Friday, February 11, 2011

GO EAST

To the Great Marco... Polo.

La mera neta, yo creo que las retroalimentaciones del pronóstico fueron muy enriquecedoras, pero... tal vez son válidas en el caso del pronóstico meteorológico, para el climatológico, que es de escalas temporales distintas, hay que tener en consideración además otros factores. Resulta que, es iluso pensar que científicamente uno esté asignando solo a El Niño (en realidad es solo la fase cálida del FENOS, "maestro") el mayor porcentaje de las fluctuaciones de una variable climática. Para los que hemos estudiado un poco in deep sobre los moduladores naturales del sistema climático nos surge una inquietante pregunta: ¿no es el invierno 2010-2011 atípico al combinarse simultáneamente la niña period, un número pequeño de manchas solares, y dos erupciones volcánicas?; ¿qué tanto influyeron en las bajas temperaturas estacionales en el hemisferio boreal?, es algo que a los más humildes escépticos aún nos queda por cuantificar.

Es un placer indescriptible, que sería difícil entender para aquellos cuya insegura inferioridad convierte hasta el argumentar en mera cuestión plebeya de power games, debatir ideas con quien el espíritu enriquece. "Pues sí, Marco; tenemos miedo a desnudarnos del pernicioso determinismo, y vestirnos con un ropaje nuevo, que tal vez tampoco dure mucho. Aceptar que, quizás, en sistemas complejos, sus componentes, como se pretende verles, no sean tan independientes después de todo, antes bien presentan intrincadas relaciones no lineales; y que por lo tanto nos es practicamente imposible predecir (en el sentido que actualmente se le asigna) su comportamiento bajo tales circunstancias" -me dice un veterano investigador. "De acuerdo, pero parece ser que aún en estos sistemas caóticos, existen periodos de relativa estabilidad o coherencia a los que nos es posible extraerles jugosa información -antes que entren en una nueva fase con reglas distintas- que, at the end of the day, nos ayudarán a mejorar nuestras condiciones de vida en el planeta, ¿no cree?" -aventuro recklessly.

ñÑáéíóúÁÉÍÓÚ¿?¡!


"Te estás haciendo fuera del hoyo, dicen en mi tierra, compayito -le digo a mi cuate capitalino en una noche taquera, que SIEMPRE aprovechamos para alegar, sometimes bitterly, y NUNCA disgustarnos". "Bueno, sí ya sabemos, que no se pueden comprobar "ciertas cositas", pero eso de despedirla en el acto esta cañón, ¿no creer?" -es el análisis prestado de mi cuaderno defeño. "Je, je, je; 'esa es la coartada', ¿la causa?, la prolongación del período de la concesión de un espectro radioeléctrico -dijo la misma de la perdida cadenita ... televisiva". "Pus como dijeron en RADIO UNAM, hubieran dado una respuesta puntual, Marco" -me dice quien, se nota a leguas, que selecciona sus fuentes con especial esmero. "Je, je; ¿y qué hubieran dicho?, ¿qué su coach y protector en la agencia de colocaciones, perdón, partido, ya lo había dejado asentado sin dobleces: que su problema con la high frequency pa' empinar el codo, lo transformaba en un irresponsable (Leperaza, dixit)?, sucede que olvidamos o intentamos inducir el olvido en los espacios de opinión de este hecho irrefutable; tú lo ves claramente en el espacio de comentarios de cierto columnista del mejor periódico de Mexico, segun Chomsky, en que cierto cibernauta le exige que presente pruebas, siendo que en su columna de, a lo mucho dos dias anteriores, citó textualmente, al arrepentido mentor politico de nuestro Don Pedro, perdon, presidente" -respondo tumbando caña. "¿Apoco, sí?" -me pregunta incrédulo mi chilanga amistad. "OxXx, ?o qué?, ?queye más, mi nene? Como va. ¿Pues qué no hay ciertos rumorcillos de que, pa' no variarle, el ejecutivo tiene muy "estrechitos" nexos con el narcotráfico?, tal como el anterior y el que le sigue y asi ad infinitum hasta llegar a la época en que se implanto a la malagueña el modelo economico neoliberal en Mexicalpan de las tunas, date una vuelta por Coahuila y pregúntale a los hermanos que, nada incómodos, administran la franquicia estatal; y pa' no perder el empine, perdón, empuje, coz I am so... high, agarro vuelo, y ahí le va oxtra; según los que de esto saben, dicen los "anales" de la SEGOB y el CISEN (weno, sus "patroncitos" de mas alla de la colonia Arboledas, tienen un expediente mucho mas "gruesote", tu), que hubo una mucho más íntima relación del primer mandatario del país con un gallego que, al agarrarle tanto el... gu$to al México, se hizo oriundo de Campeche" -le lanzo una mininuke imparable. "Alos, bato; ¿de 'ónde saca toda esa información clasificada?" -se me queda viendo como si recién hubiera llegado de otro cuerpo celeste. "Nel, loco; luego te comparto mis referencias; por ahora lo más importante y en lo que se perdieron cierto analistas es empeñarse en buscar la comprobacion directa, proxy data, myths, proxy data, do not forget it; how? oh, Dear Lord, wera, wera ?qué va a hacer cuando me muera?, follow the drinking partners, and you will see the money inextricably attached to these supposedly harmless frienships -doy la estocada final a los so called rumors (btw, como yo ya estoy curado hasta de espanto, aquí tienen su cantón a tres cuadras del azteca, pa' lo que se les ofrezca).


Pet Shop Boys - Opportunities (let's make lots of money) [HD]


?Y quien le teme al petate del muerto de un paquidermo tambaleante?, tal como lo definio hace poco tiempo un analista reputado, carnalillo -le digo a mi camarada chilaquil, cuando me pregunta sobre el rumor de que los marines podrian profanar suelo patrio proximamente.



... all you need is CASH.




QUE CHIFLEN A SU MÁUSER:


Tenemos, again, nueva sección en nuestro blog; seguramente más de uno estará en desacuerdo, pero... ¡VA! Dedicada a todos aquellos que semana a semana se lo ganan a pulso, y a quienes no podemos contestar como quisiéramos debido a que nuestra muy interiorizada estrategia lo hace imposible. Van pues nuestras más potentes Bombas... yucatecas y Molotov, pa' estos compas:



ñÑáéíóúÁÉÍÓÚ¿?¡!



http://marcosalas.blogspot.com/2011/02/go-east.html
http://creatividadsocialmentecomprometida.blogspot.com/2011/02/go-east.html

Thursday, February 10, 2011


Bristol's biofuels plant must be refused planning permission

Burning biofuels in power stations is environmental vandalism on a staggering scale – both in terms of emissions and habitat loss


Today, the government will make what should be a very simple decision: whether or not to give planning permission to a power station in Bristol burning biofuels. The answer must be no.

Burning biofuels in cars is mad enough, as it causes more environmental destruction – in terms of both carbon emissions and the loss of habitats – than petroleum. I've been campaigning against it since 2004. But at least in this case it's a response to a limited set of options: finding a green substitute for liquid fossil fuels is a tough call (which is why electric cars are the best way forward).

Burning biofuels in power stations is environmental vandalism on a staggering scale. The operators, such as W4B which hopes to run the Bristol plant, have two options. They could burn the cheapest available vegetable oils, which means palm and soya oil. These are also the most destructive: driving massive deforestation in both south-east Asia and the Amazon. Growing palm oil produces so much CO2 that it makes crude oil look like carrot juice. A paper published in Science suggests that when (as they are in Indonesia and Malaysia), tropical forests growing on peaty soils are cleared to plant palm oil, it takes around 840 years for any carbon savings from burning this oil rather than petroleum to catch up with the emissions caused by planting it.

Alternatively, the operators could burn cheaper oils, such as rapeseed. In doing so, they cause two problems. The first, by increasing demand, is to raise world food prices. Such power stations, in other words, burn food which could otherwise have kept people alive. It's decadence of the worst kind. The second is to create a vacuum in the world edible oils market, which is filled by … palm and soya oil. Whichever kind of vegetable oil you burn, you'll end up trashing the rainforests of Indonesia, Malaysia and Brazil.

What makes this so frustrating is that there's no shortage of ways to generate electricity. Renewables, nuclear and gas are all 100 times greener than burning biofuels. Even – God help us – coal burning is a lot less damaging than this idiocy. Yet somehow the government still classes burning edible oils to make electricity as green, and issues renewables obligations certificates for it – which is the only reason why it's happening.

