Friday, April 16, 2010

EN ESTADO DE URGENCIA




¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos,
como la gallina junta a sus polluelos
debajo de las alas, y no quisiste!

MATEO 23:37 (Casiodoro de Reina, 1569).




La Guerra Civil en Francia



El Comité Central de la Guardia Nacional, que hasta entonces había ejercido el gobierno, dimitió en favor de la Comuna, después de haber decretado la abolición de la escandalosa "policía de moralidad" de París. El 30, la Comuna abolió la conscripción y el ejército permanente y declaró única fuerza armada a la Guardia Nacional, en la que debían enrolarse todos los ciudadanos capaces de empuñar las armas. Condonó los pagos de alquiler de viviendas desde octubre de 1870 hasta abril de 1871, abonando a futuros pagos de alquileres las cantidades ya pagadas, y suspendió la venta de objetos empeñados en el Monte de Piedad de la ciudad. El mismo día 30 fueron confirmados en sus cargos los extranjeros elegidos para la Comuna, pues "la bandera de la Comuna es la bandera de la República mundial". El 1 de abril se acordó que el sueldo máximo que podría percibir un funcionario de la Comuna, y por tanto los mismos miembros de ésta, no excedería de 6000 francos (4800 marcos). Al día siguiente, la Comuna decretó la separación de la Iglesia y el Estado y la supresión de todas las asignaciones estatales para fines religiosos, así como la transformación de todos los bienes de la Iglesia en propiedad nacional; como consecuencia de esto el 8 de abril se ordenó que se eliminasen de las escuelas los símbolos religiosos, imágenes, dogmas, oraciones, en una palabra, "todo lo que pertenece a la órbita de la conciencia individual", orden que fue aplicándose gradualmente.

...


Así, el caracter de clase del movimiento de París, que antes se había relegado a segundo plano por la lucha contra los invasores extranjeros, apareció desde el 18 de marzo en adelante con rasgos enérgicos y claros. Como los miembros de la Comuna eran todos, casi sin excepción, obreros o representantes conocidos de los obreros, sus decisiones se distinguían por un carácter marcadamente proletario. Estas, o bien decretaban reformas que la burguesía republicana sólo había renunciado a implantar por cobardía pero que constituían una base indispensable para la libre acción de la clase obrera, como, por ejemplo, la implantación del principio de que, con respecto al Estado, la religión es un asunto puramente privado: o bien la Comuna promulgaba decisiones que iban directamente en interés de la clase obrera, y en parte abrían profundas brechas, en el viejo orden social...

Hasta después de ocho días de lucha no cayeron en las alturas de Belleville y Ménilmontant los últimos defensores de la Comuna; y entonces llegó a su apogeo aquella matanza de hombres, mujeres y niños indefensos, que había hecho estragos durante toda la semana con furia creciente. Ya los fusiles de retrocarga no mataban bastante de prisa, y entró en juego la mitraillense (ametralladora) para abatir por centenares a los vencidos. El "Muro de los Federados" de cementerio de Pére Lachaise, donde se consumó el último asesinato en masa, queda todavía en pie, testimonio mudo pero elocuente del frenesí a que es capaz de llegar la clase dominante cuando el proletariado se vuelve a reclamar sus derechos. Luego, cuando se vio que era imposible matarlos a todos, vinieron las detenciones en masa, comenzaron los fusilamientos de víctimas caprichosamente seleccionadas entre las filas de presos y el traslado de los demás a grandes campos de concentración para esperar allí la vista de los Consejos de Guerra...

... Lo más difícil de comprender es indudablemente el santo temor con que aquellos hombres se detuvieron respetuosamente en los umbrales del Banco de Francia. Fue éste además, un error político muy grave. El Banco de Francia en manos de la Comuna hubiera valido más que diez mil rehenes. Hubiera significado la presión de toda la burguesía francesa sobre el Gobierno de Versalles para que negociase la paz con la Comuna.

...

No fue mejor la suerte que corrieron los blanquistas. Educados en la escuela de la conspiración y mantenidos en cohesión por la rígida disciplina que esta escuela supone, los blanquistas partían de la idea de que un grupo relativamente pequeño de hombres decididos y bien organizados estaría en condiciones, no sólo de adueñarse en un momento favorable del timón del Estado, sino que, desplegando una acción enérgica e incansable, podría mantenerse hasta lograr arrastrar a la revolución a las masas del pueblo y congregarlas en torno al pequeño grupo dirigente. Esto suponía, sobre todo, la más rígida y dictatorial centralización de todos los poderes en manos del nuevo gobierno revolucionario...

La Comuna tuvo que reconocer desde el primer momento que la clase obrera, al llegar al Poder, no puede seguir gobernando con la vieja máquina del Estado; que, para no perder de nuevo su dominación recién conquistada, la clase obrera tiene, de una parte, que barrer toda la vieja máquina represiva utilizada hasta entonces contra ella, y, de otra parte, precaverse contra sus propios diputados y funcionarios, declarándolos a todos, sin excepción revocables en cualquier momento...

... No hay ningún país en que los políticos formen un sector más poderoso y más separado de la nación que en los EE.UU. Aquí cada uno de los dos grandes partidos que se alternan en el poder está a su vez gobernado por gentes que hacen de la política un negocio, que especulan con los escaños de las asambleas legislativas de la Unión y de los distintos Estados Federados, o que viven de la agitación en favor de su partido y son retribuidos con cargos cuando éste triunfa... Y, sin embargo, en los EE.UU. nos encontramos con dos grandes cuadrillas de especuladores políticos que alternativamente se posesionan del Poder estatal y lo explotan por los medios más corruptos y para los fines más corruptos; y la nación es impotente frente a estos dos grandes consorcios de políticos, pretendidos servidores suyos, pero que en realidad, la dominan y la saquean.

Contra esta transformación, inevitable en todos los Estados anteriores, del aparato estatal y sus órganos, de servidores de la sociedad en amos de ella, la Comuna empleo dos remedios infalibles. En primer lugar, cubrió todos los cargos administrativos, judiciales y educacionales por elección, mediante sufragio universal, concediendo a los electores el derecho a revocar en todo momento a sus elegidos. En segundo lugar, pagaba a todos los funcionarios, altos y bajos, el mismo salario que a los demás trabajadores. El sueldo máximo asignado por la Comuna era de 6,000 francos. Con este sistema se ponía una barrera eficaz al arribismo y a la caza de cargos, y esto sin contar con los mandatos imperativos que, por añadidura, introdujo la Comuna para los diputados a los cuerpos representativos.

