Saturday, January 12, 2008

Immanuel Wallerstein

¿Qué han logrado los zapatistas?


El primero de enero de 1994, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que se conoce comúnmente como los zapatistas, condujo una insurrección en San Cristóbal de las Casas, en el estado de Chiapas de México. Casi 14 años después, el EZLN llamó a un coloquio internacional entre el 13 y el 17 de diciembre de 2007 en la misma ciudad con el tema “Planeta Tierra: Movimientos Antisistémicos”, una suerte de evaluación general, tanto global como local, de sus objetivos. Yo mismo participé en el coloquio, como lo hicieron otros activistas e intelectuales. En el curso del coloquio, el subcomandante Marcos impartió una serie de seis charlas, disponibles en Internet.

En cierto sentido, lo que todo el mundo se preguntaba, incluido Marcos, era qué han logrado los zapatistas y cuáles son las perspectivas futuras de los movimientos antisistémicos, en Chiapas y en el mundo. La respuesta a esta cuestión no es simple. Comencemos el relato el primero de enero de 1994. La fecha del comienzo de la insurrección se escogió por ser el día en que entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el TLCAN. La consigna ese día fue “¡Ya basta!” Los zapatistas dijeron desde el inicio que su protesta de cinco siglos contra la injusticia y la humillación y su exigencia de autonomía estaba vinculada orgánicamente con la lucha mundial contra el neoliberalismo y el imperialismo, de los cuales el TLCAN es parte y símbolo.

Recordemos que Chiapas es tal vez la región más pobre de México y que su población está compuesta abrumadoramente por los llamados pueblos indígenas. El primer obispo católico de Chiapas fue Bartolomé de las Casas, sacerdote dominico que en el siglo XVI dedicó su vida a defender vigorosamente (ante la Iglesia y la monarquía española) los derechos de equidad de los indios. De los días de Las Casas a 1994, los indígenas nunca han visto reconocido ese derecho. El EZLN decidió intentar diferentes métodos. ¿Fueron entonces más exitosos? Debemos mirar el impacto de su movimiento en tres ámbitos: en México, como arena política; en el sistema-mundo, como un todo; en el ámbito de la teorización, en torno a los movimientos antisistémicos.

Primero, México: la insurrección armada como táctica fue suspendida después de 12 días. Nunca se ha vuelto a instaurar. Y es claro que no se reinstaurará a menos que el ejército mexicano o los paramilitares de derecha ataquen masivamente las comunidades autónomas zapatistas. Por otra parte, los acuerdos de tregua alcanzados con el gobierno mexicano –los llamados Acuerdos de San Andrés que otorgaban el reconocimiento de la autonomía de las comunidades indígenas– nunca fueron implementados por el gobierno.

En 2001, los zapatistas condujeron una marcha pacífica cruzando México hacia la capital, esperando presionar al Congreso mexicano a que legislara lo esencial de dichos acuerdos. La marcha fue espectacular pero el Congreso mexicano no cumplió. En 2005, los zapatistas lanzaron “la otra campaña”, un esfuerzo por movilizar una alianza de los zapatistas con grupos de otras provincias que tienen objetivos más o menos similares; de nuevo algo espectacular pero que no cambió la política real del gobierno mexicano.

En 2006, los zapatistas rehusaron mordazmente dar su respaldo al candidato de centroizquierda a la presidencia, Andrés Manuel López Obrador, quien contendió en unas elecciones apretadas contra el proclamado ganador, el muy conservador Felipe Calderón. Esta acción fue una que ha ocasionado la mayor controversia con los simpatizantes zapatistas en México y el resto del mundo, pues muchos sienten que eso le costó la elección a López Obrador. La posición zapatista se derivó de su fuerte sentimiento de que la política electoral no logra nada. Los zapatistas han sido críticos de todos los presidentes de centroizquierda en América Latina, de Lula en Brasil a Chávez en Venezuela, con el argumento de que son movimientos de arriba hacia abajo que no cambian nada fundamental en la base para la mayoría oprimida. El único gobierno latinoamericano del cual hablan bien los zapatistas es el de Cuba, porque es el único al que consideran verdaderamente anticapitalista.

Por otra parte, dentro de México, los zapatistas han logrado establecer comunidades indígenas autónomas de facto, que funcionan bien pese a estar sitiadas y bajo constante amenaza del ejército mexicano. La determinación y sofisticación política de estas comunidades son impresionantes. ¿Durará esto en ausencia de un cambio político serio en México, especialmente a la luz de crecientes presiones sobre los derechos de los indígenas respecto de sus propias tierras? Este punto sigue sin resolverse.

El panorama en el escenario mundial es algo diferente. No hay duda de que la insurrección zapatista de 1994 se volvió una inspiración importante para los movimientos antisistémicos del mundo. Es incuestionable que es un punto de quiebre clave en el proceso que condujo a las manifestaciones de Seattle en 1999, que ocasionaron el fracaso de la reunión de la Organización Mundial de Comercio (OMC), un fracaso del cual nunca se ha recuperado. Si hoy la OMC se halla semimoribunda como resultado de un impasse Norte-Sur, los zapatistas pueden reivindicar algún crédito.