In fact, you get twice as many certificates for producing a given amount of electricity from vegetable oil as you do by generating it from wind, even though it's far less green, and far less renewable. This situation is entirely an artefact of government policy and it's time the government brought it to an end. The planning secretary, Eric Pickles, can at least make a small start today, by turning the Bristol plant down

http://www.guardian.co.uk/environment/georgemonbiot/2011/feb/10/bristol-biofuels-plant-planning-permission


Hopes of 30% cut in greenhouse emissions dashed

EU energy chief fears target would lead to a too-fast process of de-industrialisation as compared to current 20%


  • guardian.co.uk,
  • Article history
  • Emissions
    It would cost the EU €81bn to ­adhere to the tougher target of a 30% cut in emissions by 2020, equivalent to 0.54% of GDP. Photograph: John Giles/PA

    The UK government's plan to push Europe to deeper cuts on greenhouse gas emissions has been dashed by the EU's energy chief.

    Günther Oettinger, the EU's energy commissioner, dealt a heavy blow to the hopes of several member states that have been pressing for a target of slashing emissions by 30% by 2020, against the current 20%.

    He said the tougher target would force industries to move to Asia. "If we go alone to 30%, you will only have a faster process of de-industrialisation in Europe," he said, citing the steel industry as one of the likely casualties. "I think we need industry in Europe, we need industry in the UK, and industry means CO2 emissions."

    Europe could only adopt a tougher target if other major economies were also willing to do so, he said. "We are willing to go to 30 % if big global partners will follow us, but if not we won't."

    Governments and political leaders have been wrangling for months over the EU's targets. Last spring, the EU's environment commissioner, Connie Hedegaard, published research that suggested the steep fall in emissions that followed the financial crisis and recession meant it would be far easier and cheaper than before for Europe to slash emissions.

    Moving to the higher target would cost about €81bn (£68.4bn) a year by 2020, or 0.54% of GDP, according to the European commission's research, compared with a cost of €48bn for the 20% goal. But the move would quickly yield benefits including more green jobs, better health outcomes from less air pollution, and would make reducing emissions beyond 2020 much easier.

    Though Hedegaard stopped short of recommending the higher target, the analysis was seized on by Chris Huhne, secretary of state for energy and climate change, who gathered the support of his French and German counterparts and a large coalition of businesses and investors to push the commission to the 30% goal. They argued that it would give European industry a headstart in its race with China to dominate the rapidly growing global market for low-carbon technology.

    By providing a stronger signal on emissions, it would also help companies to avoid the problem of stranded assets, whereby long-term investments made now in high-emitting technology, such as gas-fired power stations, could become obsolete decades before their intended lifecycle was up.

    Environmental groups strongly supported the higher target, warning that the current goal was too weak to give the world a chance of fighting climate change.

    But several large industry lobbying groups have rejected the proposal, arguing that it would place too great a burden on European businesses already weakened by the recession.

    The CBI, the UK employers' organisation, along with its Europe-wide counterparts, said it would jeopardise jobs and growth. Several EU member states including Italy and Poland also oppose the plan.

    The fall in emissions resulting from the recession did not make the 30% target easier to reach, Oettinger argued last night.

    "[It shows] the best thing for CO2 emissions is a crisis, so do we need longer and deeper crises?" he asked. "Look at our deficit – we need growth, and we need more industry."



Fury in Egypt as Mubarak refuses to leave

Massive protest expected after president hands over some powers to vice-president Suleiman – but remains in office


President Hosni Mubarak dashed the hopes of hundreds of thousands of Egyptians waiting for what they thought would be his resignation speech last night by defiantly announcing that he would not bow to domestic or foreign pressure to quit.

In a televised address that has set the stage for further confrontation on the streets – as well as heightened tensions with the US – Mubarak said he would hand powers to his deputy, Omar Suleiman, but would stay on as president, with his regime controlling the transition to free elections.

Although he appeared to have surrendered much of his power, Mubarak said he will stay in office until an orderly transition to an elected government, planned for September. He repeated a pledge not to seek re-election and said there was no going back on a commitment to long-term political reform, after the two weeks of protests demanding his resignation.

But while the president's surrender of his legal powers was a significant concession, unthinkable just a month ago, it fell far short of the demands of the shocked crowds packed into Cairo's Tahrir Square, the centre of protests against Mubarak's 30-year rule. In a day of growing euphoria, many had come to believe he was about to resign entirely after senior government politicians predicted as much.

The president's defiant tone and attempts to paint the revolt as inspired by foreign interference angered the crowds. As the mood turned sour, protesters waved their shoes, a sign of contempt, and chanted: "He must leave" and "We're off to the presidential palace. We're going as millions of martyrs."

Opposition leaders said the transfer of power to Suleiman, the former intelligence chief who has played a central role in years of political repression, did not change the regime. They said they will escalate the protests, which in recent days have spread to include strikes that have shut down the public transport system, some hospitals and factories.

Mohamed ElBaradei, the Nobel peace prize winner and retired nuclear inspector who is now a leading opposition politician, wrote on Twitter: "Egypt will explode. Army must save the country now."

But the role of the military remained unclear when, earlier, it said it would act to "protect the rights of the people".

Egyptians will be watching to see if the army allows the latest of the mass protests, planned for today, to go ahead without interference.

Mubarak's speech also wrongfooted the US administration, which has been pressuring him to take steps toward democratisation, including lifting the hated state of emergency which has been used to suppress political activity. Last night, Barack Obama convened a meeting with his security team to discuss the crisis.

The Egyptian leader appealed to the protesters, suggesting that his refusal to resign was due to national dignity because he was resisting foreign pressure.

"Your demands are legitimate and just … There is no shame in hearing your voices and opinions, but I refuse any and all dictations from abroad," he said. "I have announced my commitment to peacefully hand over power after upcoming elections … I will deliver Egypt and its people to safety."

Mubarak said he would transfer powers to Suleiman to prove that the demands of protesters for political change will be met. Shortly afterwards, Suleiman appeared on television and missed a chance to win over the protesters by announcing immediate and major political changes. Instead, he aggravated tensions by warning that he would not allow the country to be dragged into chaos and appealing for the protesters to return to work.

"Youth of Egypt, go back home, back to work, the nation needs you to develop, to create. Don't listen to foreign radio and TV, whose aim is to tarnish Egypt," he said.

ElBaradei dismissed Suleiman as an alternative to the president. "There is no way that the Egyptian people right now are ready to accept either Mubarak or his vice president," he told CNN. "Suleiman is considered to be an extension of Mubarak, they are twins. Neither of them is acceptable to the people – even Suleiman is less acceptable."

Stunned protesters listened to Mubarak in disbelief. In the hours before his speech, thousands of pro-democracy activists had poured in to Tahrir Square for an impromptu victory party in expectation that the president was about to quit after the prime minister, Ahmed Shafiq, and other senior politicians said they expected him to announce he would go as the political crisis deepened with the spread of strikes and demonstrations across the country.

Hossam Badrawi, the new secretary general of the ruling party, was quoted in the state press as saying he had requested that Mubarak transfer his powers to Suleiman, who had appeared to be running the country in recent days.

The mood of optimism had been reinforced when General Hassan al-Roueini, military commander for the Cairo area, told the crowd: "All your demands will be met today." State television shifted from relentless anti-protester propaganda to showing Tahrir Square, in what was widely seen as reflecting a political change.

But, behind the scenes, there appeared to be a struggle involving the army underway over the terms of Mubarak's departure.

Activists have also been demanding an immediate lifting of the 30 year state of emergency that has been used to lock up the government's opponents without trial. They have also been pressing for parliament, elected in a tainted ballot last year from which leading opponents including the Muslim Brotherhood were barred, to be dissolved.

Some opposition leaders have said they would accept an interim administration, controlled by civilians with the military, for up to a year to make constitutional changes to permit free elections and also to allow for the creation of new political parties and to give them a chance to become rooted.

Las redes del imperio y la reordenación del poder mundial


Traducido del inglés (EE.UU.) para Rebelión por Ricardo García Pérez


Los Estados imperiales construyen redes que vinculan las actividades económicas, militares y políticas en un sistema coherente en el que se refuerzan entre sí. Las diversas instituciones del Estado imperial son las que en buena medida desarrollan la tarea. Así, la acción imperial no siempre es de naturaleza económica directa, puesto que en un país o región puede ser precisa la acción militar para abrir o proteger zonas económicas. Tampoco todas las acciones militares se deciden por intereses económicos si el sector líder del Estado imperial es decididamente militarista.

Es más, la secuencia de la acción imperial puede variar según las condiciones específicas necesarias para construir el imperio. Así, la ayuda estatal puede servir para comprar colaboradores y la intervención militar se puede utilizar para conseguir regímenes clientes a los que después siguen inversores privados. En otras circunstancias, la entrada de empresas privadas puede preceder a la intervención del Estado.