...nace una veneración supersticiosa hacia el Estado y hacia todo lo que con él se relaciona, veneración que va arraigando más fácilmente en la medida en que la gente se acostumbra desde la infancia a pensar que los asuntos e intereses comunes a toda la sociedad no pueden ser mirados hasta aquí, es decir, a través del Estado y de sus retribuidos funcionarios. Y la gente cree haber dado un paso enormemente audaz con librarse de la fe en la monarquía hereditaria y jurar por la República democrática. En realidad, el Estado no es más que una máquina para la opresión de una clase por otra, lo mismo en la República democrática que bajo la monarquía; y en el mejor de los casos, un mal que el proletariado hereda luego que triunfa en su lucha por la dominación de clase. El proletariado victorioso, tal como hizo la Comuna, no podrá por menos de amputar inmediatamente los peores lados de este mal, hasta que una nueva generación futura, educada en condiciones sociales nuevas y libres, pueda deshacerse de todo ese trasto viejo del Estado.

...

Y definíamos la política exterior a que aspira la Internacional con estas palabras: "Reivindicar que las sencillas leyes de la moral y de la justicia, que deben presidir las relaciones entre los individuos, sean las leyes supremas de las relaciones entre las naciones".

...

"Una vez más, -dicen-, bajo el pretexto del equilibrio europeo y del honor nacional, la paz del mundo se ve amenazada por las ambiciones políticas. ¡Obreros de Francia, de Alemania, de España! ¡Unamos nuestras voces en un grito unánime de reprobación contra la guerra! . . . ¡Guerrear por una cuestión de preponderancia o por una dinastía que tiene que ser forzosamente considerado por los obreros como un absurdo criminal! ¡Contestando las proclamas guerreras de quienes se eximen a sí mismos de la contribución de sangre y hallan en las desventuras públicas una nueva fuente de especulaciones, nosotros, los que queremos paz, trabajo y libertad alzamos nuestra voz de protesta!

... "¿Es justa esta guerra? ¡No! ¿Es nacional esta guerra? ¡No! Es una guerra puramente dinástica. En nombre de la humanidad, de la democracia, y de los verdaderos intereses de Francia, nos adherimos por entero y con toda energía a la protesta de la Internacional contra la guerra".

... Después de su triunfo, ¿pensó Prusia un solo momento en oponer una Alemania libre a una Francia esclavizada? Todo lo contrario. Sin dejar de conservar celosamente todos los encantos nativos de su antiguo sistema, les añadía todas las mañas del Segundo Imperio, su depotismo real y su falso democratismo, sus supercherías políticas y sus trapicheos financieros, sus frases grandilocuentes y sus vulgares malabarismos. Al régimen bonapartista, que hasta ahora sólo había florecido en una orilla del Pin, le salió un émulo al otro lado. Así las cosas, ¿qué podía salir de aquí que no fuera la guerra?

... Somos enemigos de todas las guerras, pero sobre todo de las guerras dinásticas. . . Con profunda pena y gran dolor, nos vemos obligados a soportar una guerra defensiva como un mal inevitable; pero al mismo tiempo, apelamos a toda la clase obrera alemana para que haga imposible la repetición de una desgracia social tan inmensa, reivindicando para los pueblos mismos la potestad de decidir sobre la paz y la guerra y haciéndose dueños de sus propios destinos".

... El simple hecho de que mientras la Francia y la Alemania oficiales se lanzan a una lucha fraticida, entre los obreros de estos países se crucen mensajes de paz y amistad es un hecho grandioso, sin precedentes en la historia, que abre la perspectiva de un porvenir más luminoso. Demuestra que, frente a la vieja sociedad con sus miserias económicas y su delirio político, está surgiendo una sociedad nueva, cuyo principio de política internacional será la paz, porque su gobernante nacional será el mismo en todas partes: ¡el trabajo!

... no olvidemos que fueron los gobiernos y las clases dominantes de Europa quienes permitieron a Luis Bonaparte representar durante dieciocho años la cruel farsa del Imperio Restaurado".

...París no podía ser defendido sin armar a su clase obrera, organizándola como una fuerza efectiva y adiestrando a sus hombres en la guerra misma. Pero París en armas era la revolución en armas. El triunfo de París sobre el agresor prusiano habría sido el triunfo del obrero francés sobre el capitalista francés y sus parásitos dentro del Estado. En este conflicto entre el deber nacional y el interés de clase, el Gobierno de Defensa Nacional no vaciló un instante en un gobierno de traición nacional.

... Si la defensa nacional hubiera sido algo más que un pretexto para el gobierno personal de Thiers, Favre y Cía., los advenedizos del 4 de septiembre habrían abdicado el 5, habrían puesto al corriente al pueblo de París sobre el "plan" de Trochu y le habrían invitado a rendirse sin más o tomar su destino en sus propias manos. En vez de hacerlo así, esos infames impostores optaron por curar la locura heroica de París con una tratamiento de hambre y de cabezas rotas, y por engañarle mientras tanto con manifiestos grandilocuentes, en los que se decía, por ejemplo, que Trochu, "el gobernador de París, jamás capitulará" y que Jules Favre, ministro de Asuntos Exteriores, "no cederá ni una pulgada de nuestro territorio ni una piedra de nuestras fortalezas". En una carta a Gambetta, este mismo Jules Favre confesó que contra lo que ellos se "defendían" no era contra los soldados prusianos, sino contra los obreros de París.

... "esos hombres no vacilarían en convertir a París en un montón de escombros bañado por un mar de sangre".

...

Jules Ferry, quien antes del 4 de septiembre era un abogado sin pleitos, consiguió, como alcalde de París durante el sitio, hacer una fortuna amasada a costa del hambre colectiva... Hubo un barajar de naipes y Thiers, hasta entonces inspirador secreto del gobierno, apareció ahora como su presidente, teniendo por ministros a ticket-of-leave men.


Sting

♥ڿڰۣ«ಌJulia♥ڿڰۣ«ಌ | MySpace Video



Thiers, ese enano monstruoso, tuvo fascinada durante casi medio siglo a la burguesía francesa por ser él la expresión intelectual más acabada de su propia corrupción como clase. Ya antes de hacerse estadista había revelado su talento para la mentira como historiador.

...

"¡Cómo! ¿Suponéis que puede haber fortificaciones que sean una amenaza contra la libertad? En primer lugar, es calumniar a cualquier gobierno, sea el que fuere, creyendo que puede tratar algún día de mantenerse en el Poder bombardeando la capital . . . Semejante gobierno sería cien veces más imposible después que antes de su victoria". En realidad, ningún gobierno se habría atrevido a bombardear París desde los fuertes más que el gobierno que antes había entregado estos mismos fuertes a los prusianos.

... Todos vosotros os estremecéis de horror (en el sentido parlamentario de la palabra) al oír que una gran ciudad ha sido bombardeada durante cuarenta y ocho horas. ¿Y por quién? ¿Acaso por un enemigo exterior que pone en práctica los derechos de la guerra? No, señores diputados, por su propio gobierno. ¿Y por qué? Porque esta ciudad infortunada exigía sus derechos. Y por exigir sus derechos, ha sufrido cuarenta y ocho horas de bombardeo.

