Evo Morales, ratificado en el referendo revocatorio en Bolivia
■ Gobernadores de “la media luna” mantienen su cargo; los de Cochabamba y La Paz, se van
■ Continuará la recuperación de los recursos naturales en favor de la igualdad, afirma el presidente
La Paz, 10 de agosto. El presidente boliviano, Evo Morales, y el vicepresidente Álvaro García Linera fueron ratificados en sus cargos al celebrarse hoy el referendo revocatorio convocado en mayo pasado por el mandatario, quien recibió 62 por ciento de los votos por el sí, de acuerdo con el conteo rápido realizado por la cadena televisiva ATB. La dupla del Movimiento al Socialismo (MAS) superó los sufragios obtenidos en diciembre de 2005, cuando alcanzó 53.7 por ciento de la votación, lo que le permitió llegar al poder en enero del año siguiente.
Según la encuesta a boca de urna de la televisora Red 1, también fueron ratificados los prefectos opositores de los departamentos que conforman la llamada “media luna” autonomista: Santa Cruz, Rubén Costas, con 69.46 por ciento; Beni, Ernesto Suárez, con 67.72 por ciento; Tarija, Mario Cossío, con 57.83; y Pando, Leopoldo Fernández, con 58 por ciento, así como el potosino del gobernante MAS, Mario Virreira, con 70.78 por ciento.
En cambio, fueron revocados los prefectos opositores de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, que recibió 66.07 por ciento de votos por el no, y de La Paz, José Luis Paredes, que obtuvo 64.28 por ciento de sufragios en contra. Está en duda el caso del prefecto masista de Oruro, Luis Alberto Aguilar, con una votación por el no de 50.81 por ciento, lo que obliga a esperar hasta este lunes las cifras oficiales de la Corte Nacional Electoral para verificar si fue o no revocado.
No obstante que incrementaron su votación a nivel nacional, Morales Ayma y García Linera, según las encuestas citadas, obtuvieron más votos por el no que por el sí en los departamentos de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando.
Una vez conocidas las cifras preliminares, de inmediato se organizaron festejos en la plaza Murillo de La Paz, donde por la noche Morales Ayma pronunció un discurso; también hubo celebraciones en las plazas principales de las capitales departamentales donde fueron ratificados los prefectos opositores al gobierno encabezado por el primer indígena que llega a la presidencia en este país.
Desde el balcón del Palacio Quemado, sede del gobierno, entre gritos de “te queremos Evo te queremos; te queremos Evo te queremos”, “mano dura, mano dura”, “Evo se respeta, carajo”, la multitud presenció el estallido de fuegos artificiales. El mandatario, quien llamó varias veces a la unidad del país mediante el diálogo, aseveró que “lo que el pueblo ha expresado con su voto es para consolidar el proceso de cambio”.
En la parte central de su discurso, Morales dijo que su gobierno continuará con la recuperación de los recursos naturales y la consolidación de las empresas del Estado, y que este mandato del pueblo boliviano será respetado y será aplicado en los distintos niveles, sectores y regiones del país, para que de esta manera Bolivia cambie y haya igualdad de todos los bolivianos y bolivianas.
El voto del pueblo, enfatizó el también ex dirigente cocalero, es para unir a los distintos sectores, por lo que se buscará juntar la nueva Constitución Política (aprobada por la Asamblea Constituyente) con los Estatutos Autonómicos, “respetando las normas existentes, respetando las leyes vigentes”.
Apuntó que lo ocurrido hoy en este día histórico en Bolivia, donde el pueblo ahora puede no sólo elegir a sus autoridades sino revocarlas, “es algo importante no sólo para los bolivianos, sino para todos los latinoamericanos, marcando como siempre desde acá procesos de cambio… marcando cómo reivindicar la lucha de todos los pueblos”.
Morales Ayma expresó su respeto a los prefectos ratificados. “Respetaremos la legitimidad que tienen los prefectos ratificados para trabajar de manera conjunta”, porque en su experiencia, cuando se hace así, se pueden atender las demandas de todos los sectores.
