Friday, November 14, 2008

A DESTIEMPO



Y tomando la mano de la niña,

le dijo: Talita cumi;

que traducido es:

Niña, a ti te digo, levántate.


Marcos 5:41 (Casiodoro de Reina, 1569)




Hasta muy recientemente, en época de elecciones. Televisa difundía la información del partido oficial e ignoraba a los candidatos de los partidos de oposición y sus clamores de fraude, lo que fue mermando la credibilidad de la televisora. Esta actitud se hizo más patente en los comicios de Chihuahua en 1986, donde el PAN y algunas organizaciones civiles protestaron fuertemente por las manipulación que Televisa había hecho con la información. De las protestas, la gente se enteró por la prensa; jamás existieron para la televisión.


Lo mismo ocurrió en las elecciones presidenciales de 1988, en las que imperó la impresión de que el triunfo de Salinas había sido resultado de un burdo fraude. Las multitudes gritaban “Muerte a Televisa“; el PAN repartía calcomanías para los autos con leyendas contra sus noticieros; e incluso en el norte del país se organizó un boicot contra los productos que se anunciaban en la televisora.


FERNÁNDEZ C., PAXMAN A. El Tigre: Emilio Azcárraga y su imperio Televisa (México, D.F.: Editorial Grijalbo, 2000), p.33.



Chaparrón en la frontera tamaulipeca. La intensa lluvia ha causado los clásicos encharcamientos que trastocan aún los planes más meticulosos en esta ciudad. “Está todo inundado no vas a poder salir“, me avisan las mujeres de la casa. Por no tomar en cuenta sus juiciosas recomendaciones, me veo obligado a rodear la manzana para tratar de encontrar otra salida. Uno de los vecinos de la cuadra ha observado ese comportamiento, por lo que detiene su vehículo, y con una seña me ofrece un aventón.


_ Ví que le diste la vuelta a la cuadra, pensé que te ibas a regresar.

_ Gracias, yo creí que por esta calle había forma de salir.

_ ¿A dónde vas?

_ Voy para el Consulado.

_ Yo voy por la primera.

_ ¿Dónde agarras la pecera?

_ En la sexta, gracias.

_ Aquí no se puede andar en autos chicos, se necesitan trocas.

_ Sí, es lo que le dije a mi hermano porque quería cambiar su camioneta.

_ Cualquier lluviecita y se encharca todo esto.

_ Así es, gracias por el raid. Marco Antonio Salas.

_ Yo pensé que eras hijo de los Morales. Yo conozco a un Salas, es periodista de la sección policiaca.




Mmm, no, mi buen. Es cierto que en mi casa me llaman Tony, pero mi apellido no es Garza“ pienso yo sin externarlo.



_ No que yo sepa, ninguno de mis familiares es periodista.

_ ¿Ahí junto al camellón está bien?

_ Si ahí está bien. Gracias de nuevo por el aventón, que tenga un buen día.

_ ¡Ándale!, cuídate José Antonio.


Mmm, me gusta más el Marco, compa“.


No fue el encharcamiento, no era jet privado, pero la troca andaba echando lumbre. “Nombre, esa camioneta es una refinería ambulante, bro“, dijo uno de mis carnales. Y vaya que, en estos tiempos de gasolinazos constantes e inmisericordes, traer la combustión al puro pelo es más que importante. Parecía que el cambio del sensor de gasolina había resuelto el problema, pero las anómalas explosiones me seguían dando mala espino, perdón, espina.


Aunque últimamente, contra mi naturaleza, he aprendido a ser poco paciente, hay ocasiones en que es mejor cortar los problemas de tajo. Por eso mismo le dije a mi hermano: “vamos a buscar el distribuidor a uno de los Yonkes de por aquí“. “A ver levanta el cofre y déjame ver el distribuidor“, dijo el encargado de uno de los lotes que venden partes usadas. “Pero sí es nuevo“. “Ah, también se fue con la finta“, pensó mi hermano: “No, es que le cambiaron solamente la capucha“. Así es, la tapa está lustrosa cual calva de regio, pero el alma, (ie, el rotor) 'tá toda podrida. No, no tuvimos suerte en encontrar un repuesto de segunda mano para la troca viejita, por lo que habrá que sustituir la pieza que está ya inservible por una nueva, si es que deseamos que el sistema funcione a tiempo, como si fuera relojito suizo.




Hacer mediciones es también el business de la mujer maravilla. “Oye, échame una mano“ -me dice. “Ora pues, ¿pa' que soy güeno?“ Sin perder tiempo, me explica: “Mira, estamos probando otra técnica de medición que nos da velocidades a intervalos de tiempo mucho más frecuentes. Tengo una serie de tiempo con un montón de datos con esa técnica. Y tenemos otros datos, muchos menos y más espaciados con la técnica anterior, o sea, la antigüita. ¿Puedo compararlas para demostrar el cambio de tener una válvula que afecta el flujo de una tubería?“


DEPFI-MORELOS (1996)

MOOD:SAD


Así es, siempre y cuando los tiempos de medicion sean análogos. Si los tiempos están defasados las mediciones no tienen correspondencia, y las interpretaciones que de ellas se pueden extraer erradas“. Su silencio me avisa que no me he explicado con propiedad. Sí, mira; en climatología es muy conocida esa situacion. Cuando se adquiere un nuevo equipo, digamos,... para medir la lluvia. Nosotros dejamos un periodo de tiempo funcionando el equipo anterior a la par del nuevo equipo de modo que podamos comparar sus mediciones y hacer las correcciones en caso de que sean necesarias. Un período de transición, si así lo quieres llamar, frase que a mí, en lo particular, me causa repulsión, debido a nuestras experiencias más recientes con el cambio de primer mandatario. Dudo que necesite refrescarte la memoria con el cuentito de los head hunters“. Rápidamente ataja mis aproximaciones,“no gracias, absténte de brindarme uno de tus ejemplitos, please. Creo que ya entendí“.



