Friday, January 01, 2010


Diez años perdidos


2010-01-01


México vive una “transición regresiva” y el PAN ha fracasado como gobierno nacional, dicen Porfirio Muñoz Ledo y César Augusto Santiago / Lamentan que el blanquiazul transitara, en 10 años, de la frivolidad de Vicente Fox a la cara más autoritaria de la derecha mexicana con Felipe Calderón.

MÉXICO, D.F., 1 de diciembre (EL UNIVERSAL).- Durante la última década el país vivió en la confrontación. La disputa entre las principales corrientes políticas llevó México a la polarización, puso en duda a las instituciones democráticas e incluso colocó a los mexicanos al borde de la crispación social. Al llegar en el año 2000 la alternancia del poder nacional (con la derrota del Partido Revolucionario Institucional (PRI) tras 70 años de gobierno ininterrumpido, y ascenso del Partido Acción Nacional (PAN) a la Presidencial de la República) hubo esperanza en lograr la “transición hacia la democracia”, así lo consideran académicos y experimentados politólogos.

A 10 años de la asunción del partido blanquiazul, las opiniones sobre el desarrollo político y democrático del país coinciden en que ha faltado la consolidación de acuerdos para manipular la transformación mexicana, pero se dividen al analizar los resultados.
Para políticos como Porfirio Muñoz Ledo y César Augusto Santiago, la opinión es que México vive una “transición regresiva” y el PAN ha fracasado como gobierno nacional. Lamentan que el blanquiazul transitara, en 10 años, de la frivolidad de Vicente Fox a la cara más autoritaria de la derecha mexicana con Felipe Calderón. El académico y estudioso del sistema político mexicano John Ackerman hace notar que la década política del país se ha caracterizado por la falta de resultados de Acción Nacional, pero subraya que se han logrado reformas legales de gran envergadura, que han permitido, entre otras cosas, dotar al Congreso de un poder real hasta dejar de ser una caja de resonancia de la voluntad del presidente como fue en la era del PRI.
El consejero electoral Marco Baños advierte que hoy el país tiene procesos democráticos creíbles y respetados, pero que es necesario que ello se transforme en hechos que cambien la vida de los mexicanos. Su compañero Marco Gómez subraya que ha sido una década de aprendizaje, y que el verdadero cambio está por comenzar con la llegada de la nueva década. De acuerdo con el Latinobarómetro 2009, con sede en Santiago de Chile, en una revisión 1996-2009, el apoyo a la democracia cayó 9 puntos, lo que representa el retroceso más amplio en América Latina. Por ejemplo, cita el informe, 27e los mexicanos consideran posible que haya un golpe de Estado (colocado en quinto lugar por debajo de Ecuador, Brasil, Venezuela y Guatemala), pero que 56o lo aceptarían, aunque 58staría a favor de que militares removieran al Presidente si viola la Constitución.
Han pasado muchas cosas desde aquel 2 de julio del 2000 y actualmente el país vive en medio de dos crisis más visibles que otras: la económica y la de seguridad pública.

La derrota

Tras la derrota de Francisco Labastida en la histórica elección presidencial de 2000, el PRI perdió sus lujos. Incluso fue multado con mil millones de pesos por el llamado Pemexgate, que lo obligó a vender sus aviones Learjet, un Sabreliner y un Turbo Commander. En 2004 hipotecó tres edificios de su sede nacional. Se presentó, así, un conflicto entre Elba Esther Gordillo y Roberto Madrazo, luego el pleito entre éste y los gobernadores. Despidió personal y canceló sueldos a sus líderes; su parque vehicular se convirtió en chatarra, las oficinas y pisos quedaron en el abandono e incluso se carecía de material para llevar a cabo el trabajo administrativo. En 2006, el tricolor se colocó en tercer lugar en el escenario político nacional. Expulsó de sus filas a Gordillo, Roberto Albores y renunciaron a su militancia en el tricolor Tomás Ruiz, Miguel Ángel Yunes, Roberto Campa, Diódoro Carrasco, Juan Sabines, Genaro Borrego, Roberto Vega Galina, y Rafael Ochoa Guzmán, entre otros. Muchos de ellos se sumaron a las filas del blanquiazul. Hoy, el Revolucionario Institucional regresó a ser la primera fuerza política del país con un dominio pleno del Congreso. Cuenta con 237 diputados en San Lázaro, 94 más que el PAN y 166 sobre el PRD. Así su fuerza.