A su vez, Seattle condujo a la creación del Foro Social Mundial (FSM) en 2001, que se ha convertido en el principal punto de encuentro de los movimientos antisistémicos del mundo. Y si los zapatistas mismos nunca han asistido a ningún FSM por ser, técnicamente, una fuerza armada, los zapatistas han permanecido como un movimiento icónico dentro del FSM, una suerte de fuerza inspiradora.

Desde el principio los zapatistas han dicho que sus objetivos y preocupaciones son mundiales –intergalácticos en su jerga– y ofrecieron apoyo a los movimientos de todas partes, además de buscar respaldo de todos lados. En eso han tenido mucho éxito. Y si últimamente el respaldo mundial ha sufrido algo de fatiga, el coloquio de diciembre de 2007 fue con claridad un intento de resucitar estas alianzas.

Sin embargo, de muchas formas, la contribución más importante de los zapatistas –y la más cuestionada– ha sido en el ámbito teórico. Fue impactante que de las seis charlas que Marcos impartió en diciembre, la primera la dedicara a la importancia de teorizar en las ciencias sociales. ¿Qué dicen los zapatistas acerca de cómo analizar el mundo?

Primero que nada, enfatizan que la cosa básica que está mal con el mundo de hoy es que es un mundo capitalista, y que eso es lo básico que hay que cambiar e insisten en que eso requerirá una lucha real. Ahora bien, los zapatistas no son los primeros en alegar eso. ¿Así que qué es lo que añaden? Son parte de la visión post 1968 que insiste en que los análisis tradicionales de la Vieja Izquierda son muy obtusos, puesto que parecen haber enfatizado únicamente los problemas y luchas del proletariado urbano industrial. Marcos dedicó toda una charla a las luchas de las mujeres en pos de sus derechos. Dedicó otra a la importancia crucial de que los que trabajan el campo tengan el control de la tierra.

Y es de notar que situó varias charlas bajo el rubro “ni centro ni periferia”, rechazando la idea de que uno u otra tuvieran la prioridad, tanto en términos de poder o de análisis intelectual. Los zapatistas están proclamando que la lucha por los derechos de todo grupo oprimido es igualmente importante, y que debe darse en todos los frentes al mismo tiempo.

También afirman que los movimientos mismos deben ser internamente democráticos. La consigna es “mandar obedeciendo”, que puede traducirse diciendo que “uno debe conducir obedeciendo la voz y deseos de aquéllos a quienes uno conduce”. Esto es fácil de decir y difícil de hacer, pero es un grito contra el verticalismo histórico de los movimientos de izquierda. Esto los conduce a un “horizontalismo” en las relaciones entre los diferentes movimientos. Algunos de sus seguidores dicen que siempre se opondrán a tomar el poder del Estado. Aunque son muy escépticos de tomar el poder del Estado mediante el “mal menor”, están dispuestos a hacer excepciones, como en el caso de Cuba.

¿Fue un éxito la insurrección zapatista? La única respuesta es un relato apócrifo acerca de la respuesta que supuestamente dio Chou-En-Lai a la pregunta “¿Qué piensa usted de la Revolución Francesa?” Y la respuesta fue: “Es muy pronto para saber”.

Traducción: Ramón Vera Herrera

© Immanuel Wallerstein














Desfiladero

Jaime Avilés
jamastu@gmail.com

Aristegui

¿En qué se parece al golpe de 1976 vs Excélsior?

Cortaron un árbol donde crecerá un nuevo bosque

El IFE ayudó a organizar los comicios en Kenia



A su llegada a estas tierras, procedente de Nairobi, ciudad en la que dejó a 47 compatriotas librados a su suerte porque, así dijo, “era más importante venir a recibir instrucciones de (…) Felipe Calderón”, el embajador de México en Kenia, Juan Antonio Cue, negó que el IFE hubiese ayudado a las autoridades de aquel país africano a organizar los recientes comicios presidenciales, que provocaron un baño de sangre cuando el candidato oficialista le robó el triunfo, mediante un fraude, al abanderado de la oposición.

La noticia, que parece un chiste pero no lo es y debe ser investigada por el Congreso, inspiró en una lectora de esta página la siguiente reflexión: “la tragedia de Kenia vuelve a poner de relieve la grandeza de López Obrador, que ante una situación muy similar evitó que aquí estallara la violencia”. Desde luego, el plantón de Reforma y las acciones que de él se derivaron conjuraron el riesgo de una masiva explosión de furia. Sin embargo, la resistencia civil pacífica no ha logrado contener la otra violencia, la que de muy distintas formas está generando con intensidad creciente el gobierno pelele de Calderón.