Insistió que es una obligación del presidente, del vicepresidente, de los ministros, de manera conjunta con las autoridades departamentales y municipales, garantizar este proceso de “cambio del poder económico”, porque “eso ha pedido el pueblo con su voto”.
Además de los cambios estructurales, indicó, es fundamental atender las demandas sociales, “empezar a terminar la extrema pobreza de los bolivianos”, por lo que llamó a sumarse a esta tarea a los empresarios patriotas y a la gente solidaria, puesto que sólo la conciencia del pueblo salvará al país.
En Santa Cruz, ante una multitud que coreaba “autonomía, autonomía”, el prefecto Rubén Costas pidió a la prensa nacional e internacional y a los observadores internacionales, “que informen bien que aquí se venció al más cruel de los terrorismos de Estado de los últimos tiempos”.
Asimismo, que comuniquen “que aquí se venció al más vergonzoso fraude montado por el gobierno masista y la intervención de un gobierno extranjero”.
Más adelante manifestó que las regalías y el IDH (Impuesto Directo a los Hidrocarburos), utilizado por el gobierno para el pago de un bono a los ancianos “son innegociables”.
Costas indicó que el sí a los prefectos de Beni, Pando y Tarija y la elección de la prefecta de Chuquisaca lo entiende como una nueva ratificación a la autonomía departamental, que permita “dotarnos de un sistema que profundice la democracia para un cambio verdadero”.
Mencionó que el Estatuto Autonómico, al que le dio categoría de “catecismo”, seguirá siendo implementado, que la Asamblea Legislativa departamental –que no tiene base constitucional– se ha dotado de normas como el salario digno autonómico, la ley del diálogo departamental y la creación del Consejo Económico y Social.
Además, se expidió una ley electoral para la elección por voto popular de subgobernadores y corregidores e informó que el próximo jueves va a emitir la convocatoria a elecciones. “Esto es autonomía, esta es la revolución del Patujú”, apuntó.
Informó que está decidido a implementar “un organismo de seguridad nuestro” –actualmente la Policía Nacional depende del gobierno central– y que otra prioridad autonómica es “el control, fiscalización y recaudación de los recursos del departamento que nos corresponden”, por lo que está impulsando la creación de una agencia tributaria departamental.
La implementación de la misma permitirá, dijo, “la ejecución de un fondo solidario como mecanismo de apoyo a nuestros departamentos hermanos y constituye parte de un paquete para cumplir con la autonomía que ustedes han mandado”.
Pidió a los que con su huelga de hambre iniciada hace una semana luchan por el IDH que la levanten, y al presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, Branco Marinkovic, que encabece esa lucha “para frenar la agresión y el atropello del MAS”.
“Hemos vencido una batalla más, ganó el no al evismo chavista”, añadió Costas, al señalar que el pueblo cruceño rechaza “la derecha retrógrada y la izquierda masista”, y aludir a lo que considera una influencia del presidente venezolano, Hugo Chávez, sobre el gobierno de Morales.
El pueblo boliviano quiere recuperar sus recursos naturales y mayor autonomía
■ Prefecto de Cochabamba revocado en la consulta asegura que dará “batalla legal”
La Paz, 10 de agosto. Los pronósticos catastrofistas quedaron atrás. Durante varias semanas hubo augurios de que Bolivia no podría celebrar el referendo revocatorio del presidente, el vicepresidente y ocho de los nueve gobernantes provinciales (prefectos), pero al final, la jornada electoral registró un saldo blanco y terminó con celebraciones en las plazas públicas.
La tensión creció conforme se acercaba el día de la consulta popular, con conflictos en las calles provocados por movilizaciones de diversos gremios que reclamaban la aprobación de un proyecto de ley de pensiones propuesto por la Central Obrera Boliviana (COB), conflicto que costó la vida a dos mineros en la localidad de Caihuasi, durante el desbloqueo de la carretera por parte de la Policía Nacional.
