Thursday, July 12, 2007

http://www.ensayistas.org/critica/generales/C-H/mexico/revueltas.htm










José Revueltas: El pensamiento mexicano ante la condición humana





























José Revueltas














José Revueltas o la utopía contrariada*



América Luna
Martínez



La alternativa

Tan sencillo como esto:

Vivir indignamente entre algodones

(que llegan al oído

para tapiar al yo, para dejarlo

sin nexos con el mundo),


con la cuota de besos de la madre,

los hijos y la esposa,

con los pulmones llenos de incienso

de la gloria oficial,

o vivir dignamente en la tortura,

en la persecución, en la zozobra ser


Martín Luis Guzmán o ser Revueltas

Enrique González Rojo



C
onocí a José Revueltas una
mañana esplendorosa de domingo en la Casa del Lago de Chapultepec. Desde
muy temprano el lugar estaba abarrotado seguramente por todos aquellos
que lo seguíamos a cuanto lugar se presentaba luego de su excarcelación.
El maestro sostuvo una conversación ágil con José Agustín hablando de
diversos temas, de sus vivencias en Lecumberri, de su opinión y balance
del movimiento estudiantil, de cómo Revueltas proponía analizar la
situación de la Unión Soviética a partir del carácter burocrático de su
régimen, y también nos compartió algunos de sus proyectos. En otras
ocasiones en que lo volví a escuchar teorizando sobre la cárcel o el
teatro, hasta que un día por un azar afortunado un grupo de amigos
editores de la Revista Idea, me invitaron a su casa. Allí nos
recibió cálida y afectuosamente, nos enseñó su espacio de trabajo, las
fotos blanco y negro que adornaban las paredes de su modesto pero
acogedor estudio. Hablamos de lo difícil que resultaba conseguir su obra
política y se alegró mucho cuando saque de mi morral una edición rústica
de Ensayo sobre un proletariado sin cabeza, la cual me firmó
mientras platicábamos del accionar de las izquierdas y tomábamos una
copita. Antes de despedirnos, reiteró que su casa siempre estaba abierta
a los jóvenes inquietos como nosotros.


¿Por qué José Revueltas, se
convirtió en el guía político y espiritual del movimiento estudiantil y
sus alrededores? En más de un sentido era la encarnación de la rebeldía,
de una voluntad férrea en perseguir la utopía socialista, de la
coherencia de toda una vida de predicar con el ejemplo.



"Se escribe a partir de lo que
se ha conseguido ser", nos propone Simone de Beauvoir, y en el caso de
José Revueltas esto es algo totalmente cierto. Nacido en 1914 en
Santiago Papasquiaro, un pueblito del estado de Durango, perteneció a
una familia de talentos extraordinarios, Silvestre músico, Fermín y
Consuelo pintores, Rosaura actriz, los nombres de estos personajes son
indispensables en la historia de la cultura nacional del siglo XX.



Socialismo y escritura


Su infancia transcurrió en la
ciudad de México, donde debido a las limitaciones económicas de su
familia y porque José no soportó las crueles burlas de sus compañeritos
por sus botas "picudas norteñas", el niño desertó del Colegio Alemán.
Pero el alejamiento de la escuela no significó que el precoz José se
alejará de los libros, por el contrario el muchacho prefirió pasar su
tiempo en la biblioteca mejor que en las aulas. En alguna de las muchas
entrevistas que concedió a lo largo de su vida comenta que sus dudas en
cuanto a Dios y a la religión lo llevaron a estudiar filosofía e
historia de la filosofía, de esta manera llegó a conocer a los marxistas
italianos como Labriola, pero el hallazgo bibliográfico más revelador
para el muy joven Revueltas, fueron Los manuscritos
económico-filosóficos
donde Marx propone su teoría de la
enajenación. Su sensibilidad ante la pobreza aunada a sus lecturas, y el
contacto con "el Trostky", un compañero de trabajo y activista político,
hicieron que José Revueltas pensara en la importancia lanzarse a
transformar el mundo, y decidió unirse a las filas del Partido Comunista
Mexicano.



