Puede debilitarse, pero ya comenzó a llover en casi todo el territorio nacional. Las aguas caen sobre las áreas agrícolas saturadas de humedad por las recientes lluvias, y las presas con alto nivel de embalse como consecuencia de los huracanes Gustav y Ike, verterán sus aguas sobre valles y campos cultivados, como ocurrió a fines de agosto y principios de septiembre. Este ha sido bautizado con el engañoso nombre de Paloma.
Muchos cultivos cuyos frutos se esperaban pronto, incontables horas de trabajo humano, el combustible, las semillas, los fertilizantes, los herbicidas y el trabajo de los equipos empleados para producir alimentos con urgencia, volverán a perderse.
En muchos sitios donde las familias esperaban y recibían materiales para las viviendas, y aplaudían con admiración a los obreros que restablecían el fluido eléctrico, tan vital para muchos servicios, otra vez volverán a vivir en parte la misma experiencia.
De nuevo la destrucción de carreteras, caminos y otras obras se repetirá en varias provincias del país.
El último parte del Centro Nacional de Pronósticos del Instituto de Meteorología confirma el curso inexorable del fenómeno. No debemos, sin embargo, desanimarnos por la adversidad. Paloma no tiene el colosal diámetro de Gustav.
Cada hecho de este carácter debe servir para educar a nuestro pueblo sobre las consecuencias del cambio de clima y el desequilibrio ecológico, entre los muchos problemas que enfrenta la humanidad.
Los cálculos iniciales de los estragos económicos de los dos huracanes anteriores quedaron por debajo de la realidad. Estos ascendieron a más de 8 mil millones en lugar de los 5 mil anunciados inicialmente. Ahora se producirán daños adicionales.
Los cuadros que enfrentan resueltamente y sin descanso los problemas podrán demandar de sus compatriotas, con más énfasis todavía, la necesidad de consagrarse al trabajo productivo y los servicios como respuesta adecuada a las circunstancias adversas.
De nuevo sería necesaria la conducta digna si el jefe del imperio, que ha sido el máximo impulsor del bloqueo genocida contra nuestra patria, ofreciera otra vez piadosa ayuda. Con seguridad será rechazada. Que cese el bloqueo contra Cuba es lo que demanda nuestro pueblo, y ahora más que nunca, cuando es el reclamo unánime de la comunidad internacional en medio de la crisis financiera que azota a todos los países del planeta, desarrollados o por desarrollar.
Hay quienes todavía sueñan con poner de rodillas a Cuba esgrimiendo el criminal bloqueo como instrumento de la política exterior de Estados Unidos contra nuestra patria. Si ese país vuelve a caer en tal error, podría permanecer otro medio siglo aplicando esa política inútil con relación a Cuba, en caso de que el imperio fuese capaz de durar tanto tiempo.
Fidel Castro Ruz
Noviembre 7 de 2008
8 y 24 p.m.
■ El narrador y su esposa Siri Hustvedt participaron en la feria del libro de Oaxaca
■ “El desafío de Obama es evitar que el país se derrita como cubo de hielo y se vuelva tercermundista”
■ Cerrar Guantánamo y restablecer el habeas corpus, entre los daños de Bush para ser reparados
Ericka Montaño Garfias (Enviada)
Oaxaca, Oax., 7 de noviembre. Barack Obama fue electo en un momento en que Estados Unidos se deshace como un cubo de hielo por lo que su desafío, en los primeros cuatro años de su gobierno, será resarcir algo de los peores daños que George W. Bush causó, porque de lo contrario “Estados Unidos se convertirá en un país tercermundista”, advirtió el escritor estadunidense Paul Auster, quien estimó que pasará mucho tiempo parar superar los aspectos negativos del régimen de Bush.
“Esa es la tragedia que hereda Obama y debido a la crisis económica va a ser imposible lograr mucho en poco tiempo.”
Entre los daños por reparar, listó, se encuentran cerrar Guantánamo de inmediato, reinstalar la figura del habeas corpus, cambiar las leyes sobre espionaje doméstico y rescribir todo esto de la guerra preventiva “que es una de las ideas más espantosas que ha propuesto jamás un gobierno de Estados Unidos”, país al que Auster calificó como “el más hostil para la vida intelectual”, en respuesta a una pregunta de La Jornada.
Al respecto, explicó: “Nadie nos pregunta acerca de las elecciones. En México les interesa qué tenemos que decir porque hay más respeto por los artistas, filósofos e intelectuales y eso ocurre casi en todas partes” y puso como ejemplo que grandes escritores, como Octavio Paz, se han desempeñado en otros países como diplomáticos, mientras que Washington envía al exterior a personas que muchas veces no hablan el idioma de su país de llegada ni entienden la cultura.
“Los intelectuales tienen un lugar, pero no en Estados Unidos”, puntualizó el autor, quien ayer inauguró la versión 28 de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca.
Al borde del hundimiento
Paul Auster recordó que durante casi dos años él y su esposa, la escritora Siri Hustvedt, vivieron obsesionados por la posibilidad de la elección del demócrata. “En mi opinión Bush no fue electo presidente en 2000 y durante sus primeros cuatro años sentí que viviendo en una impunidad, las elecciones de 2004 fueron ambiguas. Se hablaba mucho de que se había hecho trampa en Ohio y yo no quiero llegar a una conclusión aunque podría haber ocurrido.
“Desde entonces vivíamos en un régimen criminal en todos los niveles: creando guerras innecesarias, respondiendo de manera estúpida a los ataques terroristas en 2001, la tortura de los prisioneros, la indiferencia hacia los estadunidenses; hablo de una lista que puede llenar un libro.
“La desesperación que sentíamos Siri y yo, y al decir Siri y yo hablo de millones de personas que se sentían inútiles y sin forma alguna de poder cambiar las cosas o hacer algo para detener el hundimiento de Estados Unidos, es como si se estuviera derritiendo un cubo de hielo, un país que nosotros amamos y que ya no reconocemos”.
Pero desde el martes pasado Estados Unidos tiene a un hombre joven y extraordinario, y se vive uno de los momentos más sorprendentes de la historia del país en los pasados 200 años, añadió en conferencia de prensa.
“Tenemos un hombre negro en un país que se deshizo de la esclavitud hace 150 años apenas. Ahora es un líder de gobierno, es enormemente capaz, inteligente, está calificado. Los problemas a los que se enfrenta son inmensos, pero no puedo pensar en nadie mejor para el país.”
Tanto Auster como Hustvedt señalaron que el triunfo de Obama fue resultado de algo más complejo que un “voto de castigo” para el Partido Republicano. “Es algo muy complejo”, dijo la novelista y poeta. “Tiene mucho que ver con el hecho de que la demografía ha cambiado en Estados Unidos de tal manera que la población inmigrante ha crecido, eso ha cambiado la composición del país.
“La crisis económica le ayudó. Pero también fue resultado de algo más humano: Obama es una persona que la gente llegó a amar. Tuvo muchos seguidores por su idealismo, su forma de hablar en público, su inteligencia. Todo esto logró capturar a las personas y creo que fue una elección acerca de amor, que trató de amor, de cariño.”
Auster terció: “Nunca he visto a un político que sea más impresionante y con la capacidad de Obama; estoy suficientemente viejo para haber pasado por la elección de John F. Kennedy, en 1960, y ahora hablamos de alguien de ese nivel. Inclusive tendríamos que ir hasta Roosevelt y Lincoln para encontrar a alguien con esa magnitud. Será un gran presidente si le dan oportunidad, porque creo que McCain reveló ser impulsivo, impetuoso, con la cabeza caliente que actúa antes de pensar y Obama piensa antes de actuar. En estos tiempos de confusión, de caos y de problemas en el mundo necesitamos a una cabeza equilibrada”.