Los minusválidos, en movilización durante dos semanas exigían un bono de 5 mil bolivianos al año, protagonizaron también bloqueos –sobre todo de instalaciones de Yacimientos Petrolíferos Fiscales en Santa Cruz– fueron repelidos con gases dos veces, y todavía hoy sostenían una vigilia en el atrio de la iglesia de San Francisco.
Mientras el gobierno del presidente Evo Morales negociaba para desactivar esos dos conflictos, lo que logró la víspera, subió el precio del pollo, de la carne y del pan, al mismo tiempo que aumentaba la propaganda por el “no” a Morales, con el argumento de que el gobierno es incapaz de impulsar la producción de alimentos y de contener la inflación.
Las embajadas de Europa y de países de América se declararon en alerta y los funcionarios diplomáticos cruzaban apuestas sobre si habría o no referendo, no obstante que días antes arribaron al país más de 300 observadores extranjeros.
Pero llegó entonces el gran día. Y pese a las denuncias de fraude que buscaban desalentar la participación popular, la afluencia de votantes superó el 80 por ciento.
Afuera de los recintos escolares, habilitados como recintos electorales, se organizaron verdaderos comedores populares donde se expendían los clásicos platillos de domingo: lechón y pollo al horno, y el ají de fideos del diario. Así, los responsables trataron de aprovechar la peculiar disposición del bando de buen gobierno que prohíbe la circulación de vehículos y obliga al cierre comercios, mercados y restaurantes incluidos.
La población votó y el resultado fue casi un empate entre las fuerzas encontradas, cuya crisis se buscaba solucionar: se ratificó al presidente boliviano Evo Morales y al vicepresidente Álvaro García Linera, pero también a casi todos los prefectos de oposición: los de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando; fue revocado un opositor, el de Cochabamba, pero también uno oficialista, el de Oruro.
Y ante ese panorama, muchos interpretan que lo que el pueblo boliviano quiere es un cambio. Sí a la recuperación de los recursos naturales, pero también a la autonomía. Asimismo quiere que se pongan de acuerdo los políticos, que negocien.
Este sentir fue recogido por el jefe de la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos, Eduardo Stein, al declarar que la población boliviana “está pidiendo a la clase política que, no importando el resultado (del referendo)… negocie y se ponga de acuerdo en los temas fundamentales del desarrollo del país”, porque los políticos, “según la población boliviana, están para resolverle problemas y no para crearle problemas a la población”.
También las versiones sobre un supuesto fraude fueron descontadas por Stein. “Vimos que el margen de contaminación (del padrón electoral) era lo suficientemente bajo como para que la gente fuera a votar con la confianza de que el resultado indicaría con claridad… una expresión ciudadana contundente”.
A media jornada, el presidente de la Corte Departamental Electoral, José Luis Exeni, informó que casi ciento por ciento de unas 22 mil mesas de votación se instaló sin problemas, con algunos retrasos en algunos lugares y sólo un incidente en Yucumo, Beni, donde fueron robadas las nueve ánforas para la votación, que después fueron repuestas, y la población pudo votar.
Una vez conocidos los resultados a boca de urna, los prefectos opositores ratificados, Mario Cossio, de Tarija; Leopoldo Fernández, de Pando; y Ernesto Suárez, de Beni, igual que su par de Santa Cruz, Rubén Costas, encabezaron festejos en escenarios montados incluso antes de terminados los conteos.
Los resultados –dijo Cossío– “abren la puerta para que de inmediato iniciemos la aplicación del estatuto autonómico” y como primer paso estaría la creación de un parlamento departamental.
Fernández, de su lado, convocó a Morales a superar entre ambos sus diferencias a partir de una “lectura clara” de los resultados del referendo de hoy.
Respecto a los prefectos revocados en la votación de hoy, uno de ellos, José Luis Paredes, de La Paz, reconoció su derrota en las urnas, pero consideró que el referendo “sirvió para consolidar la polarización en Bolivia”.
Manfred Reyes Villa, ex militar, prefecto de Cochabamba, aseguró que dará una batalla legal y ratificó el desconocimiento de la consulta. Reto al presidente Morales a nombrar “a dedo” a un prefecto, lo cual, dijo, sería un retroceso para la democracia. Según Reyes Villa, la gente aumentó el caudal de votos que recibió en 2005 y atribuyó su derrota a “amenazas” del MAS a los votantes.