O quizá habría que hablar de las otras violencias. A saber, la de la dizque “guerra” contra el narcotráfico, que justifica la presencia del Ejército en todas partes, causa miles de muertes en las calles, infunde terror, propicia la intervención de Estados Unidos en temas de seguridad nacional (atrae dólares y armas gringas), pero sobre todo beneficia a los cárteles porque la persecución aumenta el precio de sus mercancías y eleva exponencialmente sus ganancias (que comparten con políticos, policías y militares).

Está también la violencia jurídica, que tiene en la cárcel a líderes sociales mientras garantiza impunidad ilimitada a empresarios, gobernadores y arzobispos. Por no hablar de la violencia estructural del modelo económico, culpable de la miseria crónica de los campesinos, los indígenas y vastas capas urbanas. O de la violencia política (Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Atenco). O de la violencia económica, atizada por el encarecimiento de los productos básicos a partir del alza a las gasolinas.

A todo lo anterior hay que agregar la violencia verbal, que esta semana se desató desde la cúpula del sistema, combinando la demagogia y el cinismo con las ganas de provocar al movimiento social que se dispone a dar épicas batallas por la defensa de Pemex y de los productos esenciales del campo. “No hay gasolinazo” (Eduardo Sojo, secretario de Economía). El TLC, “exitoso” (Arturo Sarukhán, embajador en EU). Los aumentos de precios, “por desinformación” (Consejo Coordinador Empresarial). El TLC, “benéfico” (Calderón, presidente pelele). “Estoy mudo” (Jesús Reyes Heroles, director de Pemex, ante periodistas que pedían informes sobre la privatización de la empresa). “México puede volverse adicto a los ingresos que obtiene de Pemex” (Standard & Poor’s, 70 años después de la expropiación petrolera). El procurador de Jalisco “sí asistió a una fiesta sexual en la que fueron violadas menores” (Emilio González Márquez, gobernador estatal, a quien sólo le faltó añadir “y qué”, sabiendo que lo protegerá la Suprema Corte).

Sin soslayar la violencia de género, que merece un espacio aparte, no se puede olvidar la violencia laboral, que en estos días alcanzó una notoriedad escalofriante con tres casos que pintan a los empresarios mexicanos del ramo del periodismo como lo más viles del mundo. El más pequeño de los tres, diría Cri-cri, es Rogelio Toledo, dueño del Diario de Chiapas, que despidió al reportero Mario Álvarez en castigo porque éste se fracturó las dos piernas cuando la noche del 24 de diciembre, en vez de celebrar con su familia, trabajaba en las calles de Tuxtla Gutiérrez y fue atropellado por un camión.

El segundo es Remigio Ángel González, propietario del Canal 9 de la televisión argentina, que encerró en un baño por más de 48 horas, sin ventilación ni comida, a cinco periodistas que había despedido y que regresaron a su trabajo por orden de un juez. Las víctimas, rescatadas el miércoles, están hospitalizadas en Buenos Aires. Ahora bien, si los dos ejemplos anteriores son indignantes, el que protagoniza actualmente el magnate Emilio Azcárraga Jean, es vomitivo.

Para refrendar su alianza con el gobierno pelele, el dueño de Televisa le arrebató los micrófonos de W Radio a Carmen Aristegui, la periodista más querida, respetada, influyente y con mayor audiencia en el ámbito de los medios electrónicos del país. El acontecimiento, que ha sacudido a la opinión pública y tiene ya repercusiones internacionales (véase lo que ayer publicó Le Monde), trae a la memoria lo que sucedió, aquí mismo, el 8 de julio de 1976, cuando el gobierno de Luis Echeverría quitó de la dirección de Excélsior a Julio Scherer.

En aquel tiempo había un dinámico movimiento de insurgencia sindical contra la hegemonía del líder charro Fidel Velázquez, encabezado por el líder electricista Rafael Galván, que desafiaba la estructura vertical del autoritarismo. El cine, el radio y la televisión eran férreamente controlados por el gobierno. La única revista disidente era Siempre!, de José Pagés, cuyo suplemento, La cultura en México, dirigido por Carlos Monsiváis, ejercía la libertad de expresión con altos riegos.

Estaban prohibidas las manifestaciones políticas en el Zócalo, los cuatro partidos políticos autorizados obedecían sin chistar las reglas del juego; la izquierda trataba de salir de la clandestinidad, las cárceles estaban repletas de presos políticos de la guerrilla, y sólo doña Rosario Ibarra hablaba de los desaparecidos, entre los cuales figura Jesús Piedra, su hijo. Cuando Julio Scherer cayó, todos pensamos que era el preludio de una nueva oleada de represión, ahora contra los electricistas y los maestros que organizaban sindicatos universitarios.