En la penetración militar y/o económica, tanto privada como estatal, en apoyo de la construcción del imperio, la finalidad estratégica es explotar los elementos económicos y geopolíticos particulares del país en cuestión con el fin de crear redes que giren en torno al imperio. En el mundo colonial post-eurocéntrico, la posición privilegiada de Estados Unidos en sus políticas, tratados, acuerdos comerciales y militares en torno al imperio se disfrazan y justifican mediante una pátina ideológica que varía con el tiempo y las circunstancias. En la guerra librada para desintegrar Yugoslavia y establecer regímenes clientes, como Kosovo, la ideología imperial se sirvió de la retórica humanitaria. En las guerras genocidas de Oriente Próximo ocupa un papel central la ideología antiterrorista y antiislámica. Contra China predomina la retórica democrática y de derechos humanos. En América Latina, la potencia imperial en retirada depende de la retórica democrática y antiautoritaria esgrimida contra el gobierno democráticamente elegido de Chavez.

La efectividad de la ideología imperial es directamente proporcional a la capacidad del imperio de promover alternativas de desarrollo viables y dinámicas en los países que se fija como blanco. Con ese criterio, la ideología imperial ha ejercido poco poder de persuasión entre las poblaciones diana. La fobia islámica y la retórica antiterrorista no ha causado ningún impacto en el pueblo de Oriente Próximo y ha perdido el apoyo del mundo islámico. Las lucrativas relaciones comerciales de América Latina con el gobierno de Chavez y la decadencia de la economía estadounidense han socavado la campaña ideológica de Washington para aislar a Venezuela. La campaña estadounidense en favor de los derechos humanos contra China ha sido absolutamente ignorada en la Unión Europea, África, América Latina, Oceanía y las 500 multinacionales más grandes de Estados Unidos (y hasta por el Departamento del Tesoro estadounidense, que se ha dedicado a vender bonos a China para financiar el creciente déficit presupuestario estadounidense).

La débil influencia de la propaganda imperial y la cada vez menor capacidad de influencia económica de Washington significa que las redes imperiales estadounidenses forjadas en el último medio siglo han sufrido la erosión o, cuando menos, están sometidas a fuerzas centrífugas. Las redes antes bien integradas en Asia son hoy simples bases militares conforme las economías de la región van obteniendo mayor autonomía y se orientan hacia China y otros lugares. Dicho de otro modo: hoy día las redes imperiales se están transformando en destacamentos de operaciones limitadas, en lugar de ser núcleos de saqueo económico imperial.

Las redes imperiales: El esencial papel de los colaboradores

La construcción de un imperio es esencialmente un proceso de penetración en un país o región para establecer una posición privilegiada y conservar el control con el fin de (1) asegurar recursos lucrativos, mercados y mano de obra barata, (2) establecer una plataforma militar que se pueda expandir hacia países y regiones vecinas, (3) fundar bases militares para asegurar una presa sobre rutas terrestres o marítimas estratégicas con el fin de denegar o limitar el acceso a competidores o adversarios y (4) desarrollar actividades de inteligencia y clandestinas contra adversarios y competidores.

La historia ha demostrado que el menor coste para mantener la dominación imperial a largo plazo y gran escala es buscar colaboradores locales en forma de dirigentes políticos, económicos y/o militares que actúen desde los regímenes clientes. El gobierno político-militar imperial declarado se traduce en guerras muy caras y en perturbaciones, sobre todo para un amplio espectro de clases negativamente afectadas por la presencia imperial.

La formación de gobernantes y clases colaboradores es fruto de diversas políticas imperiales a corto y largo plazo, que comprenden desde las actividades militares directas, electorales y extraparlamentarias hasta el reclutamiento, la formación y la orientación a medio o largo plazo de líderes jóvenes y prometedores a través de propaganda y programas educativos, incentivos económico-culturales, promesas de respaldo político y económico cuando asuman cargos políticos y mediante apoyo económico clandestino sustancial.

El atractivo básico de los legisladores imperiales para las «nuevas clases gobernantes» en los Estados clientes emergentes es la oportunidad de participar en un sistema económico ligado a los centros imperiales, en el que las élites locales comparten riqueza con sus benefactores imperiales. Para recabar el apoyo de las masas, las clases colaboradoras enmascaran las nuevas formas de servidumbre imperial y explotación económica haciendo énfasis en la independencia política, la libertad personal, la oportunidad económica y el consumo privado.

Los mecanismos para la transferencia de poder a un Estado cliente emergente combinan propaganda imperial y la financiación de organizaciones de masas y partidos políticos, así como golpes de estado violentos o «levantamientos populares». Los regímenes autoritarios con burocracias osificadas basadas en el control policial para limitar o combatir la expansión imperial son «objetivos blandos». Las campañas selectivas de derechos humanos se han convertido en el arma organizativa más eficaz para reclutar activistas y promocionar a dirigentes del nuevo orden político centrado en el imperio. Una vez que se lleva a cabo la transferencia de poder, los antiguos miembros de la élite política, económica y cultural son proscritos, reprimidos, detenidos y encarcelados. Emerge entonces una nueva cultura política homogénea de partidos rivales que suscriben el universo centrado en el imperio. La primera orden de negocio más allá de la purga política es la privatización y la cesión de los principales activos de la economía a las empresas imperiales. Los regímenes clientes pasan a suministrar soldados para que se alisten como mercenarios en guerras imperiales y a transferir bases militares a las tropas imperiales con el fin de que ejerzan de plataformas de intervención. Toda la «farsa de la independencia» va acompañada del desmantelamiento generalizado de los programas públicos de bienestar social (pensiones, sanidad y educación gratuitas), la legislación laboral y las políticas de pleno empleo. La promoción de una estructura de clases muy polarizada es la consecuencia última del gobierno cliente. Las economías de los regímenes clientes centrados en el imperio, como una réplica de cualquier Estado sátrapa común y corriente, se justifican (o se legitiman) en nombre de un sistema electoral apodado democrático; en realidad, es un sistema político dominado por las nuevas élites capitalistas y su medios de comunicación bien financiados.

Los regímenes centrados en el imperio y dirigidos por élites colaboradoras que van desde los Estados Bálticos, Europa Central y del Este hasta los Balcanes son el ejemplo más asombroso de expansión imperial del siglo XX. La desintegración y apropiación de la Unión Soviética y el bloque del Este y su incorporación a una OTAN dirigida por Estados Unidos y a la Unión Europea desencadenó manifestaciones de orgullo imperial. Washington realizó declaraciones prematuras de que el mundo era unipolar mientras Europa occidental se dedicaba a saquear recursos públicos que iban desde las fábricas hasta las propiedades inmobiliarias, explotando mano de obra barata, extranjera y procedente de la inmigración, con lo que reclutó un formidable «ejército de reserva» para socavar los niveles de vida de la mano de obra sindicada de Occidente.

La unidad de acción de los regímenes imperiales europeos y estadounidenses facilitó la apropiación conjunta de la riqueza de regiones nuevas por parte de monopolios privados. Los Estados imperiales subvencionaron en un principio a los nuevos regímenes clientes con transferencias y préstamos a gran escala con la condición de que permitieran que las empresas imperiales se apoderaran de los recursos, las fincas, la tierra, las fábricas, el sector servicios, los grandes núcleos mediáticos, etcétera. Unos Estados muy endeudados pasaron de una crisis aguda en el periodo inicial a un crecimiento «espectacular» y, luego, a una crisis social profunda y crónica con tasas de desempleo de dos cifras en los 20 años del periodo de construcción de clientes. Aunque hubo protestas de los trabajadores cuando los salarios se degradaron, el desempleo aumentó, se recortaron prestaciones de bienestar y se propagó la miseria. Sin embargo, la «nueva clase media» inserta en los aparatos políticos y mediáticos y en las iniciativas económicas conjuntas están lo bastante bien financiadas por instituciones económicas del imperio para preservar su supremacía.

No obstante, la dinámica de expansión imperial en Europa oriental, central y meridional no proporcionó el ímpetu necesario para el avance estratégico debido a la ascendencia de un capital financiero muy volátil y de una casta militar poderosa en los núcleos políticos euroamericanos. En aspectos importantes, la expansión militar y política dejó de ir emparejada con la conquista económica. Era más cierto lo contrario: el saqueo económico y la supremacía política sirvieron como instrumentos para proyectar el poderío militar.

Secuencias imperiales: De la guerra para la explotación a la explotación para la guerra

Las relaciones entre las políticas militares imperiales y los intereses económicos son complejas y cambian con el tiempo y el contexto histórico. En algunas circunstancias, un régimen imperial invertirá con fuerza en personal militar e incrementará los gastos monetarios para derrocar a un gobernante antiimperialista y establecer un régimen cliente que trascienda cualquier beneficio económico estatal o privado. Por ejemplo, las guerras de Estados Unidos en Iraq y Afganistán o las guerras por poderes en Somalia y Yemen no han arrojado mayores beneficios para las multinacionales estadounidenses ni han aumentado la explotación privada de materias primas, mano de obra o mercados. En el mejor de los casos, las guerras imperiales han proporcionado beneficios a contratistas de mercenarios, empresas de construcción e «industrias de la guerra» anexas porque se han beneficiado de las transferencias del tesoro y de la explotación de contribuyentes estadounidenses, en su mayoría asalariados.

