Wednesday, July 21, 2010


Gabino Cué, en los arrabales del surrealismo

El gobernador electo de Oaxaca, Gabino Cué, da a conocer en entrevista con M Semanal que al inicio de su mandato propondrá al Congreso la incorporación del plebiscito, el referendo y la revocación del mandato.

Foto: Arturo Bermúdez

OAXACA.- Por el ventanal ingresan la tarde y el ruido del agua que golpea una pequeña fuente de piedra. “Si en algún momento el pueblo deja de quererme como su gobernante, me iría”, reitera Gabino Cué al final de una larga conversación en una oficina recién montada, entre jardines y escoltas que lo cuidan con discreción, para que prepare desde aquí su asunción en diciembre como nuevo gobernador de Oaxaca.

Detrás del mandatario electo el pasado cuatro de julio a través de una alianza que involucró a todos los partidos políticos nacionales, salvo el PRI y el Verde Ecologista, está el rostro enorme de Benito Juárez, trazado en un lienzo de casi dos metros. Gabino Cué saca de su pecho los cinco o seis escapularios campesinos que se asoman apenas entre la almidonada camisa que lleva puesta. No es supersticioso, asegura; dice que los trae porque se los da la gente a la que visita en pueblos perdidos de Oaxaca.

—Trae muchas figuras religiosas y me acaba de decir que es juarista—, le digo.

—Eso no tiene nada que ver. Cuando Juárez tomó protesta como gobernador de Oaxaca invocó a Dios para gobernar. Yo soy católico pero casi no voy a misa. Soy juarista.

El gobernador electo pide a una de sus colaboradoras que traiga el juramento que leyó Juárez cuando tomó protesta como gobernador. Le dicen que éste es una de las cosas que faltan por traer a la oficina a la que recién se han mudado frente a la plaza de la Danza. Pero el documento al que se refiere Gabino, en efecto, demuestra que el 15 de septiembre de 1857, al jurar la Constitución, Juárez dijo: “Dios protege la santa causa de la libertad”.

—Hay mucha confusión sobre lo que significa ser juarista y sobre muchos otros temas—, sentencia.

Gabino Cué tiene una voz tranquila que a veces parece algo bronca, más que ronca. Quizá el acento le viene de los 10 años que vivió en Monterrey, estudiando y trabajando en el Tec. Todavía sigue viajando para allá, en especial a una residencia de la calle Río Volga, en la colonia Del Valle, donde desde los años noventa se quedaron a vivir sus padres.

Foto: Arturo Bermúdez

LOS ARRABALES DEL SURREALISMO

Mientras tanto, la casa del próximo mandatario de Oaxaca está en San Felipe del Agua, uno de los mejores barrios de la ciudad, cuyos inmuebles representan para muchos un botín de la guerra siempre ganado aquí por la corrupción gubernamental. Un colaborador de Gabino me dijo: “Si la corrupción debiera tener un museo en México, ciertas casas de San Felipe del Agua serían sedes inigualables”.

Oaxaca vivió los años recientes entre barricadas, con un gobernador despachando en la colonia Polanco de la Ciudad de México, radiodifusoras tomadas por maestros, diputados sesionando en salones de fiestas infantiles, desaparición de guerrilleros, y legisladores apostando sus curules. Encierro, destierro y entierro se convirtieron en los destinos posibles para opositores al régimen del PRI. Después de la revuelta de 2006, el gobierno de Ulises Ruiz pintó de blanco las paredes de muchos edificios para borrar las proclamas que exigían su revocación al cargo. Pero debajo de las capas de pintura, las paredes seguían protestando contra él: Ruiz Ortiz siempre rechazó la posibilidad de someter a un referendo o plebiscito su permanencia en el puesto.

Cuatro años después de aquella crisis, en entrevista con M Semanal, Gabino Cué da a conocer que la primera iniciativa que enviará al Congreso local cuando tome protesta como gobernador, será que se incluyan en la Constitución estatal el plebiscito, el referendo y la revocación del mandato. Encierro, destierro o entierro ya no serán las opciones para hacer política desde la oposición en Oaxaca, dicen en el equipo de Gabino.