... Thiers sólo era consecuente en su codicia de riqueza y en su odio contra los hombres que la producen... En Burdeos su primera medida para salvar a Francia de la catástrofe financiera que la amenazaba fue asignarse a sí mismo un sueldo de tres millones al año, primera y última palabra de aquella "república ahorrativa", cuyas perspectivas había pintado a sus electores de París en 1869. El señor Beslay, uno de sus antiguos colegas de la Cámara de Diputados de 1830, que, a pesar de ser un capitalista, fue un miembro abnegado de la Comuna de París, se dirigió últimamente a Thiers en un cartel mural: "La esclavización del trabajo por el capital ha sido siempre la piedra angular de su política y, desde el día en que vio la República del Trabajo instalada en el Hôtel de Ville, usted no ha cesado un momento de gritar a Francia: ¡Esos son unos criminales!"


MARX, C. La Guerra Civil en Francia. Ediciones en Lenguas Extranjeras. Pekín. Primera Edición. 1978.



Nubes de ceniza en la vieja Europa, everybody (is) grounded,
in some parts of the continent flying high is prohibited, . . . by now. Fresh and damp, on the other hand, en la frontera TEX-MEX de Matamoros-Brownsville.





L'éruption volcanique en Islande paralyse le trafic aérien en Europe


Frontiers? Well it didn't work really. I hope agreements work better than those to get a visa for countries having a special relationship with the USA like. . . South Korea. La rojilla no obtuvo permiso pa' comprar sus. . . prendas. Mejor, al final gastó sus dineritos en nuestra patria (mmm, mi jefa y cuñada la llevaron a uno de esas grandes tiendas departamentales, so I don't really know where the money is gonna end up). El chiste es que por ser un caso extrañísimo: sudcoreana residiendo en Matamoros, emparentada con un mexica, con visados en algunos de los países no tan amistosos (they say) de Medio Oriente, le salieron con la historia (maybe it's true but I don't really buy it, buddies; sorry about that) de que si hubiera entrado por vía aérea o marítima. . .chance, pero definitivamente por tierra, no. Al cabo que sí, pardon me, ni quería.







Being reluctantly finished...




Rara es ya la semana que comenzamos en Tamaulipas sin recibir feedbacks de nuestra omnipresente cultura narca:

- Sí, a mis hijas las arrumbaron en un cuarto sin ventanas, porque andaban un montón de sorchos peinando una casa bien bonita, pero abandonada; bien payasos estaban apuntando desde el techo -nos dice uno de los amigos de esta oficina.

_ Yo ni sabía, me dijo mija, la que va a la secu, que los metieron a todos a un salón mientras duraba la pelotera, neta que esto ya cambió un montón, ya muy pocos salen por la noche, la mayoría prefiere quedarse en casa -me dice una de mis primas Tampiqueñas.

Otra de mis tías corrobora el parte:

_ Sí, ni se les vaya ocurrir venir pa'cá, esto está que arde. Ayer se armó bien y bonito en pleno centro. Creo que ustedes están ahora mejor allá que nosotros, verdá de Dios.

Esta de más decirles que en las peluquerías se obtienen informes que son oro molido.

_ Yo viví un buen en Monterrey, y era de los que les gustaba reventarse hasta bien tarde -o bien temprano, según lo quieras ver- los fines de semana, y como vivía en el centro, me regresaba caminando en la madrugada desde la Macroplaza, nunca me pasó nada. Y mi hermana que vive ahorita en Cadereyta lo mismo. Nombre, aquí está más tranquilo que en Tampico. Nada que ver. Aquí mero enfrentito vivía uno de los pesados, no tiene mucho. Nunca tuvimos problemas con él. Un día empezaron a subir las cosas en un camión de mudanza porque lo cambiaban de plaza, todavía se vino a despedirse, dos días después se lo ejecutaron en Reynosa -me dice el dueño del changarrillo.

No tuvimos que esperar demasiado tiempo para que nos lleguen los reportes in situ.

El chavillo que suele cruzarse el puente para asistir a la High School in Brownsville, nos llega con otra inverosímil (aunque luego confirmada por otro de nuestros freelance reporters, sin que apareciere ni una nota de página en alguno de los periódicos locales) historia:



_ Nom'e, bato. Así cerquitita me pasaban los balazos. Llegaron los sardos en las Hummers esas, unos disparaban desde arriba, yo luego, luego que me tiro al piso, de güey me quedo parado. Las ñoras sí se pusieron muy histéricas, neta. Seguro las camionetas de los de la maña estaban blindadas porque nomás se oía 'puc, puc', y como que rebotaban los casquillos. Como quiera yo conté como cuatro muertitos, loco. Ya no me pude quedar a ver porque nos corrieron, a mi me dijeron: 'ya lléguele de aquí; y aváncele rapidito'. Y pus me tuve que venir. ¿Qué si no tengo miedo? No manches, todavía ando bien sacado de onda, Tony -me dice uno de los adolescentes que frecuentemente visitan la oficina pa' aprovechar el interné y chatear.






Todas las anteriores evaluaciones me habían llevado a considerar que. . . sólo un milagro -vaya, ni que la selección mexicana gane el mundial de fucho, estimaba que nos resucitaría- ha de salvar a México, una más de las pequeñas tragedias familiares me hizo ligeramente cambiar de opinión. La obsesiva manía por la limpieza ha llevado a nuestra patrona a sobrestimar su fortaleza física; al levantar la base de una cama y quebarse uno de sus soportes, ha ocasionado que una contusión en el remo diestro nos obligue a llevarla al área de urgencias de uno de nuestros -financieramente angustiados- hospitales públicos. Luckily, después de la larga espera, la impotencia de observar que hay pacientes mucho más graves que la nuestra, el cambio de turno, el esperanzador diagnóstico, el traslado a la clínica regional, los rayos X, y el alta, no he de batallar. . . sólo con la wheelchair:


Nina Galindo - "Algo de Suerte" (Rockdrigo)

_ Pues por la rampa de los camilleros, pero está muy larga, ¿no?

_ Aguanta, compa, tú dile que acerquen la "ben".

_ Usted agárrese bien de la silla, madre.

_ 'Orita la bajamos entre todos, joven.

_ Listo, ya la libramos.

_ Muchas gracias, compas. ¡Buenas noches! Que Dios los bendiga -me despido mientras (como en off) escucho a un jovencito "compartir la palabra" en este estacionamiento.



Difícil aceptarlo, pero muy probable, dadas las condiciones actuales del país, que haya que arribar a una situación de emergencia nacional, en la que nuestra supervivencia esté en riesgo extremo, para que el mexicano logre solidarizarse en una causa común. ¿Podrá nuestra propuesta pacífica cobijar por igual a los inconformes e indecisos, or will insanely prevail the subcontinental master plan? Any bets? AL TIEMPO.


M@RCONSULTA_de_urgencia;

MATA. . .NIÑOS, TAM;

16/04/10.







. . . a matter of perception.




