Sunday, August 19, 2007

http://www.jornada.unam.mx/2007/08/19/index.php?section=opinion&article=030a1mun

Immanuel Wallerstein

RIP: la no proliferación

Miembros de las delegaciones de Rusia, Corea del Norte, Estados Unidos, China, Corea del Sur y Japón visitan el Museo del Palacio Imperial en Shenyang, en el noreste chino, ayer durante un receso en las pláticas para acotar el programa nuclear de Pyongyang
Miembros de las delegaciones de Rusia, Corea del Norte, Estados Unidos, China, Corea del Sur y Japón visitan el Museo del Palacio Imperial en Shenyang, en el noreste chino, ayer durante un receso en las pláticas para acotar el programa nuclear de Pyongyang Foto: Reuters

El concepto de no proliferación nuclear ha estado en problemas desde el bombardeo atómico en Hiroshima el 6 de agosto de 1945. Aunque la conmoción inicial condujo en todo el mundo al sentimiento de que esta arma debía desaparecerse de alguna manera, desde entonces este sentimiento ha ido perdiendo respaldo. El concepto cojeó durante 62 años, lo que es mucho tiempo, considerando lo improbable que fue siempre que un país renunciara a contar con las poderosas armas que otras naciones poseían. Sin embargo, la Iniciativa de Cooperación Nuclear Civil Estados Unidos-India, anunciada oficialmente el 27 de julio de 2007, puede ser considerada el clavo final en el ataúd de una idea sin esperanza.

Toda la historia relativa a las armas nucleares ha sido una de miedo a los otros. En el verano de 1939, aun antes de que comenzara la Segunda Guerra Mundial, Leo Szilard, importante físico, muy preocupado de que la Alemania nazi pudiera construir bombas atómicas y que las hiciera mucho antes que Estados Unidos, apuntaba que Alemania ya había frenado la exportación del uranio de la Checoslovaquia ocupada por los alemanes. Persuadió entonces a Albert Einstein a escribir su famosa carta al presidente Franklin D. Roosevelt, en la que le llamó la atención sobre esta situación y sugirió que el gobierno estadunidense debía respaldar con urgencia la investigación en este campo.

Esto condujo al Proyecto Manhattan, en el cual durante toda la guerra los científicos nucleares trabajaron en la producción de una bomba atómica. Alemania nunca logró resolver los problemas técnicos para hacer esto, pero Estados Unidos sí lo logró. El 16 de julio de 1945, dos meses después de que se rindiera Alemania, el Proyecto Manhattan condujo la llamada Prueba Trinity en Los Alamos, la primera explosión nuclear controlada que se haya hecho jamás. Estados Unidos tenía la bomba.

Estados Unidos seguía en guerra con Japón, el cual, en ese entonces, no estaba desarrollando armamento nuclear. La cuestión era si debía usarse o no la bomba en la guerra contra Japón. Como sabemos, el presidente Harry Truman decidió arrojar dos bombas, una sobre Hiroshima el 6 de agosto y otra sobre Nagasaki el 9 de agosto. Los japoneses ofrecieron su rendición el día 10. Ha habido un largo debate en torno a por qué Estados Unidos arrojó las dos bombas. La explicación oficial es que esto acortó la guerra y como tal se salvaron vidas estadunidenses. No hay duda de que es cierto que acortando la guerra se salvaron vidas estadunidenses, obviamente al costo de muchas vidas japonesas.

La planeación del momento para arrojarlas siempre ha sido sospechosa. Sabemos que la Unión Soviética había prometido entrar en guerra contra Japón exactamente tres meses después de que terminara la guerra con Alemania. Los alemanes se rindieron el 8 de mayo, y como tal la URSS estaba programada para declararle la guerra a Japón el 8 de agosto, lo cual hizo. La bomba sobre Hiroshima se arrojó el día 6. Parece plausible sugerir que uno de los mensajes de Estados Unidos a la Unión Soviética en la elección de dicho momento fue: nosotros tenemos la bomba -la cual funciona- y ustedes no. Así que ¡cuidado!