DEO: ¿La revocación del mandato en un estado donde, aun sin ella, han caído cuatro gobernadores en 50 años?

GC: Cuando uno tiene una vocación de servicio, uno se debe al pueblo. Yo creo en la democracia. Si el pueblo te da la confianza, y luego pierde la confianza en el gobernante, pues es amoral políticamente seguir gobernando si el pueblo te rechaza.

TRANSICIÓN Y DECEPCIÓN
DEO: Hay mucha expectativa sobre su gobierno.

GC: Oaxaca generó mucha expectativa. Tú sabes lo que ha vivido Oaxaca, no sólo desde el 2006 ni desde el 2004, sino desde antes. Desde la época de Murat empezó a sonar Oaxaca: el autoatentado, mi campaña, la elección tan cuestionada, luego el intento por meterme a la cárcel; tras el 2006, la muerte del periodista Brad Will… Oaxaca ha sido centro de atención.

Platiqué con mucha gente en México y sí, simpatizaban con la idea de la alternancia, pero pensaban que iba a ser algo imposible, pensaban que iba a ser muy complicado quitarle el poder al PRI en un estado donde Ulises Ruiz Ortiz se había dedicado a implementar una estrategia de control político para mantenerse en el poder. Prueba de ello es que quiso imponer a su sucesor. Nuestro triunfo ha generado una gran sorpresa, pero nosotros siempre supimos que íbamos a ganar y, lo digo sinceramente, después de lo que había vivido Oaxaca, sabíamos que la única salida que teníamos era por la vía institucional.

DEO: ¿Qué sucedió en Oaxaca el pasado cuatro de julio?

GC: Los oaxaqueños entendieron el momento, hicieron a un lado los miedos y a pesar de la elección de Estado, logramos, primero, una alianza que nació fuerte. Segundo, logramos combatir la intención de que esta alianza no se diera, y luego, la apuesta de que yo no fuera el candidato. Logramos serlo y creo que hicimos una campaña de altura, no caímos en la provocación. Nosotros creemos que lo que Oaxaca quiere hoy es la paz, el progreso. La gente entendió el mensaje. Yo hice una campaña propositiva, invité al debate y se negaron, presenté mis declaraciones patrimoniales y ellos no, me hice el antidoping y el otro candidato no. Se dieron los pasos para ir generando esa confianza que se reflejó en una elección histórica: 56 por ciento, una votación que fue suficiente para parar la maquinaria del PRI.

Pintas en las paredes de la ciudad de Oaxaca, en contra del gobierno de Ulises Ruiz.
Pintas en las paredes de la ciudad de Oaxaca, en contra del gobierno de Ulises Ruiz. Foto: Arturo Bermúdez

DEO: Hay quienes piensan que usted puede terminar siendo tan decepcionante como Vicente Fox, quien llegó con un alto nivel de expectativa.

GC: Un gobierno de transición siempre genera esa expectativa. En esta ocasión hay tres estados de la República donde se dio la alternancia. Pero hacer una comparación con Vicente Fox me parece un despropósito, porque él fue presidente de la República. Cada quien tiene sus formas y estilos. Yo hablaré por mí, yo creo ser un político profesional, que me he hecho en la lucha, en el trabajo y en el esfuerzo. Sé de la gran expectativa que se ha generado y de las limitaciones; lo que también sé es que voy a hacer todo lo esté que en mis manos, y en mis fuerzas, para sentar las bases para una transición democrática en Oaxaca. Qué bueno que tuvimos la fortuna de tener un Congreso donde no hay una mayoría absoluta de un partido, afortunadamente logramos ganar una mayoría que nos va a permitir quizá no reformas a la Constitución pero sí legales, con la coalición nuestra, y eso nos permite tener el margen para impulsar muchos de las cosas en las cuáles yo creo.