En muchos casos, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial, el Estado imperial estadounidense emergente no escatimó préstamos multimillonarios y programas de ayuda para Europa occidental. El Plan Marshall impidió levantamientos sociales anticapitalistas y restableció la supremacía política capitalista. La medida permitió que apareciera la OTAN (una alianza militar liderada y dominada por Estados Unidos). A continuación, las empresas multinacionales estadounidenses invirtieron en Europa Occidental y comerciaron con ella obteniendo beneficios muy lucrativos una vez que el Estado imperial había creado unas condiciones políticas y económicas favorables. En otras palabras, la intervención político-militar del Estado imperial precedió al auge y la expansión del capital multinacional estadounidense. Un análisis miope y a corto plazo de la actividad inicial de la posguerra minimizaría la importancia de los intereses económicos estadounidenses privados como fuerza impulsora de la política estadounidense. Si se amplia el periodo de tiempo analizado a las dos décadas posteriores, la interacción entre los elevados gastos militares y económicos del Estado al principio con los elevados beneficios privados posteriores nos brinda un ejemplo perfecto de cómo opera el proceso del poder imperial.

El papel del Estado imperial como instrumento para abrir, proteger y expandir la explotación del mercado privado, la mano de obra y la explotación de los recursos se corresponde con una época en la que tanto el Estado como las clases dominantes encontraban motivación fundamentalmente en la construcción de un imperio industrial.

La intervención militar y los golpes de estado dirigidos por Estados Unidos en Irán (1953), Guatemala (1954), Chile (1973) y República Dominicana (1965) estuvieron vinculados a empresas e intereses económicos imperiales específicos. Por ejemplo, las empresas petroleras estadounidenses y británicas trataron de invertir el proceso de nacionalización del petróleo en Irán. La empresa estadounidense United Fruit Company se opuso a las políticas de reforma agraria en Guatemala. Las principales empresas estadounidenses del sector del cobre y las telecomunicaciones apoyaron y promovieron el golpe de estado respaldado por Estados Unidos en Chile.

En cambio, las actuales intervenciones militares y guerras estadounidenses en Oriente Próximo, el sur de Asia y el Cuerno de África no están promovidas por multinacionales estadounidenses. Las políticas imperiales están promovidas por militaristas y sionistas encastrados en el Estado, medios de comunicación y organizaciones «civiles» poderosas. Los mismos métodos imperiales (golpes de estado y guerras) sirven a diferentes gobernantes e intereses imperiales.

Clientes, aliados y regímenes títeres

Las redes imperiales comportan garantizar múltiples «bases de recursos» económicos, militares y políticos complementarios que pasen a formar parte del sistema imperial y, al mismo tiempo, conserven diferentes grados de autonomía política y económica.

En las primeras fases dinámicas de la construcción del imperio estadounidense, aproximadamente desde la década de 1950 a la de 1970, las multinacionales y el conjunto de la economía estadounidenses dominaron la economía mundial. Sus aliados en Europa y Asia dependían enormemente de los mercados, la financiación y el desarrollo de Estados Unidos. La hegemonía militar estadounidense se reflejaba en una serie de acuerdos militares regionales que garantizaban casi el apoyo instantáneo a las guerras regionales, los golpes militares y la construcción de bases militares y puertos navales estadounidenses en sus territorios. Los países se dividían en «sectores de especialización» que servían a los intereses particulares del Imperio estadounidense. Europa occidental era un destacamento militar, un socio industrial y un colaborador ideológico. Asia, sobre todo Japón y Corea del Sur, ejercían de «destacamentos militares de primera línea» y de socios comerciales. Indonesia, Malasia y Filipinas eran en esencia regímenes clientes que suministraban materias primas y bases militares. Singapur y Hong Kong eran almacenes financieros y comerciales. Pakistán era un régimen militar cliente que actuaba como elemento de presión de avanzada contra China.

Arabia Saudí, Irán y los pequeños Estados del Golfo Pérsico, gobernados por regímenes autoritarios clientes, suministraban petróleo y bases militares. Egipto y Jordania e Israel afianzaban los intereses imperiales en Oriente Próximo. Beirut ejercía de centro financiero para los banqueros estadounidenses, europeos y de Oriente Próximo.

África y América Latina albergaban regímenes clientes y nacionalistas-populistas que eran una fuente de materias primas y de mercados para manufacturas y mano de obra barata.

La prolongada guerra entre Estados Unidos y Vietnam y la posterior derrota de Washington erosionó el poder del imperio. La expansión industrial de Europa occidental, Japón y Corea del Sur puso en cuestión la supremacía industrial estadounidense. La búsqueda en América Latina de políticas nacionalistas y de reemplazo de importaciones forzó el desplazamiento de la inversión estadounidense hacia las manufacturas extranjeras. En Oriente Próximo, los movimientos nacionalistas derrocaron a clientes estadounidenses en Irán e Iraq y socavaron los destacamentos militares. Las revoluciones de Angola, Namibia, Mozambique, Argelia, Nicaragua y otros lugares redujeron el acceso euroamericano «indefinido» a las materias primas, al menos por el momento.

El declive del Imperio estadounidense se vio detenido temporalmente por el derrumbamiento del comunismo en la Unión Soviética y Europa del Este y el establecimiento de regímenes clientes en toda la región. Asimismo, entre mediados de la década de 1970 y finales de la de 1990 el recrudecimiento de regímenes clientes centrados en el imperio en América Latina produjo la impresión de cierta recuperación imperialista. Sin embargo, la década de 1990 no fue el principio de una reedición del despegue imperial de comienzos de la de 1950: fue un «último hurra» antes de un declive irreversible a largo plazo. La totalidad del aparato político imperial, que tanto éxito había tenido en sus actividades clandestinas para subvertir los regímenes soviético y de Europa del Este, desempeñó un papel marginal cuando llegó el momento de capitalizar las oportunidades económicas subsiguientes. Alemania y otros países de la Unión Europea encabezaron la conquista de empresas lucrativas privatizadas. Los oligarcas ruso-israelíes (siete de los ocho primeros) conquistaron y saquearon industrias estratégicas privatizadas, bancos y recursos naturales. Los principales beneficiarios estadounidenses fueron los bancos y las empresas de Wall Street que lavaron miles de millones de beneficios ilícitos y recaudaron cuotas muy lucrativas de fusiones, adquisiciones, registro de inventarios y otras actividades poco transparentes. Dicho de otro modo, el derrumbamiento del colectivismo soviético fortaleció al sector financiero parasitario del Imperio estadounidense. Peor aún, la presunción promovida por los ideólogos estadounidenses de que el mundo es «unipolar» hizo el juego a los militaristas, que ahora daban por sentado que habían desaparecido las restricciones anteriores contra los ataques militares estadounidenses a nacionalistas y aliados soviéticos. En consecuencia, la intervención militar se convirtió en la principal fuerza impulsora de la construcción del imperio estadounidense, que desembocó en la primera guerra de Iraq, la invasión de Yugoslavia y Somalia y la expansión estadounidense de bases militares por todo el bloque de la antigua Unión Soviética y Europa del Este.

En el momento culminante del poderío político y militar global de Estados Unidos, en la década de 1990, con todos los regímenes latinoamericanos importantes revestidos del envoltorio neoliberal centrado en el imperio, arraigaron las semillas de la decadencia y el declive . La crisis económica de finales de la década de 1990 desencadenó levantamientos importantes y derrotas electorales de prácticamente todos los clientes estadounidenses de América Latina y profetizó el declive del dominio imperial norteamericano. El crecimiento extraordinariamente dinámico y acumulativo de China desplazó el capital manufacturero estadounidense y debilitó la capacidad de influencia estadounidense sobre los gobernantes de Asia, África y América Latina. La descomunal transferencia de recursos estatales estadounidenses para las aventuras imperiales en el exterior, las bases militares y el sustento de clientes y aliados llevó a la decadencia en el interior.

El imperio estadounidense, que afronta con pasividad el desplazamiento que le imponen los rivales económicos en mercados esenciales y se ha entregado a guerras prolongadas e interminables que han vaciado sus arcas, atrajo a una cohorte de legisladores mediocres que carecían de una estrategia coherente para rectificar políticas y reconstruir el Estado al servicio de una actividad productiva capaz de «recuperar mercados». En cambio, las políticas de guerras indefinidas e insostenibles ha favorecido a un subgrupo especial de militaristas (sui generis): los sionistas norteamericanos. Ellos han capitalizado su infiltración en cargos estratégicos del Estado y aumentado su influencia en los medios de comunicación y en una inmensa red de «grupos de presión» organizados para reforzar la subordinación de Estados Unidos al impulso de Israel para la supremacía en Oriente Próximo.

