Ricardo Ravelo/ Proceso
Protegido del entonces secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, quien lo sostuvo en el cargo a pesar de las múltiples acusaciones que documentaron su protección al contrabando, Guzmán Montalvo ha sido señalado por presuntos nexos con los hermanos Bribiesca Sahagún –hijos de la esposa del expresidente Fox, Marta Sahagún–, de quienes ya se investiga por su probable relación con la introducción de productos chinos al país como contrabando documentado, entre otros delitos.
En el entramado criminal de Ye Gon aparecen personajes no sólo relacionados con Guzmán Montalvo, sino también con Jorge Alberto y Manuel Bribiesca Sahagún. En el expediente de la PGR, así como en las pruebas de descargo presentadas por Javier Coello Trejo ante el juez Cuarto de Distrito a favor de sus clientes –los agentes aduanales Roberto Quintanilla Salazar y Uriel Martínez– aparece un nombre clave: Humberto López Rodríguez, agente aduanal que, según documentos de la empresa Unimed Pharm Chem México, era uno de los gestores consentidos de Ye Gon y servía de enlace con otra agencia aduanales contratadas por el empresario chino, como Roma Vazeli, S.A., con sede en Monterrey y cuyo gerente general es Roberto Quintanilla.
Según los datos consultados tanto en la Administración General de Aduanas como entre agentes aduanales, Humberto López es hermano de Juan Carlos López Rodríguez, exadministrador de la aduana de Colombia, Nuevo León, y extitular del despacho central aduanero.
En el sexenio pasado Juan Carlos López fue una pieza clave en las operaciones de Guzmán Montalvo, pues fungió como administrador del llamado Segundo Reconocimiento y a finales del sexenio foxista fue uno de los principales promotores de que esa área fiscalizadora fuera concesionada a la empresa francesa SGS, relacionada con los Bribiesca Sashagún, como reconoció Guzmán Montalvo en una entrevista con los reporteros Miriam Posadas y Eduardo Martínez, del diario La Jornada (28 de octubre de 2005).
La entrevista se realizó en vísperas de que el gobierno federal diera a conocer a la empresa ganadora del concurso de licitación para operar el Segundo Reconocimiento, que es la revisión adicional de mercancías en las aduanas.
“A pregunta explícita sobre la posible adjudicación a la empresa suiza Société Générale de Surveillance (SGS), donde se presume que están involucrados los hijos de Marta Sahagún, Guzmán Montalvo negó que se esté beneficiando a dicha organización, pues ellos tienen contacto con la empresa desde 1993, mucho tiempo antes de la administración de Vicente Fox”, dice casi al final.
En los alegatos que Coello Trejo presentó ante el juez para demostrar que sus clientes no forman parte de la red de Ye Gon, aparecen documentos en los que Zhenli Ye, como representante de Unimed Pharm Chem y Unimed Pharmaceutical, recomienda que Humberto López Rodríguez –hermano del amigo cercano de Guzmán Montalvo– se encargue de despachar su mercancía: el primer cargamento de seudoefedrina procedente de China.
El 3 de julio de 2006, en vísperas de recibir el cargamento de seudoefedrina que detonó la investigación y el decomiso de otra carga en diciembre de 2006 –cuando se decomisaron 19 toneladas, supuestamente del mismo precursor químico de anfetaminas–, el representante legal de Unimed Pharm Chem México (Ye Gon) envió esta “carta de encomienda” al administrador de la aduana de Lázaro Cárdenas, Michoacán:
Por medio de la presente hacemos de su conocimiento que cedemos los derechos de la guía amparada con el No. 851334939 amparada con el contenedor No. TEXU707415-4 al agente aduanal Humberto López Rodríguez y/o Agencia Aduanal Roma Vazeli, Sc, para que realice los trámites necesarios para el despacho de nuestra mercancía.
El 30 de junio se cumplió el deseo de Ye Gon, pues López Rodríguez liberó el embarque de Unimed Pharm Chem México en el puerto mencionado.
Según Javier Coello Trejo, el cargamento de julio que desencadenó formalmente la investigación de la PGR iba dirigido a Zhenli Ye Gon. En esa ocasión –dice– se tomaron muestras de la sustancia importada y el resultado se entregó cinco meses después, cuando la carga ya había sido liberada del recinto fiscalizado.
Tírenle al chino
Elocuente al defender a sus clientes, acepta dar una entrevista con Proceso. Entre sorbos a su Coca-Cola light –“soy diabético y se me seca mucho la boca”, expresa con voz de trueno–, el abogado de los agentes aduanales acusados de complicidad con Ye Gon, expone su versión de lo que sucedió en el puerto de Lázaro Cárdenas en julio del año pasado, cuando llegó de China uno de los embarques de seudoefedrina:
“¿Qué pasa con Uriel Martínez y Roberto Quintanilla? (sus clientes). Roberto es el gerente general de una empresa corresponsal de varios agentes aduanales en Monterrey. La empresa Unimed Pharm Chem, a través de internet, solicitó a Roma Vazeli si era posible (contar) con los servicios de un agente aduanal en Lázaro Cárdenas. Acto seguido, se le solicitó la documentación a la empresa del chino a través de la señorita Claudia Cruz Pintado.