Cuando hablo de una nueva Ley de Transparencia, lo vamos a hacer, cuando yo hablo de una Ley de Austeridad, lo vamos a hacer. Eso es parte del cambio. Vamos por una reforma electoral que deje mejores condiciones para los partidos en el futuro. Propuse una política social de apoyo para la gente más pobre y lo voy a cumplir. Yo sé que la mera alternancia va a generar las condiciones para que haya una expectativa de inversión en Oaxaca; me voy a convertir en un gran promotor de la inversión. Yo no les voy a pedir nada a cambio a los empresarios, como antes se les pedía. En Oaxaca se van a conseguir empleos que no se generaban. Nos vamos a convertir en embajadores para que esa imagen mala de Oaxaca cambie.

DEO: ¿Cómo será su relación con las organizaciones sociales?

GC: Con las organizaciones sociales voy a mantener comunicación, como la mantengo ahora. Ellos han luchado por el cambio, por la alternancia. El magisterio ahí está, vigente. Yo los veo participando en el proceso de planeación para definir juntos las políticas públicas en materia educativa, no voy a tomar decisiones de interés público a espaldas del pueblo, prefiero ir a una figura de plebiscito popular. Yo no tengo una figura partidista y cuando haya un conflicto partidista en alguna comunidad, el gobierno se va a convertir en un gobierno facilitador, no voy a tomar parte en un conflicto. En zonas de tensión como la zona triqui voy a hacer todo lo posible a través de la política social para distensionar (sic) ese ambiente, y a lo mejor conformar una comisión de pacificación.

Foto: Archivo

JUARISTA Y MAGONISTA
DEO: ¿A qué político admira?

GC: A Juárez. Yo soy juarista desde hace mucho tiempo. Me llama la atención su perseverancia, su tenacidad, su sensibilidad para reunirse con gente inteligente y su austeridad...

DEO: Juárez era duro.

GC: También, cuando había que ser duro, lo era; es un hombre que siempre pensó que había que gobernar con las leyes. He estudiado su vida. Obviamente es un orgulloso oaxaqueño. También admiro a otros luchadores como Ricardo Flores Magón; Ricardo me impulsa a todo este compromiso con las clases marginadas y populares...

DEO: Pero usted no es anarquista, ¿o sí?

GC: Yo no soy anarquista pero sí soy soñador, y decía Ricardo Flores Magón que mientras hubiera un soñador, había esperanza. Yo soy soñador y tengo la esperanza de que las cosas puedan cambiar. Él era un revolucionario...

DEO: ¿Usted qué es?

GC: Yo soy un hombre progresista y democrático. A mí me gustan los cambios, creo que es necesario reformar, transformar las instituciones, creo que hay que hacer una política social para ayudar a la gente más pobre y creo en la democracia, entonces vamos a impulsar un gobierno con esa visión progresista y democrática.

PLANTONES Y MAESTROS

DEO: ¿Qué va a hacer cuando el magisterio se plante el próximo año en el Zócalo para exigir una negociación con su gobierno?

GC: Era un reto sacar al PRI de Oaxaca y ahora hay que estar preparados para ser un buen gobierno. Con la experiencia que tenemos, yo creo que vamos a hacer un buen gobierno, porque vamos a hacer un gobierno diferente, vamos a romper con viejos esquemas que funcionaban y que en su momento polarizaron mucho al estado.

DEO: ¿Cuáles esquemas son esos?

GC: Mira, de entrada, parte de la agenda de conflictos en Oaxaca, de movilización social, tiene que ver con estilos y formas de gobierno que ya rompían en un Oaxaca progresista y democrático. ¿Por qué hay tantos conflictos en Oaxaca? Primero porque se fue perdiendo la confianza, la capacidad de interlocución entre el gobierno y la sociedad. El antecedente del fraude de 2004 cimbró el estado, el estilo ese de cerrar las puertas del palacio y de no estar cerca de la gente, eso generó un divorcio entre la sociedad y el gobierno. ¿Qué vamos a hacer nosotros? Vamos a relanzar la relación entre el gobierno y la sociedad. Nosotros sabemos de dónde venimos, venimos de ahí.

