Saturday, April 12, 2008






leonardo boix




Londres (apro).- La noche del viernes 21 de marzo pasado, la Policía de Letonia lanzó una búsqueda internacional para dar con un magnate ruso con vínculos en Gran Bretaña, cuya misteriosa desaparición podría tener ahora vínculos con el asesinato del exagente de la KGB Alexander Litvinenko, envenenado en noviembre de 2006 con el isótopo radioactivo polonio 210 en un exclusivo hotel de Londres.

El multimillonario Leonid Rozhetskin, un acérrimo crítico del presidente ruso Vladimir Putin, desapareció de su mansión de dos millones de dólares fuera de la capital de Letonia, Riga, el pasado 17 de marzo.

Cuatro días más tarde, las autoridades letonas expresaron temor acerca de que Rozhetskin, uno de los mayores fundadores y accionistas del periódico financiero británico City AM, haya sido asesinado.

La Policía de Letonia se contactó de inmediato con los detectives de Scotland Yard en Londres, sospechando un vínculo directo con el asesinato de Litvinenko el 23 de noviembre de 2006.





La medida generó especulaciones acerca de que Rozhetskin, de 41 años y visitante regular de Londres para reuniones de negocios, haya sido la víctima de un complot político de asesinato, ejecutado por los servicios de inteligencia rusos.

El comunicado oficial presentado por la Policía de Letonia a Apro indicó que Rozhetskin desapareció "en circunstancias extremadamente preocupantes".

Rastros de su sangre fueron hallados en la habitación principal de su mansión en el pueblo turístico de Jurmala, propiedad en la que fueron hallados muebles y objetos revueltos, y varias ventanas destrozadas.

También se detectó sangre en un jeep 4x4 del multimillonario.

Según los primeros análisis de detectives letones, es posible que agentes rusos que operaron en Londres para asesinar a Litvinenko, viajaran a Moscú para recibir órdenes sobre el plan de asesinato en Riga.

"Los agentes (rusos) han operado libremente en las calles de Londres, y por esta razón hemos contactado a la Policía Metropolitana (Scotland Yard)", subrayó un portavoz oficial de la Policía de Letonia.

"Si ingresaron a Letonia y se acercaron a esta persona desaparecida, entonces está en nosotros descubrir qué está pasando. Por eso para nosotros es esencial hablar con la policía de otros países, incluidos los británicos, para descubrir lo que ocurre", agregó.

La mansión de Rozhetskin, que cuenta con seis habitaciones, un jacuzzi y sala de masajes, se encuentra en la zona más costosa de Riga, posee jardines y está rodeada por bosques.

Además, cuenta con vistas panorámicas de la Bahía de Riga, con 3.2 kilómetros de extensión, y abarca la playa de arenas blancas más extensa de los estados Bálticos.

La playa está rodeada por altos pinos y dunas de arena, donde peritos forenses con perros trabajaban para dar con alguna pista crucial en el caso.

Rozhetskin es propietario de 50% de las acciones del periódico City AM, que se distribuye gratuitamente cada mañana en la City financiera de Londres y mantiene informados a los banqueros y corredores de bolsa de la capital británica. Es además el director y accionista fundador de ese matutino.

Fue visto por última vez en Londres días antes de su desaparición, cuando se hospedó en una de las exclusivas suites del Dorchester Hotel, en el aristocrático barrio de Mayfair.

Rozhetskin desapareció la mañana del domingo 16 de marzo, pocas horas después que su jet privado arribara a Letonia.

Según fuentes de la Policía local, un grupo de hombres arribó a su mansión de descanso en la llamada "Riviera Letona", en las primeras horas de ese domingo.

El vehículo de Rozhetskin, un jeep 4x4, fue visto saliendo de la propiedad, y hallado más tarde abandonado cerca de un mercado en un suburbio de Riga.

Su jet privado también desapareció por 48 horas, antes de arribar a Zurich sin pasajeros a bordo.

Ahora los expertos están investigando en detalle qué ocurrió en la mansión de Rozhetskin, entre la medianoche y las siete de la mañana de ese domingo 16.

Aldis Lieljukskis, a cargo de la investigación, fue el primero en vincular el caso con la muerte de Litvinenko.

"Hallamos rastros de sangre en la casa, como también en el automóvil. Nuestros peritos trabajan sin descanso para determinar qué ocurrió", sostuvo.

La causa, que tomó por sorpresa al tranquilo país de Letonia, llegó hasta la cúpula de poder de la nación báltica. En ese sentido, el ministro de Interior letón, Mareks Seglins, fue el primero en afirmar que existe evidencia de un asesinato.

Sin embargo, mostró cautela y evitó apuntar a Moscú para eludir un eventual conflicto diplomático.

"Si no hay un cuerpo, entonces no hay evidencia factual de un asesinato. Sin embargo, hay evidencia clara que sugiere un potencial homicidio", dijo el funcionario el viernes 21 pasado, al anunciar la búsqueda internacional y la investigación sin precedentes en el país de sólo 700 mil habitantes.

Además de su mansión de descanso en Letonia, Rozhetskin era dueño de propiedades en el sur de Francia, en Los Ángeles y en Moscú. El magnate tenía previsto volar a California, para participar en varias reuniones.

Los investigadores descubrieron que Rozhetskin estaba también registrado en la lista electoral británica en un área de Kilmarnock (sur de Glasgow, Escocia), llamada Moscú. Esa dirección dada al registro electoral es un bungalow que parece estar abandonado, sin muebles dentro o cortinas en las ventanas.