Vigor de la literatura de EU
De la posible vida pública para Bush una vez que concluya su mandato, ambos escritores coincidieron en señalar que no tendrá mucho de eso. “Bush se fue por la tubería y su figura política disminuyó cada año. Creo que la gente no quiere ni siquiera verle la cara”, dijo Hustvedt, quien acaba de publicar su novela Las cosas que amé.
“Esperamos que Bush se vaya a su rancho en Texas a criar ganado y hacer ejercicio caminando con su perro; no creo que vaya a tener un papel en el país o en el mundo”, subrayó Auster, cinéfilo, quien alguna vez pensó seriamente en estudiar para director de cine, pero su timidez lo llevó a dedicarse a la literatura y ahora escribe su nueva novela, El invisible, que publicará en 2009.
Otro tema fueron las polémicas declaraciones que hizo el secretario de la Academia Sueca sobre el Nobel, Horace Engdahl, quien calificó a la literatura estadunidense como “aislada”. Auster le dio la razón en cuanto a que “Estados Unidos ha cerrado sus fronteras a otras culturas, no traducimos mucha literatura; pero no creo que tenga razón en cuanto a los novelistas. Existen muchos escritores brillantes y estamos en un momento vigoroso en nuestra literatura, la cual va a sobrevivir, se sobrepondrá a cualquier cosa, continuará más allá de las películas, porque se hace con letras y palabras”.
MÉXICO, D.F., 5 de noviembre (apro).- Escalofriados vivientes, lectores de la presente, reciban ustedes mis más sinceras condolencias por el desastre financiero que les han impuesto y se ven obligados a sufrir en ese su hoy de globalidad capitalista. ¡Ah! ¿Qué pasa con esos economistas teóricos, organizadores y, en ocasiones, hasta gerentes de esa su globalidad en que viven? Esto lo pregunto porque el desbarajuste económico que padecen pienso que se debe a que veo a los mismos como a unos patéticos aprendices de brujo. Igualmente, considero que les pasó lo mismo a esos economistas sirvientes de la economía planificada, de la economía al servicio del Estado, en los días de anteayer. Todos ellos, sirvientes de la economía de libre mercado competitivo, o de la planificada, son lo que son, aprendices de brujo. No me malinterpreten, por favor, pues no lo afirmo porque les tenga mala voluntad, ¡Dios me libre de tan nefando sentimiento! ¿Lo digo porque crea que han llevado a cabo un pacto con el diablo? De ningún modo. ¿Por qué considere, como algunos lo hacen, que la economía es una ciencia lúgubre? Nada de eso, ¿porque la misma no es una ciencia?, tampoco. Afirmo que los economistas del libre mercado y los de la economía al servicio del Estado son unos patéticos aprendices de brujo por idólatras. Esta mi afirmación no es gratuita, un capricho de mi voluntad, no. Es más: con razones filosóficas e, incluso, científicas, puedo decir y sostener que, como en la economía, cualquiera otra actividad puede llevar a cualquier humano a ser un inepto aprendiz de cualquier cosa, y por tanto ineficiente, ineficaz para desempeñarla. Un ineficiente que si alguna vez acierta, lo hará a la manera del burro flautista: por casualidad, y no por sus saberes. Y eso pasa, repito, por idolatría. Lo sé bien. Y lo sé porque servidor es aquel que descubrió, que puso en evidencia que el pensar del humano puede ser influido y hasta deformado en cada época, porque cada época tiene ciertos pensamientos en boga, doctrinas, paradigmas les llaman a ese su hoy, creencias sacrosantas que influyen pesadamente sobre los humanos; temas, doctrinas, creencias que yo distinguí con el nombre de ídolos y que no son más que las ideas preconcebidas, las imaginaciones falsas heredadas del pasado o condicionadas por la propia naturaleza de la humana criatura y que le impiden descubrir la verdad, por lo que se convierte en patético aprendiz de brujo, como lo son tantos economistas, en primer lugar, por no manejar su ciencia en el sentido estricto del término; es decir, de manera científica, ya que si así lo hicieran, la experiencia, que muestra y confirma que las empresas en modo alguno operan en mercados perfectos, sino que operan en mercados imperfectos, abriría los ojos a esos economistas ideólogos, organizadores, asesores y hasta gerentes del libre mercado competitivo y les llevaría a revisar, a cambiar e incluso a deshacerse de su teoría, a construir otras... "... como el casual descubrimiento de una excesiva cantidad de luz emitida por la peckblenda generó una radical elaboración de las leyes de la física", como ha señalado Nickolas Kaldor, economista no idólatra, mismo que también ha dicho: "Desgraciadamente los economistas no se sienten obligados de la misma manera a hacer corresponder las hipótesis de la teoría con la realidad de la experiencia". En segundo lugar, tantos economistas son patéticos aprendices de brujo por lo que ya he asentado más arriba: por ser idólatras; es decir, por estar influidos y hasta deformados por aferrarse y rendir tributo a los ídolos de las ideas preconcebidas, las falsas imaginaciones heredadas o las ideas de moda. Escalofriados vivientes, pacientes lectores de la presente, espero que sabrán perdonarme el que no pueda cerrar la misma sin recomendarles que se hagan el firme propósito de no ser idólatras; esto es, que no se aferren ni rindan ciega pleitesía a las ideas preconcebidas, a las falsas imaginaciones heredadas, a las modas del día, pues de esa manera podrán librarse de caer en ser patéticos aprendices de brujo como personas, ciudadanos, como prójimos. Con el sincero deseo de que, por su bien como humanos, Dios les ayude en lograr tal propósito. Francis Bacon
Amigo de José Luis Santiago Vasconcelos y asesor de él en temas judiciales, el investigador Edgardo Buscaglia considera que no debe descartarse que la muerte del extitular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) se haya debido a un atentado del narco o incluso fraguado, dice, desde el mismo poder político. Las razones que lo llevan a afirmar lo anterior son de mucho peso... El percance aéreo en el que murió José Luis Santiago Vasconcelos junto con el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, el martes 4, pudo ser producto de un atentado debido a los altos niveles de infiltración que enfrenta el gobierno de Felipe Calderón por parte del crimen organizado. Esa es la hipótesis de Edgardo Buscaglia, investigador del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Amigo de quien durante 15 años combatió desde la Procuraduría General de la República a los cárteles de la droga, Buscaglia asegura que el lunes 3 por la noche se reunió con él, y afirma que el funcionario estaba amenazado por varias organizaciones criminales y sólo contaba con una reducida escolta desde que dejó su cargo en la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO). -¿De qué bases parte usted para sostener que la muerte de Santiago Vasconcelos y de Juan Camilo Mouriño puede ser consecuencia de un atentado? -se le pregunta a Buscaglia. -En un ámbito institucional contaminado como el que existe en México, Afganistán, Guatemala o Pakistán, donde hay tanta infiltración del Estado por parte de los grupos criminales, nunca hay que descartar la hipótesis de un atentado; más todavía cuando a dos funcionarios del más alto nivel se les cae el avión sin explicación alguna. Para Buscaglia, quien era asesor de Santiago Vasconcelos en los trabajos de la reforma judicial, la posición de Luis Téllez, secretario de Comunicaciones y Transportes, es "muy sospechosa e irresponsable". No puede afirmar, dice, que el percance aéreo fue un accidente cuando ni siquiera se han concluido las investigaciones ni están procesadas. Explica: "Me llama poderosamente la atención que un secretario de Estado diga que se trató de un accidente y que se quiera sesgar la investigación para evitar que la gente no tenga la percepción de que se trató de un atentado". Este es un adelanto del reportaje que publica Proceso en su edición 1671
Junto con el presidente Felipe Calderón y el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, Juan Camilo Mouriño formaba la tríada del poder. Así lo describe la periodista Anabel Hernández en su nuevo libro Los cómplices del presidente, que en días próximos pondrá en circulación Grijalbo. En entrevista con este semanario, (de la cual proceso.com publica un adelanto) Hernández sostiene que aun cuando Calderón le toleraba todo, en Los Pinos y en el PAN Mouriño era criticado por su voracidad empresarial. Jorge Carrasco Araizaga Una larga historia de irregularidades, abusos y complicidades es el legado público de Juan Camilo Mouriño Terrazo. Los negocios que el secretario de Gobernación hizo al amparo del poder, sobre todo en los dos años en que formó parte del gobierno de su amigo Felipe Calderón, es apenas lo más visible de su vida como funcionario. Detrás hubo un político que lo mismo se valió del espionaje y el sabotaje, del uso faccioso de los recursos públicos y de la manipulación electoral. Mouriño fue consejero que terminó por secuestrar al presidente de la República y generar discordias en el círculo cercano de Calderón, incluido el PAN, según la periodista Anabel Hernández. "Muchos de los que hoy lo lloran, hasta hace muy poco se quejaban de su voracidad", asegura la autora de Los cómplices del presidente, un libro de próxima aparición en el que los protagonistas son Calderón, Mouriño y el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna. Fue una triada que actuó desde la campaña presidencial de 2006, que hizo cuanto pudo para sabotear a Andrés Manuel López Obrador y que hasta la muerte de Mouriño -el martes 4- estuvo amalgamada por la complicidad, dice en entrevista realizada el jueves 6, horas después de que Calderón reivindicara a su fallecido secretario de Gobernación como "un hombre franco y honesto", que "fue objeto de críticas y víctima de calumnias". Iniciado el año pasado como una investigación en torno a García Luna, el libro amplió sus alcances a principios de 2008, cuando López Obrador desató el escándalo de los contratos de las empresas de Mouriño con Pemex, luego de las revelaciones de la revista Contralínea sobre ese asunto. "Este libro lo terminé de escribir el 28 de septiembre pasado, cuando (Mouriño) era secretario de Gobernación, con todo el poder y la fuerza que ello implica. No es una publicación que sale por oportunismo o mala fe. Lo hice cuando él estaba en pleno goce del poder", aclara Anabel Hernández, quien en 2002 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo por revelar el llamado Toallagate, el primer escándalo de corrupción en el sexenio de Vicente Fox.