“Se hizo el contrato. El chino compareció ante la Secretaría de Hacienda y le dio de alta al encargo conferido, en que quedó registrado el agente aduanal. Empezaron el trámite del despacho. El primer trámite de despacho que se hizo fue la importación a través de Lázaro Cárdenas en el mes de julio. Con todo arreglado, la empresa naviera recogió el contenedor en China y lo trajo a Lázaro Cárdenas.
“La empresa del chino estaba dada de alta en el padrón de importadores. Tenía Registro Federal de Contribuyentes y todo estaba legalmente bien. Su pedimento fue validado y le tocó el primer reconocimiento, donde se encendió el semáforo rojo. La Secretaría de Hacienda ordenó que se tomaran las muestras de la sustancia importada y el 7 de julio de 2006 fueron enviadas al Laboratorio Central de Aduanas. Después de que la Secretaría de Hacienda tomó las muestras, ordenó la liberación de la mercancía, la cual fue llevada al domicilio de Unimed Pharm Chem México”.
Después de este cargamento, hubo otra importante introducción de sustancias químicas –presuntamente seudoefedrina– en agosto de 2006. Narra Coello Trejo:
“Vuelve a haber otro trámite de despacho. Y como no tocó rojo, sino desaduanamiento libre, el señor Uriel Martínez, representante del agente aduanal, solicitó a la subadministradora de la aduana de Lázaro Cárdenas que se revisara la carga. La tarea corrió a cargo de la Armada de México, cuyos elementos se apoyaron con perros detectores de droga. No encontraron nada y se ordenó la liberación del contenedor.
“Pero después de cinco meses, el Laboratorio Central de Aduanas dictaminó que las muestras tomadas en julio al primer contenedor eran de seudoefedrina. Así lo refiere el propio administrador de la aduana que entre el 24 y 25 de noviembre de 2006 le preguntó al agente aduanal si había hecho algún trámite de despacho recientemente para la empresa Unimed Pharm Chem México. Se verificó que sí, que había en trámite un permiso de la misma empresa y de la misma sustancia.
“El administrador de la aduana avisa a México y el señor Arenal (se refiere a Joaquín Arenal, otro contacto de Guzmán Montalvo), que es el responsable de investigación aduanera, ordena que se detenga todo y es el agente aduanal –su cliente– el que entrega la documentación al administrador de la aduana. Ahí es donde realmente se descubre, pero después de que los peritos de la PGR toman las pruebas”.
Finalmente se conoció el contenido del embarque de diciembre: 19 toneladas de seudoefedrina, de acuerdo con los análisis de la PGR.
Añade el abogado: “Con todo respeto, quien denuncia conjuntamente con el administrador de la aduana está en la cárcel. Es donde yo digo que no existe ninguna delincuencia organizada. No existe ni la introducción de la droga por parte de estas personas ni la transportación. Entonces, ¿dónde está el delito?”.
Coello Trejo, quien como funcionario de la PGR se vio envuelto en escándalos por presuntos abusos de poder, aventura sobre la trama alrededor de Zhenli Ye Gon:
“Yo digo que a raíz de que se descubre el cargamento de Lázaro Cárdenas empieza una investigación en serio, aunque la PGR ya traía investigación desde tiempo atrás en contra de las empresas del chino. Según lo que obra en autos, la investigación empezó desde mayo de 2006…”
El aduanero a revisión
José Guzmán Montalvo estuvo inmerso en el mundo aduanero por más de dos sexenios y en el de Vicente Fox actuó bajo la sombra protectora de Francisco Gil Díaz.
Licenciado en Economía por el Instituto Autónomo de México y con un doctorado en la Universidad de Chicago, Gil Díaz fue subgobernador del Banco de México, director general de Avantel, secretario de Hacienda foxista, y actualmente es presidente de Telefónica Móviles de México.
Al término de su gestión como responsable de las finanzas del país, Gil Díaz aceptó el nombramiento como consejero del banco inglés HSBC, a pesar de que posee información privilegiada sobre los contribuyentes, y por supuesto acerca de los competidores de la institución de la que ahora forma parte.
Mientras Gil Díaz encontró cobijo, Guzmán aparece enredado en la madeja de complicidades de Ye Gon.
La PGR investiga al empresario chino por traficar seudoefedrina, presuntamente para surtir al cártel de Sinaloa, la organización criminal que encabeza Joaquín El Chapo Guzmán y que ha sido la menos molestada durante la guerra que el presidente Felipe Calderón le declaró públicamente a las organizaciones criminales.
