subiendo el rango políticos de sus víctimas, esta vez al asesinar al presidente municipal de Ixtapan de la Sal, y el cártel del Golfo se desmarca mediante Manta News de las granadas de Morelia y ofrece millonaria recompensa en dólares para encontrar a los culpables, y en Chiapas mueren campesinos enmedio del desgobierno del alegre Juan Sabines II, ¡hasta mañana, con los primeros partes de la guerra electoral de Guerrero, en la que el PRD-Chucho/Gobierno va con todo el arsenal mapache en Acapulco!


La crisis y el final de un sistema



Antonio Gershenson
gershen@servidor.unam.mx


Lo principal de la crisis que se empieza a vivir no es lo del momento, sino su desarrollo. Primero, por lo menos de las cosas que más llamaron la atención fue la crisis inmobiliaria. Las inmobiliarias, relacionadas directamente con los préstamos hipotecarios para viviendas y otras construcciones o departamentos, tuvieron cada vez más dificultades para cobrar.

También se involucraron en negocios de alto riesgo, sin la plena seguridad de poder cobrar lo que suponían que iban a lograr. Dos de las mayores fueron “rescatadas”, el gobierno estadunidense les transfirió recursos, les prestó apoyo. Aparentemente se pasaba el problema, pero al rato saltaba por otro lado, y eran varios bancos y financieras los que tenían problemas similares. Gastaron más de lo que en realidad podían, incluso comprando otro banco.

Se ha dado más a conocer lo que pasa en Estados Unidos, pero el problema va mucho más allá. En general, se han transferido grandes sumas a bancos y otras instituciones financieras, para evitar su quiebra. Ya eso rompe con las reglas ultraliberales que se quisieron imponer a todo el mundo durante décadas. Pero en Europa las cosas fueron más allá.

Uno de los principales bancos belga-holandés, también aseguradora, Fortis, recibió una fuerte inyección de dinero pero también fue nacionalizado, según algunas fuentes parcialmente. Pero unos días después, el gobierno holandés decidió hacerse cargo de todas las funciones de Fortis en su país, bancarias y de seguros, incluso las acciones que este banco había comprado el año pasado, de ABN Amro, otro de los mayores.

En Inglaterra se nacionalizó el banco Bradford and Bingley, para evitar que fuera adquirido por el español Santander, que ya acaparaba bastante. En Islandia, se nacionalizó a Glitnir, el tercer banco del país. De modo que es un problema mucho más amplio, como es amplia la gama de soluciones que se han buscado de un país a otro. Pero lo que debemos notar es que las viejas reglas, tan defendidas por el Fondo Monetario Internacional, ya fueron tiradas a la basura. Todas y cada una de las acciones mencionadas son intervenciones del Estado en la economía de sus respectivos países.

Debemos hacer notar que la crisis tiene otras expresiones, el que el crédito se haga caro y difícil les pega a otras ramas, ya productivas. En Estados Unidos, en agosto los pedidos a fábricas bajaron 4 por ciento. Dentro de esto, los pedidos de vehículos de motor bajaron 10.6 por ciento en el mismo mes. En septiembre, se vio un efecto especialmente duro en la venta de coches japoneses ahí mismo. Si antes la gasolina cara les pegó a los fabricantes estadunidenses de vehículos, especialmente los traga gasolina, y los japoneses con mejor rendimiento de ese combustible la libraron, ahora no es el dinero para la gasolina sino el dinero y en especial el crédito para comprar el coche. Las ventas de Toyota en Estados Unidos bajaron 32 por ciento en este último mes.

En la crisis iniciada en 1929 también sucedió algo así. El sistema que llevó a esa crisis era indefendible. Las medidas tomadas de un país a otro eran no sólo muy diferentes, sino en algunos casos y desde ciertos puntos de vista fueron incluso opuestas. En Estados Unidos, por ejemplo, se llegó a reactivar la economía con obras públicas en grandes volúmenes. Los países dominados por el nazifascismo activaron las industrias bélicas. En México, se llegó a la expropiación petrolera. Pero en todos los casos se trataba de formas de intervención del Estado en la economía.

En América Latina el proceso empezó desde antes del que ahora analizamos. A esta región le tocó la peor parte, y la reacción fue una sucesión cada vez más amplia de gobiernos de izquierda. Y, como hemos visto en estas líneas, el proceso en cuanto a las empresas públicas petroleras ha sido de participación creciente del Estado. Électricité de France (EDF), empresa pública francesa, acaba de adquirir British Energy, privatizada en 1996, que posee y opera las plantas nucleoeléctricas inglesas, y además anda sobre otros objetivos en Estados Unidos. Una empresa pública comprando empresas privadas. Hay excepciones, donde tecnócratas trasnochados sueñan con privatizar el petróleo. México es el caso típico.

Debemos estar atentos a este proceso, porque de una o de otra manera somos parte de él. Las declaraciones oficiales muestran absoluta ausencia mental de esta realidad. Falta un mes para las elecciones en Estados Unidos. Si las tendencias medidas con las encuestas se mantienen, el cambio será mayor del que ya estamos presenciando. Las actuales medidas son el resultado de negociaciones entre un poder legislativo de mayoría demócrata, y un gobierno republicano. Son medidas de transición.

Ya se habla de una reunión mundial para definir la nuevas reglas para el sistema financiero internacional, la cual se daría dentro de los próximos seis meses.

Así como desde 1929 ya no había reversa posible hacia el supuesto libre mercado, tampoco la hay ya ahora. La extensión y profundidad de los cambios, que son sólo el inicio de un proceso, así lo muestran. ¿Quién va a ir a Islandia a obligarlos a que reprivaticen al banco Glitnir, a Inglaterra a que lo hagan con el Bradford and Bingley, a EDF a que no esté comprando empresas privadas y así con las muy variadas medidas que se están tomando en diferentes países, o empezándose a tomar? ¿Quién va a meter al pollito de nuevo en su cascarón?

Las palabras de los discursos, sobre todo si están fuera del mundo actual, no van a alterar esta realidad, este proceso de cambios, esta transformación que apenas empieza. Al tiempo que reforzamos nuestra defensa del petróleo, es muy apropiado, muy oportuno, que se esté planteando un programa alternativo que apunta a ir resolviendo los problemas, con lo cual también empezamos a inscribirnos en este cambio.