Wednesday, May 14, 2008

Bajo la Lupa

Alfredo Jalife-Rahme

■ Guerra de dos gigantes televisoras globales

Aunque la cuarta generación de la guerra moderna –conocida como “guerra asimétrica”– lleva 18 años de exposición teórica, ha irrumpido la quinta generación a consecuencia de las nuevas tecnologías que incluyen la nanotecnología. Uno de sus grandes teóricos, William S. Lind, la considera como la “lucha del Estado para mantener su monopolio sobre la guerra y la organización social, de cara a los desafíos de la cuarta generación”.

El siglo XXI será cada vez más marcado por las guerras de la quinta generación y su matriz tecnocibernética en todos los ámbitos de las telecomunicaciones.

La confrontación en Beirut entre la guerrilla chiíta Hezbolá y sus derrotados contrincantes sunitas podría muy bien ser definida como una guerra de las telecomunicaciones.

Hoy, una democracia carente de la equidad en la participación y el reparto de las telecomunicaciones representa en realidad el nuevo totalitarismo orwelliano multimediático del siglo XXI, cuyas guerras posmodernas versarán más sobre el control de los medios masivos de comunicación, la nueva tiranía ominosa del siglo XXI. Quien domina los multimedia controla las conciencias de las naciones.

En este contexto cabe destacar la guerra sin cuartel que libran dos gigantes televisoras globales: Fox News y EchoStar, que ha sido censurada en los multimedia israelí-anglosajones y que ha difundido el prestigioso portal cibernético Wired.com (21.4.08), la cual revela la presunta actuación subversiva del polémico magnate de los multimedia globales Rupert Murdoch, quien fue acusado de “sabotaje” en los tribunales de California por sus competidores de EchoStar.






Nos encontramos ante una macabra historia de “piratas de televisión, ex espías y un hacker que misteriosamente se suicidó”, los cuales “representan algunos de los caracteres detrás de un juicio sobre el acceso de las tarjetas en la guerra global de la televisión de paga”.

Se trata de “un espectacular juicio civil que lleva cinco años” que “ha recibido poca atención de los multimedia de Estados Unidos”. En el proscenio aparecen caracteres folclóricos: “anteriores espías de Israel, piratas de la televisión canadiense y hackers de Bulgaria y Alemania, así como correos electrónicos hurtados y el suicidio misterioso de un hacker berlinés, Boris Floricic, alias Tron”, quien había decodificado las tarjetas de acceso de un sistema satelital alemán.

Brilla en la picota NDS Group, “una firma israelí británica subsidiaria de News Corporation de Murdoch, que fabrica tarjetas inteligentes para sistemas de paga en televisión, como DirectTV.

NDS es acusada de haber penetrado los códigos (encryption) de su rival NagraStar, encargada de fabricar las tarjetas de acceso y sistemas de Dish Network propiedad de EchoStar. Sin el menor recato “NDS habría contratado a piratas globales para manufacturar y distribuir las tarjetas clonadas de NagraStar” que vendía el crimen organizado global.

Brilla intensamente Reuven Hazak, “un israelí encargado de la seguridad de NDS y anterior vicedirector de Shabak o Shin Bet, la agencia judicial de Israel” (equivalente de la FBI).

El caso judicial se abrió el pasado 9 de abril en el tribunal del distrito de Santa Ana, California, y exhibe “el desagradable bajo mundo de las altas apuestas de la industria de la televisión de paga”, según Wired.com.

El caso fue descubierto en Texas en el año 2000, cuando las autoridades “decomisaron paquetes sospechosos con discos compactos y DVD repletos de 40 mil dólares”, que eran enviados “casi a diario desde Canadá, vía Texas, al pirata Christopher Tarnovsky en California”, contratado por la empresa de Murdoch con el fin de sabotear a NagraStar. Se encontraba en juego el control de las tarjetas de acceso de clientes de la talla de DirectTV.

NDS contrató los servicios de Oliver Kommerling, reconocido pirata de las tarjetas inteligentes, quien “instaló un laboratorio de investigación en Haifa, Israel, donde las tarjetas de NagraStar fueron presuntamente penetradas o decodificadas por los ingenieros de NDS”. ¡El genio científico al servicio del crimen tecnológico organizado!

“También contrató a John Norris, anterior funcionario de los servicios de inteligencia de la Armada de Estados Unidos, y a Ray Adams, anterior comandante de Scotland Yard”. ¡El espionaje israelí-anglosajón al servicio del terrorismo tecnológico! Más aún: “Contrató a un anterior terrorista en potencia, Yossi Tsuria, quien se convirtió en el principal funcionario técnico de su laboratorio en Israel. Tsuria formó parte del grupo radical de israelíes judíos (sic) en la década de 1980 que conspiró para bombardear la sagrada mezquita islámica del Domo de la Roca de Jerusalén”. ¡El terrorismo terrestre al servicio del terrorismo cibernético!

Espero que Krauze Kleinbort (KK) no me vuelva a acusar viciosamente de “antisemita” por ejercer mi derecho a informar cuando soy triplemente semita: desde el punto de vista genético (de origen libanés-fenicio), lingüístico (hablo árabe) y religioso (pertenezco a la Iglesia Católica Maronita, cuya liturgia practica el arameo, el idioma de Cristo).

A diferencia de los sefarditas y mizrahim (“orientales”) de las auténticas y muy respetables Doce Tribus de Israel, KK, miembro de la Comisión Trilateral y del consejo de administración de Televisa que practica impúdicamente el terrorismo desinformativo, tendría serias dificultades científicas, no teológicas, en demostrar sus pretendidos orígenes “semitas” cuando presuntamente proviene de la tribu mongol de los khazars convertida al judaísmo en el sur de Rusia en los siglos VIII y XIX (Historia de los judíos khazars, del renombrado orientalista Douglas Morton Dunlop; La decimotercera tribu, del sionista laico Arthur Koestler, y Hallazgos Genéticos NYT, 14.5.02).

Ya en 2002, Canal Plus, televisora francesa de paga y subsidiaria de Vivendi Universal, había entablado otro juicio de piratería contra NDS y que luego fue negociado con Murdoch.

El mayor conglomerado multimediático del mundo, News Corporation, cuenta con ingresos por 29 mil millones de dólares en una capitalización de mercado de 68 mil millones de dólares; en su consejo de administración figura el ex presidente español José María Aznar López. ¡Tenía que ser!

¿Quién será el nuevo San Jorge que se atreva a desmantelar al dragón multimediático de News Corporation, propietaria de la superbélica Fox News?

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