Semana de derrotas reales, de nuevos retos, de reorganizar la estrategia. Confesiones públicas que nos muestran el verdadero rostro de la reforma energética. Formalización de la muerte de la izquierda moderada por sobredosis de pasta. Legalización de la toma de posesión de uno de los beneficiarios principales de los fraudes de 1988 y 2006.



El ataque es frontal. Los discursos no hacen falta, con la aplicación de las reformas estructurales basta. Las elegías desmesuradas podrían quedar en el terreno de los desfiguros políticos, de no ser porque impactan en el poder adquisitivo de todos nosotros, y en consecuencia directamente en nuestro nivel de vida. La resurrección real de quién creímos desactivado pudiese ser motivo de sorna, si no implicara, entre otras cosas, un recrudecimiento de la militarización de nuestras calles, tal como actualmente se observa en esta frontera. Mientras en muchas partes del orbe se redefine un modelo que se niega a fenecer, en nuestro país no solo se aplican anacrónicas políticas económicas, sino inclusive a total destiempo, sin comparar nuestra realidad hoy, con otras parcialmente exitosas experiencias sociales en diferentes latitudes.



Si, por nuestra parte, no deseamos repetir las experiencias fallidas de hace 40 anos (por lo menos), debemos entender que, a un pequeño grupo de explotadores aún conviene vender un mito que sólo sirve a sus intereses. De tal manera que, una de las maneras para contrarrestar esa táctica enemiga nuestra, es rechazando tajantemente la imposición defasada de un modelo derrotado, a la vez que organizadamente resistimos y creamos las actualizadas estrategias que convengan a nuestros intereses y resuciten a nuestra moribunda patria. Solo de ese modo podremos liberarnos del yugo mental que nos impide tomar el poder que, hace casi 2 anos, ilegalmente nos arrebataron. AL TIEMPO.



... piloto mata carita.




SKY PILOT (THE ANIMALS)


MARCOmbustion;

MATAmoros, Tam(idiendo);

14/11/08.



P.D.MARIONETA. "...you´re DANGEROUS ´cus YOU don´t KNOW what YOU WANT..."


WHO'S GONNA RIDE YOUR WILD HORSES? (U2)




SPECIAL REQUESTS:

Hubo muchas preguntas esta semana de mis amigos sobre la orquesta. Para una introducción al tema, va la ópera prima (I guess) del Alvaro Delgado:


El Yunque: La Ultraderecha al Poder

(Álvaro Delgado)



http://www.4shared.com/file/71197155/aa0c6348/ALVARO_DELGADO-EL_YUNQUE_LA_ULTRADERECHA_AL_PODER.html




ENCORE MONARCA:






Thomas Friedman Warns Against Petro-Dictatorships

http://fora.tv/2008/10/30/Thomas_Friedman_Warns_Against_Petro-Dictatorships

Falta una entrevista con el profesor Marco Azzurro y la novela que ya saben.

... to be continued later.




UEA-NORWICH (2008)

MOOD:HAPPY





Thursday, November 13, 2008


Espacio Alternativo


No es posible contar la historia de la economía capitalista, y menos la de los últimos treinta años, sin referirse a sus crisis recurrentes. La mal llamada “crisis del petróleo” en los años 70s; la crisis de la deuda externa en los 80s; las que sacudieron a los “mercados emergentes” durante los 90s (México, sudeste asiático, Rusia, Turquía, Argentina); la de las empresas tecnológicas con el cambio de siglo; y ahora, una crisis inmobiliaria y crediticia que arrastra al sistema financiero internacional. Cuando un fenómeno se repite con tanta obstinación es sensato interrogarse sobre si existe una causa común que explique todas sus manifestaciones. Y cuando efectivamente encontramos esa causa común, también es sensato sostener que ese rasgo constituye un elemento inherente al sistema que genera el fenómeno.

En los años setenta el capitalismo entra en una grave crisis de rentabilidad: el capital no obtiene una proporción “suficiente” de beneficios sobre sus inversiones; suficiente según la lógica capitalista (las exigencias de beneficios que tienen los capitalistas para seguir invirtiendo). Frente a esta crisis el capital despliega su ofensiva neoliberal, poniendo en marcha mecanismos que intentan resolver los problemas de rentabilidad por dos vías: incrementando la ganancia de la que se apropia en actividades que ya le generan beneficios (obteniendo ese incremento de la única forma posible, el recorte de salarios y derechos laborales); y abriendo nuevos espacios, o ampliando los ya existentes, en los que puede “hacer negocio” (como las privatizaciones). Sin embargo, la respuesta neoliberal no es del todo eficaz para superar la crisis. Los problemas de rentabilidad persisten y eclosionan en crisis periódicas. Por lo que el capital no para de intensificar su respuesta, acelerando con el paso de los años sus “avances neoliberales”. Así, podemos decir que llevamos 30 años en crisis, y 30 años sometidos a la gestión neoliberal con la que el capital intenta superar la crisis.