En la capital cochabambina, sin embargo, hubo festejos. Eran partidarios del presidente Morales, en su mayoría cocaleros, que celebraron con discursos y bailes, la ratificación del presidente indígena y la revocatoria del mandato de Reyes Villa.
Bolivia's President Evo Morales has claimed victory in a referendum on whether he should continue in power.
Unofficial results gave Mr Morales a convincing win, and he promised to continue his reforms, including the nationalisation of key industries.
Four of six opposition governors, who have led protests against the president and are demanding more autonomy, also won the right to stay in office.
The outcome of the vote is likely to leave Bolivia divided, analysts say.
Both sides were quick to interpret the result as a validation of their position.
"What the Bolivian people have expressed with their votes today is the consolidation of change," Mr Morales told thousands of cheering supporters in La Paz.
"We're here to move forward with the recovery of our natural resources, the consolidation of nationalisation, and the state takeover of companies," he told the crowd from the balcony of the presidential palace.
Santa Cruz's Ruben Costas said the outcome was a defeat for Mr Morales |
The president congratulated the opposition governors who were re-confirmed in their posts and urged them "to work together" with him.
Unofficial exit polls said Mr Morales had won more than 60% of the vote. Official results are expected in the next few days.
In all, eight governors were subject to recall votes, and five of them were victorious, according to early projections.
One of Mr Morales's fiercest opponents, the Santa Cruz governor Ruben Costas, celebrated his referendum victory in front of supporters who chanted "Autonomy, autonomy".
"This referendum has defeated the remains of centralism, has squashed the manipulation of the enemies of true change, " said Mr Costas.
Three governors, including two Morales supporters, are set to lose their jobs and fresh elections will then be held.
But the defeated governor of Cochabamba, Manfred Reyes Villa, refused to recognise the result and vowed to resist any attempt to make him stand down.
"My lawyers have told me this is unconstitutional. Legally, I continue to be the governor of Cochabamba," he said.
Deep divisions
Bolivia has become increasingly divided between rich and poor, east and west, over the president's plans to radically reorganise the way the country is run, says the BBC's Daniel Schweimler in La Paz.
The result leaves Bolivia as polarised as ever, correspondents say |
Mr Morales wants to give poor and indigenous communities and women a greater voice, and he wants to redistribute land in what is South America's poorest country, our correspondent adds.
But many in the gas-rich east of the country oppose the president's proposals and resent the central government cutting their share of gas revenues. They have responded by calling for greater regional autonomy.
Mr Morales has criticised what he calls privileged groups who talk of separation and oppose change.
The dispute sometimes breaks out in violence, and protests increased in the run-up to the referendum.
Last week, Evo Morales had to cancel two planned trips when angry protesters blocked regional airports.
COCHABAMBA, Bolivia: President Evo Morales seemed to secure an easy victory in a recall referendum on Sunday, giving him a fresh mandate to advance efforts to redistribute petroleum royalties and private farmlands among the country's impoverished indigenous majority.
Reports on national television said that with 89 percent of the vote counted, Morales, a former coca farmer whose pro-indigenous policies and alliance with President Hugo Chávez of Venezuela have irritated the Bush administration, had won the referendum with 63.5 percent supporting his administration.
Morales won the presidency in 2005 with 53.7 percent of the vote.
While the early results pointed to strong support for Morales, they also revealed deep rifts in Bolivia, with voters rejecting by wide margins his policies in three prosperous lowland provinces and in Sucre, the seat of the judiciary. By contrast, Morales, an Aymara Indian, appeared to win handily in highland provinces where poor, indigenous voters predominate.
"More conflict seems to be forthcoming unless the government is wise enough to enter into dialogue" with Morales's opponents, said Eduardo Gamarra, a Bolivian political scientist at Florida International University. "Given the history of conflict over the past two years, I don't see this as occurring in the near term."
