Tuesday, October 27, 2009


Una funesta coalición gobernante

Alberto Aziz Nassif

El Universal

Martes 27 de octubre de 2009


Otra vez hicieron lo mismo, parchar la Ley de Ingresos para aprobar una miscelánea fiscal que le cobra a los que siempre pagan, sube los impuestos en el peor momento y, de nuevo, la clase política muestra de lo que está hecha: de intereses de corto plazo, sin visión de Estado, sin perspectiva de largo plazo y con una ignorancia abundante sobre lo que sucede en otros países. El ajuste fiscal es veneno para la competitividad, intoxica la posibilidad de recuperación, afecta el crecimiento económico, trastoca la generación de empleos. Seguimos con un Estado obeso, sin capacidad de regulación, sometido a poderes fácticos, y que insiste en sacarle más a los de siempre: asalariados y consumidores.

Los diputados de la coalición gobernante, que forman PAN y PRI, sacaron adelante un paquete fiscal que está a años luz de una reforma fiscal de fondo. La lógica recaudatoria del gobierno panista vuelve a hincarle el diente a los contribuyentes: el ISR pasa de 28% a 30%, se aumenta el IVA de 15% a 16%, se aumentan los impuestos especiales a telecomunicaciones y a bebidas alcohólicas 3%, también suben impuestos a juegos y sorteos, el déficit crece de 0.5% a 0.75% y el precio de petróleo pasa de 53.9 a 59 dólares por barril y a las empresas se les modifica el régimen de consolidación fiscal, todo lo cual sumará unos 240 mil millones de pesos (EL UNIVERSAL, 21/X/09). Con este monto se cubrirá una buena parte del hueco que deja el petróleo. Quedó en el olvido el proyecto del impuesto del 2% para el combate a la pobreza; en su lugar se aumentó el IVA, salvo a medicinas y alimentos.

Parches sobre parches, cada año se estira más una cobija que cubre bien a unos cuantos y deja al descubierto a muchos. Las peticiones de Hacienda a la fracción del PRI para subir el IVA quedaron al descubierto, se supo de la componenda entre el gobierno federal y los gobernadores del tricolor, por eso no hay lugar para el deslinde. La torpeza del líder panista, César Nava, tronó el arreglo y ahora el Senado abre una renegociación del paquetazo económico porque nadie quiere pagar el costo de aumentar los impuestos. El cálculo político dominante es para las elecciones de 2010, las 10 gubernaturas en juego serán, sin duda, el móvil político de una lógica clientelar que intercambia favores por votos. A ver qué hacen los senadores, pero tampoco hay materia para esperar grandes cambios.

¿Dónde quedaron los proyectos para ampliar las base tributaria? ¿Qué pasó con los incentivos para la productividad y la competitividad? ¿Dónde se arrumbó la simplificación administrativa? ¿Por qué no se tapan los huecos para evitar las fugas fiscales? ¿En realidad se piensa que con un poco más de recursos a los programas de política social se va a disminuir la pobreza? ¿En serio considera el gobierno de Calderón que con el anuncio espectacular de cerrar tres secretarías se va a disminuir el presupuesto público? Sólo hay que ver lo que opinan los ciudadanos y consultar las páginas de internet de los diarios para darse cuenta del estado de ánimo. De ineptos y rateros no bajan a los diputados. Hay que ver lo que opinan los empresarios para darse cuenta del malestar generalizado que existe por este paquetazo económico. Una cosa es que a nadie le gusta pagar más impuestos, pero otra muy distinta es cuando la crítica se generaliza, se eleva el tono y se fractura la posibilidad de encontrar consensos sobre el rumbo del país.

Hay mucho malestar porque en el fondo se sabe que el paquetazo sólo servirá para mantener las cosas como están y para que sigan los lujos y los abusos que se dan en las secretarías de Estado: comedores con chef, celulares, guaruras, viáticos excesivos, puestos que sobran, despilfarro y opacidad. Hay molestia frente a los altísimos sueldos y los bonos de los funcionarios, las prestaciones y los fideicomisos, que están cada vez más alejados de lo que ganan obreros, profesionistas y técnicos. El malestar es por los abusos de los sindicatos aliados del gobierno, esos que sí son los grandes privilegiados, sobre todo los líderes ricos que usan a su conveniencia las cuotas de sus afiliados; siguen las excepciones para las empresas favorecidas con dispensas fiscales, como Televisa. Se fortalecen los gobernadores que disponen —como señores feudales— de más y más recursos sobre los que hay una muy débil rendición de cuentas. No terminan las cuotas de PRI y PAN en los órganos autónomos, como acaba de suceder en el IFAI y puede suceder con la CNDH, la Corte, el IFE, el Banco de México.

El malestar es también porque en el fondo no hay esperanza de que mejore la calidad de la educación, de que se invierta en serio en ciencia, de que se terminen los monopolios empresariales, mediáticos y sindicales, y se acaben los privilegios y el tráfico de influencias que tienen atrapado al país; porque no hay esperanza de que se hagan las reformas necesarias, como ya se demostró con este paquete fiscal. Porque en el fondo esta funesta coalición gobernante sólo hará más de lo mismo, administrar el desastre en el que tienen sumido al país.

Investigador del CIESAS


No comments: