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08 de Octubre del 2007 | |
Ex presidencia Desde que se casó con Vicente Fox, justo un año después de que éste ganara las elecciones, Marta Sahagún se soltó y no hubo quien frenara su apetito consumista México, D.F. APRO -Durante 5 años, cuando estuvo en Los Pinos al lado de su esposo Vicente Fox, Marta Sahagún tuvo una clave presupuestal asignada por el mandatario. Por medio de ésta –la número 112-2– en ese periodo dispuso de 14 millones 367 mil 325 pesos, que destinó a montar y acondicionar su oficina con pisos de mármol, baño de marfil, accesorios de plata y arreglos florales. Tales fueron sus “gastos de orden social” y “de protocolo”. Ese derroche con cargo al erario federal fue equivalente, por ejemplo, a todo lo que invirtió recientemente la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) en la rehabilitación de 960 viviendas de familias pobres en Manzanillo, Colima. Así mismo, la consorte de Fox tenía en su despacho dos sistemas de televisión de paga –Cablevisión y Sky–, además de un teléfono satelital, contaba con servicio de mensajería personal para comprar esencias corporales en tiendas de Polanco, y en 2004 firmó un contrato con la empresa Medialog para que le proporcionara asesoría especializada en medios de comunicación, por la que pagó 458 mil pesos. En mayo de 2002, Sahagún pagó 40 mil pesos por la impresión de tarjetas personales (“Con los atentos saludos de...”), y en noviembre siguiente 46 mil 839 pesos por 2 mil hojas membretadas tamaño carta en una sola tinta. Cuando viajó a Santo Domingo, República Dominicana, para acudir a la XII Conferencia de Esposas, Damas y Representantes de Jefes de Estado entre el 15 y 17 de octubre de 2003, Sahagún llevó regalos especiales para sus pares: 29 mascadas de seda –de 90 centímetros cada una– adquiridas en Pineda Covalín, firma de accesorios utilizada a menudo por intelectuales y por la clase política mexicana. Estas prendas se caracterizan por su finura y el estampado de imágenes del arte y de la artesanía mexicana. Antes de partir a ese encuentro, también compró dos bolsas estilo cartera, rebozos de seda, envolturas de yute y cajas artesanales, lo que implicó un desembolso de 15 mil 194 pesos, tomados de la partida “gastos de orden social”. Por ese entonces –el otoño de 2003–, la consorte presidencial se hacía acompañar por la fotógrafa Judith Pérez Reséndiz en algunos recorridos por el país. En 17 expedientes obtenidos mediante la Ley Federal de Transparencia –cada uno con más de 800 facturas– consta que, de 2002 a 2005, el pago por el servicio de teléfonos de oficina, celulares y localizadores Nextel de los colaboradores de Sahagún fue de 3 millones 420 mil 400 pesos. La manutención del despacho de Sahagún, por el que pasaron empresarios, políticos, secretarios de Estado y dueños de medios de comunicación, también causó al erario una erogación de 2 millones 148 mil 695 pesos para boletos de avión y viáticos de sus colaboradores más cercanos, quienes la acompañaron en las 155 giras por el país y el extranjero, así como a varias de las visitas dominicales de la entonces pareja presidencial al rancho San Cristóbal. El promedio de gasto diario destinado a la oficina de la primera dama fue de mil 986 pesos, esto en un país en el cual el salario mínimo es de 50.57 pesos diarios y donde –por ejemplo-- una viuda pensionada de Aduanas sólo percibe 2 mil 600 pesos al mes. Los gastos del despacho que ocupó Sahagún no se habían revelado. La revista Proceso consiguió las facturas mediante una petición de acceso a la información pública enviada a Los Pinos el 7 de junio pasado. El gobierno de Felipe Calderón entregó 17 gruesos expedientes la primera semana de agosto, por lo que no hubo necesidad de recurrir al Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI). Sin embargo, la erogación de los 14 millones 367 mil 325 pesos representa sólo una hebra del complejo enredo contable que significó el paso de la pareja Fox-Sahagún por Los Pinos. A esta cantidad deben agregarse 386 mil pesos que gastó Marta Sahagún en la compra de vestuario y accesorios personales en junio de 2004, así como otros 11 millones 149 mil pesos dilapidados en sus 155 giras nacionales e internacionales. En suma: 25 millones 902 mil 325 pesos. Aun así, todavía falta saber a cuánto ascendió el sueldo de los 38 funcionarios que tuvo a su servicio, quienes estaban en la nómina general de la Presidencia. Fondos maquillados Antes de 2004 las compras de arreglos florales se realizaban discretamente y en las facturas no se especificaba la utilidad de los pedidos. No obstante, debido a la presión pública generada por el gasto en el vestuario de la primera dama se registraron cambios en la contabilidad. Las cosas habían comenzado a cambiar, al menos en la comprobación de los gastos. El 16 de noviembre de 2005, Proceso publicó un reportaje sobre el desmantelamiento de la oficina de la Casa Lázaro Cárdenas, creada oficialmente en agosto de 2003, cuando se dio a conocer una reestructuración administrativa en la Presidencia. Las cosas habían comenzado a cambiar, al menos en la comprobación de los gastos. El 16 de noviembre de 2005, Proceso publicó un reportaje sobre el desmantelamiento de la oficina de la Casa Lázaro Cárdenas, creada oficialmente en agosto de 2003, cuando se dio a conocer una reestructuración administrativa en la Presidencia. No obstante, Marta Sahagún siguió adelante con sus compras. Para ello se emprendió en la Presidencia un movimiento contable a fin de borrar la denominación de la oficina de la primera dama en la gran mayoría de los justificantes de gastos y distribuir sus necesidades de dinero en diferentes rubros. Del análisis de cientos de registros se desprende que los viáticos a nombre de los colaboradores de Sahagún (como su inseparable asistente Claudia Calvin y su operadora logística Rebeca Moreno) se cargaron desde entonces a un “subfondo” vinculado a la secretaría particular del Presidente, encabezada por Emilio Goicoechea Luna. Tan sólo en el período 2002-2006, el equipo de la primera dama derrochó 1 millón 991 mil pesos en teléfonos celulares, radiolocalizadores y un teléfono satelital. También gastó al menos 100 mil pesos en televisión de paga y unos 131 mil pesos más en mensajería, nacional e internacional. el contraste El promedio de gasto diario destinado a la oficina de la primera dama fue de mil 986 pesos, esto en un país en el cual el salario mínimo es de 50.57 pesos diarios y donde -por ejemplo- una viuda pensionada de Aduanas sólo percibe 2 mil 600 pesos al mes. |
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