DEO: ¿Pero qué hará en concreto?

GC: De entrada, vamos a un plan de gobierno con una democracia participativa, una planeación participativa. Yo no voy a hacer un plan de gobierno en el escritorio. Vamos, a través de un esquema novedoso, a construir desde abajo. Mucha de la agenda de las organizaciones sociales tiene que ver con cambios institucionales. En Oaxaca no hay una verdadera autonomía de la Comisión Estatal de Derechos Humanos; en Oaxaca son un agravio la corrupción y la falta de transparencia. Insisto, donde nosotros vamos a ser muy severos es frente a la corrupción, porque eso agravia al pueblo.

Policía Federal durante la toma del Zócalo de Oaxaca en 2006.
Policía Federal durante la toma del Zócalo de Oaxaca en 2006. Foto: Arturo Bermúdez

CORRUPCIÓN Y CASTIGO
DEO: ¿Hay mucha corrupción en Oaxaca?

GC: Mucha corrupción, mucha...

DEO: ¿Y va a señalar a los responsables de esa corrupción?

GC: A ver, nosotros hemos dicho que vamos a gobernar con la ley en la mano. Nosotros no queremos poner nombres y apellidos. Uno de los asuntos pendientes en Oaxaca es la impunidad. Aquí muere gente, líderes sociales, hay conflictos como en el 2006 y no hay responsables. Ya sabemos que hay un juicio histórico que señala quiénes fueron los responsables de lo terrible que vivió Oaxaca en el 2006, ya lo dijo la Corte, pero al final hay personas que perdieron a sus familiares y hoy siguen esperando justicia, hay expedientes que nunca se abrieron, entonces, ¿qué vamos a hacer? Nosotros vamos a gobernar a partir del primero de diciembre, como Juárez lo hizo: con la ley en la mano, y eso implica hacer una revisión de todos los expedientes que haya pendientes.

DEO: Durante su campaña hubo denuncias serias en contra de mandos policiacos. ¿Confía en la policía de Oaxaca? ¿No se sentirá en los primeros meses en la boca del lobo?

GC: Oaxaca es un pueblo pacífico y nuestros policías no son malos. Al final, es una tropa que recibe órdenes. Entre hermanos, nadie quiere estarse enfrentando y confrontando. En el 2006 alguna persona tomó la decisión de hacer un operativo, con todo y lo que eso significó, incluso de riesgo para los policías, pero al final se hizo. El tema es de mandos. Es lo que hay que revisar, que sean mandos que tengan la experiencia, la capacidad, que realmente sea una policía que disuada y no que confronte a la población. Hay que ir a un programa de profesionalización, de confianza también, y de estrategia y de coordinación. Habrá que revisar a los mandos.

PASADO Y FUTURO
DEO: ¿Habrá o no una comisión de la verdad sobre el 2006?

GC: Yo lo que dije es que los oaxaqueños —y lo creo— tenemos derecho a conocer la verdad. Ahora, yo no sé si eso requiere de una comisión de la verdad. Yo creo en las instituciones, creo que la procuradora o procurador tiene que investigar, no sólo las muertes del 2006, que fueron 26 y que son muchas, pero en Oaxaca se ha muerto más gente. O sea, todos los delitos del fuero común tienen que ser investigados, y sancionados los responsables.

DEO: ¿Con una fiscalía especial?

GC: Si es necesario sí. Si no nos alcanza con el procurador y hay que darle un peso más, pues lo haremos.

DEO: Castigar a los responsables de 2006 es abrir la caja de Pandora, ¿no afectará eso la gobernabilidad de su administración?

GC: No va a haber paz si no hay justicia. Y por eso yo digo: la ley, sin nombres y apellidos, pero yo tampoco puedo ser omiso: el día primero de diciembre voy a jurar hacer cumplir la Constitución. ¿Me explico?

