Tuesday, January 22, 2008

US censors Arctic scientists' findings as it prepares for oil and gas auction

By Daniel Howden, Deputy Foreign Editor

Published: 22 January 2008





The United States has blocked the release of a landmark assessment of oil and gas activity in the Arctic as it prepares to sell off exploration licences for the frozen Chukchi Sea off Alaska, one of the last intact habitats of the polar bear.

Scientists at the release of the censored report in Norway said there was "huge frustration" that the US had derailed a science-based effort to manage the race for the vast energy reserves of the Arctic.

The long-awaited assessment was meant to bring together work by scientists in all eight Arctic nations to give an up-to-date picture of oil and gas exploitation in the high north. In addition to that it was supposed to give policy makers a clear set of recommendations on how to extract safely what are thought to be up to one quarter of the world's energy reserves.

Speaking yesterday from Tromso, one of the report's lead authors, who asked not to be named, said: "They [the US] have blocked it. We have no executive summary and no plain language conclusions."

Earlier this month, the Bush administration drew widespread criticism when it said it would auction off 30 million acres of the remote Chukchi Sea which separates Alaska from Russia on 6 February. The sale to oil and gas companies has been rushed through before Congress can complete efforts to protect the polar bear under the Endangered Species Act, a move which could complicate efforts to sell its habitat to oil majors.

The US House of Representatives held a hearing last week to investigate the timing of the Chukchi sell off.

"Oil and gas is a sensitive subject," said the unnamed author of the Arctic Council report, which has taken six years to compile. "And this could be linked to activities in the Chukchi Sea between the US and Russia where more research and assessment is needed."

A draft of the censored recommendations, seen by The Independent, called on governments to conduct proper research on environmental impacts before signing off new oil and gas projects in ecologically sensitive areas such as the Chukchi.

One of the lead scientists at the Arctic Council, who again asked to remain anonymous, said: "The key message was to be more careful. To check more before you drill for oil and gas in the Arctic."

Comparatively little is known about the polar bear population in the Chukchi because there hasn't been an intensive study since the mid-1990s. The US mineral management service said it would allow companies to "explore this intriguing frontier area" but critics, including Senator John Kerry, have demanded a three-year delay while the impact on polar bears can be examined.

"For a polar bear population already stressed due to massive climate change, these activities could be the last straw," said Kassie Siegel, the climate director at the US-based Centre for Biological Diversity.

She said the censoring of the Arctic report was typical of the actions of the White House. "It fits a pattern of downplaying, denying, and suppressing climate science at every turn. It's all part of the Bush-Cheney strategy of handing out as many fossil fuel entitlements as quickly as they can in their final months in office."

As climate change melts more of the north polar ice cap and global demand for oil and gas surges there has been a frantic scramble for the Arctic's vast energy wealth. The combination of increased access and prices has seen Russia, Norway, Denmark and Canada step up claims to sovereignty over the North Pole, while the US waits in the wings.

The Chukchi Sea is believed to hold 15 billion barrels of recoverable oil and 76 trillion cubic feet of natural gas. The receding sea ice and record price for crude is tempting companies into Arctic oil and gas development further out to sea with potentially disastrous consequences. The agencies approving the Chukchi sale admit there is a 40 per cent chance of an oil spill, and that contact with spilt oil is almost certainly fatal for polar bears.





Perfora y luego preguntas: Estados Unidos censura un informe sobre el Ártico

Estados Unidos bloqueó la presentación de una evaluación clave de las actividades de extracción de gas y petróleo en el Ártico, mientras se prepara para vender licencias de exploración para el Mar de Chukchi, frente a Alaska, uno de los pocos hábitats del oso polar que permanecen intactos.

Los científicos, que presentaron el reporte censurado en Noruega, dicen que hubo una “enorme frustración” ante el descarrilamiento por parte de Estados Unidos del esfuerzo científico para manejar la carrera por los vastos recursos energéticos del Ártico.