Uno de los espacios de ganancia que el capital amplía en estas décadas son los mercados financieros. Su liberalización, en colaboración con otros factores, los convierte en una fuente aparentemente ilimitada de beneficios. Por eso asistimos, especialmente durante los 90s, a la explosión de las finanzas. La lógica de los mercados financieros, que se expande y afecta a todos los ámbitos económicos, tiende a generar burbujas: la valoración financiera de algunos bienes se dispara. Parece la solución perfecta para el capital, que obtiene beneficios enormes y rápidos mediante la mera compra-venta de esos bienes (especulación), al margen de la “rentabilidad real” asociada a su producción. Pero la posibilidad de esquivar así los problemas de rentabilidad es efímera: los precios especulativos, irreales, que han alimentado unos beneficios colosales, terminan siempre desinflándose. Antes o después las burbujas estallan, los precios vuelven a conectarse con el valor que se incorpora en la producción, y los valores y beneficios financieros desaparecen como si de humo se tratara.

Así, una de las salidas del capital frente a su crisis de rentabilidad, la huida a lo financiero, se convierte en origen de nuevas crisis. La proliferación y el estallido de burbujas, con más o menos capacidad de arrastrar a la “economía real”, es un rasgo propio de los últimos años. La crisis actual es de este tipo. Eclosiona con el estallido de una burbuja especulativa, en este caso inmobiliaria. Y como dicha burbuja se alimentó con la concesión masiva de créditos que tienen el aval de las mismas viviendas cuyos precios se desinflan, los sectores bancarios tienen problemas serios de solvencia. El estadounidense se ve especialmente afectado, porque concedió hipotecas muy arriesgadas (subprime), y porque los bancos que las concedieron después las titularizaron y las vendieron insertas en productos financieros con apariencia sofisticada. Por eso en EEUU no sólo quiebran bancos dedicados al crédito hipotecario, también entidades financieras de todo tipo que compraron productos financieros con subprimes camufladas. Además, el sistema financiero estadounidense no es el de cualquier país: su quiebra ha colapsado el mercado monetario mundial, vaciándolo de la liquidez de la que se nutren todas las economías. El capital, que trataba de escapar de sus problemas, se ha generado uno monumental.

No se trata, por tanto, de una crisis en Wall Street. Es una crisis de la respuesta que el capital le intentaba dar a la crisis. Su origen, como el de las crisis a las que empezamos refiriéndonos, es que el capital no es capaz de resolver eficazmente sus problemas de rentabilidad. Esa es la causa común que explica el fenómeno recurrente. Y, efectivamente, nos señala un rasgo inherente al sistema capitalista: para seguir “funcionando” requiere la obtención de tasas de rentabilidad crecientes; pero “al funcionar” socava las condiciones de las que obtiene la rentabilidad. Es un dilema suicida. Y ahora es más evidente que nunca.

* Economistas y militantes de Espacio Alternativo




Traducido por Manuel Talens


Deslumbrados por el reaccionario y retrógrado modelo económico de los regímenes latinoamericanos de centro-izquierda, la casi totalidad de los intelectuales occidentales ignoraron el hecho de que se basaban en la “primarización” de la economía y en el auge de la inversión especulativa y prefirieron centrarse en sus medidas “populistas” marginales: en el Brasil de Lula, la cesta de la compra de 30 dólares mensuales (45 reales) para 10 millones de familias pobres (que pasaron a formar parte de la maquinaria clientelista electoral del presidente en el noroeste del país); la promoción de los derechos humanos y el subsidio mensual de desempleo de 50 dólares (150 pesos) promocionado por Kirchner en Argentina; el indigenismo cultural de Evo Morales y su colaboración con las compañías internacionales de gas y petróleo (falsamente tachada de nacionalización) y las declaraciones de Rafael Correa a favor del socialismo del siglo XXI y el aumento del gasto social en Ecuador.

Lo que los ideólogos de los regímenes de centro-izquierda no supieron analizar fue que esos aumentos marginales en el gasto social tenían lugar en el interior del marco socio-económico y político, el cual conservaba todos los rasgos sociales de una economía neoliberal. Tras el colapso exterior de los precios de los productos primarios, las primeras reducciones presupuestarias gubernamentales afectan a... los programas contra la pobreza, que eran la hoja de vid destinada a tapar las vergüenzas del rapaz modelo económico basado en la especulación y la explotación agromineral. Todo el "espectro de la izquierda" ignoró el hecho de que los excedentes presupuestarios de la balanza de pagos que financiaban las reformas sociales estaban subordinadas a la entrada de "dinero caliente" (especulativo) que, por naturaleza, entra y sale con rapidez en respuesta a cualquier adversidad en su mercado natural, por no mencionar ante un colapso financiero mundial. Por eso, las ya exiguas medidas sociales adoptadas por los regímenes de centro-izquierda eran frágiles y no dependían de la retórica de izquierdas de los presidentes progresistas, sino del volátil comportamiento del capital especulativo y de los mercados mundiales.

La alegación de los regímenes de centro-izquierda, según la cual América Latina se estaba divorciando del mercado usamericano e incrementaba sus lazos con Asia (China, Corea, Japón e India) para convertirse en un poder global (como parte del bloque BRIC, esto es, Brasil, Rusia, India y China) ha demostrado ser falsa. Las exportaciones agrominerales de Brasil a Asia estaban condicionadas por los precios mundiales, que a su vez estaban determinados por la demanda de Usamérica, la Unión Europea y otras muchas regiones y países. La profunda recesión mundial y el colapso del crédito han afectado profundamente las exportaciones de Asia a Usamérica y a la Unión Europea, lo que a su vez ha conducido a la disminución de las exportaciones de productos primarios latinoamericanos. Ninguno de los países asiáticos puede reemplazar los mercados de exportación con un aumento del consumo interior, porque la capacidad adquisitiva de millones de campesinos es muy baja.