The Mysterious Voyage of Homer




SPECIAL REQUESTS:


Well, ahora que ya están más receptivos. If that does not bother you that much, ¿Podrían calcular las anomalías de las variables climáticas "globales" con respectos a las otras normales, i.e., 1931-1960, 1941-1970, 1951-1980, etc., etc. etc.? For plain scientific purposes, honestly. Cheers!



Humble Suggestion for all those renegades out there:

A todos aquellos que se registraron con el nombre y CURP del Genaro en el RENAUT, se les sugiere textear antes y -en su caso- después de arribar a un checking point de militares o PeFePos en la República Meksicana, por ejemplo, en la desviación a Reynosa (PFP) entre Soto La Marina y MATAmoros o el militar en Las Norias, con el fin de dar Fe de nuestros movimientos on the road.






SITIO INTERNÉ DE LA SEMANA:


Noche de Estrellas 2010



http://www.nochedeestrellas.org.mx/estrellas_2010/




A chinese google?



http://www.google.com.hk/



ENCORE REVOCATORIO:


SERA MEJOR QUE TE VAYAS



















http://marcosalas.blogspot.com/2010/04/en-estado-de-urgencia-cuantas-veces.html

http://creatividadsocialmentecomprometida.blogspot.com/2010/04/en-estado-de-urgencia-cuantas-veces.html
Una larga historia de crímenes, desmanes y sucias actividades contra Cuba y otras víctimas inocentes

Mi... '¿Querido?'... FBI (I)

 Mi... '¿Querido?'... FBI (I)



A punto de arribar a sus 102 años de vida el próximo 26 de julio de 2010, el Buró Federal de Investigaciones de los Estados Unidos (FBI) cuenta con una larga y controvertida vida, marcada por numerosos escándalos, burdo espionaje y cuestionables métodos en los que el chantaje, la difamación y las oscuras maquinaciones han arruinado la vida a miles de norteamericanos, convirtiéndose en instrumento de políticas internas y externas de las administraciones norteamericanas de turno.

El Buró violó la legislación norteamericana al recolectar aproximadamente 2,000 registros telefónicos en el territorio nacional, bajo el mandato de George W. Bush. (Foto: Archivo)
subirletra
bajar letra
imprimir
enviar nota
spacer

Por: Percy Francisco Alvarado Godoy
::

El más acendrado anticomunismo, la frívola y empecinada intolerancia, así como las maquiavélicas conspiraciones de los grupos de poder, han encontrado en el FBI el instrumento propicio para el acoso, la persecución y la eliminación pública de intelectuales, artistas, científicos y personalidades progresistas a lo largo de estos años.

Hoy reverdecen el más burdo macartismo escudándose en la lucha contra el terrorismo, pisoteando a su antojo las libertades civiles y sirviendo de herramienta para consumar las viacrucis de terror implementadas desde las oscuras oficinas de la ultraderecha conservadora, no solo contra las fuerzas progresistas en Estados Unidos, sino también como soporte de su política internacional basada en el injerencismo y sus apetencias imperiales. Cuba, por supuesto, no ha escapado al agresivo avatar del FBI, a su confabulación y protección con los mafiosos anticubanos y, sobre todo, a su involucramiento en campañas de dudosa autoría, que solo buscan el destruir a la Revolución o, al menos, debilitar su imagen a nivel internacional.

Como parte protagónica de las campañas anticubanas, el FBI se ha prestado al hostigamiento a los simpatizantes de la Revolución en Estados Unidos, contra miembros de la emigración cubana favorecedores del diálogo con su país de origen, con los grupos solidarios, así como enfrentando a ciudadanos norteamericanos que participan en el legítimo intercambio cultural y científico entre nuestras dos naciones, lo que ha sido una de sus sistemáticas modalidades. Prueba de ello lo es la reciente denuncia ante el diario Huffington Post, en la que se imputa que el FBI ha interrogado a una decena de ciudadanos acogidos a los referidos programas de intercambio, ejerciendo diversas presiones sobre ellos a tenor con las disposiciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro, así como inusualmente recabando información sobre sus estancias en la Isla. La sospechosa actuación de los feds hace presuponer la existencia de una nueva disposición muy secreta del Departamento de Justicia y un recrudecimiento tras bambalinas de la política de la administración Obama hacia la Isla.

En esta serie de varios artículos podremos al desnudo el papel del FBI como instrumento de los gobiernos norteamericanos durante las últimas décadas, tanto como socavador de las libertades civiles dentro de los propios EE UU, como artífice y participante de la guerra sucia contra Cuba.

UNA LARGA HISTORIA DE ATROPELLOS Y ESCANDALOS

El FBI fue diseñado como el instrumento de investigaciones del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, siendo este departamento, de acuerdo al artículo 28, del Código de los Estados Unidos, en su sección 533, el encargado de supervisar sus operaciones y subordinar a una vasta red de 56 oficinas locales a lo largo de la Unión, otras 400 pequeñas oficinas en pequeños pueblos y ciudades, y otras 50 que funcionan bajo el amparo de sedes diplomáticas en todo el mundo.

Desde que fue creado, a iniciativas del entonces fiscal general Charles Bonaparte, el 26 de julio de 1908, con un reducido grupo de 9 detectives y otros 25 investigadores, el Buró fue creciendo paulatinamente, alcanzando notorios resultados en la lucha contra el crimen organizado, el gansterismo, la venta e importación de bebidas alcohólicas burlando la ley "seca" y otras actividades delictivas. Vinculado a las labores de contraespionaje desde 1917, durante la presidencia de Woodrow Wilson, hizo de esta actividad una de sus labores de alta prioridad. Sin embargo, cuestionado y alabado por unos y otros, el FBI alcanzó un fatídico reconocimiento a partir del 10 de mayo de 1924, cuando pasó a ser dirigido por J. Edgar Hoover.

Hoover convirtió al FBI en un instrumento de persecución política, centrando su especial atención en las fuerzas progresistas y en los comunistas norteamericanos, contando con el espaldarazo del presidente Franklin Delano Roosevelt y la cuestionada Ley Smith de 1940, para llevar a cabo una guerra sin cuartel basada en detracciones, invención de conspiraciones y violación descarada de la constitucionalidad. Para ello, así como cumplir las misiones de búsqueda de espías alemanes, italianos y japoneses, incrementó su plantilla a 13,000 agentes en 1943. Mediante el Servicio Especial de Inteligencia (SIS), creado en 1940, el Buró extendió sus labores de contraespionaje por toda Latinoamérica.

El término de la contienda bélica en 1945, le confirmó al FBI nuevamente su papel de instrumento de persecuciones y abusos, enfocándose principalmente a la asechanza de personalidades progresistas y simpatizantes comunistas, convirtiéndose en un macabro protagonista dentro de la naciente Guerra Fría.