DEO: Pero para conseguir justicia se requiere de un esfuerzo extraordinario. ¿Está dispuesto a eso?

GC: Pues sí, lo tengo que hacer, porque si no voy a tener la presión del otro lado, entonces, para no ponerle apellido al tema, ni concentrarlo en un asunto, nuestro gobierno no va a ser un gobierno que gire en torno a un agravio de 2006, que es algo muy grave, que es algo que no debe suceder. Al contrario, tenemos que hacer un gobierno que no permita que suceda un 2006, que sabemos que hay un asunto que resolver, sí, es un asunto pendiente, muy importante, pero es un tema, y en Oaxaca hay muchos temas más. Mi gobierno no va a estar sustentado en girar en torno a 2006, como lo trató de hacer en esta campaña el PRI. Si ustedes vieron, toda la estrategia de comunicación fue llevar a Oaxaca otra vez al 2006, y tratar de vincularnos con la parte, entre comillas, negra u oscura en esas fotografías de un movimiento violento, cuando todos sabemos el origen del conflicto. Yo pienso que mejor debemos hacer un buen gobierno para que no haya nuevos conflictos, y eso tiene que ser con un gobierno distinto.

Un grupo de personas intenta reanimar al camarógrafo Brad Will, quien recibió un disparo el  27 de octubre de 2006.
Un grupo de personas intenta reanimar al camarógrafo Brad Will, quien recibió un disparo el 27 de octubre de 2006. Foto: Patricia Domínguez/ EFE

BRAD WILL Y EL EPR
DEO: ¿Quién mató a Brad Will?

GC: El conflicto social nunca debió haber sucedido. Fue una decisión equivocada, la de un operativo fallido. El gobierno, al final, claudicó de su responsabilidad, generó un vacío de autoridad que desencadenó la crisis y la prolongación de una crisis que también permitió que hubiera infiltración del movimiento. Ese movimiento fue infiltrado y desde adentro se radicalizó para buscar una salida de orden policiaco, entonces, es lo que hay que investigar. Hay que hacer una verdadera investigación. Una de las personas supuestamente responsables del homicidio ya salió por falta de pruebas. Hoy eso significa que quien lo mató está libre. Entonces lo que hay que hacer es una investigación muy profesional, conjunta, porque ese caso lo atrajo la PGR y entonces se tiene que revisar, porque alguien lo mató y hoy está libre.

DEO: ¿A Brad Will lo mató un infiltrado del gobierno dentro de la APPO?

GC: Es difícil, yo no podría decir algo irresponsable, pero lo que sí está claro es que alguien lo mató. Un periodista de El Universal me enseñó fotos de ese día donde hay gente armada, armas largas...

DEO: Ese día hubo disparos sistemáticos contra fotógrafos y camarógrafos. Oswaldo Ramírez de MILENIO Diario fue herido antes que Brad Will...

GC: Yo recuerdo las imágenes. Había dos frentes (comienza a dibujar en una hoja): aquí estaba gente de la APPO y aquí estaba otro grupo que estaba disparando. Aquí la tesis es que hubo un disparo cercano, pero habría que revisar el tema de la autopsia y eso lo tiene que revisar un Ministerio Público. Este y otros casos, como el del arquitecto que murió baleado en una barricada.

DEO: ¿Qué política va a seguir con el EPR?

GC: Yo desconozco realmente, no tengo información de inteligencia, ni he tenido acceso, ojalá en este proceso de entrega-recepción tengamos un mapa muy claro de cómo está la situación. Obviamente que ellos existen, tienen su presencia, obviamente a través de comunicados. Hay un tema pendiente referente a la desaparición de sus dos miembros, la cual ocurrió al parecer en Oaxaca. Ese es un tema que tendré que retomar también con el gobierno federal, porque tú recordarás que se constituyó una comisión en ese sentido. Es un tema de la agenda que traemos y, bueno, nuestra labor será seguir apostándole a la paz, a la vida institucional. Ya quedó demostrado que los cambios se pueden dar por la vía institucional, prueba de ello fue el pasado cuatro de julio. Hay que analizar y reivindicar parte de las causas de su lucha. Combatir marginación y pobreza, a eso nos vamos a dedicar. No creemos en la vía armada como mecanismo para hacer los cambios.

