Wednesday, March 24, 2010


El expediente negro de Yunes

José Gil Olmos



MÉXICO, D.F., 23 de marzo (Proceso).- El PAN tratará de arrebatarle la gubernatura al PRI de Fidel Herrera con un candidato acusado de aprovecharse de su puesto como director del ISSSTE y de los recursos públicos para promoverse, sospechoso de torcer licitaciones por interés económico, e incluso designado mediante un dedazo mal disimulado. ¿Qué cambiará en Veracruz si gana el panista Miguel Ángel Yunes?

En Veracruz le dicen “el tiburón” porque aseguran que no tiene miedo de enfrentar al gobernador Fidel Herrera para arrebatarle el gobierno del estado al PRI, claro está que con el apoyo de Felipe Calderón y la dirigencia nacional del PAN.

Sin embargo, los adversarios del expriista Miguel Ángel Yunes Linares señalan que ha dejado una estela de agravios en el estado, se han denunciado sus supuestos vínculos con el empresario pederasta Jean Succar Kuri e incluso con narcotraficantes, y deja una deuda de 20 mil millones de pesos como director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), lo que según ellos le impedirá gobernar su entidad.

Amigo de Elba Esther Gordillo, en los últimos meses Yunes Linares puso todo su empeño en promoverse como aspirante a la candidatura para gobernador de Veracruz, invocando el apoyo de Felipe Calderón y su esposa Margarita Zavala.

En vísperas de la elección del candidato del PAN para gobernador de Veracruz, Yunes no reparó en el uso de recursos propios e institucionales para vencer a Gerardo Buganza y Juan Bueno Torio. Desde la dirección del ISSSTE utilizó la infraestructura de salud para promoverse en todo el estado una imagen de funcionario eficaz.

No dudó en echarle a cuestas al ISSSTE una deuda por 20 mil millones de pesos en unidades de inversión (udis) pagaderos hasta 2039, como publicó en enero pasado la calificadora Fitch Ratings. Además, manipuló el instituto para difundir su imagen en Veracruz: tan sólo el año pasado, Yunes realizó 11 giras en la entidad, y en los últimos tres ha utilizado aviones privados y comerciales, vehículos y publicidad, lo que generó gastos extraoficiales estimados en 21 millones 750 mil pesos.

De acuerdo con un seguimiento periodístico, en 2009 Yunes, como director del ISSSTE, realizó en Veracruz 48 actos, a los que asistieron 20 mil personas que recibieron desayunos y comidas gratis. Fue tan evidente el carácter de campaña política de esas actividades, que la diputada local Elvia Ruiz presentó en octubre de ese año una denuncia ante la fiscalía de servidores públicos de la Procuraduría General de la República (PGR/UEIDCSPCAJ/SP/M-XVI/113/2009) por presunto desvío de recursos públicos.

La denuncia se basa en las inserciones publicitarias pagadas por la Dirección de Comunicación Social del ISSSTE a periódicos de Veracruz e incluso en un espacio pagado en la edición de octubre de 2007 de la revista Líderes Mexicanos, con 35 fotografías de Yunes en sus giras por la entidad.

Esta denuncia tuvo repercusiones en la Cámara de Diputados, donde el 4 de noviembre se aprobó un punto de acuerdo para solicitar a la PGR que agilice la investigación en contra de Yunes. En la sesión de ese día en el Palacio de San Lázaro, el diputado priista Antonio Benítez Lucho, exsecretario particular del gobernador Fidel Herrera, señaló que Yunes está más ocupado en visitar Veracruz “realizando una campaña mediática de promoción personal y en contra del gobierno, que en cumplir su tarea de manera eficiente”.

El punto de acuerdo fue apoyado por el diputado del PRD Agustín Guerrero Castillo con el argumento de que Yunes violó el artículo 134 constitucional, que prohíbe el uso de recursos públicos para la promoción de la imagen de los funcionarios. Al siguiente día, el director del ISSSTE, que renunció al PRI en julio de 2004, cuando era diputado federal y aspiraba a ser candidato a gobernador de Veracruz, respondió que regresaría a su entidad “cuantas veces fuera necesario” porque nadie le podía negar ese derecho. Agregó que los priistas sólo querían generar escándalos.

Licitaciones, el negocio

El candidato panista no sólo ha sido cuestionado por priistas y perredistas por el uso político de los recursos del ISSSTE. También empresarios farmacéuticos lo acusan de manejar licitaciones millonarias para favorecer a determinadas compañías y obtener recursos para su campaña en Veracruz.

El instituto lanzó una de esas licitaciones para contratar el suministro de medicamentos por 5 mil millones de pesos, y la otra para la adquisición de precursores para la detección de enfermedades en laboratorios clínicos y bancos de sangre, por más de 3 mil millones.

La convocatoria para la primera licitación fue emitida a principios de 2009. Empresas como Nadro y Casa Saba acusaron a Yunes de favorecer a su competidora Fármacos Especializados, pues únicamente esta compañía cumplía requisitos como el de haber conseguido contratos por 600 millones de pesos con entidades públicas. José Antonio Pérez Fayad y su hijo Francisco Pérez, dueños de esta última empresa, también se beneficiaron con tres contratos del IMSS en 2008.

El pasado 3 de febrero se convocó a la segunda licitación, a fin de contratar el Servicio Integral de Laboratorio de Análisis Clínicos y Banco de Sangre en Unidades Médicas Hospitalarias del ISSSTE. Este procedimiento ha sido igualmente cuestionado por pequeños y medianos proveedores. También señalan que está amañado para favorecer a una sola empresa y por ello pone en riesgo el trabajo de 500 familias que desde hace años han suministrado estos químicos al instituto.

Otra licitación impugnada es la de equipos de cómputo, digitalización de documentos y soluciones tecnológicas que el instituto le otorgó a la pequeña empresa Ofistore, que encabeza Marco Cardona y se ubica en un local de la Plaza de la Computación, del Centro Histórico de la Ciudad de México. La pequeña empresa, fundada en 1990, entregará y administrará 13 mil 600 computadoras, 9 mil 500 impresoras, 772 escáneres, 612 proyectores de video y 627 cámaras digitales, incluidos en un contrato por 706 millones de pesos.

A los señalamientos de favoritismo hacia esas empresas se suman las denuncias de que, en el fondo, el político veracruzano trata de conseguir fondos para su campaña por la gubernatura. Yunes ha contestado que se trata de una operación de “un grupo de calumniadores profesionales que tiene a su servicio el gobernador del estado de Veracruz”, quien ha promovido documentos que contienen “afirmaciones insostenibles que faltan a la verdad”.

También arroja sospechas la entrega del hospital de altas especialidades de Morelos, Centenario de la Revolución Mexicana, que Yunes inauguró el pasado 4 de febrero y que, pese a la inversión de mil millones de pesos, no está terminado. Según trabajadores del instituto, cuando el hospital fue inaugurado por Felipe Calderón y el gobernador Marco Antonio Adame aún estaba inconcluso, pero Yunes informó que estaba terminado y lo calificó como la obra más grande del ISSSTE en los últimos 30 años.

En plena campaña para conseguir la candidatura, Yunes abrió el 16 de febrero, en Tultitlán, otro hospital de especialidades que costó 600 millones de pesos, el cual fue acondicionando a marchas forzadas, como si ya estuviera listo, con camas y monitores aparentemente en pleno funcionamiento, pero faltaban incluso las conexiones de oxígeno.

La idea era promoverse antes de que cerrara el periodo de las precampañas y aprovechar lo que él mismo se ha encargado de difundir como la “señal del elegido”, es decir, el famoso pastelazo que le propinó Felipe Calderón el 19 de enero pasado, en la celebración del 50 aniversario del ISSSTE en Los Pinos.

Historias que pesan

Sustituto del dedazo que el PRI utilizó para designar a los candidatos desde Los Pinos, Yunes aseguró que el “pastelazo” era la señal más clara de Calderón para elegirlo como el aspirante del PAN al gobierno de Veracruz. Lo cual se confirmó el pasado viernes 19 en una reunión secreta de cinco horas, en la que 25 consejeros del Comité Ejecutivo Nacional de ese partido votaron por el expriista, mientras que el exdiputado federal Gerardo Buganza logró 10 sufragios y el senador Juan Bueno Torio se quedó con cinco.

La designación de Yunes fue sorpresiva. En el orden del día estaba planeado que la dirigencia nacional panista decidiría únicamente el método de selección del candidato. Sin embargo, inmediatamente Yunes pidió licencia para retirarse temporalmente de la dirección del ISSSTE.

En protesta, Gerardo Buganza expresó su inconformidad con los métodos para elegir al candidato. En una carta dirigida al presidente del PAN, César Nava, señaló que “sería indigno pretender fingir que nada ocurrió en ese proceso de selección”, por lo que el 3 de marzo renunció a su militancia de 16 años.

Y en pleno escándalo por la revelación del convenio político firmado por el PAN y el PRI para reventar las alianzas electorales, en una carta Buganza le reclamó a Nava que el 29 de enero, en Boca del Río, el dirigente panista se comprometió a realizar un proceso equitativo en la selección del candidato, pero que al final se desató la “cargada” desde el Comité Ejecutivo Nacional y Los Pinos en favor de Yunes.

Casi a la par de la designación directa del candidato del PAN, comenzó a circular un expediente con datos de su carrera política y de indagaciones que se han iniciado por su presunta relación con el caso del narcotraficante Albino Quintero Meraz, el principal operador del cártel de Juárez en Veracruz y ligado a Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos.

En dicho expediente se incluyen los desmentidos que hizo Yunes en junio de 2004, cuando se publicaron documentos apócrifos sobre este caso para acusarlo, junto con el exgobernador veracruzano Patricio Chirinos, de haber recibido 15 millones de dólares por brindarle protección al narcotraficante conocido como El Beto.

Sin embargo, esos documentos, a los que tuvo acceso este semanario, contienen datos adicionales. Se afirma, por ejemplo, que Yunes adquirió dos yates (Babalú y El Fedayín) con dinero de Albino Quintero y que a bordo del segundo él visitaba a Jean Succar Kuri en Cancún.

