Monday, October 22, 2012

This week I was entirely focused on my wife's birthday, so I'm gentle as a puppy dog. Así que les concedo una tregua a mis fans (btw, ¿ya mero me regresan mi supuestamente más robusto Emilio?, ya tenía mínimo una década y media con él, no sean). Then, instead of mocking of our world-renowned politicians, let's make a short story to celebrate her. Yes, there's gonna be english version too, but only for my woman personal consumption, sorry. Ok, take your pill... and here we go!




LA TERAPIA PERFECTA






No seas demasiado justo,
ni seas sabio con exceso;
¿por qué habrás de destruirte?


Eclesiastés 7:16 (Casiodoro de Reina, 1569)






La rabia, la frustración, la impotencia, y un coraje incontenible se apoderó de él otra vez. Volvía a despertar sin poder,de sus sueños, el último recordar. Another episode of a miserable dog's life, pensó, y entonces lo primero que alcanzó al levantarse de la cama fue su laptop. En el acto comenzó a checar las actualizadas cotizaciones de las principales acciones de la Bolsa de Nueva York. Light yogur, raspberries y café americano fue todo lo que, antes de salir al gimnasio, desayunó.



Al mismo tiempo, un  par de jóvenes universitarios charlan relajadamente, mientras deciden si han de asistir a su siguiente clase o no.

_ No manches, ¿le diste gas, güey? -inquiere el flaco, sin dar crédito a lo que escuchó.

_ También, güey -fantochea un regordete clasemediero aspirante a ingeniero.

_ No, pendejo; que si la cortaste, cabroncito -insiste el todavía incrédulo compañero.

_ Sí, compadre. La neta es que esta chava, no sé si ya estaba copeteando mucho la dosis o qué, pero ya andaba muy obsesionada con esa madre, güey -contesta visiblemente resignado el moreno panzón. Y pa'acabarla, no sé como le hacía, pero desde que la conocí, me empecé a acordar de todo lo que soñaba, cabrón; y ahí sí ya no me gustó. Es más, con decirte que, yo que juraba que mis sueños sólo podían ser en blanco y negro, comencé a hacerlo a colores, y con pelos y señales, también. ¿Cómo ves?

_ Yo no sé, compañero; pero por un bizcochito como ése, yo sí me dejo querer, me cai que sí. A ver cuando te cae otro forro como áquel, mi buen.

_ Eso sí, pa'que te voy a decir que no, si sí. Pero aquí me tienes vivito y coleando, cabrón. Si seguía con ella, chance y al rato iba a andar arrastrando 'tilichis'con todo y cobija por el camellón, ¿qué, no? -termina convencido 'el gordo' la plática, mientras ambos entran a una de las aulas de la facultad.



Es media hora después del lunch time en la capital mexicana, dentro de una de las librerías sobre Miguel Ángel de Quevedo nuestro matutino amigo del cuerpo tonificado, hurga entre un estante de libros especializados.

_ No es ese mamotreto el que te ayudará -le suelta una curvilínea rubia, mientras él checa la contraportada de uno de los textos mundialmente más famosos del siglo XX.

_ ¿Deveras? ¿Y eso cómo lo puedes saber tú? -revira molesto el potencial lector.

_ Se te nota a leguas, camarada -le dice asertiva la chica que viste un par de estrechos, acampanados y fuera de moda vaqueros más una blusa sin mangas, que deja muy poco a la imaginación.

_ ¿Ah, sí? ¿No crees que exageras, chiquilla? -le contesta condescendiente el del traje tipo business man (cuyos unmatching shoes, sin embargo delatan), y de máximo en la vida... simplemente escalar más y más.

_ ¿Estudias o trabajas? -pregunta ella desviando la conversación.

_ Las dos cosas -contesta él de mala gana, y evidentemente apresurado.

_ ¿Por qué te pagan, pues? -inquiere ella de nuevo sin perder la tranquilidad.

_ Soy broker junior -afirma de manera arrogante el trajeado.

_ ¿Tienes tiempo? -pregunta ella.

_ No, aunque está cerca, tengo clases en la Universidad -le dice a la güera, mientras observa su dorado reloj de pulsera.

_ Yo también estuve ahí, y te aseguró que más de una vez me las brinqué -le devuelve la jovencita con el mayor desparpajo del mundo.