Con una vasta misión, el FBI se encarga a grandes rasgos de la protección de EE UU de ataques terroristas, de operaciones extranjeras de espionaje e inteligencia, de ciber ataques y crímenes de alta tecnología, de combatir la corrupción de los servicios públicos en todos los niveles, de "proteger los derechos civiles", de combatir a organizaciones y empresas de carácter criminal nacionales y transnacionales, de enfrentar al crimen de cuello blanco, estafas corporativas, fraudes financieros, robo de identidad, etc., así como enfrentar igualmente a los crímenes violentos de conmoción pública, entre otras misiones.

El FBI cuenta actualmente con 30 847 empleados, entre ellos 12.737 agentes especiales, incluyendo a 18 110 profesionales vinculados a áreas de apoyo análisis de inteligencia, especialistas en idiomas, científicos, expertos en tecnología de la información y otras. Dirigido por Robert S. Mueller III desde 10 de agosto de 2001, se apoya en un presupuesto anual de cerca de 6 000 millones de USD. Los permanentes escándalos que han debilitado la imagen del FBI en las últimas décadas, han llevado a Mueller a renovar casi un tercio de los altos cargos, empezando por las secciones especializadas en la lucha contra el terrorismo.

Sin negarle el mérito del enfrentamiento al delito, el FBI se ha visto involucrado en hechos que han puesto en duda su eficacia, tales como los sucesos de Waco y Ruby Ridge, Idaho. En el primer caso, ocurrido en 1973, fueron virtualmente asesinados decenas de niños y mujeres pertenecientes a la secta de los davidianos. En el segundo caso, fue asesinada una mujer con un niño de meses pertenecientes a la familia Weaver.

La cacería de brujas protagonizada por el FBI en los años posteriores a la culminación de la Segunda Guerra Mundial y la exacerbación de la histeria anticomunista, provocaron hechos cuestionables como la captura y posterior asesinato judicial de los esposos Julius y Ethel Rosemberg. Cerca de 108 supuestos espías al servicio de la URSS, entre los que se encontraban asimismo Judith Coplon y Klaus Fusch, así como decenas de personalidades progresistas, fueron las víctimas de montajes, falsas acusaciones y juicios cuestionables.

Otro asunto sucio del FBI lo relacionó con Jack Ruby, nacido como Jacob Rubinstein, gerente de un cabaret y amigo de mafiosos como los hermanos Campisi y Carlos Marcello, así como de contrarrevolucionarios de origen cubano, quien edificara una juventud desordenada en reformatorios y clínicas mentales, y fuera el asesino del Lee Harvey Oswald, a su vez acusado del magnicidio cometido el 22 de noviembre de 1963 contra el presidente norteamericano John F. Kennedy, en Dallas, Texas.

Su alianza con el FBI tuvo sus orígenes cuando sirvió directamente a Hoover como delator de oficio, levantando falsas acusaciones contra diversos ciudadanos durante la cacería de brujas implantada por el senador McCarthy, durante los años 40 y 50 del siglo pasado. Sospechosamente, Jack Ruby apareció también dentro del equipo del entonces congresista Richard Nixon.

Quien asesinara a Lee Harvey Oswald el 24 de noviembre de 1963 ante las cámaras de televisión, en un montado show mediático, falleció en prisión en 1967 víctima de cáncer. Sus vínculos con el FBI hacen que no se excluya un conocimiento previo por parte del Buró de los planes magnicidas contra Kennedy y que sus jefes no levantaran un dedo para evitarlo.

Durante la presidencia de Richard Nixon, el 18 de noviembre de 1975, tuvo lugar el sonado caso Watergate, en que se puso en duda el papel del FBI durante el proceso investigativo por parte de las Audiencias llevadas a cabo por el senador Frank Church. En las mismas sobresalió la ineficacia de los feds para esclarecer el asesinato de Martin Luther King Jr. Igualmente, llamó poderosamente la atención el hecho de que, entre los cinco hombres vinculados a la CIA y capturados en la sede del Comité Demócrata Nacional, Virgilio González, Bernard Baker, James W. McCord, Jr., Eugenio Rolando Martínez y Frank Sturgis, se encontraba McCord, quien entonces era el Director de seguridad del comité para la reelección de Nixon y agente del FBI. Nixon dimitió el 8 de agosto de 1974.

En el caso particular del asesinato de Martin Luther King, ocurrido el 4 de abril de 1968, mientras se encontraba acompañado por Jesse Jackson y Ralph Abernathy, se capturó a James Earl Ray como autor del disparo mortal, aunque quedan serias dudas sobre la forma en que se condujo la investigación por el FBI. El propio Ray, quien recibió una condena de cadena perpetua por el hecho, mantuvo posteriormente su inocencia hasta su muerte en 1998.

La aceptación en diciembre de 1999 por parte de un jurado civil de los Estados Unidos de la existencia de una conspiración para asesinar a Luther King, puso en crisis la teoría del FBI sobre la existencia de un solo asesino: James Earl Ray.

Otros escándalos y pifias cometidas por el FBI han puesto en duda la aureola inicial de eficacia del mismo, como fue la detención errónea de una persona en el caso de la bomba durante los Juegos Olímpicos de Atlanta 96, el espionaje realizado por uno de sus altos directivos a favor de la URSS y su incapacidad de prevenir los atentados del 11 de septiembre de 2001 a las Torres Gemelas en Nueva York y al Pentágono. Asimismo, un escándalo involucraría nuevamente al FBI, el 19 de julio de 2001, cuando éste se vio obligado a reconocer públicamente la pérdida de 446 armas y 184 computadoras portátiles, algunas de las cuales contenían información sumamente confidencial.

La ineficacia del FBI ha estado también puesta en tela de juicio a raíz del descubrimiento de que uno de sus altos oficiales, Robert Hanssen, espió para la URSS durante 15 años, así como la incapacidad del Buró de jugar limpio con los abogados de la defensa de Timothy McVeigh, el autor de los atentados de Oklahoma City, al ocultarle millares de páginas de documentos necesarios para su defensa.

El FBI se ha involucrado en sucios escándalos de hostigamiento a personalidades famosas, basados en chismografía inocua y dudosas fuentes, lo que lo ha convertido en un controvertido aliado de culebrones y de la prensa del corazón, tal como ocurrió el 14 de diciembre de 2006, cuando se dio a conocer que había espiado sistemáticamente a John Lennon, tildándolo de amenaza para la seguridad nacional norteamericana dadas sus ideas progresistas y su lucha a favor de la paz.

Pero no fue solo Lennon el espiado por el FBI. A lo largo de los años el Buró ha abierto expediente tras expediente a centenares de figuras públicas entre los que se han destacado los Beach Boys, Frank Sinatra, Albert Einstein, Bette Davis, Walt Disney, Robert Blake, Andy Warhol, Wladziu Valentino Liberace, Groucho Marx, Louis Armstrong, Efrem Zimbalist, Lucille Ball y Desi Arnaz, entre otros. Hoy por hoy, se estima que el FBI dispone de caso 6 millones de expedientes de investigación sobre diversas personas.

