Monday, July 19, 2010

Nacho Coronel, el capo en ascenso



MÉXICO, D.F., 17 de julio (Proceso).- Nacido al amparo de Amado Carrillo Fuentes y considerado entre los más importantes líderes del cártel de Sinaloa, Ignacio Coronel Villarreal en dos decenios se convirtió en uno de los principales capos del narcotráfico del país y tiene, según las autoridades, poder suficiente para crear su propio cártel. La DEA y el FBI consideran incluso que el antiguo socio de los hermanos Beltrán Leyva, con quienes hoy protagoniza cruentas batallas en el estado de Jalisco, ha gozado de impunidad a lo largo de su carrera criminal.

En poco más de dos décadas, Ignacio Nacho Coronel Villarreal se consolidó como el cuarto hombre más importante del cártel de Sinaloa y logró ampliar sus actividades de trasiego de droga a gran escala hacia Sudamérica, Estados Unidos y varios países europeos, que hoy son las principales rutas de su boyante negocio.

Robert Mueller, director del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), incluso elaboró una ficha criminal en la que destaca que, por su gran capacidad, Coronel Villarreal puede constituir su propia organización criminal en un corto tiempo.

Conocido también como Ignacio Valdez Urrutia, Dagoberto Rodríguez Jiménez, Nachito, El Ingeniero y el King of Ice, el capo forma parte de la llamada Federación de Narcotraficantes que encabeza Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, a quien en marzo de 2009 la revista Forbes convirtió en multimillonario al atribuirle una fortuna de mil millones de dólares.

Al igual que sus pares, Coronel Villarreal es sigiloso y suele cobijarse en el misterio. Algunos documentos oficiales consignan que nació el 1 de febrero de 1954, aunque no mencionan el lugar. La PGR sostiene que es originario de Canelas, Durango, pero un reporte del FBI fechado el 17 de abril de 2003 –cuando se ofreció una recompensa de 5 millones de dólares a quien proporcionara datos para su captura– indica que es oriundo de Veracruz.

Aunque son pocas las fotografías de Coronel Villarreal, el FBI incluye una en la que se le observa de barba cerrada y vestido con una camisa y un sobretodo oscuros. La imagen va acompañada de la descripción física del capo: pelo castaño, ojos cafés, raza “blanco hispano” y 143 libras de peso. ¿Su oficio?: “Hombre dedicado a los negocios”.

En los ochenta, cuando Coronel inició su carrera delictiva, era el cabecilla del cártel de Juárez en Zacatecas. Trabajaba entonces a la sombra de Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos, y de Eduardo González Quitarte, El Flaco, quien fue publirrelacionista de esa organización criminal hasta 1997.

Tras la muerte de Carrillo Fuentes, Coronel Villarreal, Juan José Esparragoza Moreno El Azul e Ismael El Mayo Zambada se desligaron de ese cártel para sumarse al de Sinaloa, que recobró su poder en 2001 luego de que El Chapo Guzmán se fugó del penal de Puente Grande, Jalisco.

En aquella ocasión, junto con Luis Valencia Valencia, cabeza del cártel del Milenio, y Óscar Nava Valencia, El Lobo –ambos vinculados con los hermanos Beltrán Leyva–, Coronel protegió al Chapo. Años después, cuando los Beltrán Leyva rompieron con Guzmán Loera, Nacho Coronel se mantuvo firme en el cártel de Sinaloa. Hoy, sin embargo, opera en El Molino, un municipio cercano a la ciudad de Zapopan, Jalisco, según datos de la PGR.

No obstante su filiación al clan sinaloense, la Drug Enforcement Administration (DEA) y el FBI sostienen que desde la década pasada Coronel consolidó su poder y es capaz de “operar con luz propia”.

“Ha incrementado su poder desde la década de los noventa y ahora es la cabeza de una célula poderosa en México, trabaja directamente con fuentes de abastecimiento colombianas que lo surten de cientos de toneladas de cocaína”, según la ficha criminal elaborada por las autoridades de Estados Unidos.

Extracto del reportaje que se publica en la edición 1759 de la revista Proceso, ya en circulación.

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