América Latina no se divorció, formaba parte de la cadena global, que la vinculaba con los caprichos de la economía usamericana (una economía especulativa y de guerra, hoy en crisis). Los intentos del presidente de Lula por echarle la culpa de las crisis en Brasil al “capitalismo de casino” de Usamérica para desviar cualquier crítica de sus políticas de gran dependencia estructural de las exportaciones de productos primarios y del dinero caliente, carecen de base: fueron las políticas del gobierno brasileño lo que abrió las puertas de par en par a los efectos adversos del desplome del capital especulativo usamericano.

Ninguno de los regímenes de centro-izquierda se desvió del "modelo exportador" neoliberal ni tampoco hizo esfuerzo alguno para dinamizar la economía del mercado interno con la estructura de la renta. La industrialización estaba subordinada a las exportaciones de productos primarios y las rentas urbanas de la patronal eran siempre superiores a las de los trabajadores. Los intereses y regalías siguieron favoreciendo al capital, debilitando así el mercado interno. El énfasis absoluto que se puso en la elite de la agroexportación y el rechazo de la reforma agraria hicieron caer el poder adquisitivo interno de millones de campesinos sin tierra con lo justo para subsistir, de trabajadores rurales y de pequeños agricultores. Los subsidios impositivos y los incentivos reemplazaron a la imposición progresiva, eliminando así la posibilidad de reconstruir servicios sociales (salud pública, educación, pensiones y programas de seguridad social), que podrían haber incrementado la producción y la inversión internas. Las inversiones para crear una parrilla de producción que vinculase regiones diversas/internas (el denominado "modelo radial") con sectores económicos pasaron a segundo lugar por detrás de las inversiones que vinculan las áreas locales con los puertos relacionados con los mercados externos.

El sociólogo marxista usamericano James Petras ha publicado más de sesenta libros de economía política y, en el terreno de la ficción, cuatro colecciones de cuentos. Es colaborador permanente de Rebelión.

El escritor y traductor Manuel Talens es miembro de los colectivos de Cubadebate, Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y la fuente.




Sin Permiso


La justicia social no es sólo una cuestión ética o de filosofía política, sino de vida y muerte. "La combinación nefasta de pobres políticas sociales y circunstancias económicas injustas está matando a la gente a gran escala", afirmó el presidente de la Comisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Sir Michael Marmot, al presentar el Informe sobre Determinantes Sociales de la Salud el pasado 28 de agosto en Ginebra.

Tras tres años de trabajo y la elaboración de muchos trabajos preliminares, reuniones y discusiones, la nueva directora de la OMS, Margaret Chan, presentó el informe final de este organismo donde se reflejan sus principales conclusiones y recomendaciones. El documento recoge que "no existen razones biológicas" para que la esperanza de vida varíe hasta más de 40 años de un país a otro o en varias decenas de años en una misma ciudad dependiendo del barrio en el que viva una persona (1). "Las condiciones sociales en las que la gente nace, vive y trabaja son el determinante más importante para tener una buena o mala salud, o una larga vida productiva o una de corta y mísera", señaló la directora de la OMS al recibir el informe de la Comisión, una red mundial de instancias normativas, investigadores y organizaciones que la OMS creó en 2005. El documento entiende por determinantes de la salud "las circunstancias en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, así como los sistemas establecidos para combatir las enfermedades”.

El número de personas que ha intervenido en este Informe ha sido muy numeroso: científicos, expertos de la OMS y otros organismos de la ONU, políticos y también miembros de distintas ONGs. El director de la Comisión, el epidemiólogo británico de origen australiano Michael Marmot, ha estado acompañado por un amplio grupo de comisionados del mundo de la política y la ciencia entre los que se incluye el ex-presidente de Chile Ricardo Lagos, el senador italiano Giovanni Berlinguer y el Premio Nobel de Economía Amartya Sen. También han jugado un papel muy importante las llamadas “redes de conocimiento” o grupos de investigación que han realizado el trabajo de resumir el conocimiento científico disponible en áreas específicas como las relaciones de empleo, el género, el urbanismo, la exclusión social, etc., así como de sugerir recomendaciones políticas que puedan ser evaluadas por el director de la Comisión y los comisionados para escribir el informe final.

La desigualdad en salud es la peor epidemia de nuestro tiempo

El impacto de la desigualdad social en la salud es terrible. En el informe hay muchos ejemplos: una niña de Lesotho en Sudáfrica vive media vida en comparación con una nacida en Japón. El riesgo de que una mujer sueca muera durante el embarazo o el parto es de 1 entre 17.400, mientras que el de una afgana es de 1 entre 8. En Uganda, 200 de cada 1.000 niños nacidos en los hogares más pobres morirán antes de su quinto cumpleaños, mientras que en los países ricos sólo morirán 7 de cada 1.000. Si todo el planeta consiguiera alcanzar el nivel de mortalidad infantil que tiene Islandia (la más baja del mundo en 2002), cada año podría evitarse la muerte de unos 12 millones de niños. Las diferencias también se aprecian claramente dentro de un mismo país, y así, en Boliviala tasa de mortalidad infantil de los bebés de madres que no han cursado estudios supera los 100 por 1.000, mientras que la de los bebés de madres que tienen al menos educación secundaria es inferior a 40 por 1.000. En Australia, la esperanza de vida de los aborígenes es de 59,4 años para los varones y 64,8 para las mujeres, edades muy inferiores a la de los australianos no aborígenes (76,6 y 82 años, respectivamente). También los problemas de salud mental aparecen correlacionados con la precariedad en el empleo (contratos de trabajo temporal, trabajo sin contrato y trabajo a tiempo parcial) y el estrés laboral está relacionado con el 50% de las cardiopatías coronarias (2).