Otros escándalos han sacudido al FBI en los últimos tiempos, tal como el que tuvo lugar el pasado 16 de enero de 2010, ocasión en que el laboratorio del Buró realizó un retrato robot de Osama bin Laden, basándose en una imagen electoral de Gaspar Llamazares, ex líder y actual diputado de Izquierda Unida.

El espionaje descarado por parte del FBI ha sido recientemente también puesto en tela de juicio el pasado 17 de marzo de 2010, cuando se comprobó que el mismo emplea ilegalmente las redes sociales como Facebook, MySpace y Twitter, para llevar a cabo sus investigaciones, acudiendo a la creación de perfiles apócrifos para obtener información de ciudadanos comunes.

No hace mucho se comprobó la ineficacia del FBI al descartar la peligrosidad del comandante Nidal Malik Hasan y desestimar la apertura de una investigación sobre el mismo, quien efectuó una matanza de trece militares en las instalaciones de Fort Hood, Texas, el 11 de diciembre de 2009.

El FBI se ha dejado usar como una cuestionable punta de lanza en la lucha contra el terrorismo, tal como denunció la World Socialist Web el 18 de agosto del 2004, basándose en actividades de chantaje, intimidación, burdo espionaje y otros sucios métodos contra opositores a las administraciones de turno. Tal fue el caso de las presiones ejercidas por miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta Contra el Terrorismo (JTTF) del FBI, durante la realización de las convenciones Nacional Demócrata en Boston y del Partido Republicano, en Nueva York, realizadas en ese año.

Tal ha sido el desprestigio del FBI en los últimos tiempos que hace apenas unos meses, el pasado 1 de julio de 2009, el presidente Obama anunció su interés por incrementar las nóminas del FBI en 2.100 profesionales y de 850 agentes especiales más. Para su sorpresa, el Buró volvió a mostrar su ineficacia, lo que fue duramente criticado por el actual ocupante de la Casa Blanca el 5 de enero de 2010, al recriminarle al Buró no detectar que el nigeriano Umar Faruk Abdulmutallab, abordara un avión comercial de la compañía Northwest Airlines, con casi 300 personas a bordo, procedente de Ámsterdam y con destino a Detroit, con explosivos y amenazara con volarlo en pleno vuelo.

Obama fue cáustico en su reprimenda: ''El gobierno estadounidense tenía suficiente información para desbaratar el complot y quizá para evitar el ataque el día de Navidad, pero nuestros servicios de inteligencia no lograron reunir las piezas, lo que habría puesto al sospechoso en la lista de personas que no pueden volar".

El propio Obama, si no se dejara engañar por sus agencias anti terroristas, hubiera podido comprobar que la ''The United and Strengthening America by Providing Appropriate Tools Required to Intercept and Obstruct Terrorism'' (Ley USAPATRIOT), emitida el 26 de octubre de 2001, en lugar de proteger al país no hace otra cosa que vulnerar las libertades civiles por las incongruencias de su aplicación.

El FBI se cubrió, empero, de una triste y repudiable fama con el asesinato del líder independentista boricua Filiberto Ojeda, ocurrido el 23 de septiembre de 2005, propiciado por casi un centenar de agentes del FBI en el municipio de Hormigueros, al oeste de la isla borinqueña. El vasto despliegue armado propició que Filiberto fuera herido y, posteriormente, privado de atención sanitaria hasta que falleció a causa de las heridas. El detestable crimen fue repudiado por todo el pueblo portorriqueño y aún se reclama justicia por ello, pues se sabe que el FBI no iba con intenciones de capturarlo, sino de propiciar su asesinato.

Un nuevo escándalo ronda por estos días al FBI cuando se dio a conocer el pasado 19 de enero de 2010, que el Buró violó la legislación norteamericana al recolectar aproximadamente 2,000 registros telefónicos en el territorio nacional, bajo el mandato de George W. Bush. Según The Washington Post el FBI se apoyó en leyes antiterroristas inexistentes y presionó a los directivos de empresas telefónicas para que les entregaran la información, de forma tal que accedieron ilegítimamente a dichos registros telefónicos entre 2002 y 2006, en franca violación de la Ley de Privacidad en Comunicaciones Electrónicas.

LOS ACTUALES PROBLEMAS DEL FBI.

El recrudecimiento de la actividad de grupos extremistas y de ideología ultra reaccionaria, mantiene en jaque por estos días al FBI, luego de que fueran arrestados varios miembros de Hutaree, uno de los casi más de 1 750 grupos de ideología reaccionaria y extremista asentados en el país, fundamentalmente pro nazis, anti inmigrantes y antigubernamentales, que cuentan con cerca de 30 mil miembros activos y aproximadamente 250 mil simpatizantes. El propio Hutaree planeaba un atentado en Ohio, durante un posible funeral de un policía que previamente sería asesinado por ellos.

Uno de los factores que propicia la existencia de estos grupos y su clara peligrosidad, resulta la facilidad con la que sus integrantes pueden acceder a cantidades ilimitadas de armamento. No es desconocido que, apenas entre noviembre del 2008 y enero de 2009, por citar un ejemplo, se vendieron en EE UU más de 3 millones y medio de armas de todo tipo sin restricción alguna por parte del FBI y otras agencias federales. Solo en el 2008 la cifra de armas adquiridas por los ciudadanos norteamericanos ascendió a 13 millones.

Lo absurdo del problema actual del crecimiento de la violencia en el país es que, mientras estos hechos ocurren, el FBI destina a varios de sus agentes a la protección del famoso Tiger Woods en el torneo de golf de Augusta, en Georgia.

Por si fueran pocos los problemas actuales que involucran al FBI, un grupo de importantes firmas han arremetido contra el Buró y otras agencias del gobierno por lo que consideran un exagerado acceso de estas instituciones a datos privados de las personas en la Internet. Tanto Google, eBay, Microsoft, Intel, AT&T, como otras compañías, buscan la actualización de la obsoleta Ley de Privacidad de Comunicaciones Electrónicas (ECPA) de 1986, mediante una coalición conocida como Digital Due Process (Debido Proceso Digital), solicitando la protección de los datos on line de sus usuarios. De esta manera, solo estarán obligadas a ofrecer información privada de sus clientes a partir de una orden judicial que presuponga una causa probable. Esta demanda evitaría la actual impunidad con la que el FBI y otras agencias acceden actualmente a los datos on line de los ciudadanos en franca violación de la ley.

El ataque solapado a las redes sociales como Facebook, Twitter, MySpace, LinkedIn y otras similares por parte del FBI y otras agencias gubernamentales, se basan en normas que son de desconocimiento público y que son establecidas internamente sin basamento jurídico.