Sin embargo, la censura impuesta a todo el país por medio de la maniobra contra Excélsior tenía otra finalidad: sofocar las críticas a la devaluación del primero de septiembre de ese año de 1976, que puso fin a la paridad de 12.50 por dólar, vigente desde 1954, e inauguró la etapa de la hiperinflación, tras la cual, en 1982, llegaron al poder los salinistas. El golpe a Excélsior, empero, dio pie al nacimiento de una nueva generación de medios impresos más libres, modernos y críticos, a la apertura de espacios en radio y a la incorporación de nuevos partidos al Congreso.

Todo ello fue posible, sobre todo, porque así le convenía al gobierno de José López Portillo y a que había una efímera bonanza económica. Hoy, tras el golpe a Carmen Aristegui, los temores se reactualizan: esto parece la antesala de la represión que acompañará la venta de Pemex (y para la cual se creó la Ley Gestapo, que permitirá la entrada de la policía a nuestra casa), pero las condiciones objetivas son muy distintas a las de 1976.

A Calderón no le interesa en absoluto la apertura, pero tiene en su contra un movimiento social gigantesco, que cuenta, además de muchos otros recursos políticos y morales, con las herramientas tecnológicas de internet para multiplicar las trincheras informativas. mientras a Televisa, no le queda sino una runfla de merolicos sin vergüenza y todo el descrédito del mundo. Así que no hay, en suma, ninguna razón para alentar el pesimismo.

Los que cortaron el árbol de Carmen Aristegui en la W fecundaron, sin saberlo, el terreno sobre el que muy pronto crecerá un nuevo bosque. No lo duden: lo veremos.



Friday, January 11, 2008

Desentrañando Estructuras Coherentes




El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido;

más ni sabes de dónde viene, ni a dónde va;

así es todo aquel que es nacido del Espíritu.

Juan 3:8 (Casiodoro de Reina, 1569).





Dedicado a La Mujer Maravilla.





Mientras en México a ustedes se les sigue enfriando hasta el cu-cu, las heladas ni se asoman al sur de las British Isles. ¡Chales! Ni MONO de nieve vamos a poder hacer este año, tú. ¿Pus, qué pasa? Ya ni entiendo qué peX. Está muy “sospechoso” todo esto, ¿no creen? ¿Quién me va a echar LA MANO a desentrañar estos MISTERIOS del clima? ¡Ah, ya me acordé! ¡La MUJER Maravilla! Ella es experta en encontrar “estructuras coherentes” en flujos turbulentos. Ya se hizo.




Para no variarle esta semana andaba en mi planeta, mientras el resto de los cuates de mi pisito andaban bien muinosos. Una de las noches entre semana llegó bien campante y los veo a todos con cara de PALO.

_ ¿Y ora ustedes?, les pregunto.

_ ¡No manches!, me dice la Poblana.

_ ¿Qué?, ya dime.

_ Uno de los pin... Chinos que se la peluqueó, me dice, y dejó todos los pelos (no eran pubicos, no se emocionen) tirados en el piso del baño.

_ ¿Y? Güey que soy, todavía le pregunto.

_ ¿Te parece poco? Casi me vomito y a ti te parece poco. ¡Arrrggg!







Para evitar más problemas, graciosamente me escabullo evitando comentarles que en estos días lo que me quita el sueño es la Vanessa. ¡Ah, no! Eso sí, pero quise decir terminar las correcciones de la tesis pa’ regresar a Mexicalpan y poner en orden todo (sin auxiliarme de ninguna flotilla de Hummers) de una buena veX por todas. No la hagan de jamón, me quedo pensando, reCOGER el pelambre cuesta unos segundos. Lo otro sí que está en Chino, y voy a necesitar de todos mis superpoderes para limpiar el tiradero que se traen en el país del cuerno de la abundancia.




Hablando de labores esotéricas, en esta época de “clandestinidad legal”, debo estar perdiendo el toque. Ando reteagüitado porque, como soy bien NERD, me apliqué a LA TAREA de esta semana, y pus nada. Hasta el día de hoy, ni sus luces de lo que fue nuestra red en el Reino Unido. ¿Habrá sido porque les propuse mencionar a los MIEMBROS del Parlamento Europeo, nuestra “clausula democrática” del acuerdo de libre comercio? Mmm. Seguramente ellos recordaron a los “observadores especiales” que no encontraron “anomalías” graves en nuestra elección. O a lo mejor les provocó un calambre ahí mero, el traer a la memoria que, entre otros, el “Shoe Maker” fue de los primeros mandatarios en reconocer a “nuestro” presidente. ¿Será, tú?