Marx, al comenzar El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, con su ironía y estilo literario señaló que los grandes hechos, si se repiten, no tendrían el carácter de grandeza o tragedia, y lo harían en su modalidad de farsa o caricatura. La actual crisis no contradice su postulado. De forma grotesca, el ansia de acumulación de los capitales financieros especuladores que actúan en las bolsas del mundo es parte de esta caricatura. Si la tragedia se produjo con el crack del 29 y la crisis de entreguerras del siglo XX, la farsa está representada por el adoctrinamiento económico liberal desatado en los años 70 del mismo siglo.
Tratando de hacer comulgar con ruedas de molino, se cayó en el mismo mal: se repitió el mismo error. Sólo que en esta ocasión se cumplió la profecía marxista. Ha sido una estampa única observar a los banqueros jugando contra la banca. Pareciera que no les importó declararse en quiebra. Su convencimiento altanero deviene de sentirse controlados por los gobiernos formales y ser parte del poder transversal. Estaban seguros de que el Estado saldría en su auxilio. Para ellos el mundo pasó a convertirse en un casino con una ruleta. Una gran ruleta en la cual se puede jugar y apostar hasta el infinito. No hay peligro. Si cae uno, ya vendrá otro. Juegan todos contra todos y en beneficio propio.
Resulta obsceno verificar cómo los gobiernos de la derecha y socialdemócratas salen en defensa de sus corruptas elites financieras. Desde Estados Unidos hasta Holanda, pasando por Alemania, Italia, Francia, España o Canadá. Miles de millones de euros y dólares son entregados a los bancos para mantener abierto el casino. Hay que seguir apostando a la ruleta. Se trata de mantener la fiabilidad en el sistema y dar rienda suelta a los ludópatas. Cualquier cosa antes que poner en entredicho el orden financiero y económico mundial. De no hacerlo estarían corroborando que el capitalismo está en crisis. Y semejante afirmación es una herejía. Hoy, las bolsas siguen siendo un gran negocio. Comprar en momentos de baja permite obtener pingües beneficios a medio plazo. Pero sólo quienes poseen grandes sumas de dinero pueden invertir. Mientras tanto, a cara descubierta o de manera soterrada se ejerce una fuerte presión sobre las clases explotadas y dominadas, aprovechando para flexibilizar aún más el mercado laboral, despedir a los trabajadores, a cientos y miles, acosar a los sindicatos, privatizar y conceder mayores prerrogativas a las trasnacionales en su afán por recortar los derechos sindicales y laborales, ya de por sí disminuidos en estas dos últimas décadas. En pocas palabras, aumentar el grado de explotación del capital sobre el trabajo. Empresas como Monsanto, Bayer, Repsol, Iberdrola, son un ejemplo del nuevo tipo de actuación en el orbe. Convirtiéndose en grandes latifundistas participan de procesos desestabilizadores. Sin escrúpulos contratan paramilitares en Colombia y desplazan a los campesinos de sus territorios para plantar soya y transgénicos. Otras apoyan a gobiernos corruptos en su ansia de mantener en el poder a sus aliados al ver afectados sus intereses. Inyectan fuertes sumas de capital a partidos políticos, caso de México, recibiendo a cambio la palabra de los gobernantes ilegítimos a la hora de hacerse más adelante con los sectores estratégicos, antes en propiedad del sector público.
Verificar la caricatura de refundación del capitalismo no es un consuelo. La muerte cada dos segundos de un niño en el mundo no es una farsa. El aumento de suicidios entre los campesinos en los países de América Latina, Asia y África se relaciona con la falta de créditos y la incapacidad para hacer frente a las deudas contraídas con los bancos. Desesperanza, frustración e impotencia. La lucha es parte de la estrategia de sobrevivencia, aunque también la muerte acaba transformándose en una mala salida cuando se reprime la organización política y popular. Así, los empresarios se frotan las manos. Se quedan con sus propiedades y, como si fuera poco, piden para ellos exenciones fiscales, límites al pago del IVA y anular las multas contraídas con Hacienda. Es el momento para optimizar su situación. Pero los trabajadores no gozan de los mismos privilegios. Para ellos, el discurso y la política es la de ajustarse el cinturón, pagar el IVA y ser buenos ciudadanos, es decir, pagar 100 por ciento de los impuestos, las hipotecas, los préstamos, los intereses bancarios y las deudas. No hay aplazamientos posibles. De no comportarse adecuadamente, el embargo, la pérdida de los bienes, el despido y la cárcel son el horizonte más probable.
Mientras tanto, George W. Bush, en un ataque de apoyo a las políticas del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, ofrece a sus amigos miembros del G-8 y países emergentes una reunión para hablar de la recesión. Con un carácter entre nostálgico por la despedida de su mandato, ha reservado el derecho de admisión. Seguramente en medio de cenas opíparas, los asistentes darán un tirón de orejas a los desbocados especuladores por haber roto las leyes del mercado. Igualmente, estarán convencidos de que las aguas volverán a su cauce dentro de unos años y que es hora de capear el temporal. Así, apostarán por seguir apoyando el desmantelamiento del sector público, la privatización de la salud, la educación, la desregulación del mercado laboral, el despido libre, la apertura comercial y financiera. Ninguno de ellos pondrá en duda la viabilidad del capitalismo. Ahora recurrirán al viejo lord Keynes para salvar los muebles, cuestión que no es incompatible para evitar el colapso.
Como colofón de este esperpento, el presidente del gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, llora por no ser convocado. En un provincianismo propio del subdesarrollo cultural y social que caracteriza a la España del siglo XXI, al decir de Vicent Navarro, el reino moviliza todas las fuerzas para estar presente como uno de los invitados donde está reservado el derecho de admisión. Pobre bagaje para un gobierno que debería estar más preocupado por evitar que sus trasnacionales no cometan genocidio, etnocidio ni desestabilicen gobiernos democráticos en América Latina.