El tema de la pederastia también es ampliamente abordado en el expediente, donde se cita la averiguación previa 7431/2003 de la Procuraduría de Justicia de Quintana Roo, así como documentos de la Agencia Federal de Investigación (AFIJ4426/2003 y AFI43091/2003) en los que el procurador general de la República, Rafael Macedo, daba cuenta de los supuestos vínculos de Yunes con la red de pederastas.

Si bien se consignan las declaraciones de Yunes ante la PGR en las que aseguró que no conocía a Succar Kuri y que no estaba relacionado con la red de pederastas, se precisa que el político veracruzano y el empresario se conocían desde 20 años antes, “cuando Yunes fungía como subdirector de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) y Jean Succar Kuri pretendía adquirir varios locales comerciales en el Aeropuerto Internacional de Cancún”, lo que al final logró.

El expediente destaca que el director del ISSSTE nunca presentó una denuncia en contra de la periodista y activista Lydia Cacho, que en su libro Los demonios del Edén lo ubica como asistente asiduo a las fiestas de Succar Kuri en su casa de Villas Solymar, Cancún.

Yunes, señala el documento, vendió sus dos yates para comprarse uno nuevo, el Ulúa, una embarcación fabricada en 2005 que aparece en su declaración patrimonial con un valor de 2 millones de pesos, aunque en realidad su precio aproximado es de 1 millón 700 mil dólares, pues se trata de un navío de lujo.

Aunque en su última declaración patrimonial Miguel Ángel Yunes enlista su casa de Alvarado, Veracruz, el mencionado yate Ulúa, cuentas bancarias por medio millón de pesos, así como obras de arte y joyas por un monto similar, según el expediente mencionado el candidato panista posee casas y departamentos en varios municipios de su estado, en la Ciudad de México, en San Pedro Garza García, Nuevo León, y un condominio en el edificio Las Olas de Cancún, además de departamentos en Brooklyn, Nueva York, y en Miami, Florida.

A través de su familia tiene negocios en la Compañía Veracruzana de Casas y Departamentos, en el corporativo Yunes Márquez, que opera una gasolinera en el puerto de Veracruz, y una consultoría registrada a nombre de su hijo Miguel Ángel, que tiene como clientes a dependencias del gobierno estatal y federal.

“Irascible y represor”

En otro apartado del expediente se ofrecen elementos de su perfil personal y se resumen algunos agravios que ha cometido desde que fue secretario general de gobierno de Veracruz con Patricio Chirinos (1992-1997), como diputado federal en (2004), subsecretario de Prevención y Readaptación de la Secretaría de Seguridad Pública (2004-2006) y secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

“Hombre inteligente, buen orador, disciplinado, conoce el valor de la información y a través del tiempo ha consolidado una red de inteligencia para su uso personal, teniendo infiltrados a la mayoría de sus adversarios.”

Además, Yunes es “irascible”, “egocéntrico” y tiene fama de represor, especialmente entre los grupos sociales de izquierda, por lo que “proyecta imagen de policía y no de estadista”.

Como ejemplos, se cita la persecución legal y política en contra del exgobernador Dante Delgado Rannauro, a quien metió a la cárcel del 17 de diciembre 1996 al 4 de abril de 1998, acusándolo de malversación de recursos estatales; la manipulación de una marcha de gays en un acto de campaña de Cuauhtémoc Cárdenas en Xalapa en 2004; sus enfrentamientos con Fidel Herrera desde que llegó a la gubernatura; y los ataques a Vicente Fox cuando Yunes era coordinador jurídico del PRI en el Instituto Federal Electoral (2000-2003).

Destaca que, durante su carrera política en los niveles estatal y federal, Yunes ha acumulado 17 recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), entre ellas las correspondientes a la represión contra indígenas nahuas de la comunidad de Cantollano, el 18 de agosto de 1995, por elementos de la policía enviados por él, con saldo de un muerto. También resalta la represión, en mayo de ese mismo año, en contra de campesinos de las comunidades Ricardo Flores Magón, La Lima, Doroteo Arango, Otlamaláctl y Cecepa, que dejó decenas de heridos y 34 detenidos.

En 1997, en un acto en Xalapa, Porfirio Muñoz Ledo se refirió a Yunes como “un hombre que siempre ha practicado las artes más sucias de la política”.

En ese sentido, el expediente del ahora candidato panista señala que en sus 30 años dentro del PRI defendió a sus compañeros envueltos en escándalos, como Carlos Romero Deschamps y Ricardo Aldana en el caso del Pemexgate. También se reseña que como representante del PRI en el Instituto Federal Electoral encabezó los ataques al PAN por el caso de Amigos de Fox. Como si quisiera dejar atrás todo esto, la campaña de Yunes arrancará precisamente a los pies de la estatua de Vicente Fox en Boca del Río, con la promesa de arrancarle al PRI la hegemonía en Veracruz.

Reportaje publicado en la edición 1742 de la revista Proceso, actualmente en circulación.

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