Por otra parte, tanto el FBI como otras agencias, se encuentran abocadas al establecimiento de nuevas medidas de seguridad para los vuelos internacionales, anunciadas hace tres días por la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, basadas en un supuesto perfil de los viajeros. Al respecto, Napolitano declaró: "Estas nuevas medidas utilizan en tiempo real información de inteligencia basada en amenazas junto con otros múltiples y aleatorios controles de seguridad, algunos de los cuales son visibles y otros no para el pasajero, para prevenir de manera más eficaz amenazas terroristas".

Las nuevas medidas, a diferencia de las existentes hace unos meses, buscan flexibilizar los controles a la entrada a EE UU, dándole un rol prioritario a la información de inteligencia recopilada con anterioridad más que a patrones como perfiles físicos y nacionalidad de los viajeros. Recuérdese que los viajeros procedentes de Cuba, así como de otros países como Irán, Sudán y Siria, Afganistán, Argelia, Irak, Líbano, Libia, Nigeria, Pakistán, Arabia Saudí, Somalia y Yemen, eran sometidos a férreos controles como el escaneo corporal, registros y revisión pormenorizada del equipaje. Las nuevas medidas mantienen estos procedimientos, así como las controvertidas listas negras, pero se apoyará más en ciertos patrones obtenidos por la actividad de inteligencia tan controvertidos como la raza o la religión.

Otro de los actuales problemas que enfrenta el FBI es una carta amenazante recibida por cerca de 30 gobernadores norteamericanos por parte de un grupo extremista auto titulado Guardians of the Free Republics, en la que les otorgan tres días para que renuncien a sus cargos.

Por último, el FBI se ha visto envuelto en una oscura trama de espionaje hace unos días cuando, de acuerdo con el diario argelino Ennahar, un posible miembro del Mossad fue capturado en Argelia usando una falsa identidad, la del ciudadano español Alberto Vagilo. Este agente sionista trató de infiltrar en el país árabe a supuestos grupos terroristas, haciéndose pasar como Abu Ammar, un palestino de 48 años, natural de Al Quds. Lo sugestivo del caso es que el propio vice jefe del FBI, John Pistole, viajó el 25 de marzo a Argel para buscar la liberación del espía del Mossad. ¿Interesante, no?

A MODO DE CONCLUSION PRELIMINAR.

Mientras todo esto ocurre, centenares de individuos con amplio historial terrorista se pasean impunemente por las calles de ciudades como New Jersey, Nueva York y Miami, al amparo del FBI, cuyos jefes ignoran su pasado e, incluso, comparten con ellos momentos de placer como lo hicieron reiteradamente Héctor Pesquera y Jonathan I. Salomón, ex oficiales a cargo del FBI en Miami. Por su parte, el actual jefe del Buró en Miami, John Gillies, parece también ignorar que su ciudad es un turbio habitáculo de extremistas y terroristas, dedicando a sus 460 agentes desplegados desde Fort Pierce hasta Cayo Hueso en tareas anti corrupción y otros delitos.

Las confabulaciones entre los jefes del FBI con los grupos de poder en Miami, representados en las organizaciones mafiosas anti cubanas, vinculadas hasta los tuétanos a actividades terroristas, al tráfico de personas y al narcotráfico, son parte del modus vivendi establecido durante décadas en esa pequeña y soleada república bananera. En otros casos, la experiencia acumulada en largos años de práctica en el Buró, parece servirles de poco a la hora de detectar terroristas. El propio Salomon se hizo de la vista gorda ante gente como Posada Carriles, Santiago Álvarez y compañía. Sí son duchos, empero, en tratar de capturar a supuestos espías de Castro, aupando una histérica campaña contra un supuesto espionaje cubano en La Florida, mediante los más virulentos shows mediáticos.

Pero el dudoso contubernio del FBI con los mafiosos de Miami ha llegado a extremos impensables. Desde que el agente George Kyszinski entregara a Oliver North y a Posada Carriles, el 24 de marzo de 1986, un documento interno del Buró sobre la actividad de los contras en relación con el tráfico de drogas y contrabando de armas en Ilopango, hasta la sospechosa y burda destrucción en agosto de 2003 de las evidencias que implicaban a Posada Carriles en actos terroristas, nada menos que en los propios archivos del FBI en Miami y por parte de Ed Pesquera, otro agente del Buró, cualquier cosa es posible.

En los próximos artículos saldrán a la luz las verdades ocultas sobre el rol del FBI en las campañas anticubanas y su abierta complicidad con los grupos terroristas radicados en Miami, llegando al extremo de tender dudosas cortinas de humo sobre los abominables crímenes cometidos por estos.

La verdad se hará valer por sí sola.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Thursday, April 15, 2010


Britain: Observer exposes police spy in the Socialist Party

By Marcus Morgan and Paul Mitchell
15 April 2010

A secret police operative, “Officer A”, spent years spying on the Socialist Party of England and Wales’ predecessor organisation, the Militant group, and its youth organisation, Youth Against Racism in Europe (YRE), in the mid-1990s, according to the Observer newspaper.

Officer A was part of a covert police unit known as the Special Demonstration Squad (SDS), an adjunct of the secret intelligence service MI5. The SDS employed around 10 full-time undercover officers to infiltrate and disrupt left and anti-racist organisations from at least 1968, when large anti-Vietnam protests erupted on the streets of London.

The Observer explains how Officer A joined the police straight from school in 1986, where he had “discovered an interest in political ideology and public affairs” and developed an ambition to join the secret service.

No doubt Officer A’s anti-communist sympathies marked him out as a suitable candidate for the intelligence services. But his lack of university education precluded a career in the upper class environs of MI5, and he was advised to work in Special Branch instead. He spent his first four years working in counterterrorism in Northern Ireland, gaining valuable experience for his later role.

Officer A’s work in the SDS started in the early 1990s, when working class districts of London began to organise against repeated fascist attacks and a series of beatings and deaths of black people in police custody. Anger exploded when teenager Stephen Lawrence was knifed to death in 1993 in an unprovoked attack by five white youths whilst he was waiting for a friend at a bus stop. As Officer A admits, the state feared “losing control” and the SDS were sent in to “target” the new groups that had been formed.

Officer A was given a new identity and an apartment to live in, while he set about befriending a student anti-racism activist in YRE. He describes how, “You get given a file on your target that tells you everything you need to know. You become that person’s brother. You know everything that makes them tick. You know how much they like to drink, you know where they like to drink. You know what kind of music they like, you know what kind of women they like. You become the brother they never knew they had. None of it is ever said to the target, it’s far more subtle than that. The first time they get in the car, it will be just the right kind of music playing. The first time a redhead walks by it will be: ‘God, I’m really into redheads’. It’s all done fantastically cleverly”.

For four years Officer A lived the life of a “deep swimmer”, completely absorbed in the life of his targets. He became their comrade, friend or lover and admits to forming sexual relationships with two women in the group in order to obtain intelligence.

Within a short space of time Officer A had become a YRE branch secretary, where he would have known everything about the organisation’s membership, campaign plans and finances.