Es usted uno más de los millones de mexicanos en cuya constancia de pago de salarios aparece una razón social distinta a aquella a la cual presta sus servicios? Probablemente se trate de un fraude que utilizan los patrones para cubrirle un salario menor, negarle el pago de reparto de utilidades, impedir que se asocie en un sindicato auténtico, despedirlo fácilmente, evadir seguridad social o simplemente pagar menos impuestos al fisco. Seguramente, todo ello en conjunto.
La práctica de la subcontratación, con sus distintas denominaciones: outsourcing, tercerización, externalización o las llamadas empresas de servicios, crece como hidra en el modelo laboral mexicano, carcomiendo derechos que colocan a numerosos trabajadores en estado de indefensión, ante la mirada cómplice de autoridades temerosas de contradecir la iniciativa empresarial que utiliza este camino para violar la ley. Frente a esta situación, el sindicalismo tradicional no mueve un dedo, pues no es de su interés y preocupación la defensa real de sus afiliados, además de que es incapaz, en razón de su debilidad, de contrarrestar una política en la que el sector empresarial ha encontrado una mina de oro, a costa de los trabajadores que le sirven. Los casos de Pasta de Conchos y el accidente de Petróleos Mexicanos en la plataforma Usumacinta exhiben las consecuencias de una subcontratación depredadora.
No todo está perdido; el 24 de abril pasado la Cámara de Diputados dictaminó y aprobó un conjunto de reformas que adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley del Seguro Social, iniciativa presentada por el diputado Patricio Flores Sandoval y apoyada por la Comisión de Seguridad Social, integrada por legisladores de los distintos partidos. Mediante esta reforma se prevé que los patrones beneficiados por el trabajo subcontratado y los subcontratistas, ambos tendrán la obligación de proporcionar informes periódicos y documentos que les requiera dicha institución, a fin de garantizar la vigencia de la seguridad social, fijando responsabilidades para el caso de omisión.
Esta reforma de ley aprobada por la Cámara de Diputados es compatible con el marco de nuestra legislación vigente y da un paso adelante para garantizar, al menos, el piso mínimo de protección que otorga la seguridad social a los trabajadores que están bajo este modelo de subcontratación. El dictamen fue turnado a la Cámara de Senadores y se esperaba entonces una ágil aprobación, tomando en cuenta la urgente necesidad de iniciar medidas tendientes a poner orden en este tema de gran impacto social. Pero el sector empresarial movió sus hilos, convocó a sus aliados y ha logrado hasta ahora inhibir la aprobación final de la ley. Han transcurrido ya seis meses sin que culmine el proceso legislativo en el Senado.
Existen experiencias muy valiosas en el campo internacional sobre las soluciones que se han instrumentado para regular el tema de la subcontratación, acotando su uso sólo cuando existan motivos técnicos y de especialidad, cuando la naturaleza del proceso productivo o de mercado así lo exija, inhibiendo a su vez la simulación o los incentivos para su violación. La propia Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha formulado importantes recomendaciones en la materia, entre ellas la 198, del año 2006, referida a las características que deben prevalecer en este tipo de relaciones de trabajo. Esta recomendación señala que los países miembros de la OIT, entre ellos México, deberán incluir en su política nacional medidas tendientes a “luchar contra las relaciones de trabajo encubiertas… que ocultan la verdadera situación jurídica, entendiéndose que existe una relación de trabajo encubierta cuando un empleador considera a un empleado como si no lo fuese, de una manera que oculta su verdadera condición jurídica, y que pueden producirse situaciones en las cuales los acuerdos contractuales dan lugar a que los trabajadores se vean privados de la protección a la que tienen derecho”.
Atendiendo a las legislaciones de otros países, se han admitido principios elementales sobre este tema, tales como la responsabilidad solidaria entre la empresa principal que se beneficia del trabajo y la subcontratista; la improcedencia de subcontratar actividades dirigidas a la finalidad o actividad normal de la empresa, y la prevalencia –como aparece establecido en nuestra legislación nacional– del concepto de “empresa” sustentado en razones objetivas o materiales, y no en simples formas jurídicas o denominaciones, esto es, que para identificar al verdadero patrón responsable de la relación de trabajo no basta que se invente una razón social y se le informe a los trabajadores que ya tienen nuevo patrón sustituto, sino que el auténtico beneficiario del servicio de los trabajadores sea quien responda de la relación de trabajo.
La subcontratación fraudulenta es más frecuente en el área de los servicios y en materia local; en el Distrito Federal, correspondería a la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo y a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje tomar iniciativas para fijar criterios compatibles con nuestro marco jurídico laboral y las recomendaciones internacionales. Su ejemplo, sin duda, impactaría favorablemente en el resto del modelo laboral nacional.
Aquellos de nosotros que desde la izquierda hemos criticado a Obama, como yo lo he hecho, porque no ha podido asumir posturas fuertes en torno a la guerra y la economía, debemos unirnos a las expresiones de júbilo de aquellos estadunidenses, negros y blancos, que gritaron y lloraron el martes por la noche al darnos cuenta de que había ganado las elecciones presidenciales. Es en verdad un momento histórico, que un hombre negro vaya a conducir a nuestro país. El entusiasmo de los jóvenes, negros y blancos, la esperanza de los viejos, simplemente no pueden ser ignorados.
Hubo un momento similar hace un siglo y medio, en 1860, cuando Abraham Lincoln fue electo presidente. Lincoln había sido criticado duramente por los abolicionistas, por el movimiento contra la esclavitud, por no haber logrado asumir una posición clara y valiente contra el esclavismo, por actuar como astuto político y no como fuerza moral. Pero cuando lo eligieron, el líder abolicionista, Wendell Phillips, que había sido un furioso crítico de la cautela de Lincoln, reconoció la posibilidad que yacía en haber logrado la presidencia.
Phillips escribió que por vez primera en la historia de la nación “los esclavos han escogido a un presidente de Estados Unidos”. Lincoln, dijo, no era un abolicionista, pero de algún modo “consiente representar la posición antiesclavista”. Para Phillips, como peón en un tablero de ajedrez, Lincoln tenía el potencial, si el pueblo de Estados Unidos actuaba vigorosamente, para moverse por todo el tablero, convertirse en reina y, como Phillips lo dijo, “barrer con todo”.
Obama, al igual que Lincoln, tiende a mirar primero sus fortunas políticas en vez de hacer decisiones basadas en principios morales. Pero, siendo el primer afroamericano en la Casa Blanca, elegido por una ciudadanía entusiasta que espera una jugada decisiva hacia la paz y la justicia social, él presenta la posibilidad de un cambio importante.
Obama se vuelve presidente en una situación que grita por un cambio de esa naturaleza. La nación se ha enfrascado en dos guerras fútiles e inmorales, en Irak y Afganistán, y el pueblo estadunidense se ha vuelto decididamente contrario a tales guerras. La economía está siendo sacudida por golpazos tremendos y corre el peligro de colapsarse, conforme las familias pierden sus hogares y la gente trabajadora, incluidos aquéllos de la clase media, pierden sus empleos. Así que la población está lista para un cambio. De hecho, está desesperada por un cambio, y “cambio” fue la palabra más utilizada por Obama en su campaña.
¿Qué tipo de cambio se necesita? Primero, anunciar la retirada de nuestras tropas de Irak y Afganistán, renunciar a la doctrina Bush de la guerra preventiva y a la doctrina Carter de la acción militar para controlar el petróleo de Medio Oriente. Obama necesita cambiar radicalmente la dirección de la política exterior estadunidense, declarar que Estados Unidos es una nación amante de la paz que no intervendrá militarmente en otras partes del mundo, y que comenzará a desmantelar las bases militares que mantenemos en más de cien países. Además, debe comenzar a reunirse con Medvediev, el líder ruso, para alcanzar acuerdos acerca del desmantelamiento de los arsenales nucleares, en cumplimiento del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares.