¿Reconocer, reconocer? Mmm. Veo que los “analistas” siguen tratando de encontrar coherencia entre los grandes empresarios. Según ellos, el soltarle la cadenita a la Carmen, contradice sus propias “filosofías” de la máxima ganancia en el mínimo plazo posible. Nel, mis estimados. Estas son inversiones a muuuy largo plazo, ¿verdad, tocayo? Aunque claro, existen aquellos que de plano ni a eso llegan. El “Valet Parking” Mexicano tiene que “matizar” las ordenes de sus “patroncitos” güeros. A ver, ¿cómo le hacemos los renegados para tragarnos eso de que, hay que privatizar a una empresa que nos da –en forma NETA- cuatro de cada diez pesotes que recibimos? Eso vale una PURA y dos con sal, hay que METERLE billelle privado (ya ven que son taaan exitosos. Remember FOBAPROA, IPAB o las siglas con las que traten de ocultarlo hoy, hoy, hoy) a PEMEX, y punto. El otro patrón dice la reforma energética va por que va. Quesque en el CHILE se está mejor. ¡Ah, güeno! Haberlo dicho antes.



¿‘Tá medio canijo, edá? Vieja, ¿qué crees? Vendí tus gallinitas PONEDORAS y compré un PERRO GUARDIAN pa’ que cuide el patio TRASERO del vecino. ¿Cómo la beisbol? A lo mejor sí soy medio inconforme. Chance y el “experimento” sale tan CHIDO como la privatización de los servicios ferroviarios. ¡Brillante idea de ese otro bolerillo de Mexicali! ¿Ese también le hace a los servicios de consultoría, no? Güeno, yo nomás decía. Como andaba todo hecho bolas sin saber qué pensar de la suspensión de facto de garantías individuales, el Gasolinazo, la privatización de PemeX, el plan Payán, más lo que viene, me puse a platicar de fucho con el ex-Soviético. No sirvió de mucho, el bato es fan del Chelsea, uchales. El mero, mero que invierte una lanota en los de Stamford Bridge es Ruso. Aprovecho pa’ “informarme”.

_ Oye, le digo, ¿cómo le ha hecho el Abramovich para que el Vald ni lo moleste?

_ No se mete en política, me contesta.

_ ¿Ah, sí? Finjo la pregunta.

_ Sí, loco. Cuando el Vlad llegó les dijo a todos, no hay peX, ustedes se dedican a los negocios (todo legalito, ajá), y la política la dejan en paX, y tutti contenti.




Parece que esto no satisfizo mucho a algunos que tienen sus headquarters en La CITY y ya ven el resultado. ¿Hay de ese tipo de batos con los que no se juega, edá? Mucho pedir para los apátridas mentalmente colonizados, que ilegalmente detentar el poder en nuestro país. Mientras tanto, el chiquillo que dejó todos los juguetes tirados en el Playground del Medio Oriente, está tratando de irse con su rePUTAción limpia. Pero, estaría con más ganas si nos vamos con el Petróleo Mexicano amarrado antes de dejar la oficina oval de la Avenida Pensilvania, Carlyle dixit.




Mom, where are you? Para ser sincero, con “la mujer maravilla” me sobraría para ordenar todo este super des PAPAYAdo estado de la nación. La tan mentada organización celular es sólo parcialmente efectiva esta vez. El comercio alternativo no creo que los haga desistir de entregar nuestra primera fuente de divisas. ¿’Tonz? S.O.S. El barco se hunde. “Nenitas”, first. Ancianos y escuincles vienen después. Los meros “machos” nos quedamos hasta al último. ¿Qué hacer contra la privatización, pues? Me temo que la huelga nacional es inevitable, más espero que los hechos no terminen como en la Francia de Sarkozy, please. La otra cuestión es: ¿estamos orgianizados para este tipo de protesta? Nos va a llevar al límite de nuestras capacidades se los aseguro.




Cuando JURABA que le había encontrado “algún” orden al caos total, me salen con que también hay unos cambios medios “tricky” entre los canarios. Alguna de sus mercedes me puede explicar qué significa el Acuerdo Ebrard-Campa Ciprián. Y también me entero que el Porkirio toma el mando del FAP, mmm. Güeno espero que su estancia en las Europas lo haya reformado, lo dudo. ¿Habrá que tirar la toalla ahora, comp@s? Niet, hay varios factores que ya platicamos y no se han manifestado porque mantienen al moribundo ese con respiración artificial, pero el “cuete” les va a tronar en las MANOS LIMPIAS. AL TIEMPO.




M@rcoherente;

Norwich, G(ran) B(urst);

11/01/08





... 'ta 'URO, ¿'edá? Pídeles más LANA.





P.D.PRESIDIARIA. “...vamos juntos hasta ITALIA/quiero comprarme un JERSEY A RAYAS/pasaremos de LA MAFIA/nos bañaremos en LA PLAYA...” – VENECIA (Hombres G).







P.D.DORMIMUNDO. “...I’m gonna start a revolution from my BED/Cos you said the brains I have went to my head...” – Don’t look back in anger (Oasis).








P.D.GOLEADORA. “...Aggravated spare for days/I troll down town the redlight place/Jump up bubble up what's in store/LOVE is the drug and I need to score...” – LOVE is the DRUG (ROXY Music).