Orígenes de la Comisión

En mayo de 2004, la 57ª Asamblea Mundial de la Salud, órgano decisorio supremo de la OMS, analizó los principales problemas de salud de la humanidad: enfermedades como las cardiopatías, la diabetes, el cáncer o la obesidad, la falta de acceso a servicios de salud, el tabaquismo, los accidentes de tránsito, los problemas de salud mental, el control del VIH/SIDA, o la posible erradicación de varias enfermedades infecciosas. Junto a la puesta en marcha de muchas estrategias y resoluciones, el entonces Director General de la OMS, el coreano Lee Jong-wook, anunció también la creación de una “Comisión sobre determinantes sociales de la salud” que reuniera la evidencia existente sobre las causas sociales (por ejemplo, políticas y económicas) que generan las desigualdades en salud y sobre las posibles formas de reducirlas. Los principales objetivos de la Comisión podrían enunciarse así: recoger y resumir la información científica disponible sobre la manera en que factores sociales como las relaciones de empleo, la globalización, los servicios sanitarios, la exclusión social, el género, el ambiente urbano o el desarrollo infantil generan desigualdades de salud en el mundo entero. Otro objetivo sería poder hacer recomendaciones políticas para su reducción.

Las causas de la salud y la desigualdad son múltiples. Para la que podemos denominar “ideología biomédica dominante” las principales causas que en la actualidad producen los problemas de salud y por extensión la desigualdad en salud, tienen que ver con las causas genéticas, las “elecciones personales”, como las prácticas dietéticas o el hábito de fumar o, en otro plano, con el acceso y calidad de los servicios sanitarios disponibles. Sin embargo, todas esas causas no pueden explicar todas las grandes desigualdades en la salud de la población. Las causas fundamentales se encuentran en otra parte, en el complejo entramado de factores económicos y políticos presentes en cada comunidad (3). En general, afecta sobre todo a los grupos más explotados, oprimidos o excluidos de la sociedad. Es decir, a los trabajadores y trabajadoras más pobres, a las clases y sectores sociales más explotados (por ejemplo, en situación de precariedad laboral). Y esto no es ningún secreto. Hace ya tiempo que hay abundante investigación al respecto. Las desigualdades se producirían porque las clases sociales más bajas estarían más expuestas a situaciones menos saludables que las clases sociales altas. Las clases sociales más bajas trabajan en ocupaciones que están más sometidas a factores de riesgos físicos, químicos y psicosociales, habitan en residencias de menos calidad y viven en áreas de más contaminación ambiental (4). Y es también entre los sectores sociales más oprimidos, por ejemplo en las mujeres pobres desempleadas que viven solas con sus hijos, en los desempleados sin recursos, o en los inmigrantes ilegales más pobres a quienes se les niega el trabajo; entre los excluidos, a personas sin techo o en situación de grave marginación social donde se encuentran los peores indicadores de salud, como pone de manifiesto el informe.
Llamamiento urgente a los gobiernos

Los autores del informe instan a los gobiernos, a la sociedad, a la OMS y otras organizaciones a unirse para adoptar medidas encaminadas a mejorar la vida de los ciudadanos, y plantean el objetivo de lograr la equidad sanitaria "en el lapso de una generación". "Pero si continuamos como hasta ahora, no tenemos ninguna posibilidad de lograrlo", advierten. Plantean que deben mejorarse, como primera medida, las condiciones de vida, y luchar, además, contra la distribución desigual del poder, el dinero y los recursos. "El desarrollo de la primera infancia determina de forma decisiva las oportunidades en la vida de una persona y la posibilidad de gozar de buena salud", afirman.

En el informe se constata que unos 200 millones de niños en el mundo no se desarrollan plenamente, lo que tiene enormes consecuencias para su salud. "Una buena alimentación es fundamental y empieza en el útero materno, lo que exige que la madre se alimente correctamente". Por otra parte, el lugar donde vive la gente afecta a su salud y a sus posibilidades de tener una vida próspera. Por ello, plantean que "para alcanzar la equidad sanitaria es esencial que haya comunidades y barrios que tengan acceso a bienes básicos, gocen de cohesión social y hayan sido concebidos para promover el bienestar físico y psicológico y protejan el medio ambiente".

En la actualidad cuatro de cada cinco personas en el mundo carece de seguridad social. Los autores recuerdan que la atención sanitaria "es un bien común, no un producto comercial", por lo que recomiendan financiar el sistema sanitario "mediante impuestos o un seguro universal obligatorio".