Esta retirada del militarismo liberará cientos de miles de millones de dólares. Un programa fiscal que incremente con decisión los impuestos para el uno por ciento más rico de la nación y que incida en su riqueza y no solamente en sus ingresos, arrojará más de cientos de miles de millones de dólares.
Con todo ese ahorro de dinero, el gobierno podrá otorgar una atención gratuita a la salud para todos, poner a millones de personas a trabajar (lo que el llamado libre comercio no ha conseguido). En suma, emular los programas del New Deal, en los que el gobierno otorgó empleo a millones. Esto es sólo un bosquejo de lo que podría transformar a Estados Unidos y hacerlo un buen vecino para el mundo.
Traducción: Ramón Vera Herrera.
* Howard Zinn creció en Brooklyn, sirvió como bombardero en la Segunda Guerra Mundial y desde entonces está profundamente involucrado en los movimientos por los derechos civiles y contra la guerra. Es autor de muchos libros, incluido A Power Governments Cannot Suppress (Un poder que los gobiernos no pueden suprimir) publicado por CityLights Books, 2007.
Accidente o sabotaje, en cualquier caso el desastre aéreo del pasado martes en que perdieron la vida Juan Camilo Mouriño, José Luis Santiago Vasconcelos, cuatro funcionarios de la Secretaría de Gobernación, dos pilotos, una sobrecargo y cinco peatones, inauguró el último bimestre de un año pródigo en episodios de horror, entre los que destacan los 12 decapitados de Mérida, los 24 albañiles asesinados en La Marquesa, las matanzas en Culiacán, Creel, Ciudad Juárez, Chihuahua y Tijuana; las hieleras con cabezas humanas en Durango; el atentado con granadas en Morelia y el cúmulo de balaceras en retenes y ciudades de todo el país que segaron la vida de incontables inocentes.
Casi dos años después de que Felipe Calderón, sin pedirle permiso al Congreso ni a nadie, declarara su muy personal “guerra contra el crimen organizado”, hay más de 6 mil 400 muertos, numerosos desaparecidos (muchos de ellos por razones políticas, falsamente vinculados con el narcotráfico), desaliento en las fuerzas armadas, pérdida de control territorial por parte del Estado en diversas regiones y una profunda sensación de fracaso en el llamado “gobierno” de la República.
Calderón aplicó, a ojos cerrados y al pie de la letra, una política dictada por los halcones de la administración de George WC Bush en el marco de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (Aspan), con los resultados que hoy todos conocemos: el país es presa de una violencia inédita y Mouriño, el enlace directo entre Los Pinos y la Casa Blanca para todo lo relacionado con el Aspan, está muerto.
En materia de políticas económicas y sociales, Calderón también hizo suyo el programa de Bush en beneficio exclusivo de los más ricos entre los ricos. Hoy no sabe cómo enfrentar la más grave crisis financiera de todos los tiempos. El colapso de Wall Street y de los bancos más importantes del mundo exige que cada gobierno, en cada país, se adapte a las nuevas circunstancias.
Durante casi 24 meses, Calderón navegó, sin proyecto y sin equipo, detrás de Bush, confiando en que la fuerza del imperio lo protegería incluso de sus propias ineptitudes. Pero volvió a equivocarse. Bush y su visión económica están prácticamente en el basurero. Calderón tendrá que ponerse en sintonía con el sucesor del texano o, si es congruente con su fundamentalismo neoliberal, combatirlo, porque en sus líneas generales de política interna, el discurso de Barack Obama se parece en mucho al de Andrés Manuel López Obrador.
Ambos –el “presidente legítimo” de México y el presidente electo de Estados Unidos– coinciden en que, para reducir los estragos de la crisis en los sectores más desamparados de la población, hay que fortalecer el papel del Estado, reanimar el mercado interno, detonar la creación de empleos y rescatar a los pobres. ¿Cómo podrá Calderón hacer suyas esas políticas manteniendo a Agustín Carstens en la Secretaría de Hacienda, y a todos los exponentes de la ortodoxia salinista en las instancias que dizque “manejan” la economía?
¿Y ahora qué sigue?
Un minuto antes del avionazo del martes, Calderón preparaba relevos, para principios de diciembre, en las secretarías de Gobernación, Energía y Educación Pública, así como en la Procuraduría General de la República. Mouriño se iría de candidato del PAN al gobierno de Campeche; Georgina Kessel sería remplazada por un incondicional del ahora finado señor de los contratos, Josefina Vázquez Mota pasaría a Bucareli y Eduardo Medina Mora se incorporaría al servicio exterior.
Esas eran las especulaciones que se manejaban al menos desde agosto, cuando al calor de las negociaciones para la reforma energética eran frecuentes los pleitos entre Jesús Reyes Heroles, director general de Petróleos Mexicanos, y el propio Mouriño, quien gracias a su cercanía con Calderón se permitía imponer a los suyos en puestos claves de la paraestatal, pasando por encima de cualquiera.
Hoy, obviamente, el panorama se ha modificado en forma drástica. Calderón está obligado a reaccionar la semana próxima y anunciar de una vez la nueva composición de su equipo. La experiencia sugiere, sin embargo, que lejos de realizar cambios de fondo hará pequeños ajustes para mantener las mismas políticas que han conducido a la ruina al país, porque no tiene capacidad para ninguna otra cosa.
¿Qué es lo que sigue? ¿Más de lo mismo con mayor endurecimiento represivo? ¿Ratificación en sus cargos de todos los funcionarios ineptos, el procurador general y el secretario de Seguridad Pública incluidos, para no dar una muestra de debilidad tras el “accidente”? Los días venideros mostrarán si el régimen tiene alguna posibilidad de sobreponerse a sus enormes y palpables limitaciones y, si por tanto, podrá subsistir en el vértigo de los nuevos tiempos.
Pero la pregunta –¿qué es lo que sigue?– debe ser formulada y respondida con la misma urgencia por los movimientos sociales de la oposición. Hay procesos en marcha, hay caminos bien delineados. López Obrador ha llamado a construir nuevas redes sociales en torno a la organización de comedores populares y otras formas de resistencia popular. Sin embargo, ya se acercan las elecciones legislativas de 2009. No hay partidos políticos ni instituciones electorales confiables. ¿Qué van a hacer los ciudadanos? ¿Votar o no votar?
Desfiladero ofrece este espacio a sus lectores para que, desde el sábado próximo, externen aquí sus puntos de vista en torno a la pregunta: ¿y ahora qué sigue?
Aclaraciones de Andrea
En relación con el caso de la señora Bertha Escobar Fernández, sobrecargo de Aeroméxico que murió el pasado 15 de junio en Médica Sur, Andrea, su hija, envió una carta aclaratoria para deslindarse de “todos los comentarios” que el sábado anterior publicó esta columna, pues “contienen diversos errores” que desea aclarar.
“Las jornadas de trabajo y descanso están pactadas en el contrato colectivo de trabajo que tienen celebrado la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México y Aeroméxico, con base en estudios de personas conocedoras en la materia”, explica. Por tanto, rechaza la inferencia de que el exceso de trabajo y la falta de descanso adecuado ocasionaron los derrames cerebrales que provocaron la muerte de su madre porque, agrega, no hay ninguna prueba científica que lo demuestre. Es, señala, igualmente inexacto que “Aeroméxico se haya desentendido de los gastos médicos de la paciente, por lo que no tengo ningún reclamo al respecto”.