P.D.BOLIVARIANA. “...Se ha prendido la hierba/dentro del continente/las fronteras se besan/y se ponen ardientes...”

– CANCION urgente para Nicaragua (Silvio Rodríguez).







Preguntas sin respuesta:


¿Qué va a suceder cuando los “clasemedieros” de la (hasta hoy) primer potencia del planeta despierten, y se den cuenta que sus contrapartes de los países rojillos gozan de un mejor nivel de vida que ellos en todos sentidos? Los “copyCATS” de sus satélites no pintan en realidad.






Special Request:



Oigan, se vería bien COOL mi blog con una visita FLORENTINA. ¿Se hace? ...Danke.





Pilona HACKEADA:



Paris, Texas, USA, Diciembre del 2004. Natalia

Reyes Colás, 100% indígena ñahñú, siendo casi

una niña se fue de mojada al otro lado en el 44,

por ahí de la segunda guerra mundial, y se casó

con un “bolillo” a los 20, al que mandó a la fregada

porque le pegaba. Ahora acaba de cumplir 75 años y lleva 15 en eso del internet y la radiotransmisión.

Leyendo y practicando se ha convertido

en una Hacker respetada en la red, en la que usa

el “nickname” de NatKingCole. Radio aficionada

y experta en sistemas cibernéticos, esa madrugada

de diciembre interfiere una señal del sistema

de espía electrónica satelital llamada “Echelon”,

al que lleva años siguiendo. NatKingCole “baja”

la transmisión y la decodifica. Escucha y piensa:

“Cabrones zapaistas, no se están quietos. Vamos a darles

una ayudadita y que se chinguen los Halcones y

Palomas”. Teclea con rapidez, cifra y añade un

“atachment”, vuelve a teclear y la transmisión de

Echelon se modifica. En el Centro de Escucha de

Medina Annex reciben algo incomprensible:

“Allá en la fuente había un chorrito, se hacía grandote,

se hacía chiquito”. El operador, desconcertado,

repite una y otra vez la cinta. Lentamente, el

virus que será conocido posteriormente como

“Pozol Agrio” invade el sistema operativo y se

disemina por toda la red Echelon. Los técnicos

tardan tres semanas en “limpiar” el sistema de

las obras completas de Francisco Gabilondo

Soler, alias Cri-Cri, cuya pertenencia ideológica

no está en los archivos de la Agencia Central de

Inteligencia. El “accidente” provoca que Bush

reorganice sus servicios de inteligencia y el

Departamento de Estado saca un boletín de prensa

donde acusa a Al Qaeda y a Osama Bin Laden

de “terrorismo cibernético”. NatKingCole, conocida entre los exbraceros

de Tlaxcala como doña Natalia, apaga la computadora,

acaricia su gato Eulalio y le pregunta

“¿Crees que nos hemos ganado unas cookies con leche

tibia?”. Eulalio maulla. “Yo también”, añade

Natalia Reyes Colás, neozapatista en Paris, Texas,

USA, mientras abre la puerta del refrigerador.





ENCORE ORINEGRO:

























El gobernador panista intenta minimizar la presunta responsabilidad de su colaborador

El procurador de Jalisco estuvo en bacanal con menores de edad

Alega que el funcionario pudo no haberse enterado de que se estaba cometiendo una violación

Sostiene que hay gente interesada en que crezca el escándalo, “pero no hay nada diferente”

Juan Carlos G. Partida (Corresponsal)



Guadalajara, Jal., 10 de enero. El gobernador Emilio González Márquez finalmente reconoció que el procurador general de Justicia del estado, Tomás Coronado Olmos, estuvo en una fiesta donde, según se denuncio penalmente, hubo prácticas sexuales con menores de edad, una de las cuales fue presuntamente violada por el ex funcionario municipal tapatío Martín Aguirre Aguirre, hoy prófugo.

“Lo que hay detrás de esto es gente interesada en que el tema crezca. Esta creciendo, está bien, están logrando el objetivo, pero no hay nada diferente”, dijo González Márquez, quien puso en duda que las personas que estuvieron presentes en la fiesta donde ocurrió la presunta violación se enteraron de ésta y si las menores que participaron en esas reuniones fueron “ostensiblemente presentadas como menores (…) No sabemos si se enteró (de la violación) porque la respuesta que él da es que no se enteró.

“Podría ser que en este mismo espacio ahora estuviese ocurriendo algún ilícito sin que nosotros nos enteremos, y no nos hace cómplices ni responsables si en estos alrededores se comete algún ilícito por el hecho de estar aquí y no enterarnos. Esa es la pregunta: ¿participó? La respuesta de todo mundo es: no, no participó”, dijo.

En agosto pasado se supo que el procurador Coronado Olmos fue señalado por una menor de edad y su madre como uno de los asistentes a una reunión en la cual la joven fue presuntamente violada por Martín Aguirre Aguirre, entonces funcionario de alumbrado público del ayuntamiento panista de Guadalajara, contra quien se giró una orden de aprehensión cuando ya había huido.