El resultado ha sido el «desequilibrio» total del aparato imperial estadounidense: la acción militar estaba desengarzada de la construcción económica del imperio. Una casta superior muy influyente de militaristas y sionistas enjaezó el poderío militar estadounidense a un Estado económicamente marginal (Israel), en hostilidad perpetua con los 1.500 millones de habitantes del mundo musulmán. Los ideólogos y legisladores sionistas norteamericanos promovieron unas instituciones y legislación represivas y una propaganda ideológica islamófoba igualmente nociva, concebida para aterrorizar a la población estadounidense. Asimismo, la ideología islamófoba ha servido para justificar la guerra permanente en el sur de Asia y Oriente Próximo y los presupuestos militares desorbitados en una época de condiciones socioeconómicas muy deterioradas en el interior. Se han gastado centenares de miles de millones de dólares de forma improductiva bajo el epígrafe de «Seguridad Nacional» con los que se pretende hacer todo lo posible para reclutar, entrenar, entrampar y detener a musulmanes afroamericanos por «terroristas». Miles de agencias secretas con centenares de miles de funcionaros nacionales, estatales o locales han espiado a ciudadanos estadounidenses que en algún momento pudieron haber tratado de hablar o actuar para rectificar o reformar las políticas imperialistas económico-militares sionistas

Al final de la primera década del siglo XXI, el imperio estadounidense solo podía destruir adversarios (Iraq, Pakistán y Afganistán), provocar tensiones militares (península de Corea, Mar de China) y socavar las relaciones con socios comerciales potencialmente lucrativos (Irán, Venezuela). El autoritarismo galopante se fundió con el militarismo sionista quintacolumnista para fomentar la ideología islamófoba. La convergencia de mediocridades autoritarias, truhanes rampantes y quintacolumnistas tribales leales del régimen de Obama descartan cualquier cambio previsible en el signo de la decadencia imperial.

La creciente red económica global de China y el avance dinámico en tecnología aplicada puntera en todos los sectores, desde las energías alternativas hasta los trenes de alta velocidad, contrastan con un imperio estadounidense infestado de sionismo y militarismo.

Las exigencias que los norteamericanos imponen a los gobernantes paquistaníes clientes para que vacíen sus arcas en apoyo de las guerras islámicas estadounidenses en Afganistán y Pakistán contrastan con los 30.000 millones de dólares de inversión china en infraestructura, energía y energía eléctrica y en el incremento multimillonario del comercio.

Los 3.000 millones de dólares de ayuda militar estadounidense a Israel contrastan con las inversiones multimillonarias de China en acuerdos comerciales y petroleros con los iraníes. La financiación estadunidense de guerras contra países islámicos en el centro y el sur de Asia contrastan con la expansión del comercio y los acuerdos de inversiones de Turquía en la misma región. China ha sustituido a Estados Unidos como socio comercial clave en países destacados de Sudamérica, mientras que el desigual acuerdo estadounidense de «libre comercio» (NAFTA) empobrece a México. El comercio entre la Unión Europea y China supera al que la Unión Europea mantiene con Estados Unidos.

En África, Estados Unidos financia guerras en Somalia y el Cuerno de África, mientras que China firma acuerdos comerciales e inversiones multimillonarias construyendo infraestructuras africanas a cambio de acceso a materias primas. No cabe duda de que el futuro económico de África está cada vez más vinculado a China.

En cambio, el Imperio estadounidense está dando el abrazo de la muerte a un Estado militarista colonial insignificante (Israel), a los Estados fallidos de Yemen y Somalia, a los regímenes clientes estancados y corruptos de Jordania y Egipto y a los decadentes Estados petroleros absolutistas y recaudadores de Arabia Saudí y el Golfo Pérsico. Todos forman parte de una coalición atávica e improductiva tendente a conservar el poder mediante la supremacía militar. Pero los imperios del siglo XXI se construyen sobre los cimientos de economías productivas con redes globales vinculadas a socios comerciales dinámicos.

Reconociendo la primacía económica y las oportunidades mercantiles vinculadas a la participación en la red china global, los clientes estadounidenses antiguos o actuales, y hasta los gobernantes títeres, han empezado a apartarse de la sumisión a las órdenes estadounidenses. Por toda América Latina se han producido desplazamientos fundamentales de las relaciones económicas y las alineaciones políticas. Brasil, Venezuela, Bolivia y otros países apoyan el programa nuclear no militar de Irán para defenderse de la agresión de Washington encabezada por el sionismo. Varios países han desafiado a los legisladores estadounidenses-israelíes reconociendo al Estado palestino. El comercio con China supera al comercio con Estados Unidos en los países más grandes de la región.

Los regímenes títeres de Iraq, Afganistán y Pakistán han firmado acuerdos económicos importantes con China, Irán y Turquía aun cuando Estados Unidos vierta miles de millones para reafirmar su posición militar. Turquía, antiguo cliente militar del mando EE UU-OTAN amplía su propia búsqueda de hegemonía capitalista ensanchando los lazos económicos con Irán, el centro de Asia y el mundo árabe-musulmán y desafía a la hegemonía militar de Estados Unidos e Israel.

El Imperio estadounidense sigue conservando clientes importantes y casi un millar de bases militares por todo el planeta. Cuando los regímenes clientes y títeres declinan, Washington incrementa de 50 a 80 países el papel y el alcance de las actividades extraterritoriales de escuadrones de la muerte. La independencia creciente de regímenes del mundo en vías de desarrollo se alimenta especialmente de un cálculo económico: China ofrece mayores beneficios económicos y menos injerencias político-militares.

La red imperial de Washington se basa cada vez más en los lazos militares con aliados: Australia, Japón, Corea del Sur y Taiwán en el Lejano Oriente y Oceanía; la Unión Europea en Occidente; y unos rudimentos de Estados centro y sudamericanos en el Sur. Aun aquí, los aliados militares han dejado de ser dominios económicos: los principales mercados de las exportaciones de Australia y Nueva Zelanda se encuentran en Asia (China). El comercio entre China y la UE crece a ritmo exponencial. Japón, Corea del Sur y Taiwán están cada vez más unidas a China mediante el comercio y las inversiones... como Pakistán y la India.

Igualmente importante es que las nuevas redes regionales que excluyen a Estados Unidos estén creciendo en América Latina y Asia, forjando un potencial para nuevos bloques económicos.

En otras palabras, la red económica imperial estadounidense creada tras la Segunda Guerra Mundial y ampliada mediante el derrumbamiento de la URSS se encuentra en fase de decadencia, aun cuando las bases y los tratados militares sigan siendo una «plataforma» formidable para nuevas intervenciones militares.

Lo que está claro es que los beneficios militares, políticos e ideológicos de la construcción estadounidense de la red por todo el mundo tras el derrumbamiento de la URSS y las guerras post soviéticas no son sostenibles. Por el contrario, la sobredimensión del aparato ideológico, militar y de seguridad despierta expectativas económicas y reduce los recursos económicos derivados de la incapacidad de explotar oportunidades económicas o consolidar redes económicas. Estados Unidos financió «levantamientos populares» en Ucrania que desembocaron en regímenes clientes incapaces de fomentar el crecimiento. En el caso de Georgia, el régimen se comprometió en una guerra aventurera con Rusia que se ha traducido en pérdidas comerciales y territoriales. Es cuestión de tiempo que los vigentes regímenes clientes de Egipto, Jordania, Arabia Saudí, Filipinas y México afronten levantamientos importantes debido a los precarios cimientos de gobierno de unos mandatarios corruptos, inmovilistas y represores.

El proceso de decadencia del Imperio estadounidense es al mismo tiempo causa y consecuencia del reto planteado por potencias económicas emergentes que establecen núcleos de crecimiento y desarrollo alternativos. Las transformaciones en el seno de países de la periferia del imperio y el endeudamiento creciente y los déficit comerciales del «centro» del imperio están erosionándolo. La clase dirigente estadounidense actual, tanto en sus variantes financiera como militarista, no manifiestan voluntad ni interés por plantar cara a las causas de la decadencia. Más bien se refuerzan mutuamente: el sector financiero reduce los impuestos, lo que aumenta la deuda pública y saquea las arcas públicas. La casta militar esquilma las arcas en busca de guerras y destacamentos militares e incrementa el déficit comercial socavando conquistas comerciales y de inversión.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.


Migrantes, entre Los Zetas y el Gobernador

Autor: Jorge Alejandro Medellín
Sección: Seguridad

Un reporte de inteligencia de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada devela el tráfico de indocumentados desde Ecuador hacia Sonora, que cubre una ruta alterna a la manejada por Los Zetas, pero pactada con ellos en algunos tramos, sobre todo en los más de 30 puntos de ingreso ilegal a Chiapas o Quintana Roo

Una de las redes de traficantes y tratantes de personas más extendidas de las que se tienen pocas noticias surge en Ecuador, atraviesa Centroamérica, cruza la frontera Sur de México y llega hasta la frontera Sur de Estados Unidos, frente a Arizona.