Por fortuna, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez Kuenzler, no está al frente de ninguna oficina de comunicación social, porque su desempeño para el país sería más peligroso ahí que en las dos secretarías que ha ocupado. Su gran insistencia en que los ciudadanos mexicanos le creamos que la tragedia aérea ocurrida el pasado martes 4 de noviembre fue sólo un accidente despierta más sospechas que certidumbre. No es conveniente para el país y para el gabinete al que pertenece que esa versión oficial se presente con tanta insistencia e intolerancia. No es momento, no es prudente dirigirse así al país en un asunto de tal trascendencia.
No me propongo defender ni rechazar la posibilidad de que la tragedia del día 4 de noviembre pudiera considerarse un atentado. Sólo me propongo explicar que, a diferencia de la postura enfática de Luis Téllez, muchas acciones del gobierno federal indican que el gobierno parte de la hipótesis del atentado.
Primero, no fue la PGR ni la PFP ni la policía judicial del Estado quien ocupó las instalaciones del aeropuerto de San Luis Potosí al momento de conocerse la caída del Jet XC-VMC, sino el Ejército Mexicano. ¿Por qué una medida como ésta? Es lógico que con esta acción militar se buscaba conocer el movimiento de personal que pudiera haber tenido acceso a la aeronave durante el tiempo que estuvo en tierra. Es decir, la hipótesis de esta acción militar no parte de un accidente inesperado.
Segundo, el discurso del presidente Felipe Calderón leído en el hangar presidencial no hizo referencia a ningún accidente, lo cual hubiese allanado el camino al discurso oficial de Luis Téllez. Esa omisión en una persona como él, tan dado a apresurarse en sus conclusiones, sugiere que la información que se le entregó antes o durante su vuelo a la ciudad de México también contenía una opción más que la del solo accidente.
Tercero, Lorenzo Chim, corresponsal de La Jornada, informó que “a las 20:30 horas, llegaron efectivos militares vestidos de civil fuertemente armados” a la casa de Carlos Mouriño Terrazo, y que entre ellos había “elementos del Estado Mayor Presidencial”. La mansión de Juan Camilo, del barrio de San Román, y su rancho Villa Geli, en la zona suburbana de Imí, se encontraban vacíos, pero también contaban con vigilancia. Esto sugiere que el Ejército trató de anticiparse a algún posible “percance” que pudiera sufrir el hermano del secretario de Gobernación. Es decir, partían de una hipótesis diferente a la de sólo un lamentable accidente.
Cuarto, el Learjet 45 se encontraba en perfectas condiciones, según informó el 6 de noviembre Fabiola Martínez en La Jornada, pues “fue sometido recientemente a un mantenimiento integral en Estados Unidos para asegurar su correcta operación (…) La rigurosa revisión de la aeronave se inició a finales de julio de este año y fue entregado hasta los primeros días de octubre pasado (…) existen evidencias acerca de los cuidados extremos a que era sometido el Learjet como asunto de seguridad nacional, debido a que estaba asignado al responsable de la política interna del país.” En estas condiciones, hablar de “fallas mecánicas” es aventurado y requiere de un tratamiento más abierto y prudente por parte del secretario Luis Téllez.
Quinto, y vinculado con el punto anterior, el asunto debe centrarse, pues, en el tipo de accidente. Por ejemplo, una aeronave como ésta es capaz de volar con una sola turbina; no es un aparato que pueda desplomarse fácilmente, sobre todo si había sido sometido a un mantenimiento minucioso. La ruta de vuelo era la correcta y la velocidad de su acercamiento al aeropuerto para tomar la pista indicada por la torre de control también era correcta. En estas condiciones, ¿qué tipo de falla mecánica podría sugerirse como explicación plausible? O mejor, ¿qué inusitada falla mecánica podría explicarnos lo ocurrido?
El punto sexto se conecta con el anterior: ¿para aclarar una falla técnica, por muy compleja que sea, no es natural que el ciudadano mexicano considere excesivo el asesoramiento de expertos extranjeros? Tal asesoría sugiere que el gobierno federal parte de la idea de que el “accidente” puede ser más complejo de lo que afirma el secretario Téllez.
Séptimo, es riesgoso, por incompleto y sesgado, que el secretario Téllez proponga como demostración de que se trató de un accidente una hipótesis insuficiente: creer que el único tipo de sabotaje posible es el de una bomba que despedace la aeronave. Aquí está el punto más débil de la argumentación del secretario Téllez. Los sabotajes pueden prepararse de diversas maneras: por ejemplo, por un desajuste o desperfecto en los instrumentos de control de la aeronave. En este caso, las hipótesis también pueden ser diversas: desde un sabotaje “mecánico” hasta un sabotaje de tipo electrónico; en este último caso, el sabotaje pudo haberse consumado tecnológicamente desde un teléfono celular.
Es natural que, a diferencia del secretario Téllez, las autoridades del gobierno federal manejen otras hipótesis y requieran de expertos extranjeros. Un sabotaje de tipo electrónico requiere, evidentemente, para su aclaración y confirmación de la asesoría de expertos extranjeros como los que visitan nuestro país en estos momentos.
Felipe Calderón transformó un afecto personal en supuesto funeral de Estado y, en un giro que depositó lo político en el plano de lo religioso (que llevó la razón de lo público al plano de lo privado, de la silla del poder al púlpito, de lo centrado a lo desquiciado), pronunció párrafos de insólitas bienaventuranzas, no como Mesías tropical sino del Campo Marte. El amiguismo iluminado utilizó figuras bíblicas para expedir un sacro certificado oficial de inocencias y, en ese magno foro de premiadas concurrencias pluripartidistas, designó a Juan Camilo Mouriño como máximo depositario de virtudes cívicas, políticas y morales. La devoción personal del ocupante de Los Pinos llevó inclusive a establecer diferencias gráficas y protocolarias en la ceremonia en que la muerte debió haber igualado a todos: adelante, único, preferido, el ataúd correspondiente al ex secretario de gobernación, con su fotografía al frente y Calderón a un lado; atrás, en grupo, sin distinción, los demás cajones mortuorios.
De haber sido 2012, buena parte del discurso del afligido michoacano podría haber sido tomada como propuesta de candidatura presidencial; hoy, ante las circunstancias fúnebres, la relación de óptimas características y comportamientos de San Camilo parecería autoelogio indirecto: patriota, republicano, estratega, visionario, reformador, conciliador, federalista, honesto, comprometido, leal, eficaz, negociador, disciplinado, callado y un etcétera que consumió en tiempo, pasión y sentido, más de la mitad de las palabras felipenses que pretendieron corregir el enfoque virtualmente unipersonal, discriminatoriamente mouriñista, del discurso del hangar, el pasado martes en la noche, pues ahora se mencionó al resto de los viajeros caídos, con referencias elogiosas a algunos de ellos, pero manteniendo silencio respecto de los muertos en tierra que no formaban parte de burocracias ni amiguismos de elite, en un persistente privilegio de lo aéreo sobre lo peatonal, de lo político sobre lo social, de lo palaciego sobre lo popular (el desfile de personalidades políticas en las pompas fúnebres sólo subrayó la gran distancia de ese segmento del poder respecto al pueblo en general, con esas ceremonias de intereses que no calan entre quienes diariamente ven muertes sangrientas por doquier, desesperación y abatimiento sociales y un futuro cada vez más oscuro, justamente a causa de las maniobras de las cúpulas y del saqueo que por medio de la política hacen muchos personajes provisionalmente dolientes).
Calderón usó el acontecimiento fúnebre para hacer política, insistiendo en el tema que busca acomodar en toda crisis posible, el del diálogo y la unidad, y aprovechando el momento, sin interpelación posible, para dibujar a su propio gobierno, con trazos que adjudicó al difunto, como una obra de sacrificio y entrega absolutas. Los aprovechamientos políticos fueron completados con la presencia de la plana mayor de Los Chuchos y el segundo acercamiento de Marcelo Ebrard al entorno del gobernante formal del país. La virtual convocatoria a cerrar filas en torno a Los Pinos a partir de un incidente bajo sospechas trata también de aislar al otro presidente, Vicente Fox, que fue dejado solo en su hacienda guanajuatense, pues a última hora ni Manuel Espino aceptó ir a recibir el Beso de San Cristóbal. Hay quienes comenzaron a hablar ayer de que Calderón está tratando de crearse su verdadera toma de posesión, a partir de una especie de Quinazo al revés.
