Tuesday, June 02, 2009

Los impunes del PAN


ÁLVARO DELGADO


MÉXICO, D.F., 1 de junio (apro).- La imputación no la hizo un feroz

adversario del gobierno federal y del Partido Acción Nacional (PAN),

sino un panista, nada menos que Virgilio Mendoza Amezcua, alcalde con

licencia de Manzanillo, Colima, y candidato a diputado federal: Felipe

Calderón "es un ratero".


Estas fueron las palabras que sobre Calderón pronunció Mendoza

Amezcua ante amigos suyos y que quedaron registradas en una grabación

de audio: "Yo nomás te digo que ese cabrón es un ratero."


¿Qué pruebas enumeró el panista para llegar a una conclusión

de tal calibre sobre su correligionario? En la grabación no lo detalla,

pero atribuye a Calderón otras conductas que cualquier ciudadano

suscribe, por su obviedad, sobre la "guerra" contra el narcotráfico y

la generación de empleos:


"La cagó Felipe Calderón en esta estrategia: El consumo se ha

incrementado, y pinches matazones, la gente está asustada. Está

fallando el presidente del empleo... ¡del desempleo! Yo nomás te digo

que ese cabrón es un ratero."


Después de que el jueves 28 de mayo la revista electrónica Reporte Índigo

difundió la grabación de las imputaciones de Mendoza Amezcua, ¿el PAN

ha procedido contra su candidato a diputado federal? No. ¿Y qué ha

hecho el gobierno federal? Nada, tampoco.


¿Pero partido y gobierno deberían intervenir sin que pueda

interpretarse como una represalia contra un candidato que se fue de la

boca bajo el dominio etílico? Por supuesto, no por los señalamientos

sobre la ineptitud de Calderón en materia económica y de seguridad

pública --que son más que obvios--, sino por la imputación a éste del

delito de robo: ¿Qué le sabe que lo llama ladrón alguien que gobernó

Manzanillo, una de las principales aduanas del país?


Pero, sobre todo, es deber del PAN y del gobierno intervenir

por otras confesiones del panista colimense, porque reconoce --como

consta en la grabación-- conductas criminales, como haber recibido

dinero del narcotráfico:


"Ni te imaginas, ni se imagina la gente de bien, que está

relacionada con los cabrones del narco, y que a través de ellos te

hacen llegar las cosas y a través de ellos te buscan. Ellos buscan el

cómo estar seduciendo y la chingada. A mí se me acercaron, así como se

le acercan a medio mundo, y me mandaron dinero. Yo como dije un día:

'chingue su madre mientras sea negocio'."


¿Es Mendoza Amezcua, conforme a esta grabación, un delincuente confeso?

Parece que sí, porque ese sujeto ni siquiera niega que sea su voz la

que se escucha, aunque curiosamente la denuncia que presentó ante la

Procuraduría General de la República (PGR) es por supuesta

"fabricación" del audio.


Mendoza Amezcua es un tipo peculiar: Fue militante priista hasta que

vio en el PAN mejores perspectivas y llegó a la alcaldía de Manzanillo,

de la que se separó con enorme desprecio por el cabildo, y ahora busca

ser diputado federal.


El suyo es uno más de los casos de escándalo de Colima, y que revelan

cómo actúa diferenciadamente la dirigencia nacional del PAN que

encabeza Germán Martínez:


En el primer caso, exhibida como ladrona en un video, por robarse

artículos por más de mil pesos en Wall Mart, Dania Ivette Puga Corona

fue desconocida como candidata a diputada local plurinominal por el PAN.


Y en el segundo caso, la diputada federal Esmeralda Cárdenas fue

obligada por Martínez a renunciar a la candidatura a la presidencia

municipal de Colima, porque dos de sus hermanos --no ella-- fueron

condenados por narcotráfico.


El propio Martínez había ofrecido la candidatura a la diputada federal,

pero su estrategia de imputar al candidato del PRI, Mario Anguiano,

relaciones de sus familiares con narcotraficantes, lo hizo recular y la

obligó a renunciar. "Lo que me hicieron fue una injusticia", dijo ella,

con lágrimas en los ojos, aunque después agachó la cabeza.


Otro rasero aplicó Martínez con Valdermar Gutiérrez Fragoso, secretario

general del sindicato del IMSS, candidato a diputado federal y cuyo

hijo, Israel Gutiérrez Botello, de 25 años de edad, fue detenido en el

aeropuerto de Madrid, el 14 de septiembre de 2005, al tratar de

introducir casi un kilo de cocaína en 70 cápsulas que llevaba en el

estómago.


Procesado en España por delitos contra la salud pública, y preso en la

cárcel de Soto Real --a las afueras de Madrid--, el hijo del líder

sindical logró ser extraditado a México y actualmente está internado en

el Reclusorio Norte. Está vinculado a una banda que opera en hospitales

del IMSS, cuyo sindicato controla su padre y que, gracias a Martínez,

ahora tendrá más poder como diputado federal.


"No tenemos ninguna objeción para el candidato Valdemar Gutiérrez

Fragoso", respondió Martínez a la pregunta de si era congruente

quitarle la candidatura a la diputada Cárdenas y aprobar la del

expriista.


--¿A pesar de que su hijo está preso por narcotráfico?


--El partido, el Comité Ejecutivo Nacional, el presidente del PAN, no

tienen objeción a nuestro candidato Valdemar Gutiérrez Fragoso.


Por ello no extraña que el presidente del PAN encubra, también, a

Mendoza Amezcua, quien imitando su voz, como se escucha en el video,

confiese cuáles son los verdaderos objetivos de ese partido que se

fundó hace casi 70 años: "Que se acabe ya el romanticismo de la

democracia, eso fue cuando surgió el partido. Ahorita tenemos que tener

triunfos."


Tal cual.


Apuntes


Uno de los secretos que el gobierno y el PAN mejor guardaban se vino

abajo: La reportera Jesusa Cervantes revela, en la edición de Proceso

que está en circulación, que Antonio Solá Reche, el publicista de la

infamia, ya es mexicano por naturalización, como el muerto Juan Camilo

Mouriño. Solá Reche, asesor también del Partido Popular de España y de

otros partidos ultraderechistas de América Latina, recibió la carta de

naturalización nada menos que el 4 de diciembre de 2006, a unas horas

de que Calderón entró a la Cámara de Diputados por un agujero… Jesús

Ortega, presidente del PRD, y el gobernador de Michoacán, Leonel Godoy,

no saben qué hacer: Medio reclaman por la irrupción policiaco-militar

que derivó en la captura de 27 servidores públicos y luego,

acobardados, se desisten. La falta de gallardía perredista ante el

gorilato que, con esa acción, perfila Calderón para el país, la explica

con claridad Fernando Gómez Mont: "El Partido de la Revolución

Democrática ha sido un partido fundamentalmente cooperador en términos

de la conciliación de instituciones para la seguridad del país y yo,

como secretario de Gobernación, se lo reconozco y lo agradezco." Es,

pues, la complicidad del chuchismo...


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delgado@proceso.com.mx


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