domingo, 30 de marzo de 2008
El intento del gobierno calderonista para relanzar su propuesta de reforma energética naufragó. De poco valió la presentación de un diagnóstico sobre el tema por parte de la secretaria de Energía, Georgina Kessel, pues los coordinadores del PAN en la Cámara de Diputados y en el Senado, Héctor Larios y Santiago Creel, respectivamente, ni siquiera se pusieron de acuerdo en la estrategia a seguir. Esta situación fue aprovechada por el senador priísta Manlio Fabio Beltrones para radicalizar la posición de su partido. “Si ellos (los panistas) traen algún otro planteamiento que por lo menos tenga el olor a cierta privatización, ahí empezarán los problemas”, dijo
La titular de la Secretaría de Energía (SENER), Georgina Kessel.
El endurecimiento de la bancada del PRI en el Senado, las movilizaciones encabezadas por Andrés Manuel López Obrador y la imposibilidad de aprobar en este período ordinario de sesiones los cambios a 15 leyes secundarias provocaron que en menos de una semana la reforma energética del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa se hundiera en la indefinición.
Sin embargo, tras el escándalo en torno al secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, y la mofa provocada por el spot sobre el “tesoro escondido” en aguas profundas, el martes 18 el gobierno espurio reemprendió la ofensiva para impulsar la reforma energética.
Lejos de presentar una iniciativa formal, las autoridades federales operaron filtraciones para manipular las cifras de las reservas petroleras, lo que provocó incluso que los coordinadores parlamentarios del PAN, Héctor Larios y Santiago Creel, cayeran en contradicciones. Todavía el viernes 28 Presidencia informó que FeCal tuvo un encuentro con los legisladores panistas, con el director de Petróleos Mexicanos, Jesús Reyes Heroles, y con la titular de la Secretaría de Energía (SENER), Georgina Kessel, quien presentó “el diagnóstico” de esta dependencia. Fue la tercera reunión desde enero pasado.
Héctor Larios, coordinador del PAN en la Cámara de Diputados, insistió ese día en que “en un máximo de 10 a 15 días” se presentaría la iniciativa, pero su homólogo en el Senado, Santiago Creel, descartó fijar un plazo específico y afirmó: “No creo que nadie en este momento esté en posibilidades de anticipar cuándo vamos a presentar la iniciativa”.
Los mensajes contradictorios también se agudizaron en el PRI. El senador Francisco Labastida Ochoa, presidente de la Comisión de Energía e interlocutor original de su partido ante el gobierno, fue desplazado de las negociaciones. De manera extraoficial se supo que en el seno del PAN trabajan los legisladores Rubén Camarillo, Fernando Elizondo, Juan Bueno Torio y Gustavo Madero para presentar una propuesta de reforma energética.
Hasta ahora, sólo el senador Bueno Torio, director de PEMEX Refinación durante el gobierno foxista e involucrado en presuntos casos de corrupción en la paraestatal, ha señalado que la iniciativa incluiría modificaciones a diversas leyes, como la Reglamentaria del artículo 27 constitucional, la Orgánica de PEMEX, la Orgánica de la Comisión Reguladora de Energía, así como la de Ingresos y la de Derechos sobre los Hidrocarburos.
Asimismo, en diversas entrevistas negó que se buscara la entrada de capital privado a PEMEX, pues los cambios que propone van encaminados a reforzar “la autonomía de gestión” de la paraestatal. Sin embargo, informes de la Comisión de Energía indican que la propuesta de Bueno Torio busca abrir las inversiones en los dos sectores en los que tanto él como Juan Camilo Mouriño presuntamente han estado involucrados en contratos privados: refinación y transporte.
Para Graco Ramírez, senador del PRD y secretario de la Comisión de Energía, el proyecto del PAN busca abrir el capital privado extranjero para “la construcción de refinerías que actuarían con un régimen similar a los productores independientes de electricidad”. Según Ramírez, se trata de que empresas refinadoras maquilen el crudo a PEMEX para vendérselo a la paraestatal vía gasolinas y otros derivados.
El duro
No obstante, la puntilla la dio el coordinador de la bancada del PRI en el Senado, Manlio Fabio Beltrones. En tres declaraciones consecutivas reiteró que su partido no aceptará reformas al 27 constitucional, no aprobará los contratos de riesgo con capital privado; su partido, dijo, sólo aceptará cambios tendientes a reforzar “la autonomía de gestión” y un nuevo régimen fiscal para PEMEX.
Considerado el artífice y operador de las reformas más importantes aprobadas en el Senado, Beltrones le reprochó en sus tres conferencias al gobierno de Felipe Calderón la falta de una propuesta formal de iniciativa, la manipulación de las cifras sobre las reservas probadas de petróleo y que gobernara “sin rumbo” y titubeante.
“Lo único escondido es la propuesta del gobierno y del PAN”, afirmó Beltrones el martes 25, con relación al spot televisivo que difundió Presidencia para promover la privatización en exploración profunda.