La evaluación, esperada desde hacía mucho, pretendía unificar el trabajo de científicos de los ocho países árticos para obtener una fotografía actualizada de la explotación de petróleo y gas en el norte helado. Además de eso, se suponía que daría a los generadores de políticas públicas un conjunto claro de recomendaciones sobre cómo extraer de forma segura lo que se cree que es el equivalente a un cuarto de las reservas mundiales de energía.

Desde Tromso, en Noruega, uno de los principales autores del reporte, que pidió el anonimato, dijo: “Ellos [Estados Unidos] lo han bloqueado. No tenemos resumen ejecutivo ni conclusiones en lenguaje común”.

Hace un par de semanas, el gobierno de Bush atrajo críticas generalizadas cuando dijo que subastaría 30 millones de hectáreas en el remoto Mar de Chukchi, que separa Alaska de Rusia, el 6 de febrero. La venta a las compañías de gas y petróleo ha sido aprobada con prisa, antes de que el Congreso pueda completar los esfuerzos para proteger al oso polar bajo la Ley de Especies en Peligro, una movida que complicaría los esfuerzos para subastar las reservas en su hábitat.

La Cámara de Representantes de Estados Unidos sostuvo una audiencia la semana pasada para investigar la fecha de la venta de Chukchi.

“El del petróleo y el gas es un tema sensible”, dijo el autor anónimo del informe del Consejo Ártico, que ha tomado seis años compilar. “Y esto podría vincularse con actividades en el Mar de Chukchi entre Rusia y Estados Unidos, donde hace falta más investigación y evaluación”.

Un borrador de las recomendaciones censuradas, que fue vista por The Independent, pedía a los gobiernos que lleven a cabo investigaciones en forma sobre impacto ambiental ante de firmar nuevos proyectos de petróleo y gas en áreas sensibles como el Chukchi.

Uno de los principales científicos del Consejo Ártico, que también pidió permanecer en el anonimato, dijo: “El mensaje fundamental es que hay que ser más cuidadosos. Revisar más antes de perforar en el Ártico”.

Se sabe relativamente poco sobre la población de osos polares en el Chukchi porque no ha habido ningún estudio intensivo desde mediados de los noventa. El servicio de administración de minerales de Estados Unidos dijo que permitiría a las compañías “explorar esta intrigante área fronteriza”, pero los críticos, incluyendo al senador John Ferry, han pedido que esto se retrase tres años en lo que se examina el impacto que tendrá sobre los osos polares.

“Para una población de osos polares ya tensa por el enorme cambio climático, estas actividades podrían ser el tiro de gracia”, dijo Kassie Siegel, directora para clima del Cnetro de Diversidad Biológica, basado en Estados Unidos.

Dijo que censurar el reporte sobre el Ártico fue una medida típica de la Casa Blanca. “Encaja en su patrón de jugar por lo bajo, negar y suprimir la ciencia sobre el clima a cada oportunidad. Todo es parte de la estrategia de Bush y Cheney de entregar la mayor cantidad posible de títulos tan pronto como puedan en los últimos meses de su administración”.

Conforme el cambio climático derrite más porciones del casquete polar del norte y crece la demanda global de petróleo y gas, ha habido una frenética lucha por la enorme riqueza energética del Ártico. La combinación de un mayor acceso y precios crecientes ha provocado que Rusia, Noruega, Dinamarca y Canadá den más fuerza a sus reclamos por la soberanía del Polo Norte, mientras que Estados Unidos espera.

Se cree que el Mar de Chukchi tiene quince mil millones de barriles de petróleo recuperable y 76 mil billones de pies cúbicos de gas natural. El menguante hielo marino y los precios récord del crudo están tentando a las compañías a hacer más desarrollos de gas y petróleo en el Ártico con consecuencias potencialmente desastrozas. Las agencias que aprueban la venta del Chukchi admiten que hay un 40 por ciento de probabilidades de un derrame de petróleo, y que el contacto con el crudo derramado es ciertamente fatal para los osos polares.

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