La madre del niño demandó a Fernando Lugo para que reconociera la paternidad
Diputados critican al mandatario; es una cuestión privada
, afirma prelado de Misiones
Asunción, 13 de abril. El presidente paraguayo, Fernando Lugo, admitió hoy la paternidad de un niño de casi dos años, fruto de una relación con una joven cuando era obispo de la Iglesia católica, después de que la madre interpuso una demanda de filiación contra el mandatario.
Es cierto que hubo una relación con Viviana Carrillo. Ante ello asumo todas las responsabilidades que pudieran derivar de tal hecho, reconociendo la paternidad del niño
, declaró el presidente en un mensaje televisado.
Lugo explicó que por interés superior, a la privacidad del pequeño
y a su alta responsabilidad como mandatario, ya no declarará sobre el tema.
El anuncio coincidió
con el inicio del proceso judicial por una juez de la ciudad de Encarnación tras la presentación de la demanda, a cargo de dos abogados que luego fueron desautorizados por la madre del niño.
Según el documento, Fernando Lugo y Carrillo mantuvieron una larga relación que empezó cuando era obispo en el departamento norteño de San Pedro y solía hospedarse en la casa de una madrina de la joven, quien entonces tenía 16 años y ahora 26.
La legislación paraguaya establece una sanción de multa contra los adultos que mantengan relaciones sexuales con jóvenes de entre 14 y 16 años por el delito de estupro.
Fernando Lugo renunció al sacerdocio para entrar a la política y arrasó en las elecciones del 20 de abril de 2008, con lo que puso fin a más de seis décadas de gobierno del derechista Partido Colorado. Tras haber ganado los comicios obtuvo una inédita dispensa del papa Benedicto XVI para ejercer el cargo.
El presidente del Congreso, Enrique González Quintana, de la opositora Unión de Ciudadanos Éticos, indicó que Lugo sucumbió a la tentación como sacerdote y espera que no le ocurra lo mismo como mandatario.
El diputado opositor Víctor Bogado aseveró que con la declaración del presidente se van cayendo muchas mentiras de Lugo. Es un hecho lamentable, y más que hayan querido disfrazarlo de conspiración
. Se refería a declaraciones de algunos asesores del gobernante, quienes atribuyeron el hecho a una campaña articulada por sus enemigos políticos.
Por su parte, el obispo de Encarnación, Ignacio Gogorza, subrayó: es un golpe duro para la Iglesia católica y un mal ejemplo que traerá pérdida de confianza hacia la institución de parte de la ciudadanía
. En tanto, el prelado de Ñeembucú y Misiones, Mario Melanio Medina, declaró que la actitud de Lugo de reconocer la paternidad es un acto de valentía y sinceridad. Es una cuestión muy privada
, abundó.
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ESTUPRO EN EL OBISPADO
2009-4-13
Por Luís Agüero Wagner.
Una escabrosa historia de encubrimiento a un farsante acabó en gran parte este lunes de pascuas, cuando el obispo Fernando Lugo reconoció públicamente ante las cámaras de Televisión haber tenido relaciones con una jovencita de 16 años, Viviana Carrillo, en tiempos en que se desempeñaba como Obispo de San Pedro, abrió en Paraguay el debate que ya estaba instalado en otras latitudes: el de los escándalos aberrantes que de un tiempo atrás sacuden a la iglesia católica.
No está demás mencionar que la Iglesia Católica protege a estos delincuentes para defender su propia imagen en lugar de denunciarlos y expulsarlos para defender al resto de ciudadanos. La mayoría de los casos de pedofilia se han intentado resolver internamente, trasladando a los curas pederastas a otras parroquias y hablando con las familias para evitar las denuncias. Lejos está Paraguay de ser un caso aislado en Sudamérica.
Un grave escándalo, de características y dimensiones similares al que estalló hace tres años en Estados Unidos, se instaló recientemente en los altares de la Iglesia Católica de Brasil.. Entre ellos figura el sacerdote Félix Barbosa Carreiro, quien hace unas semanas fue detenido tras ser sorprendido en una orgía de droga y sexo con 4 adolescentes, y que acusó a “otros 12 padres” de incurrir en prácticas similares. Otro caso es del padre Alfieri Eduardo Bompani, de 45 años, quien grababa videos y escribía un diario donde daba cuenta de sus acciones.