_ Hum, Ok -le contesta él, al meditarlo por segunda vez, mientras barre de pies a cabeza la torneada silueta de la mujer.







Ella entonces lo arrastra hacia la avenida, mientras él trata de desactivar la alarma de su deportivo de segunda mano, que aún hoy continúa pagando a plazos

_Déjalo ahí, es mejor no meterlo al lugar adonde vamos a ir -le sugiere ella en forma maternal. ¡Ah!, y te quitas ese reloj, tu saco y camisa, por favor. Con la interior basta y sobra.

El taxi se enfila a uno de los muchos barrios que se pueden encontrar justo en los límites de otra acaudalada vecindad.

_ ¡Qué ondas, tía! -saluda de manera franca un chamaquillo que, sobre un transitado crucero, vendiendo chicles sobrevive.

_ ¿Te conoce? -le lanza él asombrado abriendo los ojos completamente.

_ Agüelita de Batman - le contesta mientras palmea la diminuta espalda del infante. ¿Fuiste a la escuela hoy, pelón?

_ Agüiüi, de esa ya no me salvo, desde que le echas la mano a mi 'amá, tú.

_ Chidos, me saludas a tu jefa, pues. Dile que paso este jueves, ¿va? -y se despiden mutuamente, sellando la despedida con un fuerte abrazo del niño 'vende-chicles'.

_ ¿Lo ves? Pa'esto te quiero yo -ha llegado el momento justo de soltárselo, piensa ella así.

_ Si estás pensando obtener dinero chantajeándome con esos escuincles, lamento avisarte que te falló el plan, nena -y su cara de molestia vuelve a aparecer.

No es tu dinero lo que necesito yo. Afortunadamente cuento con suficientes donadores, lo que me evita la molestia de rogar.

Pocos minutos después, nuestro broker se ve a sí mismo, contra su costumbre, desperdiciando el tiempo bebiendo café con una desconocida, cerca del establecimiento donde su coche se estacionó.

_ ¿Nomás así? -le pregunta admirado él.

_ Nomás así -contesta la mujer.

_: ¿Y apoco ya saliste de allí?

_ Sí, ya salí. Como te decía, me ví como te veo ahora a ti. Fueron muchos los que me dijeron que era muy inteligente, y podía tener el futuro que quisiera a mis pies, y así nomás también me lo creí. Es fácil, ¿no crees? Mira, no milito en ningún partido político ni profeso alguna religión, pero sí busqué por aquí y por allá; y como le agarré amor a los números, me afané por ese lado, pero eso sólo me deshumanizó. Tanto me clavé que, varios medicos me dijeron que ya presentaba varios síntomas, porque además le puse excesiva atención (así dijeron ellos) a mis sueños, y quería sacar lana de ahí. Irónicamente, cuando en verdad me alivié, fue cuando me dí cuenta de que sí podía usarlos pero, no nada más pa' "sobre los otros no pasar jamás", la cual era una idea incompleta, sino que tenía que sacarles provecho para hacer el bien, ¿capizcas? Lo malo es que un día cuando llegué a sentirme feliz (o contenta, como quieras llamarle tú), de pronto dejé de soñar. Eso no fue novedad para mí, ya lo había vivido en la secu, etapa en que todo va al día, en automático, y es felicidad. Lo cual no está mal, pero pienso que hay que vivir bien el hoy tratando de construir un mañana mejor, ¿no? Bueno, parece que me metí en muchas honduras pero, ahora ya lo sabes, esa soy yo. Y como no dudo que aún andan por las calles espíritus atormentados como tú; if one day, you can get enough guts to have a break from the complexities of your universe, and like to take a risk and also in the mood -yes, she can speak it fluently too- aquí tienes mi mail y mi face, believe me I never gonna let you down, ¿va?

_ Fcuking hell! No puede ser, comienzo a recordarlo todo -dice nuestro broker entre vigilia y sueño in the middle of the night.

Volviendo a conciliar el sueño, despierta varias horas después, recordando la segunda (¿o tercera?) onírica sesión. Abre primero, como siempre, su laptop, pero esta vez "googlea" a esa atípica mujer, dudando si ha de enviar el friend request o no.