Sobre Guzmán Montalvo pesan acusaciones por tráfico de influencias y protección al contrabando. Entre ellas, es señalado en investigaciones de la PGR y de la comisión legislativa que investiga a los hermanos Bribiesca como una pieza clave para que la asociación civil Vamos México, encabezada por Marta Sahagún, presuntamente manejara importantes cargamentos de mercancía de contrabando decomisada, cuyo destino era –según las mismas investigaciones– la reventa y las actividades filantrópicas de la entonces poderosa primera dama (Proceso 1454).
Multimillonario en dólares y empedernido jugador en lujosos casinos de Las Vegas –a donde llegaba en lujosas limusinas que ponían a su servicio los acaudalados empresarios del juego–, Ye Gon aceitó muy bien sus relaciones en las aduanas y en la Secretaría de Salud.
Confiaba tanto en sus sólidos amarres que en el expediente de la PGR –unos 40 tomos– se registra un dato relevante: a finales del sexenio pasado Ye Gon firmó un convenio con una empresa china para importar a México unas 50 toneladas de seudoefedrina. El contrato establece que dichas operaciones se llevarían a cabo en cinco años.
En el tomo 35, fojas 426 a 431 del expediente mencionado, que está en el Juzgado Cuarto de Distrito en Materia Penal, Ye Gon aparece como el principal enlace del cártel de Sinaloa para obtener seudoefedrina para la elaboración de drogas de diseño, mercado que empezó a explotar la organización de El Chapo Guzmán ante el desplome del consumo de cocaína en Estados Unidos.
Aunque en el expediente PGR/SIEDO7UEDO191/2006 la PGR no menciona el grado de participación que tuvo Guzmán Montalvo en el presunto encubrimiento de estos negocios, empieza a ser más claro que fungió como el principal apoyo del empresario chino.
Y es que dentro de su estrategia para defender a Uriel Martínez y Roberto Quintanilla Salazar, Coello Trejo solicitó el miércoles 11 que comparezcan como testigos ante el Juzgado Cuarto de Distrito en materia Penal José Guzmán Montalvo y Joaquín Arenal, el responsable de investigación aduanera de la Administración General de Aduanas.
También tendrán que presentarse a rendir testimonio la subadministradora de la aduana de Lázaro Cárdenas y el entonces jefe del Laboratorio Central de Aduanas, responsable del análisis de la seudoefedrina propiedad de Ye Gon.
Esta es la primera vez que Guzmán Montalvo será citado por un juez para ser interrogado en un caso de tráfico ilegal de sustancias químicas para elaborar drogas sintéticas. Su vinculación con el presunto enlace del cártel de Sinaloa (Ye Gon) surge del oficio 005553, dirigido a Guzmán por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), en el que se le advierte a tiempo sobre la presunta falsificación de un permiso de importación por una de las empresas de Zhenli Ye Gon, aviso del que Guzmán no habría hecho caso durante más de cinco meses.
El oficio –cuya copia tiene Proceso– le fue enviado a Guzmán Montalvo con el sello de “información confidencial” el 29 de noviembre de 2005, cuando despachaba como administrador general de Aduanas. El segundo párrafo del documento dice textualmente:
Esta Comisión Federal está llevando a cabo gestiones para la indagación de una posible falsificación del permiso No. 1-81167-2005 de la empresa UNIMED PHARM CHEM MEXICO S.A. DE C.V. para el producto DIHIDROESTREPTOMICINA Y SUS SALES, EN UNA CANTIDAD DE 5 000 Kg. ENROFLOXACINA BASE Y SUS SALES 20 000 Kg. NAPROXEN Y SUS SALES 25000 Kg. PENICILINA O PROCAINICA 10 000 Kg. Y CLORANFENICOL 3 000 Kg.
Firmado por Miguel Lombera González, entonces comisionado de Autorización Sanitaria de la Cofepris, el oficio resalta: Hago de su conocimiento lo anterior a fin de que se tomen las precauciones necesarias.
Sin embargo, Guzmán Montalvo –quien ahora asesora a varios empresarios en materia de comercio exterior– no reportó el hecho denunciado sino hasta el 21 de junio de 2006, cuando envió el caso a la Unidad de Control de Gestión de la aduana de Lázaro Cárdenas, Michoacán.
Según el mismo documento, del presunto pedimento falso también estuvieron enterados, mediante copias del oficio, Víctor Rodríguez, administrador de la aduana del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, así como Ernesto Enríquez Rubio, entonces comisionado de la Cofepris, el área de la Secretaría de Salud que autorizó buena parte de los embarques de seudoefedrina propiedad de Ye Gon (Proceso 1601).
En el país operan 48 aduanas. De acuerdo con los datos de que dispone Coello Trejo y que forman parte del expediente del caso, Ye Gon realizó sus operaciones a través de las aduanas ubicadas en Lázaro Cárdenas, Michoacán, Veracruz, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y el puerto de Manzanillo, Colima. |
Wednesday, August 20, 2008
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