En su manifiesto al pueblo estadunidense el 6 de agosto, el presidente Truman dijo que Roosevelt y Winston Churchill habían acordado en 1940 un programa conjunto de desarrollo nuclear, y como tal estaba compartiendo la tecnología de la bomba atómica con Gran Bretaña. En este punto, Gran Bretaña se convirtió en la segunda potencia nuclear. Estados Unidos intentó frenar la proliferación ahí. Obviamente Moscú no estuvo de acuerdo y en 1949 consiguió su primera explosión atómica y después la explosión de una bomba de hidrógeno, en 1953. El mundo entró en un periodo de destrucción mutua asegurada (DMA). Para muchos, este "balance" entre las capacidades estadunidenses y soviéticas tiene el crédito de impedir que la llamada guerra fría nunca se volviera una guerra caliente.

Tanto Estados Unidos como la Unión Soviética habrían sido muy felices si la proliferación hubiera parado ahí. Esto de ninguna manera le convino a los más ruidosos, indisciplinados y poderosos aliados de cada uno, Francia y China. Ambos pensaban que era esencial obtener armas nucleares como modo de mantener bajo control político a su más poderoso aliado. La primera explosión de Francia ocurrió en 1960 y la de China en 1964. El mundo había llegado a un punto donde los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas poseían capacidad nuclear. Los cinco procedieron a intentar frenar la proliferación ahí.

En 1968, un gran número de países firmó el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP). El tratado "reconocía" a los cinco miembros del Consejo de Seguridad como potencias nucleares. Este contemplaba que habría de entrar en efecto cuando Estados Unidos, Gran Bretaña, la Unión Soviética y otros 40 países más lo ratificaran, lo cual ocurrió en 1970. Eventualmente Francia y China ratificarían el tratado en 1972 y en su cúspide un máximo de 187 países lo ratificaron.

El TNP tenía tres pilares: 1) las cinco potencias nucleares "reconocidas" prometían no ayudar de ninguna manera a ningún otro país a convertirse en potencia nuclear; 2) los mismos cinco países prometían emprender pasos hacia el desarme efectivo; 3) a todos los otros países se les hacía la promesa de ayudarlos con los usos pacíficos de la energía atómica.

Ninguna de estas disposiciones ha sido bien respetada. Primero, aunque los cinco "reconocidos" sólo ocasionalmente hayan ayudado en forma directa a otras potencias a convertirse en estados nucleares, estos otros estados sí buscaron lograrlo por sí solos. Segundo, no ocurrió desarme significativo alguno. Más bien lo contrario. Las cinco potencias "reconocidas" han expandido sus arsenales nucleares, en particular Estados Unidos. Y la previsión relativa a los usos pacíficos de la energía atómica se ha vuelto extremadamente controvertida, debido a que Estados Unidos ha llegado a considerar que ésta es una ambigüedad que permite que "otros" países prosigan internándose sin impedimentos por el camino del desarrollo nuclear.

En cualquier caso, como sabemos, tres países rehusaron firmar el TNP: India, Pakistán e Israel. Los tres desarrollaron armas nucleares. En teoría, Estados Unidos tomó medidas para castigar a India y Pakistán (que nunca negaron su desarrollo atómico). Siempre se ha mantenido en silencio respecto de Israel (que nunca ha admitido su desarrollo nuclear, pese a que todo el mundo está consciente de éste). En 2003, Corea del Norte se retiró del TNP y luego admitió ser una potencia nuclear.

Estados Unidos alega que Irán desarrolla armamento nuclear, y hay muchas razones para suponer que esto es así. En los últimos pocos años ha habido declaraciones ambiguas de un gran número de otros países que parecieran estar ya en el proceso de desarrollar tales armamentos o a punto de lanzar proyectos así. Y en cuanto al reciente tratado entre Estados Unidos e India, ofrece asistencia considerable de Washington a Nueva Delhi en la esferas del desarrollo pacífico sin constreñir de ningún modo a India en su desarrollo de armamento nuclear. De este modo, es claro que está premiando, no castigando, a India. Y la interpretación correcta que todo el mundo da al tratado es que, cuando le convenga a sus objetivos políticos, Estados Unidos no se opondrá a la proliferación. Entonces, ¿por qué cualquier otro habría de restringirse?

Los romanos tenían un refrán: De mortuis nihil nisi bonum dicandum est. No hables mal de los muertos. La no proliferación ha muerto, nihil nisi bonum.

Traducción: Ramón Vera Herrera

© Immanuel Wallerstein


http://www.jornada.unam.mx/2007/08/19/index.php?section=opinion&article=022a1pol

Guillermo Almeyra

Trotsky en el siglo XXI

¿Qué sigue siendo válido en el pensamiento de Trotsky, quien fue asesinado en México hace 47 años y hoy reaparece como referente teórico en importantes círculos cubanos y hasta en los discursos de Hugo Chávez?

