Antonio Gershenson
El derroche de Chicontepec no empieza ahora con la reforma
, ya venía de antes. En una fuente de información (escrita en inglés) los contratos de Chicontepec están clasificados –a diferencia, por ejemplo, de los de Cantarell– como contratos de servicios múltiples. Éste fue el nombre usado cuando se repartió el terreno de la cuenca de Burgos para explotar el gas de la misma entre seis trasnacionales. Cada empresa tiene su
territorio. A principios de año hubo anuncios, sobre todo del director de Pemex Exploración y Producción, de que se había dividido Chicontepec, para su explotación, en ocho sectores, áreas o tramos, según la fuente de información que leyéramos.
El primero de estos grandes contratos –en la fuente en inglés– fue el llamado Chicontepec II; se adjudicó a Dowell Schlumberger y le están pagando mil 395 millones de dólares. Como esta cantidad es aproximadamente igual a la suma de los dos siguientes contratos, de 500 pozos cada uno, se puede suponer que en éste se perforarían aproximadamente mil pozos petroleros. El fallo en su favor fue el 13 de junio de 2007 y el plazo para completar el trabajo es de cuatro años.
El Chicontepec III ya es reciente. También se adjudicó, el pasado 10 de marzo, a la Schlumberger; cubría, como dijimos, 500 pozos, y tiene un costo de 687 millones de dólares. El plazo de ejecución es de mil 187 días, para terminar el 30 de junio de 2012.
El Chicontepec IV fue adjudicado días después, el 27 de marzo, a Weatherford, también con 500 pozos, con un costo para Pemex de 646 millones de dólares. Se inicia la obra el 15 de abril y deberá terminarse el 14 de julio de 2012. El Chicontepec V está en proceso de licitación, el fallo deberá emitirse el 9 de junio.
Complementamos esto con datos de otra fuente. Chicontepec es ahora llamada oficialmente Aceite Terciario del Golfo (ATG). Weatherford recibió hace unos meses otros dos contratos, ATG1 y ATG2, cada uno por 300 pozos. El Chicontepec IV aquí se llama ATG4, y el ATG3 es el Chicontepec III de Schlumberger. En este caso no se menciona al Chicontepec II, de fecha anterior. El conjunto de ambas fuentes nos da 2 mil 600 pozos ya contratados con estas dos empresas.
Vamos a ver por qué decimos que este dineral es un derroche.
Nos vamos a basar en el documento de Pemex: Reservas de hidrocarburos al 1º de enero de 2009, fechado el 20 de marzo de este año, que forma parte de la información que debió hacerse pública en 18 de marzo, y que la otra no lo fue. Las reservas probadas de crudo en esa fecha, en Chicontepec, son 5 por ciento del total. Nos hablan con cifras astronómicas, pero no son probadas, tienen cierta probabilidad de existir, según el caso, y si existieran se tomarían años poder explotar comercialmente ese petróleo. Por ejemplo, las reservas posibles de crudo en esta zona son 11 veces mayores que las probadas; pero existe 10 por ciento de probabilidades de que existan, según publica el propio Pemex. Así que no se vale sumarlas ni revolverlas en el llamado 3P.
Como comparación, el litoral de Tabasco, en la región marina suroeste, tiene reservas probadas de 6 por ciento del total; Bejota-Jujo, 9, y Samaria-Luna, 12 por ciento, estas dos últimas en la región sur, terrestre. Entre las tres suman 27 por ciento de las reservas probadas totales del país, más de cinco veces que las de Chicontepec.
El contraste es todavía mayor con los nuevos campos descubiertos en 2008. En estos casos, las reservas probadas de petróleo crudo son de 224.8 miles de millones de barriles en el sureste, y ya. Es el ciento por ciento del total nacional, o sea que la participación de Chicontepec es de cero por ciento.
Vamos a ver la producción de crudo durante 2008. Chicontepec, uno por ciento del total. Y las otras tres regiones mencionadas, litoral de Tabasco y las dos del sur, tuvieron una producción de 6 por ciento cada una. Las tres juntas, obviamente, produjeron 18 por ciento del total nacional.
Completamos esto con datos de la Memoria de Labores 2007, dado que la de 2008 no ha sido publicada. Los pozos de desarrollo terminados en la región Poza Rica-Altamira, que incluye Chicontepec, con la absoluta mayoría de los pozos, fueron 80 en 2006 y 168 en 2007. En los mismos dos años, en el litoral de Tabasco se perforaron 16 y seis pozos. En Bellota-Jujo, nueve y nueve pozos, y en Samaria-Luna, 19 y 20 pozos.
La suma de las tres áreas fue de 44 pozos en 2006, poco más de la mitad de los 80 de la zona que incluye Chicontepec. Y esa misma suma, para 2007, fue de 35 pozos, frente a 268 del área donde está Chicontepec, en este caso siete veces más pozos que en la suma de los yacimientos mencionados del sur y sureste. Pero, como vimos, en estos tres sitios la producción en 2008 fue de 18 por ciento del total nacional y en Chicontepec sólo de uno por ciento.
Por si fuera poco, veamos la calidad del petróleo en ambos casos. El crudo pesado es el de menor calidad. De la producción de la región marina suroeste, la de crudo pesado fue de cero por ciento: no hay. De la región sur, en 2006 fue de 2.9 y en 2007 de 2.4 por ciento. En cambio, en la región norte, donde está Chicontepec, la de crudo pesado fue de 67 en 2006 y de 61 por ciento en 2007. Además, en la región sur, 22 por ciento de la producción fue de crudo extraligero en 2007, del cual no se produjo ni una gota en la región norte ni, por tanto, en Chicontepec.
Preguntas: ¿Por qué se va toda la gran inversión a Chicontepec, donde la cantidad y la calidad del crudo son peores? ¿Por qué se perforan miles de pozos en el área de donde el año recién terminado salió sólo uno por ciento de la producción nacional? O, por lo menos, eso es lo que nos dicen los pocos datos oficiales que se publicaron el 20 de marzo.
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