La Palabra es la Verdad.
Mientras en todo lugar del mundo se avanza o retrocede, México parece estar aletargado. Nuestro gobernante impuesto y toda su camarilla pretenden obedecer ciegamente los dictados de la gente del gran capital, a la que le deben no solo el poder (que será transitorio comp@s, no se les olvide ni por un segundo) sino literalmente lo que son. Porque es el destino de la República Mexicana desde Matamoros a Isla Mujeres por lo que luchamos y, a veces, muchos de ustedes arriesgan sus vidas. Un país en el que, como dice el Maestro, el sentido de la palabra ha sido vilmente pervertido. Recientemente Jose Woldenberg (que gozaba de una amplia reputación, como la que acompañó a Soberanes no hace mucho tiempo) se atrevió a declarar que se presentaron ciertas "irregularidades" en la elección del 2 de Julio del 2006 pero que personalmente él no consideraba hubiera estado "maquinada" previamente. Por ello comp@s, hoy quisiera disertar un poco sobre el valor de la palabra y de la descomunal influencia que muchas veces un conjunto de ellas puede desatar.
Quisiera, si me permiten, apoyarme, con un poco de lógica, en las proposiciones de dos gigantes de las letras.
Proposición 1:
La Palabra es un Arma. (Mallarmé).
Proposición 2:
La Verdad es un Arma. (Bertolt Bretch).
Ergo,
La Palabra es la Verdad.
Visto desde esta perspectiva resultaría lógica la conclusión. Sin embargo, los más avezados en el arte de la política conocen la importancia de enmascarar los "verdaderos" significados de sus discursos, contando para ello con muy bien "aceitados" ejércitos de spin doctors. Lamentablemente, en nuestro país, los que detentan el poder no solo ignoran esto, sino que desprecian el valor de la palabra, llegando a casos tan patéticos como el del anterior vocero presidencial de cuyo nombre no quisiera acordarme, parafraseando al genial "Manco de Lepanto".
Remar contra el sistema no es fácil, con otras palabras me lo recordaba hace poco un cuate cubano. Dentro del actual régimen de explotación no es extraño que los que coquetean con él, porque muchas veces ni siquiera son parte, puedan equivocarse, tropezar, desviarse, porque esa es la condición humana. En cambio, cuando alguno de los comp@s que, a brazo partido, empujan por cambiar las actuales condiciones cometen un "pecadillo", todas las fuerzas del infierno son desatadas para aniquilarlo.
Recientemente en una cena, a respuesta a una amigas Mexicanas, este isleño respondía que sólo en el extranjero se aplica el mote de "dictadura" al sistema de gobierno cubano. Momentos después un Sudcoreano intentaba argumentar con un Vietnamita sobre la conveniencia de que sus pobladores instalaran la "democracia" en Vietnam. Me hizo recordar la plática con un estudiante Chino en esta misma universidad, en la que me mencionaba que muchos de los extranjeros damos por sentado que todos los Chinos añoran la "democracia". Regresando a la cena, me sorprendió escuchar a una de mis amigas Mexicanas, típica clasemediera, expresar que estaba harta del tipo de democracia que vende los países desarrollados; aquella que solo trae explotación de las clases obreras, rapacidad de los recursos naturales y una creciente desigualdad entre ricos y pobres, entre otras linduras de las democracias.
Por ello comp@s, es vital que no sólo usemos propiamente el ríquisimo lenguaje Castellano, sino que también es imprescindible que no confundamos conceptos. Ustedes se darán cuenta que sus antagónicos mezclan con una ligereza inmensa los conceptos de democracia y capitalismo, por no llamarlo neoliberalismo. Si ustedes les preguntan por lecturas a La República de Platón (La_Republica) o de La Riqueza de las Naciones de Adam Smith (Riqueza_Naciones) seguramente obtendrán pocas respuestas, porque la lectura no es uno de sus pasatiempos favoritos. Pero lo verdaderamente grave es que, como me decía el Cubano, sus compatriotas son frecuentemente ridiculizados porque ni siquiera conocen los postulados básicos de El Capital de Marx.
De ahora en adelante, por lo tanto, me propongo traerles las definiciones básicas e indispensables del conocimiento con que todo renegado debería contar. Espero hayan notado que poco a poco les he traído a los monstruos de la izquierda. Esos que ninguno de los fachos puede atacar. Aunque quieran embarrarlos como en un artículo del que sólo vi el encabezado en la versión digital del Reforma (porque obviamente no tengo suscripción a ese diario), en el que Krauze desmenuzaría la influencia de la izquierda en Octavio Paz. No se preocupen, el intelectual orgánico carece de la verdadera libertad de la izquierda, porque tiene que hacer malabares para acomodar los conceptos cuando debe racionalizar lo que es inexcusable como: la violación tumultuaria de una anciana indígena o el asesinato cobarde de niños y señoras desarmados en una camioneta campesina.
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M@rco de Lepanto;
Norwich, U(n) K(oncepto);
20/6/07
... Happy SlaveX.
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