Los escándalos

El Partido Acción Nacional vivió la mitad de la década entre los escándalos públicos que protagonizó Vicente Fox. Pasó de los Amigos de Fox, al toallagate, a la fuga de Joaquín Guzmán “El Chapo”, el romance y posterior matrimonio con Marta Sahagún, para integrar la llamada “pareja presidencial”, los contratos para los hermanos Bribiesca Sahagún, el incumplimiento de compromisos de campaña y la cuestionada elección presidencial de 2006. En el sexto año se registró la confrontación hacia su interior por la candidatura presidencial. La disputa entre los tradicionalistas contra los neopanistas se reflejó en la elección interna de Felipe Calderón contra todos los pronósticos, que ubicaban al ex secretario de Gobernación Santiago Creel como el gallo del presidente Vicente Fox.
En este sexenio se ha vivido la guerra franca y abierta contra el narco y su resultante espiral de violencia; la crisis económica y la pandemia de la influenza, A H1N1, que ha costado la vida de cientos de mexicanos. En el PRD, tras la tercera derrota presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas se vivieron los llamados videoescándalos, el desafuero de Andrés Manuel López Obrador, la elección presidencial de 2006 y su derrota con la posterior movilización social que en su etapa más aguda duró al menos cuatro meses. La disputa por la dirigencia del PRD ocasionó que en los último años el partido haya tenido a siete presidentes: Amalia García, Rosario Robles, Leonel Godoy, Pablo Gómez, Leonel Cota, Guadalupe Acosta y Jesús Ortega, quienes se desempeñaron en medio de un convulsión interna. Hoy es un partido dividido en tribus, multado y con una deuda económica que en julio pasado superaba los 700 millones de pesos. Durante los últimos 10 años los mexicanos han gastado de 85 mil 445 millones de pesos para el financiamiento de todo el aparato electoral, que incluye al IFE, al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, la Fiscalía Especializada Para la Atención de Delitos Electorales, y en partidos políticos.
Un estudio del Centro de Documentación, Información y Análisis de la Cámara de Diputados señala que en este tiempo se han canalizado recursos públicos por 23 mil 309 millones de pesos para financiar a los 16 partidos políticos que han obtenido registro, pero que sólo ocho han acaparado 94.30e este total, unos 21 mil millones de pesos. Sin contar 2009, el PAN tuvo 6 mil 278.44 millones de pesos; PRI, 6 mil 715 millones; PRD, 3 mil 662 millones; PT, mil 570 millones; PVEM, mil 945 millones; Convergencia, mil 285 millones de pesos, y Panal, 188 millones. Las crisis internas que vivieron durante este periodo los tres principales partidos se refleja en los resultados electorales obtenidos. Con base en su votación nacional máxima, en el 2000 el PAN obtuvo 38.29e los votos, tres años después bajó 7.55 puntos. Para la elección presidencial de 2006 obtuvo 35.84e los sufragios, se mantuvo como primera fuerza política del país, pero tres años después, en 2009, su porcentaje máximo de votación bajó casi 8 puntos. En el caso del PRI, en el año 2000 obtuvo 36.89e los votos y perdió la Presidencia de la República, y su debacle se profundizó en 2003 al caer 13.73 puntos y alcanzar sólo 23.17e los votos; con relación a la elección presidencial previa el tricolor cayó más de 14 puntos al alcanzar 22.26e los votos. En ese momento el PRI ya era la tercera fuerza política del país. En la elección federal pasada obtuvo 36.68e los votos, subió más de 14 puntos porcentuales y se reposicionó como la principal fuerza política del país.
La década para el PRD fue de contrastes. En 2000 el partido se quedó como tercera fuerza política al ganar 18.67e la votación nacional; en 2003 bajó 1.07 puntos al ganar 17.60y para 2006 estuvo a punto de ganar la elección presidencial con 35.31La votación más alta en la historia para la izquierda mexicana se fue desdibujando tras su derrota presidencial, acciones de resistencia civil como el plantón de 45 días del Paseo de la Reforma, la confrontación interna por la disputa por el liderazgo del PRD y la falta de unidad los llevó en 2009 a caer 23 puntos al obtener sólo 12.20 El politólogo Alfonso Zárate alguna vez comentó que el PRD jamás echó mano del poder que le daba ser la segunda fuerza del país espacio que llenó el PRI, aprovechando su experiencia en el escenario político nacional. Las opiniones Para Porfirio Muñoz Ledo, “es una transición regresiva, no democrática”, la que se vio en el 2000. “Vimos el debilitamiento del Estado, la banalización de la política, la expansión de la corrupción, el colapso de la economía y la incompetencia del Estado para hacer frente a sus problemas. La alternancia no era quítate tú para ponerme y (agregó) convertir un sistema de partido hegemónico en uno democrático, con control de la autoridad, con rendición de cuentas, con participación ciudadana, descentralización política, honestidad pública. Nada de esto ocurrió, se convirtió en una rebatinga del poder’’.