La combinación tóxica de factores sociales, muestra la Comisión, daña la salud de las personas en peor situación social y empeora también otros factores de riesgo ya que, por ejemplo, las clases sociales más pobres tienen menos recursos y oportunidades de alimentarse adecuadamente, fuman y beben en exceso con mayor frecuencia debido a su estrés, sus servicios sanitarios son más incompletos y de menor calidad. Todo ello daña a su biología, genera enfermedad y aumenta el riesgo de fallecer. La investigación de la Comisión también muestra como la hipercolesterolemia o la diabetes son más frecuentes entre las clases sociales pobres y como también se producen con más frecuencia entre ellas las alteraciones genéticas que producen un mayor número de cánceres y enfermedades” (5).

Perspectivas del informe

A pesar de los datos apabullantes que se exponen en el informe y de la importancia que puedan tener en cuanto a reconocer que existen desigualdades en salud, que se producen fundamentalmente por causas económicas y políticas y que también podemos actuar políticamente para cambiar esa realidad, es difícil poder pensar que en un contexto como el actual de crisis hipotecarias y financieras, de dedicación de miles de millones al rescate de la banca, de cierre o ajustes de empresas y de pérdidas de miles de puestos de trabajo, este informe vaya a tener un papel muy importante en la agenda política, a pesar de la estrecha relación existente entre los factores sociales y económicos con la salud, que se ponen bien de manifiesto en dicho documento. El impacto que pueda tener un informe como este dependerá de muchos factores obviamente, pero hay que reconocer que comparado con muchos informes anteriores de la OMS, en éste se llegan a decir algunas cosas bastante claras, sin tantas ambigüedades (muy característico de estos informes): “Esa distribución desigual de experiencias perjudiciales para la salud no es, en ningún caso, un fenómeno “natural”, sino el resultado de una nefasta combinación de políticas y programas sociales deficientes, arreglos económicos injustos y una mala gestión política”. Y las orientaciones también son concisas: “la comercialización de bienes sociales esenciales como la educación y la atención médica genera inequidad sanitaria. La prestación de tales bienes sociales esenciales ha de estar regida por el sector público, y no por la ley del mercado.” O también, en el mismo, podemos encontrar más adelante: “A medida que aumenta la globalización y la interdependencia entre los países, los argumentos a favor de una estrategia mundial en materia de impuestos cobran mayor peso.”(6) Ahora bien, como señalan Joan Benach y Carles Muntaner: “sin transformar la estructura económica y política a nivel nacional e internacional, es decir las desigualdades de poder y de recursos económicos que atenazan al planeta no será posible reducir las desigualdades en salud. Por ello hace falta empezar por aumentar la igualdad social con un reparto más equitativo de la riqueza y una redistribución más igualitaria del poder internacional… Necesitamos por tanto políticas fiscales progresivas y políticas sociales que reduzcan el desempleo, la precariedad laboral y la marginación y que incrementen el acceso y la calidad de la educación, la vivienda y los servicios sanitarios entre quienes más lo necesitan… si lo que se quiere conseguir es que la población mejore sustancialmente su nivel de salud y se reduzca la desigualdad, inevitablemente habrá que hacer frente a intereses muy poderosos y cambiar de forma drástica la mayoría de los sistemas políticos y económicos actuales” (7). Unas palabras que exponen claramente cuál es el camino por donde tendrán que ir de verdad las mejoras para la población. Opción que no parece que sea la prioridad de los representantes políticos, en estos momentos de rescates millonarios de la banca.

NOTAS: (1) Este informe se puede consultar en http://www.who.int/social_determinants/resources/articles/emconet_who_report.pdf). (2) El resumen del informe puede leerse en castellano en http://whqlibdoc.who.int/hq/2008/WHO_IER_CSDH_08.1_spa.pdf. (3) Ver entrevista con Carles Muntaner y Joan Benach en http://www.kaosenlared.net/noticia/entrevista-joan-benach-carles-muntaner-desigualdades-salud-epidemia-po Joan Benach y Carles Muntaner son directores de la Red de Condiciones de Empleo y Desigualdades en Salud que forma parte de la Comisión de Determinantes Sociales de Salud de la OMS. Ambos son profesores de salud pública en la Universidad Pompeu Fabra y Universidad de Toronto, respectivamente. (4) Davey Smith G. et al. (1996): “Socioeconomic differentials in mortality risk among men screened for multiple risk factor intervention trial: I White men”. Am. J. Public Health 86: 486-496. (5) ver resumen del informe en castellano en http://whqlibdoc.who.int/hq/2008/WHO_IER_CSDH_08.1_spa.pdf. (6) ibid. (7) http://www.kaosenlared.net/noticia/entrevista-joan-benach-carles-muntaner-desigualdades-salud-epidemia-po

Sergi Raventós trabaja en una fundación sociosanitaria de salud mental en Barcelona desde hace años, de la que también es representante sindical. Actualmente realiza el doctorado en Sociología en la Universidad Autónoma de Barcelona.

Entre los factores que han aupado el arribo del 99% de los niños cubanos a la edad preescolar, figura la labor sistemática de los 3 000 pediatras y 600 neonatólogos con que cuenta el país, según datos ofrecidos por Fernando Domínguez Dieppa, presidente de la Sociedad Cubana de Pediatría y organizador del XXVI Congreso Nacional de esta especialidad, inaugurado ayer en Ciudad de La Habana.

Enfermedades congénitas y malignas son los principales impedimentos que padece el mínimo restante de los infantes para llegar a los cinco años, por ello los especialistas del sector se concentran cada día más en labores preventivas.