Y advirtió: “Si ellos traen algún otro planteamiento que por lo menos tenga el olor a cierta privatización, ahí empezarán los problemas”.
Un día después, el ex gobernador de Sonora acusó al gobierno ilegítimo de manipular las cifras sobre las reservas probadas de Petróleos Mexicanos: “Nos parece completamente inadecuado que una discusión que no tiene margen de duda, que gira alrededor de lo que estamos convencidos, que es la necesaria modernización de PEMEX, se quiera contaminar con informaciones de este tipo que tratan –mediante el alarmismo– de lograr la urgencia”.
Las alarmas entre los calderonistas se prendieron cuando en dos ocasiones Beltrones calificó de “legítimas, aunque adelantadas”, las movilizaciones realizadas por Andrés Manuel López Obrador.
El jueves 27, sin aceptar preguntas de los reporteros, el senador priísta leyó un comunicado de tres cuartillas para subrayar que su partido mantendrá la vía de la negociación y el diálogo con el gobierno, pero respondió a los críticos internos del PRI al negar que él encabezara la línea “colaboracionista” y dijo que su actitud no es un “chantaje”.
“Yerran las opiniones que con mala intención insisten en confundir el diálogo y la construcción de acuerdos con el ‘colaboracionismo’ o también con el ‘chantaje’. No quieren ver que sin diálogo y sin acuerdos se propicia el extremismo, la inestabilidad en todos los órdenes o, peor, el autoritarismo”, afirmó Beltrones.
Acompañado por el senador Jesús Murillo Karam, secretario general del PRI, y en ausencia de Francisco Labastida Ochoa, responsable hasta entonces de la discusión sobre la reforma energética en el Senado, Beltrones sintetizó así la posición priísta:
“En la discusión del tema energético, sostenemos que es impostergable abordar la modernización y fortalecimiento de PEMEX, bajo tres premisas claras y específicas: uno, rechazamos cualquier intento de privatizar PEMEX; dos, ninguna reforma al Artículo 27 de la Constitución; y tres, nos oponemos a los contratos de riesgo. Defendemos la soberanía energética del país y la autonomía de gestión de PEMEX”.
Entrelíneas y sin mencionarlo específicamente, Beltrones lanzó también un reproche al gobierno calderonista en torno al caso Mouriño. “El grupo parlamentario del PRI ha actuado, y seguirá actuando, en estricto apego a la ley. No es facultad del Legislativo inculpar o exonerar a nadie… Nuestra tarea es legislar y lo seguiremos haciendo para fortalecer nuestro marco jurídico, combatir el delito y cerrarle el paso a la impunidad”, afirmó.
No obstante, antes de las vacaciones de Semana Santa, el sonorense frenó en el Senado la instalación de una comisión investigadora que determinara si el secretario de Gobernación violó o no la ley al firmar varios contratos con PEMEX Refinación como apoderado legal de la empresa Transportes Especializados Ivancar, al tiempo que era diputado federal y funcionario de la Secretaría de Energía en el sexenio pasado. “No somos Ministerio Público”, afirmó en aquella ocasión Beltrones.
Las declaraciones del jefe de la bancada priísta generaron una reacción espejo en la Cámara de Diputados. Su homólogo Emilio Gamboa Patrón advirtió el miércoles 26 que “jamás permitiremos la posibilidad de incluir los contratos de riesgo ni la participación de capital privado en actividades reservadas al Estado por la Constitución”. Incluso, la presidenta de la Cámara de Diputados, la perredista Ruth Zavaleta, dio por hecho que la reforma no se aprobaría en este período de sesiones.
En paralelo, los perredistas Carlos Navarrete y Ricardo Monreal, coordinador y vicecoordinador respectivamente de los senadores del PRD, coincidieron que la intención de privatizar la paraestatal se “desbarrancó” y “naufragó” ante el deslinde priísta.
Monreal interpretó así los últimos acontecimientos: “El PRI se ha desmarcado y los ha desdeñado porque los militantes del PRI, los senadores del PRI, ya valoraron los costos políticos que tendrán previa la elección intermedia del 2009”.
“La actitud de los legisladores del PRI está generando división interna profunda y prefirieron deslindarse”, afirmó el exgobernador de Zacatecas. Cercano a López Obrador, Monreal convocó a Beltrones a hacer “un frente común contra la privatización”.
El factor Rojas
El endurecimiento de Beltrones se dio en paralelo con la insistencia de otras voces priístas, como la del ex director de PEMEX, Francisco Rojas, y la del ex senador Manuel Bartlett, quienes pugnan por una reforma energética que no pase por modificaciones legales ni signifique la aceptación de contratos de riesgo.