Es la plataforma para la entrada de miles de indocumentados centro y suramericanos a Estados Unidos. El tramo final de esta ruta alterna migratoria está más allá de los dominios de Los Zetas; está en los territorios de Fidel, el “gobernador del desierto”, como lo conocen los migrantes que logran alcanzar, luego de innumerables peligros y vicisitudes, las cercanías de Sonora con Arizona.

Allí manda Fidel, allí organiza y dirige de principio a fin la llegada de cientos de migrantes ilegales que suelen hospedarse en hoteles como el Oasis, en Cananea, Sonora, en espera del mejor momento para ser introducidos como turistas o bien, como pollos en alguno de los puntos fronterizos con Arizona.

Primero, en avión desde Quito hacia Panamá o algún otro país de Centroamérica; luego, en camión o coches hacia la frontera con México, y de ahí en tren u ocultos en pipas de agua, en camiones de fruta, de forraje, de leche, de madera, de gallinas, de material para construcción o de lo que sea.

El informe de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) contiene las declaraciones hechas por los testigos dentro de las investigaciones llevadas a cabo en el caso Francisco.

Testigo Marco

Originario de la provincia de Río Bamba, Ecuador, Marco menciona que su familia contactó a una mujer, Rosa Buri, la cual vive en la provincia de Canar, Ecuador. Esta persona les cobró 12 mil dólares por llevar a Marco a Nueva York, acordando un pago inicial de 4 mil dólares; el resto, para cuando se encontrara en Los Ángeles, California.

La ruta inició el 3 de diciembre. Volaron de Quito a Panamá y de ahí a Honduras, donde permanecieron unas horas en el Hotel Bolívar; posteriormente Marco fue trasladado, ya en compañía de otras personas, en una camioneta a la frontera con Guatemala; fueron alojados por 10 días en una casa ubicada por la avenida Mariscal Sucre. Después, menciona Marco, fueron trasladados hacia Huehuetenango, Guatemala; fueron llevados al domicilio de un pollero –al que le llamaban Mal Amigo– en una casa que se encontraba cerca de la terminal de autobuses de la localidad.

Una vez instalados en Huehuetenango, fueron trasladados la madrugada del 15 de diciembre al poblado Gracias a Dios, en la zona limítrofe entre Guatemala y Chiapas, donde fueron dejados en una zona montañosa. De ahí, partieron en una camioneta hacia el poblado de San Cristóbal de las Casas; después, se trasladaron, en un grupo aproximado de 80 personas, a bordo de una pipa de gasolina. Llegaron a la ciudad de México.

En ese lugar se encontraban aproximadamente 150 personas que fueron sacadas en grupos de 10 hacia Hermosillo, Sonora, para ir a la central de camiones de esa localidad el 19 de diciembre. En ese sitio, fueron abordados por Manuel, quien los guió hacia otro punto para llevarlos, horas más tarde, al hotel Oasis, en Cananea, Sonora. Estuvieron unas horas en el hotel. Recibían indicaciones para ser trasladados en grupos de 50 hacia un poblado de la frontera con Estados Unidos, donde fueron recibidos por una persona a la que le llamaban Fidel Gutiérrez, el Gobernador.

El Gobernador les explicaba lo que tenían que decir si llegaban a capturarlos del lado mexicano. Posteriormente, fueron llevados hacia una loma en donde había hielo; en ese punto, caminaron aproximadamente 15 kilómetros. Una mujer adulta fue abandonada por no aguantar la caminata.

Posteriormente, 50 personas que lograron llegar hasta Tucson, Arizona, entre ellos Marco, fueron llevados a Phoenix, donde permanecieron un día, ya que fueron trasladados a Lancaster, California. Ahí permanecieron encerrados desde el 25 de diciembre hasta el 13 de enero de 2011. Durante estos días, sufrieron maltrato sicológico y físico; además, tenían que liquidar el adeudo para quedar en libertad, con un incremento de 50 dólares por día.

El 13 de enero, un grupo de aproximadamente 80 personas fue rescatado por la Inmigration and Customs Enforcement (ICE). Algunos de ellos, como Marco, se acogieron al programa de víctimas para recibir apoyo del gobierno estadunidense.

Testigo Javier

Javier, originario de San Miguel, El Salvador, de 52 años de edad, contactó a un traficante de personas en Guatemala: Luis. Éste le cobraría 7 mil dólares por llevarlo hasta Nueva York y tenía que dar 4 mil dólares de anticipo. Fue llevado al centro de Guatemala, donde lo recibió Omar.

Éste lo llevó a un hotel en el que se unieron más personas para ser trasladadas al poblado de Huehuetenango. En este punto, se trasladaron a México: llegaron a La Mesilla, San Cristóbal de las Casas. Luego, los metieron en una pipa de gasolina (140 personas, aproximadamente) para llevarlos al Distrito Federal, en un poblado al que sólo reconoce por una iglesia: la Tres Reyes, Texcoco, Estado de México.

En grupos reducidos de aproximadamente cinco personas, fueron trasladados a la central de autobuses para viajar a Hermosillo, donde Manuel los condujo al hotel Oasis. En este lugar, había aproximadamente 250 personas.

Al día siguiente, un grupo de 50 personas fue llevado a un poblado que se encuentra aproximadamente a una hora de la línea fronteriza de México y Estados Unidos, donde los metieron a una casa de aplanado rústico, propiedad de una persona a la que le llamaban Fidel Gutiérrez.

Éste los trasladó en un camión tipo militar a un punto desolado en la montaña, donde caminaron aproximadamente 15 kilómetros. Llegaron a Tucson, Arizona, para ser trasladados en grupos de 25 personas hasta Phoenix, donde salieron en grupos de ocho personas hacia Lancaster, California. Ahí fueron encerrados por varios días, sometidos a maltratos físicos por no pagar a tiempo el resto del dinero.

Javier señaló que el trato debía cerrarse con un llamado telefónico a un sujeto apodado el Profe (cuyo número era de Campeche); debía avisar que ya había depositado el dinero en la cuenta de Ana Juan Pérez. Asimismo, reconoció en fotografías, proporcionadas por el personal de la ICE, a Jesús Herrera Rodríguez, quien servía como guía en el grupo de inmigrantes, así como a Yesenia Sánchez Duarte y a Socorro Aros Gallegos, quienes organizaban a las personas que llegaban al Oasis.

Al ser rescatado por personal de la ICE el 13 de enero de 2011, proporcionó los números telefónicos 59967948, 58998363, 55700124, y 45034443, todos con la clave lada 00502, que se utiliza en el grupo de inmigrantes que recluta Luis, en Huehuetenango, Guatemala.

Señores Zetas, ya basta…

En su informe sobre la situación del tráfico y trata de personas en México, la Diócesis de Saltillo, Coahuila (Sexto informe sobre la situación de los derechos humanos de las personas migrantes en tránsito por México, 2010), advierte que en las anteriores ediciones del documento se señalaba la gravedad de estos delitos, cuya solución se complicaba cada vez más por la corrupción de los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y de los policías municipales y estatales vinculados con Los Zetas.

El texto advierte que “en este tiempo de reiterada denuncia de la sociedad civil que apoya a las personas migrantes, la situación de crueldad y deshumanización del camino ha empeorado.

“Los municipios de tránsito migratorio han sido completamente cooptados por el crimen organizado; las instituciones federales, estatales y municipales están involucradas en el delito del secuestro, y la violencia con la que éste se ejecuta perjudica cada día más a la empobrecida población centroamericana.”

Asimismo, dice, el silencio en el que permanece el gobierno y el miedo infundido a la mayor parte de la población mexicana han sido factores que propician la impunidad y dificultan la tarea del acceso a la justicia.

El informe recuerda que, en la entrega de 2009, “denunciamos que el delito de secuestro lo comete el grupo del crimen organizado conocido popularmente como Los Zetas, que ahora es ya un cártel que opera, sobre todo, en la región de Tabasco, Veracruz y Tamaulipas, lugares en donde se enfrenta con gran frecuencia contra sus cárteles adversarios y contra el Ejército Mexicano”.

Asimismo, indica, “hicimos notar la clara colusión entre los agentes federales del INM y la Policía Federal y este grupo del crimen organizado, pues los testimonios, en su mayoría, han constatado que estos elementos han tenido pleno conocimiento de que las personas migrantes viajan en las distintas camionetas en calidad de secuestradas e, incluso, que los han visto dentro de las casas de seguridad donde las mantenían privadas de su libertad, sin que hayan hecho absolutamente nada por rescatarlas”.

El gran silencio

En México, el Centro de Estudios Fronterizos y Promoción de los Derechos Humanos (Cefprodhac) operaba en Reynosa, Tamaulipas, como uno de las escasas instancias dedicadas a los migrantes indocumentados.

Las estadísticas del Cefprodhac indicaban, hasta 2009, que en esa zona se cometieron, al menos, 123 asesinatos contra migrantes dos años atrás. De esas 123 víctimas, 90 eran hombres y 33, mujeres.

La organización no gubernamental indicaba que 102 fueron identificados; en 21 casos, fue imposible saber quiénes eran. Sólo por dichos de algunos sobrevivientes o por algún documento, fue posible saber la nacionalidad de algunos. Los datos del Cefprodhac han sido recabados con base en denuncias y en las estadísticas del gobierno estatal.

El conteo de esta organización abarcaba de 1993 a 2009. El Cefprodhac dejó de laborar en octubre de 2010, aparentemente por falta de recursos. Sus estadísticas de 2009 son las más “recientes” sobre la migración. Los datos indicaban, entre otros aspectos, que en la ciudad de Reynosa, Tamaulipas, se registraron 61 asesinatos; en Matamoros, 24, y Nuevo Laredo, 19. A estas cifras hay que sumar la masacre de 72 indocumentados de agosto de 2010.

En total, el desaparecido Cefprodhac documentó, en 16 años de labor, el asesinato de, al menos, 3 mil 382 migrantes indocumentados; 2005 y 2006 fueron los años más graves en agresiones y muerte de migrantes: registraron 320 y 312 asesinatos, respectivamente, durante la administración de Vicente Fox.

En el actual gobierno, 2008 ha sido el más sangriento, con 202 ataques y asesinatos registrados. En 2009, el Cefprodhac registró 98 asesinatos. Se desconoce la cifra de 2010. La ejecución de los 72 migrantes podría constituir la mitad o una tercera parte de los crímenes cometidos en Tamaulipas y en toda la franja fronteriza durante un año.

Fuente: Contralínea 219 /06 de febrero de 2011


Quiebran la columna vertebral de la industria petrolera de México

Autor: Opinión
Sección: Ensayo

En el sector energético, los campos gigantes son considerados la columna vertebral de la producción de hidrocarburos. Para su explotación, en Brasil se realizan estudios interdisciplinarios y se aplica una política que salvaguarda las reservas. Pero ¿qué pasa en México?

Fabio Barbosa*

Para estudiar la situación y perspectivas de la producción del petróleo se suele recurrir al examen de sus campos gigantes. Hay dos definiciones de éstos: a) aquellos que tienen más de 500 millones de barriles de aceite como reservas recuperables (ésta es la clásica, formulada por el conocido experto estadunidense Richard Nehring) y b) que hayan producido más de 100 mil barriles diarios de aceite, por lo menos durante un año.

Poco más de 100 países producen o han producido petróleo en el mundo. En ellos se han descubierto, aproximadamente, 50 mil campos petroleros de los que sólo el 1 por ciento es gigante, esto es 500 campos; no obstante, ese puñado selecto ha contribuido con un 60 por ciento de la producción mundial.

En México, según los bancos de datos del Instituto de Investigaciones Económicas (Iiec) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se han descubierto unos 400 campos de aceite, de los cuales unos 20, acaso 22 o 23, son gigantes. Pero ese conjunto del 5 por ciento ha contribuido con casi el 80 por ciento del total del petróleo producido en este país a lo largo de su historia. México ha tenido una geología espléndida que le ofreció una dotación mayor a la del promedio mundial de campos gigantes. El objetivo de este artículo es examinar cómo está la situación actual de este tipo de yacimientos, columna vertebral de la producción (backbone of the worl’s oil production, los llama Andrew Gould, ejecutivo mayor de Schlumberger). ¿Todos están muy agotados? ¿La aplicación de nuevas tecnologías lograría repuntar su producción?

Los campos gigantes de 1900 a 2010

El cuadro 1 presenta una lista preliminar de los campos aceiteros gigantes de México descubiertos de 1901 a la fecha. Advertimos que no incorporamos los de gas seco, como el José Colomo, descubierto en 1956 en Macuspana, Tabasco, ni el Lakach, descubierto en aguas profundas en 2006. También cabe precisar que, en los próximos meses o quizá uno o dos años, se conocerán informaciones que eventualmente podrían confirmar si el campo Labay, también en aguas profundas, se agrega a la lista de campos gigantes de gas natural húmedo.

Nuestra relación contiene los datos básicos: 1) nombre del campo, 2) fecha de descubrimiento y 3) factor de recuperación, que es la relación entre la producción acumulada y el volumen original in situ; es un indicador muy importante que nosotros llamamos “índice de eficiencia”.

La curva de producción de los campos gigantes

La Agencia Internacional de Energía (AIE) es una institución creada en 1974 por los países dominantes en la economía mundial para combatir a la Organización de Países Exportadores de Petróleo. Su objetivo es monitorear las condiciones de la oferta mundial de crudo para preparar a los países metropolitanos a enfrentar escasez o turbulencias creadas por los productores. En sus estudios, un capítulo fundamental es la declinación de los gigantes. Sus bancos de datos probablemente están entre los más completos del mundo. Matthew Simmons, un banquero de Houston especializado en financiamiento a proyectos petroleros, ha narrado que pasa semanas examinando estadísticas de la AIE sobre los campos gigantes, lo que se explica por su papel dominante en la producción (es imposible formular prospectiva sin el conocimiento de la situación de los más importantes).

La AIE ha formulado criterios para caracterizar la declinación de los campos gigantes en el mundo; son parámetros usados para distinguir las fases del agotamiento. A los puntos de quiebre, podríamos llamarlos “momentos fundamentales en la curva de producción”. Es muy interesante que la recién creada Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) ha adoptado los mismos criterios de la AIE para periodizar la declinación de los campos mexicanos. La propuesta es muy sugerente porque ayuda a despejar ideas erróneas imperantes en México. En nuestro país, el pico de producción se interpreta como sinónimo del “comienzo del fin” o “el comienzo del derrumbe”, porque sólo se tiene el ejemplo de Cantarell, pero lo ocurrido con éste es un caso “atípico”.

La llegada al pico en todo caso podría ser el inicio de la madurez. Pero hay varios tipos de madurez: puede haber una con alta productividad y que puede prolongarse por varios años. En la mayoría de los campos noruegos, fue de una década. Un lapso igual puede observarse en el campo Prudhoe Bay, en Alaska.

Al pico de producción no tiene que seguir, fatalmente, un colapso como ocurrió en Cantarell. En uno de los programas de Discutamos México, se desarrolló una polémica entre el exdirector del Instituto Mexicano del Petróleo, Francisco Barnés de Castro, y el comisionado presidente de la CNH, Carlos Zepeda Molina. Mientras el primero adujo que la situación de Cantarell es un simple resultado del “agotamiento natural”, Zepeda Molina señaló que la causa fundamental fue la deficiente administración del yacimiento, comparándola con los estándares en otras empresas petroleras.

Desde luego, en la periodización de la AIE, ahora adoptada por la CNH y en recientes escritos de otros comisionados, como el doctor Javier Estrada, el pico es un dato fundamental; pero la AIE llama la atención sobre la etapa en que la producción se estabiliza alrededor del 15 por ciento del nivel alcanzado en el pico, periodo llamado “la meseta”.

Lograr que el yacimiento alcance una producción de “meseta” lo más prolongada posible debería ser el objetivo de las ingenierías de yacimientos y de producción. Ese periodo ofrece los mayores volúmenes de la producción que se logrará del campo –y que se refleja en las cifras de producción acumulada– y permitirá un mayor factor de recuperación. Por ello, la llamamos “etapa de madurez con alta productividad”. Por supuesto, la CNH considera que cuando el campo está en fase de meseta, no se le puede caracterizar en declinación.

En la curva de producción, la siguiente etapa comienza al terminar la meseta, con el descenso de la producción a un nivel inferior al 15 por ciento y culmina cuando el porcentaje de disminución llega al 50 por ciento. Ésta sería la primera fase de declinación. El siguiente corte se establecería en los rangos entre 50 y 75 por ciento de la producción respecto del pico. La etapa final, que la CNH llama Fase III, ocurre cuando el campo ha perdido el 75 por ciento de la producción registrada en el pico, es decir se constata un declive muy pronunciado; es un periodo en que la decadencia se acelera. El cuadro 2 resume los planteamientos.