As the Observer explains, “Once inside the groups they were ordered to infiltrate, it was relatively easy for SDS officers to rise to the top, because they were often prepared to work long hours on boring, administrative jobs. Often they tried to become membership secretaries or treasurers, where their position gave them access to the records and secret agendas that were so useful to the security services. Often more efficient than those around them, operatives had to strike a balance to ensure they did not end up running the organisations they were trying to destroy”.

Officer A reveals how the SDS operated totally outside the law: “If I were a regular police officer and I wanted to plant a bug in your house or your office, I would need to get all kinds of permissions. But the SDS can put a person in your car, in your house, in your life for 24 hours a day for five years, and nobody outside the SDS will know anything about it.

“Unlike regular undercover officers, members of the SDS do not have to gather evidence with a view to prosecuting their targets. This enables them to witness and even engage in criminal activity without fear of disciplinary action or compromising a subsequent court case”.

Soon after he made contact with the YRE and his target, Officer A claims he gained his spurs as a provocateur. What began as a small demonstration turned, with his help, into a violent attack on the police. “That day developed into a major ruck”, he says. “At the end no one would have believed I was a police officer.

“If anyone had accused me [of being a police officer] there would have been a dozen people willing to come forward and swear it wasn’t true. We were all buzzing when it was over”, said Officer A. “We couldn’t wait for the next event. Because of what we’d all been through, I was accepted by them right away”.

Officer A didn’t have to wait long. Two weeks later, he took part in a much larger demonstration in the London suburb of Welling, outside the headquarters of the British National Party, which had also been infiltrated by the SDS. Officer A, who had found out that the demo was going to be much larger than expected, was in “a group of hardcore protesters” that stormed police lines. Dozens of protestors were injured and arrested following repeated police baton charges, and politicians and the media had a field day trying to discredit demonstrations and demanding they be banned.

The SDS had been such a “success” that then Metropolitan police commissioner, Sir Paul Condon, praised them personally. Many of the current police tactics at demonstrations are derived from the Welling operation, Officer A states, including the use of “kettling”, whereby police corral protesters for hours at a time. A similar tactic at the G20 demonstration last summer in London led to the death of newspaper seller Ian Tomlinson after he was brutally assaulted by a masked police officer.

The story of Officer A was revealed because he sued the Metropolitan Police and won an out of court settlement after claiming he had suffered post-traumatic stress disorder as a result of his undercover activities. Officer A says he began to crack up when the Labour government was forced to announce an inquiry into the murder of Stephen Lawrence in July 1997, because “there was concern that my role within the campaigns might emerge during the inquiry”. However, his personal involvement in this case (which remains unsolved) is not elaborated on, and in the event the SDS kept quiet about his role and said nothing to the inquiry.

Officer A also claims that his ill-health developed over worries about the anti-democratic nature of his activities.

The intention of the Observer in publishing the case of Officer A is not to expose but to condone state infiltration of legal political parties. The protestors who demanded an end to the Vietnam War are described as “hate-filled subversives”. Without a shred of evidence anti-fascist activists are described as just as willing to use violence as their opponents in the BNP and other far-right groups. The imagination of Observer journalist Tony Thompson becomes particularly fevered when he writes of Officer A, “Week after week, year in and year out, he lived and breathed the life of a hardcore Trotskyist agitator with a passion for heavy drinking, a deep-seated hatred of the police and a predilection for extreme violence”.

The response of the Socialist Party to this expose has been characterised by an extraordinary degree of complacency.

Lois Austin, the chair at the time of Officer A’s infiltration, told the Observer, “We believe there should be a public inquiry into police tactics at demonstrations. It should be independent, not one where the police investigate themselves. We want to know about their use of spies and whether this unit is still operational”.

This demand is an evasion. Officer A’s revelations have certainly given a glimpse of the type of surveillance, spying and destabilisation operations that are routinely carried out against the working class, civil rights organisations and any group deemed to be a threat to the interests of the ruling elite. But specifically they have exposed a four-year infiltration of the YRE and the Militant. The SP, therefore, has a responsibility to launch an internal inquiry into the activities of Officer A and to publish its findings.

Instead, a generalised call for an “independent inquiry”, to be organised by persons unspecified into “police tactics” is raised, coupled with a call for a struggle “over the coming years” for the disbandment of the SDS and other similar units and to make the police democratically accountable.

The public statements of SP leaders and the organisation itself all seek to downplay the significance of the Officer A’s infiltration and do nothing to either illuminate or educate.

The fake identity of Officer A is known to the SP. The SP’s Greg Randall wrote to the Observer saying that he remembered Officer A as “Peter”, who had belonged to a group at Kingsway College calling itself the Revolutionary Internationalist League before joining Militant. Current SP General Secretary Hannah Sell, who was YRE secretary in 1992-1996, identifies him in a commissioned piece for the Guardian as “Peter Daley”.

Knowing his false identity, Officer A’s photo could and should be published, and as detailed an account as possible should be assembled of his contacts and activities. His word on what he was involved in or with whom he collaborated cannot be taken at face value.

Instead of such basic procedures being followed, Randall merely describes Peter as a “diffident individual who appeared unhappy in his own skin”—who “seems to have come out of this the worst, being misused by his police bosses, as his subsequent ill health would show.

“One has to have some sympathy for him”, he declares.

Randall also insists that “Peter” failed in his activities because, “Our campaigns weren’t disrupted...and didn’t end because of police infiltration”.

An official statement by the SP, “State infiltration—a warning to the workers’ movement”, similarly asserts that though Officer A argued “for brawling with the BNP, indicating that he was attempting to play the role of provocateur”, “He had no effect”.

Officer A may not have succeeded in staging a provocation on this or that occasion, but that does not detract from the fact that he was able to stay inside the YRE for four years, gathering information, names and addresses and passing on these details to his handlers. This, in most circumstances, is the major activity of an agent. The opportunity for more major disruption, such as creating the conditions for arrests or destabilising an organisation from within, is rarer but cannot be discounted.

The SP concludes its statement with the bald assertion that “When movements are sufficiently powerful, neither state repression or [sic] infiltration will stop them”.

This superficially optimistic pronouncement is another and equally serious evasion of political responsibility. State agents and provocateurs can have a devastating impact on an organisation, long before it becomes such a powerful and unstoppable force. In the most important example of all, the penetration of the Fourth International by Stalinist agents cost the lives of Leon Trotsky, his son Leon Sedov and many other key leaders in the pre-war years. In the 1960s and 1970s, literally hundreds of agents were sent into the Socialist Workers Party in the United States and a particular group came to constitute the organisation’s central leadership and to determine its political line.

The exposure of the activities of agents such as Officer A is an elementary measure in helping to defeat ongoing efforts at police infiltration and provocations, and in educating workers and young people in an understanding of the activities of the secret state.

The authors also recommend:

The Historical and International Foundations of the Socialist Equality Party—Part 8
[7 October 2008]