Su primera experiencia
política es verdaderamente accidentada pues la represión del callismo
recae sobre todos aquellos que puedan representar una amenaza para el
caudillo, pero especialmente contra los comunistas. Un día mientras los
izquierdistas se congregaban en un mitin en la Plaza de Santo Domingo en
el centro de la ciudad de México, la policía disuelve la reunión con
gran violencia y el joven militante es llevado a la correccional. En el
reclusorio juvenil José cumple quince años, ahí también comienza su
peregrinar por las cárceles mexicanas hasta los últimos años de su
vida.. Esa temprana experiencia carcelaria será recreada años más tarde
en el cuento El quebranto y marcará para siempre su escritura
desgarradora y catártica cuando años más tarde amparado en el realismo
dialéctico emprenda la redacción de sus cuentos y novelas. O con agudeza
recorre la historia nacional para desmitificarla junto con sus fallidos
redentores, en sus numerosos escritos periodísticos y documentos de
discusión política.


Hay en la vida y obra de José
Revueltas, una voluntad inquebrantable por conocer, describir y
transformar el mundo, siempre en actitud desafiante y crítica.


Lector voraz, escritor
prolífico, Revueltas encuentra en la literatura, la posibilidad
liberadora que proporciona un arte que se precie de serlo, en un momento
en que los militantes comunistas estaban presionados por las políticas
culturales del estalinismo que satanizaba cualquier producción artística
que se alejará de los cánones del realismo socialista. Baste recordar
que en 1934, el Primer Congreso de Escritores Soviéticos proclama en
nombre del arte proletario al realismo socialista como doctrina estética
oficial. Y aunque es en los años treinta cuando nuestro autor profesa
una fe ciega en la Unión Soviética y sus dirigentes, su inquietud
creadora lo lleva a formular su teoría del realismo dialéctico
(Revueltas. 1967a) donde propone que el creador, si bien debe
estar atento a la realidad circundante y a su momento histórico, el
escritor puede y debe buscar todos los recursos que le permitan
manifestar la totalidad de la compleja experiencia humana.



Es precisamente con base en
esa propuesta que Revueltas escribe varias de sus obras más importantes
y polémicas: a pesar de su intención estético-política, su primera
novela, Los muros de agua publicada en 1940, no traspasa las
desgarradoras experiencias de los presos comunes y perseguidos políticos
con quienes vivió José Revueltas en el penal de las Islas Marías en el
año de 1933. Su vocación experimental lleva a este intelectual a
publicar en 1943 El luto humano, donde logra importantes aciertos
literarios pues además de aplicar de manera ágil los postulados de su
realismo dialéctico juega con la estructura narrativa planteando dos
historias y dos planos temporales diversos, es en esta novela donde se
plasman con claridad los temas revueltianos: la muerte, la desesperanza,
el caos, y como el carácter redentor, abnegado de algunos militantes
comunistas como Natividad (alter ego de José Revueltas), no
pueden sobrevivir a la fuerza incontenible de la naturaleza y el
destino. En esa “visión moridora” hay una doble intención
interpretativa: rescatar la cosmovisión de los mexicanos acerca de la
muerte desde tiempos prehispánicos, y realizar una crítica a los
resultados de la revolución mexicana después de la experiencia
cardenista, donde debido a sus continuos virajes no les había ido muy
bien ni a los comunistas, ni a la izquierda lombardista. Con esta novela
Revueltas obtuvo el Premio Nacional de Literatura y despertó tal interés
que se tradujo a varios idiomas.


Este importante logro personal
le permitió a Revueltas sobrellevar el duelo ocasionado por la muerte de
su amado hermano Silvestre, con quien compartía una afición
incontrolable hacia el alcohol. Poco después, el fallecimiento de su
madre lo marcará profundamente. Por fortuna, sus incursiones en el
periodismo le llevaron a nuevos horizontes geográficos y de importantes
vínculos personales, en un viaje a Sudamérica conoció a Fernando Benítez
y a Luis Spota. Lo que no le alejó de sus continuas pugnas con el
Partido Comunista Mexicano.




Cine y literatura


La década de los años cuarenta
es para José Revueltas un período muy importante, tanto en el ámbito
creativo literario, como en el político. En 1944 aparece su volumen de
cuentos Dios en la Tierra, y en 1949 termina de escribir otra de
sus novelas importantes Los días terrenales. En ella hace una
disección de los conflictos político-existenciales de algunos
integrantes del PCM. A través de personajes como Fidel, José Revueltas
muestra el dogmatismo que caracterizó a los seguidores de Moscú, y da
cuenta de la persecución de que fueron víctima otros comunistas como
Gregorio. También describe las purgas y procesos que impidieron la
realización de la utopía socialista. Varios años antes de la publicación
de La región más transparente de Carlos Fuentes, en Los días
terrenales
, aparece el México urbano, lejos de las ilusiones
desarrollistas. Esta novela retrata el mundo sórdido del lumpen urbano,
así como sus interacciones con los obreros y los campesinos, en suma un
fresco interesante del México de mediados del siglo XX.