El más repulsivo es el caso es el del padre Tarcisio Spricigo, que abusó de varios menores antes de ser arrestado por haber violado un pequeño de sólo cinco años de edad. En los documentos y pruebsa del proceso contra el cura ha sido incluido un diario, que es una especie de “manual de pedofilia”, que incluye consejos como “jamás tener una relación con niños ricos”. El libro de Spricigo, que fue descubierto por casualidad por una monja que lo llevó a la Policía brasileña, también contiene “diez reglas para actuar y quedar impunes”.
“Llueven niños seguros y confiables que son sensuales y que mantienen un total secreto, que sienten la falta del padre y viven sólo con la madre (…) Soy un seductor, seguro y calmo. Basta aplicar las reglas y el chico caerá en mis manos y seremos felices para siempre”, anotó el religioso en su escalofriante“manual”.
La lista de casos de depravados y criminales ocultos bajo las sotanas se antoja interminable: En Chile, el religioso Jaime Low Cabeza, fue detenido por presunto estupro y abuso sexual contra menores. Los abusos que supuestamente afectaron a cinco menores -todos varonesde entre 15 y 17 años- se habrían concretado cuando el religioso se desempeñaba en la pastoral juvenil de la parroquia.
En 2001, el religioso salesiano Carlos Larraín fue acusado de abusos contra una menor de nueve años en la época en que se desempeñaba como director del Colegio María Auxiliadora (entre 1997 y 1999). En abril de 2004, el sacerdote Víctor Hugo Carrera fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Santiago, luego de permanecer tres años como prófugo de la justicia, pues fue acusado de abuso sexual contra un menor en 1999 en Punta Arenas.
Mientras en Paraguay el obispo Fernando Lugo reconoció haber cometido estupro siendo obispo, y niños sordomudos denunciaron haber sido violados por curas en Verona, en México denuncian que existen logias protegen a estos criminales.
El cardenal mexicano Norberto Rivera Carrera y el arzobispo de Los Angeles, Roger Mahony, habrían encubierto a un sacerdote mexicano acusado de varios casos de abuso sexual contra menores monaguillos bajo el paraguas de esta suerte de Odessa de pedófilos.
La deportación por parte de las autoridades de la Santa Iglesia de Roma, con destino a Paraguay, de varios sacerdotes católicos acusados de haber abusado sexualmente de menores en todas las latitudes del orbe, aumenta las sospechas en cuanto al encubrimiento brindado a estos criminales. No hace mucho que en un ambiente caldeado laicos organizados y fieles católicos del Alto Paraná, a trescientos kilómetros de la capital del pais, denunciaron que en su comunidad se habían refugiado en un seminario los padres Carlos Urrutigoity y Eric Ensey, acusados de abuso sexual en Estados Unidos. Es demasiado casual que estos criminales se hayan refugiado en el Paraguay poco después del triunfo electoral del obispo Fernando Lugo, que se produjo en ancas de algunas de las más reaccionarias fuerzas atávicas de este Paraguay surrealista: el pensamiento mágico, la tradición autoritaria y el machismo con el cual fue denigrada un candidata mujer.
Para concluir esta descripción del Paraguay, podríamos tomar prestadas palabras publicadas en la Jornada de Oriente con la firma de Anamaría Ashwel, y sólo cambiar la palabra México por Paraguay: “una oscurantista alianza masculina, mayormente de políticos y sacerdotes, han regresado el tiempo de México al Virreinato: han legislado para quitarle el derecho a la mujer sobre su cuerpo. Sacerdotes supuestamente célibes, abiertamente misóginos, muchos pedófilos y desconocedores absolutos de la condición fisiológica y social de las mujeres —y encima vestidos con faldas largas— representando valores culturales que para las mujeres caducaron con el Virreinato, apuntalaron el voto de políticos que decidió que las mujeres sólo tienen el derecho a estar preñadas.” LAW
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