En primer lugar, la teoría de la revolución permanente, elaborada con Parvus a raíz de la experiencia de la revolución rusa de 1905, la cual tornó claro que, en los países dependientes y donde no se han conseguido la liberación y la unificación nacional, la revolución agraria, la plena vigencia de los derechos democráticos ni se han sentado las bases para una república, todo eso no va a ser obtenido bajo la dirección de la burguesía, la cual depende estrechamente del imperialismo y es débil e incapaz, sino que debe ser conquistado por una alianza entre obreros, campesinos y explotados y oprimidos de todo tipo (pueblos originarios, minorías nacionales oprimidas, desocupados). En nuestra época, cuando la inmensa mayoría de la humanidad no ha conseguido aún las conquistas de la Revolución Francesa y, en escala mundial, asistimos a la lucha por repetir la hazaña de los sans-culottes en 1789, esa revolución democrática, para triunfar, debe ir más lejos, ser anticapitalista, desarrollarse en forma socialista.

También su visión internacional de los procesos, su combate a la idea estaliniana de la posibilidad de construir el socialismo en un solo país que consideraba la "política exterior" sólo como un medio para lograr equilibrios y ganar tiempo para esa construcción puramente nacional -y nacionalista- aislada. Trotsky, junto con Lenin, comprendía en efecto que la revolución es más fácil en los "eslabones más débiles" de la cadena capitalista -los países semicoloniales y dependientes-, dada la debilidad del Estado, pero veía que el socialismo sólo puede ser mundial, como lo es el capitalismo, y la inserción de todos los países en ese sistema dominante hace que la política "internacional" sea también "nacional" y viceversa y, por lo tanto, que en los países dependientes es más difícil la construcción de las bases mínimas para el socialismo, como el fin de la ignorancia, de la miseria, del autoritarismo, del atraso cultural y técnico. De ahí la otra parte de la revolución permanente: la necesidad de culminar las revoluciones socialistas en escala local, nacional, con la extensión del socialismo a escala mundial y, como corolario, la necesidad de ayudar solidariamente a otros pueblos en su lucha anticapitalista y de educar a los trabajadores en revolución en una visión universal, que una naturalmente la defensa de la revolución en el plano nacional con el internacionalismo revolucionario. La actitud de países pobres como Venezuela o Cuba en su ayuda solidaria se inscribe, conscientemente o no, en esta línea del pensamiento de Trotsky, que Lenin compartía.

Igualmente válida es su lucha, comenzada con la oposición de 1923 en el Partido Comunista de la URSS, contra la burocratización de los partidos "socialistas" o "comunistas", de sus sindicatos, de sus estados, apelando a las mujeres, a los jóvenes, a la democracia interna, a la construcción de órganos, como los consejos obreros, que pasasen por sobre las estructuras partidarias y sindicales y fuesen controlados y reorganizados continuamente por los trabajadores mismos. Y su rechazo no sólo al partido monolítico, sin tendencias internas en plena discusión teórica y estratégica, sino también al partido único de la clase obrera, ya que las clases trabajadoras están lejos de ser homogéneas, y sin democracia y pluralismo no pueden educarse y ser protagonistas en la lucha por cambiar las complejas condiciones sociales y económicas de la sociedad moderna. Algunas sectas "trotskistas" que repiten al peor Trotsky ("con el partido somos todo, sin el partido no somos nada") para reforzar un centralismo nada democrático olvidan al Trotsky defensor de la democracia en el partido, al hombre del Programa de Transición de la IV Internacional, escrito dos años antes de su asesinato.

Pero los aportes más actuales, en América Latina, que ningún marxista había hecho hasta entonces, y que siguen siendo fundamentales para entender procesos como el cubano, el venezolano, el boliviano, el nacionalismo revolucionario e incluso los gobiernos burgueses llamados "progresistas" (Kirchner o Lula, por ejemplo), son sus escritos en México. Su caracterización del gobierno de Lázaro Cárdenas, su defensa contra el imperialismo manteniendo al mismo tiempo la independencia política frente a él y tratando de desarrollar la independencia política de los trabajadores que lo seguían, su análisis de los sindicatos como órganos cada vez más integrados en el Estado capitalista, la necesidad de conseguir la independencia de clase frente a los partidos burgueses construyendo un partido obrero basado en las organizaciones de tipo sindical obreras y campesinas, mantienen y acrecientan toda su vigencia.