Dado que el propio orador del Campo Marte habló de que es necesario que surja la verdad ha de entenderse que lo sabido hasta ahora no deja de ser material provisional y posiblemente mendaz. Mucho más que simples dudas y especulaciones es lo que, por ejemplo, planteó el miércoles por la noche el especialista en seguridad Samuel González, de larga trayectoria en asuntos policiacos y colaborador cercano que fue de José Luis Santiago Vasconcelos, el hombre que encarnó la lucha oficial contra el narcotráfico y que fue relegado del discurso y el homenaje oficial a causa del amigo Mouriño. Entrevistado por Carmen Aristegui en CNN en español, González habló de las diferencias graves entre la PGR a cargo de Eduardo Medina Mora y la secretaría de seguridad pública que tiene a Genaro García Luna al frente, criticó las desviaciones discursivas de Calderón, bordeó el tema de las inconformidades de militares y policías de carrera con los políticos en el poder, y planteó que es necesario un cambio en la conducción política del país.
Como es natural, González señaló que deben analizarse todas las hipótesis sobre lo sucedido el pasado martes, sin dar por oficialmente sentada una sola explicación, sobre todo si el presunto encargado de las indagaciones, Luis Téllez, es un economista sin experiencia en investigaciones policiacas o aeronáuticas. La sobresaliente aparición de Téllez, con su Nintendo II, como aquel con el que Carpizo pretendió explicar la mecánica del asesinato de un cardenal en Guadalajara, ha hecho que florezcan las especulaciones. Las orejas que asoman, desde luego, son las de su verdadero jefe, Carlos Salinas de Gortari, y de los intereses intervencionistas de consorcios gringos como el Carlyle Group. Al respecto, el lector David García recuerda que Téllez “fue durante algunos años presidente de The Carlyle Group en México, el holding ligado a familias como la Bush, relacionado con la CIA y el FBI y que tiene intereses en armamento, energía, finanzas y tecnología y que sería uno de los principales beneficiados con una reforma petrolera a modo en México. Después del 11-S surgió la teoría sobre un supuesto sistema (Home run), desarrollado por Carlyle y probado en México, mediante el cual se podía manejar remotamente cualquier aeronave, supuestamente para ser usado en situaciones de secuestro.Y ahora resulta que el ex representante en México de Carlyle está relacionado directamente con la caída inexplicable de una aeronave con implicaciones políticas, prácticamente después de una reforma petrolera”. Y, mientras sigue oliendo a gas, ¡feliz fin de semana (en lo que sea posible)!
Friday, November 07, 2008
VIVIR MAL
El punto de vista “logocrático“ es mucho más raro y, casi por definición, esotérico. Radicaliza el postulado del origen divino, el misterio del incipit, en el lenguaje del hombre. Parte de la afirmación según la cual el logos precede al hombre y el uso que él hace de sus poderes numinosos es siempre, en cierta medida, una usurpación.
STEINER, G. Los Logócratas (México, D.F.: Fondo de Cultura Económica, 2007), p.17.
Día de los santos difuntos. Razón por la cual mi jefa ha viajado al puerto para visitar en el panteón municipal a nuestro familiares ya caídos. Malas noticias para el resto de mi familia, los cuales han sido obligados a disfrutar de mis entretenidas pláticas sobre política durante la hora de comida. En mala hora toma la revista semanal en sus manos mi papá, porque eso es buen pretexto para platicar sobre la debilidades de la ya aprobada reforma energetica.
Trato infantilmente de comprimir en unas cuantas palabras lo que a todos ustedes les ha costado meses de lucha en las calles. Hablamos de la tremenda avenida que se inaugura con la nueva Ley de Petróleos Mexicanos. Me pregunta, como frecuentemente lo hacen las personas que me permiten hablarles de los nimios problemas nacionales, mis propuestas. Es entonces que enlisto una serie de pequeños cambios en nuestra vida diaria que estoy covencido pudieran tener un impacto real si se contara con una masa critica dispuesta a llevarlos a cabo. No queda mi 'apá muy convencido de mis planteamientos, que francamente le parecen imprácticos. Una de las frases de mi jefe me deja reflexionando: ¿A quién le gusta vivir mal?
La Rojilla está preocupada también por el nivel de vida de su familia al otro lado del mundo, en el lejano Oriente. “¿Cómo ves el triunfo de Obama?“, me inquiere. “El candidato triunfador está hablando de cancelar nuestro tratado de libre comercio“ (afirmación que voy a tener que corroborar por las implicaciones que tendría pa' los mexicas este golpe de timón), me dice, y a renglón seguido me actualiza que el Bulldozer continúa con la aplicación de las desfasadas políticas neoliberales en su país. Trato de tranquilizar un poco a la de ojos rasgados: “el morenito parece adaptarse a las medidas en boga: regulación estatal parcializada de las actividades económicas. Es muy pronto para aventurar conclusiones, darling.“
Si de extraer conclusiones apresuradas se trata, tenemos el chicle de la semana. La mujer maravilla me actualiza con los sesudos análisis sobre la tragedia aérea muuy cercana a los pinoles y la fuente de petróleos, en la calle ferrocarril de Cuernavaca, un poco después de que era inminente la victoria del cafecito con leche al norte de esta frontera. “No te afanes, mi nena, de forma muy lenta, como todas las desgracias del sórdido mundillo político, pero no ha de tardar por filtrarse uno que otro negocito interesante, perdón, dato interesante, ya lo verás“.
“Humanos o de los cielos los envíos aéreos son muy claros, no han dejado nada a la imaginación, chiquita. Hay que combinar un buen de noticias si has de desear aproximarte un poco a la realidad. Pa' que te des una idea, recién horneadito el PAN, los rusos le mandan un mensaje transatlántico inequívoco al morenito, y ese solo lo podrán decodificar en toda su magnitud a su debido tiempo mis mayestros“.
Las amistades verdaderas carecen de dobleces. Esta semana recibo un mensaje telefónico a destiempo, según uno de mis cuates chilangos. Apenado, mediando sólo el saludo, me suelta: “pásame los datos de tu cuenta, ya tengo el dinero“. Desde que estaba en Norwich, le había solicitado un crédito swap para desahogar mis deudas con la universidad. De forma mas expedita que las promesas de rescate del FMI, en unos minutos hace la transferencia electrónica. No es necesario acordar los términos del prestamo, aquí no hay creditos indexados, anatocismos, o amenazas judiciales por la tardanza en los pagos. Por el momento se disculpa por estar ocupado y se despide. Unas cuantas horas más tarde le devuelvo la llamada y platicamos un rato sobre la situación en general, aunque informado y conciente es un poco incrédulo de nuestros métodos de lucha, por lo que acordamos que, con unos tacos callejeros de por medio, platiquemos un poco sobre ello la próxima vez que visite la antigua Tenochtitlan, que puede ser mas pronto de lo que se imaginan, comp@s.
Tal vez hagamos escala en Tuxpan cuando viaje a la Ciudad de Mexico. Ello me lo recordo la cajera de una de las panaderias locales en la que compro mis teleras.
_ Ya es muy tarde, no. ¿Vive muy lejos?
_ En la..., y me nombra una colonia de esta ciudad, para mí desconocida.
_ Ni idea
_ ¿Pus usted, de dónde es? De Tampico, pero solo me se las rutas de dos peceras, que son las que agarro de mi casa a donde trabajan mis hermanos. ¿A qué hora pasa la última?
_ A las 10, creo.