“Se debe reconocer al PAN”

Sin embargo, el consejero Marco Baños, presidente de la Comisión del IFE que organizó la elección 2009, dijo que se debe reconocer que el PAN tuvo el mérito de permanecer como opción de poder desde 1939 hasta lograr la alternancia en el 2000. “El sistema electoral ha tenido matices interesantes como el fortalecimiento del Congreso, las Cámaras dejaron de ser una caja de resonancia del Ejecutivo y se han erigido en una instancia de definición de leyes”. Destacó la consolidación de un sistema multipartidista, e acceso de los ciudadanos a información y la consolidación de las instituciones democráticas al demostrar “en condiciones extras, como la elección del 2006, que pueden salir airosas”. Con el consejero Marco Gómez coincidió en que es necesario encontrar las fórmulas de los acuerdos políticos entre los grupos que constituyen la clase política nacional “para traducir estas elecciones creíbles y legítimas en esquemas de buen gobierno’”. “Son 10 años de aprendizajes, donde ha estado a prueba la capacidad de construir acuerdos, de aceptar los resultados de una elección cerrada. La alternancia y consolidación de la democracia empieza y creo que la siguiente década será la de la consolidación democrática”.

No es una década perdida

Para el investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, John Ackerman, las estadísticas reflejan que en México hay una decepción por su democracia y que incluso los mexicanos están dispuestos a sacrificarla a cambio de que se resuelvan los problemas. Destaca que no se han concretado las grandes reformas estructurales en materia política, económica y social. Destaca el fortalecimiento del Poder Legislativo y su productividad de leyes entre las que sobresalen las reformas electoral, de transparencia, penal, de fiscalización superior homologación contable.
Desde la oposición, la secretaria general del PRD, Hortensia Aragón, asegura que es “una década de retroceso en muchos temas y de desperdicio en el avance de otros que pudieron ser fundamentales como la creación del nuevo constituyente y la preparación de un nuevo esquema constitucional”. El priísta César Augusto Santiago cree que la “tanta ansiada búsqueda del poder para el PAN fue un fracaso, una vez que lo tuvieron no supieron qué hacer y hoy muestran falta de preparación”.

1 comment:

Anonymous said...

Comentario:

Para cambiar la forma de gobierno a que se refiere el artículo 39 constitucional se han preguntado Ustedes: ¿Cómo funciona una Asamblea Civil Constituyente?

Las herramientas están a su disposición en los sitios de internet:

http://constituyentecivil-mexico2010.blogspot.com

http://gacetaconstituyente-mexico2010.blogspot.com

Saludos.

Alfredo Loredo

San Luis Potosí. México