La implicación del procurador se conoció de manera fortuita. El fiscal de la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJE), Marco Antonio Chávez Villegas (adscrito a la Subprocuraduría C), interpuso una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco en la que aseguró que fue golpeado y retenido por escoltas del subprocurador estatal, Jorge David Delgadillo Báez, luego que dio entrada a la denuncia de la madre de la adolescente de 16 años supuestamente violada, en la cual ésta señalaba que Coronado Olmos había acudido a esa fiesta, realizada en una granja ubicada en la periferia de Guadalajara.

Fue la primera de varias quejas de hostigamiento. La siguiente fue la del entonces subprocurador C, Víctor Manuel Landeros Arvizu, a quien Coronado Olmos acusó de orquestar una “infamia” en su contra. El 20 de diciembre pasado el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHJ), Felipe de Jesús Álvarez Cibrián, reveló que Landeros Arvizu presentó una queja porque “tiene un temor muy grande” por su seguridad y la de su familia, luego de haber recibido diversas amenazas. Luego de que el procurador acusó a Landeros Arvizu, éste salió de la PGJE en noviembre porque ya no le renovaron su contrato.

Ya fuera de la Procuraduría, Landeros Arviz le tomó la palabra al gobernador Emilio González Márquez, quien declaró que si alguien presentaba una denuncia directa en contra del procurador se crearía una fiscalía especial, para la cual propuso a Guadalupe Morfín Otero. El ex funcionario presentó la denuncia contra Coronado Olmos y dijo que estuvo en la bacanal.

En respuesta, la PGJE presentó una querella contra Landeros Arvizu, a quien acusó de falsear información y obtuvo una orden de aprehensión, de la que se ha librado el ex subprocurador gracias a un amparo.

Aunque se han acumulado acusaciones y quejas por supuesto hostigamiento contra quienes han insistido en la presencia del procurador en esa reunión, ni el gobernador ni el presidente de la CEDHJ han querido manifestarse en favor de la salida de Coronado Olmos mientras se investiga el caso, como han sugerido otros actores políticos y sociales. En octubre el Congreso rechazó un pronunciamiento para separar del cargo al procurador. Sólo algunos diputados han expresado sus dudas.

El mandatario y los involucrados en este caso forman parte de un grupo formado hace algunos años. En el trienio 2004-2006, cuando el hoy gobernador era alcalde de Guadalajara, Tomás Coronado Olmos fungía como secretario general del ayuntamiento y Martín Aguirre Aguirre, el presunto violador, era abogado en la secretaría general.

Debido al estancamiento de las investigaciones, la organización no gubernamental Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (Cepad) presentó una denuncia ante la Procuraduría General de la República. Las agraviadas no han querido ponerse bajo la tutela de la procuraduría estatal por temor a represalias.

El Cepad también solicitó la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), cuya oficina central en Washington, DC, pidió al Estado mexicano un informe detallado sobre el caso. Más aún, el Cepad presentó una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, pero el organismo regresó el caso a la CEDHJ.

Este jueves el presidente de la CEDHJ dijo que el expediente completo de la queja se enviará a la cancillería para que sea remitido a la CIDH.


Thursday, January 10, 2008

por Eduardo Anguita*

Cuando en 1999 el senador demócrata de Estados Unidos, Carl Levin, presidió una comisión para investigar el lavado de dinero del Citibank afirmó que anualmente hay 500.000 millones de dólares fuera del circuito oficial. Aseguró, además, que buena parte de ellos reingresan al circuito vía la gran banca norteamericana.

El FMI, que tiene una unidad contra delitos financieros, da la misma estimación. Los especialistas suelen coincidir en que los principales rubros que permiten mover esa cantidad escalofriante de dólares son el narcotráfico, el mercado negro de armas y el desvío de fondos por negocios entre empresarios y funcionarios políticos.

Del tráfico de drogas es fácil hablar cuando se trata de involucrar a bandas de latinoamericanos pero es incómodo cuando se lo mira del otro eslabón de la cadena: los principales mercados de consumo de cocaína, heroína y drogas químicas es Estados Unidos y Europa.

La prensa de esos países es necesariamente tolerante con el doble discurso que implica echar las culpas sobre el arquetípico plantador de coca boliviano, o el colombiano colgado de oros y con fajos de billetes de a veinte.

Sería mucho más difícil indagar el rol de la DEA en los carteles latinos de la cocaína, o el de las tropas de ocupación en Afganistán, donde están los principales cultivos de amapola y la producción de opio. Tampoco es fácil investigar quiénes financian los ejércitos privados en Myanmar, especialmente en el triángulo de Oro, donde ese país se cruza con Tailandia y Laos, donde también se fabrican drogas opiáceas. Claro, Bolivia, Afganistán y Myanmar están entre los treinta países más pobres del planeta.