Aplicaciones a casos de México

Dada la necesidad de brevedad, elegiremos los casos más dramáticos. Akal, el supergigante más espléndido que tuvo este país, alcanzó el pico en 2004 con más de 1 millón 981 mil barriles diarios; tuvo una fase de producción estabilizada, la meseta, extremadamente breve (de sólo tres años) e inmediatamente sobrevino un descontrol con caídas de más del 20 por ciento de un año a otro. En el curso de 2009, perdió el 75 por ciento de la producción en el pico (el cuadro 3 muestra las cifras). Según los criterios de la AIE, Akal entró prematuramente en la Fase III de declinación. Fue un comportamiento anómalo comparado con el de otros campos gigantes en otros países, e inclusive con algunos de la Sonda de Campeche. Su factor de recuperación no alcanza el 40 por ciento; quizá es el más bajo en el mundo para campos de su tipo. Si el factor de recuperación puede ser llamado “factor de eficiencia”, entonces Akal, de Cantarell, tuvo un manejo de los más ineficientes del planeta. Desde luego, aunque aquí no podemos transcribirlos, se han publicado análisis que sostienen que los políticos presionaron por elevar la producción con el resultado de reventar los equilibrios internos del yacimiento.

El problema es que la política de acelerar la producción tiene como consecuencia la destrucción de reservas. No se trata de opiniones, sino de resultados que pueden medirse: en 2006, Petróleos Mexicanos (Pemex) reportó a la Securities and Exchange Commission (SEC) reservas probadas de 4 mil 200 millones de barriles en Cantarell. En el reporte a la misma institución, correspondiente a 2009, sólo registra 2 mil 400 millones, pero una simple suma muestra que, en el lapso, “sólo” produjo 1 mil 100 millones. ¿Qué significa la diferencia de 700 millones de barriles? Es la estimación oficial del daño sufrido en pérdida de reservas. La disminución de reservas probadas en Cantarell de más de 700 millones de barriles equivale a más de un yacimiento gigante.

El colapso de dos gigantes de crudo ligero

Aplicar los criterios de periodización en la región marina Suroeste muestra que Cantarell no ha sido el único gigante dañado por la prisa de exportar crudos.

Acaso más graves fueron los colapsos de Abkatún y Pol. El primero, un supergigante, arrancó en 1980 y, en tres años, en 1983 alcanzó el pico, con más de 444 mil barriles diarios; la producción en fase de meseta apenas pudo sostenerse por dos años, e inició su decadencia en 1985. En el sexenio de Zedillo ya se encontraba en la Fase III de declinación, con una producción menor a 100 mil barriles por día. En 2001, fue incorporado al Plan de Negocios, formulado bajo la administración del ingeniero Raúl Muñoz Leos, entonces director de Pemex.

La primera versión del Plan de Negocios comprendió la aplicación de nuevas tecnologías y medidas para elevar su producción, pero ninguna herramienta o recurso utilizado pudo detener el declive de Abkatún. Al comenzar las operaciones de optimización, en 2001, la producción era de 103 mil 288 barriles diarios de aceite; en 2005 había caído más de la mitad, apenas alrededor de 40 mil barriles diarios. En ese momento, al presentar caídas de más del 20 por ciento, en sólo un año, Pemex lo borró de la lista de los campos cuya producción se publica mensualmente. Fue un caso insólito que, salvo una o dos notitas que entonces publicamos, pasó desapercibido.

No sabemos si Abkatún ya está cerrado. Todavía en 2009, Pemex reportó a la SEC que tenía unos 15 millones de barriles y que perforaría un nuevo pozo. Lo más probable es que, aunque algunos continúen operando, la infraestructura ahora se utilice para los nuevos campos del programa Crudo Marino, que actualmente sostiene buena parte de la producción de la región marina Suroeste.

El colapso de Abkatún parece mostrar que, en algunos casos, la Fase III es la fase terminal del yacimiento.

La etapa terminal de la declinación merece ser estudiada detenidamente. Se requieren estudios interdisciplinarios que expliquen los fenómenos físicos en el subsuelo. ¿Acaso cuando se ha perdido toda la energía original del yacimiento o cuando el agua irrumpe, todo queda fuera de control? ¿El crudo que aún permanece atrapado, convertido en una masa viscosa, porque el gas ya escapó, no recupera movilidad? ¿En esas condiciones, ninguna medida de optimización puede dar resultados? Recordemos que desde 2008 se integró un equipo internacional de expertos que monitoreaban Cantarell, desde Houston, Texas. Al parecer, fracasaron. Lo mismo ha ocurrido en el campo Jujo-Teco, donde la inyección de nitrógeno no está sirviendo para nada, y en otros, como Sitio Grande, donde Halliburton ha intentado recuperar la presión inyectando gas natural sin resultados positivos.

El caso de Pol

Pol, que inició operaciones en 1981, tuvo un desenlace similar, aunque su curva de producción presenta diferencias. El pico de producción se alcanzó más de 10 años después, en 1992, con 169 mil barriles diarios. La etapa de producción estabilizada de 15 por ciento menor a la del pico también fue muy breve, apenas tres años.

Pol fue incorporado al Plan de Negocios en 2001. En ese momento, estaba produciendo más de 62 mil barriles diarios. Aunque no se encontraba en Fase III de declinación en 2001, al año siguiente virtualmente se colapsó, cayendo en casi 50 por ciento, a 35 mil barriles. Igual que Abkatún, Pemex lo sacó de las estadísticas y jamás se ha vuelto a mencionar este campo en ningún documento oficial. Es otro caso que nos induce a pensar si la llamada Fase III no será, por lo menos para algunos casos, la fase de agonía, antesala del cierre. El cuadro 3 presenta el conjunto de gigantes en Fase III.

Pero Pemex todavía cuenta con campos gigantes jóvenes, cuya producción está en ascenso y, como hemos adelantado, por lo menos uno, totalmente virgen.

Comenzaremos con los del complejo Ku-Maloob-Zaap. Muchos preguntan cuándo ocurrirá el pico. La verdad es que Ku ya es un campo maduro: alcanzó el pico en 2008, con 364 mil barriles diarios, pero no ha perdido el 15 por ciento de su producción máxima; aún se encuentra en fase de meseta.

Zaap es un campo en etapa muy temprana de desarrollo. Según nuestras estimaciones, para el primer semestre de 2010 su producción acumulada fue de 470 millones de barriles, de manera que, con un factor de recuperación de un modesto 25 por ciento, podría aportar todavía más de 700 millones de barriles. Maloob es un caso similar: su producción acumulada es de 476 millones de barriles. Con el mismo factor de recuperación del 25 por ciento, puede plantearse la razonable expectativa de extraer otros 600 millones, equivalentes a un campo gigante.

Una última palabra sobre Sihil y Ayatsil: la estadística muestra que para simular que Cantarell aminora su caída, están sobrexplotando Sihil; en 2010 duplicaron su producción elevándola en algunos meses hasta casi 100 mil barriles diarios. Peores son las amenazas que penden sobre Ayatsil: Morales Gil ya anunció en Houston, Texas, su intención de contratar una nueva unidad flotante de embarque y proceso, similar a la que ya opera en Ku-Maloob-Zaap, para hacer una mezcla de crudos pesados y ligeros. Parece mentira que el ingeniero ignore que ésa es una solución sólo para facilitar la comercialización, es decir para hacerlo aceptable en el mercado. Pero Ayatsil es de crudos extrapesados que requieren una tecnología específica.

En los medios académicos, estamos estudiando la experiencia del campo Peregrino, en Brasil, que representa el “estado del arte” en la explotación de crudos extrapesados. Las compañías operadoras han pasado años planeando la explotación de ese campo, lo que contrasta con la prisa de los políticos mexicanos. A la fecha, se han diseñado diversas medidas como pozos horizontales y otras de recuperación secundaria, que, implantadas oportunamente, permiten esperar que el factor de recuperación se pueda elevar del 9 por ciento –estimado originalmente– al 20 por ciento. Nos dirigiremos a la CNH para solicitar que, actuando como su similar noruego, el directorado del petróleo intervenga en la planeación del desarrollo de Ayatsil para evitar que los políticos, apresurados por comercializar el petróleo, lo arruinen como han hecho en los casos que presentamos.

Podríamos concluir con un exhorto a la comunidad de técnicos y profesionistas de Pemex a discutir si la segunda ronda de reformas que Pemex plantea es pertinente, pues tenemos sólidas evidencias de que nuevas tecnologías son atingentes en cierta etapa, pero, a destiempo, resultan inútiles.

Le quebraron la columna vertebral a la industria petrolera de México, pero ello no quiere decir que el petróleo se agota. Aún nos quedan algunos campos gigantes y existen posibilidades de que en Perdido, la zona fronteriza en el Golfo de México, la plataforma Bicentenario descubra yacimientos similares a los del sector de Estados Unidos. Por último, a la actual dotación mexicana debe sumarse un buen puñado de campos clasificados en la industria petrolera internacional como “importantes” por sus reservas de más de 100 millones de barriles y más de 130 nuevos campos pequeños, totalmente vírgenes, que la elite dominante ahora quiere concesionar en bloques. Mientras no los precipiten a la Fase III, es tiempo de su defensa, después también. Aunque sólo quede un barril de petróleo en el subsuelo de México, debe cuidarse y defenderse.

*Maestro en historia de México; investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM

Contralínea 219 / 06 de febrero de 2011