Indeed, Morales seemed to show mixed interest in reconciliation while casting his vote Sunday morning near his small coca farm in the Chapare, a coca-growing area in central Bolivia. He told reporters that he would soon ask voters to approve a new Constitution, which would polarize the nation and has been rejected as illegally drafted by political opponents.
"We are deepening the process of change under way," Morales said later Sunday. But he also said that he would respect the vote in areas where he lost.
In the days leading up the vote, protesters blockaded airport runways and prevented Morales from traveling to several regional capitals, reflecting the repudiation of his policies in petroleum-rich provinces, called departments, like Tarija and Santa Cruz. One opposition bastion, Sucre, has mounted a seemingly quixotic campaign to be named the country's capital.
Heinz Dieterich, a political analyst in Mexico who writes widely on leftist movements in Latin America, summed up Morales's situation as being "an exile in the majority of the provinces of his own land."
"The de facto division of Bolivia into two countries" continues, Dieterich said in a recent essay, "until one of the two antagonistic powers is in a condition to deliver the decisive blow, to liquidate the other."
The referendum originated in May in what now seems to be a self-defeating effort to remove Morales from office by Podemos, an opposition party whose influence has eroded.
Many voters here in Cochabamba, Bolivia's third-largest city and the scene last year of street battles between the president's followers and his critics, appeared ready to support Morales going forward, though with some hesitance.
"I don't support all of his ideas, but Evo is our first indigenous president and should be given the chance to finish his term," said Yovana Vélez, 25, a publicist. "The last thing we need is more upheaval, more chaos."
Morales, 48, appears ready to use the referendum to proceed with policies that have enraged his political opponents, like the acceptance of tens of millions of dollars from Venezuela.
Over the weekend, Morales's government said it had secured $225 million in financing from Venezuela and Iran to create a state cement company. The move would deal a blow to a top political rival who controls much of the country's cement output.
The prefects, or governors, in several rebellious departments have a sharply different view of how Bolivia should develop. Their continuance in office was also part of the referendum on Sunday, with at least three of them winning by a wider margin than the president.
Some opposition leaders also showed little desire for reconciliation. "No to the big foreign monkeys!" Rubén Costas, governor of eastern Santa Cruz, shouted in a televised speech Sunday night, revealing some the racist language used to refer to Venezuela.
While these departments have stopped short of secession in recent months, they have moved forward with votes on statutes seeking greater autonomy, arguing with Morales over everything from the distribution of natural gas revenues to control over regional police forces.
Perhaps the most contentious issue has been Morales's land reform project in Santa Cruz, the economically vibrant eastern department. Rich landowning families in the area have clashed with government officials seeking to distribute their landholdings to Aymara and Quechua Indian migrants.
Despite the apparent victories by some opposition governors, Morales's hand was strengthened by the seeming defeat of two governors, in the capital, La Paz, and here in Cochabamba. Another governor, a supporter of Morales in Oruro department, also lost. Under the rules of the referendum, Morales can appoint their successors.
Signaling how the referendum may reignite tensions, the governor of Cochabamba, Manfred Reyes, said the referendum itself was unconstitutional. "I go on being prefect of Cochabamba," said Reyes on Sunday night. More Articles in World » A version of this article appeared in print on August 11, 2008, on page A6 of the New York edition.
LA PAZ, 10 de agosto.— El presidente boliviano, Evo Morales, fue ratificado en el referendo revocatorio celebrado este domingo en Bolivia con más del 60% de los votos a favor, según resultados a boca de urna de varios medios y encuestadores, reportan agencias cablegráficas.
Entretanto, el mandatario destacó como un éxito la consulta popular y elogió el comportamiento de la ciudadanía.
En declaraciones en una sede sindical de la ciudad central de Cochabamba, adonde se trasladó después de haber votado en Villa 14 de Septiembre, en la región cocalera del Chapare, Evo dijo que "se ha visto un sentimiento del pueblo boliviano hacia la democracia y un sentimiento de profundizar este proceso de cambio".
Por su parte, observadores electorales nacionales e internacionales certificaron la limpieza del proceso electoral, precisó la agencia ABN.
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