Seguir disminuyendo, o al menos mantener, el bajísimo índice de mortalidad infantil, de 5,3 por cada mil nacidos vivos registrado el pasado año, es otro de los objetivos de los médicos de la infancia en Cuba, abocados por estos días a profundizar en su dominio de las posibles afecciones y tratamientos del paciente neonato y pediátrico.

En la apertura del Congreso, los participantes enviaron un saludo al compañero Fidel, catalogado por los miembros de la Sociedad Cubana de Pediatría como su presidente histórico.



La crisis, América Latina y Obama


Ángel Guerra Cabrera
aguerra_123@yahoo.com.mx



La elección de Barack Obama a la presidencia de Estados Unidos ha sido vista en América Latina con justificado alivio después de los ocho nefastos años de George W. Bush. Sin embargo, si es erróneo subestimar el acontecimiento, también lo es abrigar expectativas infundadas respecto a lo que nuestra región puede esperar de su administración. Aunque cabe suponer un cambio favorable en el estilo y formas de relación de Washington con lo que considera su patio trasero, Obama defenderá los intereses globales del imperio y únicamente sus políticas concretas permitirán juzgarlo.

Es probable que en los primeros meses de su gestión clausure el campo de concentración instalado en la base naval de Guantánamo, sustituya la actitud gangsteril de su antecesor en el trato hacia sus vecinos del sur por una más diplomática, suprima las restricciones a los viajes y remesas a Cuba de los emigrantes de ese origen y derogue al menos una parte de las innumerables disposiciones ejecutivas violatorias de las libertades individuales y los derechos humanos instauradas por aquél. Con ello crearía un ambiente más distendido en el hemisferio.

Sin embargo, no hay señal alguna de que el nuevo inquilino de la Casa Blanca se proponga derogar el Plan Colombia y demás instrumentos similares, disolver la Cuarta Flota, desmantelar sus bases militares al sur del río Bravo, abrogar los leoninos tratados de libre comercio o poner fin a las acciones desestabilizadoras contra Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador. En ningún momento ha hablado de levantar incondicionalmente el genocida bloqueo a Cuba, aunque cabría esperar graduales pasos en esa dirección dada la debacle económica y crisis de hegemonía que sufre Washington, la clamorosa oposición a la medida en casa y en el mundo y el alto costo político que le acarrea.

En síntesis, por más relevante que sea el resultado de una elección presidencial en la potencia del norte no puede modificar la esencia estructural de su relación con América Latina, centrada en la dependencia y sujeción de nuestras economías y sociedades a su sistema imperialista de dominación económica, política, cultural, militar y geoestratégica. Transformar el carácter de este vínculo depende fundamentalmente de la lucha de nuestros pueblos, como lo demuestra su larga y singular historia de resistencia frente al expolio colonial y neocolonial. Así lo confirman la prolongada batalla de Cuba por la emancipación nacional y el socialismo, y también la alentadora brega latinoamericana de las últimas décadas contra las políticas neoliberales, por su independencia, integración y unidad.

No obstante, el dramático correlato social que traerá para América Latina y el Caribe la crisis económica internacional podría atenuarse e incluso transformarse en oportunidad de consolidar y profundizar su integración. Depende de que sea encarada por sus movimientos populares y gobiernos más independientes en estrecha unión y enérgicamente, con inteligencia y altura de miras, capaces de contrarrestar las presiones y engañosas ofertas que recibirán del norte para dividirlos. Nada favorable pueden esperar de la reunión del G-20 convocada por Bush para los próximos días, si es que logra algún acuerdo sustantivo.

Los pueblos latinocaribeños son pobres en una región del mundo rica como pocas en recursos naturales, diversidad cultural, tradiciones de lucha y empeños comunes. Es la dependencia lo que ha impedido el disfrute por las mayorías de esos bienes, pero la crisis capitalista propicia avanzar hacia su ruptura. De allí la urgencia de desplegar nuevas y más audaces iniciativas de intercambio y complementación económica regional sobre bases solidarias y de lanzar por fin el Banco del Sur, pues la independencia financiera es crucial para lograr una exitosa respuesta nuestroamericana a la crisis.

El gobierno de Obama tendrá que concentrar su atención en la grave situación económica doméstica y dos guerras coloniales que están entre sus causas principales. Un frente común latinocaribeño puede contribuir mucho a forjar un nuevo tipo de relación, más justa y equitativa, con el vecino del norte y al equilibrio internacional que tanto necesita hoy nuestro sufrido planeta.


México SA


Carlos Fernández-Vega
cfvmexico_sa@hotmail.commexicosa@infinitum.com.mx

■ Presupuesto y desplome del gasto en infraestructura

■ Bien por la UNAM y el Poli

Si nada altera el milagro legislativo de los consensos, el presupuesto de egresos de la Federación para 2009 estuvo servido para que el pleno lo avalara, luego de la reasignación de alrededor de 60 mil millones de pesos. Lo mejor del caso es que parte fundamental del retraso –más allá del descaradamente oportunista “luto” decretado por las bandas que controlan el Congreso– en su diseño y aprobación se debió a los “peros” que algunos pusieron a las partidas destinadas a infraestructura, renglón en el que México reporta un retraso de dos décadas.

El atorón mayor se dio en los dineros destinados a infraestructura, renglón en el que México no ve la suya desde el arranque de los gobiernos neoliberales y que reporta un constante deterioro desde entonces, comenzando por lo socialmente más importante, la generación de empleo. Algunos decían que no, que era mucho –cuando en realidad no es tanto– y que más importantes eran otras actividades. Llevan años restringiendo la inversión en infraestructura, y los resultados son más lesivos. Pero algunos todavía reclaman el “exceso” de dineros públicos en infraestructura.