De 1948 a 1955 José Revueltas
milita en las filas del Partido Popular, fundado por Vicente Lombardo
Toledano, no obstante lo cual, la publicación de Los días terrenales
desata la furia de los estalinistas mexicanos, ya agrupados en el PCM,
ya afiliados al Partido Popular. Ante las críticas de la inquisición
pseudocomunista el escritor decide retirar del mercado la novela.1


Sin embargo, a decir de la
crítica especializada, la aportación de nuestro autor para la literatura
mexicana es fundamental, ya que rompe con la estructura narrativa de la
novela tradicional, a saber: planteamiento, nudo, desenlace. Revueltas
opta por jugar con estructuras circulares, incluye el monólogo interior
(a veces de manera abusiva), o bien utiliza recursos cinematográficos
como el flash back, sin dejar de mencionar la complejidad
psicológica de muchos de sus personajes que en varias docenas de páginas
nos comparten sus dudas, sus pasiones, sus miserias en clara
reminiscencia con Dostoyevesky.


Esta concepción dinámica de
las estructuras narrativas lo llevó a incursionar de manera fructífera
en el cine. Al igual que otros escritores como Mauricio Magdaleno,
Xavier Villaurrutia, Salvador Novo, José Revueltas, realizó algunos de
guiones de películas clásicas de la llamada época de oro del cine
mexicano del siglo XX. Especialmente algunas2
realizadas por Roberto Gavaldón con quien José Revueltas estableció una
relación creativa para el séptimo arte.



Pero la permanencia de José
Revueltas en el cine fue breve, ya que la organización de la industria
cinematográfica, los temas y estereotipos de las películas alejaron a
José Revueltas de la actividad fílmica, quien optó por dedicarse
exclusivamente a las actividades políticas y a la literatura.
Afortunadamente muchas de sus experiencias y propuestas en cuanto al
cine quedaron plasmadas en su libro El conocimiento cinematográfico y
sus problemas
.



Lucha, lucha, no dejes de luchar...


En su búsqueda de soluciones
efectivas para la transformación política de un país que pese a sus
intenciones desarrollistas, no lograba resolver los problemas del campo
y de la ciudad, José Revueltas rompe con el PCM, y busca renovar sus
esperanzas socialistas en las filas del lombardista Partido Popular.
Pero, el encanto sólo dura siete años (1948-1955), al cabo de los cuales
Revueltas se plantea regresar al PCM. En esta etapa, Revueltas vive
esperanzado la huelga ferrocarrilera de 1958, pero la represión contra
el movimiento, y la consecuente derrota, hacen que Revueltas discuta
críticamente la política de los comunistas en la movilización obrera,
tras lo cual nuevamente rompe con el PCM y escribe Ensayo sobre un
proletariado sin cabeza
, que junto con La democracia bárbara,
constituyen de sus textos políticos más importantes.



José Revueltas, lector atento
de los pensadores marxistas, inspirado en la obra y legado de Rosa
Luxemburgo, emprende junto con otros intelectuales como Enrique González
Rojo la fundación de la Liga Leninista Espartaco, en la primera mitad de
los años 60, con cierta transcendencia en el ámbito político de la
izquierda mexicana.


La publicación de Los
errores
, en 1963, inserta a nuestro autor en un nuevo escándalo. A
la vieja guardia estaliniana, le parece una provocación el libro. Desde
la dedicatoria a Imre Nagy, el héroe de la revolución húngara, José
Revueltas nos alerta mordaz sobre los excesos de la burocracia
soviética.


Los errores
rememora el arbitrario y misterioso encarcelamiento padecido por el
militante mexicano Evelio Vadillo, veinte años atrás cuando viajó a la
URSS para asistir a un Congreso y fue detenido. En esta novela José
Revueltas también da cuenta de las purgas y golpes bajos al interior del
PCM que nuestro autor conocía también por haberlos padecido en carne
propia, y al mismo tiempo desarrolla una trama acerca de los barrios
pobres poblados de asesinos a sueldo y prostitutas. Aunque la novela no
tuvo el éxito de sus obras anteriores, es ciertamente valiosa como
retrato de la izquierda mexicana y la vida en la ciudad de México de los
años sesenta.


La irrupción del movimiento
estudiantil en 1968 en la escena política nacional, le permiten a este
hombre atormentado y rebelde la posibilidad de actualizar su utopía, su
fe en el porvenir. Desde los primeros días del movimiento José Revueltas
se traslada a vivir a Ciudad Universitaria, se deja llevar por el
entusiasmo de los muchachos, y junto con otros teóricos de la revuelta
juvenil estudiantil, tales como Marcuse, Andre Gorz o Ernest Mandel,
también Revueltas se replantea la discusión del papel de la clase obrera
y de los estudiantes en los procesos revolucionarios.


Por unos meses la algarabía
callejera le hace a Revueltas olvidar el lado moridor que por tanto
tiempo lo había acompañado. La frescura de la revuelta juvenil, inspiró
a José Revueltas para decir que el movimiento estudiantil “posibilitó la
aparición de un mexicano nuevo en oposición al feo. Este mexicano nuevo
es libre, fraternal, entusiasta, sin hipocresías, en una palabra
exótico. Por eso la burguesía nos odia tanto: porque pertenecemos al
movimiento antichichimeca enderezado contra el mexicano doble,
traicionero y mentiroso” (García, 2001: 69).



José Revueltas contribuyó de
manera fundamental a la interpretación de ese capítulo tan importante de
la historia nacional con sus escritos, donde discutió el carácter
revolucionario de la participación estudiantil y propuso una reflexión
política sobre las formas de autogestión universitaria y su consecuente
transformación académica. Al igual que muchos otros dirigentes y
participantes del movimiento más tarde sufrió nuevamente la cárcel, por
dos años esta vez.


Desde Lecumberri además de
organizar sus textos sobre el movimiento, José Revueltas escribió uno de
los relatos más impactantes de la literatura carcelaria: El apando,
que después fue llevada a la pantalla.


Revueltas murió en la
primavera de 1976, ya no vio la caída del muro, ni la disolución de la
URSS, en el fin del convulsivo siglo XX, donde tantas utopías fueron
contrariadas. Pero aun cuando hoy padecemos el mundo unipolar, el tiempo
de canallas, José Revueltas con lucidez y garra, nos sigue dando la
pauta para apostar en un porvenir bello para la humanidad, cuando dice:




Esta edición de las
obras literarias que hasta hoy llevo escritas, me anticipa el
conocimiento de lo que ha de ser la libertad como emoción
gratuita, puramente humana y que se satisface en sí misma con su
sola humanización. Por primera vez en mi vida he sentido los
momentos de un ser verdaderamente libre, aunque esto no sea otra
cosa que una anticipación. Anticipación: lo que se anticipa es
porque ya está contenido en el futuro.


Luchemos y esperemos. (Revueltas. 1967a:
16)






Bibliografía



Directa






  • Revueltas, J. (1967a y b) Obra literaria.
    Empresas Editoriales. México.



  • ________. (1978). México 68: Juventud y
    Revolución. Obras completas
    . Ediciones Era. México.




Indirecta





  • Escalante, E. (1979). José Revueltas: Una
    literatura del “lado morador”
    . Ediciones Era. México.




  • Ruffinelli, J. y Marilyn F.(1977).
    Conversaciones con José Revueltas
    . Universidad Veracruzana.
    Xalapa.



  • Ruiz Abreu, Á. (1992) José Revueltas: Los
    muros de la utopía
    . Cal y Arena/Universidad Autónoma
    Metropolitana-Xochimilco. México.



*La versión impresa apareció
en el libro: Alberto Saladino García (compilador), Humanismo mexicano
del siglo XX,
Toluca, Universidad Autónoma del Estado de México,
2004, Tomo I, págs. 411-420.




Notas







1

El caso de Revueltas no fue el único. La censura mexicana desató
su furia moralista contra Luis Buñuel por atreverse a mostrar la
vida de los niños de la calle en el film clásico Los
olvidados
, 1950. De igual manera, luego de su publicación,
Los hijos de Sánchez de Oscar Lewis recibió ásperas
criticas de los defensores de la cultura oficial.







2

De la mancuerna Gavaldón-Revueltas, destacan las películas La
diosa arrodillada
protagonizada por María Félix y
Arturo de Córdoba. Y, En la palma de tu mano, en cuyos
estelares participaron Leticia Palma, Carmen Montejo y Arturo de
Córdoba.



América Luna
Martínez


Universidad Autónoma del Estado de
México

Julio 2006











© 2003 Coordinador General para México,
Alberto Saladino García. El pensamiento latinoamericano del siglo XX
ante la condición humana
. Versión digital, iniciada en junio de
2004, a cargo de José Luis Gómez-Martínez.

Nota: Esta versión digital se provee únicamente con fines educativos.
Cualquier reproducción destinada a otros fines, deberá obtener los
permisos que en cada caso correspondan.


















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