Los "ismos" transforman en dogmas eclesiásticos, en pensamiento cerrado, talmúdico, lo que fue elaboración abierta a partir de la unidad entre teoría y práctica y de la realidad misma. Al igual que Marx, que rechazaba ser "marxista" debido a los discípulos que le habían tocado en suerte y que decía que había sembrado dragones y recogido pulgas, Trotsky se oponía a ser llamado "trotskista" y negaba que existiese el llamado "trotskismo", pues éste para él era sólo el pensamiento de Marx y el de Lenin. Hay, sin embargo, algunas capillas raquíticas que prescinden de las ideas de Trotsky pero lo mencionan tal como los secuaces de todas las religiones utilizan sus respectivas sagradas escrituras. Eso no es culpa del revolucionario ruso pero obliga a ir directamente a la rediscusión masiva, donde se quiere avanzar hacia el socialismo, como en Cuba o en Venezuela, de los escritos de Trotsky desde 1923 y, particularmente, a sus escritos sobre América Latina. No hay nada más iluminante, apasionante, actual.


http://www.jornada.unam.mx/2007/08/19/index.php?section=opinion&article=018o1pol

Bajo la Lupa

Alfredo Jalife-Rahme

Apogeo del Grupo de Shanghai: club energético-financiero e incorporación de Irán

Foto: Los presidentes de China, Hu Jintao, y Rusia, Vladimir Putin, el viernes 17 en Chelyabinsk
Los presidentes de China, Hu Jintao, y Rusia, Vladimir Putin, el viernes 17 en Chelyabinsk Foto: Ap

La Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), conocido como Grupo de Shanghai, todavía en su fase embrionaria, no alcanza su esperado paroxismo glorioso, pero conforma desde ahora el segundo bloque militar más importante del planeta y está a punto de desbancar a la OTAN que ha perdido su cohesión de antaño.

Es notorio que la cumbre de la OCS celebrada en Bishkek (capital de Kirguizistán) ha sido la mejor desde su fundación oficial en Shanghai el 15 de junio de 2001 (casi tres meses antes al montaje hollywoodense del 11 de septiembre), como delatan los rostros de alegría de sus principales promotores: los presidentes de Rusia y China, Vlady Putin y Hu Jintao.

El Grupo de Shanghai de seis miembros (además de las potencias de Rusia y China), comprende otros cuatro países centroasiáticos: Kazajistán, Tayikistán, Uzbekistán y Kirguizistán, dotados de importantes recursos de hidrocarburos.

Cuatro países figuran como observadores -Irán, India, Pakistán y Mongolia-, mientras otras naciones centroasiáticas anhelan su incorporación, como Afganistán y la relevante potencia gasera de Turkmenistán, ribereña del mar Caspio.

La OCS se posiciona como el primer bloque militar-estratégico-geoeconómico de Eurasia: cuatro potencias nucleares (Rusia, China, India y Pakistán); las dos principales potencias gaseras del planeta (Rusia e Irán); mayúsculos consumidores de hidrocarburos (China e India) y relevantes potencias medianas de hidrocarburos (los países centroasiáticos).

En el planeta no existe otro bloque militar-estratégico-geoeconómico similar al Grupo de Shanghai que pueda contrarrestar la brutal embestida de la OTAN en los Balcanes, el Cáucaso, el gran Medio Oriente y Asia Central con el despliegue de sus guerras múltiples y sus bases militares en la periferia inmediata de Rusia, China, India e Irán.

El boicot internacional del régimen torturador bushiano y la propaganda negra desplegada contra la República Islámica de Irán matan de risa hasta a un deprimido. Resulta que el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, mantiene excelentes relaciones con las marionetas que el militarismo estadunidense ha impuesto en Irak (el gobierno Maliki) y en Afganistán (el gobierno Karzai). Lo más doloroso para la fracasada política exterior bushiana es que la estrella de la trascendental cumbre del Grupo de Shanghai en Bishkek haya resultado el presidente iraní, exorcizado por los mendaces multimedia israelí-anglosajones.

Ahmadineyad se reunió públicamente con su homólogo chino, Hu Jintao, lo cual valió la foto en la página principal del rotativo China Daily (16/8/07), para no dejar duda del trascendental encuentro. Sería impensable que el iraní no se haya reunido también con su homólogo ruso, pero lejos de los reflectores para no indisponer algunas susceptibilidades a los crustáceos de Kennebunkport.