Lo cierto es que en México ya desde 1980 el desplome de la inversión total en infraestructura resultaba más que significativo, representando tan sólo 1.5 por ciento del producto interno bruto. Repuntó entre 1981 y 1982 para llegar a 2.5 por ciento, pero volvió a desplomarse a partir de 1988, caída que se profundizó desde 1994, hasta llegar a 1.2 por ciento en 2006, el peor comportamiento en América Latina y equivalente a menos de la mitad de países como Brasil y Argentina. Sin duda esa proporción está muy por debajo de las necesidades de desarrollo.

En cuanto a inversión pública en infraestructura el problema ha sido mucho mayor: la caída ha sido vertical desde el sexenio de Miguel de la Madrid y a estas alturas, en la “continuidad”, representa, cuando mucho, 0.5 por ciento del PIB. El 0.7 por ciento restante corresponde a la inversión privada en este renglón, la cual llegó a representar casi 2 por ciento del PIB en 1992.

En este contexto, la Cepal señala que es urgente revalorar el papel del Estado como actor central en la prestación de servicios de infraestructura. Y no sólo es un problema de México. La inversión pública promedio en los países de la región no pasa de 2 por ciento del PIB, cuando el nivel deseable sería entre 5 y 6 por ciento, proporción no vista desde hace más de dos décadas. Hace 20 años Brasil era el país latinoamericano que mayor porcentaje del PIB destinaba a infraestructura: alrededor de 5.5 por ciento en 1988; ahora no pasa de uno por ciento. Por aquellos años Argentina, segundo lugar en el renglón citado, destinaba el equivalente a 3.5 del producto, y ahora está ligeramente por arriba de México (poco más de 1.2 por ciento).

De acuerdo con la Cepal, el sector público juega un papel central en la mayoría de países en el futuro. El ajuste fiscal de los años 80 y 90 a costa de las infraestructuras “es altamente ineficiente”, porque reduce el crecimiento futuro, y con él los ingresos públicos –“lo cual requiere más ajuste, aún menos crecimiento; es decir, pan para hoy y hambre para mañana”–, de tal suerte que urgen fórmulas para proteger el gasto público en infraestructura de los vaivenes fiscales.

Los gobiernos latinoamericanos, el mexicano de manera destacada, vendieron la idea de que el capital privado era “la solución”. Sin embargo, éste, si bien contribuye a aligerar la carga sobre el sector público, ha resultado un fiasco. “La experiencia de los años 90 –apunta la Cepal– muestra que eso no es tan fácil de conseguir como se creía: Muchos inversionistas han estado más orientados a evadir las restricciones fiscales (mediante garantías y compromisos a largo plazo al margen de los presupuestos) que a la eficiencia. La renegociación oportunista de concesiones ha tenido una alta y costosa incidencia en América Latina. El sector público ha seguido asumiendo de hecho riesgos que no le correspondían. Las demandas técnicas e institucionales que plantea la participación privada son muy superiores a lo inicialmente previsto. El flujo de capitales privados hacia la infraestructura en América Latina y el Caribe ha disminuido marcadamente y en las actuales circunstancias es posible que disminuya aún más”.

El organismo especializado destaca que gran parte de América Latina se ha ido quedando atrás en el desarrollo de sus infraestructuras, a costa del crecimiento a largo plazo y la reducción de la pobreza. “Con el ajuste fiscal de los años 90, el gasto público en infraestructuras cayó en muchos países y, a pesar de la expansión de la iniciativa privada, también el gasto total. El sector público va a seguir jugando un papel clave en la mayoría de países. Se necesitan reformas para proteger su gasto en infraestructuras de los vaivenes fiscales y para hacerlo más eficiente. La iniciativa privada puede jugar un papel muy importante, pero extraer el máximo provecho de ella plantea importantes demandas técnicas e institucionales.

A la trayectoria apuntada se le suma que, por causas distintas, las otras dos fuentes tradicionales para el financiamiento de la infraestructura, el sector público y los organismos multilaterales de crédito, mantienen una escasa participación en el financiamiento de este tipo de proyectos. Las restricciones fiscales y el servicio de la deuda de muchos países de la región han implicado que los recursos provenientes de los presupuestos públicos para la inversión en infraestructura sean actualmente los más bajos de los últimos 20 años.

La falta de infraestructura, subraya la Cepal, es un freno al crecimiento a largo plazo de América Latina y culpable de buena parte de la brecha de ingreso per cápita frente a Asia. “Contribuye a perpetuar la elevada desigualdad de la distribución de la riqueza: una doble barrera a la reducción de la pobreza. Pero hay mucha heterogenidad en la región, pues las infraestructuras tienen mayor prioridad en unos países que en otros. Los servicios de infraestructura aumentan la productividad y reducen los costos de producción. El acceso a los servicios de infraestructura tiene mayor efecto positivo sobre los ingresos y el bienestar de los segmentos más pobres, mejora el acceso a los mercados (de trabajo, por ejemplo) y el capital humano, directa e indirectamente”.

Las rebanadas del pastel

Qué bueno que los presupuestos para la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional registren incrementos para 2009, si bien no en la proporción realmente necesaria para estos pilares de la educación en el país, pero aumento al fin. Enhorabuena para los pumas y el Poli.