_ ¡Ora, hasta dólares y todo!
Avergonzado porque no traigo pesos, le digo:
_ Pus aquí es igual, ¿no? Apoco no te pagan en dolares.
_ Pues sí, también, pero se me hace raro.
_ ¿Apoco cuando vas pa'l otro lado pagas con pesos?
_ No voy pa' allá , no cruzo.
_ ¿De dónde eres tú?
_ Soy de Tuxpan, bueno de un rancho de por ahí cerca. Ya tengo como dos años que no voy pa allá. Tengo que ahorrar un buen pa' ir. Si Dios quiere mis papás van a venir en Navidad. El otro día perdieron su autobús y querían que comprara otro boleto, mandé a mi esposo pero no pudo cambiarlo, y que voy yo misma, creo que me vieron bien enchilada porque me lo hicieron válido y hasta en el camión subieron a mis viejos.
_ Es bueno saberlo, la próxima vez que tenga problemas con los autobuses vengo por ti. Bueno, ya no te entretengo pa' que no se te haga tarde.
_ !Nah!, Al rato vienen por mí, los chiquillos y mi esposo.
_ Ora pues, a ver cuando pasamos por Tuxpan por unas naranjas, ¿no?
_ ¿Naranjas? -contesta extrañada.
Así es, naranjas y de las cuchas. Se aproximam agrías temporadas en las condiciones económicas, que van a impactar nuestra vida politica y social por igual. Y sin embargo, en muy pocas ocasiones se han conjuntado condiciones tan convenientes para nosotros como las actuales, propicias para un cambio real (así sea imperfecto) de un rumbo que nos ha conducido a una catástrofe, cuya magnitud aun somos incapaces de estimar.
Sencillo es trasladar nuestras responsabilidades ciudadanas a líderes, dirigentes, gobernantes, mandatarios y a... los otros en general. Mientras que, a pesar de cumbres mundiales y nuevas versiones de Bretton Woods, la realidad de sus excesos financieros ha de explotarles right in the face, si ciertamente planeamos vivir bien hemos de continuar aceptando y aplicando el infalible evangelio del desarrollo y sus versiones re-editadas, camino seguro para no disminuir la desigualdad social. Si, por otra parte, hemos decidido vivir mal, hemos de continuar resistiendo estas irrefutables recetas económicas, y reinventar formas sustentables de vida para nuestro siglo. AL TIEMPO.
A pesar de López Obrador y su corriente, el Frente Amplio Progresista y, muy particularmente, el Partido de la Revolución Democrática lograron imponer sus principales requerimientos en la reforma petrolera, salvo uno —que en realidad se refiere a llenar un vacío legal, que no surge con la reforma sino que ya se encontraba presente en la actual legislación—, que de acuerdo CON Cuauhtémoc Cárdenas, “otorga a Pemex una mayor autonomía presupuestal y de gestión; moderniza su diseño institucional y flexibiliza sus sistema de contratación de adquisiciones y de obra pública”.
En la segunda semana de marzo en este mismo espacio señalé los errores que cometían el gobierno y el Partido Acción Nacional en el procesamiento de la reforma petrolera, pues hasta esos momentos no presentaban iniciativa formal ni establecían claramente sus posiciones. Finalmente, el 8 de abril del presente año, el presidente envió su iniciativa de reforma a siete leyes ordinarias y nuevamente me ocupé del tema en la tercera semana de abril, para señalar las limitaciones de la Ley Orgánica del Congreso de la Unión y lo absurdo de querer aprobar en sólo cinco sesiones una legislación de tal trascendencia.
Tras la toma de tribunas y los foros de debate, el PRI presentó su propia iniciativa el 23 de julio, mientras el PRD y el FAP se debatían en sus contradicciones, en la última semana de julio otra vez abordé el tema en este espacio, y señalé lo equivocado de esa estrategia y la delantera que tomaba el PRI, con su decisión.
Finalmente, en el PRD el grupo negociador logró que un grupo de expertos en el tema e intelectuales identificados con los postulados perredistas prepararan una propuesta que, tras ser aceptada por todos (Andrés Manuel López Obrador, FAP y PRD), fue presentada en el Senado el 25 de agosto. La propuesta modificó radicalmente la correlación de fuerzas en el interior del Senado para la negociación final, pues como señalaba en aquella ocasión es muy distinto ir a defender propuestas concretas, que simplemente oponerse a otras, sin presentar una opción viable.
Esta nueva correlación le permitió al PRD eliminar la participación de la iniciativa privada en la refinación, los contratos de maquila y la propiedad de los ductos, como proponía la iniciativa de Calderón; también cancelaron los denominados contratos incentivados, que en realidad eran contratos de riesgo; y anularon el control de Hacienda sobre el presupuesto anual de la paraestatal. Pero además lograron modificar sustancialmente otras normas, entre las que destacan, la ratificación por parte del Senado de los cuatro consejeros profesionales del Consejo de Administración de Pemex; la prohibición de que las casas de bolsa puedan adquirir los bonos ciudadanos; el establecimiento de un nuevo régimen fiscal para la paraestatal y la proscripción de trasladar sus beneficios a terceros, así como, el establecimiento de candados para el nuevo régimen de adquisiciones.
Precisamente en este nuevo régimen no pudieron establecer la propuesta de prohibir explícitamente el otorgamiento de contratos de exploración o producción que contemplen el otorgamiento de bloques o áreas exclusivas para un contratista. Esta cláusula es precisamente la razón por la cual López Obrador y sus huestes decidieron bloquear el acceso a la sede del Senado, el jueves de la semana pasada; le permitieron interactuar con los diputados el partes pasado, manifestarse frente a San Lázaro e, incluso, tomar las tribunas, con un grupo de unos 35 legisladores leales, y, desde luego, mantener sus protestas.
Igualmente fueron retiradas del dictamen original las cláusulas que permitían la revisión de la Auditoría Superior de la Federación y/o la Secretaría de la Función Pública, lo cual permitiría ejercer una estrecha vigilancia para evitar que algún (os) contratistas se vieran favorecidos con estos contratos de exploración y producción.
Sin embargo, las cláusulas pretendían reforzar los controles y su eliminación no abre posibilidades, que no estuviesen ya presentes en la legislación vigente y de hecho se habían concretado en los discutidos contratos de servicios múltiples, mediante los cuales Pemex ya otorgó dichas tareas a particulares. De haberse establecido la prohibición explícita, se cancelaría la posibilidad de otorgar nuevos contratos; sin embargo, al no modificarse la Constitución, la constitucionalidad de estos contratos todavía es cuestionable y, por lo mismo, ése es el reto: encontrar la vía para lograr que la Suprema Corte de Justicia de la Nación se pronuncie al respecto.
Como bien comenta Cárdenas, en un artículo publicado el jueves 23, en los diarios La Jornada y Milenio: “No quiero dejar de señalar una omisión importante en los dictámenes que llegarán al pleno del Senado: el tema de los 'bloques' o áreas exclusivas para un solo contratista, asignados mediante alguna variante de los contratos de servicios múltiples que no está considerada en los dictámenes que este martes se dieron a conocer a la opinión pública, lo que pudiera significar que se excluyera a Pemex del control de las decisiones sobre esos trabajos de exploración y extracción. El asunto está implícito, y si el gobierno opta por este sistema en los próximos meses reencenderá el debate sobre su constitucionalidad, se abrirá una franja de riesgo para las actividades de exploración y producción que son de vital importancia para recuperar la capacidad petrolera del país”.
Es un hecho: en los asuntos controvertidos la iniciativa es más cercana a la propuesta del FAP, que a la del presidente Calderón y, aunque es legítimo pelear hasta el final por lograr colocar absolutamente todas sus demandas, es un error convertir un triunfo en fracaso, por no haber podido colocar algunos de los candados adicionales a los que lograron.— San Pedro Garza García, Nuevo León.