DEO: ¿Aspiraría a integrar al EPR a la vida civil?

GC: Nosotros estamos a dialogar (sic) con la gente. Creemos en las instituciones, creemos en el diálogo, no creemos realmente ni en la represión ni en la vía armada para hacer los cambios. Creo en las instituciones y creo en la política social. Cuando el EPR surge, San Agustín Loxicha era una ciudad olvidada, no había ni carreteras. Llegar era todo un vía crucis. Hay que revisar cómo se puede ayudar más a esa zona.

Enfrentamiento entre miembros de la APPO  y la PFP a las afueras de la UABJO.
Enfrentamiento entre miembros de la APPO y la PFP a las afueras de la UABJO. Foto: Arturo Bermúdez

LÓPEZ OBRADOR Y CALDERÓN
DEO: Como gobernador, ¿cuál será la manera de sobrellevar la disputa Calderón-López Obrador?

GC: Yo la tengo muy clara. En la vida todos jugamos un rol y obviamente en la vida política es bueno tener actores políticos que puedan platicar con todos. Yo no puedo negar mi relación política y personal con Andrés Manuel, en la que comparto algunas cosas y no comparto otras.

DEO: ¿Cuáles no comparte?

GC: Comparto la preocupación por la pobreza y la transformación de las instituciones. Eso lo vamos a hacer en Oaxaca. No comparto con él la visión sobre las alianzas; él no era de la idea de que tuviéramos que hacer alianzas, él decía que nos alcanzaba con el PRD, PT y Convergencia. Mi posición al final fue de ir con el PAN y creo que no nos equivocamos. El riesgo de haber ido solos no nos hubiese permitido, a lo mejor, que se diese el cambio. Yo antepuse el tema ideológico, porque yo lo puedo hacer. Él no porque él trae un agravio, una visión, y es su visión y es muy respetable, pero en Oaxaca yo tenía el antecedente de 2004, donde ya habíamos hecho alianza, donde en lugar de mejorar las cosas habían empeorado, y nosotros hicimos eco al mandato que nos dio la gente. La gente quería alianza y tan quería alianza que palomeó a la alianza. Nos dio su voto. Gente que votó por Andrés, gente que visitamos con Andrés y gente que tenía temores, desconfianzas o enojos con Andrés.

DEO: ¿Y qué no comparte con el presidente Calderón?

GC: Con el presidente yo no tengo ningún problema.

DEO: ¿Ya le habló Andrés Manuel para felicitarlo?

GC: No he hablado con él.

DEO: ¿Nada? ¿Ni un mail, o un mensajito de celular, un twitter siquiera?

GC: No. El Presidente sí me habló, él no. Yo lo buscaré, tenía que esperar la entrega de mi constancia de mayoría. Yo lo voy a buscar para saludarlo, y siempre serán bienvenidos todos a Oaxaca.

2012 Y 2018
DEO: Escoja por favor entre una u otra opción de las que le voy a ir diciendo: ¿Ulises Ruiz o José Murat?

GC: José Murat.

DEO: ¿Bodas gay o clóset?

GC: Oye, ¿tiene que ser a fuerza una de las dos? Prefiero decir libertad.

DEO: ¿Política o familia?

GC: Familia.

DEO: ¿Educación o policías?

GC: Educación.

DEO: ¿Izquierda o derecha?

GC: Centro.

DEO: ¿Calderón o López Obrador?

GC: Son diferentes. Uno es el Presidente y otro es un líder social.

DEO: ¿2012 o 2018?

GC: 2018.

Diego Enrique Osorno/enviado

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