Hasta hace algunos meses, Bartlett representó la voz más crítica al interior del PRI frente a los intentos por privatizar el sector energético. Como senador en la Legislatura anterior, Bartlett dio una batalla jurídica y política contra los contratos de riesgo firmados en el sector eléctrico. El pasado 28 de enero, en un evento de la Fundación Colosio, Bartlett advirtió a sus correligionarios que el peligro está en el PRI. “No nos engañemos. Existe un riesgo de que nos convirtamos en el PARM del PAN” en el tema energético.
En ese mismo acto, el primero de una serie organizada por la Fundación Colosio para analizar la reforma energética, el presidente de este organismo, Francisco Rojas, ex director de PEMEX durante ocho años y cercano al gobierno de Carlos Salinas, expresó su oposición frontal a una reforma que privatizara las labores de exploración, explotación, refinación y distribución del petróleo.
El 3 de febrero, Rojas publicó otro análisis donde advirtió que PEMEX “sí tiene recursos, pero no lo dejan invertirlos para mantener el equilibrio presupuestal y la carátula financiera”, habló de una “segunda expropiación” de la paraestatal, pero de cara a la Secretaría de Hacienda y el régimen fiscal que le impide reinvertir sus recursos. Rojas insistió que la modernización de PEMEX debe ser gradual e incluir un nuevo órgano de gobierno que garantice la autonomía de gestión y financiera de la paraestatal.
La posición de Rojas aglutinó a distintos cuadros y ex dirigentes priístas que vieron en él a un polo opositor a la privatización. Las actividades de Rojas contaron con el aval de la lideresa nacional de su partido, Beatriz Paredes, y constituyeron un contrapeso a las posiciones de Labastida y del propio Beltrones.
El miércoles 26, durante la presentación del libro Los instrumentos jurídicos de la política energética, del diputado Carlos Armando Biebrich, Rojas dio a conocer sus “20 acciones para hacer factible la reforma energética”. Y advirtió que casi todas se pueden realizar sin necesidad de cambios legislativos.
En el evento realizado en San Lázaro, Rojas le advirtió a los legisladores que el Congreso mexicano no se puede convertir en el “chivo expiatorio” de las ineficiencias, la falta de planeación o los “intereses ocultos” en torno a la reforma energética.
“No se debe caer en la trampa de que todos los cambios que requiere PEMEX deben hacerse a través del Legislativo”, sentenció Rojas.
Consultado, Rojas recuerda que el gobierno de Vicente Fox responsabilizó a la oposición en el Congreso de la inexistencia de reformas importantes. Advierte también él que observa una tendencia similar del gobierno calderonista y consideró que esta actitud es “injusta” porque las reformas urgentes en el área energética son más de índole administrativo que legislativo.
Y enumera las medidas que, considera, deben instrumentarse: despetrolizar las finanzas públicas; absorber la deuda de los Pidiregas; otorgarle autonomía de gestión y financiera a PEMEX; restablecer al 100% las reservas probadas; aumentar la capacidad de refinación de barriles por día; determinar el tipo y localización de las nuevas refinerías; priorizar el desarrollo del litoral, las aguas someras y tierra y no los desarrollos en “aguas profundas”; encontrar soluciones, conforme a derecho internacional, para la explotación de los yacimientos transfronterizos.
“Lo peor que podría pasar es no realizar la reforma energética. La mayor parte de las acciones son administrativas y tendrán que ser complementadas, en su caso, con las medidas legislativas correspondientes”, insiste Rojas.
La “propuesta” de Lula
Frente al hundimiento de la reforma calderonista, el viernes 28, la prensa nacional difundió una propuesta del Presidente brasileño, Luis Inácio Lula da Silva, para que PEMEX, “la diosa intocable”, se aliara con Petrobras en la exploración de nuevos campos petroleros.
“¿Por qué no se crea -sin permitir que ninguno diga que estamos privatizando Petróleos Mexicanos- una tercera empresa entre Petrobras y PEMEX para hacer exploración de petróleo en campos nuevos?”, recordó Lula que le propuso a Calderón.
Durante un encuentro con empresarios mexicanos y el secretario de Energía, Eduardo Sojo, el Mandatario brasileño insistió en que su propuesta busca estar a tono con las nuevas tendencias globales.
Para Francisco Rojas, la propuesta de Lula significa permitir un “contrato de riesgo”. “Petrobras no es necesariamente una empresa paraestatal ni tampoco sería diferente un contrato con ellos o con trasnacionales privadas como Shell”, afirma a este reportero.
Asimismo, recuerda que hace algunos años Lula criticó que detrás de las grandes empresas estatales del petróleo estaban las gigantes trasnacionales. “Ahora nos quiere recetar lo mismo que el criticó”, dice el ex director de PEMEX.
En tanto, la Presidencia de la República difundió, el mismo viernes 28, un escueto boletín para informar que Calderón sostuvo una reunión de trabajo con los coordinadores parlamentarios del PAN, Santiago Creel y Héctor Larios, con la secretaria de Energía, Georgina Kessel, y con el director de PEMEX, Jesús Reyes Heroles.
(Jenaro Villamil/APRO)
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