Moraleja: conviene ser un exorcizado de Baby Bush, el mandatario más odiado del planeta, según encuestas propias de EU, para gozar de aceptación mundial, como es el caso del iraní Ahmadineyad, quien mantiene cordiales relaciones de colaboración con tres grandes potencias mundiales nucleares y geoeconómicas: Rusia, China e India. ¿Acabó aislado en la cumbre de Bishkek el exorcista aislador de Irán, el régimen torturador bushiano?

Desde el océano Indico, The Daily News (18/8/07), periódico de Sri Lanka, lo cual confiere un carácter de serenidad distante a su importante análisis, detecta con propiedad los alcances geoestratégicos del Grupo de Shanghai como "primer club energético global" con sus proyectos y trayectos para construir la "nueva ruta de la seda" que conecte a toda Eurasia (incluida Europa). El rotativo considera que la emergencia del la OCS representa un "nuevo desafío al dominio estadunidense del mundo" cuando "en forma significativa el ruso Vladimir Putin utilizó (sic) la cumbre para poner fin al abordaje unipolar de los asuntos internacionales" (en clara alusión al unilateralismo bushiano).

Lo cierto es que desde su célebre discurso de Munich (en respuesta a las bravatas bélicas en el mar Báltico del vicepresidente de EU, Dick Cheney), pasando por San Petersburgo, hasta Bishkek, el presidente ruso, uncido por Bajo la Lupa como el zar geoenergético global, ha sido excesivamente consistente. Tampoco habría que soslayar que por enésima vez, haya vuelto a reiterar la necesidad de crear nuevos centros financieros multipolares en Eurasia, que naturalmente van de la mano con sus reservas energéticas.

El periódico de Sri Lanka no oculta su entusiasmo y delata la percepción regional de actores imparciales: la "creciente atracción de la OCS fue evidente por el número de países que forman línea en busca de su membresía".

Mientras el presidente iraní denunciaba hábilmente el despliegue misilístico balístico bushiano en las fronteras rusas como "amenaza para toda Eurasia", el presidente de Kazajistán, Nursultan Nazarbayaev, proclamaba la necesidad imperativa de crear un "club energético" con una red de oleoductos para formar un "mercado asiático de energía", lo cual, a nuestro juicio, propinaría el último clavo en el féretro de la hegemonía petrolera anglosajona mundial de dos siglos.

Con profunda visión geoestratégica, Nazarbayaev esbozó el trazado de un "corredor de transporte trascontinental" entre la OCS y la Unión Europea "que pudiera ser la manifestación de las tradiciones de la Gran Ruta de la Seda, lo cual, a nuestro juicio, aislaría todavía más a la dupla anglosajona de EU y Gran Bretaña que no se quedará con los brazos cruzados para proseguir su política bélica de balcanización euroasiática.

¿Cuales serán las nuevas Bujara y Samarcanda, las miríficas ciudades civilizadas de la antigua ruta de la seda?

El rotativo de marras cita a la corresponsal de la BBC de Londres Natalia Antelava, quien comentó que la nueva alianza se había convertido en un "club regional prestigioso (sic) con ambiciones globales" cuyo principal mensaje fue: "el mundo es mayor que Occidente".

Aunque los mandatarios de Rusia y China se cuidan exageradamente en señalar que la OCS ni es de carácter militar ni está diseñada contra terceros (léase: EU), la realidad es que antes y después de la cumbre se realizaron juegos de guerra de soldados rusos y chinos que iniciaron en Urumqi (la capital de la provincia islámica de Xianjiang, China) y concluyeron en los Urales (en la ciudad de Chelyabinsk, de triste memoria en la etapa soviética), es decir, en los puntos vulnerables donde la perversa dupla anglosajona podría colocar a sus súbditos mahometanos terroristas de Al Qaeda, "Al CIA", para los dilectos lectores de Bajo la Lupa.

Insistimos: sería un grave error de juicio que el nuevo club energético del Grupo de Shanghai se desvincule de Europa continental, primordialmente de Alemania, Francia e Italia. Urge aislar a Baby Bush, presidente al fin y al cabo de una superpotencia barbárica, y atraer simultáneamente a la Europa racional y renacentista a un diálogo energético con los sucesores de las civilizaciones euroasiáticas del Grupo de Shanghai.






... ¿Así que el papá de Susana?

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