El factor sexual

El ahora desaparecido oligarca está casado con la exmodelo Natalya Belova, con quien tiene un hijo de tres años.

La prensa británica insistió en que el magnate habría mantenido varias relaciones homosexuales.

La madrugada de su desaparición, Rozhetskin --que se había teñido el pelo de rubio-- tomó un taxi de su mansión al centro de Riga con dos hombres, como testificaron varios vecinos de la zona.

Los tres hombres se detuvieron fuera de la discoteca gay XXL, que se autodefine como "un club moderno de glamour europeo" y cuenta con habitaciones donde suelen parar aristócratas y sus parejas.

Rozhetskin, amigo cercano de Domenico Dolce, fundador de la casa de moda italiana Dolce & Gabbana, como también de la modelo Victoria Silvstedt, desapareció poco después de haber visitado dicha discoteca.

Sin embargo, el factor sexual por la desaparición del magnate fue descartado por la Policía, que sospecha de la KGB y del gobierno del presidente Vladimir Putin.

El caso envuelve ahora a Gran Bretaña, Rusia y Letonia.

Moscú había acusado en 2006 al servicio secreto MI6 de orquestar un escándalo de espionaje en Letonia, luego que tres diplomáticos rusos fueron enviados a sus países por haber supuestamente intentado comprar secretos militares de la OTAN.

Rusia sostiene que ese escándalo es parte de una disputa vigente sobre el hecho de que el jefe del espionaje letón, Janis Kazocins, es un general retirado de la Armada británica.

El militar de 56 años es hijo de refugiados letones en Peterborough, en el condado inglés de Cambridgeshire, y fue entrenado en la prestigiosa academia de Sandhurst, donde también estuvieron el duque Felipe de Edimburgo, y los príncipes William y Harry de Inglaterra.

El general, casado en segundas nupcias y con un hijo en la región del Midlands inglés, ayudó a planear la primera Guerra del Golfo en 1991, y fue más tarde designado al frente de la Armada letona tras la caída de la Unión Soviética.

Las relaciones entre Londres y Moscú siguen en su punto más bajo desde el fin de la Guerra Fría, luego que Scotland Yard trató sin éxito de extraditar al empresario y actual diputado ruso Andrei Lugovoy, considerado por Gran Bretaña como el principal sospechoso por el asesinato de Litvinenko.

Rozhetskin nació en San Petesburgo, pero se trasladó a Estados Unidos en 1980, donde obtuvo la ciudadanía estadunidense. El ruso-americano amasó su fortuna en la industria de la telefonía celular durante la privatización de las compañías de telecomunicación rusas.

Es co-dueño de la compañía cinematográfica de Los Ángeles L+E Productions, en conjunto con Eric Eisner, el hijo del director ejecutivo de Walt Disney, Michael Eisner, uno de los hombres más ricos de Hollywood.

Su primera película, Hamlet 2, una comedia para adolescentes protagonizada por Steve Coogan, será lanzada en agosto próximo.

Rozhetskin tenía además intención de producir una película que hablara sobre los peligros y secretos de la mafia rusa, y que se iba a llamar The Three Wolves (Los Tres Lobos).

Ha sido un crítico acérrimo del actual régimen en Rusia, y en 2006 la Fiscalía de Moscú lo incluyó en una lista internacional de buscados, por su supuesto papel en un fraude valuado en unos 40 millones de dólares.

El magnate habría vendido sus acciones de una compañía de telefonía celular a IPOC, con vínculos con Leonid Reiman, ministro ruso de Comunicación y amigo personal de Putin.

En noviembre de 2006, un tribunal en Zurich dictaminó que Reiman era el dueño de IPOC y que por ende había abusado de su posición en el gobierno.

Reiman se apuró a negar las acusaciones en su contra, y de inmediato Moscú impuso la captura de Rozhetskin.

Debido a su conexión con el mundo de la cinematografía en Hollywood, el portavoz oficial del magnate, Andrei Fomin, que negó los rumores que circulaban este mes por Moscú acerca de que su desaparición pudo tener que ver con una campaña de publicidad para atraer la atención sobre su primera película a estrenarse en agosto, declaró.

"No tenemos idea dónde está. La última vez que lo vimos fue en Los Ángeles, en febrero pasado, y luego hablamos cuando estaba en Londres", subrayó Fomin al tabloide Daily Mail el 22 de marzo último.

"La idea de que él mismo armó esta desaparición para promover su nueva película es absolutamente estúpida. Esparcir sangre humana para una especie de campaña publicitaria sería algo totalmente enfermo. No imagino que pudiera hacer algo semejante. Esto es muy serio", continuó.

También expresó mucha preocupación Jens Torpe, editor del City AM, quien dijo no tener "la menor idea" sobre el paradero de Rozhetskin o por qué habría desaparecido.

"Obviamente esperamos que sea hallado con vida y esté sano y salvo", sentenció desde su redacción en la City financiera de Londres.

Lo cierto es que el misterioso caso apunta al complot de asesinato del exespía ruso Litvinenko, una causa que aún no ha sido cerrada y que ha provocado la peor crisis diplomática entre Gran Bretaña y Rusia de las últimas décadas.

Una historia que ahora podría terminar involucrando en la disputa a los países bálticos, donde Moscú tiene fuertes intereses de gas y petróleo, como también de logística militar.

“El caso parece un guión de James Bond, aunque ahora la ficción parece haber superado la realidad”, concluyó Fomin. (7 de abril de 2008)

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