Las armas en el mercado negro sirven para financiar guerras como las de Liberia, Congo o Ruanda, donde las peleas tribales son la pantalla de intereses económicos. Los traficantes de diamantes, por ejemplo, cuentan con normativas cómplices en varios países africanos, que permiten la salida de las piedras preciosas sin pagar impuestos.

Así se explica que dictadores como el ugandés Idi Amín llegara a ser uno de los hombres más ricos del planeta. Mucho más incómodo de explicar es por qué la ciudad belga de Amberes es la capital del comercio de diamantes y peor aún sería tratar de dar a conocer la trastienda de ese negocio.

Cabe recordar que Bélgica tenía colonia en el Congo hasta 1960 y luego los mercenarios belgas controlaban el negocio de diamantes a través de dictadores títeres. Esa asociación entre mercenarios y ejércitos tribales cautivos siempre tuvo atrás a grandes financistas, fueren empresas privadas o Estados.

Idi Amín murió en Arabia Saudita, porque los grandes financistas que lo protegían querían evitar que algún juez o periodista de investigación pudiera obtener información que los involucrara. Arabia Saudita, como los Emiratos Árabes, Libia y otras naciones ricas en petróleo mueven fortunas en la banca libanesa donde el capital puede burlar los controles de las naciones del primer mundo.

Las transacciones se hacen en Beirut o, navegando por el Mediterráneo, en los muy distinguidos balnearios de Cerdeña, donde los inmensos yates de los petroleros se confunden con los de los traficantes de armas, las estrellas de Hollywood y o los de los espías de las principales potencias bélicas del planeta. En la Costa Esmeralda es normal ver los ejércitos privados que acompañan a jeques árabes pero es más difícil identificar a los banqueros o políticos europeos o norteamericanos con quienes hacen negocios.

El problema es la evidencia

En 1970, el periodista norteamericano Seymour Hersh ganó el premio Pulitzer por su investigación sobre la verdad de la matanza de 128 civiles en una aldea vietnamita -que occidente conoció como My Lai porque era el nombre que le daban las tropas invasoras y no sus habitantes-.

El gobierno de Richard Nixon tembló porque el teniente William Calley, uno de los participantes de la masacre, contó detalles a Hersh quien, después de deambular con sus notas, pudo dar con una pequeña agencia (la Dispatch News Services) que se animó a publicarlas.

La Casa Blanca tuvo que aceptar la masacre y hubo una ola internacional de rechazos.

Hersh no contó con muchos otros oficiales como Calley que pudieran dar dimensión singular a los otros miles de asesinatos que llevaran a Vietnam a perder tres millones de habitantes civiles durante la ocupación norteamericana que financió no sólo sus propios ejércitos sino también tropas títeres.

Puede parecer exagerado asociar el caso de la masacre de My Lai con el de la valija de Guido Antonini Wilson. Pero no es desacertado: el periodismo puede actuar sobre la singularidad, sobre la evidencia. Desde allí puede construir un caso testigo.

Ningún cronista va a tener la nota caliente del día con los 500.000 millones de dólares que anualmente salen del circuito. El periodismo no es un ejercicio de lamento o de moralización: se limita -que no es poco- a acercar datos o pequeñas historias a lectores que no tienen mucho tiempo para cada artículo. Pero cada tanto, el periodismo debe pensarse a sí mismo y dar más contexto.

Seymour Hersh es, para la mayoría de lectores, un desconocido. Sin embargo, no dejó de investigar y de publicar sus investigaciones en los 37 años que siguieron al Pulitzer. Desde ya, la gran prensa norteamericana no le da espacio, pero sí la revista The New Yorker, una de las más prestigiosas donde cualquiera aspirara escribir unas líneas aunque fuera.

Hersh sigue los casos sensibles: el papel de la CIA y el Pentágono en Medio Oriente, en Afganistán, en Pakistán o en Irak. Según sus artículos, la segunda fuerza de ocupación en Irak está constituida por los ejércitos privados contratados para custodiar el transporte de petróleo o por las empresas contratistas norteamericanas dedicadas a la "reconstrucción" de lo que ellas mismas destruyeron.

Esos mercenarios cuestan a veces diez veces más que un soldado regular. Esa privatización de la guerra -que no es nueva- es una forma más de borrar los límites entre la legalidad y el delito. La información sobre estos hechos está celosamente cuidada por el poder político y económico de Estados Unidos. Circula, sí, pero por medios de bajo impacto o alternativos.

Cuando llevamos en Argentina dos semanas de proliferación informativa sobre los 800.000 dólares que trajo Guido Antonini Wilson en una valija y en un avión contratado por la estatal Enarsa no queda menos que decir: señores, ese hecho existió, fue en agosto y está muy bien que se investigue, pero ¿estamos tan atados al carro del Imperio que no podemos saltar el cerco informativo?

 Eduardo Anguita
Escritor. Especialista en medios de comunicación.
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